miércoles, 16 de diciembre de 2015

¿Que provecho tiene el ser humano de toda su labor con que se afana debajo del sol?

RECUERDAEl que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6

                                                                                                             

                                                                                                                                                        
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LA RUEDA DE LA FUTILIDAD
Eclesiastés    1:1-11 
1      Las palabras de Cohélet, hijo de David, rey en Jerusalem.
    2      Vanidad de vanidades, dice Cohélet.
    Vanidad de vanidades, todo es vanidad.
    3      ¿Que provecho tiene el ser humano de toda su labor con que se afana debajo del sol?
    4      Generación va y generación viene,
    Pero la tierra sigue siempre igual.
    5      Sale el sol, y se va el sol,
    Jadeando hasta su lugar,
    Y desde allí vuelve a salir.
    6      El viento sopla de tramontana,
    Y gira del mediodía,
    Y girando sin cesar,
    Vuelve de nuevo a sus giros el viento.
    7      Todos los ríos van al mar,
    Y el mar nunca se llena.
    Al lugar de donde vinieron los ríos,
    Allí vuelven, para correr de nuevo.
    8      Todas las cosas son fatigosas,
    Más de lo que el hombre puede expresar.
    El ojo nunca se sacia de ver,
    Ni el oído se harta de oír.
    9      ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será.
    ¿Qué es lo hecho? Lo mismo que se hará.
    No hay nada nuevo debajo del sol.
    10      ¿Hay cosa de la que se diga: He aquí, esto es nuevo?
    Ya existía en los siglos que nos precedieron.
    11      No hay memoria de lo primero,
    Ni tampoco de lo postrero habrá memoria,
    Entre los que vendrán después.

NADA NUEVO DEBAJO DEL SOL
El supuesto o concreto compilador es el que habla. Las palabras del Predicador. Algunas versiones católicas prefieren dejar sin traducir el término hebreo Qohélet . Hijo de David, rey en Jerusalén. Como era costumbre hacerlo en esa época, la paternidad del libro se atribuye a un rey notable por su sabiduría (1 Rey. 4:29–31).
2.     El tema de la vanidad de la vida,  Eclesiastés 1:2
Vanidad de vanidades, todo es vanidad. Una suerte de superlativo. Podría traducirse: “vanidad suma”, como Cantar de los Cantares es igual a “el cantar por excelencia”, “santo de los santos” (Exo. 30:10, en hebreo; nuestra versión es muy sagrado), etc.
Título: Eclesiastés 
(Qohélet)
El principio del libro (Ecl 1:1) atribuye la obra al "predicador, hijo de David, rey en Jerusalén". El término hebreo que aquí se traduce por predicador es Qohélet , una forma derivada del hebreo qahal, que significa "asamblea" o "congregación". Aún y cuando el sentido exacto de Qohélet es incierto, los más entendidos en la materia, dada su etimología, dan como significado: "el que preside una asamblea" o "el que habla" ante ella. El término indica que se trata de alguien vinculado a, y que ejerce un ministerio en, la asamblea, probablemente el de maestro.
En la Septuaginta (LXX) se traduce Qohélet como "Eclesiastés", término a su vez derivado de ekklesía de donde viene nuestra palabra "iglesia". Es en esa versión griega de la Biblia donde se le dio al libro el nombre de Eclesiastés. Ese nombre pasó también al latín y de ahí a muchas más lenguas, entre ellas el castellano. Tradicionalmente este libro es conocido como "Eclesiastés". La traducción de Qohélet como Predicador en Ecl 1:1 se debe a Lutero quien en su Biblia tradujo el término como Prediger (Predicador). Desde entonces es bastante común encontrar este uso en numerosas traducciones.
3.     El ciclo monótono de la vida, Eclesiastés 1:3-11
¿Qué provecho...? El término hebreo para provecho, yitrown , es favorito del Predicador. Significa “ganancia” o “excelencia”, y aparece unas diez veces en el texto de Eclesiastés. Es una pregunta retórica cuya respuesta es: “¡Ningún provecho!” Debajo del sol es una expresión característica del libro y aparece unas treinta veces. De uso generalizado en las culturas antiguas, entre ellas la griega, podríamos traducirla como “en este mundo”. Es nuestra versión esta expresión alterna con “debajo del cielo” (Eclesiastés 1:13; 3:1).

Generación va y generación (dor ) viene. Se suceden las generaciones: una generación muere; otra nace, pero el mundo natural (la tierra, ‘erets ) siempre permanece idéntico. Se compara la estabilidad del mundo físico con las mudanzas en las generaciones humanas y se sugiere la fragilidad de la vida humana: el sol... el viento... los ríos, tres figuras tomadas de la naturaleza que se muestra idéntica a sí misma en un constante movimiento. Es más una figura poética que ciencia física: el caso del sol no es el mismo que el de los vientos y los ríos, pero en apariencia, por lo que se ve, el poeta tiene razón. Volviendo a su figura, pareciera que el sol, el viento y los ríos, repiten continuamente sus movimientos.

Fatigosas (v. 8). En el sentido de que su comprensión “fatiga” al hombre. Algunos prefieren traducir: “Todo trabaja más de cuanto el hombre pueda ponderar...” (Nacar-Colunga). El hombre no alcanza a comprender ese incesante movimiento. Las cosas en su movimiento desafían la comprensión humana que no se cansa de oír y ver ese incesante fluir. ¿Hay algo de lo que se pueda decir...? Del mundo de la naturaleza se pasa al mundo del hombre. También aquí hay mucho movimiento pero poca variación, en realidad ninguna. La historia se repite.

No hay memoria... (v. 11). No sólo que las generaciones humanas son pasajeras sino que no habrá memoria de su existencia y de los hechos. Si le preguntáramos al Predicador: ¿qué sucede entonces con la historia?, es probable que nos diría que la historia registra sólo los hechos de los notables y que son incontables los que han vivido en el pasado y de los cuales nada sabemos.
Debajo del sol
La expresión debajo del sol que aparece por primera vez en Ecl 1:9 no está presente en ningún otro libro de la Biblia a excepción de Eclesiastés, donde ocurre 29 veces en el original hebreo.

En algunas traducciones se dan expresiones equivalentes en castellano tales como: "en este mundo"; "sobre la tierra"; "durante la vida". En la RVA se alterna con la equivalente debajo del cielo.

Es interesante que el predicador recurra una y otra vez a esta frase. Su intención es clara. Con la expresión debajo del sol se da valor de universalidad a las frases que acompaña; nada se escapa al área que circunscribe esta expresión, excepto el cielo (mundo superior) y el Seol (mundo inferior, país de los muertos).
Al terminar en este versículo la primera división de nuestro texto obtenemos el siguiente resultado: No sólo que el hombre es un ser transitorio (1:4) sino que además está condenado al olvido (Ecl 1:11) por lo que sólo puede contar con el presente. Esta es una idea clave del Predicador. Antes que Horacio, el poeta latino, (Odas I, ll. 8) el Predicador afirma: Carpe diem, “aprovecha el presente”. No es sabio vivir para un hipotético futuro, que desconocemos cómo será.
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