lunes, 22 de diciembre de 2014

Estudio de palabras Bíblicas, previos a la preparación de un sermón bíblico

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6






 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información



Crecimiento espiritual, medios para el
Sinopsis
Dios ha provisto varios medio mediante los cuales los creyentes pueden crecer espiritualmente.
Dios suple los recursos para el crecimiento espiritual
Filipenses 2.13 (RVR95BTO) — 13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Juan 1.16 (RVR95BTO) — 16 De su plenitud recibimos todos, y gracia sobre gracia,
Juan 4.14 (RVR95BTO) — 14 pero el que beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Juan 15.2 (RVR95BTO) — 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
Juan 15.5 (RVR95BTO) — 5 »Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
1 Corintios 10.13 (RVR95BTO) — 13 No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla.
2 Corintios 3.18 (RVR95BTO) — 18 Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor.
2 Corintios 9.10 (RVR95BTO) — 10 Y el que da semilla al que siembra y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia,
Gálatas 5.22–23 (RVR95BTO) — 22 Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Filipenses 1.6 (RVR95BTO) — 6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Colosenses 2.19 (RVR95BTO) — 19 pero no unido a la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.
Santiago 1.17 (RVR95BTO) — 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación.
Santiago 4.6 (RVR95BTO) — 6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: «Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes».
Judas 24 (RVR95BTO) — 24 A aquel que es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,
el pueblo de Dios debe hacer esfuerzos para crecer espiritualmente
Filipenses 2.12 (RVR95BTO) — 12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no solamente cuando estoy presente, sino mucho más ahora que estoy ausente, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,
Romanos 6.19 (RVR95BTO) — 19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad: así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la impureza y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
2 Corintios 7.1 (RVR95BTO) — 1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Gálatas 5.16 (RVR95BTO) — 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne,
Gálatas 5.25 (RVR95BTO) — 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
Efesios 5.15–16 (RVR95BTO) — 15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Efesios 6.11–13 (RVR95BTO) — 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, 12 porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo acabado todo, estar firmes.
1 Timoteo 4.7 (RVR95BTO) — 7 Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad,
1 Timoteo 6.11–12 (RVR95BTO) — 11 Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
2 Timoteo 1.6 (RVR95BTO) — 6 Por eso te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos,
2 Pedro 3.14 (RVR95BTO) — 14 Por eso, amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprochables, en paz.
1 Juan 3.3 (RVR95BTO) — 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
Judas 20 (RVR95BTO) — 20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,
Medios específicos para el crecimiento espiritual
Muerte al interés personal
Colosenses 3.5 (RVR95BTO) — 5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría.
Mateo 16.24 (RVR95BTO) — 24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame,
Romanos 6.6 (RVR95BTO) — 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado,
Romanos 6.12 (RVR95BTO) — 12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus apetitos;
Romanos 8.13 (RVR95BTO) — 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Efesios 4.22 (RVR95BTO) — 22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos,
Colosenses 3.9 (RVR95BTO) — 9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos
1 Pedro 1.14 (RVR95BTO) — 14 Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia,
1 Pedro 2.11 (RVR95BTO) — 11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma.
Las escrituras
2 Timoteo 3.16–17 (RVR95BTO) — 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Josué 1.8 (RVR95BTO) — 8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.
Salmo 19.7–8 (RVR95BTO) — 7 La ley de Jehová es perfecta: convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel: hace sabio al sencillo. 8 Los mandamientos de Jehová son rectos: alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro: alumbra los ojos.
Salmo 119.9–11 (RVR95BTO) — 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? ¡Con guardar tu palabra! 10 Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviar de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
Juan 17.17 (RVR95BTO) — 17 Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad.
Efesios 6.17 (RVR95BTO) — 17 Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Colosenses 3.16 (RVR95BTO) — 16 La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros. Enseñaos y exhortaos unos a otros con toda sabiduría. Cantad con gracia en vuestros corazones al Señor, con salmos, himnos y cánticos espirituales.
1 Pedro 2.2 (RVR95BTO) — 2 y desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,
1 Juan 2.14 (RVR95BTO) — 14 Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
La oración
Mateo 6.13 (RVR95BTO) — 13 No nos metas en tentación, sino líbranos del mal, porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén”.
Colosenses 4.2 (RVR95BTO) — 2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.
1º Crónicas 16.11 (RVR95BTO) — 11 ¡Buscad a Jehová y su poder; buscad su rostro continuamente!
Mateo 7.11 (RVR95BTO) — 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Mateo 26.41 (RVR95BTO) — 41 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Juan 16.24 (RVR95BTO) — 24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.
Hechos de los Apóstoles 4.29–31 (RVR95BTO) — 29 Y ahora, Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos que con toda valentía hablen tu palabra, 30 mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús». 31 Cuando terminaron de orar, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban con valentía la palabra de Dios.
Efesios 6.18 (RVR95BTO) — 18 Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velad en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos
1 Tesalonicenses 5.17 (RVR95BTO) — 17 Orad sin cesar.
Santiago 1.5 (RVR95BTO) — 5 Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Enfocándose en Jesucristo
Hebreos 3.1 (RVR95BTO) — 1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús,
Mateo 11.29 (RVR95BTO) — 29 Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas,
Juan 13.15 (RVR95BTO) — 15 porque ejemplo os he dado para que, como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
Romanos 15.5 (RVR95BTO) — 5 Y el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús,
Filipenses 2.5 (RVR95BTO) — 5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús:
Hebreos 12.2–3 (RVR95BTO) — 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. 3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar,
1 Pedro 2.21 (RVR95BTO) — 21 Para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas.
1 Juan 2.6 (RVR95BTO) — 6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
El rol del Espíritu Santo en el crecimiento espiritual
Efesios 3.16–18 (RVR95BTO) — 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
Ver también Ef 1.13–14 ; Ef 1.17 ; Ef 2.19–22
Efesios 1.13–14 (RVR95BTO) — 13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
Efesios 1.17 (RVR95BTO) — 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él;
Efesios 2.19–22 (RVR95BTO) — 19 Por eso, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. 21 En él todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
liderazgo cristiano
Efesios 4.11–13 (RVR95BTO) — 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
1 Corintios 4.16 (RVR95BTO) — 16 Por tanto, os ruego que me imitéis.
1 Corintios 11.1 (RVR95BTO) — 1 Sed imitadores míos, así como yo lo soy de Cristo.
Filipenses 1.25 (RVR95BTO) — 25 Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe,
Filipenses 3.17 (RVR95BTO) — 17 Hermanos, sed imitadores de mí y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros,
Hebreos 13.7 (RVR95BTO) — 7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta e imitad su fe.
Hebreos 13.17 (RVR95BTO) — 17 Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas como quienes han de dar cuenta, para que lo hagan con alegría, sin quejarse, porque esto no os es provechoso.
1 Pedro 5.2–3 (RVR95BTO) — 2 apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.
Fe en Dios
Efesios 6.16 (RVR95BTO) — 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Ver también He 11.6 ; 1 Jn 5.4
Hebreos 11.6 (RVR95BTO) — 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan.
1 Juan 5.4 (RVR95BTO) — 4 porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
Sufriendo y siendo probado
Romanos 5.3–4 (RVR95BTO) — 3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
Job 23.10 (RVR95BTO) — 10 Mas él conoce mi camino: si me prueba, saldré como el oro.
Salmo 119.67 (RVR95BTO) — 67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; pero ahora guardo tu palabra.
Zacarías 13.9 (RVR95BTO) — 9 A este tercio lo meteré en el fuego, lo fundiré como se funde la plata, lo probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo lo oiré. Yo diré: “Pueblo mío”. Él dirá: “Jehová es mi Dios”».
Hebreos 12.10–11 (RVR95BTO) — 10 Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero este para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido ejercitados.
1 Pedro 1.6–7 (RVR95BTO) — 6 Por lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que, sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual, aunque perecedero, se prueba con fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.
Santiago 1.2–4 (RVR95BTO) — 2 Hermanos míos, gozaos profundamente cuando os halléis en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4 Pero tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
Perseverancia
Hebreos 12.1 (RVR95BTO) — 1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
Ver también Flp 3.12–14 ; 1 Ti 4.15
Filipenses 3.12–14 (RVR95BTO) — 12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
1 Timoteo 4.15 (RVR95BTO) — 15 Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.
Cultivando un pensamiento sano
Filipenses 4.8 (RVR95BTO) — 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Dios traerá el crecimiento espiritual de los creyentes a un cumplimiento
1 Juan 3.2 (RVR95BTO) — 2 Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es.
Efesios 5.25–27 (RVR95BTO) — 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha.
Filipenses 1.6 (RVR95BTO) — 6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Judas 24–25 (RVR95BTO) — 24 A aquel que es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, 25 al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y poder, ahora y por todos los siglos. Amén.
Apocalipsis 21.2 (RVR95BTO) — 2 Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de parte de Dios, ataviada como una esposa hermoseada para su esposo. 


         Ovejas en la ladera de una colina. Muchas veces Jesús usó tales escenas de la vida diaria para ilustrar verdades espirituales, como en su parábola de la oveja perdida (Mt 18:10–14).

Su Mensaje
Como parte integral de la proclamación de Jesús, las parábolas enfocan en general el → REINO DE DIOS, con cierto énfasis en el aspecto escatológico (Mc 1:15). Hay por lo menos tres aspectos en el desarrollo de este tema:
1. La inminencia del Reino provoca una crisis en la vida del pueblo de Dios: el destino eterno de los hombres va a decidirse y Jesús, conocedor de lo ineludible del inminente juicio, previene sobre el momento crucial que vive su nación (Lc 12:16–20; 12:57–59; 14:16–24; 16:1–8; 16:19–31, etc.).

2. Sin minimizar la suerte de los que rehúsan ser participantes del Reino, Jesús subraya el gozo escatológico que la venida del Reino trae para los tristes y oprimidos (por ejemplo Lc 15:1–32). Claramente explica que la misericordia de Dios en favor de los hombres no descansa en las buenas acciones de estos (Lc 17:7–10), sino en la gracia (Mt 20:1–16).

3. La inminencia del Reino demanda que los hombres se arrepientan para entrar en él (Lc 15:17ss; 18:9–14) y manifiesten fe (Mt 7:9–11), amor y obediencia (Mt 21:28–30; Lc 19:12–27). La sinceridad de estas actitudes se expresa en actos concretos (Mt 7:15–20) que muestran una devoción indivisible (Mt 6:24) y una debida disposición con el prójimo (Mt 5:38–42; 18:23–35; Lc 10:30–37).
Las parábolas de Jesús no solo muestran su extraordinaria creatividad en la enseñanza, sino que constituyen un permanente desafío a los deberes éticos y cristianos para los hombres de todos los tiempos.



OVEJA:
Las palabras principales para designar una oveja son el hebreo ṣōʿn y el griego probaton. Tanto en el AT como en el NT, se describe a los hijos de Dios como ovejas (Sal. 79:13; 95:7; 100:3; Mt. 10:16; 26:31; Jn. 10:2, 7, 27). Cristo es su pastor (Sal. 23:1; Ez. 34:23; Jn. 10:10, 14; Heb. 13:20; 1 P. 5:4; Ap. 7:17).
Como ovejas, los creyentes son caracterizados de la siguiente manera: (1) escuchan—la voz del pastor (Jn. 10:3, 27); (2) con conocimiento—conocen a su pastor (Jn. 10:4, 14); (3) son obedientes—siguen a su pastor (Jn. 10:4s.; Ap. 7:17).
El buen pastor (véase) confiere a sus ovejas las siguientes bendiciones: (1) sacrificio—da su vida por ellas (Jn. 10:11, 15, 17; cf. Zac. 13:7); (2) salvación—las salva (Jn. 10:9s.); (3) satisfacción—provee para sus ovejas ahora (Sal. 23:1; Ez. 34:23; Jn. 10:9), y en la eternidad (Ap. 7:17); (4) separación—las separa de los cabritos en su regreso en gloria (Mt. 25:32s.); (5) seguridad—les da vida eterna y «jamás perecerán» (Jn. 10:28).

OVEJA:
La oveja (Ovis aries) es un mamífero ungulado rumiante doméstico. La oveja se originó a partir de la domesticación del muflón en Oriente Próximo hacia el IX milenio a. C. con el objeto de aprovechar su piel, lana, carne y la leche de las hembras. Tienen una longevidad de 18-20 años.

La carne y leche de oveja se aprovechan como alimento. Con la leche puede elaborarse derivados lácteos, entre los que destaca el queso. Con su lana se elaboran distintos productos, especialmente ropa. El cuero es otro subproducto ampliamente utilizado.


A la hembra se le llama oveja y al macho carnero (que generalmente presenta grandes cuernos, normalmente largos y en espiral). Las crías de la oveja son los corderos y los ejemplares jóvenes son conocidos como moruecos. Los ovinos son conocidos también (principalmente en Hispanoamérica) como cordero.

Un grupo de ovejas conforman un rebaño, piara o majada (Argentina), y al cercado donde se meten se le denomina aprisco, brete o corral.

La cría y utilización de la oveja por parte del hombre se conoce como ganado ovino.

Característica


La oveja es un animal ungulado (con extremidades acabadas en pezuñas) y dotados de un número par de dedos. Rumian la comida, carecen de incisivos superiores y tienen un estómago formado por cuatro cámaras (véase Artiodáctilos). Tienen cuernos no ramificados permanentes (no se mudan); los del macho suelen ser robustos, curvados y en espiral, mientras que los de la hembra son cortos y menos curvados.


La oveja tiene el morro estrecho y largo; la longitud del cuerpo de la oveja es de 1,5 m, la cola es corta y el peso oscila entre 75 y 200 kg. En la naturaleza son animales bastante ágiles y bien adaptados al medio donde habitan. La hembra por lo general pare una cría (cordero) aunque pueden ser hasta tres después de un periodo de gestación de unos 150 días. Viven hasta 20 años.

Enfermedades


Para prevenir las enfermedades en las ovejas se recomienda acudir a cualquier veterinario que tendrá a su disposición, sobre todo sí ejerce en el medio rural, los fármacos y vacunas necesarias para prevenir y curar las enfermedades que aquejan a las ovejas, entre las que se pueden destacar las siguientes:

  • Enterotoxemias o vasquilla. Es la principal enfermedad del ganado ovino y caprino. Es un envenenamiento que se produce por una alteración de la flora bacteriana simbiótica que ayuda al animal a digerir las fibras vegetales. Cuando esta flora bactariana muere por un cambio brusco en la dieta, el aparato digestivo del animal es invadido por otros microorganismos que descomponen los alimentos pero producen toxinas que atacan al sistema nervioso y fermentaciones gaseosas que hinchan al animal hasta matarlo.

  • Ectima contagioso. Es una enfermedad viral en la que aparecen pústulas o vesículas en la piel de labios, cara, ubre, mucosa oral y genitales. Es producida por un virus de la familia poxiviridae. Es de distribución mundial, su impacto económico se nota por la baja en los índices reproductivos por las lesiones reproductivas que se forman. Se considera zoonosis ya que causa lesiones en las manos y cara de los esquiladores y trabajadores relacionados con el manejo de los ovinos.
  • Dermatosis ulcerativa. Otra enfermedad viral que produce lesiones ulcerativas en en la epidermis de patas y genitales externos.
  • Fiebre aftosa.
  • Abortos de variadas etiologías.
  • Toxemia de la preñez.

Reproducción


La oveja posee un periodo reproductivo que varía entre 7 y 10 años. Después de cinco meses de gestación la oveja pare una o dos crías, a las que se les llaman corderos (algunas razas como la Romanoff pueden llegar a parir nueve crias)


En general, en la zona centro y norte de España se prefieren los borregos lechales (que no han probado otro alimento que la leche materna) o en su defecto cuanto más pequeños mejor; antes de que tengan ocho dientes ya que, en el momento en que se desarrollan éstos, el borrego empieza a comer y puede ser destetado. En Andalucía, por el contrario, se valoran más la oveja de ocho dientes con un peso que ronde los once kilos y medio (una arroba) por entenderse que la relación entre el peso y la calidad de la carne es más satisfactoria (sobre todo para el carnicero, más que para el consumidor). 

Cuando más valor tienen los borregos (para el pastor) es poco antes de Navidad , y poco antes de las vacaciones de verano, que es cuando existe un mayor consumo por tradición en el primer caso y por la demanda de los turistas en el segundo. Este mayor valor del producto es la causa de que se intente que los partos tengan lugar unos dos meses antes de estas fechas para que dé tiempo a criar el borrego. 

Para conseguir que los apareamientos tengan lugar en el momento deseado se puede separar a los machos de las hembras y no juntarlos hasta que llegue el momento adecuado, o tratar a las ovejas con sustancias hormonales para sincronizar y provocar el celo en el momento deseado.


También valen más caros los que están criados en cebaderos a base de pienso, pues por su calidad son más cotizados. Los corderos recién nacidos están con sus madres aproximadamente hasta un mes y medio, hasta que son destetados y se meten en los cebaderos, separándose machos y hembras ya que han de comer piensos diferentes.


Los árabes prefieren la carne del carnero adulto a la del borrego. Esto debe ser tenido en cuenta si se crían para ser sacrificados en la Fiesta del Cordero.


Las ovejas llegan a la pubertad entre los 5 y los 10 meses de edad y los carneros entre los 3 y los 6 meses de edad. Aunque lo más recomendado es esperar hasta que tengan un año para introducirlos en el programa reproductivo.



una pregunta crucial: ¿Usted ha elegido el matrimonio para poder vivir en el mundo de la fantasía?Pronto terminará su fantasía

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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Confusión e impaciencia en el matrimonio cuando se conversa acerca de las diferencias

Todos sufrimos confusión y muchos actuamos inadecuadamente, cuando nos damos cuenta de que nos hemos casado con alguien inmensamente diferente. El problema no es lo que sentimos, sino cómo actuamos por lo que sentimos.

Hay momentos en que enfrentar la realidad es realmente difícil. Sin embargo, es mucho más lamentable y peligroso vivir tratando de ignorarla. Si usted ha elegido el matrimonio para poder vivir en el mundo de la fantasía o muy pronto terminará su fantasía o lamentablemente terminará su matrimonio. Es verdad que generalmente somos atraídos por personas diferentes, pero la historia es totalmente diferente cuando tenemos que vivir con ellas. Esa es una razón por la que la mayoría de las parejas tienen serios conflictos cuando descubren lo diferentes que son.

Muy pronto terminará su fantasía o lamentablemente terminará su matrimonio.
Todo cónyuge en determinado momento comenzará a vivir temporadas de antagonismo al notar lo diferente que es la persona con quien eligió casarse. Todo matrimonio tarde o temprano tendrá uno de esos diálogos que en vez de traer esperanza, nos deja con un sabor amargo y que en vez de ayudarnos a encontrar respuestas, nos crea un sinnúmero de signos de interrogación. 

Es posible que alguna vez usted haya escuchado algunas de la siguientes declaraciones: «Somos tan diferentes que lo mejor sería separarnos», «Somos demasiado diferentes, y aunque no creo que es bueno separarse, creo que de aquí en adelante debes hacer las cosas a tu manera porque yo las haré a la mía», «Cuando yo pienso blanco, tú piensas negro», «Estas diferencias nunca terminarán». Por supuesto que no son palabras fáciles de escuchar y mucho menos si éstas salen de los labios de aquella persona con quien nos comprometimos a permanecer juntos para toda la vida.

Por dolorosas que sean estas palabras, sin duda, expresan grandes verdades. Lo desagradable es que nos anuncian que vienen consecuencias que ningún ser racional desea. Separarse o divorciarse por las diferencias, es tan ridículo como querer casarse con alguien que sea igual a uno. Resentirse y no aceptar las diferencias es como querer tener a su lado un robot. Alguien que hable, piense, haga y diga todo lo que uno le mande. 

Pero, ¿es realmente eso lo que busca el cónyuge que está haciendo estas declaraciones? Mi respuesta enfática a esta pregunta es un rotundo no. Lo que generalmente la persona busca es ser entendida, y en medio de su frustración expresa su desaliento. Obviamente este cónyuge siente que sus puntos de vista, sus formas de hacer las cosas, sus anhelos, sus deseos, no se están tomando en cuenta en la medida que espera.

Hoy, a diferencia de lo que pensaba antes, y después de muchos años de matrimonio, pienso que tras estas declaraciones se encuentra oculto un buen mensaje que se está entregando con el propósito de que sea comprendido. Debo reconocer que no siempre he pensado tan positivamente, pues hubo momentos en que al escuchar estas declaraciones de preocupación de mi esposa, sentí que todo mi mundo familiar se desmoronaba. Cada vez que escuchaba estas palabras me parecía oír el anuncio de una separación, sobre todo cuando concluíamos que no valía la pena seguir hiriéndonos. Era amenazante pensar que no tenía sentido seguir juntos si cada vez que yo hacía algo que a ella no le agradaba, o cada vez que ella hacía algo que a mí no me agradaba, volvíamos a discutir acaloradamente acerca del problema, y una vez más, después de conversar y expresar cada uno sus puntos de vistas, llegaríamos a la repetida y decepcionante conclusión: «Somos demasiado diferentes».

Cada vez que escuchaba estas palabras me parecía oír el anuncio de una separación.

En determinados momentos y queriendo entender nuestras diferencias, tanto mi esposa como yo, tomamos el tiempo para pensar en el pasado y estudiar los antecedentes familiares de cada uno. Después de analizar las respectivas familias, llegamos a la conclusión de que una de las razones por la cuales somos tan diferentes es por la forma tan diferente en que fuimos criados. 

Creo que todos estamos de acuerdo con esta conclusión, pero una conclusión no es una solución, sobre todo cuando sabemos que tal vez nuestras diferencias nunca terminen y que algunas de ellas nos acompañarán toda la vida. El resultado de este frío análisis ha sido la frustración de mi esposa, su desesperanza y su respectiva declaración comunicándome que ella no podía vivir tranquila con estas diferencias. Precisamente en aquellos momentos aparecía en mi mente una gran incógnita. Si no podemos vivir tranquilos con nuestras diferencias, ¿cuál debería ser la solución o cuál debería ser el siguiente paso? Me pregunté muchas veces, ¿qué debe hacer una pareja que no sabe cómo vivir con sus diferencias?

Soy de las personas que piensan que determinaciones tan importantes como estas de ninguna manera deben ser producto de una decisión emocional, abrupta y sin profunda meditación. Esa es la razón por la que, cuando tuvimos estas dificultades en nuestro matrimonio, decidí pensar seriamente sobre el asunto. Tomé la decisión de investigar lo que Dios desea que todos nosotros hagamos cuando nos encontremos en esas circunstancias. Me repetí constantemente a mí mismo: Si Dios nos creó diferentes y permitió que con diferentes antecedentes, deseos, costumbres, anhelos y metas lleguemos a ser un matrimonio que está supuesto a convivir en la relación interpersonal más cercana e íntima de este mundo, es imposible que Él no tenga una respuesta, no es posible que no haya dejado un camino para poder convivir. Mi conclusión una vez más me daba esperanza pues Dios es el autor del matrimonio, Él creó la familia y sin duda tiene respuestas a nuestras más grandes interrogantes.

Creo que la mayoría de los cristianos, cuando buscamos el consejo divino, actuamos de la misma manera. Generalmente estamos esperando que Su consejo coincida con nuestras expectativas, pero muy pronto me di cuenta de que las respuestas que yo esperaba no eran las que la Biblia me entregaba. Una vez más tenía que ser recordado que las respuestas divinas no siempre son las que los orgullosos y egoístas seres humanos esperamos. Si las respuestas hubieran sido lo que mi esposa y yo esperábamos, Dios habría tenido que darnos dos respuestas diferentes y al aplicar sus consejos, en vez de terminar nuestros conflictos más bien nos habríamos metido en otros mayores porque tanto mi esposa como yo, esperábamos que la Biblia nos diera la razón.

La fórmula divina que descubro en las páginas de la Biblia realmente me resulta paradójica porque rompe los ideales humanos de la misma forma que lo hacen muchos de sus principios. En la historia podemos notar que cada vez que una sociedad ha encontrado una desarmonía entre sus valores y los valores divinos, ésta ha tratado de ridiculizar los categóricos principios y mandamientos divinos. A través de los siglos, los hombres han rechazado los altos valores divinos, porque sin duda, éstos se salen de las expectativas humanas. 

Las fórmulas divinas no son fácilmente aceptadas por nosotros los humanos. Es difícil aceptar que si nos humillamos, seremos exaltados y si sufrimos seremos bienaventurados. Estas son fórmulas que no encajan en nuestro orgulloso corazón. Pero, Dios no se ha equivocado. Estos fueron los principios que rigieron la vida de Jesucristo, y aunque a los ojos de sus contemporáneos puede haber terminado como un perdedor, ante los ojos de Dios-Padre, su humillación le llevó a la exaltación y su actitud de siervo a la posición de Rey.
Es difícil aceptar que si nos humillamos, seremos exaltados.

Después de pensar en todo lo expuesto, creo que fundamentalmente el éxito de la relación conyugal radica en aceptarnos tal como somos. Ninguno debe intentar cambiar a su cónyuge, más bien cada uno por sí solo debe determinar hacer todos los cambios que sean indispensables para la adecuada relación matrimonial.

Estos cambios serán efectivos siempre y cuando se tome en cuenta las necesidades de la persona amada y cuando nuestra determinación de cambiar no esté basada exclusivamente en la opinión humana sino en el consejo divino, aunque éste vaya en contra de los anhelos humanos.

 


jueves, 18 de diciembre de 2014

Nuestra actitud es la fuerza principal que determinará si triunfamos o fracasamos.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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La actitud, ¿por qué es importante?
¿Siente que el mundo le trata bien? Si su actitud hacia el mundo es excelente, recibirá resultados excelentes. Si se siente más o menos en relación con el mundo, la respuesta que recibirá del mundo será regular. Siéntase muy mal con el mundo, y le parecerá recibir solamente una reacción negativa de la vida.
Vivimos en un mundo de palabras. Adheridos a esas palabras están los significados que llevan respuestas variadas de nosotros. Palabras tales como felicidad, aceptación, paz y éxito, describen lo que cada uno de nosotros desea. Pero hay una palabra que, o aumentará la posibilidad de que nuestros deseos se cumplan o impedirán que ellos se conviertan en una realidad dentro de nosotros.
Durante una conferencia en Carolina del Sur, hice el siguiente experimento. Para revelar el significado de esta palabra, leí el párrafo anterior y pregunté: «¿Qué palabra describe lo que determinará nuestra felicidad, aceptación, paz y éxito?» La audiencia expresó términos tales como trabajo, educación, dinero, tiempo. Por fin alguien dijo: actitud. Tales importantes áreas de nuestras vidas son secundarias. Nuestra actitud es la fuerza principal que determinará si triunfamos o fracasamos.
Para algunos, la actitud es una dificultad para todo; para otros, es una oportunidad en todas las dificultades. Algunos ascienden con una actitud positiva, mientras otros caen con una perspectiva negativa. El mismo hecho que la actitud obra favorablemente en algunos, mientras desbarata a otros, es lo suficientemente significativo como para que exploremos su importancia. Estudiar las afirmaciones que tenemos a continuación nos aclarará esta verdad.
Axioma de actitud # 1:
Nuestra actitud determina nuestro enfoque de la vida
La historia de dos baldes subraya esta verdad. Uno era optimista y el otro era pesimista.
«No hay una vida tan desilusionante como la mía», dijo el balde vacío mientras se aproximaba al pozo. «Siempre me alejo del pozo lleno pero regreso a él vacío».
«Nunca ha habido una vida tan feliz como la mía», dijo el balde lleno cuando se alejaba del pozo. «Siempre vengo al pozo vacío, pero me voy de él lleno».
Nuestra actitud nos dice lo que esperamos de la vida. Si nuestra «nariz» apunta hacia arriba, estamos ascendiendo; si apunta hacia abajo podemos estrellarnos.
Una de mis historias favoritas es la de un abuelo y una abuela que visitaban a los nietos. Todas las tardes el abuelo se acostaba para echar una siesta. Un día, los muchachos le jugaron un broma: pusieron queso Limburger en su bigote. Pronto se despertó olfateando. «Este cuarto huele mal» exclamó, levantándose y dirigiéndose a la cocina. Al poco tiempo notó que la cocina también olía mal, así que salió para respirar aire puro. Para su sorpresa, el aire libre tampoco olía bien y dijo: «¡El mundo entero huele mal!»
¡Cuánta verdad encierra esto en nuestras vidas! Cuando tenemos «queso Limburger» en nuestras actitudes, el mundo entero huele mal.
Una buena manera para probar nuestra actitud es respondiendo a la pregunta: «¿Siento que el mundo me trata bien?» Si su actitud hacia el mundo es excelente, usted recibirá resultados excelentes. Si su actitud hacia el mundo es regular, la respuesta del mundo será regular. Si se siente mal con el mundo, le parecerá que recibe una reacción negativa de la vida. Mire a su alrededor. Analice la conversación de la gente que vive infeliz y sin realización. Les oirá protestar contra una sociedad que, según ellos, solamente les da una vida de problemas, miseria y mala suerte. Muchas veces han construido la cárcel del descontento con sus propias manos.
Al mundo no le importa si nos libramos o no de la prisión. Él sigue su marcha. Adoptar una actitud buena y saludable hacia la vida no afecta tanto a la sociedad como nos afecta a nosotros. El cambio no viene de otros, viene de nosotros.
El apóstol Pablo tenía un terrible pasado que superar. Le dijo a Timoteo que era el primero de los pecadores. Pero luego de su conversión sintió un gran deseo de conocer a Cristo de una manera mayor. ¿Cómo cumplió este deseo? No esperando que alguien le ayudara, ni mirando hacia atrás y lamentándose por su terrible pasado. Pablo, diligentemente, prosiguió «asido por Cristo Jesús». La singularidad de su propósito le hizo declarar: «Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (Filipenses 3.13, 14).
Somos individualmente responsables por la visión que tengamos de la vida. La Biblia dice: «Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará» (Gálatas 6.7). Nuestra actitud y nuestra acción hacia la vida determinan lo que nos sucede.
Sería imposible calcular el número de empleos que hemos perdido, la cantidad de promociones no logradas, el número de ventas no realizadas y la cantidad de matrimonios arruinados por nuestras actitudes pobres. A diario somos testigos de empleos que aunque se conservan son odiados, y de matrimonios que aunque se toleran son infelices, todo eso porque las personas esperan en otros o en el mundo para cambiar, en vez de comprender que ellas son las únicas responsables por su conducta. Dios es suficiente para producir en ellas el deseo de cambiar, pero la decisión de actuar bajo ese deseo es suya.
Es imposible hacer todas las situaciones a la medida para que se ajusten a nuestras vidas perfectamente. Pero es posible hacer nuestras actitudes a la medida para que se ajusten a las situaciones perfectamente. El apóstol Pablo demostró hermosamente esta verdad cuando estaba prisionero en Roma. La verdad es que no había recibido un simple sacudón. El lugar de su confinamiento era frío y obscuro. Sin embargo, escribe a la iglesia de Filipo diciéndoles radiante de gozo: «Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!» (Filipenses 4.4, énfasis del autor).
Notemos que el confinado le dice a la gente libre de preocupaciones que se regocije. ¿Es que estaba perdiendo la razón? No. Encontramos el secreto más adelante en el mismo capítulo. Pablo dice:
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad (vv. 11, 12, énfasis del autor).
La habilidad de hacer su actitud a la medida de su situación en la vida fue una conducta que él aprendió. No le vino automáticamente. Aprendió la conducta, y la apreciación positiva de las cosas vino como algo natural. (Hablaré más sobre esta conducta aprendida en la sección IV, «Cambie su actitud»). Pablo nos enseña repetidamente con su vida que el hombre ayuda a crear su medio ambiente —mental, emocional, físico y espiritual— por la actitud que tiene.
Aplicación de la actitud:
Haga un círculo en el número que designe la actitud que más se acerca a la suya:
1.     «Hago que el mundo siga su marcha»
2.     «Sigue lloviendo sobre mí»
3.     «Lo hice a mi manera»
4.     «Oh, ¡Qué hermosa mañana!»
Axioma de actitud # 2:
Nuestra actitud determina nuestra
relación con la gente
La Regla de Oro dice: «Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas» (Mateo 7.12).
Este axioma alcanza su mayor significado cuando, como cristianos, nos damos cuenta que el ministerio efectivo a los demás se basa en la relación.
El modelo de ministerio (como lo entiendo) se capta mejor en Juan 13. Cristo y sus discípulos están reunidos en el aposento alto.
Los componentes del ministerio modelo de Cristo son:
1.     Hombres con quienes había compartido en todas las áreas de la vida.
2.     Una actitud y una demostración de servicio.
3.     Un mandamiento de amor que lo abarca todo («Por esto todos los hombres conocerán que sois mis discípulos»).
Un ministerio efectivo de relación con los demás debe incluir estos tres componentes bíblicos. Ninguna metodología sola (predicación, consejería, visitación) ministrará efectivamente a todas las necesidades, todo el tiempo. Se necesita una sabia combinación de muchos métodos para llenar las necesidades de la gente. Y el puente entre el remedio del evangelio y las necesidades de las personas es el liderazgo basado en la relación.
Juan 10.3–5 nos da una muestra de este liderazgo de relación:
1.     Relación hasta el punto del reconocimiento instantáneo (Él llama a sus ovejas por su nombre);
2.     Relación establecida sobre la base de la confianza (Sus ovejas oyen su voz y vienen a Él);
3.     Liderazgo demostrado con el ejemplo (Él va adelante y ellas lo siguen).
Sin embargo, establecer tal relación es difícil. La gente es chistosa: quieren un asiento en la parte delantera del bus, en la parte trasera de la iglesia y en medio de la carretera. Dígale a un hombre que hay 300 billones de estrellas y le creerá, pero dígale al mismo hombre que una banca está recién pintada, y tiene que tocarla para asegurarse.
A veces las personas nos producen frustración, se aparecen en el lugar equivocado, en el tiempo equivocado, por la razón equivocada. Siempre son interesantes pero no siempre son agradables. No siempre son previsibles porque tienen sus propias mentes. No pueden trabajar con las personas, ni pueden hacerlo sin ellas. Esa es la razón por la que es esencial establecer relaciones adecuadas con los demás en nuestro atestado mundo.
El Stanford Research Institute dice que el dinero que usted gana en cualquier empresa está determinado únicamente por el 12, 5% del conocimiento y el 87, 5% de su habilidad para tratar con la gente.
87,5% conocimiento de la gente
+
= Éxito
12,5% conocimiento del producto
Por eso Teddy Roosevelt dijo: «El ingrediente más importante en la fórmula del éxito es saber cómo trabajar con la gente».
«Pagaría más por la habilidad de tratar con la gente que por cualquier otra habilidad bajo el sol», afirmó John D. Rockefeller.
Cuando le preguntaron a J. Paul Getty cuál era la cualidad más importante de un ejecutivo con éxito, replicó: «No importa cuánto conocimiento o experiencia posea un ejecutivo; si no puede lograr resultados con la gente, es inútil como ejecutivo».
Cuando la actitud que poseamos coloque a los otros primero y veamos a las personas como algo importante, entonces nuestra perspectiva reflejará su punto de vista, no el nuestro. Hasta que no nos pongamos en el lugar de la otra persona y veamos la vida a través de otros ojos, seremos como el hombre que saltó enojado de su automóvil después de un choque con otro. «¿Por qué ustedes las personas no miran por donde manejan?», vociferó. «¡El suyo es el cuarto auto que he chocado este día!»
Hace unos años manejaba por el sur y me detuve en una estación de servicio para poner gasolina. Era un día lluvioso, pero los empleados de la gasolinera trataban de atender a los clientes con eficiencia. Me impresionó este tratamiento de primera clase y entendí la razón cuando leí el rótulo en la puerta principal:
POR QUÉ SE PIERDEN CLIENTES
1% Se mueren
3% Se mudan
5% Consiguen otros amigos
9% Por razones competitivas (precio)
14% No están satisfechos con el producto
68% ¡Por la actitud de indiferencia
de algunos empleados!
En otras palabras, el 68% se va porque los empleados no tienen una mente orientada al cliente funcionando en ellos.
Por lo general, la persona que surge dentro de una organización tiene una buena actitud. Las promociones no le dan al individuo una actitud destacada, pero una actitud destacada resulta en promociones. Telemetrics International hizo un estudio sobre esos «tipos simpáticos» que han subido mucho por la escalera de la corporación. Estudiaron a 16.000 ejecutivos. Observaron la diferencia entre ejecutivos definidos como «excelentes realizadores» (los que tienen una actitud saludable) y «pobres realizadores» (los que no tienen una actitud saludable):
Los grandes realizadores se preocupaban tanto de la gente como de las utilidades; los pobres realizadores se preocupaban de su propia seguridad.
Los grandes realizadores miraban a sus subordinados con optimismo; los pobres realizadores mostraban desconfianza en la capacidad de los subordinados.
Los grandes realizadores buscaban consejo de sus subordinados; los pobres realizadores no lo hacían.
Los grandes realizadores eran buenos oyentes; los pobres realizadores evitaban la comunicación y dependían de los manuales de política empresarial.
En 1980–81 emprendí un ambicioso proyecto que incluía enseñar y dirigir a quince pastores y a sus congregaciones a formar iglesias crecientes y fuertes. Una de mis responsabilidades favoritas era hablar en un servicio dominical y reclutar obreros para esa iglesia particular. Poco antes del «servicio de alistamiento» pregunté al pastor cuántas personas creía que pasarían al frente para firmar una tarjeta y alistarse para el evangelismo y el discipulado. Le observé mientras calculaba cuidadosamente quiénes lo harían y quiénes no. Después de recibir el número cuidadosamente pensado, le dije: «Firmará un número mayor que ese».
¿Por qué podía decir eso? ¿Conocía yo a las personas mejor que él? Por supuesto que no. Lo que sabía era que el pastor puso a su gente mentalmente en sus casilleros conocidos y «supo» cómo reaccionarían durante el servicio. En cambio yo, como no conocía a la congregación, tenía una actitud abierta y positiva hacia todos ellos. Traté a la audiencia como si todos fueran a responder, ¡y la mayoría lo hizo! Los quince pastores calcularon un número menor que el que realmente respondieron.
Una experiencia negativa a veces paraliza nuestro pensamiento y nuestra actitud. Un hombre que no podía encontrar su mejor sierra sospechaba del hijo de su vecino que siempre andaba por ahí haciendo trabajos de madera. En los siguientes días, todo lo que el muchacho hacía le parecía sospechoso, la manera cómo caminaba, el tono de su voz, sus gestos. Pero cuando encontró su sierra detrás de su propio banco de trabajo donde había caído accidentalmente, no vio ya nada más sospechoso en el hijo de su vecino.
Aplicación de actitud:
Tarea: Durante una semana trate a toda persona que conozca, sin excepción, como la más importante sobre la tierra. Descubrirá que ella le trata a usted de la misma manera.
Axioma de actitud # 3
Casi siempre nuestra actitud es la única diferencia que hay entre el éxito y el fracaso
Los más grandes logros de la historia han sido alcanzados por hombres que apenas superaron en excelencia a los demás en sus respectivos campos.
Esto es lo que se llama el principio del margen ligero. Muchas veces esa ligera diferencia es la actitud. La ex primer ministro israelí Golda Meir enfatizó esta verdad en una de sus entrevistas. Dijo: «Todo mi país tiene su espíritu. No tenemos dólares petroleros. No tenemos minas ni grandes riquezas en el subsuelo. No tenemos el apoyo de la opinión pública mundial que nos vea favorablemente. Todo lo que Israel tiene es el espíritu de su pueblo. Y si el pueblo pierde su espíritu, ni siquiera los Estados Unidos podrán salvarnos». Esta gran señora quería decir:
Recursos - Actitud correcta = Derrota
Actitud correcta - recursos = Victoria
A continuación he hecho una lista de recursos que capacitan a una persona para alcanzar el éxito. Al lado de esa lista he escrito algunas otras bendiciones que usted tiene. Lea esto cuando sienta que está perdiendo ese ligero margen.
salud
experiencia
concesiones
amigo
familia
aptitud
dinero
actitud
metas
Ciertamente la aptitud es importante para nuestro éxito en la vida. Sin embargo, el éxito o el fracaso en cualquier empresa es causado más por la actitud mental que por simples capacidades. Recuerdo las veces que Margaret, mi esposa, volvía a casa, luego de enseñar en su escuela, frustrada por el moderno énfasis de la educación en la aptitud antes que la actitud. Ella quería que a los niños se les hiciera la prueba del C.A. (cociente de actitud) en vez del C.I. (cociente de inteligencia). Se refería a niños cuyo cociente de inteligencia era alto pero su rendimiento bajo. Había otros cuyo cociente de inteligencia era bajo pero su rendimiento era alto.
Como padre, quisiera que mis hijos tuvieran excelentes mentes y destacadas actitudes. Pero si tuviera que decidir, escogería sin vacilación las actitudes destacadas.
Uno de los presidentes de la Universidad de Yale dio, hace algunos años, este consejo a un ex presidente del Ohio State: «Sea siempre amable con sus estudiantes A y B. Un día, alguno de ellos regresará a su campus como un buen profesor. Y también sea amable con sus estudiantes C. Un día, alguno de ellos regresará y construirá un laboratorio de ciencias de dos millones de dólares».
Un profesor del Princeton Seminary descubrió que el espíritu de optimismo en realidad es muy importante. Hizo un estudio de los grandes predicadores de los siglos pasados. Puso atención en las grandes variedades de personalidades y talentos. Entonces hizo la pregunta: «¿Qué tenían en común estos destacados hombres de púlpito, aparte de su fe?» Después de varios años de investigación encontró la respuesta. Era su encanto personal. En la mayoría de los casos, eran hombres felices.
Hay poca diferencia entre las personas, pero esa poca diferencia es lo realmente importante. Esa poca diferencia es la actitud. La gran diferencia es si esta es positiva o negativa. Este principio es muy bien ilustrado por la historia de una joven esposa del este de los Estados Unidos que, durante la guerra, siguió a su esposo hasta un campamento militar cerca del desierto de California.
Las condiciones de vida eran primitivas y, por eso, su esposo se había opuesto a que lo siguiera, pero ella quería estar con él. El único alojamiento que encontraron fue una choza medio derruida, cerca de una aldea india. El calor era insoportable durante el día, 45 grados a la sombra. El viento soplaba constantemente esparciendo polvo y arena sobre todas las cosas. Los días eran largos y aburridores. Sus únicos vecinos eran indios, ninguno de los cuales hablaba inglés. Cuando a su esposo le ordenaron adentrarse en el desierto para dos semanas de maniobras, la soledad y las miserables condiciones de vida acabaron por derrotar a la esposa. Enseguida escribió a su madre diciéndole que volvía a casa. No podía soportar más esa situación.
A los pocos días recibió una respuesta de su madre que incluía estas dos líneas: «Dos hombres miraban a través de los barrotes de la misma cárcel; el uno vio lodo, el otro vio estrellas». La mujer leyó estas líneas una y otra vez y se sintió avergonzada de sí misma. En realidad, no quería abandonar a su esposo. Muy bien, pensó, miraré las estrellas. En los siguientes días se propuso hacer amistad con los indios pidiéndoles que le enseñaran a tejer y a hacer cerámica. Al principio eran recelosos, pero pronto, cuando vieron su genuino interés, le brindaron su amistad. Se familiarizó con su cultura e historia, en realidad con todo lo relacionado con ellos. A medida que estudiaba el desierto, este cambiaba de un lugar desolado a uno de belleza.
Pidió que su madre le enviara libros. Estudió las formas del cactos, las yucas y los árboles «Joshua». Coleccionó conchas marinas que habían quedado entre las arenas cuando estas habían sido el suelo del océano. Con el tiempo llegó a ser tan experta en esa área que escribió un libro sobre ella.
¿Qué había cambiado? No el desierto; no los indios. Había cambiado su actitud y eso había transformado una experiencia miserable en una altamente gratificante.
Aplicación de actitud:
Hay muy poca diferencia entre las personas, pero esa pequeña diferencia produce una gran diferencia. Esa diferencia es la actitud. Piense en algo que desee. ¿Qué actitud necesitará para lograrlo?
Axioma de actitud # 4
La actitud que tengamos al comenzar una tarea afectará su resultado más que cualquier otra cosa
Los entrenadores saben lo importante que es que sus equipos tengan la actitud correcta antes de enfrentarse con un recio oponente. Los cirujanos quieren que sus pacientes estén mentalmente preparados antes de una operación. Los que buscan empleo saben que su posible empleador quiere algo más que habilidades cuando llenan una solicitud de trabajo. Los oradores quieren una atmósfera propicia antes de comunicarse con su audiencia. ¿Por qué? Porque la actitud correcta al principio asegura el éxito al final. Usted estará familiarizado con el dicho: «Todo lo que está bien termina bien». Pero también es cierto: «Todo lo que está bien comienza bien».
Uno de los principios clave que enseño cuando doy conferencias sobre evangelismo, es la importancia de nuestra actitud al testificar ante otros. La mayoría de las veces, es la manera en que presentamos el evangelio, más que el evangelio mismo, lo que ofende a las personas. Dos individuos pueden hablar del mismo tema con la misma persona y obtener diferentes resultados. ¿Por qué? Casi siempre, la diferencia está en la actitud de la persona que habla. El testigo diligente se dice a sí mismo: «La gente está hambrienta del evangelio y deseosa de un cambio positivo en su vidas». El testigo renuente se dice a sí mismo: «La gente no está interesada en las cosas espirituales y no quiere ser molestada». Esas dos actitudes no solamente determinarán el número de intentos hechos para testificar (¿puede adivinar cuál de ellos testificará?), sino que también determinará los resultados si los dos comparten la misma fe.
El estadista americano Hubert H. Humprey era admirado por millones de personas. Su burbujeante entusiasmo era contagioso. Cuando murió, un periódico publicó un artículo sobre él en el que citaba algo que escribió a su esposa cuando hizo su primer viaje a Washington D.C., en 1935: «Puedo ver cómo, algún día, si tú y yo solamente nos decidimos y pensamos en grandes cosas, podremos vivir aquí en Washington, dedicados probablemente al gobierno, a la política o al servicio. Oh Dios, espero que mi sueño se convierta en realidad; voy a tratar que así sea, de cualquier manera». ¡Con esa clase de actitud no podía fallar!
La mayoría de los proyectos fracasan o triunfan antes de comenzar. Un joven alpinista y un experimentado guía ascendían un alto pico en las Sierras. Una mañana muy temprano, el joven fue despertado violentamente por el ruido de algo que se rompía.
Pensó que era el fin del mundo. El guía le dijo: «No es el fin del mundo, solamente el comienzo de un nuevo día». Al salir el sol sus rayos caían sobre el hielo y lo derretían.
Muchas veces somos culpables de contemplar los retos de nuestro futuro como el ocaso de la vida antes que como el amanecer de una brillante nueva oportunidad.
Tenemos como ejemplo la historia de dos vendedores de zapatos que fueron enviados a una isla a vender. El primero, apenas llegó, se sintió desalentado al darse cuenta que nadie, en la isla, usaba zapatos. Inmediatamente envió un telegrama a su oficina en Chicago diciendo: «Regresaré mañana. Nadie usa zapatos aquí».
El segundo vendedor se emocionó mucho cuando vio lo mismo. Inmediatamente envió un telegrama a su oficina en Chicago, diciendo: «Por favor, envíenme 10:000 pares de zapatos. Todo el mundo aquí los necesita».
Aplicación de actitud
¿Por qué no escribir a continuación un proyecto que haya descuidado debido a una actitud poco saludable hacia él? Lea el axioma número 4 una y otra vez, luego enumere los beneficios positivos que se recibirán por la realización de su proyecto. Recuerde: «Todo lo que está bien comienza bien». ¡Suba el nivel de su actitud!
Axioma de actitud # 5:
Nuestra actitud puede convertir nuestros problemas en bendiciones
En Awake My Heart [Despierta Corazón], mi amigo J. Sidlow Baxter escribe: «¿Cuál es la diferencia entre un obstáculo y una oportunidad? Nuestra actitud hacia él. Toda oportunidad tiene una dificultad y toda dificultad tiene una oportunidad»1
Al enfrentar una situación difícil, una persona con una actitud destacada hace lo mejor que puede con ella, aunque obtenga lo peor de ella. La vida puede ser semejante a una piedra de afilar. Si acaba con usted o le pule depende del material con que usted está hecho.
Asistiendo a una conferencia para líderes jóvenes, oí esta afirmación: «Ninguna sociedad ha desarrollado hombres tenaces en tiempos de paz». La adversidad es prosperidad para los que poseen una gran actitud. Los volantines o papalotes se elevan contra, no con el viento. Cuando el viento adverso de la crítica sopla, deje que sea para usted como el viento es para el volantín, una fuerza contra la que esta se eleva más rápido. Un volantín no vuela a menos que tenga la tensión controladora de la cuerda que lo ata abajo. Lo mismo sucede en la vida.
Cuando los compañeros de escuela de Napoleón se burlaron de él por su origen humilde y su pobreza, este se dedicó por entero a sus libros. Destacándose rápidamente entre ellos, en los estudios, demandó su respeto. Pronto fue considerado el más brillante de la clase.
Si el germen de la semilla tiene que luchar para abrirse campo entre las piedras y la dureza del suelo hasta alcanzar la luz del sol y el aire y luego luchar esforzadamente con la tormenta, la nieve y el frío, su fibra y su madera serán resistentes y fuertes.
Pocas personas conocían a Abraham Lincoln hasta que el terrible peso de la guerra civil mostró su carácter.
Robinson Crusoe fue escrito en la cárcel. John Bunyan escribió El Progreso del Peregrino en la cárcel de Bedford. Sir Walter Raleigh escribió The History of the World en trece años de encarcelamiento. Lutero tradujo la Biblia cuando estaba confinado en el castillo de Wartburg. Durante diez años, Dante, el autor de La Divina Comedia, trabajó exiliado y bajo sentencia de muerte. Beethoven estaba casi sordo y agobiado por preocupaciones cuando creó sus más grandes composiciones.
Cuando Dios quiere educar a un hombre no lo envía a una escuela de gracias, sino de necesidades. Pasando por el pozo y el calabozo es que Josué llegó al trono de Egipto. Moisés pastoreaba ovejas en el desierto antes que Dios lo llamara a su servicio. Pedro, humillado y arrepentido por negar a Cristo, aceptó el llamamiento «apacienta mis ovejas». Oseas fue amado y cuidado por una mujer infiel que estaba fuera de la obediencia a Dios.
En el lenguaje chino, las palabras completas se escriben con un símbolo. Con frecuencia, cuando dos símbolos completamente distintos se ponen juntos, tienen un significado diferente al de sus dos componentes separados. Un ejemplo es el símbolo que significa «hombre» y el que significa «mujer». Combinados, significan «bueno».
Sucede lo mismo con sueños y problemas. Como las respuestas dependen siempre de las preguntas, así las oportunidades de la vida dependen directamente de nuestros problemas. Tomás Edison dijo: «Hay mucho más oportunidades que personas para verlas».
Los grandes líderes surgen cuando ocurren las crisis. En las vidas de las personas que triunfan vemos repetidamente terribles problemas que les fuerzan a levantarse por encima del promedio común. No sólo encuentran las respuestas sino que descubren un tremendo poder dentro de sí mismas. Como el agua subterránea produce olas muy adentro en el océano, esta fuerza interior explota en una poderosa onda cuando las circunstancias parecen superarse. Entonces transpone el límite el deportista, el autor, el estadista, el científico o el hombre de negocios. David Sarnoff dijo: «Hay mucha seguridad en el cementerio; anhelo las oportunidades».
Sabremos si nuestra actitud está en el carril apropiado cuando seamos como el modesto hombre de negocios cuya tienda de ropa estaba amenazada con desaparecer. La tienda de una cadena nacional se había instalado allí y había adquirido todas las propiedades de su manzana. Este hombre muy particular se rehusó a vender. «Muy bien, entonces construiremos a su alrededor y lo sacaremos del negocio», le dijeron los competidores. Llegó el día cuando el pequeño comerciante se encontró encerrado, con una nueva tienda por departamentos rodeando por ambos lados a su pequeño negocio. Los cartelones de los competidores anunciaban «¡Gran inauguración!» El comerciante puso un cartel a todo lo ancho de su tienda que decía: «Entrada principal».
Aplicación de actitud:
Enumere dos problemas que al momento son parte de su vida. Al lado escriba sus reacciones ante ellos. ¿Son negativas? Su reto: Descubra por lo menos tres posibles beneficios de cada problema. Ahora, enfréntese con el problema poniendo sus ojos en los beneficios, no en las dificultades.
Axioma de actitud # 6
Nuestra actitud puede darnos una poco común perspectiva positiva
Resultado de esa verdad: el logro de metas poco comunes. He observado las diferentes metodologías y los resultados logrados por un pensador positivo y por una persona llena de temor y aprensión.
Ejemplo: Cuando Goliat vino contra los israelitas, todos los soldados pensaron: Es tan grande que jamás podremos matarlo. David miró al mismo gigante y pensó Es tan grande que no puedo perder.
Ejemplo: Cuando usted va a un centro comercial o a cualquier lugar público lleno de automóviles y gente, ¿comienza a buscar estacionamiento comenzando por el punto más lejano, acercándose al edificio? ¿O maneja hasta cerca del edificio pensando que alguien salga y usted pueda estacionarse? Si conduce desde una perspectiva positiva de la vida, siempre irá lo más cerca posible del edificio. Un amigo me preguntó por qué siempre creía que podría hallar un puesto de estacionamiento cerca del edificio. Le respondí: «Las probalidades de que una persona que salga de la tienda haya estacionado allí son mayores. Puesto que ese individuo llegó a la tienda temprano, con seguridad se estacionó lo más cerca». Cuando sale, estaciono mi coche en ese sitio y le saludo amistosamente. Es lo menos que puedo hacer por una persona que me ha guardado espacio para estacionarme.
El presidente del Moody Bible Institute, George Sweting, en su sermón titulado: «La actitud es muy importante», cuenta de un escocés que era excelente trabajador y esperaba que todos los hombres a sus órdenes lo fueran. Sus hombres le tomaban el pelo diciéndole: «Scotty, ¿no sabes que Roma no se construyó en un día?» «Sí», respondió, «lo sé, pero yo no era capataz en esa obra».
El individuo cuya actitud le hace mirar la vida desde una perspectiva enteramente positiva, no siempre es comprendido. Es lo que algunos llamarían «una persona que no tiene límite». En otras palabras, una persona que no acepta las limitaciones normales de la vida como la mayoría. Es renuente a aceptar «lo aceptado» solamente porque es aceptado. Su respuesta a las condiciones autolimitantes probablemente será un «¿Por qué? en vez de un «Está bien». Él tiene limitaciones en su vida. Sus talentos no son tan excelentes que no pueda fallar. No, pero está determinado a caminar hasta el borde de su potencial o del potencial de un proyecto, antes de aceptar una derrota.
Es como un abejorro. Según una teoría de aerodinámica, demostrada en pruebas realizadas en el túnel de viento, el abejorro es incapaz de volar. Debido al tamaño, peso y forma de su cuerpo en relación con la envergadura de las alas desplegadas, el volar es científicamente imposible para él. El abejorro, ignorando esta teoría científica va y vuela de cualquier manera y hace miel todos los días.
Esta estructura mental permite a una persona comenzar cada día con una disposición positiva, como el ascensorista el lunes por la mañana. El elevador estaba lleno y el hombre tarareaba una tonada. Un pasajero irritado por el ánimo del hombre le espetó: «¿Por qué está tan feliz?» «Bueno, señor», replicó el hombre alegremente, «¡Yo nunca he vivido este día antes!»
Cuando le preguntaron a Frank Lloyd Wright, a la edad de 83 años, a cuál de sus trabajos consideraría como su obra de arte, contestó: «Al próximo».
El futuro no solamente parece brillante cuando la actitud es correcta, sino que también el presente es mucho más placentero. La persona positiva entiende que el viaje es tan agradable como el lugar de destino.
Un día, un hombre observaba a dos albañiles construyendo un edificio. Notó que uno de los trabajadores continuamente refunfuñaba, gruñía y maldecía su trabajo. Cuando le preguntaron qué hacía, replicó: «Poner una piedra sobre otra todo el día, hasta que mi espalda parece que se parte». El otro albañil silbaba mientras trabajaba. Sus movimientos eran rápidos y seguros y su cara resplandecía de satisfacción. Cuando le preguntaron qué hacía, replicó: «Señor, no estoy solamente haciendo una pared de piedra. Estoy ayudando a construir una catedral».
En Ohio, un amigo mío trabajaba como conductor en una compañía estatal de camiones. Conociendo los cientos de millas que manejaba cada semana, le pregunté cómo evitaba sentirse extremadamente cansado. «Todo está en la actitud», contestó. «Algunos conductores “van a trabajar” en la mañana, pero yo “voy a dar un paseo por el país”». Esa clase de perspectiva positiva le da el «margen» en la vida.
Aplicación de actitud:
Reconozca la limitación que usted o sus amigos tengan ahora. Con cada ejemplo de limitación haga la pregunta ¿Por qué? Ejemplo: «¿Por qué escojo un lugar de estacionamiento alejado, sin cerciorarme si hay uno más cercano primero?» Haga mentalmente la decisión de ser una «persona no limitada» cada vez que se haga la pregunta ¿Por qué?
Axioma de actitud # 7
Nuestra actitud no es automáticamente buena por el solo hecho de que seamos cristianos
Es digno de notarse que los siete pecados capitales: orgullo, avaricia, lujuria, envidia, ira, glotonería, pereza, no son sino asuntos de actitud, espíritu interior y motivos. Tristemente, muchos cristianos carnales acarrean problemas espirituales internos. Son como el hermano mayor del hijo pródigo, pensando que todo lo hacen bien. Él decidió quedarse en casa con el padre. De ninguna manera iba a malgastar su tiempo inútilmente. Sin embargo, cuando el hermano más joven regresó a casa, algunas de las actitudes erróneas del hermano mayor salieron a la superficie.
Primero, tuvo un sentimiento de importancia propia. El hermano mayor estaba afuera en el campo, haciendo lo que tenía que hacer, pero se enojó cuando comenzó la fiesta en casa. No se enojó porque no le gustaran las fiestas. Sé que le gustaban, porque se quejó a su padre reclamándole que nunca le había dejado tener una.
Le siguió un sentimiento de autocompasión. El hermano mayor dijo: «He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo» (Lucas 15.29, 30).
Casi siempre pasamos por alto el verdadero significado de la historia del hijo pródigo. Olvidamos que no tenemos uno sino dos pródigos. El hermano más joven era culpable de los pecados de la carne, mientras que el hermano mayor era culpable de los pecados del espíritu (actitud). Cuando la parábola termina, es el hermano mayor el que está fuera de la casa del padre.
En Filipenses 2.3–8, Pablo habla de las actitudes que debemos poseer como cristianos:
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz.
Pablo menciona cinco cosas sobre la actitud cristiana adecuada:
1.     Hacer las cosas por las razones correctas (v. 3).
2.     Considerar a los demás como más importantes que uno mismo (v. 3).
3.     Mirar el interés de los demás (v. 4).
4.     Cristo reconoció su condición de hijo y por eso quería servir a Dios y a los demás.
5.     Poseer la actitud de Cristo, que no estaba hambriento de poder (v. 6) sino que se despojó a sí mismo (v. 7), demostró obediencia (v. 8) y cumplió el propósito de Dios (v. 8).
Cuando el énfasis en nuestra manera de vivir no se centra en el versículo 4, buscando nuestros propios intereses personales, somos como el hermano mayor. Alimentamos actitudes de celo, compasión y egoísmo. Los cristianos que no poseen una causa más grande que ellos mismos no son tan felices como los que no conocen a Cristo como Salvador, pero sin embargo tienen un propósito más grande que ellos mismos.
Esta actitud de «hermano mayor» tiene tres posibles resultados, ninguno de los cuales es positivo.
Primero, es posible para nosotros ocupar el lugar y el privilegio de un hijo y al mismo tiempo rehusar las obligaciones de un hermano. Exteriormente, el hermano mayor era correcto, consciente, diligente y responsable, pero su actitud no era la adecuada. Además, una relación equivocada con el hermano produjo una relación tensa con el padre (Lucas 15.28).
Segundo, es posible servir al Padre fielmente y sin embargo no estar en comunión con él. Una relación correcta, debe, por lo general, producir intereses y prioridades similares. Sin embargo, el hermano mayor no tenía idea de por qué el padre debía regocijarse con el regreso de su hijo.
Tercero, es posible ser un heredero de todo lo que nuestro Padre tiene y sin embargo tener menos gozo y libertad que uno que no tiene nada. Los criados estaban más felices que el hijo mayor, comieron, rieron y bailaron, mientras este se quedó afuera reclamando sus derechos.
Una actitud equivocada mantuvo al hermano mayor lejos del deseo del corazón de su padre, del amor de su hermano, y de la alegría de los criados. Las actitudes equivocadas en nuestras vidas bloquearán las bendiciones de Dios y nos harán vivir por debajo del potencial de Dios para nosotros.
Aplicación de actitud:
Cuando nuestra actitud comienza a corroernos como al hermano mayor, debemos recordar dos cosas:
1.     Nuestro privilegio: «Hijo, tú siempre estás conmigo» (v. 31).
2.     Nuestras posesiones: «Todas mis cosas son tuyas» (v. 31).
Tómese un momento para hacer una lista de todos sus privilegios y posesiones en Cristo. ¡Cuán ricos somos!
1 1. J. Sidlon Baxter, Awake, My Heart, Zondervan Publishing House, Grand Rapids, Michigan, 1960, p. 10


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