"Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí"
Mateo 15:8
|
La semana santa es otra
de las herencias de la liturgia romanista. Es cierto que el
padecimiento del Señor
Jesucristo comenzó el 14 de nisan según el
calendario lunar Judío (marzo / abril del calendario cristiano),
sin
embargo, toda la costumbre y tradición que encierra esta fecha, es un
inventario establecido por los
dogmas de la madre de las rameras: el
catolicismo romano.
|
La Cuaresma y el viernes de ayuno
|
La observancia de la
cuaresma y el ayuno el día viernes santo, fue institucionalizado dentro
de la liturgia romanista, el año 988 dC. Dicha práctica ha trascendido
de generación en generación hasta nuestros días, aún, cuando los
teólogos católicos actuales y sacerdotes, niegan que comer carne el
“viernes santo” sea pecado. No obstante, la gran masa de feligreses
católico romanos consideran un sacrilegio el comer carne aquel día.
La Biblia es categórica en desaprobar costumbres como estas:
|
“Pero el Espíritu dice claramente que
en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a
espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de
mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse,
y mandarán abstenerse de alimentos...” 1 Timoteo 4: 1- 3
|
El texto es
suficientemente claro como para continuar el argumento, sin embargo, es
necesario precisar algo mas. Roma ha institucionalizado guardar el día
“viernes santo”, es decir el sexto día, que dicho sea de paso, es uno
de los días predilectos del satanismo.
Es en esta fecha cuando las pescaderías aprovechan de vaciar sus stock
esperando un balance superior al del año anterior. Es en esta fecha
cuando miles de personas intentan “recogerse” , tratan de ser mejores,
se arriman al televisor para conmoverse con añejas películas de un
“cristo” miniaturizado lejos de toda descripción bíblica, y anhelan que
llegue el día lunes para continuar la rutina de vidas licenciosas.
En otras palabras, dejan de comer carne un día y se comen el pecado todo el resto del año.
¿De que vale mantener esta tradición empapada de superstición,
religiosidad, paganismo, ramitos santiguados y falso recogimiento, si
en menos de una semana todo seguirá igual?
Tal vez lo mas importante es que tenemos un día viernes de descanso y
que las radios se moderan un poco, y retiran de su programación
sandunguera e indeseable.
|
Este dogma que impulsa
la liturgia romanista y que consiste en la observancia de ciertas
estaciones (14) por las cuales habría pasado Cristo camino a la
crucifixión, esta lleno de fantasías e ilusiones propias de la teología
católica.
Esta liturgia es practicada por el romanismo durante siglos y su
principal exponente fue el teólogo redentorista Alfonso Maria Ligorio.
Cada año vemos por la televisión al papa de Roma efectuando aquel
recorrido “cargando” una cruz y cumpliendo fielmente aquellas supuestas
estaciones que el dogma establece.
Es importante precisar dos cosas: Primero, que es en esta liturgia donde
se establece el concepto de calvario, que más tarde sería enquistado en
el lenguaje evangélico. Es importante indicar que la Biblia jamás habla
de “ calvario “ . El monte donde Cristo fue crucificado se llamaba “
monte de la calavera o Gólgota”.
|
Escena de la película "La Pasión"
donde Gibson recrea una de las estaciones del Via Crucis
|
En segundo lugar, el
dogma del Vía Crucis, se ve claramente reflejado en el guión de la
película “La Pasión” del cineasta Mel Gibson, y que por descuido,
muchos evangélicos se sintieron profundamente “tocados” con la película,
aun cuando a los minutos de iniciada, se aprecia una fuerte tendencia
mariana y una diferencia absoluta con los relatos bíblicos.
En resumen, vemos que las sutiles fantasías y mentiras del romanismo, se
introducen asolapadamente en la iglesia evangélica, de ahí la necesidad
de existan hermanos que siempre nos estén informando y advirtiendo de
estas cosas.
|
El testimonio de la iglesia primitiva
|
La iglesia primitiva,
lejos de todo dogmatismo y de liturgias, jamás celebraba
“semana santa”; por el contrario, acostumbraba a recordar el
padecimiento del Señor Jesucristo, cada primer día de la semana, veamos:
|
“ El primer día de la semana,
reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo
de salir al día siguiente, y alargó el discurso hasta la medianoche.”
(Hechos 20: 7)
|
Si bien, no existe un
dogma al respecto, este sencillo relato de la costumbre de los creyentes
en Troas con la participación del apóstol Pablo, nos entrega cierta
claridad respecto a la frecuencia de la celebración. Cada primer día de
la semana.
La verdad es que no podría ser de otra forma, considerando que fue el
domingo cuando el Señor resucitó y fue el primer día de la semana
cuando el Señor se apareció a sus discípulos. Los creyentes de la
iglesia primitiva acostumbraban a reunirse el domingo en la tarde para
partir el pan, orar y estudiar las escrituras. La reunión era por la
tarde, según entendemos en el relato señalado:
|
“…. y alargó el discurso hasta la
medianoche.” (Hechos 20: 7)
|
Lamentablemente con el
paso del tiempo y hasta nuestros días, las cosas han cambiado. Todo se
ha vuelto sofisticado, lleno de liturgias y tradiciones que
sencillamente no aparecen en la Biblia, y todo, “gracias” al legado de
la iglesia de Roma.
Para nadie es un misterio que muchas iglesias evangélicas se han sumado a
las tradiciones y preceptos provenientes del romanismo. No solo lo
vemos en las arquitecturas de sus locales de reunión, sino que cada vez
mas se observa una estrecha afinidad entre ministros evangélicos y
sacerdotes o teólogos católicos. La “semana santa” es una muestra de
aquello.
Con este artículo, no se pretende desaprobar a hermanos sinceros que se
suman a esta fecha. Nuestro interés es defender la veraz fuente de las
santas escrituras, por sobre dogmas, tradiciones o liturgias legadas
del catolicismo romano.
Nuestro deber como cristianos es poner en alto la autoridad exclusiva de
las santa Biblia porque es la Palabra de Dios. Las tradiciones de
hombres no nos deben interesar.
Recordar lo que nuestro amado Señor y Salvador hizo en la cruz del
Gólgota por nosotros solo una vez al año, es insuficiente considerando
lo frágil que es nuestra memoria. Es necesario recordar con frecuencia
lo que Cristo hizo por amor a nosotros y que dicho memorial no sea
parte de una liturgia tradicionalista motivada por una fecha
institucionalizada, por supersticiones o por tal o cual película de
hollywood
|
|