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miércoles, 27 de marzo de 2019

Dios inicia el amor, lo derrama sobre su pueblo y espera...

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
Dios muestra lo que es por lo que hace.


Juan ya mencionó el tema del amor en pasajes anteriores (2:7–11; 3:11–18, 23). Ahora, en un cambio abrupto, presenta un análisis completo de este tema. En su consideración Juan continúa formulando contrastes y paralelismos. Los eruditos probablemente estén en lo correcto cuando consideran que los versículos 7–10 son una expresión poética (compárese con 2:12–14). A fines de una mayor claridad, escribo los cuatro versículos siguientes en forma poética.

    7. Queridos amigos, amémonos unos a otros,
         porque el amor viene de Dios.
      Todo el que ama ha nacido de Dios
         y conoce a Dios.
    8. El que no ama no conoce a Dios
         porque Dios es amor.

Estos dos versículos y los dos siguientes están entre los más atesorados de toda la epístola. Hablan del amor que se origina en Dios y describen al creyente como una persona que ama y conoce a Dios. En contraste con esto, el incrédulo no ama porque no conoce a Dios.

a. “Queridos amigos, amémonos unos a otros”. Juan se dirige a los lectores usando el término familiar queridos amigos (2:7; 3:2, 21; 4:1, 7, 11) que literalmente significa “amados”. Incluye en esta oración una exhortación al amor mutuo. Aquí él no está analizando el afecto que los miembros de una familia sienten unos por otros. En cambio, lo que hace es escribir el verbo amar, que significa “amor divino”. Juan indica que Dios inicia el amor, lo derrama sobre su pueblo y espera que a su vez los miembros de dicho pueblo manifiesten ese mismo amor unos por otros.

b. “Todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios”. Esta es, pues, la señal distintiva del creyente. La persona que nace de Dios (2:29; 3:9; 5:1) es una ventana a la vida a través de la cual el amor de Dios brilla en el mundo. El creyente manifiesta su amor a su prójimo haciendo por el prójimo lo que él mismo desea que hagan por él. En definitiva, él muestra su amor obedeciendo la Regla de Oro (Lc. 6:31). Su amor es genuinamente abnegado.
El creyente ama a su prójimo como a sí mismo, porque, como escribe Juan, ese creyente conoce a Dios. Es decir, él tiene comunión con Dios el Padre y con su Hijo (1:3) y refleja por consiguiente la virtud del amor.
De paso, cuando Juan dice: “[El] conoce a Dios”, quizá haya tenido la intención de rebatir a los herejes gnósticos de su tiempo que alardeaban de su conocimiento de Dios.

c. “El que no ama no conoce a Dios”. Juan compara al creyente con el incrédulo y señala que cuando el amor está ausente el conocimiento de Dios no existe. La persona que no está en comunión con Dios por medio de la oración y que no lee la Biblia no puede ser un instrumento por medio del cual Dios demuestra su amor divino. El incrédulo ni siquiera ha comenzado a conocer a Dios. Sin conocimiento de Dios, no hay amor. El amor y el conocimiento de Dios son dos caras de la misma moneda.

d. “Dios es amor”. Los niños aprenden estas palabras en el hogar y en la iglesia. Los adultos atesoran estas tres palabras ya que en ellas Juan ha declarado una de las características de Dios: el amor. Esto significa no solamente que Dios ama a su creación y a su gente, o que Dios está lleno de amor. Quiere decir que en su mismo ser Dios es amor. Y este es el mensaje que Juan comunica en su epístola.

Agustín dice que: “Si no se dijese nada en alabanza del amor en las páginas de esta epístola, si nada se dijese en las páginas de toda la Escritura, y sólo esta frase fuera todo lo que nos dijera la voz del Espíritu de Dios: “Porque Dios es amor”; nada más haría falta.

Juan comienza el v. 7 con la palabra Amados (usada seis veces en 2:7; 3:2, 21; 4:1, 7, 11) que expresa su preocupación por el bienestar de los miembros de sus congregaciones.

Los gnósticos pretendían conocer a Dios y ser hijos de Dios pero no habían practicado el amor de Dios. Juan apela a sus lectores para que expresen y verifiquen su conocimiento de Dios por medio de la práctica del amor. Dios es amor y los creyentes han nacido de este amor, de modo que deben vivir en el amor y practicar el amor.

El v. 8 presenta esta verdad en forma negativa:
El que no ama no ha conocido a Dios. Sigue con una de las grandes afirmaciones de la Biblia: Dios es amor. Hay una descripción gráfica de Dios en esta expresión así como en las otras dos:
  • “Dios es espíritu” (Juan 4:24) y 
  • “Dios es luz” (1 Jn. 1:5).
  • Dios muestra lo que es por lo que hace. Mostró su amor para con nosotros en su obra redentora por medio de su Hijo quien es la expiación (sacrificio) por nuestros pecados. Al examinar las palabras envió y unigénito vemos otra vez la relación íntima entre el Hijo y el Padre. Jesús no llegó a ser Hijo unigénito después de nacer como hombre (encarnación) sino ya lo era antes de ser enviado. Jesús afirmó: “Yo y el padre uno somos” (Juan 10:30). Juan vuelve a insistir en que la teología está vacía si no resulta en acción ética: Si se ha recibido el amor de Dios no se puede menos que amar a otros. Porque Dios actuó en amor, nosotros debemos obrar en amor.
  • La frase Nadie ha visto a Dios jamás (v. 12) nos llama la atención. La ausencia del artículo enfatiza la naturaleza del Padre. Nadie ha visto al Padre en toda su gloria celestial, salvo por medio de su Hijo encarnado. Jesús dijo: “El que me ha visto, ha visto al Padre” (Juan 14:9; ver Juan 6:46). Juan explica que los que conocen a Dios por medio de su amor tienen el privilegio de permanecer en Dios y Dios en ellos. El amor de Dios se ha perfeccionado en nosotros. La dádiva el Espíritu Santo confiere seguridad en cuanto a la permanencia de Dios en nosotros. 
  • Aunque Juan no usa el término “Trinidad”, el concepto se encuentra frecuentemente en sus escritos. El amarse los unos a los otros y la permanencia de Dios en nuestra vida son credenciales del creyente que forman una parte vital en la proclamación del evangelio. Juan y los otros discípulos dieron testimonio de que Dios envió a Jesús a ser el Salvador del mundo. Asimismo, cada creyente debe afirmar esta verdad con su propio testimonio.

ARMA TU PREDICA
Dios es amor
4:7–19
Introducción:
“Dios es amor”. Todo tiene su fuente en el Dios de amor. El amor proviene de Dios y nos llueva a Dios. En el amor de Dios vemos cosas como la creación, el libre albedrío, la providencia, la redención y el más allá.
        I.      El amor emana de Dios y es un atributo de Dios, vv. 8, 19.
    1.      El que no ama, no ha conocido a Dios.
    2.      Dios nos amó primero.
        II.      El amor a Dios resulta en amor a otros, vv. 7, 11.
    1.      El que ama es nacido de Dios.
    2.      El amor viene de Dios.
        III.      El amor provee la salvación, vv. 9, 10, 14.
    1.      Dios envió a su Hijo para mostrar su amor.
    2.      Jesús es la propiciación por nuestros pecados.
    3.      Dios envió a su Hijo para ser el Salvador del mundo.
        IV.      El amor provee el Espíritu que mora en nosotros, vv. 12, 13, 15, 16.
    1.      Dios permanece en nosotros.
    2.      Dios ha perfeccionado su amor en nosotros.
    3.      El que permanece en amor permanece en Dios.
        V.      El amor da seguridad en el día de juicio, v. 17.
    1.      Tendremos confianza.
    2.      Seremos como él es.
        VI.      El amor borra el temor, v. 18.
    1.      El amor echa fuera el temor.
    2.      El temor no permite el perfeccionamiento del amor.
Conclusión: Amémonos unos a otros porque el amor es de Dios.
El amor es incompatible con el odio, 1 Juan 4:20–5:1.

miércoles, 30 de agosto de 2017

En el matrimonio en especial: Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6





UN MATRIMONIO PARA HACER FUNCIONAR

¿QUÉ HACE FUNCIONAR UN MATRIMONIO?

Suponga que enciende su televisor a la hora de las noticias y, de repente, aparezco yo en la pantalla en lugar de la persona que da el pronóstico meteorológico. Por supuesto, usted se sorprenderá de verme allí, pero es probable que se sorprenderá aun más cuando escuche lo que tengo que decir:

  Esta noche, en lugar del informe habitual del clima y el pronóstico meteorológico, me gustaría presentar el pronóstico de los matrimonios de algunos de mis espectadores. Para algunos de ustedes, el pronóstico anuncia cielos nublados con noventa por ciento de probabilidades de tormentas eléctricas que terminarán en tornados y huracanes. No se sabe cuándo terminarán. Por cierto, a la vista hay muy pocas señales de alivio.

  Para otros televidentes, sus matrimonios tendrán los ajustes normales y atravesarán las fases habituales, pero la perspectiva del clima es brillante y clara. Cuando aparezcan tormentas en el horizonte, no durarán mucho y estarán preparados para recibirlas. Las superarán bien.

  Y agregando algo al cuadro climático, puedo decirles a ustedes, televidentes, cuáles entrarán en la categoría del pronóstico tormentoso y cuáles encajarán en el pronóstico de buen tiempo. Pero, por ahora, no me queda más tiempo disponible. Sintonice mañana para obtener más detalles.

Si cerrara el programa de esta manera, es muy probable que usted le tire un zapato a su televisor, que la estación de televisión reciba llamados telefónicos exasperados y que, probablemente, yo reciba una invitación para ser la siguiente persona que anuncie el clima en el Polo Norte. Por lo tanto, para evitar todo lo arriba mencionado, permítame decirle cuáles son los matrimonios que tienen las mejores probabilidades de amoldarse al pronóstico del buen tiempo. No se trata solo de mis propias ideas; las he recogido a través de una considerable investigación a lo largo de los últimos años.
No me refiero solo a los matrimonios que permanecen juntos. Muchos de ellos son caparazones vacíos. Me refiero a matrimonios que resultan satisfactorios para ambas partes. Aunque no puedo ofrecer una garantía —una fórmula de éxito seguro— puedo describir las características de un matrimonio saludable.


El retrato de un matrimonio saludable

La capacidad para cambiar y tolerar los ajustes

Los matrimonios saludables demuestran flexibilidad por parte de ambos cónyuges. Sin embargo, cuando hay demasiados cambios, se producen trastornos junto con la sensación de estar fuera de control. Así se abre la puerta a la ansiedad. Pero al igual que el capitán de un velero que se sale de rumbo debido a una ola repentina, los matrimonios fuertes están formados por personas que están en condiciones de hacer ajustes y correcciones en el curso para retroceder a un ámbito seguro y regresar al curso original. La flexibilidad también significa hacer cambios personales para el beneficio del matrimonio. La gran pregunta es: ¿Cuán flexible es usted? ¿Cuán flexible es su cónyuge? Si le pidiera que me dé algunos ejemplos de su flexibilidad, ¿qué me diría?


La capacidad para vivir con lo inalterable

Las parejas que tienen matrimonios saludables comprenden la necesidad de vivir sin tener todas las respuestas a lo que sucede en la vida y sin poder resolver totalmente algunos problemas. No siempre es fácil, en especial para los hombres, porque tienen un deseo ardiente de sentir que tienen el control de sus vidas.

Algunas características de la personalidad y algunos hábitos nunca cambiarán. Tal vez, su cónyuge nunca recuerde poner el respaldo del asiento del automóvil en la posición que usted lo necesita para conducir, o de bajar la tapa del inodoro. Tal vez, a usted le guste sacar la ropa que usará al día siguiente la noche anterior, dándole al dormitorio un aspecto desordenado. Tal vez, su cónyuge siempre hará gárgaras con la puerta abierta y la mayor parte de las veces no embocará adentro de la pileta.

¿Estas son molestias mayores? Lo son únicamente si las vemos de esa manera. Para tener un buen matrimonio tenemos que poder vivir con lo imperfecto. Dios es nuestro modelo: él nos ama a pesar de nuestras imperfecciones.


Creer en la permanencia del matrimonio

Un especialista cuenta que:
Durante las sesiones de consejos prematrimoniales, animo a las parejas a asirse a la creencia de que su matrimonio no terminará en el divorcio. Sencillamente, no es una de las opciones. «Hasta que la muerte los separe» no es una cadena pesada que nos mantiene unidos, sino un compromiso gratificante. Esto significa que durante las épocas de conflicto, de distanciamiento o de enojo, ni siquiera consideramos la posibilidad del divorcio. Como lo dijo alguien en tono de broma: «Divorcio no. Asesinato, tal vez». Cuando uno se aferra a la creencia de que su matrimonio durará, esto afecta la manera en que abordamos las imperfecciones de nuestro cónyuge, las diferencias y los conflictos y el futuro juntos. Es cierto que, probablemente, el grado de compromiso no sea el mismo en cada uno. El compromiso puede decaer y subir de tanto en tanto, pero se encuentra allí de la misma manera.


Confíen el uno en el otro

Cuando las parejas pueden confiar el uno en el otro, poseen un artículo poco común que la gente busca desesperadamente en el mundo de hoy. Como dijo una esposa: «Puedo confiar en que mi esposo será fiel a su palabra. No hay nada que me prepare para el fracaso. Si me dice que estará en casa a determinada hora, o bien llega a esa hora, o me llama por teléfono. Me gusta eso. Me da un sentido de seguridad y por esta razón me siento más libre con él. Nuestro nivel de intimidad es fuerte porque confiamos el uno en el otro».


Un equilibrio de poder

Una de las principales causas de conflicto es la lucha por el poder tan común en los matrimonios hoy en día. El matrimonio se basa en el reconocimiento de los puntos fuertes y los dones de cada parte, y la libertad para expresar estas cualidades. Se trata de un matrimonio con un grado de poder más o menos igualitario. La dependencia y la dominación (en este caso, ambas utilizadas en sentido positivo) se intercambian entre los cónyuges.


Disfrutar el uno del otro

Esto quiere decir que cada uno disfruta de la presencia del otro: de su silencio y de su conversación, de sus valores, de su fe y demás. El matrimonio es más satisfactorio cuando los cónyuges se ven el uno al otro como mejores amigos. Tal amistad, como todas las amistades, lleva tiempo cultivarla y desarrollarla y también implica lealtad entre los amigos.


Promover el crecimiento personal

Su matrimonio contiene el poder para que usted lo haga crecer en forma personal de una manera que jamás soñó que experimentaría. Estoy seguro de que desearía que ese crecimiento fuera indoloro (como extraer un diente con la ayuda de altas dosis de anestesia). Pero hasta el momento, nadie ha creado una anestesia matrimonial. No existe. Por lo tanto, prepárese, porque algunos de los cambios y el crecimiento serán dolorosos.

Muchas parejas luchan porque el matrimonio involucra un increíble trabajo y esfuerzo. Como dijo un hombre: «Es mucho más esfuerzo que el que jamás pacté. Deseaba un matrimonio pacífico. ¿Armonía? Me pregunto si todo el trabajo y el esfuerzo valen la pena por los pocos momentos de paz y armonía que hemos experimentado».

Permítame hacerle una pregunta. ¿Cómo describe los conflictos en su vida, en su matrimonio? ¿Alguna vez se queda sin palabras para describir lo que sucede? ¿Posee un vocabulario que hará justicia con lo que está experimentando? Descubrí los siguientes sinónimos de «conflicto». Puede encontrarlos usted mismo en cualquier diccionario de sinónimos. Subraye toda palabra que describa (o las que mejor describan) lo que se asemeja a lo que ha sido su matrimonio. Los verbos incluyen las siguientes palabras: chocar, estar en desacuerdo, estar de punta, entrenarse en el boxeo, oponerse, contender, dar de topetazos, reñir, pelear, altercar, agraviar. Los sustantivos incluyen lucha, guerra, Armagedón, pelea, disputa, discusión, riña, reyerta.


En el matrimonio hay que enfrentar la realidad

A muchas parejas, el matrimonio las sorprende porque entran a esta relación con una preparación lamentable. Su sentido de la realidad se vio distorsionado por la fantasía y la ilusión. Algunos se sorprenden porque se casaron a pesar de no haber resuelto problemas del pasado, esperando que su compañero o compañera oficiara de salvador. ¿Se casó con la persona que pensaba que se había casado?

Escuché la historia de un hombre que, luego de un intenso y descorazonador desacuerdo con su esposa, se sintió muy frustrado y enojado con ella. Luego de algún tiempo vino y declaró: «Ana, ¡no eres la mujer con la que yo me casé!» Ella se dio vuelta y lo miró, y con una débil sonrisa dijo: «Nunca fui la mujer con la que pensaste que te casabas».

Tenemos la tendencia a casarnos con un ilusión, una fantasía, una idealización proyectada sobre un frágil ser humano. Tal vez, nos casamos con un fantasma o un sueño, pero cuando nos acercamos a tocar ese fantasma, no hay sustancia. El verdadero problema no es si se casó con la persona correcta; más bien se trata de que usted sea la persona correcta para su cónyuge. Zig Ziglar lo dijo bien:

  Si trata a la persona equivocada como si fuera la persona adecuada, bien puede ser que termine estando casado con la persona adecuada después de todo. Por otra parte, si se casó con la persona adecuada y la trata mal, con seguridad terminará casado con la persona equivocada. También sé que es mucho más importante ser la persona adecuada que casarse con la persona adecuada. En resumen, si se casó con la persona adecuada o la equivocada es una cuestión que depende fundamentalmente de usted.

Uno de los ajustes iniciales en el matrimonio es enfrentar las realidades del mismo. La buena noticia es que sus conflictos disminuyen cuando esto sucede. Además, enfrentar la realidad no es tan malo.

  La gente puede olvidarse de sus fantasías si se dan cuenta de que «realidad» no es una palabra en clave, sinónima de «problema». Entre otras cosas, realidad significa aceptar la diversión de planear un futuro con otra persona a la cual usted respeta y ama. Es la alegría de vivir con su mejor amigo o amiga y la seguridad de pescarse un tremendo resfriado y tener a alguien a mano que le alcance un caldo de gallina sin protestar. La realidad es tener un desacuerdo y aceptar la noción de que es probable que usted y su cónyuge tal vez nunca lleguen a ver una serie de cosas de la misma manera.

Si existe algún lugar en el cual necesitamos la gracia de Dios para hacer frente a las realidades de la vida, ese es el matrimonio. Ninguno de nosotros tiene la capacidad de hacerlo por sí mismo. Considere lo siguiente: su matrimonio no saldrá adelante por lo que usted o su cónyuge hagan, ¡sino por la gracia de Dios! Podemos habernos casado debido al amor que sentíamos por la otra persona, pero ninguno de los dos conocía el significado cabal de ese amor. Tal vez, teníamos la esperanza de que el amor de nuestro noviazgo nos sostendría y nos impulsaría a lo largo de los años de matrimonio. Esperábamos relajarnos y disfrutar de nuestro amor. Mike Mason ha escrito uno de los libros que más hace pensar con respecto a este tema, The Mystery of Marriage [El misterio del matrimonio]. Allí dice:

  Estar casado no es que nos quiten de las primeras líneas del amor, sino más bien, que nos lancen adonde está la acción. Es enfrentar, día a día, la necesidad de ceder una y otra vez, y en niveles cada vez más profundos, aquella misma decisión imposible y terriblemente trascendental que solo se puede haber tomado cuando uno estaba loco de amor y trastornado por la fe y la confianza. Esto no es resignarse al destino, sino abrazar libre y espontáneamente un regalo, un desafío y un destino.

  ¿Nos sorprende que la gente no pueda soportar la presión? Es una presión que solo se puede manejar con amor en dosis cada vez más altas. El matrimonio requiere la renovación diaria y constante de una decisión que, al ser de una naturaleza tan asombrosa que resulta imposible desde el punto de vista humano, únicamente se puede tomar mediante la gracia de Dios.

Al comienzo, las parejas suponen con felicidad que sus compañeros no desean otra cosa más que actuar, pensar y sentir exactamente como ellos. Cuando descubren que esto no es así, les parece que algo terrible ha ocurrido. Pero en realidad, no es así. El duelo por esta pérdida trae consigo la aceptación de las diferencias en carácter, personalidad, estilo de comunicación, valores y deseo sexual. Con el tiempo, la aceptación y el ajuste atenúan el conflicto. Prefiero que se produzca alguna clase de conflicto hasta encontrar la solución en lugar de que las parejas entierren los problemas hasta que surjan nuevamente, esta vez fuera de control, con un nuevo poder que produzca más dolor.

Las tormentas en su matrimonio tienen varios puntos de partida. Pueden presentarse debido a la experiencia pasada con sus padres o porque entró al matrimonio creyendo demasiados mitos. Las tormentas pueden aparecer por no saber cómo crecer y desarrollar nuevas maneras de responder acordes con el tiempo presente. Sean cuales sean las razones, estos obstáculos se pueden vencer.

¿Cuáles son los mitos que creía acerca del matrimonio? Algunos de los más comunes son:

  Pensé que mi esposa sería la extensión de mis propias necesidades emocionales y físicas, y cuando mis necesidades no se vieron satisfechas inmediatamente y en la forma que yo quería, me sentí destrozado.

  Esperaba que mi matrimonio estuviera libre de problemas. Después de todo, los buenos matrimonios cristianos sencillamente no tienen problemas o conflictos. Nadie me dijo que los buenos matrimonios se convierten en tales a través de los conflictos constructivos.

  Esperaba que mi cónyuge supiera lo que yo deseaba o necesitaba. ¿Por qué pasar un montón de tiempo hablando acerca de lo que uno quiere? Una vez que uno se casa, el cónyuge debiera saberlo.


¿Qué piensa?

    1.      Escriba o dibuje un informe del estado climático que describa a su matrimonio.
    

    2.      ¿Cuáles mitos o creencias erróneas llevó a su matrimonio?
    

    3.      ¿Qué pasó con los mitos? ¿Murieron? ¿Recibieron un funeral apropiado o atraviesan una resurrección periódica?
    

Tal vez ustedes sean como una pareja que vino a ver a un especialista. No quisieron fiarse de lo que les decía, ya que le preguntaron: «Norm, sin lugar a dudas, lo que acaba de compartir con nosotros está basado en la investigación. ¿Qué fue lo que se describió como positivo y qué fue lo negativo? Creo que nos ayudaría si conociéramos detalles más específicos».


Cómo animar la interacción positiva

Tenían razón. Las parejas estables sugieren numerosas maneras de expresar la interacción positiva en el matrimonio. Y una y otra vez, la Palabra de Dios nos amonesta a comportarnos de manera positiva y alentadora.

  Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros [de inmediato y voluntariamente], como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo (Efesios 4:32).

  Por cuanto Dios los escogió para que alcancen esta nueva vida, y al ver su inmenso amor e interés hacia nosotros, practiquen con sinceridad la compasión y la bondad. Sin que el causar buena impresión en los demás sea su objetivo, estén dispuestos a sufrir silenciosa y pacientemente. Sean benignos y perdonen; no guarden rencor. Si el Señor los perdonó, están ustedes en el deber de perdonar (Colosenses 3:12–13, La Biblia al Día).


La actitud de escuchar

Es importante que le muestre interés a su compañero como una persona, para descubrir qué es lo que ha experimentado durante el día y para sacar a la luz cualquier de sentimientos de molestia. Aquí puede ser necesario escuchar y mirarse el uno al otro, sin echar miradas al televisor o al periódico que tiene en el regazo. Puede ser necesario escuchar sin intentar arreglar el problema que su cónyuge le está compartiendo, a menos que se lo pida. Si usted es un hombre, quizá es necesario que dé más respuestas verbales cuando escucha, porque a la mujer le gusta oírlo para saber que está escuchándola. Santiago 1:19 dice que debemos ser «prontos para oír».


Atención frecuente en diversas maneras

Ser siempre afectuoso —no solo en los momentos en que está interesado en la relación sexual— es una respuesta positiva de alto valor. Algunas veces no se comparte nada verbalmente. Tal vez, solo sea necesario estar sentados el uno junto al otro tocándose suavemente, o acercándose lo suficiente como para entrar en contacto el uno con el otro mientras miran cómo el sol se esconde detrás de las montañas coloreando las nubes con destellos rojizos. Puede manifestarse tomándose de las manos en público. Puede manifestarse haciendo algo atento o amable, sin que se lo hayan pedido y que solo su cónyuge se dé cuenta. (Pero como he mencionado el tema de la relación sexual, animo fuertemente a cada hombre a que lea y aplique el contenido del libro de Joyce y Cliff Penner, Men and Sex [Los hombres y el sexo]. Puede transformar su relación física.)

Cuando su cónyuge ha tenido un día difícil, tal vez sea mejor acariciarle la cabeza o frotarle los hombros en lugar de hablar acerca de los detalles del día. Cuando uno siente que su compañero o compañera lo comprende a este grado y satisface sus necesidades, tiene la seguridad de que realmente se ha casado con la persona correcta.

El afecto se demuestra de diversas maneras. Años atrás escuché la historia de una pareja a la que habían invitado a una de esas cenas en las que cada uno lleva un plato de comida. A la esposa no se la conocía por sus habilidades como cocinera, pero decidió cocinar una tarta de crema. Mientras conducían hacia la cena, supieron que estaban en problemas porque podían sentir el olor de la masa quemada. Luego, cuando dieron vuelta en una esquina, el contenido de la tarta se trasladó trágicamente de un lado de la masa que lo contenía al otro. Él pudo ver al instante cómo la ansiedad de la esposa crecía.

Cuando llegaron, pusieron el pastel en la mesa de los postres. Los invitados se sirvieron las ensaladas y luego volvieron para el plato principal. Justo antes de que se dirigieran a la mesa de los postres, el esposo se dirigió decidido a la mesa, miró todos los postres caseros y arrebató el pastel de su esposa. Mientras los otros lo miraban, anunció: «Hay tantos postres aquí, y mi esposa hace tan pocas veces mi postre favorito que me lo llevo todo para mí. Comí liviano hasta ahora, así que puedo darme el gusto de ser un glotón».

Y se comportó como un glotón. Más tarde, su esposa dijo: «Se sentó junto a la puerta comiendo lo que podía, haciendo una papilla con el resto de manera que nadie pudiera pedirle un pedazo, y deslizándole algunos pedazos al Rottweiler de los dueños de la casa cuando nadie lo veía. Vio que lo estaba mirando y me guiñó el ojo. Lo que hizo me llenó el corazón aquella noche. Mi esposo, que no siempre dice mucho, me comunicó más amor con aquel acto que con todas las palabras que hubiera podido decir».

Amabilidad y cuidado

Por supuesto, existen muchas otras maneras en las que se puede mostrar que se preocupa por la otra persona. 

Un esposo cuenta lo siguiente:
Planto flores durante todo el año y sé que a Joyce le encanta verlas dentro de la casa. Muchas veces, luego de hacer el café, le corto una rosa y se la pongo en un florero junto a su taza de café. Ahora casi se ha convertido en algo automático, pero la motivación es la misma. Y muchas veces, antes de que me vaya de viaje, Joyce desliza una nota de amor en los bolsillos de mis pantalones.

Tal vez se encuentre en una tienda y al ver la comida favorita de su cónyuge se la compra aunque usted la deteste. O decide detenerse en una tienda para comprar algún artículo y llama por teléfono a su cónyuge a la casa o al trabajo para ver si hay algo que desea o necesita. Está pensando en otros en lugar de pensar en sí mismo. Está actuando de acuerdo con la enseñanza de la Escritura en Efesios 4:32 (NVI): «Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros».

Un acto que demuestre preocupación puede ser un llamado telefónico para preguntarle a su cónyuge si tiene algún pedido especial de oración. Los actos que reflejan preocupación por el otro pueden ser: recordar las fechas especiales y los aniversarios sin que se lo digan. Me asombra la cantidad de esposas que se han sentido profundamente heridas porque sus esposos no recordaron su aniversario y ni siquiera su cumpleaños.

Y las excusas de los esposos son tan pobres. «Simplemente no me acordé», «Necesito que me lo recuerden», o «Nosotros no lo hacíamos en mi familia». Si el esposo se encuentra sentado en mi oficina, le pregunto si se olvida de ir al trabajo o de disfrutar de su pasatiempo. A regañadientes dice que no, entonces yo sigo adelante diciéndole que creo que es capaz de aprender algo nuevo que los beneficiará tanto a él como a su esposa. No aceptamos excusas cuando el cambio es el paso evidente que hay que dar.


Palabras de aprecio

Otra respuesta positiva es mostrar aprecio. Esto significa salir un poco de uno mismo para fijarse en todas aquellas pequeñas cosas que su compañero o compañera hacen y dejarle saber cuánto lo aprecia. También significa concentrarse en las experiencias positivas y hacer hincapié en ellas más que en las negativas (se hablará más acerca de esto más adelante).

Es importante esforzarse por entenderse y apreciar la perspectiva de la otra persona. Los elogios transmiten aprecio, pero necesitan estar en equilibrio con lo que la persona hace y lo que ella o él es. Las afirmaciones basadas en las cualidades de una persona no son muy comunes pero son muy apreciadas.

Mostrar una genuina preocupación por su cónyuge cuando nota que está molesto construye la unidad y la intimidad en una relación. Es probable que no pueda hacer nada, pero el solo hecho de expresar el deseo de hacerlo puede ser todo lo que se necesita. Pedir perdón en lugar de estar a la defensiva es otra expresión de afecto. Cuando su compañero o compañera le cuenta un problema, no lo relacione con un problema similar que usted tuvo una vez, no le diga lo que debe hacer, no haga bromas para levantarle el ánimo ni le pregunte cómo hizo para meterse en ese problema. En cambio, escuche, abrácelo, demuéstrele que lo entiende y hágale saber que está bien que actúe y sienta en la manera que lo hace.

Muéstrele empatía. Esta es la sensación de estar con la otra persona tanto emocional como intelectualmente. Es ver la vida a través de los ojos de su cónyuge, sintiendo lo que él o ella sienten y escuchar la historia del otro de la manera en que él o ella la perciben.

En el matrimonio usted puede escoger responder con empatía, simpatía o apatía. La simpatía es estar demasiado involucrado con las emociones de su cónyuge. Verdaderamente puede socavar su fuerza emocional. La apatía quiere decir que no le importa en absoluto lo que le sucede al otro. Pero la empatía incluye una relación de comunicación, sabiendo cómo se siente su cónyuge en la mayoría de las situaciones sin necesidad de preguntar. Experimentan algo juntos, al mismo tiempo, mirando a través de los ojos de su cónyuge.


Libres para ser

Aceptar a nuestros cónyuges significa hacerles saber que aunque podamos no estar de acuerdo con lo que ellos dicen, estamos dispuestos a escucharlos. Quiere decir que liberamos a nuestros compañeros de tener que amoldarse a la fantasía de lo que deseábamos que fueran. Esto es más que tolerancia. Es enviar el mensaje: «Tú y yo somos diferentes en muchos sentidos. Está bien que seas tú mismo o tú misma y que yo sea yo mismo o yo misma. A medida que aprendamos a complementarnos el uno con el otro, seremos más fuertes juntos que separados». Es inevitable que nos ayudemos el uno al otro a cambiar, pero el propósito por el cual lo hacemos y el método que usamos hace un mundo de diferencia.


Risas frecuentes

El sentido del humor y la capacidad de reírse, de hacer bromas y de divertirse le da equilibrio al lado serio del matrimonio. Algunas de las cosas por la cuales se reirán serán privadas, otras, podrán compartirlas con los demás. Tener sentido del humor significa que uno se puede reír de uno mismo (¡aunque a veces lleve un rato!), y los dos se pueden reír juntos. Algunas veces, los mejores recuerdos son aquellos incidentes graciosos que sucedieron, aunque en el momento a su cónyuge no le hayan parecido graciosos.

Un esposo cuenta lo siguiente:
Hace varios años, mientras hablaba en un campamento para familias en Forest Home, California, algo por el estilo nos sucedió a Joyce y a mí. Estábamos en una bonita cabaña. Como suelo levantarme temprano, me fui al salón comedor para tomar el desayuno temprano. Joyce se levantó un poco más tarde y no desayunó demasiado sabiendo que yo le traería algunas frutas y un panecillo dulce. Llegué a la cabaña y estaba a punto de entrar al dormitorio con su comida cuando se abrió de par en par la puerta del baño. Joyce, que acababa de salir de la ducha, dijo:
—¡No entres allí! ¡Todavía sigue allí! ¡No lleves mi comida allí!
Me quedé desorientado y le pregunté:
—¿Qué? ¿Qué es lo que hay allí?
—¡Allí adentro! —dijo nuevamente al borde de las lágrimas—. Todavía está en el dormitorio. Fue terrible, y no te atrevas a reírte. ¡No fue gracioso!
Yo seguía sin saber de qué estaba hablando.
Finalmente se calmó y me contó lo que había sucedido. Se había quedado descansando en la cama, tomando su café. Entonces se inclinó hacia abajo para tomar sus chinelas. Encontró una, la levantó y tanteó debajo de la cama para encontrar la otra. Ahora bien, Forest Home estaba usando unas nuevas trampas humanitarias para ratones que consistían en una pedazo de cartón de 15×15cm con una sustancia muy pegajosa. Cuando el ratón se quedaba atascado allí, no podía salir y finalmente moría. Puede adivinar lo que sucedió. Joyce no solo puso la mano sobre la sustancia pegajosa ¡sino sobre un ratón muerto e hinchado! ¡Era inmenso! (Tengo una foto de él.) Me dijo que salió disparada como un misil, dando gritos, tratando de quitarse a esta desagradable criatura de la mano.

Mientras Joyce me lo contaba, agitaba la mano demostrándome cómo había tratado de quitarse al ratón. Cuanto más agitaba la mano, más graciosa quedaba. Me mordía los labios tratando de no reírme, recordando aquellas lapidarias palabras: «No te atrevas a reírte. No fue gracioso». Creo que ella se dio cuenta de mi lucha por no reírme porque con una mueca exagerada me miró y me dijo lentamente: «No es gracioso».

Eso colmó el vaso. Era hombre muerto y lo sabía. Me reí hasta que las lágrimas me rodaron por las mejillas. Por supuesto, tomé al ratón y me deshice de él. También le dije a Joyce que yo también me hubiera puesto histérico si me hubiese sucedido a mí, y que tenía todo el derecho de estar disgustada. Luego de varios abrazos me dijo: «Después de todo, me parece que fue gracioso». Ahora es una de nuestras historias favoritas.

También tenemos recuerdos graciosos en los cuales yo fui la fuente de diversión. Pregúntele alguna vez a Joyce, agrega.


Gozo en común

Otra cosa positiva relacionada con el matrimonio es el sentido del gozo compartido. Se comparte el entusiasmo y el deleite del otro y se desea que el otro sea consciente de lo que uno está experimentando. El gozo es una sensación de alegría que no necesariamente se asocia a la felicidad. También es un mandamiento de las Escrituras. «Alégrense con los que están alegres» (Romanos 12:15, NVI).


Un corazón agradecido

Otro rasgo positivo es nunca dormirse en los laureles ni dar por sentado que tenemos asegurado a nuestro cónyuge. Un amigo mío lo describió de la siguiente manera:

  Las personas que han estado casadas por mucho tiempo tienden a dar por sentado que tienen asegurado a su cónyuge. Las razones más comunes son:

  •   Siempre estarás aquí cuando te necesite.
  •   Siempre me amarás.
  •   Siempre estarás en condiciones de proveer para mis necesidades.
  •   Siempre serás el mismo.
  •   Siempre estaremos juntos.


  Cuando en el matrimonio se supone que estas cosas son así, se vive más en la tierra de las fantasías que en el lado de la realidad. Es muy raro que la gente que da por sentadas las cosas sepan apreciar las bendiciones diarias en sus vidas. Luego de algún tiempo, llegan a creer que la vida les debe estos pequeños regalos. Muy pocas veces dicen gracias por algo.

  Cuando consideramos que tenemos a alguien asegurado le restamos valor. Se envía el mensaje mudo: No vales mucho para mí. También se le roba a esta persona el don del aprecio humano. Y ser amados y apreciados nos da a todos una razón para vivir cada día. Cuando este regalo se retiene o se niega durante años, nuestros espíritus se marchitan y mueren. La gente puede soportar este sufrimiento y permanecer casados para siempre, pero lo único que hacen es cumplir una sentencia. En los matrimonios de muchos años en los que a uno de los cónyuges se lo toma por asegurado en forma continua, se levanta una pared de indiferencia entre el esposo y la esposa. Cuanto más tiempo de matrimonio, más alta será la pared y mayor el aislamiento humano. La manera de salir del atolladero es sencilla pero crucial:

  •  Comience a dar las gracias y a mostrar su aprecio por cada cosa.
  •  Tome más conciencia de sintonizar lo que está sucediendo a su alrededor.
  •  Conviértase en una persona que dé más y que sepa apreciar.
  •  Especialícese en las muchas pequeñas cosas que tienen gran significado: traer flores, hacer largas caminatas por el campo, acostarse en el suelo junto a la chimenea, llevarse el desayuno a la cama, tomarse de las manos en público, caminar bajo la lluvia, enviarse tarjetas amorosas y graciosas por correo, comprarse pequeños regalos sin razón aparente.


Recuerde: un matrimonio de 35 años no garantiza el año número 36. No dé nada por sentado, simplemente porque hoy lo tiene.

Recuerde, en un matrimonio saludable…

  •   Uno trata de ser el «número dos» en lugar de ser el número uno.
  •   Se le proporciona energía al cónyuge en lugar de quitársela.
  •   Se eliminan del matrimonio las acusaciones y el avergonzar al otro.
  •   Se está dispuesto a aprender del compañero.
  •   Se terminan los desacuerdos sintiendo que se han resuelto.
  •   Uno se siente mejor luego de un desacuerdo.

Comunicación bilingüe

Existe un factor final. Aquellas parejas que aprenden a ser flexibles y a hablar el idioma de su cónyuge tendrán la mejor comunicación de todas. Puede sonar un tanto extraño, pero durante los últimos 32 años en los que he aconsejado a parejas y dirigido seminarios para el enriquecimiento del matrimonio, cada vez estoy más convencido de que esta es la médula del proceso de comunicación. Significa que uno acepta las diferencias, descubre la exclusividad del vocabulario comunicativo del cónyuge, sus modelos y estilos, y comienza a usarlos a medida que los comparte. Da resultado en el matrimonio y también en el mundo de los negocios.

No significa que tenga que dejar de ser quién es, ni de comunicarse en la forma que le es habitual. Se trata de añadir a su repertorio de respuestas de tal manera que tenga un campo de acción mayor. A la mayoría de las personas les gusta conversar con los que hablan su mismo lenguaje. Esto se puede aprender. Yo lo hice, ¡y cómo cambiaron las cosas! De eso se trata el resto de este libro.


¿Cuál es su plan?

Estos son tan solo algunos aspectos positivos que mantienen vivo a un matrimonio. Pero, ¿qué me dice de usted? En una escala del 0 al 10, ¿cómo calificaría la presencia de estos aspectos positivos en su propio matrimonio (siendo 0 lo que no existe y 10 lo sobreabundante)? ¿Cómo calificaría su cónyuge estos aspectos? (En el apéndice encontrará un formulario de evaluación del matrimonio que le permitirá darle una mirada renovada a su relación matrimonial.)
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viernes, 30 de diciembre de 2016

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Una secta que no es cristiana

LOS TJ:
LA BASE DOCUMENTAL DE NUESTRO ESTUDIO


Bibliografía comentada para nuestro trabajo sobre los Testigos de Jehová.

Para conocer la vida y las obras que llevaron a cabo los diferentes dirigentes de los Testigos de Jehová, tenemos que consultar la obra titulada Los Testigos de Jehová en el Propósito Divino, publicada por la Watchtower Bible and Tract Society, Brooklyn, New York. En un volumen de 320 páginas, se intenta explicar la historia de la organización de los Testigos de Jehová,por medio de sus máximos representantes y de sus obras.

No se trata de una obra crítica, sino más bien la de intentar demostrar que la historia de los Testigos de Jehová, corresponde a la historia de la Verdadera Organización de Dios. Dicha obra analiza la biografía, tanto de Russel, como de su inmediato seguidor Rutherford, y parte de la de Knorr.

Tendremos en cuenta para los contenidos históricos fundamentales la publicación de la revista Watch Tower (en castellano La Atalaya originada por Russell en 1879), además de ciertas publicaciones que pueden contener elementos históricos importantes para nuestra valoración.

Un testigo de Jehová prominente, de la época de Rutherford A. H. MacMillan, escribió un libro presentado por el propio N. H. Knorr, titulado Faith on the March (Englewood Cliffs: Prentice-Hall, Inc., 1957). 

En dicha obra, que pretende pasar por un relato histórico imparcial, se explican algunas actitudes desconocidas de los dirigentes. Marley Cole, bajo el beneplácito de la Dirección de la Watchtower, testigo de Jehová, aunque haciéndose pasar como si no lo fuera, escribe una obra titulada Jehovh’s Witnesses-The New World Society (New York: Vantage Press 1955). Dicho libro contiene conductas del interior de la organización que pueden servir para comprender ciertos comportamientos.

Posteriormente, en la etapa del actual presidente Frederick W. Franz, se publicó un folleto titulado «Los Testigos de Jehová en el siglo XX», Watchtower, Bible and Tract Society, Brooklyn, New York 1978, de 32 páginas, donde se complementan algunos datos históricos de los últimos años.

En esta época sale desde el punto de vista histórico sustituyendo a la obra titulada Los Testigos de Jehová en el Propósito Divino, Los Proclamadores del Reino (Watchtower, Bible and Tract Society, Brooklyn, New York.

Los Anuarios, publicaciones anuales llevadas a cabo por la misma Watchtower, contienen datos históricos sobre la marcha de los Testigos de Jehová, en las diferentes partes del mundo, con sus progresos y experiencias.

Tenemos hasta el Anuario de los testigos de Jehová 2008 (Watch Tower Bible And Tract Society, Pennsiylvania 2008).

Para encontrar contenidos críticos, tenemos que acudir a personas que, habiendo pertenecido a la organización, posteriormente la abandonan, o a autores contemporáneos de los dirigentes de los Testigos de Jehová.

Podemos citar Esclavo por Treinta Años en la Torre del Vigía, de William J. Schnell, Baker Book House, Grand Rapids, Michigan 1959. Sus 83 páginas contienen críticas exacerbadas de la organización y de sus métodos.

En 1981 el sobrino del actual presidente de los Testigos de Jehová dejó de pertenecer a la organización de los Testigos. Hasta 1980 había pertenecido al Cuerpo Directivo del que dimitió.

Esto ha supuesto el conocimiento de ciertos aspectos y actitudes que de otro modo hubiera sido imposible lograrlo. En una obra de 376 páginas, titulada Crisis of Conscience (Commentary Press, Atlanta 1983), Raymond Franz explica los motivos que le llevaron a tal decisión.

W. M. Nelson, pastor evangélico, en su obra Los Testigos de Jehová, quiénes son y lo que creen, recopila numerosas citas de contemporáneos de los primeros presidentes de los Testigos de Jehová. Se trata de una obra de 130 páginas, publicada por la Casa Bautista de Publicaciones en 1972.

Dentro de esta línea de crítica aparece una cierta cantidad de publicaciones en Internet, por colectivos de Ex Testigos, y algunas experiencias muy trágicas, que desembocan en posiciones muy radicales frente a su antigua organización.

El profesor Humberto Raúl Treiyer en su Curso de Religiones Comparadas, dedica 30 páginas a la historia y obra de los dirigentes de los Testigos de Jehová. Publicado por la Editorial CAP del Colegio Adventistas del Plata, Argentina 1967.

Para una valoración histórico-religiosa del período 1800 a 1950, es de gran utilidad la Historia General del Protestantismo de Emil G. Léonard, Colecciones Península, Barcelona 1967, Vol. IV.

Destaca por su importancia The Prophetic Faith of Our Fathers de LeRoy Edwin Froom, Review and Herald, Washington 1954 (4 Volúmenes). El gran valor reside en que analiza los períodos históricos en un contexto teológico-escatológico. Es imprescindible para cualquier consulta en relación a las raíces históricas de cualquier movimiento religioso.

De este mismo autor es muy útil el Sumario del Desenvolvimiento Histórico de la Interpretación Profética (Curso de Extensión del Seminario Teológico Adventista para la División Sudamericana. Diciembre 5, 1949 - Enero 31, 1950).

En esa misma línea de importancia para un análisis de las raíces escatológicas de la posición de los Testigos de Jehová es necesario consultar la obra erudita denominada Lacunciana del investigador Alfred Vaucher (4 Series) Colonges sous Salève. Haute Savoie, France, 1949-1958.

La base de nuestro estudio respecto a las obras de CH. T. Russell

Su obra cumbre es La Aurora del Milenio, conocida desde 1904 como Estudios de las Escrituras. Consta de 7 tomos (el último de los cuales fue publicado después de su muerte). Fueron traducidos al alemán, sueco, danés, noruego, francés, italiano, castellano y griego moderno. 

Sus títulos y contenidos se bosquejan a continuación:
Tomo I o serie primera: El Plan Divino de las Edades (1886). 
Contiene una presentación del plan de la salvación.
Tomo II o serie segunda: El Tiempo ha llegado (1889). 
Se refiere al tiempo y la forma del regreso de Cristo.
Tomo III o serie tercera: Venga tu Reino (1891). 
Profecías concernientes al tiempo del fin, la glorificación de la iglesia y el establecimiento del reino milenial. Fija el año 1914 como el fin de los gobiernos humanos. Todo un capítulo está dedicado a la gran pirámide de Kéops o Gizeh.
Tomo IV o serie cuarta: El Día de la Venganza (1897). 
Basándose en San Mateo 24 y Zacarías 14:1-9, muestra la futilidad de las esperanzas humanas y la creciente disolución del presente orden de cosas.
Tomo V o serie quinta: Reconciliación entre Dios y el Hombre (1899). 
Contiene temas como la supremacía de Dios, la persona de Cristo, sus oficios y atributos, la obra del Espíritu Santo, y los beneficios del sacrificio redentor.
Tomo VI o serie sexta: La Nueva Creación (1904). 
Hace un paralelismo entre la Creación (Gn. 1 y 2) y la nueva creación (la iglesia). Consigna también las condiciones para entrar en el Reino.
Tomo VII o serie séptima: El Misterio Terminado (1917). 
Publicado después de su muerte, presenta nuevos enfoques proféticos tendentes a explicar la falta de cumplimiento de sus predicciones relativas a 1914. Algunos críticos niegan que su autor haya sido Russell, y están convencidos en señalar como a tal a Rutherford.

Los volúmenes que se usan para analizar a este grupo  son el tomo I, El Plan de las Edades, el tomo II, El Tiempo está Cerca, el tomo III, Venga tu Reino, y el tomo VII, El Misterio Terminado. 

Se hace una presentación de los contenidos teológicos básicos, de los argumentos y del método hermenéutico. Aunque en dichos volúmenes se expresan las ideas principales de la escatología de Russell, proporcionan referencias de algunas de sus otras publicaciones.

Los volúmenes reseñados forman parte de la obra general ya indicada de Russell cuyo título genérico, antes de 1904 era La Aurora del Milenio (en el original inglés «Millenial Dawn»). A partir de 1904 se denominó Estudios de las Escrituras (en el original «Studies in the Scriptures»).

Del primer volumen titulado El Plan de las Edades (The Plan of the Ages), o como más tarde El Plan Divino de las Edades (The Divine Plan of the Ages), disponemos de una edición en español, distribuida por los seguidores fieles de Russell (Dawn Bible Students Association, East Rutherford, New Jersey 07073-USA) y reimpresa en 1964.

La obra tiene 359 páginas y está dividida en 16 capítulos. De éstos, 7 son claramente escatológicos. En dicho volumen se colocan las bases de toda la creencia e Russell que desarrollará en volúmenes sucesivos.

Del volumen II que lleva como título particular El Tiempo ha Llegado, disponemos de dos ediciones, una alemana de 357 páginas (Millennium Dages Unbruch Band II «Die Beit ift Herbeigekommen»; impresa por Watch Tower Bible Tract Society Allegheny, PA., USA; Deutfchland, Mirterftr. 45 Elberfeld 1907), y otra francesa de 394 páginas que data de 1903 (Le Temps est Proche, Watch Tower Bible and Tract Society, Allegheny, PA., USA, y editada en Neuveville (Suisse). Imprimerie Victor Beerstcher, Editeur.

Contiene esencialmente todo el ideario del autor respecto a los problemas escatológicos. De los diez capítulos en que está distribuida la obra, nueve son netamente escatológicos. En este volumen se ofrecen todas las fechas pertinentes justificándolas.

El estudio,  está basado en la edición francesa.

Del volumen III Vénganos tu Reino (Thy Kingdom Come) disponemos de dos ediciones: una alemana de 362 páginas (Schriftstudien Dein Konigrich Komme, serie 3, impresa por Internationale Vereinigung Ernfter Bibelforfcher, Booklyn, N. Y., USA und Barmen, Deutchland, 1917), y otra francesa de 506 páginas (Watch Tower Bible and Tract Society, Brooklyn, New York, reimpresa en París en 1954).

El volumen dividido también en diez capítulos es un intento de ratificación y apoyo de todo lo que ha dicho en el volumen anterior. Se trata de aportar más pruebas que reafirmen lo que Russell ha pretendido demostrar en el volumen II, en cuanto a la segunda venida y del fin del mundo.

El estudio se basará en la edición francesa.
Del volumen VII, El Misterio Terminado, haremos uso de una edición en inglés The Finished Mistery, A Helping Hand For Bible Students, Brooklyn, N. Y., USA. Disponemos también de una edición alemana: Schriftstudien, serie 7, Das Vollendete Geheimnis-International Bereinigung Ernfter Bibelforfcher, Brooklyn N.Y. USA. Barmen, Deutfchland, Zürich Gchmeiz. Für Franzöfifches Gprachgebiet, Berne, Suisse, 1917.

Las páginas de este volumen contienen el comentario al Apocalipsis, Ezequiel y Joel. Haremos un análisis restringido y prácticamente referencial. Nos servirá para un estudio en paralelo que sobre el Apocalipsis realizan los representantes de la tres épocas en que podemos dividir la historia teológica de los Testigos de Jehová.

La base de estudio de las obras de J. F. Rutherford
De las varias obras que produjo presentaremos especialmente: Millones que ahora viven no morirán jamás (Millions Now Living Will Never Die). Cronológicamente es la primera (1920). Disponemos de dos ediciones, una en castellano de 60 páginas (Derechos reservados en 1920 E.U.A.). Traducida en español en 1921, Imprenta Clarasó, Villarroel, 17, Barcelona; otra francesa de 92 páginas («Des Millions de Personnes actuellement vivantes ne mourront jamais!!», publié par l’Association Internationale des Etudiants de la Bible, Brooklyn, New York, USA, editado en París y Berna, 1920).

Es un intento, por un lado, de corregir en algunos aspectos a Russell, y por otro, dar sus propias ideas escatológicas.

El estudio se basa en la edición francesa.

La segunda obra es la publicada en 1921, The Harp of God (El Arpa de Dios). Disponemos de dos ediciones: una en castellano de 254 páginas (editada por la Internationale Bible Students Association, Brooklyn, New York, USA, y publicada en Barcelona en 1925); la otra en francés de 370 páginas («L’Harpe de Dieu», editada por la Tour de Garde, Societé de Bibles et de Traités et Association Internationales des Etudiants de la Bible, Berne, 1921).

Se trata de una concepción resumida del Plan de Dios que incluye algunos capítulos escatológicos.

De un modo más restringido presentaremos algunas citas de libros como Deliverance (Liberación). Disponemos de una edición en castellano de 339 páginas (impresa en Alemania y editada por la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, Watch Tower Bible And Tract Society, Brooklyn, New York, USA, 1926).

También de Creation (Creación) publicado en 1927 por la misma entidad que los anteriores. Disponemos de una edición en castellano de 335 páginas.

Luz, es el comentario en dos tomos del Apocalipsis. Disponemos de la edición en castellano de 665 páginas en total (publicada por la Watch Tower, Bible and Tract Society y La Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, Brooklyn, New York, USA. 1930).

Se trata de una interpretación que desde la primera página hasta la última, todo señala a los Testigos de Jehová. El libro de Apocalipsis identificaría a los Testigos de Jehová como el Pueblo de Dios, y a él se estaría refiriendo continuamente.

Presentaremos algunas de sus partes para compararlas con las opiniones que sobre el Apocalipsis vierten tanto Russell como los Testigos actuales.

La base del estudio de las obras de los Testigos de Jehová en la actualidad
Cuatro fuentes principales han alimentado doctrinalmente a los Testigos actuales: Sea Dios Veraz, con dos ediciones (1949, 1955), Asegúrense de todas las cosas (1960, 1970), Razonamiento a partir de las Escrituras (1985), junto a ¿Qué enseña realmente la Biblia? (2005) y las publicaciones quincenales de La Atalaya y ¡Despertad!

Junto a esto podríamos reseñar una interpretación al libro de Daniel (Hágase tu Voluntad en la Tierra, 1961), y en 1999: “Prestemos atención a las Profecías de Daniel” poseemos la séptima reimpresión del 2007. Dos sobre el Apocalipsis: Entonces queda terminado el Misterio de Dios, 1971, complementado por Babilonia la Grande ha caído, 1972, y el publicado más recientemente (1988), Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!

Para los asuntos históricos, arqueológicos e introductorios se ha publicado en castellano Ayuda para entender la Biblia (1987). Se trata de un volumen de 1.692 páginas semejante a un Diccionario Bíblico. En esa misma línea se ha publicado en inglés Insight on the Scriptures (1988), en dos volúmenes de 1.278 páginas cada uno.

En 1991 publicaron en castellano, Perspicacia para comprender las Escrituras (Watch Tower Bible and Trac Society of Pennsylvania, USA.), una especie de Diccionario bien estructurado con una gran cantidad de información histórica y doctrinal de acuerdo a como la entiende y orientan los dirigentes de los Testigos de Jehová.

Las otras obras que hemos utilizado para nuestra tesis las enumeramos en el apartado correspondiente de la bibliografía complementaria.

Todas las publicaciones de la época actual, representada por los cuatro últimos presidentes N. Knorr, F. Franz, Milton G. Henschel, y el actual presidente Don Adams van sin autoría, editadas e impresas por la Watch Tower Bible and Trac Society, Brooklyn, New York, o Pennsylvania, USA.

Escritos especiales de otros autores En tres clases de libros, por su naturaleza, podríamos dividir las publicaciones que se han llevado a cabo sobre los Testigos de Jehová. Una está formada por libros cuyos autores son ex testigos de Jehová. Entre éstos se destacan en Estados Unidos:
Esclavo por treinta años en la Torre del Vigía, de William K. Schnell (publicado por la Baker Book House, Grands Rapids, Michigan 1959). Dicho libro es un testimonio personal de lo que cree el propio autor ser una organización que nada tiene que ver con la Biblia. Presenta documentación importante sobre las interioridades de la asociación, ya que el autor formaba parte de la administración central de Brooklyn. Nos da a conocer el carácter dictatorial del juez Rutherford, y de la división en castas de las diferentes personas que se convertían en Testigos de Jehová.

En 1983 apareció Crisis of Conscience, de Raymond Franz (Published by Commentary Press P. O. Box 43532, Atlanta, Georgia 30336). Consta de 376 páginas. En dicho libro se analiza la organización administrativa y teológica de los Testigos de Jehová como nunca antes.

El autor perteneció a la más alta jerarquía de la Asociación con responsabilidad tanto en la Dirección como en la creación doctrinal. Su estudio es más valioso que el anterior, y emplearemos en más de una ocasión su apreciada documentación.

La otra publicación en esta línea procede de España, Los falsos manejos de los Testigos de Jehová, de Antonio Carrera. El autor se siente engañado y defraudado, y con un lenguaje agresivo presenta los detalles contradictorios de las posiciones de los Testigos. Este mismo autor ha publicado una colección de documentos de gran valor divulgativo con los que se pretende desenmascarar a los Testigos. Su título es DDT (Documentos Desenmascaran a Testigos). Ambos están publicados en Bilbao. El primero en 1976, y el segundo no lleva fecha de edición.

La segunda clase está formada por libros apologéticos que autores de diferentes organizaciones han escrito con el ánimo de mostrar los errores doctrinales de los Testigos de Jehová:
  • Apuntando a la Torre, de Juan Antonio Monroy (Edit. Irmayol, Madrid, 1972).
  • Proceso a la Biblia de los Testigos de Jehová, de Eugenio Dayans, (Clie, Barcelona, 1971).
  • Los Testigos de Jehová, quiénes son y lo que creen, de W.M. Nelson, (Casa Bautista de Publicaciones, séptima edic., 1986).

Un libro, que el autor me dedicó, contiene algunos capítulos de interés que sirven como una guía de objeciones al ideario doctrinal de los Testigos (Objeciones a los Testigos de Jehová, de Antonio M. Sagau, edit. Clie, Terrassa, 1987).

En la tercera clase de publicaciones sobre los Testigos de Jehová debemos incluir dos tipos de obras que siguen una línea científica. Por un lado están las que tratan a nivel exegético ciertos elementos doctrinales fundamentales de los testigos relativos a la persona de Jesucristo, o a su manera particularista de traducir la Biblia.

Por otro están las que presentan un alto contenido histórico y escatológico.

En el primer caso sobresalen tres obras: Una, la de Walter Martin Los Testigos de Jehová (edit. Betania, Puerto Rico, 1985).

Dos, un estudio del famoso Bruce Metzger, The Jehovah’s Witnesses and Jesus Christ (en «Teology Today» de Abril de 1953).

Tres, la tesis de licencia presentada en la Facultad de Teología de Barcelona por Antolín Diestre Gil, (publicada debidamente ampliada y corregida por Edit. Clie, Terrassa, 1991).

En el segundo caso despuntan seis trabajos. Tres de ellos aun cuando no van dirigidos a los Testigos, presentan un contenido histórico de una calidad probada que nos servirá para nuestro estudio de la fecha de 1914 y sus implicaciones:
El profesor Edwin R. Thiele, [3] en su obra The Mysterions Numbers of the Hebrew Kings (Publicado por Ed. rev. Grand Rapids, Michigan, the William B, Eermands Publishing Company, 1965), nos aporta datos claros y documentados de los reinados de los reyes hebreos.

Un artículo titulado A verdade sobre os setenta anos de cautiverio babilónico de Thiele, juntamente con otro artículo-editorial de Arnaldo B. Christianini, 1975 Eterna Primavera ou Amarga Decepçao, publicados ambos en la revista brasileira adventista «O Atalaia» de agosto y febrero de 1975 respectivamente, [4]2 contienen datos que demuestran, sin lugar a dudas, que en el 607 a.J. no pudo acontecer la caída de Jerusalén, siendo Sedequías rey en esa fecha.

Siegfried H. Horn, en su estudio The Babilonian Cronicle and Ancien Calendar of the Kingdom of Judah (Andrews University Seminary, Michigan, 1967, pp. 12-27), donde trata asuntos relativos a la cronología de Josías y Sedequías.

Del mismo autor en colaboración con Lynn H. Wood es la obra The Chronology of Ezra 7 (2ª edic. Review and Herald, Washington 1970). Presenta, entre otras cosas, la datación del año 37 de Nabucodonosor, de gran importancia para poder fijar el año 539 a.J., como de la caída del Imperio Babilónico y la caída de Jerusalén en el 586 a.J.

Un único libro que se ha publicado sobre los Testigos de Jehová donde se profundiza en la fecha de 1914 es el de Pedro de Felipe del Rey: ¡El Reino de Dios empezó en 1914! (Madrid, 1974). Se hace un estudio exhaustivo y demostrativo de la imposibilidad de que el 607 a.J., pueda ser al mismo tiempo el año 19 del reinado de Nabucodonosor y el de la caída de Jerusalén con Sedequías.

No hemos incluido una gran cantidad difícil de enumerar, de trabajos muy limitados en su expresión exegética y teológica. Creemos que lo presentado es lo más significativo sin que podamos evitar alguna notable ausencia. 
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