lunes, 23 de marzo de 2015

Romanos es importante: Define cómo han obtenido la comunión con Dios todas las personas que han gozado de ella desde el principio del mundo.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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Información 


¡Buenas Noticias!
Romanos 1:1–17
¿Qué es el evangelio? ¿Cómo puede llegar una persona a agradar a Dios y conseguir la salvación? No hay pregunta que sea más importante contestar en la vida, pues su respuesta señala el camino del destino eterno del hombre.
Sin embargo, aun cuando se trata de una cuestión tan esencial y tan claramente contestada en la Palabra de Dios, se escuchan opiniones muy diferentes entre los cristianos evangélicos. Parece ser que aunque es la pregunta más significativa para la vida eterna del hombre, es también la que conlleva más confusión.
Al preguntar a un grupo de hermanos: “¿qué hay que hacer para ser salvo?”, se reciben varias opiniones, aparentemente bíblicas, pero que se contradicen. Muchos responden conforme a la opinión popular del mundo que dice que podemos hacer buenas obras, o por lo menos hacer algo por nosotros mismos para agradar a Dios y así ganar la salvación.
El estudio de la carta a los Romanos es sumamente importante debido a que esta creencia se ha generalizado mucho entre el pueblo de Dios. Este libro ha sido usado por Dios a través de la historia para transformar la vida de muchas personas que han confiado en Cristo. Entre muchos otros, destacan los nombres de Agustín, Lutero y Wesley, así como los de multitudes que han sido llevados a la salvación en Cristo.
Romanos es el único libro de la Biblia que tiene como propósito explicar el mensaje del evangelio. Nos presenta la esencia de la doctrina enseñada por Pablo y del evangelio que predicó. Muestra los elementos primordiales que el mensaje de la iglesia debe incluir. Si no predicamos este mensaje, no tenemos nada que decirle al mundo. Este libro es importante porque define cómo han obtenido la comunión con Dios todas las personas que han gozado de ella desde el principio del mundo.
EL AUTOR
La carta de Pablo a los Romanos es la que se usa para evaluar la autenticidad de las demás cartas que se presentan como suyas, siendo que casi todos los comentaristas consideran que él fue el autor de este libro.
Los antecedentes históricos de Pablo son importantes. En Romanos 1:1, Pablo dice que había sido apartado para el evangelio de Dios. El contenido del evangelio explica la salvación por la gracia de Dios por medio de la fe en Cristo, sin las obras de la ley. Su misma vida muestra el conflicto entre la salvación por obras y la salvación por fe.
Pablo había sido un fariseo estricto (Hech. 26:5). Llegó a ser el perseguidor principal de la iglesia (26:9–11). Era un judío fervoroso (Hech. 22:3; 23:4–5; Fil. 3:4–6). Por lo tanto, conocía en forma profunda la naturaleza de la religión que ahora tendría que identificar como "la ley del pecado y de la muerte" (Rom. 3:20; 8:2; 2 Cor. 3:7).
Había experimentado un cambio radical en su vida. Por medio de un encuentro personal con Dios, había corregido sus creencias y la dirección de su fervor hacia Dios (Hech. 9:3–6; 26:12–18). Llegó a ser celoso de este evangelio. Habiendo conocido los dos sistemas religiosos, eligió el camino de la fe. Así que Pablo hablaba basado en su propia experiencia cuando cuenta las buenas nuevas de la salvación por la fe en Cristo.
Cuando Pablo describe la condición de Israel, lo hace con comprensión y compasión. Desde su nacimiento había creído lo mismo que ellos creían. Por eso deseaba que ellos encontraran lo que él había hallado.
Pablo fue nombrado “apóstol a los gentiles” (1:13; 11:13 y 15:16). Por eso escribe a los santos que están en Roma porque la mayor parte de ellos eran gentiles. Quería ir a visitarles desde hacía mucho tiempo. Les escribió para tener un ministerio entre ellos y para asegurarles de su deseo de ir a conocerles personalmente.
LA SITUACION HISTORICA
Después del nacimiento de la iglesia en el día de Pentecostés, Dios manifestó por medio del ministerio de los apóstoles, que había llamado tanto a judíos como a samaritanos y a gentiles para formar parte de un nuevo cuerpo, la iglesia. Se demostró claramente que la salvación era sólo por fe tanto para unos como para los otros. El resultado de la confirmación divina de estas verdades, fue que cuando los creyentes fueron esparcidos por todo el mundo por causa de la gran persecución que sufrieron, llevaron el evangelio a todas partes. Pablo, como el “apóstol a los gentiles” hizo tres viajes misioneros, entrando en Asia Menor, Macedonia y Grecia.
Durante su tercer viaje misionero, mientras se quedaba en Corinto, Pablo escribió esta carta a los romanos. Aunque él nunca había estado en esa iglesia ni había participado en el establecimiento de ella, decidió visitarles y predicar la Palabra de Dios allí (1:8–15; 15:18–24).
Pensaba viajar a Jerusalén y pasar por Roma al salir de allí. Al iniciar su viaje a Jerusalén, Pablo fue advertido repetidas veces de que le iban a perseguir y llevar preso (Hech. 20:17–21:14). Sin embargo, fue dirigido por el Espíritu Santo a seguir rumbo a Jerusalén (Hech. 20:22–24; 21:13–14). Al estar allá se cumplió lo que Dios había dicho. Fue hecho prisionero y al fin, mandado a Roma a expensas del gobierno romano. Después de dos años de ministerio en Roma (Hech. 28:16–31), Pablo fue soltado para seguir su ministerio en otros lugares.
PROPOSITO Y TEMA
Antes de su visita a Roma, Pablo escribió esta carta con el fin de preparar el camino para su llegada. La carta serviría como una presentación. Tuvo dos propósitos al mandarla:
(1) Informarles acerca de su plan de visitarles.
(2) Darles un resumen del mensaje que él predicaba.
El tema de ella es el evangelio. El evangelio es el poder de Dios que produce la salvación. De todos los escritos bíblicos, esta epístola presenta la defïnición sistemática más clara del evangelio y de la doctrina de la salvación. Pablo define el proceso que toda persona, desde la fundación del mundo, ha tenido que seguir para encontrar la paz y la comunión con Dios.
ORGANIZACION DEL LIBRO
Como la mayoría de las cartas del Nuevo Testamento, el libro de Romanes se divide en dos partes principales: la presentación doctrinal (1–11), y las conclusiones prácticas que resultan de esa doctrina (12–16). Al terminar su presentación personal (1:1–17), la definición doctrinal del mensaje del evangelio se divide en tres partes principales: la necesidad del evangelio (1:18–3:20), la provisión del evangelio (3:21–8:39), y la relación de Israel con él (9–11).
PRESENTACION PERSONAL 1:1–17
LA DEFINICION DEL EVANGELIO 1:18–11:36
* LA NECESIDAD DEL EVANGELIO 1:18–3:20
* LA PROVISION DEL EVANGELIO 3:21–8:39
* LA RELACION DE ISRAEL CON EL EVANGELIO 9–11
APLICACION DEL EVANGELIO 12–16
SALUTACION 1:1–7
Pablo empieza con una presentación de sí mismo y una expresión de su interés personal en la iglesia de Roma (1:1–17). Su saludo sigue el formato normal para una carta. Identifica al remitente (1:1–6) y los destinatarios (1:7a). Al final les da un saludo personal (1:7b).
Muchas veces la salutación de una carta revela la inquietud que anima al autor para escribirla. Se descubre éste propósito al estudiar los comentarios ampliados acerca de los tres elementos fundamentales del saludo. En la carta a los Romanos, se da un énfasis especial a la identificación personal del autor. Al estudiarla, descubrimos la preocupación que Pablo tenía.
El enfoque principal en el saludo es una declaración en cuanto al evangelio. Así, Pablo demuestra que su deseo de escribirles está relacionado con las buenas nuevas que Dios ha mandado al mundo.
El Autor 1:1–16
Es evidente que Pablo intentaba hacer algo más que sólo presentarse en esta parte del saludo. Aprovecha para introducir su tema. Se identifica en un sólo versículo (1:1). En primer lugar, se presenta como un siervo de Cristo. No es el amo de la iglesia sino más bien, un esclavo de Jesucristo, quien es su amo.
Segundo, Pablo señala que Dios le llamó a ser apóstol, una persona enviada como Su representante a las naciones. En otras palabras, es un vocero de Dios.
Finalmente, Pablo se identifica como un individuo designado por Dios para dedicarse al ministerio del evangelio. La palabra "evangelio" es un término teológico muy conocido y usado en la actualidad, pero sin pensar mucho en su significado original. Para los hermanos de Roma sin embargo, esta palabra era conocida por su significado popular. Se usaba para describir las buenas nuevas, las que traían gozo y satisfacción a un pueblo.
La palabra “evangelio” aparece sólo cien veces en el Nuevo Testamento, mayormente en las cartas de Pablo. La usa trece veces en Romanos porque el evangelio es el tema central de esta carta. Pablo quiere que comprendamos el “evangelio” que Dios nos ha mandado.
Al referirse a estas “buenas nuevas” de Dios, Pablo aprovecha para presentar una explicación de lo que es el evangelio en cinco versículos (1:2–6). Este énfasis tan poco común, colocado en medio del saludo, demuestra que es de gran importancia para el mensaje que nos quiere comunicar.
Pablo enseña dos verdades principales en cuanto a las “buenas nuevas” que predicaba. Primero, indíca que el evangelio había sido prometido antes por los profetas en el Antiguo Testamento (1:2). Este mensaje no es nuevo. No lo inventó Pablo ni ninguno de los apóstoles. Se encuentra revelado aun en el Antiguo Testamento. Así que el plan de Dios para la salvación no ha cambiado. Siempre ha sido el mismo.
Segundo, Pablo demuestra que las “buenas nuevas” tienen que ver con el Hijo de Dios, Jesucristo. Todo su mensaje gira alrededor de El. Esta descripción de Cristo, enseña varias verdades importantes en cuanto a quién es El.
En primer lugar, Pablo señala que Jesucristo es el “Hijo de Dios” (1:3a). Al usar el modismo judío “hijo de…”, Pablo indica que Cristo manifiesta las mismas características que Su Padre. Es decir, El es Dios mismo. Los judíos entendían la frase de esa manera, por eso reaccionaron tan violentamente en contra de Jesucristo cuando El se la atribuyó (Juan 10:30–39).
En cuanto a su descendencia humana, Cristo llena los requisitos para presentarse como Mesías porque es descendiente de David (1:3b).
Aunque es cierto que Cristo murió, este hecho no invalidó el plan de Dios. Al contrario, Dios autenticó Su ministerio al resucitarlo de entre los muertos, de modo que la muerte que normalmente deshace los planes de los hombres, es la base del triunfo de Cristo. El poder del Espíritu que lo levantó sirvió para demostrar que Jesucristo es el Hijo de Dios (1:4).
Finalmente, Pablo explica la relación de Cristo con el evangelio. Es por medio de El que todos hemos recibido la gracia de Dios. En base a lo que Jesucristo hizo, Dios le dio a Pablo y a los demás la comisión de predicar estas buenas nuevas a todos los hombres para exhortarles a responderle en fe. Recibimos esta gracia sólo por estar identificados con El (1:5–6). El resto de la carta se dedica a presentar más ampliamente el tema iniciado en el saludo.
Los Destinatarios 1:7a
La designación de los destinatarios sigue el patrón común. Se les atribuye a los hermanos de Roma dos calificativos. Primero, Pablo indica que Dios les ama. Por ser Sus hijos, siempre podemos confiar en Su amor para con nosotros.
Segundo, Pablo les recuerda que el resultado personal esperado de nosotros en base al amor de Dios es que seamos santos. Los que han recibido el evangelio han sido llamados para dedicarse a Dios e identificarse con Su pueblo.
El Saludo 1:7b
La tercera parte de la introducción a la carta es el saludo en sí. El deseo de Pablo es que ellos experimenten diariamente en sus vidas la gracia y la paz que Dios les ha provisto en Cristo. En realidad, el único camino a la gracia y paz es el evangelio que Pablo les explica en esta carta.
SU INTERES EN ELLOS 1:8–15
Su Gratitud 1:8
Al terminar su saludo, Pablo expresa su interés en la iglesia de Roma (1:8–15). La fama de esa iglesia le motiva a dar gracias a Dios. Todo el mundo ha oído de su fe.
Su Oración 1:9–12
Pablo ora por ellos todo el tiempo. Pide en especial que Dios le permita ir para conocerles personalmente. Al expresar su deseo de visitarlos, Pablo identifica dos de las peticiones que presenta a Dios al orar.
A la vez, quiere que sean confirmados por medio de su ministerio y que sean confortados juntamente con él. La palabra griega utilizada en este caso quiere decir “animar” o “estimular”. El deseo de Pablo es que la fe de cada uno sirva para estimular o para animar a los otros. En otras palabras, la visita de Pablo debe servir para fortalecer su fe y animarles a seguir adelante.
Su Deseo de Visitarles 1:13–15
Pablo ha intentado ir a visitarles en varias ocasiones pero Dios no se lo ha permitido. Expresa su propósito dos veces en el pasaje: primero, quiere tener algún fruto entre ellos, tal como lo ha tenido entre los gentiles de otras partes (13b). Además, Pablo indica que quiere ir a Roma para anunciar el evangelio a los que están allá (15).
Se considera deudor. Dios le ha dado tanto, que él siente la obligación de predicar el mensaje del evangelio a todos los pueblos gentiles, sea cual fuera su trasfondo o nivel social. Por eso, está dispuesto a ir a Roma y predicar el evangelio sin avergonzarse.
¡PENSEMOS!
En Romanos 1:8–15 se observa el interés de Pablo por los hermanos romanos. Se nos presenta un patrón digno de imitar hoy en día también. Estudie de nuevo este pasaje y haga una lista de las características que observe en cuanto a las actividades y actitudes de Pablo para con ellos. ¿Qué enseña el ejemplo de Pablo que debamos imitar?
SU TEMA 1:16–17
Presentación del Evangelio 1:16
Al mencionar su deseo de ir a anunciar el evangelio a los que están en Roma, Pablo responde a la pregunta de por qué lo quiere hacer. Lo hace porque no se avergüenza del evangelio. ¿Y por qué no se avergüenza del evangelio? Porque este evangelio es el poder de Dios que hace posible la salvación. Así llega Pablo al tema del libro: El evangelio es el poder de Dios para salvación. Esta verdad es cierta tanto para judíos como para gentiles. El evangelio es el único medio para la salvación de todos los hombres.
EL EVANGELIO: EL PODER DE DIOS PARA LA
SALVACION
Resumen del Evangelio 1:17
La serie de preguntas que Pablo empezó en el versículo anterior, continúa. ¿Por qué es el evangelio el poder de Dios para la salvación? Porque el evangelio revela la justicia de Dios que se recibe por fe. Nadie puede cumplir la ley tan perfectamente como para establecer su propia rectitud y así lograr salvarse. Se requiere una justicia que se reciba por fe. La “buena noticia” es que Dios ha provisto esta justicia en Cristo Jesús.
EL JUSTO POR LA FE VIVIRA
Así que esta expresión es la esencia del libro. Aunque todo hombre merece la condenación divina por causa de su pecado, Dios tiene buenas noticias: Los que confían en Jesucristo pueden recibir la justicia de Dios que se encuentra en El. Sólo por medio de este camino se encuentra la salvación.
¡PENSEMOS!
Se ha visto la confusión doctrinal que existe en cuanto al mensaje de la salvación. Identifique algunas de las respuestas que ha escuchado cuando se hace la pregunta ¿qué hay que hacer para ser salvo? ¿Cómo debemos responder a tal pregunta en base a Romanos 1:16–17? ¿Cuál es la respuesta correcta?
¿Cómo espera usted agradar a Dios y tender la vida eterna? Esta carta enseña que las buenas nuevas son que Dios ha provisto la única forma adecuada por medio de Su Hijo Jesucristo. ¿Está confiando en El? ¿Por qué no tomar este paso hoy? Confíe en Cristo y reciba el don de la salvación que Dios quiere darle.
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