jueves, 23 de febrero de 2012

Una Edificación Muy Especial para Dios: Nehemías

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Una Edificación Muy Especial para Dios: Nehemías



 
¡De Rodillas!
Nehemías 1:1-11a
Cuando era niño, uno de mis pasatiempos favoritos era jugar “sigue al líder” y solía pasar largos períodos de tiempo entretenido con mis amigos. Teníamos que estar dispuestos a seguir a quien iba al frente en todo lo que nos dijera, lo que a veces nos ponía en situaciones y actividades bastante ridículas por cierto. Una de ellas era caminar de rodillas, pero pronto descubrimos que esa posición no nos permitía avanzar con rapidez.
En la actualidad, es difícil que a alguien se le ocurra dirigir a otros andando de rodillas, porque es evidente que no se logrará mucho. Lo más común es guiar a los otros estando de pie; por ejemplo, se puede pelear mejor en esa posición porque hay mayor movilidad estando parados.
Sin embargo, tratándose del pueblo de Dios, la mejor posición desde la cual se debe guiar a otros es precisamente de rodillas. El líder espiritual auténtico no se mueve, ni aún para realizar lo que sabe que Dios quiere que haga, hasta no haber pasado tiempo conversando con su Señor acerca de la tarea a realizarse, ide rodillas!
Así es el caso de Nehemías, uno de los grandes personajes del Antiguo Testamento. Su historia empieza aproximadamente trece años después del regreso de los judíos a la tierra de Israel que fue dirigido por Esdras (458 a.C.). Hacía casi 92 años que habían vuelto a Jerusalén del exilio. El templo ya se había reconstruido y el pueblo había experimentado un avivamiento espiritual bajo la dirección de Esdras, pero los muros de la ciudad estaban derruidos. Por lo tanto, estaban indefensos porque la mayoría del pueblo vivía en las afueras de la ciudad, sin protección para sus casas y familias.
Durante esa época, el rey Artajerjes, hijo de Jerjes, gobernaba sobre el gran imperio persa. Jerjes se conoce en la Biblia como Asuero, y se menciona en el libro de Ester. Así que Artajerjes debe haber conocido a esa heroína y posiblemente por influencia de ella elevó a Esdras y Nehemías a posiciones de influencia en su reino.
Nehemías, el personaje principal de esta historia, era copero real de Artajerjes en ese tiempo. Este oficio siempre se asignaba a una persona de mucha confianza porque era quien probaba el vino que el rey iba a tomar para asegurarse de que no estuviera envenenado. Debido a que compartían el mismo riesgo, existía entre ambos cierta unidad y dependencia mutuas.
El relato se inicia diciendo que una delegación de israelitas llegó desde Jerusalén para saludar a Nehemías entre quienes estaba su hermano carnal Hanani, pues querían informarle de las condiciones imperantes en la ciudad y su muralla. Este reporte motivó a Nehemías a hacer algo a favor de la ciudad de sus padres.

EL AUTOR Y LA FECHA
Encontramos dos clases de material en el libro. Una buena parte da evidencia de que fue escrita por Nehemías. La prueba más contundente de esta afirmación está en el uso de los pronombres personales de primera persona (1:1–7:5; 12:27–43; 13:4–31). Otras porciones del libro son parecidas al estilo de Esdras, o de los documentos que usó para escribir sus otros relatos (7:6–12:26; 12:44–13:3).
Los dos tipos de material han servido para fundamentar dos opiniones contrarias entre los eruditos conservadores en cuanto a quién es el autor de este documento histórico. Algunos creen que fue Nehemías, que quería narrar su propia experiencia y que después unió su relato con otros escritos, semejantes a los que utilizó Esdras. Otros piensan que fue este último quien escribió el libro basándose en los materiales disponibles, incluyendo porciones de las memorias de Nehemías.
Debido a que no encontramos entre los escritos de Esdras referencias a otras personas que emplean el pronombre personal de primera persona, el primer punto de vista parece más probable. Aunque Esdras y Nehemías aparecían como un solo libro en las primeras versiones hebreas del Antiguo Testamento, es probable que esto se haya debido a que ambos estaban relacionados por ser contemporáneos y por contener un mensaje común, independientemente de quién haya sido el autor.
Los eventos relatados en este libro ocurrieron entre 444 a.C., cuando Nehemías se preparaba para dirigir el tercer regreso a Jerusalén, y 425 a.C. cuando retornó a la tierra con otra misión. Esta última fecha probablemente identifica el año en que el libro se terminó.
MARCO HISTORICO
Aunque queda mucho por conocer acerca de los eventos de aquélla época, Esdras 4:6–23 nos da suficiente base para estar seguros de algunos hechos. Parece que cerca del principio del reinado de Artajerjes (464 a.C.), hubo un intento por parte de los judíos de reconstruir la muralla alrededor de Jerusalén. Aunque no se encuentra evidencia de que hubiera habido oposición por parte de Jerjes, es probable que su hijo Artajerjes haya escuchado a los consejeros de su padre en el sentido de no permitir la reconstrucción sabiendo que se trataba de un pueblo que tenía una larga historia de rebeliones. Sin embargo, según Esdras 4:21, parece que Artajerjes dejó abierta la posibilidad de permitirlo en fecha posterior.
El viaje de Esdras posiblemente fue autorizado con el fin de asegurar el control de los judíos que vivían en la región. Cuando Nehemías sintió el deseo de promover la reconstrucción de los muros de la ciudad, Artajerjes tal vez ya estaba inclinado a aceptar su petición gracias a la confianza que le tenía y a la buena labor de Esdras. No existía entonces un líder más conocido ni de más confianza que le permitiera al rey conservar el dominio sobre esa zona.
Por eso lo nombró gobernador y le dio la autoridad necesaria para que siguiera sus planes, pero también para que buscara la reconstrucción moral y política del pueblo. Así que, con esa comisión, Nehemías dirigió el tercer regreso a la tierra en 444 a.C. y después volvió a Persia por un tiempo. Es probable que su segunda visita fuera simultánea al ministerio profético de Malaquías, porque ambos tratan los mismos problemas que enfrentaba Israel.
PROPOSITO Y TEMA
Como todos los libros históricos del Antiguo Testamento, Nehemías tiene varios propósitos. El más obvio es describir las circunstancias relacionadas con el tercer regreso de la cautividad a Jerusalén en 444 a.C. que incluyen la reconstrucción de la muralla de la ciudad para proveer algo de seguridad a sus moradores y la restauración política y espiritual de la gente.
Además, muestra la participación activa de Dios y su preocupación al buscar el restablecimiento espiritual de sus escogidos. Se pone de manifiesto que él es quien controla la historia y que es capaz de utilizar aun a reyes paganos para llevar a cabo sus propósitos. El Señor tenía en sus planes que el pueblo regresara a la tierra que les había prometido siglos antes, pero antes tenían que reconocer su santidad y empezar a vivir como santos, apartándose de la vida pagana de sus vecinos que no conocían a Jehová.
Tal como Dios les había dicho desde el principio, experimentarían su bendición si eran fieles y obedientes, pero si no, recibirían la maldición indicada en Deuteronomio 28. El autor utiliza la experiencia previa de Israel para ilustrar las exigencias divinas.
Otra característica de este libro, que parece haber sido incluida intencionalmente, es que describe en forma detallada la clase de líder que Dios puede utilizar para llevar a cabo sus planes. La descripción de Nehemías como persona y sus actividades como líder dirigen nuestra atención a las características que el Señor busca y bendice en la vida de quienes le sirven.
En resumen, se nota que Nehemías mantuvo un equilibrio sano entre las tres cualidades que debe tener un líder espiritual:
Primero, estaba comprometido con Dios. Al observar su vida con detenimiento, podemos reconocer los rasgos que denotan un compromiso genuino con su Señor. Aunque detentaba una posición política elevada, nunca dejó de depender de Dios.
La segunda cualidad que se observa es que tenía una visión de lo que Dios quería lograr a través de su ministerio. En todo tiempo podía contestar a la pregunta: “¿Para qué estoy aquí?”
En tercer lugar, destaca su capacidad administrativa aplicada correctamente. Al estudiar su vida, podemos aprender a ser mejores administradores.
¡PENSEMOS!
Al considerar estas tres cualidades de Nehemías como líder espiritual del pueblo de Dios, vale la pena compararlas con nuestra vida. ¿En cuál de estas áreas debemos dedicarnos a trabajar para que se desarrolle más? ¿Qué quiere Dios que usted haga al respecto?
ORGANIZACION DEL LIBRO
El libro se divide en dos partes principales. La primera relata la reconstrucción física de los muros de la ciudad de Jerusalén (1–7).
La segunda tiene que ver con la restauración espiritual de los escogidos a fin de que sirvieran a Dios y recibieran su bendición (8–13).
·         RECONSTRUCCION FISICA DE LOS MUROS DE JERUSALEN 1–7
·         RESTAURACION ESPIRITUAL  DEL PUEBLO 8–13
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