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viernes, 30 de marzo de 2012

Para interpretar a la Biblia: Leerla con mucho cuidado


biblias y miles de comentarios
 
En uno de los programas de televisión, cierto cómico respondió equivocadamente a una pregunta bíblica. Según la Biblia, dijo, el varón tiene una costilla menos que la mujer. Cuando el jefe del programa lo corrigió, respondió: “¡Alguien debe decírselo al que escribió la Biblia!”
Por supuesto, estaba equivocado. La Biblia no dice tal cosa. (Véase Gn. 2:21–23.) Había cometido el error de no leer el texto con cuidado; o acaso, de no haberlo leído nunca. En todo caso, era como un gran número de personas que meten al texto sus propias ideas sin verificarlas.
Todo lector de la Biblia puede acostumbrarse tanto al lenguaje bíblico que llega a leer por encima de las palabras muy conocidas, creyendo que las lee con toda exactitud. Cuando lee así, los errores de su lectura habitual se graban aún más profundamente en su cerebro.
Para entender correctamente cualquier pasaje escrito, es necesario leerlo siempre con cuidado. Entre más importante sea lo que está escrito, más serios serán los errores que se cometen al no leerlo bien.
El error de este cómico era relativamente sin importancia; pero ilustra este tipo de error muy común. Era serio sólo en el sentido de que las ideas falsas acerca de la Biblia tienden a destruir la confianza de los que podrían aceptar sus enseñanzas.
¿Quién no “sabe” que eran tres los magos que visitaron al niño Jesús en Belén? El evangelista Mateo relata la historia (2:1–12) sin decir cuántos eran. Es muy probable que fueran más de tres, ya que la caravana con la que probablemente viajaron, estaba compuesta de muchas personas. La idea de que eran tres magos, probablemente viene de los tres tipos de regalo que le llevaron: oro, incienso y mirra. Por supuesto, los nombres que les ha dado la tradición, son completamente ficticios.
El lector debe ver con cuidado las palabras que encuentra en el texto. Es posible que una palabra se tome por otra. Se cuenta que un lector no muy experto leyó Génesis 2:20, sustituyendo la palabra “idónea” por “ideona”. Se puso a pensar sobre esta palabra desconocida y dijo: “Sí, es verdad que Dios nos ha dado mujeres ideonas. Tienen muchas ideas buenas y nos ayudan de esta manera.” No conociendo la palabra “idónea”, la leyó como si fuera “ideona”, y le dio su propia interpretación.
Con gran frecuencia se cita equivocadamente 1 Timoteo 6:10: “Porque raíz de todos los males es el amor al dinero.” Comúnmente se cree que el dinero mismo es la raíz de todos los males, especialmente porque los lectores no han puesto mucha atención a todas las palabras del texto; o acaso han repetido el error común de los que citan este texto. Por supuesto, es el amor al dinero que se llama la raíz de la maldad. Pero tampoco es la raíz de todos los males, sino una raíz de toda clase de maldad. En estos detalles, el sentido correcto se encuentra en mejores traducciones de la Biblia.
Al hablar del cuerpo que reciben los creyentes en el cielo después de la muerte, Pablo escribe:
Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu (2 Co. 5:5).
Yo lo había leído siempre suprimiendo algo de la frase: “nos hizo para esto”, leyéndola: “nos hizo esto”. La entendía como si dijera que Dios nos había preparado el cielo como una habitación. Un día me di cuenta de mi error. Entonces entendí que Dios no había hecho el cielo para nosotros, ¡sino que nos hizo a nosotros para el cielo! Nuestra habitación allá no existe para consolarnos frente a la muerte; más bien, es la gran meta para la cual nos está preparando por su Espíritu.
Algunos lectores han tropezado con la lectura ambigua de 1 Corintios 15:19, creyendo que el apóstol Pablo enseña que los cristianos que tienen solamente la esperanza en Cristo, son los más miserables de los hombres. Es natural que tal interpretación perturbe a los que lean así el texto.
La dificultad está en leerlo mal. Dice más bien: “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.” En la Versión Popular se ha redactado para decir: “Si nuestra esperanza en Cristo solamente está referida a esta vida, somos los más desdichados de todos.” La verdad es que nuestra esperanza no es solamente para esta vida, porque habrá una resurrección y la vida eterna.
Cuando alguna traducción introduce una duda con respecto a algo muy importante, debemos entender que algo está mal en la traducción, o en nuestra manera de leer el texto.
Cuando decimos que se debe leer siempre con cuidado, esto incluye la necesidad de entender y poner atención en la gramática del texto. Desafortunadamente, muchos no han estudiado la gramática lo bastante para distinguir entre las varias partes de la lengua: nombres, verbos, adjetivos, adverbios, pronombres, conjunciones, frases, cláusulas, admiraciones y signos de puntuación. Valdría la pena volver a estudiar los elementos de la gramática.
En 1 Corintios 11:27 leemos la enseñanza de Pablo acerca del uso correcto de la cena del Señor. Escribe:
Cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
Con frecuencia el lector entiende que Pablo enseña que el creyente indigno no debe comer de ella.
El texto no dice tal cosa. Si así dijera, nadie podría tomarla, porque todos somos indignos como pecadores. Observemos que “indignamente” es un adverbio y que se refiere a la manera de comer, y no al carácter del creyente. Dice que no debemos tomar la Cena de manera indigna, como por ejemplo, burlándose de ella, bebiendo hasta emborracharse, o sencillamente no creyendo que la observación de la Cena tenga valor. Según el v. 29, la manera indigna de comer consistió, en parte, en comer y beber sin discernir el cuerpo del Señor. Las versiones antiguas emplean la palabra “indignamente” en los dos casos, pero la Versión Popular expresa el v. 27 más claramente:
Cualquiera que come del pan o bebe de la copa del Señor de una manera indigna … De manera que la regla que insiste en que leamos siempre con cuidado, da a entender que debemos observar con cuidado la gramática de cualquier texto. También da a entender que es importante usar una versión de la Biblia que sea clara y exacta en la forma de expresarse.
Las versiones más antiguas de la Biblia tenían una falta común al usar un estilo pesado para traducirla. Se debía, en parte, a la costumbre de usar oraciones largas y complicadas. Pero también se debía a la convicción de que era necesario traducir usando las palabras y la sintaxis más parecidas al texto original. Había poca libertad para usar modismos semejantes y un estilo popular en las traducciones. También es posible que los traductores prefieran ese estilo más pesado para dar más importancia literaria a su trabajo.
En algunas partes de la Versión de Reina y Valera, especialmente en las Epístolas de Pablo, las oraciones resultan largas y complicadas, sin ninguna necesidad. Véase por ejemplo, Romanos 5:10, 12, 15 y 17. Los ocho versículos de Efesios 1:3–10 se traducen como una sola oración, así como los versículos 15 al 23. En la Versión Popular esta falta se ha corregido, haciendo del primer grupo de versículos en Efesios, siete oraciones, y del segundo grupo, seis.
El que lee las versiones antiguas se ve obligado a poner mucha atención en su lectura para sacar el sentido. Se debe hacer esto en todo caso. Pero al leer las oraciones largas y complicadas se debe leer cada frase y cláusula como parte de un todo, haciendo las pausas necesarias para captar la relación entre una y otra parte.
PARA EL ESTUDIANTE
1.     En el Diluvio, ¿murieron todos los seres vivientes? ¿Murieron también los peces? (Gn. 6:7; 7:3).
2.     Cuando Jesús dijo: “La verdad os hará libres”, ¿lo dijo en un sentido sin límites? (Jn. 8:31, 32).
3.     Según Filipenses 4:13, ¿puede el hombre hacerlo todo?
4.     Según Génesis 38:9, 10, ¿en qué consistió el pecado de Onán?
Note bien la razón por qué lo hizo.

viernes, 16 de marzo de 2012

¿Qué significa hermenéutica?


biblias y miles de comentarios
¿Cuáles son los pasos que uno da casi automáticamente cuando uno está escuchando a otra persona que finalmente resulta en su entendimiento de lo que se está diciendo? ¿Ha entendido alguna vez algo totalmente diferente de lo que otra persona quiso decir? ¿Cuáles factores contribuyeron a ese malentendido? ¿Qué pudo haber prevenido que esto no pasara? ¿Cuáles dificultades ha confrontado al tratar de comunicarse con personas de otra cultura? ¿Qué podría haber hecho para sobreponerse a las mismas? ¿Cómo se aplican estas preguntas al estudio de la Biblia? ¿Por qué?
Estudio de vocabulario 

Para aclarar la base de la comunicación y establecer la misma para la comprensión, se deben comprender los mismos términos. Las definiciones podrán variar de autor a autor, pero representan una comprensión justa de los términos.

  • Hermeneuein—Explicar, interpretar, traducir.
  • Hermeneuo—Yo interpreto
  • hermeneia—Interpretación, traducción, explicación. Hermes—dios mensajero griego.
  •  diermeneusen—Explicado (Lucas 24:27)
  •  hermeneia—Interpretación (1 Corintios 12:10)
  •  Hermenéutica—La ciencia y el arte o los principios de interpretación. Los principios de interpretación que se aplican en el estudio de la Biblia. Es importante entender la hermenéutica como una ciencia. Es decir, se pueden aplicar reglas y métodos de interpretación a los mismos textos por diferentes personas, lo cual resultará en los mismos o casi mismos resultados de interpretación.
 Por otro lado, es importante también reconocer que la hermenéutica es un arte. Diversos intérpretes interpretan y aplican las reglas y los métodos de interpretación con diferentes niveles de creatividad, comprensión y propósito. Esto puede llevar a diferentes formas de interpretación y, en algunos casos, a diferentes interpretaciones.
 Como ciencia, La hermenéutica puede estudiarse y mejorar uno sus destrezas de interpretación. Como arte la hermenéutica también se puede estudiar y mejorar uno sus habilidades de interpretación, pero requiere que se apropie uno esas destrezas básicas y las aplique con creatividad y propósito que variarán de intérprete a intérprete.
Es importante reconocer que la mayoría de las definiciones de hermenéutica incluyen dos partes:  

  1. Un juego de procedimientos por medio del cual se procura el significado del texto tal como lo dijo el  autor y lo entendió la audiencia primaria u original. 
  2. Un movimiento de ese significado “original” a un entendimiento y aplicación contemporánea.
 A la Parte 1 se le llama con frecuencia “exégesis”. A la Parte 2 en ocasiones se le llama hermenéutica—a diferencia de exégesis—y en otras sencillamente aplicación. Aun cuando es confuso el uso del término “hermenéutica” para referirse a veces a ambas partes y en otras sólo a la Parte 2, la misma se debe a la relación de la literatura con la hermenéutica en este tiempo de la historia.

Interpretación—El uso de métodos analíticos para dividir el texto en partes para descubrir su significado.
Y el uso de síntesis para reconstruir la comunicación del texto de tal manera que se pueda averiguar el significado y una aplicación contemporánea. 
 Exégesis—La ciencia de averiguar el o los significados originales del texto bíblico. Viene del griego exegeomai = Guiar/ sacar algo. Esto implica un proceso de análisis de acuerdo a una metodología y capacidad de síntesis.
En este módulo se definirá “exégesis” principalmente como una ciencia. Es decir, se entenderá en términos de las reglas y métodos desarrollados a través de la historia para confirmar el significado “original” del texto bíblico. En realidad, se necesita cierto arte para aplicar esas reglas y métodos, pero el enfoque de este módulo será el dominio de esas reglas y métodos y no tanto las formas creativas en que se pueden aplicar.
 En el contexto evangélico, la exégesis se lleva a cabo como estudio inductivo del texto bíblico, estableciendo prioridad para el texto, siguiendo ciertos pasos en cierto orden para considerar toda la información relevante, con el fin de establecer el significado del texto—estudio bíblico inductivo. Éste se propone contestar las siguiente preguntas:
•  ¿Qué dice el texto?—observación del texto
•  ¿Qué significa el texto?—interpretación del texto
•  ¿Qué le dice el texto al lector moderno?—aplicación del texto y su significado
El estudio bíblico inductivo debe basarse en principios hermenéuticos sanos.
 Aplicación—El desarrollo de un significado contemporáneo del texto o textos bíblicos. Estos resultados se pueden usar en:
•  La predicación
•  En la enseñanza en general o catequismo
•  En la teología sistemática
•  Para la instrucción moral.

Las técnicas específicas de aplicación dependen en parte del contexto en el que se desea que funcione la aplicación.
 Significado—En este modulo la palabra “significado” se usará principalmente para describir el significado original; es decir, como el autor y la audiencia original lo entendieron. Se ha debatido mucho entre los teoristas hermenéuticos sobre cómo es posible determinar el “significado” en este sentido. Sin embargo, durante los dos siglos anteriores los intérpretes de la Biblia han tratado de descubrir ese significado “original”, y sigue siendo la meta principal de la “exégesis”.
 En este sentido la única forma en que un texto bíblico puede tener más de un significado radica en saber si el autor o la audiencia “original” pudo haber recibido más de un significado de las palabras del autor. En este módulo la palabra “aplicación” o “significado” se usará para describir la apropiación del significado original por audiencias posteriores.
 Aun cuando el texto pueda tener sólo un significado—o en algunos casos más de uno—puede tener aplicaciones o significados múltiples, algunos más, otros menos apropiados para el “significado” del texto.
Idealmente, estas aplicaciones o significado deberían relacionarse con el significado original. Por esta razón el autor tratará de evitar la expresión “el significado contemporáneo” del texto, pero se referirá al significado o la aplicación contemporánea del texto.

Las reglas por las que relaciona uno la aplicación o significado de un texto bíblico a su significado original varían de intérprete a intérprete y con frecuencia se designan con la palabra “hermenéutica”. Por tanto, una
“hermenéutica de sospecha”, como su nombre lo indica, sospecha la validez del significado original y desarrolla aplicaciones/significados vagamente relacionados con el significado original. De hecho, algunos que practican una “hermenéutica de sospecha” terminan con la aplicación de un texto bíblico diciendo casi lo opuesto de lo que declara el significado original.

Exposición—La comunicación del significado contemporáneo a partir del significado original de un texto bíblico a través de la predicación y la enseñanza.
La predicación expositora se define como la proclamación del significado de un texto en su audiencia original y como se aplica hoy a nosotros.

Dos posiciones hermenéuticas en la iglesia cristiana
•  La posición católica—La revelación manifestada en las Escrituras puede ser entendida solo a la luz de la tradición conservada por la iglesia. La autoridad para interpretar el texto bíblico se ha depositado en la iglesia, y las tradiciones establecidas de la iglesia ayudan en el proceso de interpretación.
•  La posición protestante—La doctrina de la sola escritura—Las Sagradas Escrituras tienen su propio poder de iluminación. Cada creyente posee el derecho y privilegio de leer y entender la Biblia. El Espíritu Santo ayuda al creyente en la interpretación del texto bíblico. 


La necesidad de la hermenéutica
 Entender el mensaje que se quiso comunicar por medio  del texto bíblico es mucho más que dar una lectura. El texto bíblico contiene palabras que tienen un significado particular. Muchas veces aun este significado particular fue adaptado al contexto de la comunicación. De tal manera que para lograr el mejor entendimiento del significado del texto es necesario que veamos algunos contextos del mensaje:  

  • El contexto del tiempo—Los textos del AntiguoTestamento proceden de un período entre 1000 y 400 a.C. Los del Nuevo Testamento pertenecen a un período entre los años 48 y 95 de la era cristiana. Los lectores modernos necesitan tomar en cuenta que los tiempos bíblicos, no solamente presentan un vacío entre nuestro tiempo y los tiempos bíblicos, sino también entre el tiempo cuando sucedieron estos eventos y el tiempo cuando fueron escritos. Por ejemplo la vida de Jesús; no fue sino hasta casi 30 años después de su muerte que se comenzó a escribir sobre su vida. En otras palabras, el tiempo de los escritos de los libros mismos no reflejan necesariamente el tiempo de los eventos relatados en esos textos. 
  • El contexto de los idiomas—Los textos bíblicos nos han llegado en tres idiomas antiguos. El Antiguo Testamento principalmente en hebreo, con algunas porciones de Daniel en arameo. El Nuevo
    Testamento, en griego. Esos idiomas antiguos tienen sus propias formas y frases, así como palabras que trasmiten significados provenientes de ciertos contextos culturales y religiosos. 
  • El contexto geográfico—Las tierras de Israel constituyen el principal contexto geográfico del Antiguo Testamento. Entre tanto que Palestina, Siria, Asia Menor, Grecia y Roma para el Nuevo Testamento. De tal manera que conocer acerca de las tierras bíblicas ayuda definitivamente a un mejor entendimiento del significado de un texto. 
  • El contexto cultural—La culturas bíblicas y las comunidades de fe dieron un significado especial a los diferentes textos bíblicos. Y, por supuesto, estos contextos culturales son totalmente diferentes a los de la iglesia hoy. El texto refleja esas costumbres y características culturales de las antiguas comunidades de fe.  
  •  La meta de la hermenéutica   La meta de la hermenéutica es establecer principios que guíen al lector moderno de la Biblia a leer y entender correctamente el mensaje de Dios. Esto es esencial para la aplicación de ese mensaje a la vida contemporánea. La hermenéutica bíblica le librará  de la tentación de una aplicación literalista y mucho menos de una exégesis basada en los famosos textos de pruebas que no se propuso el escritor—eisegesis. 
  • El intérprete y la función del pre-entendimiento Oímos palabras pronunciadas por los demás en el contexto de nuestras experiencias. Nuestras propias experiencias, herencia cultural, ideas políticas, convicciones religiosas, puntos de vista mundiales, así como actitudes y disposiciones básicas. Todos estos factores influyen cuando leemos y escuchamos el texto bíblico. Ferguson define el pre-entendimiento como el cuerpo de asunciones y actitudes por medio de lo cual una persona percibe e interpreta una realidad o un aspecto de una realidad. Ferguson identifica cuatro categoría de pre-entendimiento:

    •  Informacional—
    Conocimiento o información previa acerca de un texto.
    •  Actitudinal—
    Pre-entendimiento de propias disposiciones básicas que uno manifiesta hacia el texto: prejuicios, predisposiciones, etc., que influyen sobre la comprensión del texto.
    •  Ideológico—
    El pre-conocimiento se refiere a la propia cosmovisión, visión de la vida, marco de referencia, o de perspectiva, que influyen sobre la comprensión del texto.
    •  Metodológico—
    El acercamiento actual que uno toma en el proceso de entendimiento de un tema dado. 
     
    Los cristianos leen la Biblia con sus propios pre-entendimientos. Algunos se basan en las lecciones de escuela dominical, sermones, lo que han oído de la Biblia, o percepciones populares sobre la Biblia. ¿Cómo saber si nuestros pre-entendimientos son apropiados? Necesitamos preguntarnos sobre la validez de los mismos. Ferguson nos da los siguientes cuatro factores que determinan si nuestro pre-entendimiento es apropiado o no:
    1. Una información correcta acerca del texto. Es decir, respuestas a preguntas tales como  quién escribió el texto, cuándo, por qué, dónde, etc. Debemos tratar de descubrir todo lo que necesitamos saber acerca del texto: lecturas variadas, diferencias de traducciones, detalles del texto, el contexto histórico, social, cultural, geográfico y religioso, el marco teológico del escritor, etc.

    2. Una actitud abierta y receptiva hacia el texto que debe ser interpretado. Una voluntad de encontrarnos con el texto como si lo estuviéramos leyendo por la primera vez. La previa comprensión puede influir para que leamos el texto de forma particular. Una lectura fresca del texto puede llevarnos a un significado fresco del texto.
     
    3. Una estructura ideológica flexible y adaptable para tratar el texto de una manera objetiva. Debemos re-pensar nuestro marco ideológico, criticarlo y moldearlo hasta el grado de lograr cierta objetividad, de modo que al tratar el texto no nos dejemos influir por nuestros prejuicios y puntos de vista. Se debe considerar: relaciones raciales, guerra, pacifismo, pena capital.
  • 4. Un acercamiento metodológico que es apropiado para dicho texto. Debemos reconocer el hecho de que la interpretación correcta depende del método de interpretación y estrategias, consideraciones contextuales amplias y datos textuales adicionales.

    Por otra parte es muy importante también que en este punto reconozcamos el rol de cuatro aspectos que siempre se conjugan en cualquier proceso de interpretación bíblica.

    El rol de la fe
    Nosotros particularmente interpretamos la Biblia desde una perspectiva wesleyana. Esta perspectiva es sencilla pero fundamental. Nosotros creemos que la Biblia es la revelación escrita de Dios. Y que esta revelación fue escrita por hombres que fueron guiados e inspirados por el mismo Espíritu Santo. (2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:20-21). De tal manera que la fe juega un papel importante en el entendimiento de la Palabra de Dios.
    La fe aquí es más que conocimiento cognitivo, sino más bien confianza en el Dios que se revela a sí mismo a nosotros por medio de la Biblia.

    El rol de la obediencia
    Aquí siempre se va a dar una lucha entre lo que uno piensa y quiere que la Biblia diga y lo que la Biblia realmente enseña, de tal manea que la obediencia, el deseo sincero de que sea la Palabra de Dios la que moldee a uno es fundamental. Las Sagradas Escrituras demandan acción apropiada. El lector debe estar dispuesto a responder a los desafíos e instrucciones de la Biblia.

    El rol del Espíritu Santo
     Esto es indiscutible; todo intérprete de la Biblia necesita la iluminación y la guía del Espíritu Santo si desea realmente entender la Palabra de Dios. Juan Wesley creía que el mismo Espíritu que capacitó a los escritores para escribir el mensaje divino nos capacita para comprender el mensaje. Humildemente debemos pedir la ayuda del Espíritu Santo para darnos dirección, sabiduría y comprensión.

    El rol de la razón
     El rol de la razón y particularmente lo que nosotros conocemos como sentido común es definitivamente importante. La razón nos dirige a hacer las preguntas correctas, a reconocer los diferentes significados del texto, a seleccionar lo que tiene validez. Es así que fe y razón deben ir de la mano en todos estos procesos.

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