domingo, 30 de agosto de 2015

Saludaos los unos a los otros con beso santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
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¿Cómo reconocer si una iglesia es o no cristiana?

Las características que presentaré a continuación, le ayudarán a entender más, si el lugar en el que Ud. se encuentra congregándose (solo o con su familia) es un lugar verdaderamente cristiano.
En todos los países, en todos los espacios geográficos, cada día aumentan más y más las quejas de personas que se han sentido manipuladas, estafadas, robadas, etc. en iglesias, congregaciones o denominaciones llamadas “cristianas”. Aunque no todas las iglesias llamadas cristianas caerían dentro de lo que sucede a diario, sí existen algunas (en cabeza de sus líderes) que practican tales cosas, y más.
Para saber en qué grado de engaño se encuentra una persona o personas dentro una iglesia llamada “cristiana” debemos entender primeramente el significado de algunos términos, como los siguientes:
  1. Manipulación: Acción y resultado de manipular.
    1. Manipular: Controlar sutilmente a un grupo de personas, o a la sociedad, impidiendo que sus opiniones y actuaciones se desarrollen natural y libremente: ese periódico manipula la opinión pública.
      Es interesante notar que una palabra sinónima de “manipular”, es “adulterar”, la cual significa a su vez, “Falsificar o manipular la verdad”.
  2. Estafa: En derecho, esta palabra significa, “Delito que comete el que, mediante engaño, abuso de confianza o uso de su cargo, se lucra indebidamente”.
  3. Robo: Del verbo robar, el cual, a su vez significa, “Tomar para sí lo ajeno, o hurtar de cualquier modo que sea”.
Si hasta este momento está leyendo el artículo o viendo el vídeo, es posible que haya identificado alguno de los términos anteriores.
Si Ud. se encuentra en una iglesia llamada cristiana, y en ese lugar le impiden “que sus opiniones… se desarrollen natural y libremente”, tenga cuidado. Este podría ser uno de los síntomas de que está en el lugar equivocado. Note además que “manipular” es sinónimo de “falsificar o manipular la verdad”.
En el mundo cristiano, este último significado lo aplicaría a que la verdad, o sea, la Palabra de Dios, está siendo falsificada o manipulada para que esta diga lo que quiere decir para el beneficio de un líder o de una organización o grupo de personas, según sea el caso.
Y robar, es cuando algún líder –cualquiera que sea– toma para él o ella lo que no le pertenece, o le hurta a Ud. de cualquier modo que sea, falsificando o manipulando la verdad del evangelio. Recuerde: No importa si Ud. ha entregado dinero, bienes, tiempo, intelectualidad, etc. “sin que haya sido presionado”. Independientemente, si ese líder –hombre o mujer– ha falsificado o manipulado la verdad del evangelio para obtener algo de Ud., simplemente, lo ha robado. Tan sencilla como suena la palabra.
Permítame por favor, anotar las siguientes palabras que son precisas para este tema que estamos tratando:
  • “En este tiempo tenemos un escuadrón de arriesgados a quienes Dios ha fortalecido sus rostros  para articular acorde a la Justicia, verdad y equidad no seamos de los que prefieren comodidades de riquezas obtenidas con hechicería dado que la manipulación es HECHICERIA.
    No es cosa común volvernos a un estilo de vida donde evidenciemos que contamos con el favor de Dios, no por los bienes obtenidos, sino por un actuar honesto donde hacemos valer nuestra palabra y somos hijos de Dios, por la rectitud empleada en todo momento”. Jorge Hernández
Pero, ¿cómo podría saber una persona si está o no en un culto cristiano? ¿Existen algunas características que nos ayudarían a identificar un verdadero culto cristiano de uno falso? ¿Y cuáles podrían ser algunas de esas características? A muchas personas no les gusta preguntarle a alguien si es o no cristiano. Si lograra obtener una respuesta afirmativa, ¿cómo lo identificaría como un “cristiano”?

1. Quienes son verdaderos cristianos

Hoy día, existen muchas personas miembros de grupos no cristianos que se llaman, irónicamente, “cristianos”. Pero esto, es fácil de identificar.
Un cristiano es, obviamente, un seguidor de Cristo. Y un seguidor de Cristo, es discípulo de Cristo. Alguien que cree en TODO lo que Cristo ha dicho y hecho en Su Palabra. Un cristiano es alguien que también imita el carácter de Cristo. Si una persona, que se dice ser “cristiana” sólo cree en Él como un “hombre perfecto”; un “hombre bueno”; un “hombre que hizo muchos milagros”, un “hombre misericordioso”, o un simpe “profeta”, pero NO cree en TODAS las palabras que Él dijo, pues esa persona NO es un cristiano. Generalmente hago este tipo de preguntas a una persona que me dice que es “cristiano”.
Veamos algunos ejemplos:
  • ¿Quién es la verdad?
    • Un culto no cristiano, nunca reconocerá que Jesús es la verdad. Al contrario. Afirmarán que la verdad única es la que ellos enseñan. Además, su iglesia, organización o líder (sea hombre o mujer), es la que tiene la verdad, y si Ud. no se une a ellos, estará perdido por la eternidad. Pero, ¿qué dice Jesús?
      • Juan 14:6: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la VERDAD, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
        • Si Jesús dice que Él es la VERDAD, entonces todos los líderes, grupos cristianos o no cristianos, están diciendo mentiras. La única VERDAD es el Señor. No puede haber contradicción. La verdad no se representa por un líder –hombre o mujer– mortal, por una iglesia u organización. La verdad la representa la Palabra del Señor, Dios mismo, el cual, se encarnó en la persona de Jesucristo.
  • ¿Quién es el único mediador?
    • 1ª Timoteo 2:5: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.
      • Los cristianos, SÓLO necesitan a Jesús para llegar a Dios. El grupo o persona que afirma que necesita a alguien más o algo más para llegar a Dios o al mismo Jesús, está mintiendo.
  • ¿Quién nos perdonó y por medio de quién lo hizo?
    • Romanos 3:23-26: “Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. 24 Sin embargo, con una bondad que no merecemos, Dios nos declara justos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados. 25 Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el pasado, 26 porque miraba hacia el futuro y de ese modo los incluiría en lo que llevaría a cabo en el tiempo presente. Dios hizo todo eso para demostrar su justicia, porque él mismo es justo e imparcial, y declara a los pecadores justos a sus ojos cuando ellos creen en Jesús”.
      • Aquellos líderes que le piden a sus miembros hacer “obras” para que Dios pueda perdonarles sus pecados, están mintiendo también. El cristiano verdadero ya ha sido liberado del castigo eterno de nuestros pecados, delante de Dios por medio de Jesús. Quienes les dicen a sus miembros que deben hacer “obras” para conseguir la justicia de Dios, o para sostener una salvación, son, simplemente mentirosos. La Palabra enseña lo contrario.
  • ¿Quién dice que Él y el Padre son uno?
    • Juan 10:30, registra las palabras de Jesús: “Yo y el Padre uno somos” (Énfasis añadido).
Y así, podría seguir. Pero por lo pronto le pregunto: ¿Tiene Ud. al verdadero Jesús? ¿Tienen los miembros de su organización o iglesia, o congregación al verdadero Jesús? Lo que piensan sus “hermanos” acerca de Jesús es demasiado importante para saber si Ud. está o no en el lugar equivocado. Si no apoyan la simple doctrina de quién es Jesús presentada anteriormente, mi consejo es: Salga de ese lugar. Esas personas no tienen al verdadero Jesús.

2. Cuáles son las doctrinas fundamentales de su iglesia, grupo u organización


Es interesante ver cómo un gran porcentaje (diría casi un 90%) de miembros de una iglesia, grupo u organización NO tienen la más mínima idea de lo que sus organizaciones piensan o en lo que creen. Conocerlo después, puede ser demasiado tarde. Recuerde que la eternidad es demasiado tiempo para estar equivocado. Toda iglesia, grupo u organización, tiene que tener por escrito las cosas en las que ellos creen; y si tienen alguna clase de aprobación por los entes de control de sus respectivos países, es porque tuvieron que presentar por escrito lo que piensan, ya sea, en forma de estatutos, reglamentos u ordenanzas.
Ahora bien, en estos estatutos, deberán establecer las doctrinas fundamentales de la fe cristiana (en caso de que sean verdaderamente cristianos). El saber si estas organizaciones sí creen en las doctrinas fundamentales de la fe cristiana, le ayudará a reconocer si Ud. está o no en el lugar equivocado. No le de miedo preguntar si estas personas creen o no en esas doctrinas (las cuales enumeraré en un momento.) Total, si no le permiten hacer estas preguntas, entonces, lo estarán controlando. Y lo mejor, es salir de ese lugar. Pero si Ud. pregunta, y comprueba que efectivamente sí tienen estas doctrinas fundamentales, esto, le dará algo más de confianza. Si no apoyan las siguientes doctrinas, podremos decir –una vez más– que está en el lugar equivocado.
Generalmente las doctrinas fundamentales se encuentran en la declaración de fe de una iglesia, grupo u organización. Si no ve estas doctrinas exhibidas en algún lugar dentro de la iglesia, pregunte por ellas, ya que estas doctrinas deberían (como afirmé anteriormente), encontrarse en los estatutos de esa iglesia, grupo u organización. Recuerde además, que los estatutos del lugar donde se congrega NO son privados. Son públicos y deben darse a conocer a todos y cada uno de los miembros de la iglesia o a las personas que tengan intención de adherirse a ese lugar. Si le responden que Ud. no es miembro de ese lugar y que no tiene derecho a leer los estatutos de ellos, tenga cuidado. Mi consejo particular es: Salga de ese lugar. Repito: el acceso a esos documentos NO es privado.
  1. La Biblia es la inspirada Palabra de Dios y es la autoridad final en todo lo que trata. Los grupos verdaderamente cristianos NO cuentan con otros libros supuestamente “inspirados” o “revelados”. Un verdadero culto cristiano SÓLO cuenta con la Biblia. Repito: Sólo tiene la Biblia, ya que esta, es suficiente y autoridad final en todo lo que trata.
  2. Hay un solo y único Dios en toda la existencia y en todo tiempo.
  3. La doctrina de la Trinidad que afirma que hay un solo Dios en tres Personas, eternales y distintivas. Y estas tres personas son: Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo. Tres Personas distintas, pero un solo Dios verdadero.
  4. Que Jesús nació de la virgen María y que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
  5. La Deidad de Cristo: Jesús es tanto divino como humano y que todavía, como mediador, es un hombre.
  6. Que Jesús murió en la cruz y resucitó de entre los muertos con el mismo cuerpo con que murió; pero en un cuerpo glorificado.
  7. Que la salvación es por gracia por la sola fe; no por fe + bautismo; tampoco por fe + obras.
Los cultos no cristianos rechazarán todos o casi todos los puntos antes enumerados. Tenga cuidado.

3. Dinero

Este es el tema más difícil en todos los cultos cristianos o no cristianos. Un verdadero culto cristiano nunca exigirá ni el pago de diezmos, ni el pago de ofrendas. Tampoco exigirá o pedirá a sus miembros que por “módicas sumas” adquieran el material que necesitan para “evangelizar”. Una organización realmente cristiana tampoco contratará a sus miembros para que trabajen de gratis en sus organizaciones, mientras unos cuantos se lucran económicamente.
El diezmo –y regresando al tema del dinero– es del Antiguo Testamento. Aunque el mismo Señor lo menciona en el Nuevo Testamento, Él NUNCA lo hizo con referencia a los gentiles. Siempre le habló a Su pueblo, a Su nación Israel. De hecho, la ofrenda tampoco es obligatoria.
Quisiera saber, ¿en dónde encajan los gentiles en estas palabras dada por Jesús sólo a los judíos acerca del diezmo para la nación de Israel?
  • Lucas 11:42: “Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello”.
Solo para ilustrar otro punto. Cuando su líder supuestamente “cristiano” le dice que traiga los diezmos al alfolí, y tiene una simple caja de madera con una ranura para depositar el dinero; simplemente, lo está robando. Porque esa caja, no es un alfolí. ¿Sabe Ud. lo que es el alfolí? En el concepto bíblico, el alfolí era una especie de receptáculo o granero que se usaba para que el pueblo de Israel depositara sus ofrendas y diezmos de todas sus cosechas.

4. Siembra

La famosa “siembra” no es bíblica. Y menos, la “siembra” de dinero. Las veces que la Palabra de Dios menciona “siembra”, se refiere –particularmente en el Nuevo Testamento– a Su Palabra. Nunca de dinero.
Si en una iglesia, congregación u organización le hablan de “siembra”, mi consejo es el mismo: Salga de ese lugar.
Un cristiano, tampoco le “siembra” a otro cristiano. Y menos le “siembra” dinero. Si su líder le menciona a Ud., o los secuaces del líder le mencionan que su pastor o pastora tiene una necesidad de cambiar su carro o su apartamento o casa, o que tiene necesidad de un “mercadito”, y que Ud. al sembrar en él o ella recibirá el 100% o el 70% o el 30% porque es su obligación debido al esfuerzo que ellos hicieron al sembrar en Ud. ¡¡ojo con eso!! Eso es del diablo. Eso no proviene de Dios.
Si un pastor le dice que si “siembra” en tal o cual ONG y que recibirá de parte de Dios el doble o el triple, no sea tonto. No se deje engañar. Piense en lo siguiente. Dentro del marco legal de las finanzas, los únicos que dan dividendo son los bancos, o las acciones en una empresa; o dinero a término fijo; pero NUNCA le pagarán más de lo que ha estipulado el gobierno en la tasa de interés para los casos anteriores. Todo lo que no esté contenido dentro de ese marco legal es, simplemente ilegal. Y si Ud. lo hace, es tan bandido como el que lo invitó a hacerlo. Si Ud. cree en las palabras de un determinado pastor, es, o un iluso o es una persona ambiciosa. Mejor busque una pirámide. O prepárese a perder su dinero. Pero por favor, no se lamente después. Si encuentra en la Biblia un ejemplo de un pastor o anciano con el toque de Midas (o sea, que todo lo que tocaba lo convertía en oro), recogeré mis palabras. Pero si lo escucha de un pastor o de una pastora, mi consejo es el mismo: Salga de ese lugar. Está en medio de lobos.
  • Mateo 13:37: “Jesús les dijo: «El que siembra la buena semilla de trigo soy yo, el Hijo del hombre. (Traducción en lenguaje actual – TLA).
  • Marcos 4:14: “El sembrador es el que siembra la palabra”.
El sembrador, es entonces, la persona que siembra la palabra. No la que “siembra” el dinero. Y en este y en todos los casos, es el Señor quien siembra la palabra cuando nosotros la predicamos.
Note lo que la Palabra nos advierte acerca de la avaricia:
  • Colosenses 3:5: "Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría".
  • Hebreos 13:5: "Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré" (Énfasis añadidios).

5. Pactos

Esta es otra manera de cómo los lobos vestidos de ovejas les roban a los incautos. Dios hizo dos pactos: El del Antiguo y el del Nuevo Testamento. Este último lo selló con la sangre de Su Hijo, la cual fue suficiente para obtener todo lo que un hijo de Dios necesita. Y en ambos casos Dios fue quien inició estos pactos. NUNCA estos pactos fueron iniciativa del hombre. ¿Qué le hace a Ud. pensar que una criatura –así sea llamada hijo de Dios por la adopción– va a presentar ante Dios un dinero para pactar por la salvación de un miembro de su familia, una enfermedad, una casa, un carro o la beca? Entonces, ¡¡Ud. es un ignorante de las Escrituras!! ¿Ud. cree que Dios puede ser comprado por una ofrenda de dinero cuando ya la ofrenda de sangre fue presentada para perdón de pecados, y que por eso tenemos todas las bendiciones tanto las del cielo como las de la tierra?
  • Lucas 22:20: “De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”.
  • 2ª Corintios 3:6: “el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica”.
  • Hebreos 8:6: “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas”.
Si este nuevo pacto es establecido “sobre mejores promesas”, cualquier pacto que Ud. pretenda hacer de propia iniciativa, es decirle a Dios, que lo que Él hizo NO fue suficiente para Ud. o su familia; por lo tanto, se convierte en un incrédulo. Tal cual.

6. Profecías

¿Está asistiendo a una iglesia donde de entrada y sin conocerlo le dan “profecía” a sus oídos o a viva voz? Permítame decirle que eso NO es bíblico. Ni en el tabernáculo, ni en el templo en Israel, ni en las sinagogas o en las iglesias del Nuevo Testamento, los “hermanitos” o “hermanitas” se paraban en las puertas de acceso a esos lugares a “darles profecía” a los que llegaban. Pregunte por la base bíblica de esa abominable y maldita mentira de algunos cultos y líderes mal llamados cristianos.
Si hoy en día se aplicara la Ley como en el Antiguo Testamento, estos mal llamados “profetas” debían morir apedreados:
  • Deuteronomio 18:20-22: »Si aparece alguno que diga traer un mensaje de parte de Dios, y que en realidad no haya sido enviado por él, deberán matarlo. Lo mismo deberán hacer con cualquier profeta que aparezca con mensajes de otros dioses. 21 »Ahora bien, si ustedes se preguntan cómo saber si una persona trae o no un mensaje de parte de Dios, sigan este consejo: 22 Si el profeta anuncia algo y no sucede lo que dijo, será señal de que Dios no lo envió. Ese profeta no es más que un orgulloso que habla por su propia cuenta, y ustedes no deberán tenerle miedo» (Traducción en lenguaje actual – TLA).
Y finalmente,

7. La disciplina

¿Conoce Ud. los estatutos del lugar donde se está congregando? ¿Sabe Ud. cómo aplican la disciplina bíblica, si es que la aplican? A través de nuestra página recibimos correos de personas que preguntan sobre el tema de la disciplina cuando un hermano o hermana cae en pecado repetitivo. Pero cuando les pregunto, ¿qué dicen los estatutos de la iglesia? No saben nada de esos estatutos. Es más, desconocen que en los estatutos se debería mencionar el tema de la disciplina.
¿Y qué hemos visto? Casos de disciplinas que no tienen nada qué ver las Escrituras. Son sólo normas de hombres. Note Ud. cómo en las iglesias cristianas se puede aplicar una disciplina de conveniencia: Al Pastor que cayó en adulterio, lo disciplinan un año enviándolo a ser restaurado a un lugar paradisiaco; (con todos los gastos pagos por la congregación), y al hermano que fue acusado de “rebelión”, lo sientan por dos años y le quitan todos los privilegios, incluida la cena del Señor.
¿Qué hacer en un caso de disciplina? Ante todo compare los estatutos de la iglesia con el concepto bíblico de disciplina. Y si ve que esos estatutos van en contra de lo que enseña la Escritura, hable con el pastor, con la junta o con quien esté a cargo de la iglesia, pero por favor, no se quede callado. Si lo hace también está cometiendo pecado.

CONCLUSIÓN

Los anteriores puntos, son solo algunos de los tantos problemas que se presentan en las congregaciones llamadas cristianas. Más adelante ampliaremos cada uno de los temas, profundizando en las Escrituras lo que se debe y lo que no se debe hacer.
Tristemente, muchos que se llaman "cristianos", que creeríamos que aman verdaderamente al Señor, son sometidos, volviéndose dependientes de simples mortales que se llaman a sí mismos “pastores”, porque NO tienen conocimiento de Dios.
  • 2ª Corintios 4:6: Cuando Dios creó el mundo, dijo: «Que brille la luz donde ahora hay oscuridad». Y cuando nos permitió entender la buena noticia, también iluminó nuestro entendimiento, para que por medio de Cristo conociéramos la grandeza de Dios. (Traducción en lenguaje actual – TLA).
¿Conoce Ud. la grandeza de Dios por el único medio que nos mostró en Jesucristo? ¿O cree Ud. que es su pastor, pastora u organización quien le dará conocer esa grandeza? Si así lo cree, recuerde una vez más: La eternidad es demasiado tiempo para estar perdido.
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sábado, 29 de agosto de 2015

Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios... No cometerás adulterio.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
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Adulterio

¿Te es lícito adulterar?


  ¿Está usted sufriendo la agonía del adulterio? ¿Ha cambiado su vida para siempre debido a que cayó en esa trampa infiel? El matrimonio es idea de Dios y él requiere un compromiso para toda la vida. Según lo que dice en su palabra, Dios castiga a todos aquellos que rompen el pacto matrimonial. Las dolorosas consecuencias del adulterio se muestran gráficamente en la historia del hombre infiel más famoso de la historia, el rey David. Pero el hecho de que David sea recordado como el hombre “conforme al corazón de Dios” (1 Samuel 13:14), demuestra que Dios puede restaurar por completo a una persona aun después de pecar tan gravemente. No obstante, David tuvo que pagar las consecuencias de su desobediencia por el resto de su vida, mismas que se manifestaron en crímenes en la familia, una rebelión política, violencia y muerte.

“Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios”.
(Hebreos 13:4)


  I.      DEFINICIONES

  Los que traspasan las barreras de la fidelidad y cometen adulterio, suponen que nunca serán descubiertos o que la infidelidad no es tan grave. Pero no saben que cosecharán dolorosas consecuencias. Esta misma actitud fue la que mostró el rey más famoso de Israel. David envió a su ejército a la batalla mientras él permanecía en casa. Una tarde de primavera, mientras se paseaba por la terraza de su palacio, observó que una hermosa mujer se estaba bañando en el terrado de una de las casas vecinas. Indagó su nombre y supo que se llamaba Betsabé, y que era esposa de Urías el heteo, uno de los mejores soldados de David (2 Samuel 23:39), quien en ese momento se encontraba en batalla, luchando por su rey. David envió unos mensajeros hasta la casa de ella, “y la tomó… y durmió con ella”; después ella regresó a su casa. Pasado algún tiempo, Betsabé envió a decir a David que estaba encinta. La espiral descendente que inició el rey es una evidencia contundente de que sin duda alguna, los adúlteros cosechan lo que siembran.

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.
(Gálatas 6:7)


    A.      ¿Qué es adulterio?

         •      Es el acto de tener relaciones sexuales con una persona que no es el cónyuge legal. Espiritualmente significa apostatar de la fe o descarriarse del pacto con Dios.
         •      La palabra adulterio viene del latín ad, que significa “a” y alter, que quiere decir “otro” o “diferente” (es decir, “cambiar”, o “modificar”)
       •      En la Biblia, la primera mención del adulterio es la palabra hebrea naaph y aparece en los diez mandamientos.

No cometerás adulterio.
(Éxodo 20:14)

  PREGUNTA:
  “ME SIENTO ATRAÍDA POR ALGUIEN QUE NO ES MI ESPOSO. ¿QUE PUEDO HACER PARA SEGUIR SIENDO FIEL A MI MARIDO?”
  RESPUESTA:
  En el mismo instante en que sienta que sus emociones la quieren separar de su esposo para andar con otra persona, conscientemente diríjalas de vuelta a su marido. Recuerde que las barreras que están puestas en las carreteras de montaña se diseñaron para obligarnos a mantenernos dentro de la cinta asfáltica y para que manejemos con seguridad. Ellas impiden que nos salgamos del pavimento y nos precipitemos hacia la destrucción. De la misma manera mantenga a salvo sus emociones para evitar caer en el precipicio de una aventura adúltera.

  Haga la siguiente oración: “Señor, no permitas que mi mente se descarríe. Yo deseo protegerla. Me concentraré en ser fiel a mi compromiso matrimonial, a mi compañero, y a mi Salvador. Te lo pido en su nombre y en su fuerza. Amén”.
  “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”. (2 Corintios 5:14–15)


    B.      ¿Qué significa adulterar?

      •      Adulterar es corromper o degradar.
      •      Adulterar es cambiar la naturaleza de alguna cosa añadiéndole una sustancia extraña para contaminarla o hacerla de calidad inferior.
      •      Adulterar sexualmente significa involucrarse en cualquier actividad sexual impura.

“Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos”
(Efesios 5:3)

  PREGUNTA:
  “¿CÓMO DEBO ORAR POR MI ESPOSO QUE ME HA ABANDONADO Y TIENE UNA RELACIÓN ADÚLTERA?”
  RESPUESTA:


  Su esposo debe reconocer su pecado y ver la necesidad de dejar ese estilo de vida pecaminoso y empezar a vivir en forma sacrificial, lo cual trae gloria a Dios. En vez de pedir que Dios lo bendiga, pida que él le detenga sus bendiciones hasta que se arrepienta. Pida que su esposo se sienta infeliz… que sienta tal remordimiento y culpabilidad en su corazón, que se aleje de los brazos de esa otra mujer y regrese a los brazos de Dios. Pida al Señor que lo haga sentirse tan mal como sea necesario para hacer que regrese al buen sentido y caiga de rodillas delante de él.

  “Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó. Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”. (2 Corintios 7:8–10)

    C.      ¿Qué es fornicación?

      •      En general:
    Fornicación es una palabra muy amplia que abarca cualquier inmoralidad sexual, incluyendo el adulterio y los actos pornográficos. La palabra griega porneia, de la que se deriva pornografía, a menudo se traduce en la Biblia como “fornicación”.
      •      Específicamente:
    Fornicación es el acto sexual entre un soltero y otra persona.
      •      Espiritualmente:
    Fornicación puede usarse en forma metafórica para referirse a la mezcla de la idolatría pagana con el cristianismo.

“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”.
(1 Corintios 6:18)

  PREGUNTA:
  “¿CÓMO SABER SI DEBO VOLVER A CASARME CON MI EX MARIDO? ÉL TUVO MUCHAS RELACIONES ADÚLTERAS MIENTRAS ESTUVIMOS CASADOS, PERO AHORA QUIERE VOLVER CONMIGO”.
  RESPUESTA:
  ¿Qué le hace pensar que puede confiar en él ahora, cuando no pudo confiar en él en el pasado? El pasado predice el futuro. A menos que algo drástico suceda, los patrones negativos rara vez cambian.
  Ciertamente el Señor puede cambiar a cualquier persona que esté dispuesta a entregarle el control total de su vida. Dios desea la reconciliación, pero se necesitan dos personas para lograrla. Hasta que usted esté totalmente convencida tanto por las actitudes como por las acciones de su esposo de que en efecto ha cambiado, no le abra las puertas de su casa, ni le permita que vea a sus hijos, ni que vuelva a entrar a su corazón o a su recámara. Usted necesita razones de peso para creer que él es una persona confiable y que está dispuesto y listo para cumplir su compromiso matrimonial. Hay algunos indicadores clave que pueden ayudarle a reconocer si su esposo ha cambiado en realidad:
    •      ¿Acepta la responsabilidad de su comportamiento?
    •      ¿En verdad se ha arrepentido?
    •      ¿Ha buscado ayuda profesional para entender su conducta infiel?
    •      ¿Está firmemente decidido a cumplir con el voto matrimonial?
    •      ¿Le muestra respeto a usted aunque usted no esté convencida?
    •      ¿Le muestra consideración en forma consistente?
    •      ¿Le ama a usted sacrificialmente, no sólo física o emocionalmente?
      “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” (1 Pedro 3:7)
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viernes, 28 de agosto de 2015

Juan, a la verdad, bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo después de no muchos días

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




 
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Preparemos sermones Expositivos
Los Hechos de los apóstoles
Hechos 1:1-5

Promesa acerca del Espíritu Santo
1 En el primer relato  escribí, oh Teófilo,  acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, 2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido. 3 A éstos también se presentó vivo, después de haber padecido, con muchas pruebas convincentes. Durante cuarenta días se hacía visible a ellos y les hablaba acerca del reino de Dios. 4 Y estando juntos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen el cumplimiento de la promesa  del Padre, "de la cual me oísteis hablar; 5 porque Juan, a la verdad, bautizó en  agua,  pero vosotros seréis bautizados en  el Espíritu Santo después de no muchos días." 


LOS HECHOS de los APÓSTOLES

Introducción

A. IMPORTANCIA

El Libro de los Hechos tiene un lugar único en el Nuevo Testamento. Constituye el eslabón lógico entre los Evangelios y las Epístolas. Uno tendría mucha dificultad para leer y comprender las Epístolas de Pablo sin el fondo provisto por Los Hechos. Dos o tres ejemplos en 1 Tesalonicenses ilustrarán pronto el asunto. Pablo dice que él y su compañero habían “antes padecido y sido ultrajados en Filipos” (1 Ts. 2:2). Hechos 16:19–24 describe el trato vergonzoso. 

En otra ocasión Pablo escribe: “Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas y enviamos a Timoteo… para confirmaros” (1 Ts. 3:1–2). Al leer Los Hechos descubrimos que Timoteo se unió al grupo en Listra en el segundo viaje misionero de Pablo (Hch. 16:1–3). También leemos en el capítulo 17 cómo Pablo fue forzado a abandonar Tesalónica y Berea por causa de la persecución de los judíos y se fue a Atenas. De allí volvió a enviar a Timoteo a Tesalónica. 

El Libro de los Hechos nos da asimismo el marco histórico para las epístolas paulinas (con excepción de las pastorales). Es la primera historia escrita de la iglesia, aunque sólo cubre un período de 30 años (30–61 ó 62 D.C.).


B. AUTOR

La voz universal de la iglesia primitiva declara que Hechos fue escrito por Lucas. Esto es especialmente significativo porque Lucas sólo se menciona tres veces en el Nuevo Testamento. Era común en la segunda y tercera centurias atribuir evangelios apócrifos, Los Hechos y varias epístolas a diversos apóstoles, pero no a un hombre desconocido. Esto es por sí solo un argumento fuerte en favor de atribuirle la paternidad literaria del Libro de los Hechos a Lucas.

Las tres referencias a Lucas están en las epístolas paulinas. En Filemón 24, Pablo incluye a Lucas en la lista de sus colaboradores. En Colosenses 4:14 habla de él, “como Lucas el médico amado” y en 2 Timoteo 4:11, escribe: “Sólo Lucas está conmigo.” Estas Escrituras demuestran que Lucas era compañero de Pablo, que era médico y que sólo él estaba con Pablo al finalizar sus días, probablemente atendiéndole como médico. La evidencia externa de que Lucas es el autor es adecuada. 

Grant escribe acerca del testimonio de Ireneo sobre Los Hechos en la primera parte de la segunda centuria: “No sólo usó, sino que proveyó la prueba clásica de que fue escrito por Lucas; la detallada información dada en los pasajes en que el sujeto es ‘nosotros’ (Hch. 16:9–18; 20:5–21:18; 27:1–28:16) indican que fue escrito por un compañero de Pablo que fue con él a Roma; este compañero tiene que haber sido Lucas, prisionero con Pablo en Roma (Col. 4:14) y más tarde (2 Ti. 4:11).” El Fragmento Muratorio (ca. 200 D.C.) dice:

  Además, los hechos de todos los apóstoles fueron escritos en un libro. Lucas los condensó para el más excelente Teófilo, porque los eventos individuales sucedieron en su presencia—como claramente lo demuestra omitiendo la pasión de Pedro, tanto como la partida de Pablo cuando este último salió de la ciudad [de Roma] para ir a España.

La evidencia interna, aunque no tan definida, es fuerte. Su punto básico nos lo da Ireneo, como ya hemos visto. Los pasajes en que el sujeto es nos (o nosotros) prueban que el autor de Los Hechos era compañero de Pablo. Existe un acuerdo casi universal entre los eruditos del Nuevo Testamento de que estos pasajes muestran tal unidad de estilo y de lenguaje como para indicar que la totalidad del libro fue evidentemente escrito por la misma persona. De los compañeros de Pablo mencionados con mayor preeminencia en sus epístolas, sólo faltan dos que no están citados en Hechos, Tito y Lucas. Cuando hay que elegir entre estos dos hombres, podemos dejar que la iglesia primitiva decida el asunto a favor de Lucas.

Otra evidencia interna necesita ser mencionada. En 1882, Hobart publicó un libro en el cual afirmaba que hay bastante empleo de lenguaje médico en el Evangelio de San Lucas y en Los Hechos para probar que el autor de estos libros tuvo que ser un médico. Harnack, el gran erudito alemán, prestó un fuerte apoyo a esa tesis. Después que él mismo hiciera su vigorosa investigación sobre el tema, escribió: “La evidencia es de fuerza abrumadora; de modo que para mí, no puede existir duda de que el tercer evangelio y el Libro de los Hechos de los Apóstoles fueran escritos por un médico.” 

Zahn declaró: “W. K. Hobart ha probado a satisfacción de cualquiera que esté dispuesto a evaluar la evidencia, que el autor de la obra de Lucas estaba familiarizado con el lenguaje técnico de la medicina griega y de esto se deduce que era un médico griego.” Moffatt sintió que el estudio de Harnack “ha demostrado esto de modo sumamente conclusivo”.6 A. B. Bruce, escribiendo sobre los Sinópticos en The Expositor’s Greek Testament toma la posición de Hobart en su comentario del Evangelio de Lucas.

Oponiéndose directamente a esto, Cadbury aseveró que Hobart estaba equivocado y que no hay evidencias de un lenguaje técnico médico en los libros de Lucas y Hechos. El escribió: “Es dudoso que su interés [el de Lucas] sobre las enfermedades y su curación excediera al de sus compañeros evangelistas u otros contemporáneos que no eran médicos, al mismo tiempo que las palabras que comparte con otros escritores médicos se encuentran también ampliamente en otra literatura griega para hacernos suponer que provienen de un vocabulario profesional.”

Con todo el respeto que a este escritor le merece la erudición de su antiguo profesor en la Universidad de Harvard, él no puede estar de acuerdo con esta categórica declaración. Aunque Hobart fue demasiado lejos en sus conclusiones, hay un residuo innegable de evidencia de que el autor del tercer evangelio y de Los Hechos muestra la perspectiva de un médico. 

El autor concuerda con Major cuando dice: “Sin embargo hay pasajes en los escritos de Lucas de los que no podríamos decir que prueban, sino que sostienen la hipótesis de que el autor era un médico.” En igual vena, Wikenhauser, después de notar que el “argumento lingüístico en sí mismo” no prueba que “sólo un médico pueda haber escrito los dos libros”, sin embargo añade: “A pesar de eso, la tradición no necesita ser abandonada, y todavía puede ser sostenida porque el autor manifiesta familiaridad con la terminología médica.”9

C. LUGAR DE ESCRITURA

Hay una tradición de que Lucas escribió Los Hechos en Acaya (Grecia). Pero parece más exacto asumir que lo hizo en Roma, donde él termina su libro (Hch. 28:16–31).

D. FECHA

En el siglo XIX muchos eruditos pretendieron que Hechos fue escrito a mediados de la segunda centuria. John Knox propuso ese criterio en años recientes. Pero pocos lo han apoyado. Moffatt sostiene que fue alrededor del año 100. Más popular ha sido el criterio de Goodspeed y Scott,14 de que Hechos fue escrito alrededor del año 90 D.C. Ambos creen que Lucas es el autor. Zahn creyó que la mejor fecha era la de 75 D.C.

Por otra parte, Harnack arguyó enérgicamente en favor de una fecha anterior al 70 D.C., “quizá tan temprano como el principio de la séptima década de la primera centuria”, es decir, poco después del 60 D.C. Torrey piensa que el tercer evangelio fue escrito alrededor del año 60 D.C. y Los Hechos, poco después. 

Parece razonable pensar que Lucas escribió su evangelio en los dos años que Pablo estuvo prisionero en Cesarea—o que por lo menos reunió sus materiales en esa época; y el Libro de Los Hechos durante el cautiverio de dos años que Pablo pasó en Roma. Esa es la deducción más natural sacada del hecho de que la historia termina en ese punto. Eso nos haría creer que el libro fue escrito alrededor del año 62 D.C.

E. PROPÓSITO

La escuela de críticos en Tubinga, Alemania, sostuvo en la última parte del siglo XIX que el propósito de Hechos fue reconciliar a los partidos de Pablo y de Pedro existentes en la iglesia que, por decirlo así, estaban a punta de espada mutuamente. Pero esta teoría “tendencista” ya ha sido abandonada a la luz de escudriñamientos de tiempos después. De hecho, Henshaw llega hasta a decir: “La investigación ahora ha refutado completamente esa teoría.”

Generalmente es sostenido por los eruditos actuales que el prefacio al Evangelio de Lucas (1:1–4) se aplica también a Los Hechos. Si es así, el propósito primitivo, como se declara allí, era que Teófilo pudiera “conocer bien la verdad de las cosas en las cuales había sido instruido”. Una lectura del libro mismo parece apoyar claramente la aserción de Clogg de que el objeto de Lucas era demostrar: “(1) El poder que poseyeron los apóstoles mediante el Espíritu Santo… (2) La expansión gradual de la iglesia, parcialmente numérica mediante este poder de los apóstoles, y parcialmente geográfica.”

Kirsopp y Silva Lake sugieren un triple propósito que quizá formara una declaración más adecuada del caso. Ellos declaran que entre los motivos para escribir el libro, estaban:

  a. Un deseo de probar la inspiración y dirección sobrenatural concedida a la iglesia el día de Pentecostés… b. Un deseo de demostrar que los mejores magistrados romanos nunca decidieron contra los cristianos… c. Un deseo puramente histórico de demostrar cómo la iglesia dejó de ser judía y llegó a ser helénica, porque los judíos rechazaron y los griegos aceptaron el mensaje de salvación.

F. TEXTO

Es necesario decir unas palabras acerca del texto de Los Hechos. Tiene algunos rasgos distintivos que no se encuentran en ningún otro libro del Nuevo Testamento.

Los eruditos han distinguido por lo general cuatro tipos de textos en el Nuevo Testamento. El primero es el texto Bizantino encontrado en la mayor parte de los manuscritos tardíos. Este sirvió de base al llamado Textus Receptus empleado en la versión inglesa King James. Es casi consenso univeral que este es el más pobre de los textos griegos.

El mejor de los textos es el que Westcott and Hort llamaron el texto Neutral (no editado). Este nombre, que causa tantas preguntas, ha sido abandonado casi completamente en la actualidad en favor de una designación más apropiada, el texto Alejandrino. En general éste se encuentra en los dos grandes manuscritos de la cuarta centuria, el Vaticano y el Sinaítico. Solamente los manuscritos papiros de partes del Nuevo Testamento son más antiguos que estos dos. Los traductores modernos emplean este texto que se basa en los más antiguos manuscritos.

El tercero de los textos es conocido con el nombre de texto Occidental y se encuentra en el codex de Beza (designado como D), desde la quinta centuria y también en la antigua versión Latina del Norte de Africa.

La cuarta familia más recientemente identificada por los eruditos es denominada texto Cesareano. El gran problema que confrontan los eruditos textuales es el interrogante de cuál, si es que hay alguna, de estas versiones occidentales representa las tradiciones genuinas. Pero parece dudoso que alguna de hecho pertenezca al texto original. Una comparación completa de los textos del Vaticano y el de Beza, con varias notas, puede encontrarse en el tomo III de Beginnings of Christianity (Comienzos del cristianismo).

Bosquejo Didáctico

          I.      Introducción, 1:1–26
      A.      Los Cuarenta Días, 1:1–11
      B.      Los Diez Días, 1:12–26

          II.      Testificando en Jerusalén, 2:1–7:60
      A.      Los Testigos Predicando, 2:1–47
      B.      Los Testigos Realizando un Milagro, 3:1–26
      C.      Los Testigos Perseguidos, 4:1–22
      D.      Los Testigos Orando, 4:23–37
      E.      Los Testigos Perseguidos, 5:1–42
      F.      Los Testigos Progresando, 6:1–7
      G.      Los Testigos Condenados a Muerte, 6:8–7:60

          III.      Testificando en Judea y en Samaría, 8:1–12:25
      A.      Testificando en Samaría, 8:1–25
      B.      Testificando al Eunuco Etíope, 8:26–40
      C.      Un Testigo Convertido, 9:1–31
      D.      Testificando en Judea, 9:32–43
      E.      Testificando a los Gentiles, 10:1–11:30
      F.      Testigos Perseguidos, 12:1–25

          IV.      Testificando al Mundo Gentil, 13:1–28:31
      A.      Chipre, 13:1–12
      B.      Asia Menor, 13:13–14:28
      C.      Concilio de Jerusalén, 15:1–35
      D.      Nuevamente en Asia Menor, 15:36–16:10
      E.      Macedonia, 16:11–17:15
      F.      Grecia, 17:16–18:17
      G.      Asia 18:18–20:38
      H.      Viaje a Jerusalén, 21:1–16
      I.      Jerusalén, 21:17–23:35
      J.      Cesarea, 24:1–26:32
      K.      Viaje a Roma, 27:1–28:16
      L.      Roma, 28:17–31

Sección I Introducción

Hechos 1:1–26

El primer capítulo de Hechos es una introducción para todo el libro. Los “hechos” realmente comienzan en el capítulo 2 cuando el Espíritu Santo invistió y dio poder a los apóstoles y a otros para obrar efectivamente. El primer capítulo constituye un eslabón entre el Evangelio, finalizando en la ascensión y los comienzos de la historia de la iglesia en Pentecostés.

El contenido consiste en una breve declaración de lo que sucedió entre los 40 días desde la resurrección de Cristo y la ascensión (1–11) y la única descripción que tenemos de lo sucedido durante los 10 días entre ésta y Pentecostés (12–26). De este modo el primer capítulo es de gran significado histórico.

  A.      LOS CUARENTA DÍAS, 1:1–11

Aunque está insinuado que Jesús aparecía de tiempo en tiempo durante los cuarenta días (véase el diagrama B), aquí sólo se mencionan dos de esas apariciones. En la primera (4–5) El les manda aguardar la promesa del Espíritu Santo. En la segunda (6–9) El les da la promesa de poder para santificar.



    1.      El mandato (1:1–5)


Este párrafo propiamente puede ser llamado el prefacio o prólogo del Libro de los Hechos, aunque algunos restringen el prólogo a los dos primeros versos. Quizá esta sea la mejor conclusión: “Hechos comienza con una transición más que con un prefacio.” Generalmente es sostenido por los eruditos novotestamentarios de nuestra época que el prefacio de Lucas 1:1–4 tuvo el propósito de servir de prólogo al Libro de los Hechos.

Lucas se refiere inmediatamente al primer tratado (1). La palabra griega primer es protos, que en el griego clásico era empleada para el primero de tres o más artículos o párrafos. Esto ha hecho que algunos crean que Lucas se había propuesto escribir un tercer libro. Ellos sienten que esto ayuda a explicar por qué Hechos termina en forma tan abrupta. Pero la mayoría de los eruditos modernos concuerdan con Lumby quien escribe: “El uso de protos para el primero de dos cosas no era extraño en las últimas épocas del griego.” Como ejemplos de ello en el Nuevo Testamento tenemos: Mateo 21:28; 1 Corintios 14:30; Hebreos 8:7, 9:15; Apocalipsis 21:1. 

El empleo de “primero” por “anterior” es común en nuestro idioma actual. El término griego tratado es logos, traducido “palabra” en 218 de las 339 veces que se repite en el Nuevo Testamento. Aquí sólo se ha traducido “tratado”. Pero este empleo está justificado por Jenofonte (siglo IV A.C., quien habla de un “libro” de su Anabasis como un logos. El primer tratado es sin duda alguna el Evangelio de Lucas, que también está dedicado a Teófilo.

El Evangelio de Lucas y el Libro de los Hechos son las obras más extensas del Nuevo Testamento. Juntos constituyen una cuarta parte de su contenido. Es probable que los límites de estos dos libros fueron establecidos por el hecho de que era impráctico hacer un rollo de papiro de más de 12:5 metros de longitud. Lucas y Hechos ocuparían cada uno 11 metros—¡un rollo bastante incómodo!

El nombre Teófilo (“amante de Dios”) se encuentra sólo aquí y en Lucas 1:3 donde se le llama excelentísimo (véase el comentario al respecto). Algo se ha especulado sobre la razón de la omisión del título aquí. Blaiklock menciona tres razones posibles: “Un aumento en la profundidad de la amistad, el abandono de su oficio, o la conversión al cristianismo.” Pero quizá la sugestión más simple sea que Lucas no vio la necesidad de repetir su título.

Lucas dice que en su primer tratado, él escribió acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar. Algunos eruditos modernos han llegado a negar que la palabra comenzó tenga algún significado, sosteniendo que se trata de un mero auxiliar semítico—comenzó a hacer equivale a poco más que “hizo”. Pero F. F. Bruce objeta correctamente a ese punto de vista. El interpreta la cláusula, como lo hacen muchos otros comentadores: “Como el Evangelio nos enseña lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar, así Los Hechos nos dicen lo que El continuó haciendo y enseñando por su Espíritu en los apóstoles, después de su ascensión.”

La doble expresión a hacer y a enseñar atrae la atención a los dos principales aspectos del ministerio de Jesús—sus obras y sus palabras. Ambas tenían la capacitación divina.

Lucas indica que en su primer tratado, el evangelio que lleva su nombre, él había descrito las obras y palabras de Cristo hasta el día en que fue recibido arriba (2). Es un hecho sorprendente que el Evangelio de Lucas, y sólo en éste, el relato termine con una descripción de la ascensión.

Después de haber dado mandamientos. Es un participio en griego, “habiendo mandado”. Sería mejor traducido en singular “habiéndoles dado mandamiento” (ASV). Esto se refiere a la gran comisión (Mt. 28:18–20) que fue el mandamiento final de Cristo a sus discípulos.

Padecido (3) es sólo usado aquí en el Nuevo Testamento para aludir a los sufrimientos y muerte del Señor. Las primitivas versiones inglesas tienen esta palabra en una media docena de lugares, siguiendo en ello a la Septuaginta que reza passio (gr., pathema, “sufrimiento”).

Se presentó (3) es la mejor versión. Literalmente, “El se puso al lado de ellos” en su aparición de post-resurrección, de tal manera que ellos no pudieran dudar que era El (cf. Lc. 24:30–31).

Pruebas indubitables es una sola palabra, “pruebas” (ASV), pero es un término enérgico (tekmerion), que se encuentra solamente aquí en el Nuevo Testamento. Significa “señal segura, prueba positiva”. Thayer la define como “evidencia indudable, una prueba, algo de lo cual se está seguro por completo”.9 Arndt y Gingrich dicen que significa: “Prueba convincente y decisiva”, pudiendo traducirse la frase, “por muchas pruebas indubitables”.

Apareciéndoseles durante cuarenta días quiere decir que Jesús apareció a sus seguidores de cuando en cuando durante ese período (véase el diagrama B) como vemos por los relatos de los evangelios. Este es el único lugar en el Nuevo Testamento donde se ha declarado la extensión de su ministerio después de su resurrección.

El tópico de la conversación de Cristo durante esos 40 días fue el reino de Dios. La frase, que se encuentra frecuentemente en los evangelios, significa el reinado o gobierno de Dios en los corazones de los hombres. Sin duda Jesús les habló de la naturaleza espiritual del reino. Pero la verdad penetró con mucha lentitud. Que todavía los discípulos consideraban el reino como si fuera algo político lo demuestra la pregunta del verso 6: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?

Estando juntos (4) en griego es una sola palabra (synalizomenos). Cadbury y Lake adoptan una versión alternativa encontrada en Eusebio, synaulizomenos, que significa: “pasemos la noche juntos.” Esta es base evidente para la versión “estando con ellos” (RSV). Probablemente sea una mejor traducción lo que se lee en la margen de las versiones inglesas: “comiendo con ellos.” Esto ha sido favorecido por C. S. C. Wilson en su traducción, “participando de la comida con ellos”.

Mandó no es la misma palabra en griego que encontramos en el verso segundo (leer el comentario respectivo). Abbott-Smith indica que la palabra empleada en el verso primero “señala más bien a los contenidos de un mandato”, mientras que la que tenemos ahora es empleada “especialmente para transmitir orden de un comandante militar”. Los discípulos no estaban todavía adecuadamente preparados para la mayor ofensiva contra el enemigo. De modo que su General les dio la orden de esperar (lit., “permanecer allí, cerca”) hasta que fueran llenos del Espíritu Santo para poder realizar su comisión.

El mandato de que no se fueran de Jerusalén sugiere que los discípulos estaban planeando su retorno a Galilea. Los líderes judíos de Jerusalén habían llevado a la muerte a su Maestro y naturalmente era de esperar que persiguieran a sus seguidores. Además, los ángeles en la tumba vacía les habían mandado decir, por medio de las mujeres, que debían encontrarse con su Señor resucitado en Galilea (Mt. 28:7; Mr. 16:7). Jesús se había encontrado allí con ellos (cf. Mt. 28:16–20; Jn. 21:1–14). Por lo tanto parecía lógico que los discípulos retornaran a ese lugar.

Pero su Maestro tenía otros planes para ellos. El les ordenó que esperasen en Jerusalén la promesa del Padre; es decir, la promesa dada por el Padre (cf. Is. 44:2–5; Ez. 39:28–29; Jl. 2:28–29). Esta es una promesa, la cual oísteis de mí (cf. Lc. 24:49; Jn. 14:16, 26; 15:26). Rackham nota que el “súbito cambio del lenguaje indirecto al directo (les dijo no está en griego) es característico del estilo dramático de San Lucas”.

La declaración del verso 5 corre estrechamente paralela a las palabras de Juan el Bautista halladas en Mateo 3:11, Marcos 1:8; y Lucas 3:16. Exactamente como Jesús repitió el texto principal de la declaración de Juan (cf. Mt. 3:2; 4:17), ahora aquí hace eco a la primitiva declaración del Bautista. El vigoroso énfasis sobre el bautismo del Espíritu Santo, como algo que es mayor y más esencial que el bautismo del agua, anticipa el impulso central del Libro de los Hechos. Cualquier forma de cristianismo que descuide el bautismo del Espíritu Santo es incompleta y prepentecostal. 

De hecho no ha cumplido la predicación de Juan el Bautista. Sin este bautismo no habría Libro de los Hechos y como consecuencia no habría iglesia cristiana en la actualidad. Sin el bautismo del Espíritu Santo en la experiencia personal no hay capacitación adecuada para una vida victoriosa y servicio efectivo.

La última cláusula del 5 dice literalmente: “No muchos días después de estos.” Williams comenta: “El curioso orden de palabras… puede ser una forma aramea (Torrey y Burney) o posiblemente un latinismo (Blass).” Probablemente signifique: “no muchos días después de hoy.”16

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