... El que tiene este cargo, ha de ser irreprensible, debe ser apto para enseñar; no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
1Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
6Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
8Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
14Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
17Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
22Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 23Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Tweet ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? 1Corintios 3:16
¿No es el tiempo de reedificar el templo de Dios?
Hageo 1:1-11
1 El año segundo del reinado de Darío, en el mes sexto, el primer día del mes, llegó la palabra de YHVH a Zorobabel ben Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué ben Josadac, sumo sacerdote, por medio del profeta Hageo, diciendo: 2 Así ha hablado YHVH Sebaot, diciendo: Este pueblo dice: Aún no es tiempo, el tiempo de reedificar la Casa de YHVH. 3 Entonces llegó palabra de YHVH por medio del profeta Hageo, para decir: 4 ¿Acaso es tiempo de que vosotros, especialmente vosotros, habitéis en casas artesonadas, mientras esta Casa está en ruinas? 5 Pues ahora, así dice YHVH Sebaot: Considerad vuestros caminos: 6 Sembráis mucho y recogéis poco; coméis y no os saciáis; bebéis, pero no a plenitud; os arropáis, pero no entráis en calor; y el asalariado echa su jornal en saco roto. 7 Así dice YHVH Sebaot: Meditad sobre vuestros caminos. 8 Subid a los montes y traed maderos, y reedificad la Casa, y Yo lo aceptaré, y en ella mostraré mi gloria, dice YHVH. 9 Emprendéis mucho, y resulta poco; metéis en la casa, pero Yo lo aviento. ¿Por qué? Dice YHVH Sebaot: Porque mi Casa está en ruinas, mientras cada uno de vosotros se ocupa de su propia casa. 10 Por eso, por causa vuestra, los cielos han retenido la lluvia, y la tierra su cosecha. 11 Y he llamado a la sequía sobre la tierra, y sobre los montes, y sobre el trigo, y sobre el mosto, y sobre el aceite, y sobre todo lo que produce la tierra, y sobre el hombre, y sobre el ganado, y sobre todo trabajo de las manos.