miércoles, 2 de diciembre de 2015

Muy limpio eres de ojos, Oh YHVH, para ver el mal, y no puedes contemplar impasible el agravio. ¿Por qué miras a esos pérfidos y guardas silencio cuando el malvado destruye al que es más justo que él?

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6






Nos preparamos para enseñar en la congregación
El Segundo Lamento de Habacuc
Habacuc 1:12-2:1

11      Pero luego mudará su espíritu y se enfurecerá, y pecará, por cuanto ha hecho de su poder su dios.
12      ¡Oh YHVH, Dios mío y Santo mío! ¿Acaso no eres Tú desde el principio? ¡Oh YHVH, Tú no mueres! Tú has señalado este castigo para juicio, y Tú, oh Roca, los has establecido como reprensión.
13      Muy limpio eres de ojos para ver el mal, y no puedes contemplar impasible el agravio. ¿Por qué miras a esos pérfidos y guardas silencio cuando el malvado destruye al que es más justo que él?
14      ¿Por qué tratas a los hombres como a los peces del mar, como reptiles que no tienen amo?
15      A todos ellos los saca con anzuelo, los atrapa en su red y los junta con su barredera, por lo cual se alegra y se regocija.
16      Por eso sacrifican a su red y ofrendan a su barredera, porque por ellas su porción es abundante y suculenta su comida.
17      ¿Seguirá vaciando sin cesar su red? ¿Seguirá aniquilando sin piedad a las naciones?

Resolución de la sabiduría

2      Sobre mi atalaya me pondré, me plantaré en mi muro, y estaré oteando para ver lo que Él me dice, y qué responde a mi querella.

Los lamentos de un hombre de Dios


Segundo lamento de Habacuc
Habacuc 1:12–2:1

En su segunda intervención, el profeta declara que en principio acepta que Jehovah levantará a los caldeos para castigar a Judá (Habacuc 1:12). Sin embargo, el hecho de que Dios usara a un imperio pagano que era más violento que su pueblo no le parece una solución comprensible al problema de la injusticia nacional. ¿Es que Jehovah juzgará esa injusticia por gente más injusta (Habacuc 1:13–17)? 

Esta sección termina con la disponibilidad del profeta a escuchar la respuesta divina y con duda en relación a cómo responderá Jehovah al reproche (Habacuc 2:1).

Se puede estructurar este pasaje de la siguiente manera: 
(1) la fe del profeta en el carácter de Jehovah (Habacuc1:12), 
(2) la inquietud del profeta acerca del juicio de Jehovah (Habacuc 1:13–17), y 
(3) la confianza del profeta en la respuesta de Jehovah (Habacuc 2:1). Como se puede observar, (1) y (3) son expresiones de la fe de Habacuc y marcan los límites de esta sección.

(1) La fe del profeta en el carácter de JehovahHabacuc 1:12. Habacuc expresa de varias formas su fe en Jehovah. Por un lado, se dirige a Dios por medio de títulos de importancia teológica: 
- Él es Jehovah, el Dios del Pacto Abrahámico y del éxodo (Éxo. 3:4–15, 6:1–8); 
- Es el Santo, quien juzga y demanda la justicia (Lev. 11:44, 45; Jos. 24:19; Eze.       39:7); 
- es la Roca, el refugio de su pueblo y de los fieles (Deut. 32:18, 37; 1 Sam. 2:2;       Sal. 28:1, 94:22; Isa. 26:4, 44:8). 

Además, el profeta reconoce que estos títulos, que representan diferentes elementos de la persona de Dios, reflejan su carácter eterno (¿no eres tú desde el principio?). A través de toda la historia de Israel, Jehovah ha manifestado estos atributos a favor de su pueblo (Sal. 44:1; 75:5, 11).
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Tesoro  bíblico
En mi guardia estaré de pie y sobre la fortaleza estaré firme. Vigilaré para ver qué dirá y qué tiene que responder a mi queja (Habacuc 2:1).
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En base a estas verdades, Habacuc exclama: ¡No moriremos! Al decir esto, él no está hablando ni de la vida eterna ni de que no habría muertos cuando Babilonia invadiera. Más bien, Habacuc declara que tiene la plena seguridad de que la nación no desaparecerá a pesar de las grandes pérdidas. 

El Dios de Israel no abandonaría por completo a su pueblo. En sus oraciones había clamado por justicia (Habacuc 1:2–4); ahora entiende que Jehovah había levantado a ese imperio “para juicio” y “para castigar”.

(2) La inquietud del profeta acerca del juicio de JehovahHabacuc 1:13-17. Son precisamente todos los atributos divinos mencionados los que crean una contradicción teológica en la mente de Habacuc. Utilizar a los caldeos, cuya falta de ética e idolatría los calificaría como más pecaminosos que los judíos, no tenía sentido para el profeta.

En el v. 13 reaparecen los verbos acerca de “ver”. 
En Habacuc 1:2–4 el profeta se quejaba de que Jehovah lo forzaba a ver la perversión nacional; 
en Habacuc 1:5 Jehovah exige que la nación vea su obra de juicio. 

Ahora Habacuc no comprende cómo es que el Santo puede ver el mal que sería la horrible invasión. No entiende cómo la Roca, el refugio fiel, puede mirar la destrucción de Judá. 

En Habacuc 1:2–4 los justos son los piadosos en la nación; en este versículo el justo se refiere a toda Judá, mientras que el impío es Babilonia.

Una vez más, las circunstancias le dan al profeta una imagen inicial bastante negativa acerca de la persona de Jehovah. 

Si al principio Habacuc pensaba que Jehovah era indiferente (Habacuc 1:2), aquí tiene la impresión de que él es frío y sin misericordia. Aparentemente, a los ojos de Dios el ser humano no tiene más valor que los animales (Habacuc 1:14).

Comparando a los caldeos con un gran pescador, Habacuc dice que Jehovah permite que el imperio tome cualquier pueblo que desee (Habacuc 1:15–17). No concibe cómo Dios deja que Babilonia ofrezca loor a sus armas de conquista por sus victorias (y así seguramente a sus dioses de guerra 1:16). 

La figura de la red es muy apropiada para el antiguo Medio Oriente; era un símbolo de poder militar y aparece en el arte babilónico donde los dioses recogían a sus enemigos en redes.

¿Era realmente la invasión extranjera una adecuada solución para castigar el pecado de Judá? 
¿Sería posible reconciliarla con el carácter de Dios? 
Habacuc ha levantado por segunda vez un lamento con profundas inquietudes teológicas. 
Busca resolver la tensión entre la necesidad de un juicio y la manera de realizarlo.

(3) La confianza del profeta en la respuesta de JehovahHabacuc 2:1. 
Habacuc tiene confianza de que el diálogo con Jehovah continuará. Al hablar de estar en su guardia, es posible que solo esté diciendo que se mantendría listo para recibir el mensaje divino. 

En varios pasajes los profetas son comparados figurativamente con centinelas (Isa. 21:8, 11; Jer. 6:17; Eze. 3:17, 33:2, 3). En este versículo se ve que Habacuc estaría esperando la respuesta de Jehovah. Si se tomara el concepto lit., el profeta está diciendo que subirá a la torre de los muros de la capital para ver (otra vez se nota la importancia del concepto de ver en el libro) cómo le respondería Dios. Seguramente en poco tiempo desde ese mismo lugar observaría la llegada de los ejércitos babilónicos.

La última frase del versículo ha sido traducida de varias maneras. 
Muchos comentaristas y algunas versiones como la RVA le hacen una enmienda al texto. El TM dice “y qué tengo (primera persona singular) que responder a mi queja”. Con el cambio sugerido, la frase se lee “y qué tiene (tercera persona masculina singular) que responder a mi queja”. 

La enmienda busca una uniformidad en toda la oración y toma a Jehovah como el único sujeto. Según esta traducción, la idea es que Habacuc espera ver cómo Jehovah va a reaccionar ante su último argumento teológico (comp. Job 13:6, 23:4).

El contexto sugiere que Habacuc quiere seguir el intercambio con Jehovah para aclarar sus dudas. Más adelante es Jehovah quien corta la conversación (Habacuc 2:20). La palabra queja (tocajat8433, 2:1) puede referirse a un reproche o corrección que sirve para impartir sabiduría (Prov. 6:23, 15:31, 29:1). 

Mi queja entonces puede entenderse como “la queja (o, el reproche) que recibo”. Es decir, el profeta está pensando en cómo ha de responder al reproche que podría recibir de Jehovah por cuestionarlo. Sin embargo, a través de este intercambio Habacuc sería instruido más en las verdades de Dios.

Después de la respuesta de Jehovah a su primer lamento, Habacuc expresa este segundo, en el que expone su falta de comprensión de los caminos de Dios. Lo que Jehovah le había comunicado en relación a la invasión caldea no encaja con su teología. En verdad, le parece como una negación de la santidad de Dios. De nuevo corresponde a Jehovah arrojar más luz sobre un cuadro complejo y chocante.
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Práctica homilética
Cualidades loables en un profeta
Habacuc 2:1
Introducción: 
Habacuc mostró su humildad por su disposición a recibir instrucción. No tomó la actitud de un “sabelotodo”. Él reconoce la sabiduría de Dios (1 Cor. 1:25). Por sus acciones y su palabra, el profeta da testimonio de su humildad y su deseo de saber más y más de Dios.

        I.      El profeta se puso en el lugar donde Dios le hablaría. “En mi guardia estaré” (Habacuc 2:1a).
      1.      Dios no regaña al profeta por hacer preguntas.
      2.      Uno puede preguntarle a Dios sobre cualquier asunto.

        II.      El profeta quiso mirar las cosas desde lo alto. “Sobre la fortaleza estaré firme” (Habacuc 2:1b).

        III.      El profeta estaba dispuesto a escuchar a Dios. “Vigilaré para ver que dirá y qué tiene que responder a mi queja” (Habacuc 2:1c).
      1.      Estuvo listo para escuchar.
      2.      Se acercó a Dios con una actitud dis-puesta y quieta.

        IV.      El profeta habló honestamente.
      1.      No negó que se acercó a Dios con una queja.
      2.      No buscó la solución en otra parte sino que vino directamente a Dios.

Conclusión: 
Confiamos en que Dios siempre está dispuesto a comunicarse con sus siervos.
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