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Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 29MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
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¿Cuál es la diferencia entre adulterio y fornicación? (Mt 5.27)
Las relaciones sexuales entre una persona casada y alguien que no es su compañero constituye adulterio.
Los Diez Mandamientos contienen la prohibición del adulterio: «No cometerás adulterio» (Éx 20.14). La razón es simple: el matrimonio constituye el fundamento de la sociedad y viene acompañado de la responsabilidad de criar a los hijos. Las relaciones extramatrimoniales fortuitas no sólo ponen en peligro el matrimonio, sino destruyen los sentimientos paternales y maternales por los hijos, y opacan los vínculos familiares.
La fornicación es sexo entre dos personas que no están casadas. El apóstol Pablo dijo que ello constituye un pecado contra el cuerpo. Recomienda a los cristianos huir de la fornicación como un pecado contra Dios y nosotros mismos, porque el cuerpo de los creyentes es el templo del Espíritu Santo (1 Co 6.18, 19). Pablo dice que si un creyente une su cuerpo al de una ramera (o alguien inmoral) está uniendo a Jesucristo con esa persona (1 Co 6.15, 16).
Es muy importante saber que ni los fornicarios ni los adúlteros entrarán en el Reino de los cielos (1 Co 6.9, 10). En el mundo de hoy, el término fornicación se usa raramente y las inmoralidades entre personas no casadas son comúnmente aceptadas como parte del estilo moderno de vida. Pero la inmoralidad, aunque algo corriente, es un pecado que privará a millones de la salvación, a menos que se arrepientan.
Hablemos ahora sobre el punto de vista cristiano sobre la infidelidad
en los matrimonios. Está claro que Dios nos hizo de dos en dos y que se
supone que debemos permanecer fieles a nuestr@s espos@s.
Pero, ¿qué debe hacer si su espos@ ha sido infiel? si usted sospecha
que su espos@ le ha infiel, vaya a la ayuda de Dios. Pídale a Dios que
llene su corazón de bondad amorosa y la compasión por su espos@ que
accidentalmente pisó la tierra de tinieblas y necesita que le muestres
el camino de regreso.
Usted tendrá que ser la luz en la oscuridad que le guiará de vuelta
al perdón y la fe en Dios. Orar al Señor que le guíe en estos tiempos
difíciles.
En primer lugar es necesario considerar la posibilidad de que su
espos@ podría ser inocente. ¿Tiene pruebas sólidas para apoyar su
creencia de que él/ella está engañando a usted? Si lo hace, recopile
informacion y luego enfrente a su pareja. Cuando se enfrentas a su
pareja, asegúrese de que usted no parece estar enojado o frustrado.
Es difícil mantener la calma cuando se habla de todo esto, pero lo
mejor para mantener la calma es no ser abusivo. Recuerden que nuestro
Señor, Jesucristo, nos llama a perdonar. Recuerda la parábola del siervo
despiadado de Mateo 18:18-35. Deja que tu ira interna se apagara por el
Espíritu Santo.
Si en la presentación de pruebas, su cónyuge se traslada a hacer una
confesión, sé amable con él. Muéstrele que usted es siempre amoros@ y
misericordios@ como el Señor te ha enseñado a ser.
También le dice que aunque su comportamiento se le perdona, él/ella
tendrá que demostrar su amor a usted una vez más, sólo entonces serán
capaces de confiar en él/ella.
El viaje de vuelta a amar a la confianza y el entendimiento será
difícil decir lo mimo. Él/ella tendrá que recuperar su confianza que no
será fácil, porque usted recordará que ha traicionado su confianza en
el pasado. Orar por la fuerza del Espíritu Santo.
Pídale al Señor que le guiará hacia una mayor comprensión y
compasión. Usted tendrá que dejar de lado el pasado, duele cada paso del
camino y le dará la oportunidad de ganar su afecto una vez más.
Cuidar de él/ella durante un par de meses. Si usted ve que ha
cambiado para mejor, darle otra oportunidad de una vida matrimonial
feliz. Si él/ella no cambia, usted sabrá que a pesar de que profesa ser
un cristiano, no ha aceptado a Jesús en su corazón. Recuerde lo que dice
el buen libro sobre el problema.
“Pero a los demás yo digo, no el Señor, que si algún hermano tiene
mujer que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, no la
abandone. Y si una mujer tiene un marido infiel y presta su
consentimiento para que vivir con ella, ella no debe enviar a su esposo
porque el marido no creyente queda santificado por su mujer, y la mujer
no creyente queda santificada por el marido creyente;. de otra manera
vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos Sin
embargo, si el no creyente.
Se separa, que lo deje, el hermano o la hermana no está sujeto a
servidumbre en semejante caso, sino que Dios nos ha llamado a la paz
“. Corintios 7:12-15
La traición es siempre una experiencia muy dolorosa, lo que podría
llevar a un comportamiento desconsiderado. Trate de no tomar decisiones
equivocadas en su vida.
¿Qué dice la Biblia acerca del divorcio y el segundo casamiento?
En primer lugar, no importa el punto de vista que tome en el asunto del divorcio, es importante recordar las palabras de la Biblia de Malaquías 2:16ª: “Yo aborrezco el divorcio –dice el SEÑOR Dios de Israel”. De acuerdo con la Biblia, el plan de Dios es que el matrimonio sea un compromiso de toda la vida. “Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” (Mateo 19:6 NVI). Sin embargo, Dios comprende que el divorcio va a ocurrir, debido a que un matrimonio involucra a dos seres humanos pecadores. En el Antiguo Testamento Dios estableció algunas leyes, a fin de proteger los derechos de los divorciados, especialmente de las mujeres (Deuteronomio 24:1-4). Jesús señaló que aquellas leyes fueron dadas a causa de la dureza de los corazones de la gente, más no porque fueran el deseo de Dios (Mateo 19:8).
La controversia de si el divorcio y el segundo casamiento son permitidos de acuerdo con la Biblia, gira principalmente alrededor de las palabras de Jesús en Mateo 5:32 y 19:9. La frase “excepto en caso de infidelidad conyugal” es lo único en la Escritura, que posiblemente da el permiso de Dios para el divorcio. Muchos intérpretes entienden esta “cláusula de excepción” como refiriéndose a “infidelidad conyugal” durante el período de “desposorio”. En la costumbre judía, un hombre y una mujer se consideraban casados, aún mientras todavía estaban comprometidos, es decir, “prometidos”. La inmoralidad durante este período de “desposorio” debería entonces ser la única razón válida para un divorcio.
Sin embargo, la palabra griega traducida como “infidelidad conyugal” es una palabra que puede significar cualquier forma de inmoralidad sexual. Esto puede significar fornicación, prostitución, adulterio, etc. Posiblemente Jesús está diciendo que el divorcio es lícito, si se comete inmoralidad sexual. Las relaciones sexuales como tales son una parte integral del vínculo marital “y serán una sola carne” (Génesis 2:24; Mateo 19:5; Efesios 5:31). Por tanto, una ruptura de ese vínculo, por medio de relaciones sexuales fuera del matrimonio, debería ser una razón lícita para el divorcio. Si es así, Jesús también tiene en mente el segundo matrimonio en este pasaje. La frase “y se casa con otra” (Mateo 19:9) indica que el divorcio y el segundo casamiento son permitidos en una instancia de la cláusula de excepción, sea como sea interpretada. Es importante notar que solamente a la parte inocente se le permite volver a casarse. Aunque esto no está indicado en el texto, la concesión del segundo casamiento después de un divorcio, es la misericordia de Dios para aquel contra el que se ha cometido pecado, no para el que ha cometido inmoralidad sexual. Puede haber instancias donde a la “parte culpable” se le permite volver a casarse – pero tal concepto no es enseñado en este texto.
Algunos entienden 1ª Corintios 7:15 como otra “excepción”, que permite el segundo casamiento si un cónyuge incrédulo se divorcia de un creyente. Sin embargo, el contexto no menciona el segundo casamiento, sino que solamente dice que un creyente no está limitado a continuar un matrimonio, si un cónyuge no creyente quiere abandonarlo. Otros demandan que el abuso a cónyuge o hijo son razones válidas para el divorcio, aunque no están listadas como tales en la Biblia. Aunque éste, bien pudiera ser el caso, nunca es sabio suponer sobre la Palabra de Dios.
Algunas veces, perdidos en la discusión sobre la cláusula de excepción, está el hecho de que lo que quiera que signifique “infidelidad marital”, ésta es un permiso para el divorcio, no un requisito para el mismo. Aún cuando se haya cometido adulterio, una pareja puede por medio de la gracia de Dios aprender a perdonar, y comenzar a reconstruir su matrimonio. Dios nos ha perdonado mucho más. Con seguridad podemos seguir Su ejemplo y aún perdonar el pecado del adulterio (Efesios 4:32). Sin embargo, en muchas instancias, un cónyuge es impenitente y continúa en inmoralidad sexual. Posiblemente ahí es donde Mateo 19:9 puede ser aplicado. Muchos también cuentan demasiado rápido con el segundo casamiento después de un divorcio, cuando el deseo de Dios sería que permanezcan solteros. Algunas veces Dios invita a una persona a permanecer soltera, de manera que su atención no sea dividida (1ª Corintios 7:32-35). El segundo casamiento después de un divorcio puede ser una opción en algunas circunstancias, pero eso no significa que esta es la única opción.
Es doloroso que el índice de divorcio entre los cristianos profesos sea casi tan alto como el del mundo incrédulo. La Biblia deja meridianamente claro que Dios odia el divorcio (Malaquías 2:16) y esa reconciliación y perdón deberían ser las marcas de la vida de un creyente (Lucas 11:4; Efesios 4:32). Sin embargo, Dios reconoce que el divorcio se va a dar aún entre Sus hijos. Un creyente divorciado o vuelto a casar no debería sentirse menos amado por Dios, aún si su divorcio o segundo matrimonio no estuvieran cubiertos bajo la posible cláusula de excepción de Mateo 19:9. Dios a menudo utiliza aún la desobediencia pecaminosa de los cristianos para llevar a cabo una gran cantidad de cosas buenas.
En primer lugar, no importa el punto de vista que tome en el asunto del divorcio, es importante recordar las palabras de la Biblia de Malaquías 2:16ª: “Yo aborrezco el divorcio –dice el SEÑOR Dios de Israel”. De acuerdo con la Biblia, el plan de Dios es que el matrimonio sea un compromiso de toda la vida. “Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” (Mateo 19:6 NVI). Sin embargo, Dios comprende que el divorcio va a ocurrir, debido a que un matrimonio involucra a dos seres humanos pecadores. En el Antiguo Testamento Dios estableció algunas leyes, a fin de proteger los derechos de los divorciados, especialmente de las mujeres (Deuteronomio 24:1-4). Jesús señaló que aquellas leyes fueron dadas a causa de la dureza de los corazones de la gente, más no porque fueran el deseo de Dios (Mateo 19:8).
La controversia de si el divorcio y el segundo casamiento son permitidos de acuerdo con la Biblia, gira principalmente alrededor de las palabras de Jesús en Mateo 5:32 y 19:9. La frase “excepto en caso de infidelidad conyugal” es lo único en la Escritura, que posiblemente da el permiso de Dios para el divorcio. Muchos intérpretes entienden esta “cláusula de excepción” como refiriéndose a “infidelidad conyugal” durante el período de “desposorio”. En la costumbre judía, un hombre y una mujer se consideraban casados, aún mientras todavía estaban comprometidos, es decir, “prometidos”. La inmoralidad durante este período de “desposorio” debería entonces ser la única razón válida para un divorcio.
Sin embargo, la palabra griega traducida como “infidelidad conyugal” es una palabra que puede significar cualquier forma de inmoralidad sexual. Esto puede significar fornicación, prostitución, adulterio, etc. Posiblemente Jesús está diciendo que el divorcio es lícito, si se comete inmoralidad sexual. Las relaciones sexuales como tales son una parte integral del vínculo marital “y serán una sola carne” (Génesis 2:24; Mateo 19:5; Efesios 5:31). Por tanto, una ruptura de ese vínculo, por medio de relaciones sexuales fuera del matrimonio, debería ser una razón lícita para el divorcio. Si es así, Jesús también tiene en mente el segundo matrimonio en este pasaje. La frase “y se casa con otra” (Mateo 19:9) indica que el divorcio y el segundo casamiento son permitidos en una instancia de la cláusula de excepción, sea como sea interpretada. Es importante notar que solamente a la parte inocente se le permite volver a casarse. Aunque esto no está indicado en el texto, la concesión del segundo casamiento después de un divorcio, es la misericordia de Dios para aquel contra el que se ha cometido pecado, no para el que ha cometido inmoralidad sexual. Puede haber instancias donde a la “parte culpable” se le permite volver a casarse – pero tal concepto no es enseñado en este texto.
Algunos entienden 1ª Corintios 7:15 como otra “excepción”, que permite el segundo casamiento si un cónyuge incrédulo se divorcia de un creyente. Sin embargo, el contexto no menciona el segundo casamiento, sino que solamente dice que un creyente no está limitado a continuar un matrimonio, si un cónyuge no creyente quiere abandonarlo. Otros demandan que el abuso a cónyuge o hijo son razones válidas para el divorcio, aunque no están listadas como tales en la Biblia. Aunque éste, bien pudiera ser el caso, nunca es sabio suponer sobre la Palabra de Dios.
Algunas veces, perdidos en la discusión sobre la cláusula de excepción, está el hecho de que lo que quiera que signifique “infidelidad marital”, ésta es un permiso para el divorcio, no un requisito para el mismo. Aún cuando se haya cometido adulterio, una pareja puede por medio de la gracia de Dios aprender a perdonar, y comenzar a reconstruir su matrimonio. Dios nos ha perdonado mucho más. Con seguridad podemos seguir Su ejemplo y aún perdonar el pecado del adulterio (Efesios 4:32). Sin embargo, en muchas instancias, un cónyuge es impenitente y continúa en inmoralidad sexual. Posiblemente ahí es donde Mateo 19:9 puede ser aplicado. Muchos también cuentan demasiado rápido con el segundo casamiento después de un divorcio, cuando el deseo de Dios sería que permanezcan solteros. Algunas veces Dios invita a una persona a permanecer soltera, de manera que su atención no sea dividida (1ª Corintios 7:32-35). El segundo casamiento después de un divorcio puede ser una opción en algunas circunstancias, pero eso no significa que esta es la única opción.
Es doloroso que el índice de divorcio entre los cristianos profesos sea casi tan alto como el del mundo incrédulo. La Biblia deja meridianamente claro que Dios odia el divorcio (Malaquías 2:16) y esa reconciliación y perdón deberían ser las marcas de la vida de un creyente (Lucas 11:4; Efesios 4:32). Sin embargo, Dios reconoce que el divorcio se va a dar aún entre Sus hijos. Un creyente divorciado o vuelto a casar no debería sentirse menos amado por Dios, aún si su divorcio o segundo matrimonio no estuvieran cubiertos bajo la posible cláusula de excepción de Mateo 19:9. Dios a menudo utiliza aún la desobediencia pecaminosa de los cristianos para llevar a cabo una gran cantidad de cosas buenas.
Nos Preguntamos:
"Se debe de perdonar o no??? se puede seguir viviendo con la persona que me engaño???
Es una muy buena pregunta la biblia lo describe como adulterio, y es importante saber que dice la biblia sobre los adúlteros..
Levítico 20.10 "Un hombre que comete adulterio con la esposa de otro hombre, .. el debe ser muerto sin falta"
1Corintios 6.9-10 "Que no saben que los injustos no heredaran el reino del Dios?... No se extravíen ni fornicadores, ni idolatras, ni ADÚLTEROS....."
Éxodo 20.14 "No debes cometer adulterio"
Entonces esos son uno de los tantos versículos donde Jehová nos dice que detesta a las personas adulteras, incluso una infidelidad es un motivo valido ante los ojos de el para divorciarte de tu pareja, aun así tu tienes la desicion de seguir con el, o no hacerlo, la biblia no nos dice que los dejemos, ni que sigamos con ellos, es porque nosotros tenemos la capacidad de tomar desiciones y esta es una, tu y solo tu tienes la desicion de tomarlo o dejarlo...te recomiendo que leeas la biblia, de esta manera es como nosotros escuchamos a Dios, y el nos escucha mediante la oración.
1Corintios 6.9-10 "Que no saben que los injustos no heredaran el reino del Dios?... No se extravíen ni fornicadores, ni idolatras, ni ADÚLTEROS....."
Éxodo 20.14 "No debes cometer adulterio"
Entonces esos son uno de los tantos versículos donde Jehová nos dice que detesta a las personas adulteras, incluso una infidelidad es un motivo valido ante los ojos de el para divorciarte de tu pareja, aun así tu tienes la desicion de seguir con el, o no hacerlo, la biblia no nos dice que los dejemos, ni que sigamos con ellos, es porque nosotros tenemos la capacidad de tomar desiciones y esta es una, tu y solo tu tienes la desicion de tomarlo o dejarlo...te recomiendo que leeas la biblia, de esta manera es como nosotros escuchamos a Dios, y el nos escucha mediante la oración.
El
pecado del Adulterio es tan serio que Dios, en su lista de los 10
principales pecados que el hombre podría cometer, lo incluye. "No
cometerás adulterio".
El adulterio se define, hasta por parte de fuentes no-cristianas, como:
"Ayuntamiento
carnal voluntario entre persona casada y otra de distinto sexo que no
sea su cónyuge" Diccionario de la Real Academia Española.
En
términos amplios a Biblia está de acuerdo con esta definición. Si usted
es casado, y mientras lo está, usted tiene relaciones sexuales con otra
persona, usted está cometiendo adulterio. Sin embargo, el Señor
Jesucristo fue aún más lejos en la definición de lo que representa
Adulterio. "Ustedes han oído que se dijo: 'No cometas adulterio.' Pero
yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha
cometido adulterio con ella en el corazón." Mateo 5: 27
En
otras palabras, adulterio no sólo incluye la comisión carnal del acto
sexual con una persona diferente a su esposo o esposa, sino que usted lo
comete hasta con mirar y desear a una mujer.
En
una ocasión un gran predicador dijo lo siguiente, con respecto al
adulterio:
"Si estando casado, miras a una mujer la primera vez, estás usando el
sentido de la vista. Si la miras una segunda vez, estás permitiendo ser
tentado. Si la miras una tercera vez, haz abierto tu corazón al pecado.
Más allá de esta tercera vez, es definitivamente pecado."
¿Acaso no se permitía el adulterio en el Antiguo Testamento?
¡Categóricamente
no! Dios NUNCA ha permitido que un hombre tenga más de una mujer: su
esposa. Si así no fuera, no se hubiese incluido el expreso mandamiento
de no cometer adulterio. De hecho, Dios, de manera expresa instruye en
su mandamiento que un hombre debe tener una sola esposa. "»No codicies
la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su
esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca.»
Note
que el mandamiento infiere que un hombre tenga una sola esposa, ya que
el mandamiento no dice que no codiciemos "las mujeres" de nuestro
prójimo. ¡No! Expresamente dice que no codiciemos la "esposa" (en
singular) de nuestro prójimo.
En
otro orden de ideas, a Adán se le creó una sola compañera. ¡No varias!
Sin embargo, en pos de que el hombre pudiera procrear y llenar la
tierra, actos que hoy consideramos inmorales, debido a la Ley,
necesariamente tenían que obviarse. Por ejemplo: ¿Con quién creen
ustedes que se casó Caín? Con una hija de Adán y Eva. ¡Con su hermana!
De otra forma, ¿Qué otra forma habría para procrear, si hasta el momento
sólo existían su padre, su madre y sus hermanas.
De
igual manera sucedió cuando los tres hijos de Noé se erradicaron e
lugares diferentes (ver la Tabla de la Naciones en Génesis) después del
Diluvio. Los hijos de Noé, Cam, Sem, y Jafet NECESARIAMENTE debieron
procrear con sus propias hermanas para no permitir la desaparición de la
raza humana. Pues de igual manera, aunque nunca fue la intención de
Dios que esto sucediera (recuerde que esto fue necesario sólo después
del pecado), el hombre, quién tendía a forjar una sociedad
indiscutiblemente machista, tomaba varias mujeres para sí. Especialmente
los hombres de poder, tales como los reyes, (David, Salomón, etc.) y
otros hombres de influencia, tal como Abraham, quién poseía grandes
bienes eran quienes procedían a tomar varias mujeres para sí mismos.
Sin
embargo, las consecuencias de tales pecados son notables. Ver el caso
de David y Betsabé, Salomón y el pecado por sucumbir ante la influencia
de la religión foránea, influenciado por una de sus mujeres. Además ver
el horrible problema causado por el adulterio de Abraham al procrear dos
hijos, de distintas mujeres y el problema que todavía está costando
miles de vidas anualmente entre Israelíes (descendientes del más joven
de esos hijos) y los árabes (descendientes del mayor de esos hijos).
¿Condonaba Dios el adulterio de los hombres de la Biblia?
Por
su puesto que sí. Sin duda alguna. Dios no cambia. Si él no está de
acuerdo ahora, nunca lo estuvo. Sin embargo, existen dos condiciones en
las que los hijos de Dios pueden estar en un momento dado. Usted y yo,
todos nosotros los creyentes, estamos o en obediencia de la voluntad
aceptable de Dios o en la voluntad perfecta de Dios.
Sansón
es un ejemplo ideal sobre este aspecto de la voluntad de Dios. Aunque
Sansón fue ungido con tanta o mayor unción que cualquier otra persona en
el Antiguo Testamento, guiado por su carnalidad, éste fue tras mujeres
de otra fe. Dios continúa llamándole Juez (Sansón fue uno de los Jueces
de Israel), y en el Nuevo Testamento lo identifica como uno de los
Héroes de la Fe. Pero…¿No estuvo Sansón en pecado? Sí. Sansón era un
pecador, como lo soy yo y cada uno de los lectores de esta página de
circulación mundial. Si Dios no renovara su perdón cada día, ninguno
tuviéramos oportunidad de salvación.
En resumen, debemos entender que las condiciones en
ese entonces eran muy diferentes. Estas condiciones no justifican el
pecado que Abraham cometió, ni justifican el pecado que de igual manera
cometieron Salomón y David. Hoy, sin embargo, las cosas han cambiado
mucho y las reglas del juego han sido re-establecidas y re-afirmadas por
el mismo Jesucristo. Mirar con lascivia a una mujer, al igual que
consumar la relación sexual con una mujer ¡o con un hombre! (ya que los
casos de adulterio por parte de hombres casados, con otros hombres, en
vez de lo esperado, con mujeres, se ha convertido en algo común) resulta
en un pecado estrictamente prohibido por Dios.
El Nuevo Testamento no deroga nada. Como ya
establecimos, desde los tiempos del Antiguo Testamento, el adulterio no
era permitido. Lo que Jesús hizo en el Nuevo Testamento fue ampliar
sustancialmente la cobertura de lo que, por definición, consiste en
adulterio. Dios no cambia.
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