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sábado, 7 de julio de 2012

Sectas, ocultismo, denominaciones: Esclavitud satanica

biblias y miles de comentarios
 
Libertad de la esclavitud de sectas y del ocultismo
Conocí a Sandy cuando huía llena de temor de una sesión en congreso. Es una mujer linda de poco más de unos cuarenta años, normalmente tiene una personalidad llena de vida y suficiente energía como para dos. Tiene un marido cristiano comprometido con el Señor, varios hijos y vive en una hermosa comunidad en las afueras de la ciudad.
Durante toda su vida Sandy había ocultado muy bien la batalla que se libraba en su mente. Pocos, tal vez ninguno, sospechaban la guerra que tenía por dentro hasta que misteriosamente empezó a desaparecer de su mundo unos dieciocho meses antes de que nos conociéramos. He aquí su historia:
*     *     *
La historia de Sandy
Casi siempre vivía dentro de un minúsculo rincón de mi mente.
Al fin puedo creer que soy hija de Dios. Ahora estoy segura de mi lugar en el corazón de mi Padre. Él me ama. Mi espíritu da testimonio con su Espíritu de que esto es cierto y ya no me siento fuera de la familia de Dios; ya no me siento huérfana.
La presencia malévola que tenía adentro desde el momento que pasamos juntos en el congreso se fue, al igual que las muchas voces que me persiguieron durante treinta y cinco años. Siento que toda mi mente luce limpia, amplia y bella.
Antes de encontrar mi libertad en Cristo vivía casi siempre en un minúsculo rincón de mi mente. Aun así, jamás pude escapar de las voces que me ordenaban, de las expresiones obscenas ni de la ira acusadora. Así que trataba de separarme de mi mente y llevar una vida lejos de todo eso.
En 1979 me convertí a Cristo, y desde entonces fue una lucha constante poder creer que Dios realmente me aceptaba, me quería y yo le importaba. Pero por fin, ya, se acabó esta lucha de toda una vida. Nunca antes pude escuchar esa apacible y delicada voz de Dios en mi mente sin recibir castigo de parte de las otras voces. Hoy sólo está allí la apacible y delicada voz.
Esperaba que mi padre tuviera la razón y que Dios no existiera.
Todo empezó cuando yo era muy niña. Mi padre profesaba ser ateo y mi madre era muy religiosa, por lo que hubo mucho conflicto y confusión en nuestro hogar. Asistía a escuelas religiosas, pero cuando llegaba a casa escuchaba a mi padre decir que la religión era una tontería sólo para los débiles. Realmente esperaba que él tuviera la razón y que no existiera ningún Dios, porque le tenía miedo a la religión de mamá. Temía que Dios me castigara si no me comportaba correctamente. Aun así, buscaba respuestas espirituales a pesar de rechazar las soluciones de mis padres.
Me comunicaba con la bola, usándola como un medio para predecir el futuro, y creía que era mágica.
Mi familia, tanto mis padres como mis abuelos, estaba plagada de creencias supersticiosas y de amuletos. Recuerdo que cuando visitaba a mis abuelos maternos sentía que su casa era un lugar tranquilo donde lograba escaparme del caos del hogar en que me criaba. El único juguete que mi abuela tenía para mi era una bola mágica negra. La bola tenía una ventanita y pequeñas fichas adentro que daban quizás cien respuestas distintas. Le hacía una pregunta a la bola, como «¿lloverá mañana?» y flotaba a la superficie una respuesta como «probablemente».
Me encantaba esa bola y pasaba largo rato donde mi abuela jugando con ella y creyendo que tenía poderes mágicos y respuestas para todo los aspectos de mi vida. Le comunicaba a la bola los problemas de mis padres y de lo que estaba sucediendo en mi vida, usándola como un medio de predecir mi destino. Después de un tiempo me fui dando cuenta que muchas de las respuestas que me daba eran correctas confirmando mi creencia de que tenía poder especiales.
Supongo que los adultos creían que era simplemente un juguete con el que podían jugar los nietos. Sin embargo, cada vez que yo tenía problemas, los guardaba hasta llegar a casa de mi abuela donde trataba de resolverlos con la bola mágica.
Cuando visitaba a mis abuelos paternos, me llevaban a su muy legalista iglesia, y empecé a tenerle terror al infierno. Con temor a Dios y a la religión, me volqué hacia la bola mágica para tratar de pronosticar hechos. De esa manera podría estar preparada por adelantado a los desastres que Dios enviara a mi camino.
Explotaba de ira por cualquier cosa. Al mismo tiempo me sentía como una temerosa niñita triste y sola.
Cuando cumplí catorce años, ya me había convertido en una persona muy religiosa en la iglesia católica, donde por alguna razón me sentía muy segura. En casa no había paz porque el alcoholismo de papá y los pleitos entre él y mamá se intensificaron. Probablemente ellos dirían que el problema era yo, una niña problemática. Mi madre trataba de separarnos, a mi padre y a mí, porque él era muy abusador y yo no era muy pasiva. Me encantaba pelear y siempre me entremetía cuando él estaba enojado con alguien. Cada vez que me veía me echaba de la casa, por lo que al fin sólo volvía cuando él no estaba o cuando dormía.
Yo era iracunda, rebelde y odiaba a toda autoridad hasta el punto que la gente pasaba a mi lado cuidadosamente debido a mi cólera explosiva. Lo que no sabían era que por dentro me sentía como una niñita temerosa, triste y sola. Simplemente quería tener a alguien quien que me cuidara, pero jamás pude hablar de esto con nadie. Cuando alguien intentaba acercarse a mí, escondía mi inseguridad volviéndome agresiva.
En la escuela y en la comunidad era un problema, y llegué a ser sexualmente promiscua, haciendo básicamente todo lo que pudiera para quebrantar los diez mandamientos. Una vez entré a una iglesia católica, miré al crucifijo y dije: «Amo todo lo que odias y odio todo lo que amas.
Estaba retando a Dios para que me golpeara y ni siquiera tenía miedo de que lo hiciera.
Deseaba simplemente estar en una familia y sentirme segura.
A los diecinueve años fui a una gran ciudad y durante dos años viví con otras dos muchachas. A las dos de la mañana en un bar un barman nos dio una pequeña tarjeta y nos preguntó:
«¿Por qué no van a mi iglesia? Tal vez allí encuentren las respuestas a algunos de sus problemas y no tendrán que estar aquí a media noche.
Sentí que debería por lo menos intentar el asunto de «iglesia» una vez más, creyendo que todas eran iguales. Simplemente quería estar en una familia y sentirme segura; por lo que al día siguiente asistimos a esa iglesia. No tenía la menor idea de que era una secta … ¡y por diez años participé en ella!
Al principio me sentí amada; era mi «familia». Se interesaron por mi vida, nadie me había prestado antes tanta atención. Nadie se ocupó lo suficiente de mí como para decirme: «Queremos que duermas nueve horas por las noches. Queremos que comas tres veces al día. Queremos saber dónde estás». Me hicieron rendir cuentas de mi estilo de vida y yo interpreté su interés por mí como amor y preocupación por mi bienestar. Hubiera dado mi vida por ellos.
Acepté su filosofía de que todos somos dioses. Esto se ajustaba a la visión atea de mi padre de que realmente no existe un Dios supremo y que la religión es un invento de alguien para controlar a la gente. También me explicaron quién era Jesucristo, lo cual parecía satisfacer la religión de mi madre. Dijeron que él era simplemente un buen maestro, como Mahoma o Buda, pero que no era ni supremo ni Dios, porque de serlo no hubiera tenido que morir en una cruz.
Mi mundo entero giraba alrededor de las enseñanzas de la secta
Mientras más me metía en la secta, más me consumía la vida. Creía todo lo que me decían, y consideraba una mentira cualquier cosa que leyera en los periódicos o viera en la televisión. Así que no leía nada que no hubiera redactado la secta, y no creía nada a menos que su firma estuviera en ello. Mi mundo entero giraba en torno a su enseñanza.
Recibí bastante instrucción personal en que me indicaban lo que tenía que hacer para convertirme en un «ser espiritual totalmente libre». Como enseñaban la reencarnación, creía que había tenido varias vidas anteriores. «Aprendí» nombres anteriores, cuántos hijos tuve, hasta el color de mi cabello. Esto incluía vidas en otros planetas. Como yo confiaba en ellos, les creía; la razón por la que nadie más conocía esta «verdad» respecto a sí mismos era que no estaban dispuestos a conocerla.
Vivía en dos mundos
Traté de vivir en dos mundos. Desde los siete años de edad he oído voces en mi cabeza y he tenido amigos invisibles, por lo que en la escuela vivía en un mundo y en mi casa tenía otro. Las voces en mi cabeza me seguían hablando, y los líderes de la secta me decían que eran voces de mis vidas anteriores. Mi esperanza inútil era que cuando estuviera plenamente instruida, esas voces se aquietarían y no me molestarían más.
Mientras sucedía esto, mi familia se trasladó a otro estado donde mi madre fue invitada a asistir a un estudio bíblico en el vecindario y aceptó a Jesucristo. No lo dijo a nadie porque mi padre todavía era ateo y no la habría dejado asistir al estudio. Sin embargo, pidió a sus amigos que oraran por la conversión de su marido y de sus hijos. Si hubiera sabido que estaban orando por mí, también habría intentado detenerla.
Fui a visitar a mi madre en su lecho de muerte con la idea de que un miembro de la secta pudiera convertirla.
Cuando mi madre enfermó de cáncer, fui a visitarla en su lecho de muerte con la idea de que un miembro de la secta pudiera convertirla y así cuidar de su espíritu en la próxima vida. En esa próxima vida ella viviría en la secta y yo podría estar consciente de ella; entonces tendría una mejor vida que la que tuvo con mi padre.
Mientras estaba con ella sentí un odio tremendo por sus amistades que visitaban su cuarto, le hablaban de Jesús y oraban por su sanidad. Yo ridiculizaba sus intentos, pero estaba asombrada de ver la fuerza de las convicciones de mi madre. Fue una batalla entre su mente y la mía, pero una noche estaba con tanto dolor y tan agotada emocionalmente que hizo conmigo una oración de compromiso para entregar su espíritu a la secta. Al día siguiente regresé a casa sintiéndome satisfecha, y ella murió a los pocos días.
Recuerdo una tarde a las tres, mientras hacía crucigramas con una vecina, que de repente sentí la presencia de mi madre en el cuarto. Le dije: «¿Qué haces aquí? Supuestamente deberías estar en la sede de la secta».
Más tarde ese mismo día me llamó mi hermano y me dijo que mamá había muerto esa tarde.
Mi amiga en la secta me contó que todo estaba muy bien, que habían recibido el espíritu de mi madre. Con el tiempo me llamarían apenas naciera la bebé que iba a recibir el espíritu de ella, para que yo la fuera a visitar.
Eso me enojó tanto, que robé una Biblia para resaltar todas las mentiras.
Cerca de una semana más tarde, recibí carta de una de las amigas de mamá que había estado con ella cuando murió. Dijo que mi madre se había ido a estar con Jesús, lo que me enojó tanto que fui a una iglesia local y me robé una Biblia. Iba a subrayar todas las mentiras en ella para luego enviarla a esta señora y mostrarle lo confundida que estaba, y para convertirla a la secta.
Abrí la Biblia en la mitad y empecé a leer en el libro de Isaías. En vez de subrayar las «mentiras» me vi subrayando palabras como «Venid, pues, dice el Señor, y razonemos juntos[…] si volviereis a mí, yo me volveré hacia ti». Descubrí que el libro estaba lleno de pasajes acerca de que uno no se debe involucrar con médiums ni con astrólogos. Cuando terminé de leer estaba confundida respecto a cuál era la verdad.
Jamás había leído una Biblia, mucho menos había poseído una, por lo que fui al final del libro para ver cómo terminaba todo. Cuando leí el libro de Apocalipsis me asusté, porque la secta enseña ese libro al revés. Ellos dicen que las personas son realmente «dioses» que regresan y toman el lugar que les corresponde en el cielo.
Me senté allí y traté de comunicarme con el espíritu de mi madre.
Regresé a la iglesia de donde había robado la Biblia y traté de comunicarme con el espíritu de mi madre. Razoné que si ella había sido cristiana, entonces yo debía poderla contactar en un lugar cristiano. Cuando llegué a la iglesia, dije que estaba tratando de comunicarme con mi madre, dijeron muy amorosamente que no creían que la encontraría allí, pero me invitaron a desayunar con ellos y a conversar del asunto. Resultó ser un desayuno de comunión cristiana, donde por primera vez en mi vida me encontraba entre un grupo de personas cuyas vidas parecían ser especiales debido a su relación con Jesucristo.
En los siguientes meses aumentó mi confusión conforme iba y venía entre mi lectura bíblica y la de mis libros de la secta. Visité la iglesia donde había conocido a la pareja y ellos iban a mi casa simplemente para leer las Escrituras conmigo. Los considero mi madre y mi padre espirituales. Jamás me hicieron sentir mala; simplemente me amaron y me aceptaron. Cada mes me recogían para llevarme a su desayuno cristiano y a otros servicios de la iglesia.
Si ella había ido realmente a estar con Jesús, yo también quería estar allí.
Durante esta época recuerdo que oraba y le decía a Dios que yo quería estar dondequiera que estuviera mi madre. Si había sido la causa de que ella hubiera perdido su entrada al cielo, entonces no quería ser cristiana porque quería estar con ella. Pero si realmente se había ido con Jesús, como me lo había dicho su amiga, deseaba estar allá también. No podía escoger.
Una noche en sueños vi a mi madre caminando hacia mí junto con otra persona vestida de blanco, me dijo: «Te perdono por lo que hiciste y quiero que te perdones a tí misma y ores por tu padre». Eso me despertó como un tiro y desperté a mi marido diciendo: «Ya sé donde está ella». Me enojé por haberme pedido que orara por mi padre, pero así supe que era mi madre. Nadie más se atrevería a pedirme que hiciera eso.1
La siguiente semana asistí a la iglesia con esa pareja, entregué mi vida al Señor y renuncié a mi participación en la secta. Entregué a la pareja todos mis libros y los avíos de la secta, y ellos se lo llevaron de mi casa. En los dos años siguientes me discipularon y me llevaron a su grupo de comunión.
A las seis semanas de ser cristiana me di cuenta de que estaba embarazada, por lo que me enojé con el Señor. Ya había tenido tres abortos y había decidido que no debía seguir con el embarazo sólo porque era cristiana. Pero mi marido, me dijo: «Yo pensaba que tú, como cristiana, no aceptarías un aborto porque los cristianos no creen en el aborto». Me enojé porque Dios me hablara a través de mi marido, quien ni siquiera era cristiano, pero Dios parecía decirme: «Mira, tu casa tiene suficiente espacio para un bebé. ¿Pero qué tal tu corazón? ¿Habrá campo en él?» Entonces me decidí a tener el bebé.
A los nueve meses de haber nacido el bebé mi esposo entregó su vida al Señor. Me dijo: «Cuando te decidiste en contra de un aborto me impresionó la intervención de Dios y su impacto en tu vida».
Un sacerdote supo mi trasfondo y sugirió que probablemente yo necesitaría liberación.
Me preguntaba si debería ser católica como había sido mi madre. Mis padres espirituales me dijeron que estaría bien que asistiera a la iglesia católica, por lo que empecé a asistir a un grupo de oración de católicos carismáticos. Cuando el sacerdote supo mi trasfondo sugirió que probablemente necesitaría liberación, por lo que me reuní con él. Empezó a hablar con lo que había dentro de mí, pidiéndole su nombre. La «cosa» le daba un nombre y luego se ponía iracunda y violenta; me asusté y le di una paliza al sacerdote.
Esto me asustó tanto que decidí mantenerlo en secreto. Quise creer que si realmente era cristiana, Dios espantaría de mi vida esa horrible presencia. Como no sucedió así, no pude creer que en verdad tenía una relación con Dios. La gente me decía que yo estaba salva ya que había entregado mi corazón al Señor, pero nadie me podía ofrecer la seguridad que buscaba. Me sentí medio mala, medio buena y no me podía imaginar cómo iría al cielo sólo la mitad de mí.
Iba a la iglesia, pero cuando llegaba a casa, las voces me atormentaban; ya no eran mis amigas.
De nuevo nos mudamos, tuvimos más hijos y nos involucramos en una iglesia nueva y en sus estudios bíblicos, pero todavía experimentaba esa vida dividida. Iba a la iglesia, pero apenas llegaba a casa las voces empezaban a atormentarme. Ya no eran mis amigos: me acusaban, gritaban, se enojaban y profanaban. Me decían: «Crees que eres cristiana, pero no lo eres. Eres inmunda y pecadora».
Mientras más cristiana me hacía, peor actuaban las voces.
Me hice legalista, pensando que tenía que asistir a todo estudio bíblico y a toda actividad de la iglesia. Iba los domingos por la mañana y las noches de domingos y miércoles, con la idea de que si estaba presente cada vez que la iglesia abría sus puertas podría comprobar que era cristiana.
Salía en viajes de misiones y enseñaba en la escuela dominical. Cuando enseñaba los estudios bíblicos y hablaba con otros los peligros de las sectas, todo se intensificaba dentro de mí. El enojo se transformaba en ira, el dolor en tormento, las acusaciones me hacían sentir suicida. Pensé: ¿Por qué no me mato? Jamás voy a alcanzar la perfección para ser una verdadera cristiana.
Cuando salí en un programa radial y hablé de los peligros de las sectas, me plagaba el temor de que mataran a mis hijos. Me volví paranoica hasta de enviarlos a la escuela, por lo que me salí de todo. Me sentí entonces mejor por un tiempo y las voces disminuyeron su actividad, pero me convertí en una persona solitaria que no iba a ningún lado ni hablaba con nadie, deseaba simplemente estar sola todo el tiempo. Me sentí cada vez más atada, y mi vida interior se convirtió en una cárcel en donde no brillaba la luz.
Me diagnosticaron un TPM (trastorno de personalidad múltiple).
Asistí a un centro cristiano de consejería que me ayudó a aclarar algunos maltratos de mi infancia. Me diagnosticaron un trastorno de disociación debido a las voces y a las personalidades múltiples, porque muchas veces decía: «Bueno, nos sentimos de tal manera». Mi consejero me preguntaba: «¿Por qué dices “nos”?» «No lo sé», contestaba.
Esto me asustaba pero también sentía alivio al saber que por fin alguien creía que habían voces dentro de mí. Asistía dos veces por semana a sesiones de consejería para aliviar el dolor y el tormento. Si en algún momento habían aciertos aparentes me daba pavor y luego sentía la necesidad de castigarme haciendo algo peligroso o doloroso. No había nada que apaciguara la cólera dentro de mí, excepto los casetes de alabanza y adoración. Solamente cuando los escuchaba sentía que no me volvía loca, pero sólo podía escucharlos: no los podía cantar.
Los consejeros me amaban y estaban dispuestos a ayudarme cada semana. Oraban por mí y se comprometían a acompañarme en todo mi peregrinaje, cosa que les parecía que iba a durar mucho tiempo pues tenía que integrarme de nuevo. Me dieron esperanza, asegurándome que Dios me quería sana y que Él lo lograría, a pesar de que yo vacilaba entre la esperanza y la desesperación como si estuviera en una montaña rusa. Estos consejeros cristianos fueron como un salvavidas para mí, y me transmitieron el amor y la aceptación de Dios en la manera en que me escuchaban, me comprendían y se preocupaban por mí.
Sin embargo, cuando tenía siete años ocurrió un hecho tan traumatizante que me produjo terror y que incluso impidió seguir los consejos. Cada vez que llegaba a la edad de siete años, en el proceso de consejería, me daba demasiado temor seguir adelante. Razonaba: Si es tan terrible, no quiero saber de qué se trata. Una voz dentro de mí decía que me haría daño recordar el asunto.
Tenía una vecina amiga que conocía mis luchas. Un día me pidió que la ayudara a preparar una «Conferencia sobre la resolución de conflictos personales y espirituales» que se iba a dar en su iglesia en unas seis semanas. La idea era que yo le ayudara a visitar iglesias, colocar carteles y vender los libros. No quería hacerlo. Estaba segura de que la conferencia era simplemente una reunión más como tantas en las que había estado. Siempre regresaba a casa muy sola y desanimada, sabiendo que me esperaba el castigo por haber intentado buscar una cura. Aunque temía que mi vida fuera aún más desgraciada. De mala gana le dije que la ayudaría.
Después de ver el primer video durante diez minutos, decidí odiar a Neil Anderson.
Mi vecina me dio varios videos del congreso para que los viera con el fin de poder responder a las preguntas sobre los materiales. A los diez minutos de ver el primer video ya había decidido odiar a Neil Anderson, pues él no tenía nada que decirme. Sentí deseos de advertir a la gente que no asistiera y le dije a mi vecina:
—No me gustó el hombre. ¿Estás segura de que quieres que venga a dar esta conferencia? Me parece que hay algo malo con él.
—Bueno—me respondió—, eres la única que me dice eso entre unas treinta y cinco personas con quienes he conversado.
En la cruzada aumentó mi resistencia y no escuché todo lo que se dijo. Tampoco recordé las noches en que Neil habló de nuestra identidad en Cristo, y me senté en la segunda fila sin poder cantar ni uno de los himnos. Mientras él hablaba, parte de mí decía: Eso no es nada nuevo. Lo sabíamos de todos modos. Otra pequeña voz dentro de mí decía: Quisiera que todo lo que dice fuera cierto y que me pudiera ayudar. Sin embargo, no revelé mi parte que tenía esperanza, sino más bien la que criticaba. Al conversar con los demás, les decía:
—¿Qué piensas de la conferencia? No es tan buena, ¿verdad?
Me empecé a ahogar y a sentir enferma, me dirigí al auto para ir a casa.
Casi al final de la semana nos mostraron la grabación de una sesión de consejería de dos horas. No pude mirar a la mujer del video mientras encontraba su libertad. Sentí terror y cólera a la vez. Me empecé a ahogar y a sentir enferma, y me dirigí al auto para ir a casa, decidida a no aparecer el sábado. Pero en el pasillo me encontré con Neil.
Pasamos a una sala adjunta donde Neil me ayudó a hacer algunas renuncias, que repetía en voz alta y que me permitieron tomar mi posición en contra de Satanás y de sus influencias en mi vida. También le pedí a Dios que me revelara qué era lo que me había impedido sentarme a mirar el video, y fue entonces que recordé lo que sucedió cuando tenía siete años de edad. Era como si se hubieran apartado las nubes: me pude ver como una niñita aterrada por una presencia oscura y negra.
Jugaba con muñecas en el dormitorio al fondo de la casa. Era de día y no sucedía nada que produjera temor, ni había nadie más en el cuarto. De repente sentí que me consumía el terror. Recuerdo que dejé de jugar y me acosté boca arriba y dije: «¿Qué quieres?» a una presencia gigantesca y negra que estaba sobre mí. La presencia me dijo:
—¿Puedo poseer tu cuerpo?
—Sí, si prometes no matarme—le respondí.
Literalmente sentí aquella presencia infiltrarse totalmente desde la cabeza hasta los pies. Fue tan opresivo sentir que esa cosa invadiera todos los poros de mi cuerpo que recuerdo que pensé: Me voy a morir. Tenía sólo siete años, pero recuerdo que fue tan sexual y sucio, que sentí tener un gran secreto que debía ocultar y que jamás se lo podría contar a nadie. Desde entonces me parecía que tenía más de una personalidad y creía natural que otros seres invisibles tomaran mi cuerpo. A veces hacía cosas que luego no recordaba cuando la gente hablaba de ellas. Entonces pensaba: Bueno, no fui yo; fue mi «amigo» invisible el que lo hizo.
Jamás volví a jugar con la bola negra. Nada más tenía que hablar con mi amigo invisible y este me sugería lo que debía hacer. Unas veces eran sugerencias malas, pero otras eran buenas. Dada mi gran necesidad de compañerismo por los maltratos en mi infancia, jamás se me ocurrió que esa voz fuera otra que la de una amistad.
Cuando le contaba, Neil decía: «Es mentira». Apaciblemente me conducía a través de los pasos hacia la libertad.
Cuando Neil me condujo a la liberación, dándome las palabras que debía decir, renuncié específicamente a todos los guardianes satánicos que se me habían asignado. En ese instante me asustó la presencia malévola y temía que nos diera una paliza a los dos. Me recordó que yo había jugado con esa bola mágica por años.
Neil me instó a que no tuviera miedo y me preguntó qué decía la presencia a mí mente. Cada vez que le contaba lo que decían las voces, él respondía: «Eso es mentira», y me iba conduciendo muy apaciblemente por los pasos hacia la libertad. Recuerdo el mismo instante en que la presencia ya no estaba. Sentí como que la personita que era yo verdaderamente se estaba inflando como un globo dentro de mí. Al fin, después de treinta y cinco años de una vida fraccionada, yo era la única persona dentro de mi cuerpo. He dedicado el lugar desocupado por la presencia malévola a mi nuevo inquilino: el Espíritu limpio, apacible y tranquilo de Dios.
El sábado por la mañana temí despertarme, pensando: Esto no es real. No quería abrir los ojos porque normalmente la voz me decía algo como: «¡Levántate, ramera estúpida! Tienes que trabajar». Entonces me levantaba y hacía todo lo que me indicara. Pero esta mañana no habían voces y mientras reposaba en cama pensé: Aquí no hay nadie más que yo.
Cuando regresé al congreso y entré por la puerta, la gente me veía distinta. Les conté cómo me había sentido siempre una huérfana en el cuerpo de Cristo, pero que ahora me sentía libre y parte de la familia de Dios.
Llegué a convencerme de que Dios quería tanto como yo que eso se fuera.
Pensé que apenas se fuera Neil, esa cosa volvería. Sin embargo, la paz perduró porque Jesucristo fue el que me liberó. Cada vez que volvía el temor, repasaba sola los pasos hacia la libertad, cosa que hice por lo menos cuatro o cinco veces más. Llegué a convencerme de que Dios quería tanto como yo que eso se fuera y jamás volvió desde entonces.
Una semana después tuvimos un choque frontal en el auto. Temí que la voz estaría allí de nuevo para decirme: «Voy a destruirte porque crees que estás libre». Pero más bien sentí que Dios me decía: «Aquí estoy para protegerte y siempre estaré contigo así».
Cuando una de mis hijas me preguntó si el choque había sido por su culpa, me pregunté por qué podría pensar así. Recordé que uno de los pasos hacia la libertad es romper con las ataduras ancestrales porque las fortalezas demoníacas se pueden pasar de una generación a la siguiente (Éxodo 20:4, 5). Mi niña de diez años de edad me dijo:
—A veces sé lo que va a pasar antes de que suceda y a veces miro por la ventana y veo cosas que nadie más ve.
Inmediatamente supe que había que liberarla de esa atadura. Entonces hice que tomara los pasos, traduciendo las palabras más complicadas a un lenguaje que ella podía entender. Oró para cancelar todas las obras del mal que sus antepasados le hubieran transmitido, rechazando toda forma en que Satanás podría estar reclamándola para sí. Se declaró estar eterna y completamente identificada con el Señor Jesucristo y comprometida con Él. Desde ese momento jamás volvió a sentir esa presencia demoníaca.
Mi marido estaba fuera de la ciudad durante el congreso y cuando regresó a casa le conté todo lo sucedido. El domingo siguiente en la clase de la escuela dominical, el líder preguntó si había alguien que quisiera decir algo respecto a la conferencia. Mi esposo se paró y dijo:
—Yo quiero hablar de algo, aunque no logré asistir, porque a mi regreso el Señor me regaló una nueva esposa.
Ahora siento la sonrisa de Dios y su rostro oculto hacia mí.
Antes, no tenía autoestima. Sentía diariamente que Dios tenía cierta medida de gracia para mí que en algún momento se acabaría, y que incluso Él mismo se preguntaría por qué me había creado. Sabía que algún día iba a decir: «Estoy cansado de Sandy». Por lo tanto, oraba todos los días:
«Por favor, Señor, no dejes que sea hoy. Permíteme terminar esto último antes de que lo hagas».
Fue algo muy liberador saber, cuando Neil nos enseñó, que Dios y Satanás no actuaban de la misma manera, sino que Dios va más allá de toda comparación y que Satanás está tan por debajo de Él, que no deberíamos equivocarnos y pensar que tiene atributos divinos. Siempre había creído que Dios y Satanás eran iguales, luchando por nosotros, y que Dios básicamente le decía: «Te regalo a Sandy».
Desde mi conversión había clamado constantemente al Señor:
¡Crea en mí un corazón puro!
¡Renueva un espíritu firme dentro de mí!
¡No me eches de tu presencia!
¡No quites de mí tu Santo Espíritu!
Una y otra vez había hecho esa oración, agonizando y anhelando conocer al Señor en persona y con afecto, pero sintiendo que mi relación era con la espalda de Dios. Ahora siento su sonrisa y su rostro vuelto hacia mí.
Ya no vivo en un minúsculo rincón de mi mente o fuera de mi cuerpo. Vivo por dentro, con mi mente en mi único y precioso Señor. ¡Qué diferencia más profunda! No hay palabras para expresar adecuadamene la tranquilidad y la ausencia de dolor y de tormento que ahora experimento a diario. Es como si viera después de haber estado ciega todos esos años. Todo es nuevo, precioso y lo atesoro porque no se ve negro. Ya no vivo con el miedo al castigo por cada movimiento que haga. Ahora soy libre para tomar decisiones y tengo alternativas. ¡Tengo la libertad de cometer errores!
El último año y medio me había sido imposible dejar que alguien me tocara sin sentir dolor o sin tener pensamientos sexuales terribles. Durante el acto sexual yo miraba desde fuera de mi cuerpo. Cuando esa presencia malévola decía ser mi «esposo», sabía por qué me sentí siempre como una prostituta, aun siendo cristiana.
Una vez desenmascarada esa mentira, y después de renunciar a ella, he llegado a comprender el significado de «novia» por primera vez en mi vida después de veinte años de matrimonio, y también siento el amor del Novio a quien veré algún día.
El Señor me ha enjugado mis lágrimas y respondido al clamor de mi corazón. Al fin siento un Espíritu recto dentro de mí; la presencia que salió de mí no era de Dios sino del maligno. Siempre temía que la presencia de Dios me dejara. Ahora me siento limpia por dentro. Sigo asistiendo a la consejería cristiana y estoy progresando. Estoy aprendiendo a enfrentar y rechazar el maltrato del pasado. Estoy aprendiendo a vivir en comunidad y a confiar de nuevo en los demás, después de haberme sentido traicionada por mi experiencia con esa secta.
Creo que Dios en su misericordia se encontró conmigo en mi necesidad, y ordenó la reunión que finalmente desenmascaró y echó fuera la opresión satánica en mi vida. Ahora puedo seguir creciendo en la familia de Dios. Estoy segura de pertenecer a esta familia y de ser amada en ella. Dios me ha mostrado que Él es fiel y capaz, no sólo de llamarme de las tinieblas hacia la luz, sino también de guardarme y de sostenerme hasta que termine mi peregrinar y me encuentre cara a cara con Él. Todavía me encuentro con pruebas, tentaciones y el dolor de vivir en un mundo perdido, pero camino sintiendo dentro de mí el fuerte latido del corazón de un Padre amoroso. Ya se ha ido la interferencia satánica.
Gloria al Señor.
*     *     *
Los padres deben conocer las artimañas de Satanás
Lo horrible de Satanás se revela en la vida de Sandy. ¿Será capaz de aprovecharse de una niñita con padres disfuncionales y con abuelos que en su ignorancia, ofrecen a sus nietas juguetes de las ciencias ocultas? Sí, lo haría, y en realidad, lo hace.
He investigado el origen de muchos problemas de adultos en las fantasías infantiles, en los amigos imaginarios, en los juegos, en lo oculto y en los maltratos. No basta con advertirle a nuestros hijos respecto al extraño que se podrán encontrar en la calle. ¿Qué hacer con el que les aparece en su dormitorio? Nuestra investigación indica que la mitad de nuestros adolescentes que profesan ser cristianos han experimentado en sus propios dormitorios algo que los ha asustado. Más que cualquier otra cosa, eso fue lo que nos impulsó a Steve Russo y a mí a escribir el libro The Seduction of Our Children [La seducción de nuestros hijos]. Deseamos ayudar a los padres a saber cómo proteger a sus hijos y a vencer la influencia de las tinieblas. Al final de ese libro he anotado algunos pasos hacia la libertad de manera simplificada para los niños y los jóvenes al comienzo de la adolescencia.
Verdad, no enfrentamiento de poderes
En el área de liberación, el intento noble pero desastroso del sacerdote de realizar un exorcismo con Sandy me da razón para no promover un enfrentamiento de poderes. El hecho de que el consejero se dirigiera directamente al demonio podría ser como meter y menear un palo de escoba en un nido de avispas proclamando: «¡Aquí hay demonios!» Esa experiencia dejó a Sandy aterrorizada y totalmente indispuesta a enfrentar el asunto otra vez. Mi interacción fue únicamente con Sandy y no con los demonios.
El cerebro es el centro de mando, y debido a que Sandy estaba dispuesta a hablar conmigo de lo que le sucedía, nunca perdimos el control. Pensamientos acusadores y aterradores le bombardeaban la mente. Apenas ella revelaba lo que escuchaba, yo simplemente exponía el engaño diciendo: «Es mentira», o si no le pedía que no lo aceptara y le dijera que se fuera. El poder de Satanás está en la mentira; al exponerla se rompe el poder. La verdad de Dios libera a la gente. De vez en cuando insto a la persona a pedirle a Dios que le revele lo que la mantiene atada, y es muy corriente que los hechos pasados muchas veces, recuerdos bloqueados vuelvan a la memoria de la persona para que pueda confesarlos y renunciar a ellos. En el caso de Sandy, no tenía recuerdo consciente de lo que sucedió cuando tenía siete años (el capítulo diez expone los medios bíblicos de descubrir esos recuerdos).
Ejercer la autoridad en Cristo
La preocupación que Sandy expresó por mi salida de su ciudad es otra razón por la que me gusta tratar solamente con la persona. Cuando me preguntó qué podría hacer cuando yo no estuviera, respondí:
No hice nada. Usted hizo la renuncia y usó su autoridad en Cristo al decirle a la presencia malévola que se fuera. Jesucristo es su libertador y siempre estará con usted.
Renunció a su invitación a dejar que el demonio poseyera su cuerpo. Más adelante renunció a toda experiencia de sectas y de lo oculto. No se puede recalcar lo suficiente la importancia de este paso, pues está ligado al concepto total del arrepentimiento.
A través de toda su historia la Iglesia ha declarado públicamente: «Renuncio a ti, Satanás, a todas tus obras y a todos tus caminos». La mayoría de las iglesias católicas, ortodoxas y litúrgicas todavía hacen esa profesión, pero no sé por qué razón no lo hacen las iglesias evangélicas. Esa afirmación general se debe aplicar de manera muy específica a cada individuo. Este debe confesar y renunciar a todo lo que sea jugar con lo oculto, todo contacto leve con las sectas y toda búsqueda de dirección falsa. Conforme Dios nos los traiga a la memoria, debemos renunciar a todas sus obras y a todos sus caminos. Toda mentira y todo camino de engaño se deben reemplazar con «el camino, la verdad y la vida» (Juan 14:6). Lo que se hace en el primero de los pasos hacia la libertad: Lo falsificado en contraste con lo real».
Las ataduras de Satanás
Sandy nunca tuvo una relación sexual «normal» y se percibía a sí misma como una prostituta porque la presencia malévola decía ser su marido. La libertad de esa atadura le permitió entrar en una relación amorosa e íntima con su esposo. Tendré mucho más que decir sobre las ataduras sexuales después de otros testimonios.
La batalla mental que sufrió es bastante típica en los que están esclavizados. La mayoría de la gente implicada en un conflicto espiritual hablará de su origen familiar disfuncional o de otros abusos, pero rara vez revelarán la batalla que existe en sus mentes. Temen que se estén volviendo locos y no les gusta la idea de que alguien se lo confirme, ni tampoco les gusta la posibilidad de tener que usar medicamentos.
Sandy se sintió aliviada cuando su consejero cristiano le creyó. El mundo secular no tiene otra alternativa que buscar una cura física, ya que la enfermedad mental es el único diagnóstico posible. La tragedia de los medicamentos antisicóticos, en caso de que el problema sea verdaderamente espiritual, es drogar al paciente. ¿Cómo la verdad podrá liberar a quien esté tan intoxicado que casi no pueda hablar, mucho menos pensar?
Los consejeros cristianos con quienes he podido dialogar agradecen mucho cuando les hago considerar el conflicto espiritual y cómo resolverlo. Esto les permite dar una consejería mucho más integral y eficaz.
En medio de una conferencia una señora me dijo que yo la estaba describiendo hasta el último detalle. Dijo que iría a un centro de tratamiento por treinta días. Le pregunté si podría verla antes, pues yo sabía que ese centro era conocido por el uso de drogas en la terapia. Estuvo de acuerdo, y después de nuestra reunión me escribió lo siguiente:
Luego de conocerlo el lunes por la noche mi marido y yo estábamos absolutamente eufóricos. Él estaba muy contento de verme feliz. Al fin había podido tomar mi posición en Cristo y renunciar al engañador. El Señor me ha liberado de la esclavitud.
La gran nueva que tengo es que no me desperté con pesadillas ni gritos. ¡Más bien me desperté con cantos en el corazón! El primer pensamiento que entró a mi mente fue «aun las piedras clamarán», seguido de un «Abba, Padre». Neil, ¡el Espíritu Santo está vivo en mi ser! ¡Alabado sea el Señor! No puedo empezar a contarle lo libre que me siento, ¡pero de algún modo creo que ya lo sabe!
Aceptar la responsabilidad
Las voces y pesadillas tienen una explicación espiritual en cuanto a su origen, y la Iglesia tiene la responsabilidad de investigarla. Creo que todo pastor y consejero cristiano debe ayudar a las personas que las padecen.
Usted no tiene nada que perder al tomar los pasos o guiar a otros hacia la libertad. Es simplemente una limpieza de la casa al estilo antiguo, tomando en cuenta la realidad del mundo espiritual. Lo único que pretendemos es ayudar a la gente a responsabilizarse de su relación con Dios. Nadie está acusando a nadie de nada. Si no hay nada demoníaco sucediendo en esa vida ¡lo peor que puede suceder es que ahora la persona esté realmente lista para participar en la Santa Cena la próxima vez que se ofrezca!
El relato de Sandy destaca muy bien las dos metas más codiciables en este tipo de consejería Primero, que las personas sepan quiénes son como hijos de Dios y que forman parte de esa familia para siempre. Segundo, que tengan paz y tranquilidad mental, la paz que guarda nuestros corazones y nuestras mentes, la paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7).

1 En la parábola del hombre rico y Lázaro se nos habla claramente del gran abismo que separa a los vivos de los muertos. No creo que fuera realmente la madre de Sandy la que apareció en su sueño. No hay ninguna manera de saberlo con certeza, pero quizás Dios usó la sensibilidad de Sandy para con su madre como un medio de comunicarse con ella y de atraerla a él.

jueves, 9 de febrero de 2012

¿Sectas, religiones, denominaciones?: Identifíquelos

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Tipo de Archivo: PDF | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
 Babilonios, Religión de Los
Creencias de la antigüedad. Los antiguos babilonios, que controlaban a Sumer y Acad, habían logrado desarrollar una importante cultura con anterioridad a 3000 a.C., y adoraban a muchos dioses. También practicaban la MAGIA, la ASTROLOGÍA y la ADIVINACIÓN y tenían en cuenta ciertas epopeyas asirio-babilónicas ( GILGAMESH, EPOPEYA DE). Sus creencias no son muy diferentes a las de los asirios, quienes copiaron elementos fundamentales de la cultura babilónica ( ASIRIOS, RELIGIÓN DE LOS). Se trataban de divinidades antropomórficas que simbolizaban las fuerzas de la naturaleza. Entre ellas: Anu, el dios del cielo; Enlil o Bel, el dios de la tierra; y Ea, el dios de las aguas. También había otra triada integrada por Shamash, el dios Sol; Sin, el dios Luna, y Adad o Ramman, el dios del trueno y la tempestad. La más poderosa de sus diosas era Ishtar, diosa del amor, cuyo culto incluía rituales de prostitución sagrada. El dios de la primavera, Tamuz, era amante de Ishtar. La antigua literatura babilónica presenta al dios Marduc, o Merodac, como el creador del universo.
Los templos babilónicos se llamaban «zigurats» y estaban entre los edificios más imponentes en esa cultura. Los sacerdotes formaban una clase culta. Con la rectoría persa en 539 a.C., se inició la decadencia de la religiosidad babilónica.
La astrología babilónica dio lugar a la astronomía.
Babismo
Secta de origen islámico. Fundada por los babíes, o seguidores de Mirza Alí Muhammad, de Shiraz en Persia, un chiita iraní proclamado como Bab (puerta) en 1844 durante la celebración del milenario de la desaparición del duodécimo imán de los musulmanes. El Bab anunció la igualdad de los sexos y la tolerancia del divorcio.
Después del fusilamiento del Bab en Tabriz (1850), los babíes se separaron del Islam y depositaron el cadáver de su maestro en el monte Carmelo. De sus seguidores surgió el BAHAÍSMO.
Bahaísmo
Movimiento religioso de carácter sincrético. La fe bahai se originó entre algunos de los seguidores de Mirza Alí Mohammad, «Bab» (del árabe: puerta), quien sufrió persecución y martirio en 1850 después de haberse proclamado en la década anterior como Heraldo o «Imam» que anunciaba una nueva era ( BABISMO). El bahaísmo cree en la unidad de Dios y sus profetas y promueve el entendimiento entre los humanos. Según su interpretación del fenómeno religioso, todas las grandes religiones son aceptables y contienen elementos que, analizados, pudieran conducir a una total unidad religiosa.
El «babismo» se mantuvo activo hasta l863 cuando un discípulo del «Bab», Mirza Husayn Alí, se autoproclamó mesías. Su hijo, Abbas Effendi, escribió El plan divino, una invitación a extender por todas partes las doctrinas de su progenitor. La sede de la Comunidad Internacional Bahai está en Haifa, Israel, y entre sus énfasis se encuentran la igualdad, la educación y la monogamia.
Baltos O Pueblos Del Báltico, Religión de Los
Creencias primitivas. Los pueblos bálticos (letones, lituanos, antiguos prusianos, etc), conocidos como baltos, en las etapas más primitivas tenían creencias parecidas a la de la religión de los arios ( ARIOS, RELIGIÓN DE LOS). Sus principales divinidades eran Dieva, dios del cielo brillante; Perkunas, dios del trueno; Menuo, dios luna; Saule, diosa sol; Kalvaitas, dios herrero; Laimas, diosa del destino, Zemes mate, diosa tierra o «madre tierra». Creían en un árbol cósmico coronado de símbolos cósmicos y en una serpiente verde relacionada con la fecundidad. También practicaban el culto al fuego.
Bantúes, Religión de Los
Creencias africanas. Los habitantes de gran parte de la región meridional del África tienen creencias animistas basadas en el toteísmo y el culto a los antepasados. Algunos adoran a la naturaleza.
Barbelognósticos
Forma extraña de GNOSTICISMO. Según su doctrina, Barbelo, al parecer el principal de los eones que produjo la Luz y ungió a Cristo, debe entenderse como el Espíritu Virginal primordial o eón al que se había revelado el «Padre sin nombre». Barbelo se distingue de Sofía (Sabiduría). Algunos eruditos entienden que estas ideas proceden del concepto de la Gran Diosa (de quien Isis, Atargatis, Ishtar, Cibeles, Astarté, etc., son manifestaciones) desarrollado en Alejandría. Lo poco que se conoce de ellos depende mayormente de los escritos de Ireneo en el siglo II y del Apócrifo de Juan.
Basilidianos
Secta gnóstica. Seguidores de Basílides de Alejandría. Este era uno de los más importantes líderes gnósticos y se autoproclamó como discípulo del apóstol Matías y también de un compañero o discípulo del apóstol Pedro. En realidad la secta la fundó un hijo de Basílides llamado Isidoro, en el siglo II. Se extendieron por Egipto y España, entre otros lugares. ( GNOSTICISMO.)
Batuque
Culto afroamericano. Movimiento sincrético afrobrasileño con ritos menos elaborados que los del CANDOBLÉ y con claras influencias de la religión de los yorubas. En el batuque se notan algunas características extraídas de religiones no africanas y sus ritos de iniciación son relativamente breves al compararse con otros grupos.
Bautista Del Sur, Convención
Denominación evangélica. Es la mayor de las denominaciones bautistas. Los bautistas iniciaron temprano su desarrollo en el sur de Estados Unidos. En 1845 las iglesias sureñas se separaron de la Convención Trienal fundada en 1814. La causa de la separación tiene relación directa con los conflictos entre el norte y el sur, específicamente el rechazo por los bautistas del norte de que se admitieran como misioneros a personas que tenían esclavos. Al separarse las iglesias del sur, estas crearon sus propias instituciones y organizaciones, convirtiéndose en el sector más conservador dentro de los bautistas tradicionales.
En 1925 se adoptó como confesión general (los bautistas no admiten credos) la denominada La fe y el mensaje bautistas.
Los bautistas del sur también tienen un sector «moderado» considerado por algunos como más liberal que la mayoría de los feligreses. Poseen varios seminarios importantes, incluyendo el del Sudoeste (en Fort Worth, Texas) considerado el más grande del mundo, grandes universidades y colegios, y la mayor obra misionera de las denominaciones evangélicas. Sus misiones se extienden por toda Iberoamérica. Los bautistas del sur hacen énfasis en las doctrinas históricas de los bautistas y muchas de sus iglesias practican la comunión cerrada, pero reconocen como hermanos a otros creyentes cristianos.
Bautistas Americanas, Iglesias
(También se les conoce por sus nombres anteriores: «Bautistas del Norte» o «Bautistas Americanos».)
Denominación evangélica. Esta denominación procede históricamente de las iglesias bautistas, sobre todo fuera del Sur, que no se separaron de la Convención Trienal en 1845. La Trienal era simplemente una convención misionera y no una denominación, así que las iglesias norteñas continuaron vinculadas únicamente por agencias misioneras y asociaciones locales hasta 1907, cuando se organizó la Convención Bautista del Norte (después llamada Convención Bautista Americana e Iglesias Bautistas Americanas). Esta organización incluye iglesias liberales y conservadoras, pero se considera más liberal y ecuménica que la del Sur. Sus universidades y seminarios disfrutan de un prestigio intelectual apreciable y sostienen misiones en varios países, entre ellos Cuba, Nicaragua, México, El Salvador, etc.
Bautistas Conservadores
Denominación evangélica. Independientemente de que muchos bautistas profesan una teología conservadora y son, por lo tanto, conocidos como bautistas conservadores, una Asociación Bautista Conservadora fue organizada en 1947 en Atlantic City, New Jersey, como asociación de iglesias locales. No existe diferencia fundamental entre la teología de los bautistas conservadores y las iglesias bautistas tradicionales ( BAUTISTAS, IGLESIAS). Pero aunque son evangélicos, los bautistas conservadores de América no se identifican como fundamentalistas a pesar de su reacción negativa ante lo que consideraban modernismo de la Convención Bautista Americana.
Además de enviar numerosos misioneros mediante la Sociedad de Misiones de los Bautistas Conservadores, sostienen varias escuelas, de las cuales el Seminario Teológico Bautista Conservador, de Denver, Colorado, es la más famosa.
Bautistas de Norteamérica
Denominación evangélica. Conferencia de iglesias bautistas establecidas por alemanes en Estados Unidos, originalmente en New Jersey y Pensilvania.
Los bautistas alemanes participaron en el desarrollo de la Escuela de Teología Colgate-Rochester en Rochester, Nueva York. En 1935 fundaron el seminario Bautista Norteamericano.
Bautistas Del Libre Albedrío
(También se les conoce como «bautistas libres».)
Denominación evangélica. La llegada a Estados Unidos de algunos BAUTISTAS GENERALES (arminianos) en el siglo XVII preparó el camino para la organización de la primera iglesia bautista del libre albedrío por Paul Palmer en Chown, Carolina del Norte, en 1727. Una iglesia fue organizada en el norte del país por Benjamín Randall. La Asociación Nacional de Bautistas Libres es el grupo principal en la actualidad. La mayoría de sus miembros reside en el sur. Además de otras doctrinas bautistas, se caraterizan por el ARMINIANISMO y por el lavatorio de pies. Han establecido misiones en varios países, entre ellos algunos de Iberoamérica.
Bautistas Del Séptimo Día
Denominación evangélica. Varios bautistas empezaron a guardar el sábado o séptimo día desde mediados del siglo XVII. En 1672 se organizó una Iglesia Bautista del Séptimo Día en Newport, Rhode Island. La única diferencia importante con otros bautistas es la observancia del sábado, lo cual no se hace de una manera legalista ni impositiva.
Pertenecen a la Alianza Bautista Mundial y sostienen misiones en varios países. Se han mantenido como una denominación muy pequeña.
Bautistas Generales
Antigua denominación bautista. Es aparente que los primeros bautistas en Holanda e Inglaterra adoptaron una teología arminiana y enseñaban que Cristo murió por todos y no solo por los elegidos. Este último aspecto hizo que muchos de ellos fueran denominados «generales» (por creer en una expiación general o por todos). Aunque ponían énfasis en la iglesia local, aceptaban que las asociaciones de iglesias podían ejercer cierta autoridad sobre las congregaciones. Con el tiempo, la mayoría de los bautistas generales se fundieron con los particulares y adoptaron una teología intermedia entre arminianismo y calvinismo. Sus ideas sobreviven sobre todo en los BAUTISTAS DEL LIBRE ALBEDRÍO.
Bautistas, Iglesias
Movimiento evangélico. No puede hablarse en propiedad de una Iglesia Bautista sino de iglesias bautistas, debido a su sistema congregacional de gobierno.
Los bautistas surgen en Holanda en 1608–1609, cuando un pastor inglés emigrado, John Smyth, funda la primera iglesia con ese nombre en los tiempos modernos. Smyth era de origen anglicano, pero, al separarse de la iglesia de Inglaterra, había fundado una iglesia «separatista» en Gainsborough. Su discípulo Thomas Helwys fundó una iglesia bautista en Londres y publicó (por primera vez en Inglaterra) un alegato defendiendo la libertad absoluta de religión (1612).
Los primeros bautistas ingleses pudieran tener sus orígenes en la presencia de algunos anabautistas en Inglaterra, pero la iglesia de Smyth es la primera en una larga línea de iglesias bautistas. Smyth recibió también la influencia de los anabautistas holandeses (menonitas) y rechazó el bautismo de infantes. Más adelante, a mediados del siglo XVII, los bautistas iniciaron la práctica de bautizar únicamente por inmersión. Muy pronto se dividieron en generales ( ARMINIANISMO) y particulares ( CALVINISMO). Los elementos calvinistas en la doctrina son posteriores a Smyth. Con el tiempo, los bautistas ingleses adoptaron una vía media que permitió la unión de bautistas generales y particulares en el siglo XIX. Sostienen las mismas doctrinas básicas de los evangélicos, con los que se identifican, pero además de instar en la experiencia personal de conversión, insisten en la iglesia local compuesta únicamente por creyentes y en ciertas características especiales.
Los bautistas se organizan en convenciones, uniones y asociaciones, de ellas la mayor es la Convención Bautista del Sur de Estados Unidos, de teología generalmente conservadora, seguida por algunas convenciones formadas por los bautistas negros.
Los bautistas ingleses son más ecuménicos que los estadounidenses, pero los bautistas americanos («American Baptists») o bautistas del Norte de EE. UU. pertenecen a varias organizaciones ecuménicas.
La Primera Iglesia Bautista de Providence, Rhode Island, fundada por Roger Williams (1639), fue la primera de sus congregaciones en el continente americano. Williams fue un pionero no solo de la libertad religiosa, sino de la separación absoluta de la Iglesia del Estado. En los siglos XIX y XX, los bautistas se convirtieron en la más numerosa denominación protestante en EE. UU.
Los bautistas constituyen el principal movimiento religioso en el sur de los EE. UU., y prevalece entre los negros en toda Norteamérica. También son numerosos en Rusia, Ucrania, Inglaterra, India, Canadá, Brasil y otros países. Trabajan en casi todos los países y se agrupan en la Alianza Bautista Mundial, con sede en Londres. Además hay un número apreciable de iglesias independientes que se identifican como bautistas o sustentan una teología compatible. La teología arminiana de los primeros bautistas ingleses sobrevive en los Bautistas del Libre Albedrío.
Bautistas Independientes
Movimiento evangélico. Millares de iglesias bautistas en EE. UU. no están afiliadas a ninguna de las convenciones bautistas y tienen una existencia totalmente autónoma o independiente. Estas iglesias son mayoritariamente fundamentalistas o conservadoras y sostienen varias agencias misioneras. Hay miles de misioneros bautistas independientes a través del mundo.
Bautistas «landmark»
Movimiento evangélico. El «landmarkismo» o «landmarquismo» es una posición adoptada por ciertos bautistas desde el siglo XIX que han afirmado, en contraposición a muchos otros bautistas, que la iglesia es siempre visible, que solo ministros bautistas pueden predicar u oficiar en iglesias bautistas, que el bautismo para ser válido no solo debe ser administrado por inmersión sino también oficiado por un ministro bautista y que existe una continuidad histórica de iglesias bautistas desde el primer siglo. Para ellos las iglesias no bautistas son sociedades cristianas, pero no verdaderas iglesias. También entienden que algunos no bautistas pueden ser cristianos, pero al no ser bautistas no coinciden realmente con las enseñanzas neotestamentarias.
Una organización de bautistas «Landmark» es la Asociación Bautista Americana (no confundirla con la Convención Bautista Americana). Algunos bautistas en convenciones como la del Sur y la Americana profesan ideas «landmarkistas», pero están actualmente en franca minoría.
En el siglo XIX, una controversia «landmarkista» estuvo a punto de dividir a los bautistas del sur.
Bautistas Libres
Véase BAUTISTAS DEL LIBRE ALBEDRÍO.
Bautistas Negros
Movimiento evangélico. La mayoría de los norteamericanos de raza negra o afroamericanos se identifican como bautistas. Los bautistas negros se remontan a la iglesia de Silver Bluff, cerca del río Savannah en Georgia en 1773. Con el tiempo se organizaron denominaciones de bautistas negros, sobre todo después de la Guerra Civil. Las más conocidas son la Convención Nacional Bautista de Estados Unidos de América, la Convención Nacional Bautista de América y la Convención Nacional Bautista Progresista.
Los bautistas negros profesan las mismas doctrinas básicas que las iglesias bautistas en general, pero se inclinan generalmente al CALVINISMO, son más emotivos en sus cultos, promueven las causas de la comunidad negra y son las principales instituciones de esa comunidad.
Entre sus grandes líderes estuvo el Dr. Martin Luther King, ministro bautista considerado la principal figura del movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos.
Como los otros, los bautistas negros auspician escuelas, universidades y otras instituciones, y envían misioneros al exterior. Algunas congregaciones son gigantescas y muy poderosas.
No puede conocerse la religiosidad negra en Estados Unidos sin estudiar profundamente a los bautistas negros. Han contribuido grandemente a la música cristiana.
Bautistas Particulares
Antigua denominación bautista. En 1633, al adoptar el bautismo de creyentes, varios separatistas calvinistas salidos de la iglesia de Inglaterra dieron lugar al movimiento de los bautistas particulares, que creían, como calvinistas, que Cristo murió únicamente por los elegidos. Los bautistas particulares contribuyeron de forma apreciable a la teología bautista que llegó a prevalecer, y que se inclina ligeramente hacia el calvinismo por su énfasis en la perseverancia de los santos o seguridad del creyente. Algunos bautistas de las denominaciones tradicionales se siguen identificando como calvinistas, pero solo a título personal.
Otra contribución de los particulares al desarrollo de los bautistas fue su sistema de gobierno totalmente congregacional. Los particulares absorbieron a los generales o arminianos en el siglo XIX, pero modificaron su antigua posición calvinista inflexible.
Bautistas Primitivos
Movimiento evangélico. Los bautistas primitivos son tal vez los más estrictos entre los grupos bautistas. Se oponen a cualquier tipo de organización, sociedad o agencia no mencionada en la Biblia. Por lo tanto no tienen sociedades misioneras ni escuelas dominicales.
En 1827 se produjo una reacción en Kehukee, Carolina del Norte, contra toda forma de organización aparte de la iglesia local; lo cual dio gran auge a los bautistas primitivos.
El movimiento no ha crecido en los últimos tiempos (entre otras razones por su ultracalvinismo y su rechazo del concepto tradicional de sociedades misioneras), pero todavía funciona un millar de congregaciones bautistas primitivas.
Bautistas Reformados
Movimiento evangélico. Bautistas que no solo insisten en los cinco puntos del calvinismo estricto, sino que prefieren identificarse como «reformados». Algunas iglesias locales se han identificado como bautistas reformadas y se han creado agencias y publicaciones con ese nombre.
Bautistas Regulares
Denominación evangélica. En 1932 varias iglesias de la Convención Bautista Americana abandonaron la organización para fundar la Asociación General de Bautistas Regulares. Con el tiempo, numerosas iglesias bautistas de teología fundamentalista o evangélica se unieron a esta organización. En Estados Unidos «bautista regular» indica cierto grado de FUNDAMENTALISMO.
Bautistas Shouter
(Del inglés shouter que significa gritones.)
Secta antillana. Se denominan bautistas «shouter» a grupos de procedencia bautista y que se identifican como tales. Conocidos como «shouter» porque durante los servicios de la iglesia gritan bastante alto. También profesan creencias sincréticas y practican ritos afroantillanos. Han tenido algunas relaciones con los del culto a Changó ( CHANGÓ, CULTO). Su sincretismo los separa de las denominaciones bautistas tradicionales.
Bautistas Unidos
Denominación evangélica. En 1787 se unieron varias iglesias bautistas identificadas como «separadas» o «regulares» en los estados de Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Kentucky. En esta denominación se conservaron elementos de calvinismo y arminianismo, de ahí el nombre «unidos». También tienen iglesias en Ohio y Virginia Occidental.
Begardos
(También se les conoce como «mendigos», que es el significado de la palabra inglesa beggar.)
Hermandades de cristianos influidos por ideas iluministas y antinomianas. Sus orígenes se encuentran en los Países Bajos en el siglo XII. Se propagaron por los Países Bajos, Alemania y Francia y carecían de jerarquía eclesiástica. Se caracterizaban por una gran austeridad. Fueron perseguidos a partir de 1367.
Bellweather, Fundación
Movimiento de la Nueva Era. Este grupo lo fundó John Naisbitt que encarna casi todos los principios que caracterizan la NUEVA ERA.
Berberiscos
Judíos del Magreb. Comunidad integrada por bereberes en cuanto a raza, tradición y lengua. Se trata de descendientes de bereberes convertidos al judaísmo, en la antigüedad, por la instrumentalidad de refugiados de Palestina o comerciantes judíos. En su medio, Magreb (Norte de África), mantuvieron por mucho tiempo sus creencias, aunque no necesariamente en la misma forma que otros judíos religiosos. No deben confundirse con bereberes que no profesan el judaísmo.
Se concentraban sobre todo en la cordillera marroquí y argelina de las montañas del Atlas.
Sufrieron discriminación por parte de los islámicos que llegaron a controlar la región. Otra dificultad fundamental que enfrentaron fue el ser subestimados por otros judíos.
Bereanos
Denominación protestante. Los bereanos fueron fundados en Escocia por John Barclay en el siglo XVIII, pero se unieron con los congregacionalistas ( CONGREGACIONAL, IGLESIA).
También se conoce como bereanos a los miembros de una misión evangélica y a grupos de estudio bíblico.
Bhaktas
Grupo de sectas dentro del HINDUISMO. Cuatro escuelas bhaktas fueron fundadas en la India a partir del siglo XII. Ponen énfasis en la «vía bhakti» como medio de ser salvos, en contraposición a la «jñanamarga» (vía del conocimiento) y la «karma-marga» (vía de las obras). Creen en que ciertas encarnaciones de Vishnú pueden considerarse como una especie de dios personal.
Sus sacerdotes son célibes, aunque algunos pueden casarse. Su libro sagrado es el «Bhaktamala».
Biblia Abierta, Iglesias de La
Denominación evangélica. Conocidas originalmente como la Asociación Evangelística de la Biblia Abierta y como «Bible Standard», las iglesias de la Biblia Abierta, en su presente forma, se remontan a 1935, al unificarse los dos grupos anteriores.
Estas iglesias profesan una teología fundamentalista, aceptan las principales doctrinas pentecostales, promueven la santidad y sus congregaciones son autónomas. También se han caracterizado por promover la obra misionera en varios países, incluyendo América Latina.
Bíblicas, Iglesias
Congregaciones cristianas. Con este nombre de Iglesias Bíblicas pueden identificarse numerosas iglesias independientes, sobre todo en Estados Unidos, que hacen un énfasis marcado en las Escrituras y son generalmente consideradas como fundamentalistas o como integrantes del movimiento evangélico conservador.
Hay también asociaciones de iglesias con el nombre de Iglesias Bíblicas, como en el caso de un grupo numeroso de congregaciones evangélicas en Costa Rica que pueden remontar su origen al trabajo de la Misión Latinoamericana (1921).
Bíblicos, Templos
Congregaciones cristianas. Varias iglesias independientes se identifican como «Templos Bíblicos» y su teología es conservadora. También designa a asociaciones de iglesias, como los Templos Bíblicos de la República Dominicana, resultado de las labores de la misión Worldteam, antigua misión West Indies, organizada en Cuba a fines de la década de 1920 y extendida por varios países de la región. ( PINOS NUEVOS, CONVENCIÓN EVANGÉLICA LOS.)
Bogomilos
(También se les conoce como «bogomiles».)
Secta dualista medieval. Este movimiento se originó en Bulgaria en el siglo XI. Su nombre procede de las lenguas eslavas y quiere decir «amado de Dios». Pudiera también derivarse del nombre de Bogomile, su fundador, quemado vivo en 1118. Se opusieron al sacramentalismo prevaleciente, al culto a las imágenes y al culto mariano, por lo que algunos los consideran parcialmente evangélicos aunque rechazaron los elementos materiales en la Cena y el bautismo en agua (no bautizaban niños). Se caracterizaron también por un marcado dualismo y se refirieron al nacimiento como la prisión del buen espíritu dentro de la carne, castigo por pecados cometidos anteriormente. Rechazaban varios libros del Antiguo Testamento que atribuían al diablo, pero aceptaban el Nuevo Testamento.
Muchos eruditos entienden que los bogomiles influyeron en los CÁTAROS o ALBIGENSES. Fueron perseguidos durante varios siglos.
Bohemios, Hermanos
Denominación evangélica que, al igual que a los hermanos moravos, se le conoce también con el nombre de «Unitas Fratrum». Tienen sus raíces en los seguidores del reformador evangélico checo Juan Hus en el siglo XV. Hus fue uno de los grandes precursores de la Reforma Evangélica del siglo XVI. Varios grupos que, en la tradición de Hus recibían la comunión en las dos especies y rechazaban otras creencias católicas, se organizaron durante el siglo XV y apoyaron la reforma del siglo siguiente. Después de la derrota de los ejércitos protestantes en la batalla de la Montaña Blanca (posterior a la «Defenestración de Praga»), los hermanos checos fueron esparcidos. Los que sobrevivieron se unieron a los seguidores del conde von Zinzendorf en el siglo XVIII, y surgieron así los hermanos moravos, continuación del movimiento original. ( MORAVOS, HERMANOS.)
Bon
Religión del antiguo Tíbet. Creencias animistas ( ANIMISMO) y chamanistas ( CHAMANISMO) de los habitantes de ese país antes de la llegada del budismo. Ha influido en el lamaísmo y sobrevive en las capas bajas de la población. Las religiones prebúdicas aparecen mencionadas como «convenciones sagradas» en los textos de mayor antigüedad. También hay referencias a ellas como «modelo del cielo y de la tierra». Entre ellos se produjeron las primeras manifestaciones del pensamiento filosófico en Tíbet. La influencia posterior del budismo hizo que fueran designadas con el nombre de Bon (sus sacerdotes recibían el nombre de «bon» o invocadores). Se adoraba a los monarcas muertos, sepultados en túmulos con sus pertenencias y con sus colaboradores más íntimos, quienes hacían un juramento público de morir con ellos.
Muchos sacerdotes adoptaron prácticas budistas con lo que dieron inicio a un proceso sincrético. Con el tiempo se desprendieron de sus elementos de chamanismo y se integraron al budismo tibetano. En estas manifestaciones religiosas se desarrollaron sistemas de yoga y meditación.
Actualmente se les conoce como «bonpos» en Tíbet.
Bosquimanos, Religión de Los
Creencias primitivas. Los pobladores de territorios al sur del río Zambesi profesan creencias de corte animista ( ANIMISMO). Además, aceptan la existencia de un espíritu creador supremo y de seres espirituales menores. Los datos que se tiene sobre los bosquimanos son fragmentarios, pero hay bastante información confiable acerca de la tribu «gwis» del Kalahari, cuyos miembros creen en dos seres espirituales opuestos: Nodima y Gawama.
Brahma Samaj
(También se le conoce como «Sociedad de Brahma».)
Organización religiosa fundada en la India en 1828 por Ram Mohan Ray. Se trataba de un movimiento de vuelta a los Vedas y proclama el teísmo. Ha disfrutado de gran prestigio en la intelectualidad india por sus ideas de reforma social y progreso.
Brahmanismo
Religión de los antiguos invasores arios de la India. Sus libros sagrados son los Vedas, cuyos apéndices son conocidos como Brahmanas y Upanisads. Adoraban a Agni, dios del fuego; Indra, dios de la atmósfera; Surya, el sol; Ushas, la aurora; Prithivi, la tierra; Aditi, madre de todos los dioses; Varuna, dios de las aguas; Dyaus, el cielo; los Maruts que cabalgan el viento. Las almas humanas son eternas, sin principio ni fin. La unión entre el alma y el cuerpo son la causa de todas las penalidades y vicisitudes.
Los sacerdotes de esta religión eran los «brahmanes» (adoradores). Los pensadores brahmanes elaboraron una doctrina basada en un alma universal que existe por sí y es eterna: «Brahma» o «Brahman». Después de muchos cielos e infiernos, el alma humana purificada vivirá en el mismo cielo donde radica Brahma o espíritu supremo.
A partir del brahmanismo se desarrolló el HINDUISMO moderno.
Branham, Seguidores de William
(También se les conoce como «branhamismo».)
William Marrion Branham (1909–1965) fue uno de los grandes iniciadores del movimiento masivo de sanidad divina en Estados Unidos. Branham puso énfasis en la prosperidad y en otros asuntos. Su teología pentecostal puede ubicarse dentro del movimiento de «SOLO JESÚS», pero con características propias. Branham se autoproclamó como el ángel de Apocalipsis 3.14 y 10.17. Entre sus profecías se encontraba una acerca de que todas las denominaciones se unificarían en 1947, lo que provocaría la traslación (o «rapto») de los creyentes. Su influencia ha permanecido, ya que muchos creyentes consideran sus profecías como inspiradas divinamente y a Branham como un profeta.
Brujería
Utilización de poderes sobrenaturales para alterar las leyes naturales o el curso de los acontecimientos. En los estudios etnológicos es casi equivalente a FETICHISMO. Está claramente establecida su relación con ciertas formas de OCULTISMO, de SATANISMO y los movimientos del ESOTERISMO. Se le dan también los nombres de HECHICERÍA y MAGIA.
Las brujas y los hechiceros han estado presentes desde las etapas más remotas. Desde la época clásica se dispone de información acerca de ellos y hay referencias a la misma en las Escrituras hebreas. Los historiadores contemporáneos han rechazado, sin embargo, la teoría de que se trataba de vestigios de los antiguos cultos de fecundidad y de la religión de los druidas. Desde que el Imperio Romano adoptó el cristianismo se persiguió implacablemente la brujería, sobre todo en Europa.
La creencia en las brujas declinó por un tiempo entre las personas de mayor educación, pero en nuestros días persiste su influencia. Una opinión que no todos aceptan es aquella que afirma que la brujería es una continuación del PAGANISMO clásico. Otros insisten en la larga confrontación de la brujería con las creencias cristianas que rechazan totalmente este tipo de prácticas.
El VODÚ es una combinación de brujería africana y elementos extraídos de los ritos cristianos. Las iglesias conservadoras rechazan cualquier punto de contacto con la brujería señalando sus aspectos maléficos, pero algunos sectores religiosos tradicionales han intentado establecer comunicación o diálogo académico con sectores sincréticos en los cuales la brujería ejerce alguna influencia. ( CHAMANISMO.)
Búdico, Esoterismo
Aspectos esotéricos relacionados con manifestaciones del BUDISMO.
Esta forma de esoterismo concierne a algunos asuntos como la ASTROLOGÍA y la ALQUIMIA practicados por algunos budistas, así como otros temas similares, pero no debe confundirse con el budismo original. ( ESOTERISMO.)
Budismo
Una de las religiones universales. Algunos prefieren referirse al budismo como la condición de discípulo del buda, «el despierto» o «iluminado». También se le considera como la filosofía adoptada por Siddharta Gautama (ca. 566–486 a.C.) en el Nepal, al nordeste de la India. Sus seguidores llegaron a convertir sus creencias en una de las más grandes e importantes religiones en la historia. Se basa en las cuatro visiones de Buda: un hombre enfermo, un anciano, un muerto y un asceta itinerante.
Convencido de la inevitabilidad del sufrimiento y de la muerte, Buda afirmó haber alcanzado la iluminación que había buscado para ser liberado de su inevitable reencarnación. La iluminación ocurrió bajo un árbol en Bodh Gaya en 528 a.C., tras la cual se convirtió en el buda, «el despierto» o «iluminado».
El budismo proclama cuatro nobles verdades: toda la existencia implica sufrimiento o frustración; el sufrimiento es hijo del deseo; el sufrimiento puede ser destruido o aniquilado si se elimina el control ejercido por los deseos y un «óctuple sendero» necesario para llegar a la meta. Este a su vez se divide en las siguientes categorías: conducta moral (conversación recta, acciones rectas, ganarse la vida rectamente); disciplina mental (esfuerzo recto, atención recta a la realidad, concentración recta) y sabiduría intuitiva (enfoques rectos de la realidad e intenciones rectas).
Buda se comunicó en forma bastante diferente a la utilizada en las escrituras hindúes o Upanisads. El canon de las escrituras clásicas del budismo, o Tripitaka, se escribió en pali, un dialecto del sánscrito. Su redacción escrita se llevó a cabo siglos después de la muerte de Buda.
Los seguidores de Buda no lograron extenderse tan rápidamente al principio, como otras religiones, pero el budismo empezó a ejercer cierta influencia desde su fundación. Después de un período en el que se limitó al norte de la India, su extensión a otras regiones se inició en el siglo III a.C., cuando el rey indio Asoka se inclinó al budismo y trató de promoverlo en otros países. Hoy cuenta con millones de adherentes en China, Japón, Corea, Birmania, Tailandia, Indochina y otros países.
En el budismo existe una rama conservadora llamada Hinayana o Theravada o «el camino de los ancianos», la cual es fuerte en Ceilán y es conocida también como «budismo del sur». El MAHAYANA o «grande vehículo», que solo ofrece salvación, es fuerte en Tíbet, Japón y China, y se conoce como «budismo del norte». También debe mencionarse el Tantrayana del Tíbet.
Dentro del budismo existen varias sectas. Una especial atención debe prestarse al LAMAÍSMO o budismo tibetano y al ZEN.
Budismo, Escuelas Del
Interpretaciones budistas. Como en todas las grandes religiones, el budismo se dividió en grupos que, por lo general, se les conoce como escuelas. Esto se puso de manifiesto a partir del concilio budista de Vesali en el siglo IV a.C. Surgieron criterios dispares acerca del grado de rigor con el que debían observarse las enseñanzas de Buda. Una serie de concilios posteriores hicieron que aparecieran aun más divisiones.
Entre las escuelas se encuentra la de los «sthaviras» o ancianos, conocidos también como «mahasanghikas», favorables al proselitismo intenso y que pretendían liberalizar la práctica. A su vez se dividieron en unas dieciocho escuelas, la más conocida es la THERAVADA. En cada país donde el budismo se ha extendido significativamente surgieron otras escuelas.
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