Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 29MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
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¿CÓMO PUEDE AYUDARME ÉSTE COMENTARIO?
La interpretación bíblica es un proceso tanto espiritual como racional que intenta entender e interpretar a un escritor de la antigüedad inspirado por el Espíritu Santo, de tal manera que el mensaje de Dios pueda ser entendido y aplicado a nuestros días.
El proceso espiritual es crucial pero difícil de definir. Involucra un ceder a Dios y estar abierto a escucharle. Debe haber un hambre (1) por Dios, (2) de conocerle a El, y (3) de servirle. Este proceso incluye oración, confesión y el estar dispuesto a cambiar tu manera de vivir. El Espíritu Santo es importantísimo en el proceso interpretativo, pero el por qué cristianos sinceros y entregados a Dios llegan a entender la Biblia de manera diferente es un verdadero misterio.
El proceso racional es más fácil de describir. Debemos de ser consistentes y justos al texto y no estar influenciados por nuestros prejuicios personales o denominacionales. De hecho, todos estamos condicionados históricamente. Ninguno de nosotros somos intérpretes completamente objetivos y neutrales. Este comentario ofrece un proceso racional que contiene cuatro principios interpretativos y estructurados para ayudarnos a sobreponernos nuestros prejuicios.
El Primer Principio
El primer principio es notar la situación histórica en la cual cada libro de la Biblia fue escrito y la ocasión histórica particular para que se escribiera. Esto es debido a que el autor original tenía un propósito, un mensaje que comunicar. El texto bíblico no puede significar o decir algo que el autor antiguo e inspirado originalmente nunca hubiera querido decir. Vemos entonces, que la intención del autor original es ciertamente la clave de la interpretación -y no nuestra necesidad o situación histórica, emocional, cultural, personal o denominacional. Además, la aplicación es compañera integral de la interpretación, pero la correcta interpretación debe siempre anteceder a la aplicación. Cabe reiterar aquí, que cada texto bíblico tiene uno, y solo un significado. Este significado es aquel que el autor bíblico original le dió a través del liderazgo del Espíritu Santo para comunicarlo a su día. Este único significado puede tener muchas posibles aplicaciones a diferentes culturas y situaciones. Estas aplicaciones, sin embargo, deben estar ligadas a la verdad central del autor original. Por esta razón, este comentario de guía de estudio está diseñado para proveer una introducción a cada libro de la Biblia.
El Segundo Principio
El segundo principio es identificar las unidades literarias. Cada libro de la Biblia es un documento unificado. Los que interpretan la Biblia no tienen derecho de aislar un aspecto de la verdad a costa de excluir otros. Por lo tanto, debemos de esforzarnos por entender el propósito del libro particular a estudiar antes de que intentemos interpretar sus unidades literarias individuales. Las partes individuales -capítulos, párrafos, o versículos- no pueden significar algo que la unidad completa no significa. La interpretación debe de ir de un modo deductivo del todo a un modo inductivo de las partes. Por lo tanto, este comentario de guía de estudio esta diseñado para ayudar al estudiante a analizar las estructuras de cada unidad literaria por párrafos. Las divisiones de párrafos y capítulos no son inspiradas, pero sí nos ayudan a identificar las unidades de pensamiento.
El interpretar a nivel de párrafo –y no a nivel de oración, cláusula, frase o palabra- es la clave para seguir el significado intencionado del autor bíblico. Los párrafos están basados en un tema unificado, frecuentemente llamado el enunciado o declaración temática. Cada palabra, frase, cláusula y enunciado en el párrafo se relaciona de alguna manera a este tema unificado. Ellos la limitan, expanden, la explican y/o la cuestionan. Una verdadera clave para la correcta interpretación es seguir el pensamiento del autor original párrafo a párrafo a través de las unidades literarias que componen ese libro de la Biblia en particular. Este comentario de guía de estudio está diseñado para ayudar al estudiante a hacer precisamente eso, al comparar traducciones modernas de la Biblia en Español. Estas traducciones han sido seleccionadas porque ellas emplean diversas teorías de traducción:
1. El Texto Griego de la Sociedades Bíblicas Unidas, cuarta edición revisada (SBU4). Este texto fue dividido en párrafos por eruditos textuales modernos.
2. El texto impreso de este estudio-guía-comentario es la Versión Reina-Valera 1960 (RV 1960).
Esta es una traducción literal palabra-por-palabra basada en una tradición del manuscrito griego conocido como Textus Receptus. Sus divisiones de párrafos son mas largas que las otras traducciones. Estas unidades mas largas ayudan al estudiante a ver los temas unificados. Los comentarios de versículo-por-versículo que se encuentran aquí siguen las divisiones de párrafos de esta versión de la Biblia.
3. La Biblia de las Américas (LBLA) es una traducción modificada palabra-por-palabra. Forma un punto medio entre las siguientes dos traducciones modernas. Sus divisiones de párrafo son de bastante ayuda para identificar los temas que contienen.
4. La Versión Dios Habla Hoy (DHH) es una traducción dinámica equivalente publicada por la Sociedades Bíblicas Unidas. Intenta traducir la Biblia de tal manera que el lector moderno de habla hispana pueda entender el significado del texto griego. Con frecuencia, especialmente en los Evangelios, divide párrafos basado en el que habla, en vez de por el tema, de la misma manera que la Nueva Versión Internacional. Para los propósitos del intérprete esto no es lo mejor. Es interesante notar que tanto la SBU4 y la DHH son publicadas por la misma institución, sin embargo sus divisiones de párrafos difieren.
5. La Biblia de Jerusalén (JB) es una traducción dinámica equivalente basada en una traducción católica francesa. Es de mucha ayuda para comparar las divisiones de párrafos desde la perspectiva europea.
El Tercer Principio
El tercer principio es leer la Biblia en diferentes traducciones para poder obtener el más amplio rango de significado (campo semántico) que las palabras bíblicas o las frases puedan tener. Con frecuencia una frase griega o una palabra pueden ser entendidas de varias maneras. Estas diferentes traducciones resaltan estas opciones y ayudan a identificar y a explicar las variaciones de los manuscritos griegos. Estas no afectan la doctrina, pero sí nos ayudan a regresar al texto original escrito por el autor antiguo inspirado.
El Cuarto Principio
El cuarto principio es observar el género literario. Los autores originales inspirados escogieron registrar su mensaje de formas diferentes, por ejemplo: narración histórica, drama histórico, poesía, profecía, evangelio-biografía (parábola), carta y apocalíptico. Estas formas diferentes tienen claves especiales de interpretación particulares (vea el texto de Gordon Fee y Doug Stuart How To Read The Bible For All Its Worth, (Có mo Leer La Biblia Por Todo Lo Que Vale) publicado por Zondervan, ó Playing be the Rules (Jugando de Acuerdo a las Reglas) por Robert Stein).
Así, este comentario de guía de estudio ofrece una manera rápida para el estudiante de verificar sus interpretaciones. Este comentario no tiene el propósito de ser definitivo o de tener la última palabra, sino más bien de ser informativo y de invitar a pensar. Con frecuencia, las otras posibles interpretaciones nos ayudan a no ser tan parroquiales, dogmáticos y/o denominacionales. Todo intérprete debe de tener una amplia gama de opciones interpretativas para reconocer cuán ambiguo puede ser el texto antiguo. Es muchas veces sorprendente y vergonzoso ver cuán pocas cosas pueden tener en común cristianos que reclaman tener la Biblia como su fuente de verdad.
Estos principios me han ayudado a sobrepasar mucho de mi acondicionamiento histórico al forzarme a luchar y batallar con el texto antiguo. Mi deseo es que estos principios sean de igual manera una bendición para usted.
¿Podemos conocer la verdad? ¿Dónde se encuentra? ¿Podemos verificarla de manera lógica? ¿Existe una autoridad máxima? ¿Existen absolutos que puedan guiar nuestras vidas, nuestro mundo? ¿Tiene significado la vida? ¿Por que estamos aquí? ¿Hacia donde vamos? Todas estas preguntas –preguntas que toda persona racional contempla- han hostigado el intelecto humano desde el principio del tiempo (Ec. 1:13-18; 3:9-11). Yo aún puedo recordar mi propia búsqueda personal por encontrar el centro integral de mi vida. Me convertí en creyente de Jesucristo a temprana edad, debido principalmente al testimonio de personas importantes en mi familial. Cuando crecí a la edad adulta también crecieron preguntas acerca de mí y de mi mundo. Simples clichés culturales y religiosos no daban significado a las experiencias de las cuales yo leía o confrontaba. Este fue un tiempo de confusión, búsqueda, anhelo, y con frecuencia de desesperanza en vista del duro e insensible mundo en el cual vivía.
Muchos reclamaban tener las respuestas a estas preguntas esenciales, pero después de investigar y reflexionar yo descubrí que sus respuestas estaban basadas en (1) filosofías personales, (2) mitos antiguos, (3) experiencias personales, o (4) proyecciones psicológicas. Yo necesitaba algún grado de verificación, alguna evidencia, alguna explicación racional en la cual basar mí entendimiento del mundo, mi centro de integridad, mi razón de vivir.
Encontré todo esto en mi estudio de la Biblia. Comencé a buscar evidencia de su confiabilidad, la cual la encontré en (1) la confiabilidad histórica de la Biblia confirmada por la arqueología, (2) la exactitud de las profecías del Antiguo Testamento, (3) la unidad del mensaje de la Biblia a través de los 1,600 años de su producción, y (4) los testimonios personales de personas cuyas vidas habían sido permanentemente cambiadas por el contacto de la Biblia. El cristianismo, como un sistema unificado de fe y creencia, tiene la habilidad de tratar con las preguntas complejas de la vida humana. No solamente me proveyó esto un marco racional, sino que además el aspecto de la experiencia de la fe bíblica me trajo estabilidad gozo emocional.
Yo pensaba que había encontrado el centro integral de mi vida-Cristo, como se entiende a través de las Escrituras. Fue una experiencia muy fuerte, una liberación emocional. Sin embargo, ¡yo todavía puedo acordarme de la conmoción emocional y el dolor cuando empecé a comprender cuántas diferentes interpretaciones de la Biblia se manejan, a veces incluso aún dentro de las mismas iglesias o escuelas de pensamiento! El afirmar la inspiración y confiabilidad de la Biblia no era el fin del asunto, sino solo el principio. ¿Cómo podía verificar o rechazar las variadas o conflictivas interpretaciones de los muchos pasajes difíciles de las Escrituras por aquellos que reclamaban su autoridad y confiabilidad?
Esta tarea se convirtió en la meta de mi vida y mi peregrinaje de fe. Yo sabía que mi fe en Cristo me había (1) traído gran paz y gozo. Mi mente anhelaba algunos absolutos en medio de la relatividad de mi cultura (post-modernista); (2) el dogmatismo de sistemas religiosos conflictivos (religiones del mundo); y (3) arrogancia denominacional. En mi búsqueda por métodos válidos a la interpretación de la literatura antigua me sorprendí al descubrir mis propios prejuicios históricos, culturales, denominacionales y de mis experiencias. Me di cuenta que con frecuencia leía la Biblia simplemente para reforzar mis propios puntos de vista. La usaba como una fuente de dogma para atacar a otros mientras reafirmaba mis propias inseguridades e insuficiencias. ¡Cuán doloroso descubrimiento fue este para mí!
Y aunque nunca podré ser completamente objetivo, sí puedo convertirme en un mejor lector y estudiante de la Biblia. Yo puedo limitar mis prejuicios si los identifico y reconozco su presencia. Aun no estoy libre de mis prejuicios, pero puedo confrontar mis áreas débiles. ¡Y es que el intérprete es con frecuencia el peor enemigo de una buena y correcta lectura bíblica!
Permítame darle una lista de algunas de las presuposiciones que yo en lo personal traigo al estudio de la Biblia para que usted, el lector, pueda examinarlas juntamente conmigo:
I. Presuposiciones
A. Creo que la Biblia es la única revelación inspirada del Único y verdadero Dios. Por lo tanto, debe
de ser interpretada a la luz de la intención del Autor divino original (El Espíritu Santo), a través de
un escritor humano en una condición histórica especifica.
B. Creo que la Biblia fue escrita para la persona común, es decir, ¡para todas las personas! Dios se
adaptó a Si mismo para hablarnos claramente dentro de un contexto cultural e histórico. Dios no
esconde la verdad, más bien ¡quiere que la entendamos! Por lo tanto, debe ser interpretada a la luz del día en que fue escrita, no del nuestro. La Biblia no debe significar para nosotros lo que nunca quiso significara para aquellos que la leyeron o escucharon por primera vez. La Biblia es entendible a la persona promedio y usa formas y técnicas de comunicación humanas normales.
C. Creo que la Biblia tiene un propósito y mensaje unificados. No se contradice a si misma, aunque sí contiene pasajes paradójicos y difíciles. De tal manera que la Biblia es la mejor intérprete de sí misma.
D. Creo que cada pasaje (excluyendo la profecía) tiene un y solo un significado basado en la intención del autor original inspirado. Aunque nunca podemos saber con absoluta certeza la intención del
autor original, muchos indicadores nos muestran su dirección, tales como:
1. el género (tipo de literatura) escogida para expresar el mensaje
2. la situación histórica y/o específica que motivó a que se escribiera
3. el contexto literario del libro entero al igual que cada unidad literaria
4. el diseño textual (bosquejo) de las unidades literarias según se relacionan al pasaje completo
5. las herramientas gramaticales específicas usadas para comunicar el mensaje
6. las palabras seleccionadas para presentar el mensaje
7. los pasajes paralelos
El estudio de cada una de estas áreas se convierte en el objeto de nuestro estudio de un pasaje de la Biblia. Antes de que explique mi metodología para una buena y correcta lectura de la Biblia permítame delinear algunos de los métodos inapropiados que son usados hoy y que han causado tanta diversidad en la interpretación, y que por consiguiente deben de ser evitados:
II. Métodos Inapropiados
A. El ignorar el contexto literario de los libros de la Biblia y el usar cada oración, cláusula, o aún
palabras individuales como declaraciones de verdades que en realidad no están relacionadas a la intención del autor o al contexto más amplio. Esto es en realidad “usar un texto como pretexto”, es decir, usar un texto para decir algo que el texto no enseña.
B. El ignorar la situación histórica de los libros al sustituirla por una situación histórica supuesta
que tiene poco o ningún apoyo del texto mismo.
C. El ignorar la situación histórica de los libros y leerlo como si fuera el periódico matutino escrito
principalmente para los cristianos modernos de hoy.
D. El ignorar la situación histórica de los libros al alegorizar el texto y hacerlo un mensaje
teológico/filosófico completamente sin relación a los primeros oyentes y a la intención original
del autor.
E. El ignorar el mensaje original al sustituirlo por el propio sistema teológico personal, doctrina
preferida, o asunto contemporáneo sin relación alguno con el propósito del autor original y su
mensaje. Este fenómeno con frecuencia se da cuando se lee la Biblia como un medio de
establecer la autoridad del que habla, en su caso predicador o conferencista. A esto se le conoce como “respuesta del lector” (o sea es una interpretación según “lo que el texto significa para mi”).
Al menos tres componentes relacionados pueden encontrarse en toda la comunicación humana escrita:
En el pasado, técnicas de lecturas diferentes se han enfocado en uno de los tres componentes. Pero para en verdad afirmar la inspiración única de la Biblia es mas apropiado un diagrama modificado:
En realidad los tres componentes deben de ser incluidos en el proceso interpretativo. Para el propósito de verificación mi interpretación se enfoca en los primeros dos componentes: el autor original y el texto.
Estoy consciente que probablemente estoy reaccionando defensivamente ante los abusos que he observado
(1) la alegorización y espiritualización de los textos bíblicos y
(2) a la interpretación “respuesta del lector” (o sea es una interpretación según “lo que el texto significa para mi”). Los abusos pueden ocurrir en cada etapa. Debemos siempre de verificar nuestras motivaciones, prejuicios, técnicas, y aplicaciones. Pero ¿cómo los podemos verificar si no existen límites en la interpretación o un criterio base? Es aquí entonces donde la intención del autor y la estructura textual me proveen con algún criterio para limitar la gama de posibles interpretaciones válidas.
A la luz de estas técnicas de lectura inapropiadas preguntémonos ¿cuáles son algunos métodos apropiados para la buena y correcta lectura e interpretación que ofrezcan un grado aceptable de verificación y consistencia?
III. Métodos Apropiados para una Buena y Correcta Lectura de la Biblia
En este punto no estoy discutiendo sobre las técnicas específicas de interpretación para géneros específicos, sino sobre los principios generales hermenéuticos validos para todos los tipos de textos bíblicos. Un buen libro de texto que habla de los géneros específicos es How To Read The Bible For All Its Worth, (Có mo Leer La Biblia Por Todo Lo Que Vale) por Gordon Fee y Douglas Stuart, publicado por Zondervan.
Mi metodología se enfoca inicialmente en que el lector le permita al Espíritu Santo iluminar la Biblia a través de cuatro ciclos personales de lectura. Esto hace que el Espíritu, el texto y el lector sean primarios, y no secundarios. Esto también protege al lector de ser excesivamente influenciado por los comentaristas. He oído decir: “La Biblia arroja mucha luz sobre los comentarios.” Digo esto no para menospreciar las ayudas de estudio, sino más bien para abogar por un uso mas apropiado de ellos en su momento.
Debemos poder apoyar nuestras interpretaciones desde el texto mismo. Hay cinco áreas que proveen al menos una verificación limitada:
1. Del autor original:
a. su entorno histórico
b. su contexto literario
2. la selección del autor original de
a. estructuras gramaticales (sintaxis)
b. el uso contemporáneo de las palabras
c. el género literario
3. nuestro entendimiento apropiado de
a. pasajes paralelos relevantes
Necesitamos poder proveer las razones y la lógica detrás de nuestra interpretación. La Biblia es nuestra única fuente de fe y práctica. Tristemente, y con frecuencia, los cristianos no están de acuerdo sobre lo que la Biblia enseña o afirma. Es contraproducente declarar y asegurar la inspiración de la Biblia, ¡y luego no poder ponerse de acuerdo en su enseñanza y requerimientos!
Por ello, los cuatro ciclos de lectura están diseñados para proveer las siguientes guías interpretativas:
A. El primer ciclo de lectura
1. Lea el libro de corrido completo.
2. Luego, léalo otra vez en una traducción diferente, mucho mejor si es una traducción de una teoría distinta:
a.teoría palabra por palabra (Reina-Valera-1960, La Biblia de Las Américas, Reina-Valera Revisada1995)
b. teoría equivalente dinámico (Dios Habla Hoy, Biblia de Jerusalén)
c. teoría paráfrasis (Dios Llega Al Hombre, Nuevo Testamento Viviente)
3. Busque el propósito central del libro. Identifique su tema.
4. Aísle (si es posible) una unidad literaria, un capítulo, un párrafo o una oración que exprese
claramente este propósito o tema central.
5. Identifique el género literario predominante
a. Antiguo Testamento
(1) Narrativa hebrea
(2) Poesía hebrea (literatura de sabiduría, salmo)
(3) Profecía hebrea (prosa, poesía)
(4) Códigos de leyes
b. Nuevo Testamento
(1) Narraciones (Evangelios, Hechos)
(2) Parábolas (Evangelios)
(3) Cartas/epístolas
(4) Literatura apocalíptica
B. El segundo ciclo de lectura
1. Lea todo el libro una vez más, buscando identificar los temas o tópicos principales.
2. Haga un bosquejo de los temas principales y escribir brevemente su contenido en una
declaración sencilla.
3. Revise su declaración de propósito y bosquejo amplio con ayudas de estudio.
C. El tercer ciclo de lectura
1. Lea todo el libro nuevamente, buscando identificar el entorno histórico y la ocasión
especifica que motivó se escribiera el libro.
2. Haga una lista de los asuntos históricos mencionados en el libro de la Biblia
a. el autor
b. la fecha
c. los destinatarios
d. la razón específica de su escritura
e. aspectos del entorno cultural relacionados con el propósito de su escritura
f. referencias a personajes y eventos históricos
3. Amplíe su bosquejo a nivel de párrafo de esa parte del libro bíblico que está interpretando.
Siempre identifique y haga un bosquejo de la unidad literaria. Puede que sean varios capítulos
o párrafos. Esto le permite seguir la lógica del autor original y el diseño textual.
4. Revise el entorno histórico usando ayudas de estudio.
D. El cuarto ciclo de lectura
1. Lea la unidad literaria específica en varias traducciones
a. palabra por palabra (RV-1960, LBLA, RVR-1995)
b. equivalente dinámico (DHH, BJ)
c. paráfrasis (DLAH, NTV)
2. Busque las estructuras literarias o gramaticales
a. las frases repetidas, Ef. 1:6, 12,13
b. las estructuras gramaticales repetidas, Ro. 8:31
C. conceptos contrastantes
3. Haga una lista de lo siguiente:
a. de los términos significativos
b. de términos inusuales
c. de estructuras gramaticales importantes
d. de palabras, cláusulas u oraciones particularmente difíciles
4. Busque los pasajes paralelos relevantes
a. busque el pasaje con la enseñanza mas clara de su terna usando
(1) libros de “teología sistemática”
(2) Biblia con referencias
(3) concordancias
b. Busque un posible par paradójico dentro de su tema. Es decir, muchas verdades bíblicas
son presentadas en pares dialécticos; muchos conflictos denominacionales vienen de
usar “textos como pretextos” y enseñar solo la mitad de una verdad bíblica. Toda la
Biblia es inspirada, y debemos buscar el mensaje completo para poder proveer un
balance bíblico a nuestra interpretación.
c. Busque paralelos dentro del mismo libro, mismo autor o mismo género; la Biblia es su
propio mejor interprete porque tiene un solo autor, el Espíritu Santo.
5. Use ayudas de estudio para revisar sus observaciones de entorno histórico y ocasión del libro
a. Use Biblias de estudio
b. Use enciclopedias, manuales y diccionarios de la Biblia
c. Use introducciones Bíblicas
d. Use comentarios bíblicos (en este punto de su estudio, permita a la comunidad de
creyentes, pasada y presente, que le ayude y corrija en su estudio.)
IV. Aplicación de la Interpretación Bíblica
En este punto giramos hacia la aplicación. Usted ya se ha tornado el tiempo para entender el texto en su condición original; ahora usted debe aplicarlo a su vida y su cultura. Yo defino a la autoridad bíblica como “el entender lo que el autor bíblico original estaba diciendo en su día y aplicar esa verdad a nuestro día.”
La aplicación debe seguir a la interpretación de la intención del autor original tanto en cuanto a tiempo como en lógica.
¡No podemos aplicar un pasaje Bíblico a nuestro día hasta que sepamos que estaba diciendo en su día! ¡Un pasaje de la Biblia no puede significar lo que nunca significó!
Su bosquejo detallado, a nivel de párrafo (ciclo de lectura #3), será su guía. La aplicación debe ser hecha a nivel de párrafo, no a nivel de palabra. Las palabras tienen sentido solo en contexto; las cláusulas tienen sentido solo en contexto, las oraciones tienen sentido solo en contexto. La única persona inspirada involucrada en el proceso interpretativo es el autor original. Nosotros solo seguimos su dirección por la iluminación del Espíritu Santo. Pero la iluminación no es inspiración. Para decir “así dice el Señor”, debemos acatarnos bajo la intención del autor original. La aplicación debe relacionarse específicamente a la intención general de todo el escrito, a la unidad literaria específica y el desarrollo del pensamiento del nivel de párrafo.
¡No permita que los asuntos de nuestro día interpreten a la Biblia; más bien deje que la Biblia hable! Esto puede requerir que saquemos principios del texto. Esto es válido si el texto apoya un principio. Desafortunadamente, muchas veces nuestros principios son solo eso, “nuestros” principios—no los
principios del texto.
Al aplicar la Biblia, es importante recordar que (excepto en profecía) uno y solo un significado es válido para un texto bíblico en particular. Este significado está relacionado con la intención del autor original al dirigirse a una crisis o necesidad en su día. Muchas posibles aplicaciones se pueden derivar de este significado. La aplicación estará basada en las necesidades de los recipientes, pero deberá estar relacionada con el significado original del autor.