Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
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Ante la
realidad que inunda nuestro medio y que es promovida sin medida
por el consumismo nos preguntamos ¿qué hacer? ¿Taparnos los
ojos para no ver la realidad? ¿Buscar buenas excusas para
justificar su presencia y no darle mayor importancia a este
"juego"? ¿Debemos prohibirles a nuestros hijos participar
en el halloween mientras que sus vecinos y amigos se "divierten"?
¿Serían capaces los niños de entender todos los peligros que
corren y por qué de nuestra negativa a participar en esto?
La respuesta no es sencilla, sin embargo creemos que sí hay algunas cosas que podemos hacer:
Lo primero es organizar una catequesis con los niños en los días anteriores al Halloween, con el objeto de enseñarles el por qué de la festividad católica de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, haciéndoles ver la importancia de celebrar nuestros Santos, como modelos de la fe, como verdaderos seguidores de Cristo.
En las catequesis y actividades previas a estas fechas, es buena idea que nuestros hijos inviten a sus amigos, para que se atenúe el impacto de rechazo social y sus compañeros entiendan por qué no participan de la misma forma que todo el mundo.
Debemos explicarles de manera sencilla y clara, pero firme, lo negativo que hay en el Halloween y la manera en que se festeja. Es necesario explicarles que Dios quiere que seamos buenos y que no nos identifiquemos ni con las brujas ni con los monstruos, pues nosotros somos hijos de Dios.
Proponemos a los padres de familia una opción para sus hijos, pues seguramente los niños querrán salir con sus amigos en la noche del Halloween: Los niños pueden disfrazarse de ángeles y preparar pequeñas bolsas con dulces, regalos o tarjetitas con mensajes y pasar de casa en casa, y en lugar de hacer el "obsequio o truco" o de pedir dulces, regalarlos a los hogares que visiten y que expliquen que entregan dulces porque la Iglesia Católica tendrá muy pronto una fiesta muy importante en la que se celebra a todos aquellos que fueron como nosotros deberíamos ser: los Santos.
Aunque este cambio no será sencillo para los niños, es necesario vivir congruentemente con nuestra fe, y no permitir que los más pequeños tomen como algo natural la connotación negativa del halloween. Con valor y sentido cristiano, los católicos podemos dar a estas fechas, el significado que tienen en el marco de nuestra fe.
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
Diversas tradiciones se unen, se mezclan y se influyen mutuamente en este comienzo de noviembre en las culturas de los países occidentales. En Asia y Africa, el culto a los antepasados y a los muertos tiene fuertes raíces pero no está tan ligado a una fecha concreta como en nuestra cultura.
¿Qué significa Halloween?
Halloween significa "All hallow's eve", palabra
que proviene del inglés antiguo, y que significa "víspera
de todos los santos", ya que se refiere a la noche del
31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos.
Sin embargo, la antigua costumbre anglosajona le ha robado
su estricto sentido religioso para celebrar en su lugar la
noche del terror, de las brujas y los fantasmas. Halloween
marca un retorno al antiguo paganismo, tendencia que
se ha propagado también entre los pueblos hispanos.
Historia breve de Halloween
La celebración
del Halloween se inició con los celtas, antiguos pobladores
de Europa Oriental, Occidental y parte de Asia Menor. Entre
ellos habitaban los druidas, sacerdotes paganos adoradores
de los árboles, especialmente del roble. Ellos creían
en la inmortalidad del alma, la cual decían se introducía
en otro individuo al abandonar el cuerpo; pero el 31 de octubre
volvía a su antiguo hogar a pedir comida a sus moradores,
quienes estaban obligados a hacer provisión para ella.
El año céltico
concluía en esta fecha que coincide con el otoño,
cuya característica principal es la caída de
las hojas. Para ellos significaba el fin de la muerte o iniciación
de una nueva vida. Esta enseñanza se propagó
a través de los años juntamente con la adoración
a su dios el "señor de la muerte", o "Samagin",
a quien en este mismo día invocaban para consultarle
sobre el futuro, salud, prosperidad, muerte, entre otros.
Cuando los pueblos
celtas se cristianizaron, no todos renunciaron a las costumbres
paganas. Es decir, la conversión no fue completa. La
coincidencia cronológica de la fiesta pagana con la
fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos,
que es el día siguiente, hizo que se mezclara. En vez
de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los
antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones
sobre la muerte y los difuntos.
Algunos inmigrantes
irlandeses introdujeron Halloween en los Estados Unidos donde
llegó a ser parte del folclor popular. Se le añadieron
diversos elementos paganos tomados de los diferentes grupos
de inmigrantes hasta llegar a incluir la creencia en brujas,
fantasmas, duendes, drácula y monstruos de toda especie.
Desde ahí, se ha propagado por todo el mundo.
El 31 de octubre
por la noche, en los países de cultura anglosajona
o de herencia celta, se celebra la víspera de la fiesta
de Todos los Santos, con toda una escenografía que
antes recordaba a los muertos, luego con la llegada del Cristianismo
a las ánimas del Purgatorio, y que ahora se han convertido
en una ensalada mental en la que no faltan creencias en brujas,
fantasmas y cosas similares.
En cambio, en los
países de cultura mediterránea, el recuerdo
de los difuntos y la atención a la muerte se centra
en el 2 de noviembre, el día siguiente a la celebración
de la resurrección y la alegría del paraíso
que espera a la comunidad cristiana, una familia de "santos"
como la entendía San Pablo.
Diversas tradiciones se unen, se mezclan y se influyen mutuamente en este comienzo de noviembre en las culturas de los países occidentales. En Asia y Africa, el culto a los antepasados y a los muertos tiene fuertes raíces pero no está tan ligado a una fecha concreta como en nuestra cultura.
Halloween: ¿Por qué la calabaza, las golosinas y los disfraces?
En Hallowe'en (de All hallow's eve), literalmente la Víspera de Todos los Santos, la leyenda anglosajona dice que es fácil ver brujas y fantasmas. Los niños se disfrazan y van -con una vela introducida en una calabaza vaciada en la que se hacen incisiones para formar una calavera- de casa en casa. Cuando se abre la puerta gritan: "trick or treat" (broma o regalo) para indicar que gastarán una broma a quien no les de una especie de propina o aguinaldo en golosinas o dinero.
Una antigua leyenda
irlandesa narra que la calabaza iluminada sería la
cara de un tal Jack O'Lantern que, en la noche de Todos los
Santos, invitó al diablo a beber en su casa, fingiéndose
un buen cristiano. Como era un hombre disoluto, acabó en el infierno.
Los Disfraces
Europa sufrió durante un largo período de tiempo la plaga bubónica o "peste bubónica" (también conocida como la "muerte negra") la cual aniquiló a casi la mitad de la población. Esto creó un gran temor a la muerte y una enorme preocupación por ésta. Se multiplicaron las misas en la fiesta de los Fieles Difuntos y nacieron muchas representaciones satíricas que le recordaban a la gente su propia mortalidad.
Estas representaciones eran conocidas como la Danza de la Muerte. Dado el espíritu burlesco de los franceses, en la víspera de la fiesta de los Fieles Difuntos, se adornaban los muros de los cementerios con imágenes en las que se representaba al diablo guiando una cadena de gente: Papas, reyes, damas, caballeros, monjes, campesinos, leprosos, etc..., y los conducía hacia la tumba. Estas representaciones eran hechas también a base de cuadros plásticos, con gente disfrazada de personalidades famosas y en distintas etapas de la vida, incluida la muerte a la que todos debían de llegar.
De estas representaciones con disfraces, se fue estableciendo la costumbre de caracterizarse durante estas fechas.
Obsequio o Truco
La tradición del "obsequio o truco" (Trick or Treat) tiene su origen en la persecución que hicieron los protestantes en Inglaterra (1500-1700) contra los católicos. En este período, los católicos no tenían derechos legales. No podían ejercer ningún puesto público y eran acosados con multas, impuestos elevados y hasta cárcel. El celebrar misa era una ofensa capital y cientos de sacerdotes fueron martirizados.
Un incidente producto de esta persecución y de la defensa del catolicismo fue el intento de asesinar al rey protestante Jaime I utilizando pólvora de cañón. Era un levantamiento católico contra los opresores. Sin embargo el "Gunpowder Plot" fue descubierto cuando el que cuidaba la pólvora fue capturado y, tras hacerle confesar, terminó en la horca. Esto muy pronto se convirtió en una gran celebración en Inglaterra (incluso hasta nuestros días). Muchas bandas de protestantes, ocultos con máscaras, celebraban esta fecha (los primeros días de noviembre) visitando a los católicos de la localidad y exigiéndoles cerveza y comida para su celebración amenazándolos. Con el tiempo, llegó a las colonias de norteamérica esta tradición que se fue uniendo al halloween.
Podemos entonces darnos cuenta de que el halloween también conforma una combinación de tradiciones, particularmente negativas, que los inmigrantes llevaron a los Estados Unidos; tradiciones que fueron atenuándose poco a poco en Europa pero que se preservaron por la cultura anglosajona establecida en América.
Europa sufrió durante un largo período de tiempo la plaga bubónica o "peste bubónica" (también conocida como la "muerte negra") la cual aniquiló a casi la mitad de la población. Esto creó un gran temor a la muerte y una enorme preocupación por ésta. Se multiplicaron las misas en la fiesta de los Fieles Difuntos y nacieron muchas representaciones satíricas que le recordaban a la gente su propia mortalidad.
Estas representaciones eran conocidas como la Danza de la Muerte. Dado el espíritu burlesco de los franceses, en la víspera de la fiesta de los Fieles Difuntos, se adornaban los muros de los cementerios con imágenes en las que se representaba al diablo guiando una cadena de gente: Papas, reyes, damas, caballeros, monjes, campesinos, leprosos, etc..., y los conducía hacia la tumba. Estas representaciones eran hechas también a base de cuadros plásticos, con gente disfrazada de personalidades famosas y en distintas etapas de la vida, incluida la muerte a la que todos debían de llegar.
De estas representaciones con disfraces, se fue estableciendo la costumbre de caracterizarse durante estas fechas.
Obsequio o Truco
La tradición del "obsequio o truco" (Trick or Treat) tiene su origen en la persecución que hicieron los protestantes en Inglaterra (1500-1700) contra los católicos. En este período, los católicos no tenían derechos legales. No podían ejercer ningún puesto público y eran acosados con multas, impuestos elevados y hasta cárcel. El celebrar misa era una ofensa capital y cientos de sacerdotes fueron martirizados.
Un incidente producto de esta persecución y de la defensa del catolicismo fue el intento de asesinar al rey protestante Jaime I utilizando pólvora de cañón. Era un levantamiento católico contra los opresores. Sin embargo el "Gunpowder Plot" fue descubierto cuando el que cuidaba la pólvora fue capturado y, tras hacerle confesar, terminó en la horca. Esto muy pronto se convirtió en una gran celebración en Inglaterra (incluso hasta nuestros días). Muchas bandas de protestantes, ocultos con máscaras, celebraban esta fecha (los primeros días de noviembre) visitando a los católicos de la localidad y exigiéndoles cerveza y comida para su celebración amenazándolos. Con el tiempo, llegó a las colonias de norteamérica esta tradición que se fue uniendo al halloween.
Podemos entonces darnos cuenta de que el halloween también conforma una combinación de tradiciones, particularmente negativas, que los inmigrantes llevaron a los Estados Unidos; tradiciones que fueron atenuándose poco a poco en Europa pero que se preservaron por la cultura anglosajona establecida en América.
¿Qué se celebra en la fiesta de Todos los Santos?
Sin embargo, para
los creyentes es la fiesta de todos los Santos la que verdaderamente
tiene relevancia y refleja la fe en el futuro para quienes
esperan y viven según el Evangelio predicado por Jesús.
El respeto a los restos mortales de quienes murieron en la
fe y su recuerdo, se inscribe en la veneración de quienes
han sido "templos del Espíritu Santo".
Como asegura Bruno
Forte, profesor de la Facultad teológica de Nápoles,
al contrario de quienes no creen en la dignidad personal y
desvalorizan la vida presente creyendo en futuras reencarnaciones,
el cristiano tiene "una visión en las antípodas"
ya que "el valor de la persona humana es absoluto".
Es ajena también al dualismo heredero de Platón
que separa el cuerpo y el alma. "Este dualismo y el consiguiente
desprecio del cuerpo y de la sexualidad no forma parte del
Nuevo Testamento para el que la persona después de
la muerte sigue viviendo en tanto en cuanto es amada por Dios".
Dios, añade el teólogo, "no tiene necesidad
de los huesos y de un poco de polvo para hacernos resucitar.
Quiero subrayar que en una época de "pensamiento
débil" en la que se mantiene que todo cae siempre
en la nada, es significativo afirmar la dignidad del fragmento
que es cada vida humana y su destino eterno".
La fiesta de Todos
los Fieles Difuntos fue instituido por San Odilón,
monje benedictino y quinto Abad de Cluny en Francia el 31
de octubre del año 998. Al cumplirse el milenario de
esta festividad, el Papa Juan Pablo II recordó que
"San Odilón deseó exhortar a sus monjes
a rezar de modo especial por los difuntos. A partir del Abad
de Cluny comenzó a extenderse la costumbre de interceder
solemnemente por los difuntos, y llegó a convertirse
en lo que San Odilón llamó la Fiesta de los
Muertos, práctica todavía hoy en vigor en la
Iglesia universal".
"Al rezar por
los muertos -dice el Santo Padre-, la Iglesia contempla sobre
todo el misterio de la Resurrección de Cristo que por
su Cruz nos obtiene la salvación y la vida eterna.
La Iglesia espera en la salvación eterna de todos sus
hijos y de todos los hombres".
Tras subrayar la
importancia de las oraciones por los difuntos, el Pontífice
afirma que las "oraciones de intercesión y de
súplica que la Iglesia no cesa de dirigir a Dios tienen
un gran valor. El Señor siempre se conmueve por las
súplicas de sus hijos, porque es Dios de vivos. La
Iglesia cree que las almas del purgatorio "son ayudadas
por la intercesión de los fieles, y sobre todo, por
el sacrificio propiciatorio del altar", así como
"por la caridad y otras obras de piedad".
En razón
a ello, el Papa a los católicos "a rezar con fervor
por los difuntos, por sus familias y por todos nuestros hermanos
y hermanas que han fallecido, para que reciban la remisión
de las penas debidas a sus pecados y escuchen la llamada del
Señor".
Halloween como negocio
Una cultura de consumo que propicia y aprovecha las oportunidades para hacer negocios, sin importar cómo. Hollywood ha contribuido a la difusión del Halloween con una serie de películas en las cuales la violencia gráfica y los asesinatos crean en el espectador un estado morboso de angustia y ansiedad. Estas películas son vistas por adultos y niños, creando en estos últimos miedo y una idea errónea de la realidad. El Halloween hoy es, sobre todo, un gran negocio. Máscaras, disfraces, dulces, maquillaje y demás artículos necesarios son un motor más que suficiente para que algunos empresarios fomenten el "consumo del terror". Se busca además favorecer la imitación de las costumbres norteamericanas por considerarse que esto está bien porque este país tiene chapa de "superior".
Sugerencias para los padres de familia en Halloween
¿Cómo
darle a los hijos una enseñanza auténtica de la fe católica
en estas fechas? ¿Cómo hacer que se diviertan con un propósito
verdaderamente católico y cristiano? ¿Qué podemos enseñarles
a los niños sobre esta fiesta?
La respuesta no es sencilla, sin embargo creemos que sí hay algunas cosas que podemos hacer:
Lo primero es organizar una catequesis con los niños en los días anteriores al Halloween, con el objeto de enseñarles el por qué de la festividad católica de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, haciéndoles ver la importancia de celebrar nuestros Santos, como modelos de la fe, como verdaderos seguidores de Cristo.
En las catequesis y actividades previas a estas fechas, es buena idea que nuestros hijos inviten a sus amigos, para que se atenúe el impacto de rechazo social y sus compañeros entiendan por qué no participan de la misma forma que todo el mundo.
Debemos explicarles de manera sencilla y clara, pero firme, lo negativo que hay en el Halloween y la manera en que se festeja. Es necesario explicarles que Dios quiere que seamos buenos y que no nos identifiquemos ni con las brujas ni con los monstruos, pues nosotros somos hijos de Dios.
Proponemos a los padres de familia una opción para sus hijos, pues seguramente los niños querrán salir con sus amigos en la noche del Halloween: Los niños pueden disfrazarse de ángeles y preparar pequeñas bolsas con dulces, regalos o tarjetitas con mensajes y pasar de casa en casa, y en lugar de hacer el "obsequio o truco" o de pedir dulces, regalarlos a los hogares que visiten y que expliquen que entregan dulces porque la Iglesia Católica tendrá muy pronto una fiesta muy importante en la que se celebra a todos aquellos que fueron como nosotros deberíamos ser: los Santos.
Aunque este cambio no será sencillo para los niños, es necesario vivir congruentemente con nuestra fe, y no permitir que los más pequeños tomen como algo natural la connotación negativa del halloween. Con valor y sentido cristiano, los católicos podemos dar a estas fechas, el significado que tienen en el marco de nuestra fe.
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