sábado, 5 de noviembre de 2011

Pablo, El Espíritu y el Pueblo de Dios: Un estudio para Predicadores Itinerantes y Ministros Cristianos ¡NO A LOS REVERENDOS!


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Información 
ÍNDICE 
    Presentación de la "Biblioteca Teológica Vida " VI I 
    Prefacio X V 
   Obertura : Un a invitación a leer de nuevo a Pablo    XX I 

1. ¿Una "teología " de l Espíritu ? 1 
     El Espíritu en la teología paulina 

2. Dios visita nuevamente a su pueblo : 9 
    El Espíritu como la renovada presencia de Dios

3. El Santo ¿quién? 25 
    El Espíritu como persona 

4. Dios e n tres personas 37 
    El Espíritu Santo y la Trinidad 

5. El principio del fin: 50 
    El Espíritu como evidencia de la "presencia del futuro" 

6 . Un pueblo para su nombre : 65 
El Espíritu y el pueblo de Dios 

7 . Conversión : La entrada (Parte l ) 77 
      El Espíritu y la percepción del Evangelio 

8 . Conversión : La entrada (Parte 2 ) 87 
El Espíritu en el punto de acceso 

9 . Conversión : permanecer (Parte l ) 101 
     El Espíritu y la ética paulina 

10 . Conversión : permanecer (Parte 2 ) 117 
       El fruto del Espíritu 

11. La lucha constante : 132 
      El Espíritu contra la carne 

12. Poder en la debilidad : 148 
      El Espíritu , la debilidad presente y la oración 

13. Para alabanza de su gloria 
      El Espíritu y la adoración 

14. ¿Los dones controvertidos? 173 
      El Espíritu y los charismata 

15. ¿Adonde vamos desde aquí? : 192 
       El Espíritu para hoy y mañana 

Apéndice : El Bautismo del Espíritu y el bautismo de agua en los escritos de Pablo 208
Bibliografía en castellano 221 

Los cristianos de hoy tienen razones para preocuparse. 
En un mundo cada vez más secular, individualista y relativista —calificado de "poscristiano " en la década de los 60 y llamado ahora "posmoderno"— , a la Iglesia se la considera sistemáticamente como un ente irrelevante , en el mejor de los casos, y prehistórico en el peor.

Con franqueza , una buena parte de la culpa la tiene la propia Iglesia, especialmente aquellos de nosotros que nos preciamos de ser ortodoxos por lo que a la fe histórica se refiere. 

Puesto que demasiado a menudo nuestra ortodoxia , o bien se ha diluido en su alianza profana con una agenda política determinada , desleído en éticas legalistas o relativistas completamente ajenas al carácter de Dios, o se ha convertido en ineficaz por un profundo racionalismo en un mundo que cada vez es menos racionalista. 

Pero hay también razones para la esperanza puesto que el postmodernismo contemporáneo se parece mucho a la cultura del mundo greco-romano en la que el Evangelio hizo su aparición hace unos dos mil años. El secreto del éxito de los primeros creyentes en su cultura estaba , en primer lugar, en las "buenas noticias " centradas en la vida, muerte, y resurrección de Jesús. 

Enmanuel había venido, y traído consigo tanto la revelación del carácter de Dios (¿"Tanto tiempo he estado con ustedes y todavía no me conoces Felipe ? El que me ha visto a mí ha visto al Padre", 


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viernes, 4 de noviembre de 2011

El Arte de Ilustrar Sermones: Una Herramienta Indispensable para Construir Sermones

El Arte de Ilustrar Sermones: Una Herramienta Indispensable  para Construir Sermones
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Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 9MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
Agradecimientos
Introducción
Capítulo 1:
En busca de una ilustración
Capítulo 2:
El mal, y el buen uso de las ilustraciones
Capítulo 3:
Misión imposible
Capítulo 4:
El humor en las ilustraciones
Capítulo 5:
Un sermón ilustrativo
Capítulo 6:
Las partes de un sermón debidamente ilustradas
Capítulo 7:
¿Por qué necesitamos buenos predicadores hoy?
Apéndice
Acerca de las ilustraciones: Dr. Osvaldo Mottesi


Luego de abrir la Biblia, lo primero que hacía mi padre era levantar la vista. Esa mirada fija parecía absorber la congregación. Los ojos azules parecían poder penetrar instantáneamente hasta el fondo de cada alma, obligando a aquellos que habían pecado durante la semana a sonrojar o agachar la cabeza en vergüenza. Esa 
mirada, además, parecía demandar de cada individuo la debida reverencia y respeto durante todo el sermón. La mirada también era como una proclama de que había llegado el momento más trascendental de la semana: Dios estaba por hablar de su santa Palabra por medio de su siervo. 

Fue el no hacerle caso a esa mirada que en un domingo inolvidable me busqué un reventón. Niño que era, con el refunfuñar del sermón me olvidé del lugar en que estaba y me bajé de la banca para jugar a los autos pretendidos. De inmediato oí del púlpito el anuncio de mi nombre. Volteé la cabeza para encontrar los ojos furiosos de mi padre. «Leslie, estamos en la casa de Dios», me dijo. «Siéntate tranquilo al lado de tu madre y escucha.» Pero el sermón era largo y mi memoria corta. De nuevo, soñadoramente, los autos y camiones se convirtieron en realidad y nuevamente abandoné mi asiento para usar la banca como carretera. Tan absorto 
estaba en mi juego que no me di cuenta de que papá había dejado de predicar. 


Fueron las suelas de sus zapatos acercándose a la banca que por fin que me sacaron de mi trance —muy, pero muy tarde. Con una mano me levantó. Me giró en posición boca abajo, mi posterior indefenso ahora expuesto a la otra mano. Allí mismo, con el público numeroso de testigo, me dio lo que siempre he recordado 
como «una “santa” paliza». Testifico que me sirvió de gran beneficio espiritual, ya que desde aquel día jamás he podido dormir en una iglesia, no importa lo aburrido de un sermón. 

Como venía diciendo, la misma voz con que mi padre pronunciaba sus palabras —voz sonora y clara como de clarín— llamaban a ese acto especial y único de adoración pública. Desde la primera palabra hasta al sagrado «amén» al final, lo que se sentía y se oía desde aquel púlpito villaclareño eran los pronunciamientos del Dios de los cielos. 

Han de haber habido muy pocos los domingos en que los asistentes saldrían de esos servicios con un sentido de desilusión, pues, a mi criterio, eran encuentros profundamente espirituales. Eran mensajes poderosos —ungidos poderosamente del Espíritu Santo. Ahora que también soy predicador y me encuentro en el deber de 
descifrar el texto sagrado, avaloro grandemente la manera brillante en que mi padre desenlosaba el texto bíblico. Sus mensajes siempre eran sencillos y claros, ocultando las muchas horas de preparación. Su proclamación era fluida y sus frases importantes puntualizadas con fuertes clamores. La aplicación del texto inescapable. 

Pero también había un genio en su predicación que hacía sus sermones imborrables: ¡esas inolvidables ilustraciones! ¡Qué habilidad extraordinaria tenía papá para ilustrar! Tan precisas e interesantes eran que cuando uno las escuchaba sabía de inmediato no solo lo que el texto bíblico decía, pero cómo aplicar las 
verdades aprendidas al diario vivir. 

Recuerdo un sermón que predicó basado en Hebreos 11:6: Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan. Remachó papá la verdad del texto contando una experiencia que tuvo en los comienzos del seminario Los Pinos Nuevos. Los bancos en Cuba se habían quebrado y con esa quiebra papá había perdido todo el dinero que había acumulado para el comienzo del nuevo curso en septiembre. Ilustró la lucha de la fe, contando: 

Cada día iba al correo. Esperaba que Dios supliera mi necesidad a través de un amigo en Norteamérica. Pero al apartado de correo 131 en Placetas no llegó ninguna carta. El día antes del comienzo de las clases fui una vez más, seguro de que ese día llegaría la carta esperada conteniendo el dinero en respuesta a mis oraciones. Que desalentado me sentí. No había carta. Todo lo que llegó fue un periódico cristiano de Moody en Chicago. 


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martes, 1 de noviembre de 2011

Babilonia la Grande ha Caído: Dardos Bíblicos


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               Babilonia la Grande ha Caído 


Babilonia fue una de las ciudades más ricas del mundo durante los años 740 a.C. al 680 a.C. Durante estos “días gloriosos”, la ciudad prosperó como si tuviera el toque mágico de Midas; todo lo que tocara parecía convertirse en oro. Babilonia estaba ubicada entre los ríos Tigris y Eufrates—una franja de tierra muy agrícolamente productiva tanto que hoy es conocida como la “medialuna fértil”.

Sin embargo, su agricultura y sus llanuras bien-irrigadas no eran la razón por la cual era famosa. Babilonia ganó su reputación a causa de sus murallas altas y masivas y sus almenas defensivas fuertes. De hecho, los escritores antiguos describieron murallas que fueron de 14 millas de largo en los cuatro lados de la ciudad y que alcanzaban alturas de más de 300 pies—más altas que la mayoría de edificios de hoy en día. Las murallas no eran solamente largas y altas, sino también en algunos lugares tenían 75 pies de grosor. Pero las murallas no eran la única forma de defensa. El Río Eufrates circundaba la ciudad, haciendo un foso perfecto que oscilaba de 65 a 250 pies de un lado al otro. Esta combinación de foso/pared parecía hacer a la ciudad inconquistable.
Pero a pesar de la fortaleza militar fuerte y defensiva de la ciudad, los profetas de Dios predijeron su destrucción. En Jeremías 50:9, el profeta declaró que Dios iba a hacer “subir contra Babilonia reunión de grandes pueblos de la tierra del norte”. Esta predicción probablemente parecía infundada en el tiempo que fue hecha, ya que ninguno de estos pueblos se aproximaba a tener suficiente fuerza como para derrotar a Babilonia. Pero años después de la profecía, Ciro, rey del Imperio Medo-Persa, organizó gran fuerza de muchas naciones diferentes y marchó hacia el Sur en contra de Babilonia. Los detalles del cumplimiento son asombrosos. Jeremías registró que Dios había declarado: “Secaré su mar, y haré que su corriente quede seca” (51:36). Otra vez el profeta predijo: “Sequedad sobre sus aguas, y se secarán; porque es tierra de ídolos” (50:38). Además, el profeta prometió que el Señor había hablado: “Les pondré banquetes, y haré que se embriaguen, para que se alegren, y duerman eterno sueño y no despierten” (51:39).
Ahora escuche la narración cuando la historia se revela. El Río Eufrates corría por debajo de las grandes murallas de Babilonia. Después de un sitio de dos años completos, Ciro fue capaz de desviar el río para hacerlo fluir en un gran pantanal al lado occidental de la ciudad. Al hacer esto, él “secó los ríos” de Babilonia y proveyó una manera fácil para que sus soldados entraran debajo de las murallas de la ciudad donde las aguas solían fluir. Pero los babilonios dentro de la ciudad no tenían idea de lo que estaba pasando. Ellos pudieron haber defendido la ciudad, pero en cambio estaban festejando y emborrachándose. Ciro ordenó a sus hombres a actuar como injuriadores borrachos, y para el tiempo que los babilonios supieron que estaba pasando, la ciudad estaba llena de tropas enemigas que finalmente la conquistaron.
Incluso cuando las circunstancias anteriores serían suficientes como para probar la exactitud de la profecía de Jeremías (y por ende de la Biblia), las predicciones de los profetas no paran allí. Los capítulos 50-51 del libro de Jeremías están llenos con más condenaciones futuristas de Babilonia, todas las cuales fueron cumplidas en mínimo detalle. Ciertamente, las palabras habladas por el profeta sí se cumplieron.
Una y otra vez, la Biblia ha estado “justo en el blanco” cuando ha predicho el futuro. Los registros seculares documentan los hechos acerca de Babilonia. Por tanto ¿qué prueba esto? Esto prueba simplemente una cosa—que Dios mismo inspiró las palabras escritas en las páginas de la Biblia. Y ya que ese es el caso, todo ser humano debería dar la bienvenida a la Biblia “no como la palabra de hombres, sino como lo que es en verdad, la Palabra de Dios” (1 Tesalonicenses 2:13).
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Ciencia y Biblia: El Precio de la Vida Humana


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Una bomba publicitaria de tiempo ha detonado en Corea del Sur. El pionero principal en la investigación de la célula del tallo, Dr. Hwang Woo Suk, ha renunciado a su posición a causa de prácticas serias no-éticas. El Dr. Suk previamente hizo noticia al seguir adelante en sus esfuerzos por clonar un humano. Él era alabado en los medios de comunicación como un líder en la investigación de la célula de tallo y clonación humana. Pero sus cinco minutos de fama pueden haber llegado a un final abrupto. Como el escritor de la revista Time, Bryan Walsh, recientemente comentó: “Para el Dr. Hwang Woo Suk, investigador pionero de la célula del tallo en Corea del Sur, el éxito viene como producto de la buena disposición de trabajar más duro que cualquier otro. Pero sus investigadores pueden haber ido demasiado lejos en su dedicación” (2005). Ha salido a la luz la evidencia que, en su precipitación por crear un clon humano, el laboratorio del Dr. Suk pagó a las asistentes y trabajadoras del laboratorio por sus óvulos. El presidente del consejo del hospital, Roh Sung-II, ha admitido que él pagó $1,500 a estas mujeres porque no había suficientes donantes voluntarias. Después de admitir que había pagado aproximadamente a 20 mujeres por sus óvulos, Roh confesó: “Yo tuve que mantenerlo en secreto”. El avance en clonación de Hwang hubiera sido imposible sin un constante suministro de óvulos.
Muchas de las drogas usadas para sobre-estimular la producción de óvulos pueden causar casos de derrame cerebral, ataque cardíaco, coágulos de sangre e incluso la muerte. Sin embargo, ya que los científicos no pueden experimentar sin óvulos, el propio personal del Dr. Hwang fue reclutado. Estas prácticas no-éticas y graves son solamente una muestra escasa de la verdad fundamental del abuso en este campo. Durante una conferencia noticiera, el Dr. Hwang se retiró del cargo de director del Centro Mundial de la Célula del Tallo recientemente creado, y admitió: “Estando tan enfocado en el desarrollo científico, yo puedo no haber visto todos los puntos éticos relacionados a mi investigación” (Walsh, 2005). ¡Un entendimiento blando! En el apuro por ser el primero en clonar un ser humano, el Dr. Hwang explotó a mujeres y destruyó numerosos embriones—¿a causa de qué? ¿Fama y fortuna? El campo de la clonación humana y la investigación de la célula del tallo continúan atrayendo la atención de los medios de comunicación a causa de la polémica ética de realizar la investigación en embriones humanos. Este descubrimiento debería persuadir a los legisladores ha tomar acción diligente para promulgar leyes que prevengan el abuso de mujeres y embriones humanos en estudios futuros. De hecho, los cristianos deberían llamar a sus representantes y dejarles saber que ellos favorecen la prohibición Weldon-Stupak sobre la clonación de humanos (H.R.1357) que está ahora ante el Congreso. La versión del Senado es el proyecto de ley Brownback-Landrieu (S.658). Muchos países ya han prohibido la clonación humana; Estados Unidos todavía necesita hacerlo.
Irónicamente, el Dr. Hwang continúa siendo un héroe en Corea. Como Walsh reportó: “A pesar del escándalo, Hwang, quien dice que continuará con su investigación, sigue siendo un héroe en su hogar—la semana pasada más de 600 mujeres coreanas se inscribieron para donar sus óvulos” (2005). Este campo de investigación atrajo la atención a Corea tanto que muchos ahora están listos a pasar por alto el abuso a favor de mantener sus estatus como líderes en el campo. ¿Cuántas otras atrocidades éticas serán pasadas por alto mientras que los científicos siguen adelante en la carrera por crear un clon humano?
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Evidencias Cristianas 2: Curso para Obreros y Ministros - NO PARA "REVERENDOS"

Evidencias Cristianas 2: Curso para Obreros y Ministros - NO PARA "REVERENDOS"
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El teísta afirma que se dispone de evidencia adecuada para probar definiti-vamente que Dios existe. Sin embargo, cuando usamos la palabra “probar”, no queremos sugerir que se puede demostrar científicamente la existencia de Dios del mismo modo que se puede probar que un saco de papas pesa cinco kilos, o que el corazón humano tiene cuatro cámaras internas. Tales asuntos, como el peso de un saco de vegetales o la división dentro de un músculo, son cosas que se pueden verificar empíricamente, usando los cinco sentidos. Y aunque la evidencia empírica frecuentemente es muy útil para establecer la validez de un caso, no es la única manera de probar algo.

Por ejemplo, las autoridades legales reconocen la validez de un caso prima facie, “a primera vista”. Este caso se presenta cuando existe evidencia suficiente para establecer la gran probabilidad que un hecho sea verdadero. A menos que se pueda refutar ese hecho de alguna manera, se considera que ha sido probado fuera de dudas. El teísta sostiene que existe una gran cantidad de evidencia muy fuerte que constituye un caso prima facie invulnerable a favor de la existencia de Dios—un hecho que simplemente no se puede refutar.

Aquí le presentamos una porción de la evidencia que constituye el caso  prima facie a favor de la existencia de Dios.

LA CAUSA Y EL EFECTO—EL ARGUMENTO COSMOLÓGICO
Durante la historia humana, uno de los argumentos más eficaces a favor de la existencia de Dios ha sido el argumento cosmológico (la causa y el efecto), que señala el hecho que el Universo (el cosmos) existe, y por ende, debe tener una explicación.

El Universo existe y es real. Todas las personas racionales—incluyendo a los ateos y agnósticos—deben admitir este punto. Entonces, surge la pregunta, “¿Cómo se originó el Universo?”. Si algo no puede auto-crearse, se dice que es “contingente”, ya que depende en algo externo para explicar su existencia. Por consiguiente, el Universo es una entidad contingente porque no puede causar o explicar su propia existencia. Si el Universo no se creó a sí mismo, debe haber tenido una causa.

Es aquí donde la Ley de la Causa y el Efecto está vinculada firmemente al argumento cosmológico. Según el conocimiento científico, las leyes naturales no tienen excepciones. Desde luego, esto se aplica a la Ley de la Causa y el Efecto, la cual es la ley más universal. La Ley de la Causa y el Efecto declara que todo efecto material debe tener una causa adecuada que le anteceda (es decir, una causa que exista antes del efecto).
No existen efectos materiales sin causas adecuadas. Además, las causas nun-ca ocurren después del efecto.

No tiene sentido hablar de una causa posterior a su efecto, o de un efecto que exista antes de su causa. Además, el efecto nunca es mayor que su causa. Por esta razón los científicos dicen que todo efecto mate-rial debe tener una causa adecuada. Un río no se puede tornar lodoso porque una rana salta en él; un libro no puede caer de una mesa porque una mosca se para sobre él. Estas no son causas adecuadas. Para cualquier efecto que vemos, debemos sugerir causas adecuadas—lo cual nos trae de nuevo a la pregunta anterior: ¿Qué causó al Universo?
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