sábado, 24 de enero de 2015

Si Dios dejara en nuestras manos la decisión final de aceptar a Jesús: nadie sería salvo

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 29MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información

Juan 3:16 contiene una de las declaraciones más sorprendentes de toda la Escritura: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. El amor de Dios es tan inmenso, tan sorprendente, que Él amó al mundo. Pero ¿qué significa eso? ¿Cómo podemos medir el amor de Dios, tomando en cuenta que Él amó al mundo?

Muchos interpretan este grandioso versículo de la Biblia como si estuviera diciendo que el amor de Dios es tan basto que Él envió a Su Hijo a morir en una cruz por todas y cada una de las personas que han vivido, viven y vivirán en el mundo. Según algunas estadísticas, en el mundo han nacido hasta la fecha unas 70 mil millones de personas. Y quién sabe cuántas más nacerán antes de que la historia humana llegue a su fin. “Pero el amor de Dios es tan grande, dicen algunos, que Él envió a Su propio Hijo a morir por todas y cada una de esas 70 mil millones de personas. Así de grande es el amor de Dios”.

Y aunque parezca sorprendente que Dios pueda amar a tantas personas a la vez, no pienso que esa sea la medida que Juan está usando aquí para mostrarnos la grandeza del amor de Dios.

No olvidemos quién es ese Dios que amó de tal manera al mundo. Nuestro Dios no tiene límites de ningún tipo en ninguna de Sus capacidades. Dice el profeta Isaías, hablando obviamente en lenguaje figurado, que toda el agua de todos los océanos cabe en el hueco de Su mano y que Él puede tomar la medida del Universo con Su palmo. Y por si todo esto fuera poco, Él conoce por nombre cada una de las estrellas de todas y cada una de las galaxias. “Tal es la grandeza de Su fuerza, y el poder de Su dominio”, dice en Is. 40:26 .

Así que no podemos medir la grandeza del amor de Dios tomando como punto de referencia la cantidad de personas que pueblan nuestro planeta. Eso sería tan sorprendente como el hecho de que un levantador de pesas olímpico fuera capaz levantar un grano de arroz.

Por otra parte, aquellos que interpretan la palabra “mundo” de esa manera, sin darse cuenta, y estoy seguro que sin quererlo, terminan empequeñeciendo y limitando el amor de Dios. Permítanme explicar a qué me refiero.

Es evidente que no todas las personas se salvan. Así que si la palabra “mundo” aquí señala a todos y cada uno de los seres humanos que han vivido, viven y vivirán en el planeta, tenemos que llegar a la conclusión de que lo único que Dios hizo a favor de todos esos individuos fue abrirles un camino de salvación y luego dejar en sus manos la posibilidad de salvarse. Como si el texto dijera que Dios amó de tal manera a todos y cada uno de los seres humanos que han vivido, viven y vivirán en este mundo, que dio a Su Hijo unigénito para hacer posible que cualquier de ellos pueda salvarse, pero sin asegurar la salvación de ninguno.

Pero es imposible que interpretemos este texto de esa manera. Si Dios dejara en nuestras manos la decisión final de aceptar a Jesús, nadie sería salvo, porque ningún hombre en su estado natural está inclinado a creer en Él y someterse a Su autoridad. Escuchen lo que sigue diciendo Juan en los versículos 19 al 20: “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas”.


Todo el que hace lo malo aborrece la luz y, por lo tanto, no viene a la luz. Y ¿cuántas personas del mundo hacen lo malo? Todas y cada una de ellas, como dice Pablo en Rom. 3:12“no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. De manera que si Dios el Padre se hubiera limitado a enviar a Su Hijo a morir por todos los habitantes del planeta, y luego hubiera dejado en nuestras manos la decisión final de la salvación, nadie hubiera sido salvo. Pero Cristo vino al mundo a salvar y no simplemente a crear la posibilidad de que alguien se salvara.

¿Qué significa, entonces, que Dios amó al mundo? Cuando Juan usa la palabra “mundo” en su evangelio, generalmente es para referirse al sistema de maldad imperante en este mundo y que se opone radicalmente a Dios y a Sus caminos. Más adelante, en los capítulos 14 al 16 del evangelio de Juan, el Discurso del Aposento Alto, uno de los temas prominentes de ese discurso es la oposición que el mundo levanta contra los cristianos por el simple hecho de ser cristianos: “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros” (Jn. 15:18). Es por causa del aborrecimiento que el mundo siente por Cristo que el mundo aborrece a todos los que son de Él. Pero fue precisamente por amor a ese mundo que lo aborrece, que Dios el Padre envió a Su Hijo.

Como dice el teólogo Benjamin Warfield, lo que Juan quiere mostrarnos en este texto no es “que el mundo es tan grande que hace falta mucho amor para abarcarlo todo, sino que el mundo es tan malo que hace falta un amor” demasiado grande para poder amarlo, y sobre todo cuando pensamos en el hecho de que ese amor le costó entregar a Su Hijo.[i] Ese Dios, sigue diciendo Warfield, “cuya santa justicia se inflama de indignación ante la visión de toda iniquidad, y cuya absoluta santidad se aparta con horror ante cualquier impureza, ama a este mundo pecador a pesar de todo… de tal manera que ha dado a Su Hijo unigénito para que muera por él”.[ii]

Juan 3:16 (capítulo 3, versículo 16 del evangelio de san Juan) es uno de los versículos más citados de la Biblia, y ha sido llamado el versículo más famoso de la Biblia. También ha sido llamado el "Evangelio en pocas palabras".


Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16 - Reina-Valera
Jesús habla a Nicodemo por William Hole.
El versículo ocurre en la narrativa del Nuevo Testamento, tercer capítulo de san Juan, y tiene lugar en Jerusalén. Nicodemo, miembro del concejo regente (sanedrín), llega a hablar con Jesús, a quien llama rabí. Los milagros de Jesús han convencido a Nicodemo de que Jesús es enviado de Dios. En respuesta, Jesús respondió: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios" (San Juan 3:5-6). Juan 3:16 se construye sobre la lección de Jesús a Nicodemus: que creer en Jesús es necesario para la vida eterna.

Traducciones

El versículo en el original griego dice:
Οὕτως3779 γὰρ1063 ἠγάπησεν25 3588 Θεὸς2316 τὸν3588 κόσμον2889, ὥστε5620 τὸν3588 Υἱὸν4 5207 τὸν3588 μονογενῆ3439 ἔδωκεν1325, ἵνα2443 πᾶς3956 3588 πιστεύων4100 εἰς1519 Αὐτὸν846 μὴ3361 ἀπόληται622 ἀλλ᾽235 ἔχῃ2192 ζωὴν2222 αἰώνιον166
Lo cual puede ser traducido literalmente como:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Una muestra representativa de traducciones publicadas de la Biblia lo vierte así. (Hay que anotar que ya que este es tal vez el versículo más conocido, muchas traducciones han tratado de mantener una versión tradicional).
Siglo y características distintivas Traducción Juan 3:16
I Griego Original koiné Οὕτως γὰρ ἠγάπησεν ὁ Θεὸς τὸν κόσμον, ὥστε τὸν Υἱὸν τὸν μονογενῆ ἔδωκεν, ἵνα πᾶς ὁ πιστεύων εἰς Αὐτὸν μὴ ἀπόληται ἀλλ᾽ ἔχῃ ζωὴν αἰώνιον. Houtōs gar ēgapēsen ho Theos ton kosmon, hōste ton Huion ton monogenē edōken, hina pas ho pisteuōn eis Auton mē apolētai all᾽ echē zōēn aiōnion.
II Siriaco Biblia peshitta
ܗܟܢܐ ܓܝܪ ܐܝܝܩ ܐܠܗܐ ܠܥܠܡܐ ܐܝܟܢܐ ܕܠܒܪܗ ܝܚܝܕܝܐ ܢܬܠ ܕܟܠ ܡܢ ܕܡܗܝܡܢ ܟܗ ܠܐ ܢܐܟܙ ܐܠܐ ܢܗܘܘܢ ܠܗ ܝܚܐ ܕܠܥܠܡ܀

Hāḵanā gér ʼaḥeḇ ʼalāhā lʻālmā ʼaykanā dlaḇreh yḥyḏāyā yetel dkul man damhaymen beh lā naḇaḏ élā nehwuwn leh ḥayé dalʻālam.
IV Latín Vulgata Sic enim Deus dilexit mundum, ut Filium suum unigenitum daret: ut omnis qui credit in eum, non pereat, sed habeat vitam æternam.
XIV Inglés medio Biblia de Wyclif For God louede so the world that he ȝaf his oon bigetun sone, that ech man that beliueth in him perische not, but haue euerlastynge lijf.
XVI Protestante Biblia de Tyndale For God so loveth the world, that he hath given his only son, that none that believe in him, should perish: but should have everlasting life.
XVI Católico romano Biblia de Douay–Rheims, Challoner Revision Porque Dios de ese modo amó al mundo, como para dar a su Hijo unigénito; de tal modo que quien creyere en él no se perdiere, sino que tuviere vida eterna.
XVII, reemplazó al latín como estándar duradero Versión autorizada de la Biblia del rey Jacobo For God so loved the world, that he gave his only begotten Son, that whosoever believeth in him should not perish, but have everlasting life.
XIX, predecesor de traducciones modernas de la Biblia Versión revisada For God so loved the world, that he gave his only begotten Son, that whosoever believeth on him should not perish, but have eternal life.
XX, Equivalencia formal New American Standard Bible For God so loved the world, that He gave His only begotten Son, that whoever believes in Him should not perish, but have eternal life.
XX, Equivalencia dinámica Biblia Buena Nueva For God loved the world so much that he gave his only Son, so that everyone who believes in him may not die but have eternal life.
XX, intermedia, más vendida Nueva Versión Internacional For God so loved the world that he gave his one and only Son, that whoever believes in him shall not perish but have eternal life.
XXI, Equivalencia formal Versión inglesa estándar (unchanged from RSV) For God so loved the world, that he gave his only Son, that whoever believes in him should not perish but have eternal life.
XXI, paráfrasis The Message This is how much God loved the world: he gave his Son, his one and only Son. And this is why: so that no one need be destroyed; by believing in him, anyone can have a whole and lasting life.
XXI, "Equivalencia óptima" HCSB For God loved the world in this way: He gave His One and Only Son, so that everyone who believes in Him might not perish but have eternal life.

Sentido y sintaxis

Las traducciones recientes de los eruditos han luchado especialmente con el adverbio griego οὕτως (houtos), que tradicionalmente ha sido traducido simplemente como "de tal manera" como en "de tal manera amó" en la RV.

Los teólogos Gundry y Howell creen que el sentido y sintaxis del griego Οὕτως…ὥστε hicieron probable que el autor del evangelio de Juan enfatice tanto en (a) el grado hasta el cual amó Dios al mundo como (b) la manera que Dios escogió para expresar ese amor enviando a su hijo. Gundry y Howell escriben que el término Οὕτως se refiere más frecuentementea la manera en que algo se hace (ver BDAG 741–42 s.v. οὕτω/οὕτως). Sin embargo, añaden que la cláusula ὥστε que sigue a Οὕτως implica el indicativo -queriendo decir que eso acentúa un real pero usualmente inesperado resultado. Concluyen que el sentido y sintaxis de la construcción griega se centra en la naturaleza del amor de Dios, refiriéndose a su modo, intensidad y extensión. Así mismo, enfatiza la grandeza del regalo que Dios ha dado.

Otro eruditos están de acuerdo en esta interpretación. "El 'de tal manera' (houtos) es un adverbio de grado que señala la cláusula que sigue y aquí sirve para expresar la idea de infinidad, un amor sin límites, que es completamente adecuado." "La construcción griega…enfatiza la intensidad del amor."

Esta comprensión del intento del original griego se refleja en varios comentarios y traducciones de eruditos como estos:
  • "For God loved the world so much that he gave his only-begotten Son" (Schnackenburg).
  • "Yes, God loved the world so much that He gave the only Son" (Brown).
  • "God loved the world so much that he gave his only Son" (NEB).
  • "God loved the people of this world so much that he gave his only Son" (CEV).
  • "For God loved the world so greatly that he gave the only Son" (Beasley-Murray).
Basados en su análisis de la estructura paralelística griega original de Juan 3:14–17, Gundry y Howell proporcionan la siguiente traducción inglesa mostrando la estructura gramatical del pasaje:
ESTRUCTURA PARALELÍSTICA DE JUAN 3:14–17
PRINCIPALES CLÁUSULAS (ACCIDENTALES) CLÁUSULAS SUBORDINADAS (NO ACCIDENTALES)
Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto,
así también el Hijo del hombre tiene que ser levantado,
para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Pues Dios amó tanto al mundo,
que dio a su Hijo único,
para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo
para condenar al mundo,
sino para salvarlo por medio de él.

Más información

 


Juan 3:16 impreso en la parte  inferior de la bolsa de unestuche S5 Series.
Las traducciones de este versículo en distintos idiomas son parte familiar de las carátulas de las biblias Gedeón.

El texto del versículo está incorporado en la Divina Liturgia de san Juan Crisóstomo, el arzobispo de Constantinopla en el siglo IV, como parte de una oración que hace el celebrante. Esta liturgia divina todavía se usa comúnmente en la Iglesia Ortodoxa Oriental y en el rito bizantino de la Iglesia Católica.

Las diferentes traducciones difieren en si es una cita direca de Jesús o un comentario del narrador del evangelio.

El científico de la Computación Donald Knuth es autor de 3:16 Bible Texts Illuminated, en el cual examina la Biblia mediante un análisis del capítulo 3, versículo 16 de cada libro. Cada versículo es acompañado de su versión en arte caligráfico, hecho por un grupo de calígrafos conducidos por Hermann Zapf. 3:16 fue escogido por este pasaje clave en Juan. Otra obra de Knuth, Things a Computer Scientist Rarely Talks About, reproduce una serie de conferencias que dio en el MIT, centradas en el proceso de producción de su libro.

David Pawson desafió el significado e interpretación del versículo en su libro de 2007 Es Juan 3:16 el evangelio?

En la cultura popular

 

Juan 3:16 impreso en la parte inferior de una taza de papel de In-N-Out Burger.
  • La frase "Juan 3:16" es muy corta y puede ser escrita discretamente en ubicaciones que no interfieren. En Estados Unidos, la cadena In-N-Out Burger la imprime en la parte inferior de sus tazas de papel, la cadena de ropa Forever 21 y Heritage (1981) la imprimen en la parte inferior de sus bolsas, y Tornado Fuel Saver la imprime sobre la caja.
  • Algunas personas (como Rainbow Man) muestran la referencia en letras grandes en eventos deportivos, buscando la atención de los fanáticos, del staff que controla las pantallas gigantes de video y, si el juego es televisado, de la audiencia.
  • El jugador de fútbol americano Tim Tebow imprimió esta referencia (entre otras) en su ojo negro, durante el Campeonato BCS de 2009. Exactamente tres años después, el 8 de enero de 2012, se llevó a cabo el juego conocido como "El juego 3:16", donde Tebow lanzó para 316 yardas en una derrota sorpresiva contra los Pittsburgh Steelers; juego en el que las medidas 3, 16 y 31,6 también fueron notables, "Juan 3 16" se convirtió en la principal búsqueda de Google en los Estados Unidos. 
  • Varios personajes reales y ficticios han parodiado la frase sustituyendo su propio nombre por "Juan", o haciendo que el versículo diga otra cosa. Un buen ejemplo es Stone Cold Steve Austin, cuyo ascenso a la fama estuvo marcado por su eslogan "Austin 3:16".
  • El artista Paul Pfeiffer creó una pieza llamada "Juan 3:16", en la que editó digitalmente grabaciones de un juego de baloncesto, de modo que la bola siempre permanece del mismo tamaño en medio del marco.
  • "Juan 3:16" ha sido usado como título de canciones de varios artistas como Wyclef Jean y DJ Muggs en Soul Assassins, Method Man en The Problem, y KatieJane Garside en The Ventriloquist.
[i] Benjamin Warfield; El Salvador del Mundo; pg. 96.
[ii] Ibíd.; pg. 96-97.
Descarga este material en:

No hay comentarios:

https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html