jueves, 31 de marzo de 2022

Estudio exegético de la Primera carta de Juan - Estudio preliminar








Introducción a 1 Juan

Género y propósito

Sabemos que 1 Juan tuvo origen escrito porque el verbo “estas cosas os escribo/escribimos [γράφω]” aparece más de una docena de veces cuando se hace referencia a esta carta (p. ej., 1 Jn 1:4; 2:1; 5:13). Sin embargo, este documento no tiene forma de correspondencia personal ya que carece de dirección, de saludo introductorio y de despedida final. Debido a esto, hubo una vez un intento de denominar a este tipo de escrito “epístola” para diferenciarlo de una carta, pero los estudiosos han abandonado mayormente esta distinción. Es más, la estructura muestra características que sugieren que el autor pretendía que fuera leída o expuesta en voz alta (ver Estructura, abajo). Lo más probable es que sirviera originalmente de sermón en la iglesia del autor, y que luego circulara por otras iglesias periféricas de la zona.

Un análisis socio-retórico conduce a la conclusión de que 1 Juan se escribió con el propósito de “incrementar la fidelidad de la audiencia a la tradición juanina y asegurar su comunión continuada con la comunidad juanina, Dios y Cristo,” y que la carta se puede categorizar como retórica epideíctica, pensada para incrementar la fidelidad de la audiencia a los valores que ya mantiene. Específicamente, el autor pretende convencer a sus lectores de que continúen en su fe en Jesucristo a pesar de las perturbaciones y la confusión causada por los miembros de la comunidad que han abandonado la iglesia (1 Juan 2:19).

La falsa teología de los secesionistas puede resultar especialmente confusa porque utilizaba el mismo lenguaje que la tradición juanina y se originó en esa misma tradición. “Esta teología [secesionista] tiene mucho en común con la del propio autor y apela a la misma tradición que él, una tradición a la que tenemos acceso mediante el evangelio de Juan. En resumen, el autor escribe en un contexto de cosmovisión juanina que asume les resulta familiar tanto a sus lectores como a sus opositores.” El propósito del autor es pues desenredar ideas distorsionadas sobre declaraciones que se encuentran en el evangelio de Juan y corregir la teología errada para hacer que sus lectores se alineen con la verdad que ha sido revelada en Jesucristo.

Estructura

La estructura de 1 Juan es difícil de bosquejar porque su pensamiento es circular más que lineal. Regresa a los mismos temas entretejidos: pecado, amor y cristología sólida, una y otra vez, desarrollando cada uno de ellos más ampliamente a la luz de lo que se ha dicho sobre los otros dos. Walter Moberly observa:

El patrón de pensamiento de Juan no es tanto una lógica secuencial en forma de discusión convencional como el equivalente literario de las variaciones musicales sobre un tema: un círculo constante en torno a un tema básico, llegando a él desde distintos ángulos, desarrollando ahora este aspecto y ahora este otro, equilibrando una declaración con otra para aclarar lo que implica y lo que no, y regresando a un punto ya tratado para que se pueda ver a la luz de lo que se ha dicho posteriormente.

Duane Watson argumenta que “la naturaleza enfática y repetitiva de 1 Juan se explica mediante el uso que el autor hace de las técnicas de ampliación greco-romanas,” que funcionan para “fortalecer la fidelidad a las verdades tradicionales y honorables” — en este caso clarificar la tradición juanina “mediante la repetición y el énfasis de temas y tópicos, trazando distinciones sutiles entre la tradición juanina y las formas aberrantes que enseñaban los secesionistas.” La estructura resultante ayuda a la audiencia a ver con más claridad donde debería estar su lealtad.

Los intentos de los estudiosos modernos de describir y bosquejar la estructura de 1 Juan dependen de la metodología empleada. Las cartas de Juan han estado sujetas con mucha frecuencia al análisis basado en el análisis del discurso semántico, que adopta criterios como el alcance, los límites, la coherencia y la prominencia marcada. El análisis del discurso concluye con estructuras diferentes a las reveladas, por ejemplo, por el método de la retórica greco-latina clásica, pero incluso los resultados del análisis del discurso varían ampliamente. El reconocimiento relativamente reciente del diseño áurico de un texto diseñado para ser leído en voz alta sugiere otras estructuras. Los bosquejos exegéticos demuestran también otras características del texto, y prácticamente ningún exegeta segmenta sus comentarios exactamente de la misma manera. En parte, esto se debe a que hay varios versículos “janus” en 1 Juan, versículos que sirven de puente entre dos secciones y que se pueden agrupar con una o con otra indistintamente. Debemos reconocer también que con la comunicación humana siendo lo que es, ningún discurso sigue exactamente los principios de las convenciones contemporáneas o, mucho menos, las teorías de los estudios modernos.

El análisis moderno que utiliza varias metodologías ha mostrado que 1 Juan es una obra cuidadosamente creada. Basándose en el análisis del discurso Callow concluye en su análisis de 1 Juan 1 que “no sólo es un escrito fuertemente estructurado, sino también léxicamente cohesionado.” Brickle concluye según el análisis áurico de los patrones auditivos del prólogo de 1 Juan que “aunque Juan no luchaba por cumplir los estándares clásicos … demuestra claramente la habilidad de componer de una forma áurica y retórica poderosa.” El bosquejo ofrecido a continuación es el resultado de la forma exegética que esta autora tiene de entender el libro, consultando los resultados de otras metodologías a lo largo del proceso.

Bosquejo de 1 Juan


          I.      Juan reclama tener la autoridad del testimonio apostólico (1 Juan 1:1–4)

      A.      Juan reclama tener conocimiento histórico preciso (1:1)

      B.      La aparición de la vida eterna (1:2)

      C.      El objetivo de Juan es la comunión (1:3)

      D.      Hacer que el gozo de la comunión sea completo (1:4)

          II.      Anuncio del mensaje (1 Juan 1:5–10)

      A.      Dios es luz (1:5)

      B.      Las dos primeras proposiciones condicionales contrapuestas (1:6–7)

      C.      Las dos segundas proposiciones condicionales contrapuestas (1:8–9)

      D.      Quinta proposición condicional: Si decimos que no hemos pecado … (1:10)

          III.      Tratando el pecado (1 Juan 2:1–6)

      A.      Aplicando el asunto del pecado a los lectores (2:1–2)

      B.      Conocer a Dios significa evitar el pecado siguiendo sus mandamientos (2:3–6)

          IV.      Amor, luz y oscuridad (1 Juan 2:7–11)

      A.      La enseñanza de Juan es una continuación de la enseñanza de Jesús (2:7–8)

      B.      La relación de amor y odio siguiendo la dualidad de la luz y la oscuridad (2:9–11)

          V.      Hijos, padres y jóvenes (1 Juan 2:12–14)

      A.      Hijos, vuestros pecados han sido perdonados (2:12)

      B.      Padres, vosotros conocéis al que es desde el principio (2:13a–c)

      C.      Jóvenes, habéis vencido al maligno (2:13d–f)

      D.      Hijos, conocéis al Padre (2:14a–c)

      E.      Padres, conocéis Quién es desde el principio (2:14d–f)

      F.      Jóvenes, sois fuertes (2:14g–k)

          VI.      Amar al mundo es lo contrario a amar al Padre (1 Juan 2:15–17)

      A.      Exhortación a no amar al mundo (2:15)

      B.      Sobre el mundo (2:16–17a)

      C.      Obedecer la voluntad de Dios significa la vida eterna (2:17b)

          VII.      Cisma en la iglesia (1 Juan 2:18–28)

      A.      Juan anuncia la “hora final” (2:18)

      B.      Un grupo ha dejado las iglesias juaninas (2:19)

      C.      La naturaleza de la verdad sobre Cristo (2:20–21)

      D.      El falso maestro caracterizado (2:22–23)

      E.      Exhortación y promesa (2:24–27)

      F.      Resumen de la idea de Juan en el contexto escatológico (2:28)

          VIII.      ¿Quiénes son los hijos de Dios? (1 Juan 2:29–3:10)

      A.      “De tal padre, tal hijo” (2:29–3:1)

      B.      La esperanza de nuestras vidas escatológicas (3:2–3)

      C.      La naturaleza del pecado (3:4–6)

      D.      ¿Quién es tu padre? (3:7–10)

          IX.      Amaos los unos a los otros (1 Juan 3:11–18)

      A.      El mandamiento de amarse los unos a los otros (3:11–12)

      B.      Aplicación a los lectores de Juan (3:13–15)

      C.      Amar significa abandonar nuestra vida (3:16–18)

          X.      Los hijos de Dios pueden sentirse seguros (1 Juan 3:19–24)

      A.      Confiar en la gracia de Dios (3:19–22)

      B.      Hacer lo que Dios quiere (1 Juan 3:23–24)

          XI.      Se debe discernir entre el espíritu de verdad y el de error (1 Juan 4:1–6)

      A.      Comprobar que los espíritus son de Dios (4:1–3)

      B.      Los que son de Dios se entienden entre sí (4:4–6c)

      C.      Así hay que distinguir el espíritu de verdad del de error (4:6d)

          XII.      Expresión del amor de Dios (1 Juan 4:7–16)

      A.      Mandamiento de amarse los unos a los otros (4:7–10)

      B.      Mandamiento de amarse los unos a los otros reiterado (4:11–14)

      C.      La confesión de que Jesús es el Hijo es necesaria para permanecer en Dios (4:15–16)

          XIII.      El amor de Dios perfeccionado en el creyente (1 Juan 4:17–5:3)

      A.      El amor de Dios perfeccionado en el creyente produce confianza para enfrentar el día venidero del juicio (4:17–18)

      B.      El amor del creyente hacia Dios se demuestra mediante el amor de unos hacia otros (4:19–21)

      C.      Lo que produce el nacimiento nuevo mediante la fe en Cristo (5:1–3)

          XIV.      La sangre, la vida eterna y la seguridad (1 Juan 5:4–13)

      A.      La fe en el Hijo de Dios vence al mundo (5:4–5)

      B.      El testimonio (5:6–13)

          XV.      Conocer a Dios (1 Juan 5:14–21)

      A.      Orar por un hermano o hermana que peca (5:14–17)

      B.      Lo que “sabemos” (5:18–20)

      C.      Exhortación de cierre (5:21)



No hay comentarios:

https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html