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sábado, 16 de junio de 2012

El Sermon Hecho para Impactar: Un Manual para la Cabecera del Predicador


biblias y miles de comentarios
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 29MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
 CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
A.  La Primacía de la Predicación
B.  Una definición de la Predicación
C.  Un Análisis de la Definición de la Predicación
1.  El material de la predicación
2.  El método de la predicación
3.  La meta de la predicación
D.  Nuestro Plan de Estudio
EL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UN PREDICADOR IDÓNEO
A.  El Predicador Idóneo es un Convertido
1.  La naturaleza de su obra como testigo lo demanda
2.  La naturaleza de su obra como ministerio lo demanda
a)  Sentido en que todo creyente es un ministro
b)  El hecho de la diversidad en este ministerio cristiano
común
c)  El ministerio especializado del predicador: el
Ministerio de la palabra (Un ministerio apostólico,
profético, evangelístico y pastoral)
B.  El Predicador Idóneo Posee las cualidades Personales
Indispensables para el buen Desempeño del Ministerio de la
Palabra
1.  Una conducta moral irreprochable
2.  Madurez espiritual
3.  Aptitud para la enseñanza
C.  El Predicador Idóneo es Llamado de Dios para Dedicarse al
Ministerio de la Palabra
1.  Razones por qué un llamado divino especial es necesario
2.  Evidencias de un llamamiento divino especial para el
Ministerio de la Palabra
D.  El Predicador Idóneo Actúa en la Plenitud del Poder del
Espíritu Santo
1.  El modelo apostólico
2.  El mandato apostólico
a)  Todo verdadero creyente tiene el Espíritu Santo
b)  Dos pecados que el creyente puede cometer en
contra del Espíritu Santo impidiendo la manifestación de
poder divino en su vida (lo puede “contristar”; lo puede
“apagar”)
c)  Tres requisitos positivos que el creyente tiene que
cumplir para ser lleno del Espíritu Santo (entregarse sin
reserva a la soberanía de Cristo; mantener una comunión
ininterrumpida con Cristo; esforzarse concienzudamente
en dar lo mejor que pueda en cada acto de servicio)
EL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UN PROPÓSITO DEFINIDO
A.  El Valor de la Determinación del Propósito del Sermón
B.  Los Propósitos Generales de la Predicación Cristiana
1.  El propósito evangelístico
2.  El propósito doctrinal
3.  El propósito devocional
4.  El propósito de consagración
5.  El propósito ético
6.  El propósito de dar aliento
C.  El Propósito Especifico del Sermón
EL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UN MENSAJE BÍBLICO
 Una definición del mensaje bíblico
A.  El Texto del Mensaje Bíblico
1.  Definición del texto
2.  La función del texto
3.  Las ventajas de tener un texto para cada sermón.
4.  Sugestiones acerca de la selección del texto
5.  El “semillero homilético”
6.  La recta interpretación del texto
B.  El tema del Mensaje Bíblico
1.  Definición de términos
2.  Las cualidades de un buen tema
3.  El desarrollo del tema
a)  Desarrollo textual (desarrollo textual analítico;
desarrollo textual sintético; sermón expositivo; la homilía
b)  Desarrollo temático (sermón de asunto; la “lectura
bíblica”)
EL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UN BUEN ARREGLO
A.  La Unidad del Sermón
1.  La necesidad de la unidad
2.  Los requisitos de la unidad
a)  Un solo tema (el tema que contiene una palabra o
frase enfática; el tema interrogativo, el tema imperativo; el
tema declarativo el tema histórico)
b)  Un solo propósito específico
c)  El empleo únicamente de los materiales de
elaboración que sean más apropiados al tema y al
propósito específico del sermón.
B.  La Organización del Sermón
1.  Una explicación del término
2.  El corazón de la organización homilética está en la división
del tema
a)  La necesidad de la división del tema
b)  La selección del principio de división que ha de regir
en el plan del sermón
c)  La formulación de las divisiones
d)  El número de las divisiones
e)  El anuncio de las divisiones
f)  Las cuatro reglas para las divisiones
C.  El Movimiento Progresivo del Sermón
1.  Significado del término
2.  Los requisitos del movimiento progresivo del sermón
a)  La iniciación del movimiento progresivo del sermón
(una buena introducción)
b)  El sostenimiento del movimiento progresivo del
sermón (un orden propio en las divisiones; transiciones
fáciles de un pensamiento a otro; uso predominante del
tiempo presente; eliminación de toda digresión
innecesaria)
c)  La culminación del movimiento progresivo del sermón
(una buena concusión)
EL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UNA ELABORACIÓN
ADECUADA
A.  La Identificación de los materiales de Elaboración Más Útiles
1.  Los materiales de apelación
a)  Los que apelan al entendimiento
b)  Los que apelan a la razón
c)  Los que apelan al sentido de necesidad
d)  Los que apelan a la conciencia moral
e)  Los que apelan a los sentimientos
2.  Los materiales de ilustración
a)  Su importancia para la predicación
b)  Diferentes tipos de ilustración
c)  Las ventajas prácticas del empleo de las ilustraciones
con la predicación
d)  Las cualidades esenciales de una buena ilustración
e)  Las fuentes de donde podemos obtener material
ilustrativo
f)  Advertencias oportunas respecto al uso de la
ilustración en la predicación
B.  Las Fuentes de las Cuales los materiales de Elaboración
Pueden ser Obtenidos
1.  La observación
2.  Un plan de estudio
3.  El archivo homilético
C.  La Forma de Expresión Apropiada para estos Materiales de
Elaboración
1.  La importancia de la forma
2.  El deber de escribir
3.  Las cualidades de estilo que deben ser cultivadas en la
predicación
a)  Pureza
b)  Claridad
c)  Energía
d)  Interés humano
EL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UNA COMUNICACIÓN
PERSUASIVA
A.  Deber del Predicador de cultivar Buenos Hábitos como
Orador.
1.  El hábito de hacer la debida preparación para cada ocasión
en que tenga que predicar
a)  Preparación física
b)  Preparación emocional
c)  Preparación homilética
2.  El hábito de predicar sin depender de una manuscrito o aun
de notas extensas
3.  El hábito de hacer buen uso de su voz
a)  Las cualidades de una buena voz (fuerza; pureza de
tono; claridad; buena expresión)
b)  La relación que existe entre estas cualidades y los
distintos movimientos del proceso de la producción de la
voz (fuerza se relaciona con respiración; pureza de tono
se relaciona con fonación y amplificación; claridad se
relaciona con articulación; buena expresión se relaciona
con integración)
c)  Adaptación de la manera de hablar a las demandas
de la acústica del salón
4.  El hábito de accionar con naturalidad
B.  La Preparación de un Ambiente Propicio para la Persuasión.
1.  Participación congregacional un reverente culto de
adoración.
a)  El canto congregacional
b)  La oración pública
c)  La lectura interpretativa de las Escrituras
d)  La ofrenda
2.  Una sabia atención a ciertos detalles físicos
a)  La limpieza y orden en el santuario
b)  La acomodación de los oyentes en el grupo más
compacto posible
c)  Una temperatura no extremada
d)  Buena ventilación
e)  Iluminación adecuada
f)  La eliminación de los defectos acústicos
EL SERMÓN EFICAZ DEMANDA LA VARIEDAD DE
SEMANA EN SEMANA
A.  La Necesidad de la Variedad en la Predicación
B.  La Posibilidad de la Variedad en la Predicación
C.  El Gran Secreto de la variedad en la Predicación
D.  Sugestiones Prácticas Respecto a la Proyección de un Plan de
Trabajo para el Púlpito
APÉNDICE A — Preguntas de RepasoAPÉNDICE B — Ejercicios para la
Vigorización de la voz
APÉNDICE C — El Archivo Homilético
Bibliografía
Indice de Asuntos
Indice de Pasajes Bíblicos
Indice de Personas

 1. LA PRIMACÍA DE LA PREDICACIÓN
Corría el año sesenta y seis. Desde la húmeda celda romana en que aguardabasu proceso final, el anciano Pablo escribía a Timoteo, su hijo en la fe. Era suúltima carta, y en ella vertía el alma en palabras de consejo, de estímulo, deexhortación y de advertencia. Ya para terminar, reunió la esencia de todo lodicho en un gran encargo final:
“Requiero yo pues delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha dejuzgar a los vivos y los muertos en su manifestación y en su reino, queprediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempocuando no sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, seamontonarán maestros conforme a sus concupiscencias, y apartarán de  la verdad el oído, y se volverán a las fábulas. Pero tú vela en todo,soporta las aflicciones haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio.
Porque yo ya estoy para ser ofrecido, el tiempo de mi partida estácercano”.f1
¡El deber principal de Timoteo era el de predicar! Los motivos más solemnes lo impulsaban a ello. Pablo pronto dejaría de existir. Callada la voz de aquel que“desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico” había “llenado todo del evangelio de Cristo”f2 era menester que otra voz anunciara las buenas nuevas.
Además, la oportunidad pasaba. Se divisaban ya los tiempos en que los hombres no prestarían atención al mensaje de vida sino que buscarían a maestros que halagaran sus oídos con palabras melífluas de una falsa paz. Por tanto había que aprovechar la oportunidad presente. Otro motivo era el hecho de estar actuando constantemente “delante de Dios”. El ojo divino lo vigilaba, tomando nota de su labor. Por último, la perspectiva de juicio final en que el Señor Jesús, “el Príncipe de los pastores”, premiaría con “corona incorruptible de gloria”f3 a los que hubieran desempeñado su comisión con fidelidad, le animaba a ser constante y cumplido en su ministerio de la predicación.
Las palabras dirigidas a Timoteo tienen una aplicación perenne a la iglesia del Señor. Su tarea principal es la predicación. Cuando Cristo subió al monte y llamó a sí a los que quiso y estableció a los doce como cuerpo apostólico, su propósito fue “para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen potestad de sanar enfermedades, y de echar fuera demonios”.f4 La comunión con Cristo sería su preparación; los milagros de sanidad serían credenciales para su mensaje en el tiempo transitorio de la cimentación de la causa cristiana en un mundo hostil; la obra central había de ser la de predicar.
Cuando los doce fueron enviados de dos en dos a recorrer la provincia de Galilea, sus instrucciones fueron: “Y yendo, predicad...”f5 Cuando los apóstoles pidieron una señal de la futura venida del Señor y del fin del mundo, les indicó que sería “predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todos los gentiles; y entonces vendrá el fin”.f6 Y cuando el Maestro quiso reducir a la forma más breve posible su gran comisión, la expresó en estas palabras: “Id por todo el mundo; predicad el evangelio a toda criatura”.f7
La primacía de la predicación fue bien entendida por la iglesia primitiva. Cuando Felipe descendió a la ciudad de Samaria, “les predicaba...”f8 Cuando Pedro se presentó ante el centurión romano en Cesarea, le dijo que el Señor “nos mandó que predicásemos...”f9 cuando los filósofos atenienses quisieron describir a Pablo, dijeron: “Parece que es predicador...”f10 Y tuvieron mucha razón porque el mismo apóstol consideraba que la predicación era su tarea principal, como vemos en su declaración a la iglesia de Corinto, cuando dijo: “Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio”.f11 Tan así era que Pablo conceptuaba como una imposibilidad el que las gentes creyesen “sin haber quien les predique”.f12 “Así predicamos,” dijo, “y así habéis creído”.f13
Por esto el doctor E. C. Dargan, en su monumental Historia de la Predicación, ha dicho lo siguiente:
El fundador del cristianismo fue a la vez el primero entre sus predicadores; pero fue anticipado por su precursor y seguido de sus apóstoles, y en la predicación de éstos la proclamación y enseñanza de la Palabra de Dios por medio del discurso público fue convertida en rasgo esencial y permanente de la religión cristiana.f14
La historia confirma esta declaración. Al través de los siglos es notable el hecho de que el mayor extendimiento del Reino de Dios en la tierra ha coincidido precisamente con las épocas en que más ha florecido la predicación de la Palabra.
2. LA PREDICACIÓN DEFINIDA
Pero, ¿qué es lo que entendemos por predicación? Entre las muchas definiciones que han sido elaboradas, la mejor conocida, sin duda, es aquella que expuso el obispo Phillips Brooks en 1876 en una serie de conferencias ante los estudiantes para el ministerio en la Universidad de Yale.
La predicación es la comunicación de la verdad por un hombre a los hombres. Tiene en sí dos elementos: la verdad y la personalidad. No puede prescindir de ninguno de estos dos elementos y ser todavía la predicación. La verdad más cierta, la declaración más autoritativa de la voluntad divina, si es comunicada a los hombres de cualquier otro modo que no sea a través de la personalidad de un hombre hermano, no es una verdad predicada. Supóngase que esta verdad esté escrita sobre los cielos, o supóngala como incorporada en un libro que ha sido tenido por una pronunciación directa de Dios durante tantos años que la viva personalidad de los hombres que lo escribieron ha quedado casi borrada, en ninguno de estos casos hay predicación. Por otra parte, si los hombres comunican a los demás hombres algo que no pretenden que sea la verdad, si emplean sus poderes de persuasión o de entretenimiento para logar que se preste atención a sus propias especulaciones o con el fin de que sea hecha su propia voluntad, o que sean aplaudidos sus propios talentos; eso tampoco es predicación. Lo primero carece de la personalidad, y lo segundo de la verdad. Y la predicación es la presentación de la verdad a través de la personalidad.
Forzosamente ha menester de ambos elementos.f15 Sin restar ningún mérito a esta clásica definición, podemos sugerir la conveniencia de agregarle cuando menos dos elementos más. Por una parte, debe ser especificado que la verdad que constituye el material de la predicación cristiana es preeminentemente de índole religiosa y que tiene por su centro de referencia al Cristo crucificado y resucitado. A este respecto es mejor la definición de Bernardo Manning. “La predicación es una manifestación del Verbo Encarnado desde el Verbo escrito y por medio del verbo hablado”.f16 Reconocemos el hecho de que toda verdad es de Dios, y admitimos el derecho, y aun la obligación, del predicador de utilizar toda clase de conocimiento en la elaboración de sus mensajes. A semejanza de Eliú tomará su noticia de lejos, y atribuirá justicia a su Hacedor.f17 Pero no es por demás insistir en que la provincia peculiar del púlpito cristiano es la verdad divina así como ésta se ha dado a conocer en Cristo Jesús y así como ha sido conservada en las Sagradas Escrituras.
También tenemos que notar que la definición de Brooks deja de mencionar el proposito de la predicación. Es ésta una falta de serias proporciones, aunque en justicia hay que decir que en el curso de sus conferencias, al tratar del sermón, Brooks sí abordó el asunto del propósito con claridad y acierto. “Un sermón,” dijo, “existe por su propósito y para su propósito, a saber, el de persuadir y mover las almas de los hombres”.f18 Es de lamentarse que este elemento no haya sido incorporado desde un principio en la famosa definición de la predicación. Transcribimos en seguida tres definiciones que, a nuestro juicio, son mejores que las dos antes anotadas. El ellas se deja ver un debido hincapié sobre el propósito de la predicación.
Según el doctor A. E. Garvie, la predicación es “la verdad divina al través de la personalidad humana para vida eterna”.f19 Andrés W. Blackwood se ha expresado en estos términos: “¿Qué es o que entendemos por la predicación? Significa la verdad divina comunicada a través de la personalidad, o sea la verdad de Dios proclamada por una personalidad escogida con el fin de satisfacer las necesidades humanas”.f20
Por su admirable brevedad y simetría, el que esto escribe prefiere la definición dada por Pattison: “La predicación es la comunicación verbal de la verdad divina con el fin de persuadir”.f21
3. LA DEFINICIÓN ANALIZADA
Vale la pena detenernos aquí para hacer un análisis de esta última definición.
(1) Observemos en primer lugar cuál es el material de la predicación. Es “la verdad divina”. En un sentido puede decirse que toda verdad es “verdad divina”, puesto que Dios es verdadf22 y que al crear cuanto existe imprimió en todo el sello de su propia veracidad. Y como la verdad, siendo fundamentalmente una, no puede contradecirse a sí misma, una verdad científica o comercial puede ser considerada como una verdad divina. Sin embargo, una conferencia sobre la desintegración del átomo o sobre las ventajas del comercio internacional no sería, de ninguna manera, una predicación.
Dargan nos cuenta cómo en Alemania, hacia fines del siglo dieciocho cuando el racionalismo estaba en su apogeo, partiendo de la discusión de temas morales, desprovistos de una sólida base doctrinal, el púlpito degeneró cada vez más hasta quedar en la vergüenza de presentar “sermones” sobre temas como los siguientes: “El Peligro de Ser Sepultado Vivo” (un sermón para el domingo de Resurrección); “El Temor a los Fantasmas”; “La Preferencia de la Alimentación del Ganado en el Establo Sobre la Práctica de Pastarlos en el Campo”; y “La Bendición Inefable del Cultivo de la Patata”. También discutieron el valor del café como bebida y la importancia de la vacunación contra la viruela.f23
Semejantes temas constituyen nada menos que una prostitución del púlpito. La verdad de que legítimamente se ocupa la predicación cristiana es netamente religiosa y esencialmente bíblica. Es religiosa porque tiene que ver con las grandes realidades acerca de Dios y el hombre, del pecado y la salvación, del tiempo y la eternidad, del cielo y el infierno. Es bíblica porque toma de la fuente pura de las Sagradas Escrituras sus temas y los contornos generales del desarrollo de ellos.
(2) Veamos en seguida cuál es el método de la predicación. Es “la comunicación verbal”. Aquí cabe la declaración de un gran maestro de homilética del siglo pasado: “Por predicación no se quiere significar simple y principalmente el acto de repartir Biblias impresas, el vivir santamente, ni el uso del canto llano y del ritual en el culto, sino la proclamación personal, pública y autoritativa de la verdad de Dios a los hombres por medio de un hombre.”f24
Esta idea fundamental de “la comunicación verbal” se revela claramente al examinar los diferentes verbos griegos traducidos por la voz “predicar” en la Versión de Valera. Dos vecesf25 ésta representa la traducción de laleo, verbo que significa simple y llanamente “hablar”, como puede verificarse por una referencia a otros pasajes en que la misma palabra griega es empleada.f26 Siete vecesf27 la palabra “predicar” es la traducción de euaggelizo, vocablo que significa “traer buenas noticias” o “anunciar alegres nuevas” o “proclamar las buenas nuevas”. El mismo verbo aparece en otros cuarenta pasajes más donde es traducido generalmente “anunciar”. El otro verbo griego traducido “predicar” es kerusso, que significa “proclamar públicamente como un heraldo” con la sugestión siempre de ”formalidad, gravedad y de una autoridad que demanda atención y obediencia”.f28 Este verbo aparece sesenta y una veces en el Nuevo Testamento. Cincuenta y cinco veces es traducido “predicar”; tres veces “publicar”, dos veces “pregonar” y una vez “divulgar”. Lo dicho hasta aquí basta para comprobar que “la comunicación verbal” de la verdad divina es el método divinamente ordenado para la predicación del evangelio. Pero es necesario hacer constar que dentro de este método existe una saludable variedad. Aparte de los términos mencionados ya, existen varias otras expresiones en nuevo Testamento que describen los discursos cristianos.
Sólo en el libro de Los Hechos se encuentran veinticuatro de ellas, tales como “exhortar”, “testificar”, “disputar”, “afirmar”, “persuadir”, “amonestar”, “profetizar”, “disertar”, “enseñar”, “alegrar” y otras más. En términos generales podemos decir que había cuatro tipos principales de discurso en la predicación
apostólica.
a. En primer lugar encontramos el discurso informal o familiar. De esto tenemos evidencia en <410202>Marcos 2:2; <440401>Hechos 4:1, 31 y 14:25, donde se emplea la palabra “hablar”, y en <442011>Hechos 20:11, donde la expresión del original (jomileo) significa “platicar”. En este último pasaje se trata del discurso de Pablo ante los creyentes de Troas cuando el apóstol “alargó el discurso hasta la media noche... y disputaba largamente”. La palabra traducida “disputaba” da la idea de un discurso argumentativo de pensamientos bien ponderados. Tal discurso adormeció a cuando menos uno de los hermanos, pues leemos que “un mancebo llamado Euticho... tomado de un sueño profundo... postrado del sueño cayó del tercer piso abajo”. Cuando el pobre de Euticho fue restaurado a sus cabales, leemos que Pablo “habló largamente hasta el alba”. Pero aquí la palabra es “platicó”. Aunque el susto que todos llevaron con el descalabro de Euticho fue suficiente, sin duda, para quitarles el sueño, creo no hacer violencia a la recta interpretación bíblica al sugerir que el cambio en el tipo de discurso
ayudó también para mantener despierta a la congregación durante el resto de la
noche. Tal vez en esta experiencia apostólica podrán encontrar una fructífera
sugestión algunos predicadores de la actualidad. Indica que el discurso informal
o familiar es más fácilmente seguido por las mentes cansadas o poco
disciplinadas, y aconseja la práctica de variar la intensidad del discurso, aun
dentro de los límites de un solo sermón, para proporcionar descansos mentales
a los oyentes.
b. El segundo tipo de discurso empleado por los apóstoles fue el explicativo.
Dieciséis veces en Los Hechos se emplea el verbo “enseñar” para describir los
discursos apostólicos. Esto en sí sería suficiente para indicar la existencia del
discurso explicativo, pero tenemos evidencia todavía más clara. En <441701>Hechos
17:1-4 hallamos la historia de la actividad del apóstol Pablo en Tesalónica.
Siguiendo su plan acostumbrado de trabajo, al llegar a la nueva ciudad se
dirigió primero a la sinagoga judía, y por tres sábados consecutivos “disputó
con ellos de las Escrituras, declarando y proponiendo que convenía que el
Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, al cual yo os
anuncio, decía él, éste era el Cristo”.
Por el momento nos interesan en este pasaje dos términos, traducidos
“declarando y proponiendo”. El primero traduce la palabra griega dianoigon
que significa literalmente “abriendo por el procedimiento de la separación de las
partes constituyentes”, o sea “abriendo completamente lo que antes estaba
cerrado”, Se emplea en las Escrituras en el relato del milagro de Jesús cuando
abrió los oídos al sordof29 y del descorrer del velo celestial que permitió a
Esteban ver “la gloria de Dios... y al hijo del Hombre en pie a la diestra de
Dios”.f30 Es el mismo término que usaron los discípulos del camino de Emmaús
al exclamar; “¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en
el camino, y cuando nos abría las Escrituras”? f31 Esta palabra, pues, que la
Versión de Valera traduce “declarando”, indica un procedimiento
completamente pedagógico mediante el cual el predicador apostólico analizaba
las Escrituras, profundizándose en ellas y descubriendo su hondo y verdadero
significado. Indica todo aquello que cabe legítimamente en el término
“exégesis”.
El segundo término, “proponiendo”. Es una traducción más fiel de la palabra
que aparece en el griego del Nuevo Testamento. Esta palabra es
paratithémenos y significa literalmente “colocando delante de”, como, por
ejemplo, cuando la comida es colocada delante de los que están a la mesa. En
su sentido figurado significa “explicar” e indica un proceso de síntesis, dando a
entender todo aquello que legítimente cabe en el uso homilético de la palabra
“exposición”. Vemos, entonces, que la exposición presupone la exégesis, y que
ésta es el fundamento indispensable de aquélla, cosa que sugiere un
pensamiento adicional que no aparece tal vez en nuestro pasaje, pero que si
constituye una legítima inferencia, a saber: que la exégesis pertenece
principalmente al cuarto de estudio del predicador, mientras que la exposición
es provincia peculiar del púlpito.
c. Otro tipo de discurso empleado por los apóstoles fue el argumentativo. Ya
hemos hecho alusión a él en los párrafos anteriores. Su uso es indicado de dos
maneras. Por una parte, por el término dialégomai, traducido “disputar” en
<442009>Hechos 20:9 y “disertar” en <442425>Hechos 24:25. Esta voz griega significa
“pensar uno cosas diferentes consigo mismo; mezclar pensamiento con
pensamiento; ponderar; revolver en la mente; argumentar o discutir”. En el
primer pasaje mencionado describe el discurso de Pablo en la ocasión del
accidente sufrido por Euticho, y que ha sido comentado ya. En el segundo
pasaje describe el discurso de Pablo ante Félix, el gobernador romano, hombre
cuya preparación intelectual le capacitaba para seguir el curso de un argumento
lógico.
La segunda manera de saber que el discurso argumentativo ocupaba un lugar
prominente en el repertorio de los predicadores apostólicos es por la lectura de
sus sermones. En la introducción de su sermón del Día de Pentecostés, Pedro
empleó la refutación, y más adelante, sobre la base del hecho de la muerte y
sepultura de David, fundó un argumento para probar que en el Salmo 16
David, había profetizado la resurrección de Cristo.f32 La defensa de Esteban
ante el sanedrínf33 es un continuo argumento de analogía histórica en que refuta
la acusación hecha en su contra de haber hablado “palabras blasfemas contra
este lugar santo (el templo) y la ley”, demostrando paralelamente dos cosas.
Primero, que él no blasfemaba al hablar de la destrucción del templo, puesto
que Dios nunca había limitado la revelación de sí mismo al templo; se había
manifestado a Abraham en Ur de los Caldeos, a José en Egipto, y a Moisés en
el desierto de Madián; y cuando Salomón por fin le edificó un templo, en su
oración dedicatoria había confesado que “el Altísimo no habita en templos
hechos de mano”. En segundo lugar, no pecaba él, sino sus mismos
acusadores, puesto que exactamente como Abraham había demorado en
Charán hasta la muerte de su padre; así como los hermanos de José lo
vendieron a él a la esclavitud; de la misma manera en que los hebreos habían
desechado la primera vez a Moisés; así también ellos habían sido rebeldes a
Dios al rechazar a Jesús como su Mesias y Salvador. Todo el sermón es un
poderoso argumento, basado en una serie de analogías.
Es demasiado vasto el material de que disponemos en el libro de Los Hechos
para que lo mencionemos todo aquí. Bastará con un ejemplo más.
Refiriéndonos otra vez al incidente consignado en <441702>Hechos 17:2, 3, vemos
un hermoso ejemplo del argumento deductivo en forma silogística. Dice el
versículo 3: “...declarando y proponiendo que convenía que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, el cual yo os anuncio,
decía él, éste era el Cristo”. Este argumento es propiamente un entimema, es
decir, un silogismo incompleto en que una de las proposiciones queda
sobreentendida, pero podemos reconstruirlo en la siguiente forma:
Premisa mayor: “Convenía que el Cristo padeciese y resucitase de los
muertos”.
Premisa Menor: “Jesús padeció y resucitó de los muertos”. (Esta
premisa queda sobreentendida por el tenor general del argumento.)
Conclusión: Por tanto, “Jesús, el cual yo os anuncio, éste es el Cristo”.
d. Por último tenemos el discurso declarativo. Aquí tenemos el tipo de discurso
que más que cualquier otro indica la índole esencial de la predicación
verdadera. Es el tipo indicado por dos verbos muy comunes en el Nuevo
Testamento: euaggelizo y kerusso. El primero significa “traer buenas noticias;
anunciar alegres nuevas; o proclamar las buenas nuevas”. El segundo significa
“pregonar públicamente como un heraldo, siempre con la sugestión de
formalidad, gravedad y de una autoridad que demanda atención y obediencia”.
Como se ve por estas definiciones, se trata de un discurso cuya idea
característica es la de un anuncio, de una proclamación, de un pregón. No se
trata de probar, sino simplemente de manifestar. No es cuestión de emitir un
juicio respecto al significado de algún hecho, sino más bien de dar testimonio
del hecho mismo. Esta fue la tarea de los cristianos primitivos: ser testigos.
Pero, ¿qué era aquello que habían de atestiguar? Habían de ser testigos de la
Persona más gloriosa y de la obra más grande de que jamás hubo noticia.
¡Habían de anunciar a Jesús y la resurrección! Siendo tal el tema de su pregón,
podemos entender el fervor, la pasión, el celo con que se consagraron a la
tarea. Había perdón para los pecados más viles; había pureza para el más
corrompido corazón. Había poder y victoria para los derrotados; había
consuelo y paz para los tristes y afligidos. Con razón dijeron los apóstoles: “No
podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”.f34 Proclamaron como
heraldos la regia venida del Mesías Salvador. Anunciaron la buena nueva de
que en Jesús el Reino de Dios se hacía una realidad en el corazón arrepentido y
creyente. ¡Y esto es, hasta hoy, la esencia de la predicación cristiana!
Entendemos, pues, por qué Pattison, después de referirse a los diferentes tipos
de discurso empleados por los apóstoles, terminó su discusión con estas
palabras: “La predicación apostólica era una combinación de todos estos
procedimientos, saturada con oraciones y con lágrimas”.f35
(3) Volviendo ahora al análisis de la definición de la predicación, recordamos
que hemos discutido sus primeras dos partes: el material y el método de la
predicación. Resta considerar cuál es su meta. Es la de persuadir. La
persuasión era nota característica de la predicación apostólica. Lo vemos tanto
en el tono urgente de sus discursos como en los resultados que obtuvieron.
El apóstol Pedro predicaba para persuadir. Al final de su sermón en el Día de
Pentecostés, leemos que “con otras muchas palabra testificaba y exhortaba,
diciendo: Sed salvos de esta perversa generación”.f36 Lo mismo puede decirse
del apóstol Pablo. Cuando estuvo con los ancianos de la iglesia de Efeso en
Mileto les recordó cómo por tres años de día y de noche no había cesado de
amonestar con lágrimas a cada uno.f37 Ante la mofa incrédula del rey Agripa
reveló cuán profundo era su anhelo de persuadir, clamando: “¡Pluguiese a Dios
que por poco o por mucho, no solamente tú, mas también todos los que hay
me oyen fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas prisiones”.f38 Y en su
carta a la iglesia de Corinto descubrió las fuentes de su pasión, diciendo:
“Estando pues poseídos del temor del Señor, persuadimos a los hombres...
Porque el amor de Cristo nos constriñe... como si Dios rogase por medio
nuestro”.f39 Por último, Judas, el medio hermano del Señor, da cima a este
sentimiento de persuasión con su ferviente exhortación; “Mas haced salvos a
los otros por temor, arrebatándolos del fuego”.f40
Tal espíritu de urgencia no dejó de tener su efecto. En Jerusalén leemos que
“fueron compungidos de corazón y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles:
“Varones hermanos, ¿qué haremos?... Y fueron añadidas a ellos aquel día
como tres mil personas”.f41 En Iconio los apóstoles “hablaron de tal manera que
creyó una grande multitud de Judíos, y asimismo de Griegos”.f42 En Tesalónica
los judíos dieron testimonio de la efectividad de la predicación apostólica,
diciendo: “Estos que alborotan el mundo, también han venido acá”.f43 Y en
Efeso el platero Demetrio desahogó su resentimiento por causa de las pérdidas
sufridas en el negocio de la fabricación de ídolos, diciendo: “Y veis y oís que
este Pablo, no solamente en Efeso, sino a muchas gentes de casi toda el Asia,
ha apartado con persuasión, diciendo, que no son dioses los que se hacen con
las manos”f44.
Los apóstoles predicaban para persuadir. Esta es la meta de la predicación.
Como dijo G. Campbell Morgan:
Toda predicación tiene un solo fin, a saber: el de tomar cautiva la
ciudadela central del alma humana, o sea la voluntad. El intelecto y las
emociones constituyen vías de acercamiento que debemos utilizar. Pero
lo que tenemos que recordar siempre es que no hemos logrado el
verdadero fin de la predicación hasta no haber alcanzado la voluntad,
constriñéndola a hacer sus elecciones de acuerdo con la Verdad que
proclamamos.f45


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viernes, 15 de junio de 2012

No es Bueno que el Hombre este Solo: Teologia del Matrimonio


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Tipo de Archivo: PDF | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
Prólogo 15
PARTE PRIMERA: "DIJO LUEGO  DIOS..." 21
Introducción: El Antiguo Testamento 23
SECCIÓN I: Matrimonio y pecado 33
1. "Espíritus engañosos" 33
2. Por qué es bueno el matrimonio 49
SECCIÓN II: El matrimonio y el pecado original 61
3. Si Adán no hubiese caido 61
4. Libido 73
5. El instinto de los creyentes 101
6. Varón y hembra 131
PARTE SEGUNDA: "NO ES BUENO QUE EL
HOMBRE ESTE SOLO" 141
Introducción: Salvación en parejas 143
SECCIÓN I: La vida ideal 149
7. Un don especial 149
8. Las inquietudes de la vida matrimonial 163
9. Abstinencia y oración 177
10. "Donde esté tu tesoro..." 187
11. "Para bien y para mal..." . 205
12. "División" 219
13. El mejor camino . 227 
SECCIÓN II: La vida típica 239
14. Como en los tiempos de Noé 239
PARTE TERCERA: "VOY A HACERLE UNA
AYUDA..." 257
SECCIÓN I: Santo matrimonio 259
Introducción: La presencia de Yahvé 259
15. La naturaleza del matrimonio 263
SECCIÓN II: La función de Dios 275
Introducción: El deseo de Yahvé 275
16. La promesa sagrada 281
17. El don del matrimonio 289
18. El Pronubus 303
19. Hechos el uno para el otro 311
SECCIÓN III: Sus perspectivas 323
20. Caminos y viajeros 323
21 . Un camino hacia Dios 341
Conclusiones 351
Abreviaturas 357
Bibliografía  359

LA primera insinuación de respuesta a nuestra pregunta sobre la influencia que se ejercen mutuamente marido y mujer se encuentra en el relato del matrimonio más an-tiguo de la Biblia.
Dijo luego Yahvé Dios: "No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada..." Entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacio con carne. De la cos-tilla que Yahvé Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces éste exclamó:
"¡Esta vez si que es hueso de mis huesos
y carne de mi carne!
Esta será llamada varona,
porque de varón ha sido tomada."
Por eso deja el hombre a su padre y a su madre
y se une a su mujer, y se hacen una sola carne' . 
Como quiera que Dios usó al ser humano autor de este pasaje como su medio para comunicarse con nosotros, ¿qué es lo que trata de decir este autor humano?Antes de que podamos contestar es preciso recordar algo. Un hombre se dedica a crear porque desea com-partir una experiencia que ha obtenido de la vida y su significado. Y concibe un tipo de notas musicales, una combinación de colores, una cierta disposición de las pa-labras, porque este es el mejor medio que conoce para hacer que otros vean y sientan lo que él ha visto y sentido.
Así, cuando un autor, esta vez inspirado por Dios de un modo especial, declara:
Los montes brincaron lo mismo que carneros,
las colinas como corderinos. importa saber si lo que leemos es un relato presencial o un poema lírico. El libro en el cual ocurre nuestro pasaje sobre el ma-trimonio recibió su forma presente una vez que los judíos regresaron de Babilonia, y extrae la poesía y la prosa de tres antiguas colecciones, fundiéndolas en un tipo único.
Esta narración sobre el primer hombre y la primera mujer proviene de la colección "Yahvist", denominada así por la palabra que ordinariamente usan para Dios sus cantos y sagas. Aunque la colección en sí fue reunida —y tal vez escrita— en la vecindad de Jerusalén, en tiempos de Sa-lomón, sus fragmentos separados habían estado circulan-do en la forma oral durante generaciones. La tierra y el modo de vida que describen sugieren los días en que los judíos se estaban convirtiendo en un pueblo unido.
Ninguna otra tradición del Cercano Oriente deriva la raza humana de una sola pareja'. Y ninguna obra antigua, que se conozca hoy, contiene esta explicación sobre el modoen que la mujer vino a ser. Parece probable que, cuando el autor bíblico la recibió, poseyera un climax que él ha suprimido para hacer que fluya suavemente al siguiente episodio: el pecado del hombre y la mujer. Por tanto, el tratamiento es original, aunque ciertos detalles de acción y de ambiente se encuentren también en los mitos babi-lónicos. Lo que esto sugiere no debe infundirnos temor.
Nosotros explicamos el mundo que vemos —las nubes, el hielo de los ríos, la primavera, y la oscuridad— mediante leyes o fórmulas matemáticas. Estas, a su vez, nos hacen filosofar acerca de una causa esencial, que al menos debe ser tan personal como nosotros mismos. Supuesto que nuestras fórmulas y filosofías sean ciertas hasta donde ellas llegan, las verdades que abordan carecen de forma y de color. Por alguna razón son independientes del tiem-po. Dadas ciertas condiciones, e = me2 es válido ayer, hoy y siempre. Los pueblos del cercano Oriente sabían también que existe algo detrás del mundo que palpamos y vemos, algo exactamente tan real, algo que explica su existencia y movimiento. Pero su modo de percibir esta realidad trascendente era diferente al nuestro. Nosotros deducimos su presencia por lógica; ellos simplemente la veían actuar en el mundo4 . Pero darse cuenta de su pre-sencia no era lo mismo que poder describirla y, al igual que nosotros, tenían que recurrir a los símbolos. Su idea de la realidad trascendente no se expresó en fórmulas o combinaciones de términos científicos, sino por las relaciones entre personas. Explicaban el mundo de for-mas, colores y épocas, por medio de relatos cuyos argumentos y personajes eran independientes del tiempo
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La Labor Misionera y el aprendizaje de los Idiomas: Ayuda para el Misionero en los campos vastos


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Tipo de Archivo: PDF | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
 C O N T E N I D O S
DEDICACIÓN....................................................................................................2
AGRADECIMIENTOS Y RECONOCIMIENTOS...........................................6
PRÓLOGO..........................................................................................................7
EXPLICACIONES..............................................................................................8
L A   P R I M E R A   P A R T E
UNA ORIENTACIÓN AL APRENDIZAJE DE IDIOMAS
1. SENTANDO BUENAS BASES.............................................................11
2. UN MODELO PARA EL APRENDIZAJE DE IDIOMAS....................18
3. ¿POR QUÉ APRENDER EL IDIOMA?.................................................11
4. MISCELÁNEA DE PRINCIPIOS BÁSICOS........................................21
5. EL MIEDO Y LA VERGÜENZA...........................................................33
6. EL GOZO: MEDICINA PARA EL APRENDIZ.....................................42
7. EL ESTRÉS Y EL APRENDIZAJE........................................................54
L A   S E G U N D A   P A R T E
UNA ANTOLOGÍA DE LECTURAS
8. DONALD LARSON: LA GENTE COMÚN Y
EL APRENDIZAJE EN LA COMUNIDAD............................................... .....65
9. STEPHEN KRASHEN: LAS CINCO HIPÓTESIS.........................................68
10. DOUGLAS BROWN: ROMPIENDO LAS BARRERAS
DEL LENGUAJE................................................................... .........................75
11. BREWSTER & BREWSTER: EL APRENDIZAJE DEL IDIOMA
¡ES COMUNICACIÓN! … ¡ES MINISTERIO..............................................86
L A   T E R C E R A   P A R T E
MÉTODOS, MODELOS, Y AYUDAS
12. LARRY PATE: EL SISTEMA DE APRENDIZAJE DE LA VIDA................94
13. OBJETOS, ACTIVIDADES, DIBUJOS....................................................109
14. TESTIMONIOS.......................................................................................118
L A   C U A R T A   P A R T E
APÉNDICES, BIBLIOGRAFÍA, Y SUPLEMENTO
APÉNDICES..........................................................................................................130
BIBLIOGRAFÍA....................................................................................................147
NOTAS..................................................................................................................153
SUPLEMENTO: DIBUJOS ÚTILES.................................................................[1]-[13]

 Jesucristo, el ejemplo por excelencia 
Cuando el Señor Jesús se dirigía a la gente que le buscaba, como todo buen maestro, se cuidó de situarse dentro del contexto en que vivían ellos, partiendo de las experiencias y creencias que les caracterizaban, y les eran conocidas.
Ellos no tuvieron que aprender la lengua de él (por perfecta y celestial que fuera), ni repudiar su trasfondo cultural (por imperfecto y torcido por el pecado que fuera) como precondición para que les enseñase acerca del reino de Dios.
Antes bien, en su encarnación, nuestro Señor se identificó plena y abiertamente con hombres y mujeres que pertenecían a una sociedad humana específica, adoptando y participando en sus múltiples manifestaciones culturales de orden material y lingüístico.
Es decir, él fue donde ellos, se identificó con ellos, se hizo uno de ellos, y habló la lengua de ellos, para que su ministerio tuviese relevancia para ellos, tal y como se encontraban. Fue el mensajero el que se adaptó al pueblo (con todas sus idiosincrasias lingüísticas, sociales, y culturales), y no el pueblo al mensajero.
Los apóstoles, reflejos fieles del patrónEl evento que mejor ejemplifica la preocupación que tiene Dios de que el maravilloso mensaje del evangelio sea entendido, es el milagro del día de Pentecostés, registrado en el segundo capítulo de hechos. Se supone que los judíos que habían ido a Jerusalén para celebrar la fiesta de las primicias tenían una lengua en común—probablemente el griego koiné—que se utilizaba entre sí y que les servía adecuadamente para las exigencias fundamen-tales de comunicación.
Pero cuando Dios interviene directamente en la transmisión del mensaje, no usa lo meramente ‘adecuado’, sino escoge el instrumento que va directamente a la mente y al corazón de los oyentes: su lengua materna (Hechos 2:8). En aquel momento, las maravillas de Dios fueron transmitidas sin obstáculo alguno que pudiese interrumpir la comunicación.
«Dios es quien convalida sus lenguas y culturas como canales dignos de portar y expresar el mensaje imperecedero de la salvación.»
Es más: el uso de las lenguas maternas de los allá reunidos transmite un importantísimo mensaje paralelo, a saber, que no necesita una persona pasar de un contexto lingüístico-cultural a otro para que Dios le hable o le escuche. Más bien en el día de Pentecostés, Dios es quien ha tomado la iniciativa para comunicarse directamente con el cretense, el elamita, el de Parta y otros, y con ello convalida sus lenguas y culturas como canales dignos de portar y expresar el mensaje imperecedero de la salvación.
El apóstol Pablo camina sobre el mismo carril (1 Cor 9:19-23). La proclamación del evangelio a los judíos, a los gentiles, o a los intelectuales de Atenas, la hizo de maneras distintas para que llegase a cada grupo con la mayor relevancia posible. La ‘envoltura’ o ‘ropaje’ que puso al evangelio, variaba de acuerdo a los contextos culturales en que se encontraba.
Pero el poner en práctica el inclusivismo del evangelio no siempre fue tarea fácil para los primeros cristianos. El mismo Pedro tuvo que ser amonestado por Pablo cuando en una ocasión aquél se apartó de unos gentiles (Gálatas 2:11-14), violando así el mismo principio de aceptación que él había recibido directamente de Dios en Jope (Hechos 10).
La lengua y el movimiento misionero entre el pueblo hispanohablante El evangelio es inmutable y su mensaje es de suma importancia para todo pueblo y toda cultura en todo tiempo. Sin embargo, la ‘envoltura’ que nosotros lo ponemos hoy en día puede y debe variar según las exigencias lingüístico-culturales respectivas.
Como con los nuevos cristianos gentiles del primer siglo que no se les obligó a hacerse judíos para ser recibidos en la iglesia, nosotros tampoco tenemos el derecho de obligar (intencionalmente o no) a nadie a que abandone su marco lingüístico-cultural para ser miembro de la gran familia de Dios.
(Nota: esto no quiere decir que no se espera que el evangelio produzca cambios en las expresiones culturales de un grupo dado.) El obligar a cualquier grupo lingüístico a aprender otro idioma que no es el suyo para oír y entender las Buenas Nuevas o para crecer en la fe mediante la lectura de la Palabra de Dios y la enseñanza bíblica, viola la pauta establecidapor los apóstoles y por Cristo mismo.
Si el uso de la lengua materna, y la adaptación del mensajero al marco cultural de los grupos receptores caracterizaron los ministerios del Hijo de Dios y de los apóstoles, ¿cómo podría la iglesia hispano-americana exigir menos de los misioneros que está reclutando, formando, y enviando a trabajar en otras culturas?
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domingo, 3 de junio de 2012

Las Epistolas de Juan: La Certeza de la Salvacion - Para ministros y Obreros Itinerantes

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“El anciano, al querido hermano Gayo, a quien amo en la verdad”.

Juan, el anciano, escribe al hermano Gayo. Hay tres hombres en el N.T. con este nombre. Es imposible saber a ciencia cierta a cual de los tres se refiere.

Veamos, en la ciudad de Corinto Pablo se quedó en casa de un hombre llamado Gayo, quien lo recibió en una casa con muchos cuartos, pasillos y un patio en el centro. En este patio había espacio suficiente para dar hospitalidad a mucha gente.

En Ro. 16, encontramos  que Gayo recibió a toda la iglesia en su casa, él era un hombre muy rico; posiblemente, este es el Gayo del cual habla también tercera de Juan.

VERSÍCULO 2
“Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente”.

Es una oración interesante de Juan pidiendo dos cosas para Gayo.

1.    Ora para que Gayo tenga éxito financiero; es decir, que sea próspero económicamente; parece que Juan hace esta oración porque sabe cómo Gayo usará su dinero.

2.    Ora también para que goce de buena salud.

Juan oró por Gayo, tanto por su economía como por su salud. Aquí hay un adverbio de modo importante: así como tu alma prospera quiero que goces de buena salud y finanzas.

¿Qué tan financieramente próspero esperaba Juan que fuese Gayo? Abundante en riquezas.  
¿Conoces a algunos hermanos que pudieras desear que su alma prosperara al igual que sus finanzas? Tengamos presente que hay algunos hermanos que financieramente están bien pero espiritualmente son pobres.

¿Podemos orar para que nuestros hermanos ganen más dinero? Por supuesto que sí. Si creemos que ellos lo van a usar de una manera apropiada, como Gayo lo hacía; porque en los próximos versículos veremos a ver cómo Gayo usó su dinero y por esta razón entenderemos la oración de Juan.

VERSÍCULO 3
“Me alegré mucho cuando vinieron unos hermanos y dieron testimonio de tu fidelidad, y de cómo están poniendo en práctica la verdad”.

Tal como vimos en 2 Jn. 4, este versículo parece la misma oración; pues Juan habla del gozo que produce en él, cuando los hermanos caminan en la verdad. En el versículo 3 el apóstol hace referencia al gozo que siente al recibir a dichos hermanos.

VERSÍCULO 4
“Nada me produce más alegría que oír que mis hijos practican la verdad”.

Nada me produce más alegría que oír que mis convertidos; o sea, mis hijos están caminando de acuerdo a la verdad. Para alguien que predica la verdad no hay mayor regocijo que ver aquellos con los que ha estudiado, orado y han sido bautizados siguen firmes en la verdad; pero si se alejan de la verdad, eso es extremadamente frustrante.

Pablo enseñó 3 veces en Filipos y en Tesalónica, diciendo: no quiero que corran en vano, no quiero que mi ministerio no lleve fruto.

1 Co. 3:10-11, Pablo dice que: de acuerdo a la voluntad de Dios, él puso los cimientos y otro hombre la estructura. Pero cada hombre debe tener cuidado de cómo construye; porque hay 2 clases de trabajos con que se construyen dentro de la iglesia y son el fundamento y la estructura.

1 Co. 1:17, -“Pues Cristo no me envió a bautizar sino a predicar el evangelio, y eso sin discursos de sabiduría humana, para que la cruz de Cristo no perdiera su eficacia”. Pablo fue un pionero en la predicación del evangelio.

1 Co. 3:10-15, El predicador sufrirá una pérdida, porque el fuego de la tentación, de la persecución, de la falsa doctrina probará su trabajo.

¿Qué es lo que el fuego hace al oro y a la plata?
Los purifica.

¿Qué es lo que el fuego hace a la madera o paja?
Los quema.

Evidentemente, no queremos que nuestro trabajo se pierda. Por ello, vemos que Juan dice: mi gran gozo es cuando los creyentes continúan fieles a la verdad.

VERSÍCULO 5
“Querido hermano, te comportas fielmente en todo lo que haces por los hermanos, aunque no los conozcas”.

La misma expresión usó Juan en:

3 Jn. 1:1, al querido hermano Gayo al que amo.
3 Jn. 1:5, dice querido hermano.
Juan le dijo a Gayo: te comportas fielmente en lo que haces por los hermanos aunque no los conozcas. Esto es interesante; Gayo hizo un trabajo de fe, es decir, un trabajo fiel, en el cual él creía.

¿Pero qué tipo de trabajo es?
Vamos a descubrirlo más adelante, pero primero veremos con quienes estaba trabajando Gayo, pues él les llamó hermanos y extraños.

Estos no son hermanos extraños, son hermanos extranjeros, porque son predicadores de la palabra a diferentes países a los cuales Gayo estuvo respaldando.

El trabajo que hizo Gayo fue algo de lo cual estaba convencido y en lo cual creía. Si tú necesitas ayuda para tu misión y trabajo háblale al hermano Gayo, porque cuando tu vayas a su casa él te recibirá, ayudará y cuando vayas al trabajo misionero te respaldará. Estos hermanos misioneros extranjeros han esparcido las buenas nuevas a otros predicadores y misioneros.

VERSÍCULO 6
“Delante de la iglesia ellos han dado testimonio de tu amor. Harás bien en ayudarlos a seguir su viaje, como es digno de Dios”.

Juan dice que Gayo hará algo muy bueno al ayudarlos a seguir en su viaje.
Mandarlos en su viaje en griego es PROPEMPO.

PEMPO es mandar y,
PROPEMPO es mandarlos lejos.

En español tenemos la palabra propulsar o impulsar. Cuando mandamos cohetes al espacio tenemos gas propano que impulsa y envía estos cohetes al espacio, aquí tenemos la palabra PROPEMPO.

Observemos que en Jn. 20:21, así como el Padre me envió a mí, yo también les envío a ustedes. Pero esta palabra mandar es diferente en el griego a PROPEMPO, el Padre me envió a mí, APOSTALKEN, el Padre me ha apostolado a mí.

¿Qué significa apóstol?
Alguien que ha sido enviado, entonces el Padre me ha hecho a mí un apóstol, Jesús ha sido enviado al mundo, él ha sido un apóstol al mundo.

He. 3:1. - “Por lo tanto, hermanos, ustedes que han sido santificados y que tienen  parte en él mismo llamamiento celestial, consideren a Jesús, apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos”.

Él fue enviado del cielo, así como el Padre me ha mandado a mí yo PEMPO a usted, esa palabra PROPEMPO es muy significante cada vez que se usa, existe una situación urgente de impulsar o propulsar a alguien en alguna misión.

Veamos otro uso de PROPEMPO, en Lc. 16, el hombre rico está en el Hades, sufriendo en las llamas y ve a través del abismo a Lázaro en el seno de Abraham. Abraham era amigo de Dios y para un hebreo su deseo era estar donde él estaba; por ello el seno de Abraham se convirtió en un símbolo para los judíos. Entonces el hombre rico dice padre Abraham manda a Lázaro, y aquí usa la palabra PROPEMPO, porque estoy en tormento en estas llamas, envíalo como si fuera ayer, necesita alivio urgentemente. Abraham dice no puedo hacer nada, porque no hay nadie que pueda cruzar este abismo. Veamos algo interesante: el hombre rico en el Hades tuvo una mente misionera al decir si tu no puedes mandar a Lázaro a  ayudarme a mí, entonces por favor, envíalo a mis hermanos, (eso es PROPEMPO), porque mis familiares viven de la misma manera en que yo viví y ellos vendrán a este mismo lugar, entonces impúlsalo a Lázaro a la tierra, pero Abraham le dijo ya tienen la ley de Moisés y a los profetas, ya han tenido todo el mensaje que Dios tenía para ellos, si Lázaro fuera con ellos no podría añadir algo más a lo que Dios ya ha dicho. Vemos entonces que la palabra PROPEMPO, se refiere a mandar a alguien con urgencia.

Veamos otro pasaje del uso de esta palabra, Ro. 15:19, “Así que, habiendo comenzado en Jerusalén, he completado la proclamación del evangelio de Cristo por todas partes, hasta la región de Iliria”.

Dice he proclamado el evangelio desde la región de Jerusalén hasta el este de Siria y no hay lugar donde no haya predicado la palabra. En los versículos 23-24, habla de: me ayuden a continuar el viaje, en el griego dice PROPEMPO, cuyo significado es me envíen. Esta es una de las razones por las que Pablo está escribiendo la carta a los romanos, para presentarles el evangelio y posteriormente pedirles su ayuda para continuar viaje hacia España.

1 Co. 16:5-6: “Después de pasar por Macedonia, pues tengo que atravesar esa región, iré a verlos. Es posible que me quede con ustedes algún tiempo, y tal vez pase allí el invierno, para que me ayuden a seguir el viaje a dondequiera que vaya”.

Quiero pasar un tiempo con ustedes y quiero que me impulsen a dónde vaya, en este tiempo él no sabía adonde iría. Vemos también que, esta palabra PROPEMPO no sólo era para los apóstoles, veamos otro uso:

1 Co. 16:10-11, “Si llega Timoteo, procuren que se sienta cómodo entre ustedes, porque él trabaja como yo en la obra del Señor. Por tanto, que nadie lo  menosprecie. Ayúdenlo a seguir su viaje en paz para que pueda volver a reunirse conmigo, pues estoy esperándolo junto con los hermanos”.

 Voy a enviar a Timoteo a Corinto y quiero que él esté con ustedes sin temor, ¿temor de qué? De falta de apoyo, porque él es digno de sustento así como lo soy yo, pues él trabaja en la obra del Señor como yo lo hago, por tanto que nadie lo desprecie, pero ayúdenlo y envíelo en su viaje (impúlsenlo) y que vaya en paz para que pueda volver a reunirse conmigo y los demás hermanos.

2 Co. 1:15,16.- “Confiando en esto, quise visitarlos primero a ustedes para que recibieran una doble bendición; es decir, visitarlos de paso a Macedonia, y verlos otra vez a mi regreso de allá. Así podrían ayudarme a seguir el viaje a Judea”.

Pablo, ahora sabía a dónde se dirigía, él iba camino a Judea, y en su paso por Macedonia levantaría una ofrenda para llevarla a Jerusalén, al final de este versículo les está dando a los Macedonios la oportunidad de impulsarlo en su viaje.

Leamos Ti. 3:12-13, “Tan pronto como te haya enviado a Artemas o a Tíquico, haz todo lo posible por ir a Nicópolis a verme, pues he decidido pasar allí el invierno. Ayuda en todo lo que puedas al abogado Zenas y a Apolos, de modo que no les falte nada para su viaje”.

Tenemos otro adverbio importante y es el adverbio de modo, recordemos que estos no definen la acción sino la manera o la forma cómo haces las cosas.

Pablo dice impulsa a Zenas y a Apolos, mándalos a ellos diligentemente, esto es un adverbio de modo. Diligente significa pronto, agilidad, prisa.

Ahora, el abogado Zenas ya no es más un abogado sino un misionero. Tú mándalos a ellos a visitar a la iglesia y que ellos soporten a estos misioneros, súplelos de manera financiera en todo lo que necesitan, y aquí tenemos otro adverbio de modo, y dice que no les falte nada para su viaje, pues todas sus necesidades financieras necesitan ser cubiertas, y esto es una responsabilidad de la iglesia el suplir en todas las necesidades, pues Zenas y Apolos están en una misión de misericordia, porque las almas de las personas están en peligro.  Su misión no puede estar comprometida por la falta de apoyo.
    
Ti. 3:14. “Que aprendan los nuestros a empeñarse en hacer buenas obras, a fin de que atiendan a lo que es realmente necesario y no lleven una vida inútil”.

Pablo dice que aprendan a hacer buenas obras, porque si la iglesia no apoya el trabajo misionero, la iglesia no está llevando fruto. Para que tenga frutos la iglesia tiene que recolectar fondos, seleccionar evangelistas y misioneros y mandarlos en su viaje.

Gá. 6:6. “El que recibe instrucción en la palabra de Dios, comparta todo lo bueno con quien le enseña”.

Comparte con aquel que enseña, tú has sido enseñado acerca del evangelio por un maestro; y por tanto, tienes una manera imperativa de apoyar a este trabajo o a las personas. Aquellos que han sido enseñados deben ayudar (Koinonia) financiera con sus maestros.

Pablo le dice a Tito, deja a la iglesia que aprenda (PROPEMPO) a enviar misioneros y a sostenerlos en todas sus necesides. Cualquier cosa que necesite un misionero la iglesia debe proveerlo.

Volvamos a 3 Jn. 1:6, Gayo tú vas a hacer bien en soportar a estos misioneros, de una manera digna a Dios.

Supongamos que Cristo viniera por aquí, y te dijera: Yo necesito tu ayuda financiera para compartir el evangelio en otras naciones donde el evangelio no ha sido predicado: ¿Qué clase de contribución harías? Necesitas que tu contribución sea digna de acuerdo a su dignidad, entonces tú mandas a estos misioneros al extranjero como si ellos mismos fueran Cristo mismo; porque ellos han sido enviados por Cristo, pues son sus mensajeros.

Como es digno de Dios, así como tú apoyarías a Cristo, así como Dios apoyaría a los misioneros si estuviera en nuestro lugar, así como por el nombre de Cristo, ellos fueron y no tomaron nada de los gentiles. Los gentiles no tienen una misión dada por Dios para apoyar las misiones de los cristianos, esta es una obligación de la iglesia, Juan dice en el versículo 8:

VERSÍCULO 8
“Nosotros, por lo tanto, debemos brindarles hospitalidad, y así colaborar con ellos en la verdad”.

Juan dice, tenemos que darles la bienvenida cuando ellos vengan, brindarles nuestra casa, pues estamos en deuda.

En griego debemos es OFEILO, es lo que leímos en Gá. 6:6, nosotros hemos sidos enseñados en la verdad, entonces debemos apoyar a aquellos que enseñan la verdad para que produzcamos frutos. Una congregación productiva apoya a misioneros. Ti. 3:13.

2 Jn. 1:9, tú no debes invitar a falsos maestros y no debes apoyarlos, porque de esa manera tendrás comunión con el error, y serás partícipe de su maldad o mentira. Pero aquí está hablando de buenos hombres, a los cuales debemos darles la bienvenida cuando ellos vengan y apoyarlos cuando se vayan.

VERSÍCULO 9
“Le escribí algunas líneas a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le encanta ser el primero entre ellos, no nos recibe”.

Juan escribió una carta pequeña a la iglesia pero Diótrefes no los recibió, revisemos 1 Jn. 4:4-5.

1 Jn. 4:4-5Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan desde el punto de vista del mundo”.

Aquí se está hablando de los gnósticos, estos falsos maestros no escucharon a los apóstoles y ciertamente no repitieron el mensaje apostólico, vemos que a Diótrefes le gusta ser el número uno en la iglesia, y quiere ser el jefe.

VERSÍCULO 10
“Por eso, si voy no dejaré de reprocharle su comportamiento, ya que, con palabras malintencionadas, habla contra nosotros sólo por hablar. Como si fuera poco, ni siquiera recibe a los hermanos, y a quienes quieren hacerlo, no los deja y los expulsa de la iglesia”.

Si yo fuere, Juan no estaba seguro de ser liberado de la prisión, pero si voy esperen a que vea a Diótrefes cara a cara y le recordaré de sus malas obras. Juan dice: nos ha ridiculizado con palabras malignas y nos acusa, y no sólo está rechazándonos a nosotros, los apóstoles, sino también a cualquier miembro que acepte a los misioneros extrajeros. Él está excomulgando a misioneros que traen la verdad y prohíbe a cualquiera que acepten a estos misioneros.

¿Qué podemos decir de la doctrina de Diótrefes? Que no recibe a los apóstoles ni tampoco la carta que Juan les envió. Diótrefes puede ser un gnóstico. Los gnósticos estuvieron asociados con la iglesia por un tiempo, 1 Jn. 2:19, dice que estaban con nosotros pero no eran de nosotros. Diótrefes se quedó y tomó posesión de la iglesia.



VERSÍCULO 11
“Querido hermano, no imites lo malo sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios”.

No imitemos lo malo, ¿Es Diótrefes digno de ser imitado? NO
Podemos imitar a Gayo que apoyó a misioneros, el que hace el bien es de Dios y el que hace el mal no ha visto a Dios.

VERSÍCULO 12
“En cuanto a Demetrio, todos dan buen testimonio de él, incluso la verdad misma. También nosotros lo recomendamos, y bien sabes que nuestro testimonio es verdadero”.

Demetrio tiene el testimonio de los hombres y de la verdad misma, y también nosotros damos testimonio y ustedes saben que nuestro testimonio es verdad.

¿Quién es Demetrio? Posiblemente un misionero extranjero a quién Diótrefes no permitió que le apoyaran, pero Juan dice yo me voy a encargar de Diótrefes cuando vaya allá.

Debemos imitar a nuestro hermano Gayo que apoyó a misioneros y a Demetrio que fue un misionero deseoso y dispuesto de ser enviado.

VERSÍCULOS: 13-15
“Tengo muchas cosas que decirte, pero prefiero no hacerlo por escrito, espero verte muy pronto, y entonces hablaremos personalmente. La paz sea contigo. Tus amigos acá te mandan saludos. Saluda a los amigos allá, a cada uno en particular”.

Es interesante que Juan nos llame a nosotros amigos, hemos sidos llamados los hijos de Dios, los amados y ahora nos llama amigos; porque la amistad es una muestra y seña de la cristiandad. Amigos son aquellos con quienes tenemos una conexión íntima y cercana. Así que él dice da mi saludo a amigos en Cristo.

Recuerde que en Jn. 15, Jesús dijo; ya no los voy a llamar siervos sino amigos, porque si son mis amigos guardarán mis mandamientos. Les llamo amigos, porque yo les he dicho y enseñado todo lo que recibí de Dios. Los amigos comparten el conocimiento, especialmente el conocimiento divino.
Así que Juan termina su carta diciendo saluda a los amigos.

Amén.


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