... El que tiene este cargo, ha de ser irreprensible, debe ser apto para enseñar; no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
Enseñar la Biblia puede volverse una tarea
monótona si no puedes llevar las historias al nivel de tu audiencia.
Estas palabras fueron escritas hace miles de años, e incluso las
traducciones contemporáneas del antiguo texto podrían no tener sentido
para el lector moderno. Cuando enseñes la Biblia, incorpora actividades
diferentes que le den vida a las historias para tus alumnos.
Representaciones
Los estudiantes pueden actuar
una historia bíblica que sea el foco de la lección. Actúen una historia
bíblica usando un giro moderno de la misma. Otra alternativa es enfocar
la obra en el tema de tu lección; por ejemplo, representen la parábola
del hijo pródigo, que muestra que así como el padre no le da la espalda a
su hijo caprichoso que finalmente regresa a casa, igual es el amor
incondicional de Dios para sus hijos. De esta manera, los alumnos pueden
entender mejor el punto clave.
Historia secular
Incluir una historia secular
además del contenido bíblico le dará vida a la Biblia. Por ejemplo,
podrían haber escuchado sobre la caída del Imperio Romano y otras cosas
que sucedieron durante los tiempos antiguos. Usar la Biblia y la
historia del mundo secular como paralelos -por ejemplo, comparar las
historias de la caída misteriosa del Imperio Romano con una historia
anacrónica pero también antigua de la destrucción de Sodoma y Gomorra-
enriquecerá la comprensión de los estudiantes de la importancia de la
Biblia. Le dará vida a la cultura en la que vivían los personajes
bíblicos, y ayudará a que las historias sean más reales para los
alumnos.
Lecciones objeto
Las lecciones con objetos-es
decir, usar utilería para poner foco en las lecciones- permiten a los
alumnos visualizar la vestimenta de un personaje bíblico seleccionado.
Por ejemplo, si enseñas una lección sobre la armadura de Dios de Efesios
6, viste a un alumno o maniquí como un soldado romano. Enseña sobre los
detalles del aspecto espiritual de cada parte de la armadura incluyendo
el Casco de Salvación, el Peto de la Justicia y el Cinto de la Verdad.
Una lección con objetos ayudará a los alumnos a poner las historias de
la Biblia en contexto.
Imágenes
Al hablar sobre una parte
particular del mundo bíblico, busca fotos en Internet de la zona,
imprímelas y muéstraselas a la clase. Las imágenes de Jerusalén, el
Monte Sinaí, Belén y otros lugares de las Escrituras ayudarán a los
alumnos a ver el tipo de lugar donde vivían los personajes bíblicos. Si
bien la arquitectura podría no representa una réplica exacta, los
estudiantes pueden obtener una mejor comprensión del clima y el contexto
ambiental.
Al vivir la Biblia, los creyentes afirman que
sus lecciones son dinámicas, válidas para todos los tiempos y todos los
lugares. Sin embargo, ya que muchas de las historias de la Biblia están
redactadas en la cultura del antiguo Cercano Oriente, es un concepto
difícil de aceptar para muchas personas modernas. Usando lo mejor de
pensamiento y la cultura moderna para demostrar cómo las lecciones de la
Biblia son relevantes hoy en día en un ambiente lleno de energía,
atractivo y abierto, los profesores pueden hacer los textos que ellos
aman cobren vida para crear toda una nueva generación de creyentes.
Instrucciones
Preparación
1
Lee la Biblia para encontrar una
historia que sientas que pueda resonar con tus estudiantes, y elige una
lección fundamental de ella. Un ejemplo podría ser la historia de José y
la lección del perdón.
2
Busca fuentes para esta misma lección y
su opuesto. La historia de José se hace fácil con la película "Joseph
and the Amazing Technicolor Dreamcoat", pero otros ejemplos incluyen la
actitud de Harry transformada con Snape después de conocer su verdadera
naturaleza en el final de la serie "Harry Potter", como un ejemplo de
perdón para una mayor evidencia, o la carga del Rey David en su lecho de
muerte a Salomón para castigar a todos los enemigos restantes, como un
contraejemplo de perdón bíblico. Los escritos de psicólogos y filósofos
también son un gran material de discusión.
3
Escriba preguntas basado en estos
materiales para tu discusión. Para José y el perdón, las preguntas
podrían ser: ¿Tenía razón en perdonar a sus hermanos? ¿Era justo para él
probarlos como lo hizo? ¿Tu lo habrías hecho? ¿Cómo difieren estas
circunstancias con David? ¿Cómo se comparan las situaciones de Harry y
Snape con José y sus hermanos? ¿Qué habría dicho Jung sobre esta
historia?
4
Haz copias de la historia de la Biblia,
los temas de discusión y otros recursos, si es posible, para que los
estudiantes puedan tener los materiales para ellos, toma notas sobre
esto, y cítalos fácilmente.
Lección
1
Reparte el principal material bíblico.
Después de darle a los estudiantes la oportunidad de leerlo y
reflexionar sobre ello, pregunta sobre sus reacciones.
2
Introduce un incidente personal de tu
vida que involucre a la lección y compáralo con el ejemplo expuesto en
la historia. Una vez que hayas terminado, anima a los estudiantes a
hacer lo mismo.
3
Reparte o exhibe los materiales de discusión. Dale a los estudiantes una oportunidad de leerlos y pensar sobre ellos.
4
Guía la conversación en torno a la
lección fundamental que hay que aprender, y participa en el diálogo. El
punto de una clase dinámica sobre la Biblia no es decir a los
estudiantes que deben ser más indulgentes tanto como conseguir que los
estudiantes piensen críticamente sobre estas cuestiones en relación con
su propia vida y su visión del mundo.
Ser un profesor de clases bíblicas puede
resultar una actividad gratificante. Sin embargo, también puede ser un
desafío el lograr llegar a una variedad de formas para enseñar historias
de la Biblia y los conceptos bíblicos de una manera en que los
estudiantes pueden disfrutar y mantener su atención, sobre todo los
jóvenes y los niños. Una opción es acercarse a la enseñanza de las
clases de la Biblia con una actitud animada pero respetuosa,
incorporando una variedad de técnicas para presentar la materia.
Música
La música es una forma
efectiva de enseñarles a los estudiantes de todas las edades. Una de las
maneras más eficaces de utilizar la música es encontrar himnos o
canciones con temas bíblicos que se relacionan con la lección que estás
enseñando. Hay varias opciones para la incorporación de un himno o una
canción a la lección. Puedes hacer que los alumnos interpreten una
canción al final de la clase que refuerce la lección. Para introducir un
tema, haz que los alumnos canten un himno o una canción adecuada al
comienzo de la clase. Enséñale a la clase un nuevo himno o canción como
parte de la lección, o bien, lleva a un invitado especial para que
interprete y discuta su elección de canción. Luego, dirige un debate
sobre el tema con los estudiantes.
Ayudas visuales
Tableros de franela, láminas
de fotos, muñecas de papel, películas o tiras de película se pueden
utilizar para apoyar las lecciones. Las ayudas visuales son
particularmente útiles en la enseñanza de los niños más pequeños. Los
conceptos bíblicos pueden resultar muy abstractos a veces, de modo que
representar visualmente las lecciones que enseñas los pueden volver más
concretos. Los niños pequeños disfrutan especialmente ayudando a
presentar el material. Por ejemplo, ellos pueden sostener las imágenes,
mover las muñecas de papel o ayudar a poner piezas en un tablero de
franela cuando sea apropiado.
Actuación y juegos de rol
Los estudiantes de todas las
edades pueden disfrutar de representar las historias bíblicas o
dramatizar los conceptos bíblicos. Esta es una buena manera de hace que
todos los estudiantes participen en la clase. Puedes hacer que los
estudiantes actúen un guión escrito o puedes hacer que los estudiantes
improvisen el material a medida que avanzan. Si dejas que los
estudiantes improvisen, ten en cuenta el tiempo y no dudes en intervenir
para acelerar el proceso o dirigir la acción.
Aplicación
Asegúrate de estudiar tus
lecciones primero y aplicarlas en tu propia vida. Esto te dará la
oportunidad de compartir con los estudiantes lo que has aprendido de la
lección personalmente. Además, ayudarás a los alumnos a ver cómo las
lecciones bíblicas se pueden aplicar a sus propias vidas. En la mitad
del proceso pregúntales a los estudiantes cómo piensan que la lección se
aplica a sus vidas y cambia el proceso de aplicación hacia una
conversación.
Las clases de la escuela dominical son una
oportunidad para los niños de interactuar con otros niños de la misma
iglesia, mientras aprenden sobre la Biblia y el Cristianismo. La
decoración del salón de clases de la escuela dominical puede ayudar a
incentivar su aprendizaje, a la vez que ofrece un ambiente agradable y
seguro para que el niño se supere. Existen distintas maneras de decorar
el salón de la escuela dominical, muchas de las cuales son económicas y
sencillas.
Instrucciones
1
Pinta las paredes con el color de tu
preferencia. Utiliza colores brillantes para estimularlos mentalmente,
tales como el amarillo y el azul. Una simple capa de pintura es una
manera muy efectiva de hacer que el salón se vea como nuevo. Para
involucrar a los niños, escoje algunos colores que estén previamente
aprobados y pide a los estudiantes que te ayuden a tomar una decisión a
través del voto o algún otro método. Una vez que estés listo para
pintar, pinta las paredes con brochas o rodillos. Asegúrate de colocar
lona sobre el piso para evitar cualquier desastre.
2
Instala varias pizarras blancas y ten
varios marcadores para pizarras. Las pizarras son magnéticas y si no se
están utilizando durante una lección, se les puede colocar trabajos
artísticos y otros papeles. Coloca las pizarras a una altura a la que
los niños también puedan utilizarlas.
3
Coloca varias carteleras en las
paredes. Éstas se pueden utilizar para colocar trabajos de los
estudiantes o para hacer la cartelera del tema del mes. Coloca en cada
cartelera el borde decorativo para que se vea parecida al marco de una
fotografía. Las carteleras sirven también como un buen recurso
informacional. Deja que los niños te ayuden a decidir sobre el tema del
mes para incentivarlos a interactuar.
4
Realiza un mural, si es posible. Si no
posees habilidades artísticas, pide a los padres que te ayuden. Si no es
posible realizar el mural, dile a los niños que dejen huellas con sus
manos pintadas con pinturas lavables. Cada niño puede escribir su nombre
debajo de su huella junto con su verso favorito de la biblia. Los niños
que se vayan incorporando a la clase, pueden ir agregando sus huellas
en la pared.
5
Pide a los niños que decoren un envase
de plástico grande o encuentra alguna otra caja decorativa y úsala para
las Biblias. Llena la caja con Biblias (utiliza Biblias especiales para
niños) mientras enseñas las lecciones. Aunque muchos niños llevan su
Biblia personal, estas Biblias pueden utilizarse en caso de que algún
niño olvide la suya o no tenga.
6
Permite que los estudiantes te ayuden
con cualquier decoración cuando sea posible. Si los estudiantes se
involucran directamente con la decoración, lo más probable es que
inviten a otros amiguitos. Además, los estudiantes se sentirán
orgullosos de las decoraciones y sentirán satisfacción. También los
niños podrán absorber más la información que se les da si el ambiente
para el aprendizaje es agradable.
Cómo crear planes de clases para la escuela
dominical.
La enseñanza de una clase de escuela dominical requiere una
preparación y un plan de clases. La clave para un exitoso plan de
lecciones está en utilizar una diversión interactiva y una discusión que
incluya a los estudiantes. Seguir un plan de formato estándar hace que
la tarea de enseñar a cualquier clase de escuela dominical sea más
manejable incluso para la primera vez del profesor.
Instrucciones
1
Considera el nivel de grado y edad de
los estudiantes de la escuela dominical. La lección debe ser apropiada
para la edad. Por ejemplo, las clases de los niños se centran en
actividades y oficios, mientras que las clases para adultos son basadas
en el debate.
2
Señala los objetivos y metas de la
lección en el plan de lecciones. Los objetivos de la escuela dominical
van desde aprender versos e historias bíblicas para niños hasta la
aplicación de los Diez Mandamientos a la vida cotidiana de los adultos.
Consulta a la Biblia para versículos específicos e historias.
3
Determina qué materiales requieren cada
actividad. Utiliza una pizarra y marcadores para facilitar las
discusiones entre adultos. Marcadores, pegamento, lápices de colores y
marionetas ayudan a mantener entretenido a un niño en la lección.
4
Resalta el procedimiento de la lección
de las Escrituras del plan y la lista y otras lecturas que forman parte
de la lección. Explica las actividades paso a paso para que ayuden a
enseñar la lección.
5
Anota las preguntas para hacer durante
la discusión y resumir la lección. Incorpora hechos e información que se
centren en ayudar a los estudiantes a recordar los detalles de las
historias. Asimismo, usa preguntas analíticas y personalizadas para
ayudar a los estudiantes a pensar más profundamente sobre el texto e
interiorizar el mensaje en sus vidas.
6
Cierra el plan de la lección con tiempo
de reflexión para que los alumnos expresen lo que han aprendido.
Finaliza las lecciones de escuela dominicana con una oración. Para los
estudiantes más jóvenes utiliza este tiempo para enseñar nuevas
oraciones.
Sin importar el tamaño de tu iglesia, hay
formas efectivas de aumentar tu Escuela Dominical, incluyendo usar el
poder de la oración. Los maestros de la Escuela deberían orar
regularmente por nuevos alumnos. Observa el programa de tu Escuela
Dominical y descubre qué es lo que más le gusta a los alumnos, luego
aumenta las actividades más populares.
Membresía a la iglesia
Cuando aumentas el número
general de tu iglesia, el número de niños en la Escuela Dominical
también aumentará automáticamente. Considera varios programas de
evangelización y opciones de publicidad para aumentar la gente. Pon un
anuncio en el periódico local o pide a un reportero que escriba sobre
tus maravillosas clases de Escuela Dominical. Ten un evento de clase
abierta e invita a toda la comunidad.
Boca a boca
Alienta a los niños que ya van
a la Escuela a que le cuenten a otros niños acerca de ella. Explícales
cómo pueden compartir lo que hacen en la Escuela Dominical con otros
niños en la escuela y su vecindario. Pídele a los niños que marquen una
meta personal de invitar al menos a un niño a la Escuela Dominical de la
semana próxima. Esta también es una oportunidad para que los niños
compartan su fe en general.
Buena bienvenida
Los niños querrán volver una y
otra vez si se sienten aceptados y queridos en la Escuela. Asegúrate
que cuando un niño vaya por primera vez a la Escuela Dominical reciba la
mejor bienvenida. Preséntalo al grupo y haz que los demás niños lo
reciban en voz alta. Asigna a otro niño que lo acompañe para que
automáticamente tenga un amigo. Dale una bolsa de bienvenida que incluya
una tarjeta de bienvenida, un mapa de la iglesia y una lista de
divertidas actividades de la Escuela Dominical.
Evangelizacion del vecindario
Los maestros de Escuela
Dominical y otros voluntarios de la iglesia pueden reclutar nuevos
alumnos yendo a las familias en la comunidad. Ve de puerta en puerta en
el vecindario y preséntate a las familias. Entrega folletos o volantes
sobre las actividades de la Escuela Dominical y las creencias de la
iglesia. Responde todas las preguntas que tengan los padres, que pueden
estar más dispuestos a enviar a sus hijos a la Escuela Dominical cuando
han tenido contacto personal con alguien de la iglesia.
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
LA SALUD CORPORAL, LA SALUD FÍSICA ¿CUÁL ES LO PRIMERO?
Lucas 17:11–19: “Un día, siguiendo su viaje a Jerusalén, Jesús pasaba por Samaria y Galilea. Cuando estaba por entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres enfermos de lepra. Como se habían quedado a cierta distancia, gritaron: -¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! Al verlos, les dijo: -Vayan a presentarse a los sacerdotes. Resultó que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, al verse ya sano, regresó alabando a Dios a grandes voces. Cayó rostro en tierra a los pies de Jesús y le dio las gracias, no obstante que era samaritano. -¿Acaso no quedaron limpios los diez?—preguntó Jesús—. ¿Dónde están los otros nueve? ¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero? Levántate y vete—le dijo al hombre—; tu fe te ha sanado.”
Esta es una de las historias de sanidad más famosas en la Biblia. Enfermos de lepra—una enfermedad incurable que excluía a las personas afectadas de todo tipo de relación social—, y torturados por el temor, la ansiedad y la culpa, diez hombres se acercan a Jesús en el camino a Jerusalén. Rogando piedad, los parias son limpiados de su dolencia después de ser enviados de regreso a la ciudad y al templo. Agradecido, curado y alabando a Dios, uno de los leprosos cae a los pies de Jesús, quien le responde: “Levántate y vete; tu fe te ha sanado” (Lc. 17:19). Bien, en estos días muchos en la comunidad científica—un grupo de personas bien conocido por su carácter cuestionador y crítico—están comenzando a pensar que este relato bien puede ser algo más que una parábola o un mito. Hay quienes pueden llegar a considerarlo como una prescripción para sanar muchos más traumas que aquellos que meramente afectan al cuerpo. La receta en cuestión estaría representada por las palabras de Jesús al samaritano: “Tu fe te ha sanado”. En hospitales, universidades y centros de investigación a lo largo y a lo ancho del mundo y especialmente de los Estados Unidos, los investigadores están prestando una nueva atención a los efectos que la fe, la oración y la religión en general pueden tener sobre la salud y el bienestar integral de las personas. Si bien muchos científicos permanecen dubitantes, muchos otros están comenzando a considerar a un creciente cuerpo de información—reunido a lo largo de más de veinte años de estudios en prestigiosas universidades como Duke, Georgetown, Yale y Dartmouth—como poco menos que milagroso y sorprendente. Este cúmulo de información parece sugerir algo asombroso. Cualquiera que sea la religión o la creencia que se tenga, las personas de una fe religiosa profunda y permanente, y cuya espiritualidad es una parte esencial de sus vidas, se enferman, discapacitan, angustian, desorganizan, tienen conflictos interpersonales, sucumben en la depresión y el desconcierto, y caen en crisis menos frecuentemente y mejoran más rápido que aquellos otros que carecen de esta fe. Los estudios científicos muestran que con la fe como su consuelo, estas personas presentan índices de menor presión arterial, menor ansiedad y menor aparición de muchas enfermedades relacionadas, incluyendo problemas de corazón e infarto, cáncer, depresión, suicidio y abuso de alcohol y drogas. Las personas de fe parecen más sociables, reconciliadoras y emocionalmente estables que quienes no tienen fe. En general, las personas religiosas parecen enfrentar con mayor solvencia las situaciones traumáticas personales y colectivas, las aflicciones de la vida, los cambios drásticos y otros males que afligen a la humanidad. El Dr. James Vacek, un cardiólogo de Kansas City en el Hospital St. Luke, ha señalado: “Pienso que ahora hay información convincente. La gente que tiene fuertes creencias religiosas la pasa mejor, incluso con una enfermedad seria”. Por su parte, los críticos de esta evidencia señalan correctamente que el mundo está lleno de incontables individuos saludables y longevos, que son agnósticos, ateos o se adhieren a creencias menos dogmáticas o son sincretistas. Además, desde un punto de vista científico, hasta ahora no hay pruebas científicas definitivas y convincentes de que la fe por sí sola puede sanar, producir equilibrio emocional y espiritual, o ayudar a mejorar los conflictos y traumas sociales de todo tipo que afectan a la vida humana. Esto lleva a los investigadores a especular que los efectos positivos de la fe profunda pueden ser tan terrenales o naturales como la paz mental, el apoyo social y el desarrollo de estilos de vida temperantes (que evitan fumar, beber o comer en exceso), que por otro lado son alentados por muchas religiones. No deja de llamar la atención a muchos médicos el hecho comprobado que las monjas católicas, los monjes budistas y otros clérigos ascéticos gozan de vidas particularmente longevas y saludables. Sin embargo, el siquiatra Martin W. Jones, quien da clases en la Escuela de Medicina de la Universidad Howard y estudia la correlación entre fe y sanidad, dice que una explicación científica completa y convincente del efecto positivo de la espiritualidad sobre la salud no es tan importante. Según él: “No entendemos el mecanismo de muchas drogas. Sabemos, por la observación de causa y efecto, que ellas operan. De igual modo, podemos ver los efectos de la consciencia espiritual de una persona sobre su resultado, así que ¿por qué no usarla? Es como el efecto de un placebo. ¿Por qué resultó? Por fe. Esta es una fuerza muy poderosa.” El establishment médico o de otras profesiones orientadas al bienestar humano integral puede estar abrazando o apelando a la espiritualidad, porque de este modo ellos mismos pueden utilizar algo en lo que pueden creer, en profesiones que hoy están altamente dominadas por el cuidado gerenciado, un servicio manejado según las leyes del mercado y por una actitud comercial. En los últimos quince años, casi un tercio de todas las escuelas de medicina y la mayoría de las escuelas de enfermería en los Estados Unidos han comenzado a tomar en cuenta, e incluso a ofrecer cursos sobre salud y espiritualidad. Los investigadores sobre el tema son ahora conferencistas populares en el circuito hospitalario. Para mencionar apenas a algunos de los más taquilleros y de los que más gente atraen con sus conferencias sobre el tema, basta mencionar al Dr. Dale Matthews, un médico que enseña en la prestigiosa Georgetown University, y que es el autor del libro The Faith Factor (Viking Books). Uno de los que más han promovido la cuestión es el Dr. Harold G. Koenig, conocido siquiatra cristiano que enseña en la famosa Duke University, y es el autor del libro Is Religion Good for Your Health? (Haworth Press). Hace poco más de una década atrás no había interés alguno sobre este tema. Desde entonces, la cuestión ha explotado y se ha transformado en uno de los temas de discusión más polémicos en los ambientes científicos relacionados con la medicina. Algo similar ha ocurrido en otros campos de las ciencias aplicadas al bienestar humano integral. La investigación en cuanto a los efectos positivos de la fe y la espiritualidad religiosas y devotas sobre la salud o la armonía total en la persona humana (incluyendo sus relaciones sociales y la sociedad humana misma) está en pleno desarrollo y crecimiento. Los científicos están investigando el efecto que la oración y especialmente la así llamada oración de intercesión tienen sobre pacientes que sufren del corazón. Otros están llevando a cabo estudios cualitativos, que procuran evaluar exactamente de qué manera los pacientes definen la fe y la espiritualidad en sus vidas, de modo que los profesionales de la salud puedan encontrar formas de apelar a ellas en el proceso terapéutico. Cada vez más, los pacientes le están diciendo a la comunidad médica: “No somos meros cuerpos físicos, somos seres espirituales. Y queremos ser reconocidos como tales”. Sin embargo, en algunos casos parece que la iglesia se ha mostrado más reticente que la comunidad científica secular para reconocer el potencial de la fe y la oración para resolver la mayor parte de los problemas y enfermedades humanos. Si bien miles de hospitales, especialmente en los Estados Unidos y en América Latina, son conocidos por nombres religiosos y eclesiásticos—como San Juan, San Francisco, San José, San Juan Bautista, San Lucas, Santa Cecilia, Bautista, Metodista, Santa Trinidad, etc.—, y muchos de ellos fueron fundados por instituciones religiosas, el ejercicio de la medicina y del ministerio pastoral han permanecido tradicionalmente tan separados como el cuerpo y el alma. No obstante, la iglesia ha recibido poder y autoridad de parte del Señor para cumplir una misión terapéutica en el mundo (Mt. 10:1; Mr. 3:14–15; 6:7; Lc. 9:1–2). Pero los cristianos debemos confesar nuestro pecado de segmentar y reducir el alcance de la misión que nos ha sido confiada, y de permitir al mundo hacer lo que nos fue encargado a nosotros hacer. La iglesia ha sido comisionada por Jesucristo para llevar a cabo la misión triple de echar fuera demonios, sanar a los enfermos y predicar el evangelio del reino de Dios (Lc. 9:1–2). Este es el corazón mismo de su naturaleza apostólica, de haber sido reunidos en un cuerpo por Jesucristo, de recibir su poder y autoridad, y de ser enviados al mundo como sus embajadores o representantes.
Linda L. Treloar: “Las escrituras bíblicas proveen de una perspectiva ética crucial para comprender el papel y las acciones de la iglesia cristiana según estos influyen sobre las experiencias espirituales de las personas con discapacidades y sus familias. Hay dos imperativos que subyacen a esta perspectiva ética: el cristiano debe amar primero a Dios, y a su prójimo como a sí mismo (e.g., Mateo 22:37–40). La iglesia tiene un imperativo bíblico ético para el ministerio a y con otros (el Nuevo Testamento contiene múltiples pasajes que tienen que ver con el servicio de los cristianos los unos a los otros, e.g., Romanos 12:10–13). Mientras que el Espíritu Santo da los dones espirituales o las habilidades especiales a los cristianos con el propósito de edificar la iglesia, todos tienen ‘responsabilidades espirituales.”
Al confrontar los enormes desafíos y oportunidades que se plantean con el nuevo milenio, la iglesia necesita recuperar una comprensión dinámica de su misión integral como comunidad terapéutica. Cada vez más nos damos cuenta de la necesidad de una sólida reflexión bíblica, teológica, histórica, misiológica y pastoral sobre la misión de sanidad de la iglesia. Y esta reflexión debe ser hecha desde una perspectiva integral.
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
NO ESCRIBAS
¿Qué ocurrió con la Iglesia, que en tan poco tiempo, pasó de ser un
cuerpo vivo de gente que había experimentado el nuevo nacimiento, que
compartían la fe, que ayudaban al prójimo, y que buscaban la santidad; a
ser un grupo en franco retroceso, donde iglesias históricas como fueron
las del Apocalipsis llegaron a desaparecer? Una Iglesia que a partir
del siglo IV ya tiene un obispo de Roma que se ha hecho con el control y
la autoridad de toda la cristiandad. Una Iglesia que en seis siglos y
con el nacimiento del Islán, pierde casi toda Asia, y todo el norte de
África. Una Iglesia que llega al siglo XI con el cisma de Oriente. Una
Iglesia que cuando llega la Edad media, no es ni sombra de lo que
debería ser, encerrada en el mas absoluto oscurantismo y en la
superstición? Una Iglesia que se reforma y pocos años necesita de otra
reforma, y otra y otra, y otra más…
¿Pueden nuestras Iglesias hoy sufrir este mismo proceso de deterioro
irreparable y de desaparición en algunos casos? La respuesta a tenor de
la Historia y de nuestra propia experiencia de ver que está pasando en
muchos sitios, es un Sì, tan rotundo como lamentable.
No obstante, nosotros que nos dedicamos a esto, no debiéramos
conformarnos con esta dinámica autodestructiva, por ello deberíamos de
evitar algunos errores que ya se dieron en el judaísmo en los días de
nuestro señor Jesús y que la Iglesia no supo dejar a un lado.
Quiero que me acompañen en esta hora, al evangelio de Juan 19:16-22
y quiero que reparemos en unas palabras pronunciadas por los lideres
religiosos y que en ellas mismas encierran dos aspiraciones, dos
pulsiones que deberíamos evitar, si es que en realidad queremos evitar
un deterioro irreparable.
Juan 19:16-22
Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese
crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y le llevaron. El, cargando su
cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, en hebreo, Gólgota; y allí
le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado. Escribió Pilatos
un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY
DE LOS JUDÍOS. Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el
lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título
estaba escrito en hebreo, en griego y en latín. Entonces los
principales sacerdotes de los judíos Dijeron a Pilatos: No escribas: Rey
de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos. Respondió
Pilatos: Lo que he escrito, he escrito.
//…Los principales sacerdotes de los judíos dijeron a Pilatos: NO ESCRIBAS//
Idea Central. La falsa religión ambicionará controlar el poder político y la verdad.
I. La religión queriendo controlar el poder político.
Nos encontramos en el momento más tenebroso de la historia de la
humanidad. El Hijo de Dios ha sido injustamente acusado de ir en contra
de la ley de Moisés, infamemente juzgado con falsos testigos en un
tribunal religioso, y condenado por herejía y blasfemia. Ha sido
entregado al poder militar romano, cruelmente maltratado e
ignominiosamente asesinado. Los religiosos que lo han matado, por mano
romana, han logrado finalmente cumplir su propósito, dejando como
escarmiento público, que sea sometido a la expresión máxima del castigo y
de la vergüenza. En el fondo no eran la herejía ni la blasfemia los
motivos reales de su condena, sino la envida y los celos, al contemplar
como el mundo se iba tras de el. (Jn 12:19)
Ningún judío piadoso debería desear que ningún hombre, y menos aún un
judío, muriera en semejante muerte de cruz, la más ignominiosa forma de
morir, no solo por la tortura a la que sometían los reos que tardaban
varios días en morir, sino también por el oprobio que a nivel de pudor y
vergüenza eso suponía.
Como todos sabemos, los convictos eran colgados en una estaca que se
había hincado previamente al suelo. A unos dos metros, sobre la vertical
de la estaca se colocaba el travesaño al que había sido clavado el reo
con anterioridad después de cargar con el pesado madero en humillante
viacrucis por las calles de la ciudad. Se sabe también, que en algunos
casos los reos eran clavados a los arboles del lado de los caminos para
ahorrar madera. En cualquiera de los casos, el reo, totalmente desnudo,
quedaba expuesto a la mirada de la gente del tal forma que el tórax del
reo quedaba a la altura de los ojos de la gente que pasaba por los
caminos. Quedaban pues,
“Los pies del Cristo alzados del suelo poco menos de una vara,
y los ojos de la gente al pecho santo llegaban”
como diría José de Zorrilla en su impresionante obra “A buen juez mejor
testigo”. Y como si no fuera bastante la vergüenza de esa situación de
desnudez, se colocaba el delito de culpabilidad sobre la cabeza del reo
escrito en Latín, la lengua del imperio, en griego la lengua cultural y
en hebreo la lengua religiosa de la gente del lugar. Curiosamente lo
que Pilatos escribe en la tablilla; Jesús Nazareno Rey de los Judíos y
de que dio lugar a la protesta de los religiosos, no era un delito
tipificado. Sobre Jesús no se pudo escribir ni sedición, ni robo, ni
desacato, ni homicidio, ni nada que constituyera una razón válida y que
justificara el castigo.
Pilatos, el gobernador romano que cedió al chantaje de la clase
religiosa odiaba desde lo más profundo de su corazón a los judíos y a su
tierra, Palestina, y la única forma que tuvo de vengarse de ellos fue
colocar un letrero encima del reo con un texto que les fuera lo mas
ofensivo posible, algo que sabia que iba a irritarles profundamente. Por
eso el registro bíblico se encarga de remarcar que fue el procurador
romano Pilatos escribió, haciéndolo responsable directo del puyazo
vengador.
Se daba la circunstancia de que Poncio Pilatos, tenía fama dentro del
imperio romano, de ser hombre violento. Un militar con funciones de
gobernador y de magistrado judicial con pocos escrúpulos y que no tenía
empacho en ahogar en sangre cualquier tipo de movimiento sedicioso que
pudiese suponer una mancha en su hoja de servicios. Unos años antes
había provocado una matanza de judíos que estaban en un oficio
religioso. Mató a muchos en el templo incluyendo a los sacerdotes, cuya
sangre mezcló con la de los sacrificios (Lc 13:1).
Esta obsesión por mantener el orden para que su carrera militar no se
viera afectada a la hora de promocionar y de salir de aquel detestable
sitio, había hecho que se le fuera la mano en más de una ocasión en
Palestina, y eso también suponía, si no una mancha, una reputación poco
favorable para sus pretensiones de ascenso y cambio de destino. Ahora, y
en este punto de su trayectoria personal y profesional, no se podía
permitir más errores. Y cuando recibió la presión, del sumo sacerdote
judío para que diera muerte a Jesús, cedió, “Si sueltas a este, no eres
amigo del Cesar, pues todo el que se hace rey se opone al Cesar” (Jn. 19:12) cedió, aun cuando él mismo estaba convencido de que Jesús era Justo y de que era una falsedad la acusación (Mt 27:24)
y aún habiendo recibido el consejo de su mujer que no tuviera parte en
esto porque había padecido mucho en sueños sobre este asunto. (Mt 27:19) El interés personal le llevo a sacrificar la justicia y la rectitud.
En resumen: Pilatos cedió cobardemente ante unos miserables fanáticos
religiosos lograron imponer sobre la autoridad romana su asesina
voluntad religiosa.
La religión siempre posee ambiciones de controlar a los poderes
políticos. A veces se confiesa abiertamente, como el
nacional-catolicismo en los años del franquismo, a veces con disimulo,
como en países de mayoría no-católica. Esto llega en algunos casos que
hasta se permiten la osadía de dictarle a los gobernantes y a los
jueces, que deben o no deben decir, lo que pueden o no pueden decir, a
quien pueden juzgar o a quien no pueden. Léase, Polonia, Irlanda, Italia
con los casos de pederastia. Con el Islamismo ocurre igual, como en
Irán, Arabia Saudita, Sudán, Yemen o Paquistan; y con el hinduismo en
India, (de paso, el Dalai Lama, es también jefe del estado del Tibet).
Los religiosos, la religión que es falsa, siempre tiene ambiciones de
controlar el mundo político y decirle a los políticos, como en este caso
le dijeron a Pilatos: No escribas. En otras palabras, dictarle la ley.
La iglesia es un ente espiritual, un ente que aunque vive en este mundo
no es de este mundo y curiosamente, nunca la iglesia ha sido mas débil
que cuando ha intentado y logrado controlar al poder político. Las
persecuciones fortalecieron a la iglesia convirtiéndola en una fuerza
imparable, la constantinización la oficializó y la debilitó hasta
dejarla irreconocible. Cuando los padres apostólicos lograron dictar al
emperador las normas, lo que debía o no debía decir, perdieron el poder
de dictar espiritualmente al mundo la ruta hacia Dios. Pontifice máximo
era el título del Emperador, y los obispos llegaron a ser los
gobernadores.
No debiéramos olvidar nunca que en la lucha entre el poder político y
religioso, siempre la fe será derrotada. Ahí esta la historia. Quizás la
fe, sirviéndose del estado, podrá imponer su credo a todos, pero,
siempre será un credo extraño, aunque sea verdad, porque no se asume
desde la conversión sino desde la imposición que termina generando odio o
en el mejor de los casos nominalismo. En nuestro campo protestante
también tenemos ejemplos, sangrantes. El anglicanismo en la Inglaterra
de Enrique VIII derramó muchísima sangre (la Reina cabeza de la Iglesia
anglicana) , La teocracia de Ginebra, El luteranismo en algunos países
nórdicos donde los pastores luteranos son gente a sueldo del estado, Los
primeros años del puritanismo en América, o los últimos de la era
Bushiana. Un ejemplo mas, El sandinismo en Nicaragua, echó mano de los
teólogos de la liberación, la mayoría católicos y algunos protestantes,
cuando se hizo con el poder, los arrinconó y los persiguió. Notoria y
publica es la persecución a la que esta sometido Ernesto Cardenal,
Jesuita, teólogo de la liberación que fue ministro del primer gobierno
comunista, pero que hoy caído en desgracia está bajo el flajelo del que
fuera presidente del primer gobierno sandinista y ahora presidente otra
vez, Daniel Ortega. La iglesia de los pobres cometió dos errores:
atribuyó un poder redentor a la violencia como creían los
revolucionarios, y olvidó que uno solo es nuestro Kurios, Jesús, no
Marx, ni el estado, ni la utopía. Al final la fe fue la que salió
perdiendo.
Es lamentable ver como pasamos de pedigüeños a impositores cuando
tenemos poder y queriendo imponer nuestra fe, nuestra ética, nuestra
moral, y nuestros principios a todo el mundo incluyendo los que no creen
como nosotros. Un mundo que se va a resistir y que terminará dándonos
la espalda. Por eso es necesario resistir la tentación de querer decirle
a los políticos que es lo que tienen que escribir. Una cosa es la
denuncia profética, o el consejo o la orientación, que forma parte de
nuestro llamado, y otra muy distinta es querer dictar las leyes a los
que deben hacer las leyes, cuyo ministerio según san Pablo, les viene de
Dios y hay que dejar que lo ejerzan. Son diáconos de Dios
independientemente que lo hagan bien o mal.
Asi que ya tenemos, que de la misma forma que los políticos siempre
quieren manipular la conciencia de la gente y el poder de la religión,
El poder religioso quiere y tiene apetencias de controlar el poder
político. Y decirle lo que debe o no debe escribir. NO ESCRIBAS.
II. La religión queriendo controlar la verdad.
Jesús había pasado parte de su ministerio, especialmente la parte final,
dando testimonio por medio del uso de las Escrituras -que no podían
rebatir- y por medio del testimonio de sus obras milagrosas,-que no
podían negar- de que era realmente el Rey Mesías, el Hijo de David. Las
gentes sencillas, así lo habían entendido y cómo sabemos, este fue un
debate que llegó hasta el mismo Sanedrín que en no pocas ocasiones se
reunieron a lo largo de tres años para tratar el asunto. De hecho,
algunos ya habían intentado apedrearlo, no por la buena obra, sino bajo
la acusación de que siendo hombre te haces Dios, diciendo que es hijo de
Dios (Jn 10:32
ss). El Rey Mesías. El tema de Jesús fue el reino. Su discurso fue el
reino, presentó su persona a través de su mensaje, y era ese mensaje de
Dios obrando, el que revelaba sin lugar a dudas que El mismo era el
personaje central en todo el asunto de la expectativa consoladora para
Israel que en los días de Jesús era de alta intensidad.
Los judíos sabían, y en especial los religiosos y los teólogos, que no
se podía dar la restauración de la nación sin la intervención del
Mesías, cuya misión era liderar al pueblo. Sabían también, que según las
promesas la venida del Mesías vendría acompañada de obras
sobrenaturales. Los cojos andan, los ciegos ven, a los presos se les
anunciaría libertad y a todo el pueblo, que era el año del jubileo (Isa 61:1-2).
Recordemos que cuando Juan el Bautista andaba preso, en medio de su
crisis existencial, manda a preguntar por medio de los discípulos, si él
era el que había de venir o tendrían que esperar a otro, a lo que Jesús
le responde con el texto anteriormente citado de Isaías. Mas adelante
cuando es interpelado por sus discípulos (Mr 9:9 ss y Mt. 17:10
ss) sobre sus palabras de que el Hijo del Hombre y de cómo los escribas
decían que Elías debía venir primero, Jesús responde que,
efectivamente, y que Elías ya vino en la persona de Juan el Bautista. En
su altercado con los fariseos después de la liberación de un
endemoniado, Jesús les dice: si yo por el espíritu de Dios echó fuera
demonios, el reino de los cielos ha llegado a vosotros. Obviamente, se
asumía que si el reino había llegado y El andaba predicando y sanando,
era efectivamente el que había de venir.
El problema que se les planteaba a los dirigentes religiosos, era: que
el modelo religioso que ellos habían implantado y perpetuado, no tenía
lugar en el verdadero Reino de Dios. Este Rey Mesías, venía despojado de
toda pompa y boato, es un Rey Manso y Humilde, y su fuerza está
precisamente en eso mismo, en acercar el reino a los más desfavorecidos,
los pobres, los marginales. En anunciar el perdón para aquellos que
habían sido declarados proscritos perpetuos, para aquellos que habían
sido declarados inmundos y excluidos para siempre. Este Rey no tiene
interés en la tierra que pisan; sino en las personas que están sobre la
tierra que pisan. No tiene interés en una reconstrucción terrenal del
reino teocrático y davídico, sino en la reconstrucción del reino de Dios
en el corazón de la sociedad, una sociedad por demás enferma a causa de
los líderes religiosos.
El reino que este Rey viene a anunciar, es el reino del verdadero
Shalom, el reino de la justicia, de la equidad, de la igualdad, el reino
que incluye a los que están fuera de Israel. Un reino que solo puede
ser recibido por gracia, un reino que es un misterio pero que habla de
la buena voluntad de Dios para con los necesitados.
Este reino no deja dividendos, ni prebendas, ni tiene favoritos o
favorecidos, en el que no existen las clases religiosas ni sociales,
tiene un Rey que no se deja impresionar por los títulos, ni por las
ropas largas, ni por las filacterias, ni por la aparente piedad, ni por
la vistosidad de las ceremonias, ni por la opulencia de las fiestas
solemnes, ni por los edificios religiosos.
El Rey que decían esperar, pero que no querían, había llegado a ellos.
En el fondo de sus corazones y de sus conciencias sabían, que Era quien
decía ser, y por ello, Jesús les dice que puesto que ahora pueden ver,
son culpables de ser ciegos voluntarios, y puesto que son testigos de
los milagros hechos por la obra sobrenatural del Espíritu Santo, y se
empecinan en no creer, resistiendo al Espíritu Santo, están cometiendo
el pecado imperdonable que no es otra cosa que la incredulidad, a pesar
de la evidencia de los milagros.
Este rey no les interesaba y cerraron sus ojos y arremetieron contra el,
y lo persiguieron con la blasfema temeridad de decir que ¨su sangre sea
sobre nuestras cabezas¨ Y lo enviaron al Gólgota, y allí lo clavaron
por manos romanas. Pues bien, a pesar del infame atropello, cuando
Pilatos escribe la acusación, JESUS DE NAZARET EL REY DE LOS JUDIOS,
ellos quieren, que la única verdad de todo este, oscuro, y corrupto
proceso criminal, sea retirada de la escena, y por eso conminan a
Pilatos, NO ESCRIBAS que es el rey de los judíos, sino que dijo que es
el rey de los judíos.
En el colmo de la represión, de la persecución y de la injusticia,
quieren que no quede memoria escrita de la verdad tocante a su identidad
regia y mesianica. Quisieron matar la verdad matando al verdadero.
Quisieron silenciar la verdad de su filiación divina matando al enviado.
Su filiación judía ya habían intentado borrarla creando el bulo de que
no era judío, sino un bastardo, un ”mannrre”, el hijo de un oficial
judío llamado Pantera, y de la joven Maria, quitándole el derecho de ser
oído por los judíos.
“ nosotros a Abraham tenemos por padre” le dijeron cuando les acusó de
ser hijos del diablo, y lo dijeron infiriendo que el no era hijo de
Abraham, no era judío.
Por eso, aquella madera escrita en tres lenguas, latina, Griega y
Hebrea, era y constituía en si misma, una acusación pública contra
ellos, porque suponía, que de ser cierta, los lideres de Israel habían
dado muerte a su mesías. Y así fue, pues Pablo hablando del Cristo
crucificado diría que criston estaurwmenon ioudaioi V men skandalon ,El
Mesías crucificado, Escándalo para los judíos.
Aquel cuerpo clavado, con la tablilla acusadora encima de su cabeza, era
un acto demasiado infame como para ser cierto, por eso. ¡era necesario
remover aquella prueba acusatoria que se volvía contra ellos! Los
adalides de la Ley de Dios, quisieron manipular la verdad porque les
acusaba. Quisieron Controlar la verdad de las cosas y en concreto la
verdad de la naturaleza Mesiánica de Cristo a la que habían cerrado los
ojos y los oídos. Pero Sabemos que el perverso gobernador romano no hizo
caso de esta admonición y respondió con toda probabilidad en latín la
fórmula legal: quod scripsi, scripsi. Lo escrito, se queda escrito.
Los religiosos, tenemos tendencia de querer controlar la verdad. Tenemos
una tendencia innata de querer monopolizar la verdad. Tendemos a
otorgarnos el derecho y la prerrogativa de decidir sobre la verdad y
sobre que es la verdad. Y no soportamos bien que otros tengan razón.
Llevamos muy mal que otros interpreten de forma diferente, y muchas
veces lo que se esconde detrás es un miedo estúpido de perder el
privilegio de dogmatizar sobre Dios y la Biblia. ¡Imagínate que no llevo
razón en lo que mantengo, vivo de la religión ¡ (La atomización como
resultado inmediato de la Reforma)
Algunas veces llegamos a negar la verdad por intereses propios, y
callamos, o permitimos la injusticia porque nos es más cómodo cerrar los
ojos manteniendo así el status quo. A veces preferimos que no se
escriba aquello que nos molesta y nos acusa, aquello que no delata,
aquello que deja al descubierto nuestras miserias, nuestros puntos
débiles doctrinales o eclesiales, o morales. La mentira, es mentira,
pero la mentira que tiene tintes religiosos es doble mentira, y la media
verdad religiosa, es la peor de todas las mentiras, porque es un
intento de manipular la verdad sin que se note, y quedar bien.
Los religiosos cristianos somos a veces culpables, no de negar la
filiación divina de Jesús, pero si su mesianidad redentora de las
miserias de la humanidad que se canaliza y se hace efectiva en su
proyecto de reino. Somos culpables de violar la mesianidad de Jesús,
cuando reducimos la salvación a un concepto meramente intelectual que
atañe solo al alma de la gente. Violamos la verdad tocante al Cristo
crucificado cuando, limitamos su obra salvífica a un folleto, dejando a
la gente ahogarse en su propia realidad social, económica y moral, que
también está afectada por la caída y que necesita redención. Y de esta
forma estamos“cumpliendo así, lo que resta a los padecimientos de
Cristo”.
Conclusión.
Los principales de los sacerdotes le dijeron a Pilatos, NO ESCRIBAS, y
en este corto imperativo se resumen dos ambiciones de la religión mal
entendida y que no tiene futuro: la de controlar el poder político y la
de controlar la verdad. Dos tentaciones de las debemos de huir si
queremos ser fieles discípulos del Rey Mesías.
Por lo tanto:
1. Recuerda que en la pretensión de controlar la política, se esconde
una semilla de autodestrucción. Creemos que podemos controlarlos pero
es una ilusión, te terminaran controlando a ti, Te usaran y luego te
arrinconaran cuando no les sirvas. Te dirán:, es lo que hay: (quo scripsi, scripsi).
2. No te sumes a vinculaciones políticas aunque prometan el oro y el
moro, son un caramelo envenenado. Se puede simpatizar más o menos con
una determinada opción pero de ahí a vinculaciones más profunda,,,, pues
como que no. Si quieres ser político, deja la pastoral y viceversa.
3. Huye de la tentación de creerte que tienes el patrimonio de la
verdad bíblica, teológica, ética, así como, de la hermenéutica
infalible. Todos los métodos hermenéuticos tienen problemas, algunos más
que otros. Se humilde.
4. No olvides que la verdad teológica por muy verdad y grande que
sea, nunca puede ser un motivo para el maltrato, para la vejación, y
para el ostracismo de nadie.
5. Recuerda que la verdad nos hace libres, a nosotros y a los que nos rodean por medio de nosotros.