Mostrando entradas con la etiqueta navidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta navidad. Mostrar todas las entradas

jueves, 20 de diciembre de 2012

verdadero origen de nuestras tradiciones navideñas


. Verdadera historia de navidad
. biblias y miles de comentarios
¿Sabía usted que la costumbre pintoresca de cantar villancicos comenzó en realidad gracias a agresivos borrachos que amenazaban a la gente de puerta en puerta en busca de comida y licor? Las primeras versiones de la leyenda de San Nicolas lo describen como un temible demonio llamado Krampus que golpeaba y secuestraba a los niños traviesos. En América, durante los siglos XVII y XVIII, la celebración de la Navidad iba en contra de la ley. A lo largo de este especial, nos encontraremos con personajes como Ebenezer Scrooge, George Bailey, El Grinch y Rodolfo El Reno, y explicaremos el verdadero origen de nuestras tradiciones navideñas. Así que toma tu ponche y una rebanada de pastel de frutas y acompáñanos a conocer la verdadera historia de la Navidad.

ERA NOCHE BUENA. Los niños habían hecho el pesebre y esperaban ansiosos la venida de Papá Noel cargado de regalos. Al amanecer del día 25 de diciembre encontraron una gran cantidad de paquetes con juguetes y dulces debajo de un flamante árbol de Navidad. Sus padres les aseguraban que todo aquello lo había traído Papá Noel durante la noche mientras ellos dormían.
¿Acaso dudaban los niños de lo que sus padres les decían? ¡Claro que no! Lo daban por hecho. ¿A usted no le sucedió lo mismo?
Muy pocos se han detenido a pensar por qué creen lo que creen, por qué observan determinadas costumbres. La mayoría de nosotros aprendimos a aceptar todo sin vacilar.
¿Por qué sucede esto? ¿Por instinto ovejuno? No exactamente.
Por naturaleza tenemos la tendencia a hacer lo mismo que hacen los demás… aunque estén equivocados. Las ovejas siguen el rebaño hasta el degolladero. Pero los humanos debemos fijarnos hacia dónde vamos.

¿Cuál fue el origen de la Navidad?

¿Es la Navidad realmente la celebración del nacimiento de Jesucristo? ¿Nació Jesús un 25 de diciembre?

Los apóstoles originales, quienes conocieron a Jesús personalmente y fueron instruidos por Él, ¿celebraban su cumpleaños el 25 de diciembre? ¿La idea se les ocurrió alguna vez? Si la Navidad es la festividad más importante del cristianismo, ¿por qué tantas personas que no son cristianas la observan? ¿Lo sabe usted?

¿Por qué es época de intercambiar regalos con nuestros parientes y amistades? ¿Tiene esta costumbre su origen en los magos quienes le presentaron obsequios al niño Jesús? Las respuestas nos pueden sorprender.

La mayoría de las personas “suponen” muchas cosas acerca de la Navidad… cosas que realmente no son ciertas. Pero no supongamos nada, sino que busquemos los hechos. 


Lo que dicen las enciclopedias
La palabra “navidad” es una contracción de “natividad”, que significa natalicio. Esta fiesta hizo su aparición en la Iglesia Católica y de allí se extendió al protestantismo y al resto del mundo.

Ahora bien, ¿de dónde la recibió la Iglesia Católica? No fue de las enseñanzas del Nuevo Testamento. No fue de la Biblia ni de los apóstoles quienes habían sido instruidos personalmente por Jesucristo. La Navidad se introdujo en la Iglesia durante el siglo cuarto, proveniente del paganismo.

Puesto que la celebración de la Navidad fue introducida en el mundo por la Iglesia Católica Romana y no tiene otra autoridad que la de ella misma, veamos lo que dice al respecto la Enciclopedia Católica (edición de 1.911):

“La Navidad no estaba incluida entre las primeras festividades de la Iglesia… los primeros indicios de ella provienen de Egipto… Las costumbres paganas relacionadas con el principio de enero se centraron en la fiesta de la Navidad”.

En la misma enciclopedia, bajo “Día Natal”, encontramos que Orígenes, uno de los padres de la Iglesia, reconoció la siguiente verdad: “…No vemos en las escrituras que nadie haya guardado una fiesta ni celebrado un gran banquete el día de su natalicio. Sólo los pecadores [como Faraón y Herodes] celebraban con gran regocijo el día en que nacieron en este mundo".

La Encyclœpedia Britannica, edición de 1.946, dice: “La Navidad no se contaba entre las antiguas festividades de la Iglesia…” No fue instituida por Jesucristo ni por los apóstoles, ni por autoridad bíblica. Fue tomada más tarde del paganismo.

La Enciclopedia Americana, edición de 1.944, dice: “La Navidad… de acuerdo con muchas autoridades no se celebró en los primeros siglos de la Iglesia Cristiana, ya que la costumbre del cristianismo en general era celebrar no el natalicio sino la muerte de personas importantes. [La “Comunión”, o mejor dicho, la Pascua, instituida por autoridad bíblica en el Nuevo Testamento, es una conmemoración de la muerte de Cristo.]… En memoria de este acontecimiento [el nacimiento de Cristo] se instituyó una fiesta en el siglo cuarto. En el siglo quinto, la Iglesia Occidental dio orden de que fuese celebrada para siempre, en el mismo día de la antigua festividad romana en honor del nacimiento del Sol, ya que no se conocía la fecha exacta del nacimiento de Cristo”.

Tomemos nota de este hecho importante: Estas autoridades históricas demuestran que durante los primeros dos o tres siglos de nuestra era los cristianos no celebraban la Navidad. Esta fiesta fue introducida en la Iglesia Romana en el siglo cuarto de nuestra era ¡y no fue hasta el siglo quinto que se estableció como fiesta oficialmente cristiana!
Jesús no nació un 25 de diciembre

¡Jesucristo ni siquiera nació en la época del año en que ahora se observa la Navidad! Cuando Él nació, “había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño” (Lucas 2.8). Esto jamás pudo haber acontecido en Judea en el mes de diciembre. Los pastores traían sus rebaños de los campos y los encerraban a más tardar a mediados de octubre para protegerlos de la estación fría y lluviosa que se acercaba. La Biblia misma prueba, en Cantares 2.11 y Esdras 10.9, 13, que el invierno era época de lluvias, lo cual hacía imposible que los pastores permanecieran de noche en el campo con sus rebaños.

“Era una antigua costumbre de los judíos de aquellos tiempos sacar sus rebaños a los campos y desiertos alrededor de la Pascua (a principios de la primavera) y traerlos nuevamente a casa al comenzar las primeras lluvias” (Adam Clarke Commentary, Comentario de Adán Clarke, volumen 5, página 370).

El mismo comentarista declara: “Los pastores vigilaban sus rebaños día y noche mientras permanecían fuera. Puesto que la primera lluvia caía a principios del mes de chesvan, que corresponde a parte de los meses de octubre y noviembre [comienza en octubre], vemos que los rebaños permanecían en el campo todo el verano. Ahora bien, según el relato bíblico los pastores todavía no habían recogido sus rebaños, lo que hace suponer que el mes de octubre no había comenzado aún y que, por lo tanto, nuestro Señor no nació un 25 de diciembre, cuando no había rebaños en los campos. No pudo haber nacido después del mes de septiembre, ya que los rebaños aún estaban en el campo de noche. Con esto, debemos descartar la natividad en diciembre. El pastoreo nocturno de los rebaños en los campos es un hecho cronológico."

Cualquier enciclopedia u otra autoridad nos puede confirmar el hecho de que Cristo no nació un 25 de diciembre. La Enciclopedia Católica lo dice claramente.

La fecha exacta del nacimiento de Jesucristo es totalmente desconocida. Esto lo reconocen todas las autoridades. La falta de espacio en esta publicación nos impide mostrar las escrituras que indican que este acontecimiento sucedió a principios de otoño, posiblemente en el mes de septiembre, alrededor de seis meses después de la Pascua.

Si Dios hubiera querido que guardáramos y celebráramos el cumpleaños de Jesucristo, no habría ocultado la fecha.

¿Cómo se introdujo en la Iglesia?

¿Cómo pudo esta fiesta pagana introducirse en el mundo cristiano occidental?

The New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge (La nueva enciclopedia de conocimiento religioso, de Schaff-Herzog) lo explica claramente en su artículo sobre la Navidad: “No puede determinarse con precisión… hasta qué punto la fecha de esta festividad dependió de la pagana Brumalia (25 de diciembre), que seguía a la Saturnalia (17-24 de diciembre) y conmemoraba el día más corto del año y el nuevo Sol. Las festividades paganas de Saturnalia y Brumalia estaban demasiado arraigadas en las costumbres populares para ser suprimidas por la influencia cristiana… La festividad pagana, con su alboroto y jolgorio, gustaba tanto que los cristianos vieron con agrado una excusa para continuar celebrándola sin mayores cambios en el espíritu y la forma de su observancia. Predicadores cristianos de Occidente y del Oriente Cercano protestaron contra la frivolidad indecorosa con que se celebraba el nacimiento de Cristo, mientras los cristianos de Mesopotamia acusaban a sus hermanos occidentales de idolatría y de culto al Sol por aceptar como cristiana esta festividad pagana”.

Recuérdese que el mundo romano había sido pagano. Antes del siglo cuarto los cristianos eran pocos, aunque su número iba en aumento, y eran perseguidos por el gobierno y los paganos. Pero con el advenimiento del emperador Constantino quien en el siglo cuarto se declaró cristiano y elevó al cristianismo a un nivel de igualdad con el paganismo, el mundo romano comenzó a aceptar este cristianismo popularizado y los nuevos adeptos sumaron centenares de millares.

Tengamos en cuenta que esta gente había sido educada en las costumbres paganas, siendo la principal aquella fiesta idólatra del 25 de diciembre. Era una fiesta de alegría y gozaba de un espíritu especial. ¡Le gustaba al pueblo! ¡No querían suprimirla! El artículo ya citado de The New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge explica cómo el reconocimiento del día domingo por parte de Constantino, día en que antes los paganos adoraban al Sol, y cómo la influencia del maniqueísmo pagano, que identificaba al Hijo de Dios con el Sol, dieron motivo a estos paganos del siglo cuarto, ahora convertidos en masa al cristianismo, para acomodarle a su fiesta pagana del 25 de diciembre (día del nacimiento del dios Sol) el título de día del nacimiento del Hijo de Dios.

¡Así fue como la “Navidad” se introdujo en nuestro mundo occidental! Aunque le demos otro nombre, sigue siendo la misma fiesta pagana de culto al Sol. Sólo ha cambiado el nombre. Podemos llamar “león” a una liebre, mas no por esto deja de ser liebre. La Encyclœpedia Britannica dice: “A partir del año 354 algunos latinos pudieron haber trasladado la fecha del 6 de enero al 25 de diciembre, la cual era entonces una fiesta mitraica… o cumpleaños del invencible Sol… Los sirios y los armenios, aferrándose a la fecha del 6 de enero, acusaban a los romanos de idólatras y adoradores del Sol, sosteniendo… que la fiesta del 25 de diciembre había sido inventada por los discípulos de Cerinto…”

El verdadero origen de la Navidad

Hemos visto, pues, que la Navidad llegó al mundo por medio de la Iglesia Católica y que ella la recibió del paganismo. Ahora bien, ¿de donde la sacaron los paganos? ¿Cuál fue su verdadero origen?

La Navidad es una de las principales tradiciones del sistema corrupto llamado Babilonia, y como tal es censurado en las profecías y enseñanzas bíblicas. ¡Tiene sus raíces en la antigua Babilonia de Nimrod! Sí. ¡data de la época inmediatamente posterior al diluvio!

Nimrod, nieto de Cam, hijo de Noé, fue el verdadero fundador del sistema babilónico, sistema de la competencia organizada, de imperios y gobiernos humanos, del sistema económico del lucro, el cual se ha apoderado del mundo desde entonces. Nimrod construyó la torre de Babel, la Babilonia original, Nínive y muchas otras ciudades. Organizó el primer reino de este mundo. El nombre Nimrod se deriva de la voz hebrea marad que significa “rebelar”.

De escritos antiguos aprendemos que fue este hombre quien comenzó la gran apostasía mundial organizada que ha dominado al mundo desde tiempos inmemoriales hasta ahora. Nimrod era tan perverso que se dice se casó con su propia madre cuyo nombre era Semíramis. Muerto prematuramente, su llamada madre-esposa, Semíramis, propagó la perversa doctrina de la supervivencia de Nimrod como ser espiritual. Sostenía que de la noche a la mañana un gran árbol (tipo siempre verde) surgió de una cepa muerta, lo cual simbolizaba el nacimiento de Nimrod a una nueva vida. Ella declaró que en cada aniversario de su natalicio Nimrod dejaría regalos en el árbol. La fecha de su nacimiento era el 25 de diciembre. He aquí el verdadero origen del árbol de Navidad.

Con tramas e intrigas Semíramis se convirtió en la “reina del cielo” babilónica, y Nimrod, bajo diversos nombres, se convirtió en el “divino hijo del cielo”. Después de varias generaciones de esta adoración idólatra, Nimrod también se tornó en el falso mesías hijo de Baal, el dios Sol. En este falso sistema babilónico “la madre y el hijo” (Semíramis y Nimrod nacido nuevamente) se convirtieron en los principales objetos de adoración. Esta veneración de “la madre y el hijo” se extendió por todo el mundo, con variación de nombres según los países y las lenguas. Por sorprendente que parezca, encontramos el equivalente de la Madona ¡mucho antes del nacimiento de Jesucristo!

Así fue como en los siglos cuarto y quinto, mientras los paganos del mundo romano se convertían en masa al “cristianismo” llevando consigo sus antiguas creencias y costumbres paganas y disimulándolas bajo nombres cristianos, se popularizó también la idea de “la madre y el hijo”, especialmente en época de Navidad. Las tarjetas de Navidad, los villancicos y las escenas del pesebre reflejan este mismo tema.

Quienes fuimos criados en este mundo babilónico, quienes hemos escuchado y aceptado estas cosas durante toda la vida, hemos aprendido a venerarlas como algo sagrado. Jamás dudamos. Jamás nos detuvimos a investigar si estas costumbres tenían su origen en la Biblia o en la idolatría pagana.

Nos asombramos al conocer la verdad y, desgraciadamente, hay quienes se ofenden ante la verdad escueta. Pero Dios ordena a sus ministros fieles: “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta y anuncia a mi pueblo su rebelión” (Isaías 58.1). Increíble como parezca, estos son hechos reales en la historia y en la Biblia.

El verdadero origen de la Navidad está en la antigua Babilonia. ¡Está envuelto en la apostasía organizada que ha mantenido engañado al mundo desde hace muchos siglos! En Egipto siempre se creyó que el hijo de Isis (nombre egipcio de la “reina del cielo”) nació un 25 de diciembre. Los paganos en todo el mundo conocido celebraron esta fecha siglos antes del nacimiento de Jesucristo.

Jesús el verdadero Mesías, no nació un 25 de diciembre. Los apóstoles y la Iglesia primitiva jamás celebraron el natalicio de Cristo en esa fecha ni en ninguna otra. No existe en la Biblia mandato ni instrucción alguna para hacerlo. Pero sí existe el mandato de observar, no festejar, la fecha de su muerte (1 Corintios 11.24-26; Juan 13.14-17).

Así fue como los “misterios caldeos”, inventados por la esposa de Nimrod nos fueron legados - con nuevos nombres cristianos - por las religiones paganas.

Otras costumbres paganas

Además de las tradicionales costumbres navideñas de nuestros pueblos, hemos adoptado otras que con ser de origen pagano logran una acogida entusiasta. La “flor de Navidad” y el madero que se enciende en la chimenea son “vestigios de épocas precristianas”, según la Enciclopedia Americana. La corona verde o guirnalda que adorna las puertas de tantos hogares es igualmente pagana. De ella dice Frederick J. Haskins en su libro Answers to Questions (Respuestas a algunas preguntas): “Se remonta a las costumbres paganas de adornar edificios y lugares de adoración para la festividad que se celebraba al mismo tiempo de la Navidad. El árbol de Navidad viene de Egipto y su origen es anterior a la era cristiana”.

Aun las velas, símbolo tradicional de la Navidad, son una vieja costumbre pagana, pues se encendían al ocaso para reanimar al dios Sol cuando éste se extinguía para darle paso a la noche.

También el Papá Noel

“Papá Noel”, o “Santa Claus”, es el mismo “San Nicolás”, obispo católico del siglo quinto. La Encyclœpedia Britannica, edición 11, volumen 19, páginas 648-649, dice: “San Nicolás, obispo de Mira santo venerado por los griegos y los latinos el 6 de diciembre… Se dice que una leyenda según la cual regalaba clandestinamente dotes a las tres hijas de un ciudadano pobre… dio origen a la costumbre de obsequiar regalos en secreto la víspera del día de San Nicolás [6 de diciembre], fecha que después se cambió al día de Navidad. De allí la asociación de la Navidad con Santa Claus…”

Los padres castigan a sus niños por decir mentiras pero al llegar la Navidad ¡ellos mismos se encargan de contarles la mentira de “Papá Noel”, los “Reyes Magos” o del “Niño Dios” !Entonces, ¿por qué nos extraña que al llegar a la edad adulta también crean que Dios es un mito?

Cierto niño, sintiéndose tristemente desilusionado al conocer la verdad, le comentó a un amiguito: “Sí, ¡y también me voy a informar acerca del tal Jesucristo!”

¿Es cristiano enseñarles a los niños mitos y mentiras? Dios dice “No engañaréis ni mentiréis el uno al otro” (Levítico 19.11). Aunque a la mente humana le parezca bien y lo justifique, Dios también dice: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”.

Estudiados los hechos, pues, vemos con asombro que la costumbre de celebrar la Navidad en realidad no es costumbre cristiana sino pagana ¡Ello constituye uno de los caminos de Babilonia en que el mundo ha caído!

¿Es bíblico el intercambio de regalos?

Para algunas personas este es el punto más importante de todo lo que se refiere a la observancia de la Navidad: la época de comprar e intercambiar regalos. Al respecto muchos exclamarán triunfalmente: “¡Para esto sí tenemos autorización bíblica! ¿Acaso Jesucristo al nacer no recibió regalos de los magos?”

Nuevamente la verdad nos ha de sorprender. Primero, veamos el origen histórico de la costumbre de dar aguinaldos para después ver lo que nos dice la Biblia al respecto.

Citamos lo siguiente de la Bibliotheca Sacra, volumen 12, páginas 153-155: “El intercambio de regalos entre amigos es característico tanto de la Navidad como de la Saturnalia y los cristianos seguramente lo tomaron de los paganos, como lo demuestra con claridad la amonestación de Tertuliano”.

La verdad es que la costumbre de intercambiar regalos con amigos y parientes durante la época navideña, ¡no tiene absolutamente nada que ver con el cristianismo! Aunque nos parezca extraño. ¡ello no celebra el nacimiento de Jesucristo ni lo honra a Él! Supongamos que alguna persona que usted estima está celebrando su cumpleaños. ¿La honraría usted comprando cantidades de regalos para todos los demás parientes y amigos; haciendo caso omiso de la persona a quien desea honrar? ¿No le parece absurdo desde este punto de vista?

Sin embargo, esto es precisamente lo que hace la gente en todo el mundo. Observan un día en que Cristo no nació, gastando todo el dinero que logran reunir para obsequiar regalos a sus parientes y amigos. Pero años de experiencia nos enseñan que los cristianos profesos suelen olvidarse de dar algo a Cristo y a su Obra en el mes de diciembre. Este suele ser el mes en que más sufre la Obra de Dios. Aparentemente la gente está tan ocupada intercambiando aguinaldos que no se acuerdan de Cristo ni de su Obra. Después, durante enero y aun febrero, tratan de recuperar todo lo que gastaron en Navidad, de modo que muchos, en lo que se refiere al apoyo que dan a Cristo y su Obra, no vuelven a la normalidad hasta marzo.

Veamos lo que dice la Biblia en Mateo 2.1, 11 respecto a los regalos que llevaron los magos cuando nació Jesucristo. “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?… Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra”.
¿Por qué le llevaron regalos a Cristo?

Notemos que los magos preguntaron por el niño Jesús, nacido rey de los judíos. Pero, ¿por qué le llevaron regalos? ¿Por ser su cumpleaños? ¡De ninguna manera!, ya que ellos llegaron varios días o semanas después de su nacimiento. Entonces, ¿lo hicieron para darnos ejemplo? ¡No! Tomemos nota. Ellos no intercambiaron regalos; más bien “le ofrecieron presentes” a Él, a Cristo. ¡No intercambiaron regalos con sus amigos y familiares, ni entre ellos mismos!

¿Por qué? El mencionado comentario bíblico de Adán Clarke, volumen 5, página 46, dice: “Versículo 11. (Le ofrecieron presentes.) En el Oriente no se acostumbra entrar a la presencia de reyes y grandes personajes con las manos vacías. Esta costumbre es señalada con frecuencia en el Antiguo Testamento y aún persiste en el Oriente y en algunas islas… del Pacífico Sur”.

¡Ahí está! ¡Los magos no estaban instituyendo una nueva costumbre cristiana de intercambiar regalos para honrar el nacimiento de Jesucristo! Actuaron de acuerdo con una antigua costumbre oriental que consistía en llevar regalos al presentarse ante un rey. Ellos llegaron en persona ante la presencia del Rey de los judíos. Por tanto llevaron obsequios de la manera que lo llevó la reina de Sabá a Salomón y así como hoy los llevan quienes visitan a un jefe de estado.

La costumbre de dar aguinaldos no tiene nada que ver con este acontecimiento; más bien es la continuación de una antigua costumbre pagana. En vez de honrar a Cristo, lo que hace es atrasar su Obra cada año en la época navideña.
¿Honra a Cristo realmente?

Ahora veamos un argumento utilizado con frecuencia para justificar la observancia de la Navidad.

Hay quienes insisten en que a pesar de tener sus raíces en una costumbre pagana, ahora no se observa la Navidad para honrar a un falso dios, el dios Sol, sino para honrar a Jesucristo.

¿Que nos dice la palabra de Dios al respecto? “No caigas en la trampa detrás de ellos [los pueblos paganos] no consultes a sus dioses ni averigües como les daban culto dichos pueblos, para hacer tú lo mismo. Tú no harás lo mismo con el Señor, tu Dios, porque ellos hacían a sus dioses cosas que detesta y abomina el Señor” (Deuteronomio 12.30-31, Nueva Biblia Española).

Asimismo, el profeta Jeremías nos advierte con respecto a las costumbres tradicionales de la sociedad que nos rodea: “Dice el Señor: No imitéis la conducta de los paganos… Los ritos de esos pueblos son falsos” (Jeremías 10.2-3, Nueva Biblia Española).

Dios nos dice claramente en su manual de instrucciones para nosotros - la Biblia - que no aceptará esta clase de culto aunque sea con la intención de honrarlo a Él. Nos dice que eso es abominable y por tanto no lo honra a Él sino a los falsos dioses paganos. Dios no quiere que lo honremos “como nos dicte nuestra propia conciencia”. Jesucristo dijo claramente: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4.24). ¿Qué es verdad? El mismo Jesús dijo que su Palabra, la Santa Biblia, es verdad. (Juan 17.17). La Biblia dice que Dios no aceptará el culto de personas que, queriendo honrar a Cristo, adopten una costumbre pagana.

De nuevo, Jesús dijo: “Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mateo 15.9). La observancia de la Navidad es un mandamiento de hombres y esto lo ha prohibido Dios. Jesucristo dijo además: “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición” (Mateo 15.6).

Esto es precisamente lo que hacen hoy millones de personas. Desechan el mandamiento de Dios. Su mandamiento con respecto a la celebración de costumbres paganas para honrar o adorar a Dios es clarísimo: “Tú no harás lo mismo con el Señor, tu Dios”. Sin embargo, la mayoría de la personas toman a la ligera este mandamiento y lo invalidan siguiendo la tradición de los hombres al observar la Navidad.

¡No nos equivoquemos! Dios nos permite desobedecer. Nos permite seguir las costumbres de los hombres. Nos permite pecar. Pero también nos advierte que habrá un día de juicio en el que ¡segaremos lo que hayamos sembrado! Jesucristo fue la Palabra viviente y personal de Dios, y la Biblia es la Palabra de Dios escrita. ¡Por esas palabras seremos juzgados para toda la eternidad! No debemos hacer caso omiso de ellas ni tomarlas a la ligera.
Estamos en Babilonia sin saberlo

La Navidad se ha convertido en una fiesta comercial, sostenida en parte por las compañías y campañas publicitarias más grandes. En muchos lugares vemos a un “Papá Noel” disfrazado. Los anuncios publicitarios nos mantienen engañados sobre el “espíritu navideño”. Los diarios que publican estos anuncios también publican editoriales que exaltan y elogian la festividad pagana y su “espíritu”. La gente crédula está tan convencida que muchos se ofenden al conocer la verdad. Pero el “espíritu de Navidad” es revivido cada año, no para honrar a Cristo ¡sino para vender mercancías! Como todos los engaños de Satanás, la Navidad también se presenta como “ángel de luz”, algo aparentemente bueno, Todos los años se derrochan miles de millones en compras… ¡mientras la causa de Cristo sufre por ello! ¡Esto es parte del sistema económico de Babilonia!

Nos hemos denominado naciones cristianas, pero sin saberlo estamos realmente en Babilonia, tal como lo predijo la Biblia. Apocalipsis 18.4 nos advierte: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”.

Este año, en lugar de intercambiar regalos, ¿por qué no invertir ese dinero en la Obra de Dios?
KRAMPUS:
 Krampus es una criatura del flolklore de países alpinos. Según la leyenda, esta criatura (demoníaca en apariencia) castiga a los niños malos durante la temporada de Yule, en contraste con San Nicolás, quien premia a los niños buenos con regalos. Se dice que Krampus captura a los niños particularmente traviesos en su saco y se los lleva con él.
 La palabra Krampus proviene del antiguo alemán “krampen”, que significa garra. Según otras fuentes, Krampus recibe su nombre de una palabra que quiere decir "gacela", por sus largos cuernos.
En la época previa al cristianismo, Europa tuvo una gran variedad de leyendas asociadas al pago de tributo (festines, sacrificios) a las deidades para la obtención de una buena cosecha (la cual sucedía en el solsticio de invierno). Estas tradiciones sobrevivieron en cierta forma, mezclándose con festividades cristianas, y en algunos lugares, durante la época de cosecha (es decir, con el solsticio de invierno, que a la vez coincidía con la víspera de Navidad), la gente se difrazaba de "demonios", y pedian comida y bebida en las calles.
Según la leyenda, este demonio aparece en la noche del 5 de Diciembre, merodeando las calles durante dos semanas, haciendo sonar campanas y cadenas oxidadas para asustar a los niños pequeños.
Su apariencia es representada por una criatura de apariencia demoniáca. Su rostro diabólico está acompañado de una larga lengua roja, con cuernos en la frente y mirada enfermiza. Tiene el cuerpo cubierto por un oscuro y tupido pelaje, y sus patas son similares a las de un fauno. En muchas imágenes es ilustrado con una canasta en su espalda, en donde coloca a los niños malos para llevarlos al infierno.
 El Krampus fue aislado y condenado por distintas iglesias, por ser una tradición pagana y por su apariencia demoniáca.
Durante la etapa posterior de la Guerra civil austriaca, la tradición del Krampus fue un objetivo perseguido por el régimen de Dollfuss.
Tradicionalmente en Austria, los hombres jóvenes se visten como el Krampus la noche del 5 de diciembre y durante las dos primeras semanas deambulan por las calles asustando a los niños con cadenas oxidadas y campanas.
Por otra parte, "algunas veces los que se disfrazan se emborachan, pelean, y causan disturbios"
 
 Ebenezer Scrooge 
 
Es el nombre del protagonista de la novela de 1843 Cuento de Navidad de Charles Dickens. Al principio de la novela es un hombre de corazón duro, egoísta y al que le disgusta la Navidad, los niños o cualquier cosa que produzca felicidad. Dickens lo describe de esta manera: El frío de su interior le helaba las viejas facciones. le amorataba la nariz afilada, le arrugaba las mejillas, le entorpecía la marcha, le enrojecía los ojos, le ponía azules los delgados labios; hablaba astutamente y con voz áspera. Su apellido ha pasado a convertirse en inglés en sinónimo de avaro y misántropo, en referencia a los rasgos más característicos del personaje, tratados de la forma exagerada por la que Dickens es bien conocido. La historia de su transformación tras la visita de tres fantasmas navideños (el de las Navidades Pasadas, el de las Navidades Presentes y y el de las Navidades Futuras) se ha convertido en un icono de la Navidad en algunas culturas. La frase de Scrooge “¡Bah, paparruchas!” ("Bah, humbug!", en el original) se usa también a menudo para expresar disgusto por las fiestas navideñas en épocas recientes.
La historia de Cuento de Navidad comienza en Nochebuena con Scrooge en su lugar de trabajo. El libro no especifica cuál es exactamente su negocio, aunque generalmente se asume que es banquero o algún tipo de prestamista. En algunas versiones modernas aparece como abogado. Sea cual sea su trabajo parece estar relacionado con la usura hacia gente de escasos medios. Esto, junto con su falta de caridad y el trato despótico hacia su empleado Bob Cratchit parecen ser sus principales defectos. Scrooge siente una total repugnancia hacia los pobres, sobre los cuales piensa que sería mejor que estuvieran muertos para “rebajar la población” que sobra y alaba los asilos para pobres de la época victoriana. Siente un particular disgusto por las fiestas Navideñas, y rechaza la invitación de su sobrino Fred de celebrar la Navidad con él y su familia, y su único acto de amabilidad hacia su empleado en estas fechas es darle el día libre por Navidad, aunque parece que lo hace por obligación social más que por auténtica amabilidad. Para él no es más que un día de dinero perdido.
Después de presentarnos al personaje, la novela le sigue en su residencia con la intención de pasar las Navidades solo. Allí es visitado por el fantasma de su difunto socio, Jacob Marley, el cual basó su vida en explotar a los pobres por lo cual ha sido condenado a arrastrar una larga y pesada cadena, símbolo de sus actos de avaricia y maldad. Marley visita a Scrooge para decirle que se arriesga a seguir su mismo destino, y le anuncia que será visitado por tres espíritus: Pasado, Presente y Futuro. El resto de la novela actúa como una biografía y perfil psicológico, mostrando su evolución hasta su estado actual, y la manera en la que los otros lo ven.
Según lo prometido, el Espíritu de la Navidades Pasadas le hace una visita y lo lleva a su época de escolar. Aquí se sugiere que su padre lo tenía abandonado y tenía que permanecer en el internado incluso en Navidad. Esto explica los inicios de la falta de socialización y empatía de Scrooge. Al ser menospreciado por sus padres, él aprendió a su vez a no valorar a sus compañeros. Más adelante el fantasma le enseña cómo el éxito en su negocio le convierte en un adicto al trabajo. Esto hace que su pareja le abandone lo que endurece aún más su corazón. También le produce un gran daño la muerte de su hermana Fan, el único miembro de su familia con quien tenía buena relación,lo que hace que pierda todo amor hacia el mundo. A Scrooge solo le queda ahora su sobrino, pero no se preocupa mucho por él, ya que le culpa de la muerte de su hermana tras darle a luz (como el padre de Scrooge lo culpó a él de la muerte de su madre).
La visita del Espíritu de las Navidades Pasadas también revela el origen de su neurótico odio hacia la Navidad, ya que muchos de los acontecimientos clave en la vida de Scrooge sucedieron durante la época de Navidad.
Scrooge es luego visitado por el Espíritu de la Navidades Presentes, que le muestra la felicidad que hay alrededor de las familias de clase media y de la pobre familia de Cratchit. Estos últimos tienen un hijo cojo al que cuidar con la miseria que Scrooge paga a su empleado. El fantasma también le enseña los demonios de la Miseria y la Ignorancia en forma de dos niños pobres y sucios.
El Espíritu de las Navidades Futuras le muestra como la gente se alegrará de su futura muerte y de las consecuencias futuras de sus acciones. Scrooge ve entonces su propia tumba antes de despertar y descubrir que es todavía la mañana de Navidad, por lo que aún está a tiempo de cambiar su destino. Scrooge pasa a partir de ese momento a convertirse en un modelo de generosidad y amabilidad.
 George Bailey
  La gente le pide a Dios que se acuerde de George Bailey, y le ayude a ser feliz. San José encarga el trabajo de enviar a George a Clarence, un ángel de segunda clase, que es el que más tiempo lleva intentado ganarse las alas. Antes de enviar a Clarence a la tierra, San José le muestra lo que ha sido la vida de George Bailey. George Bailey tuvo un sueño toda su vida, dejar el mísero pueblo en que le había tocado vivir, viajar por todo el mundo y estudiar una carrera universitaria. Pero el destino, la fortuna esquiva y el estar dispuesto siempre a hacer lo que es correcto le impiden llevar a cabo su sueño.
Era todavía un niño, cuando rescata a su hermano pequeño que había caído al hielo; esa acción heroica le costó perder la audición en uno de sus oídos. Unos años más tarde evitó que el boticario para quien él que trabajaba, diera veneno a un niño por accidente. A pesar de ello, y antes de que el farmacéutico se lo agradeciera le dio un buen golpe. Pero lo que llevaría a George a encadenar su vida a la de su pueblo era la compañía de emprestitos creada por su padre, y que estaba destinada a dejar dinero a aquellas personas que no podían pedírselo al banco. Su padre, junto con su tío, tío Billy, luchan por mantener a flote su compañía, más dedicada al altruismo que a los negocios, de los ataques del señor Potter, un tiburón de los negocios que es dueño del banco, de la prensa, de los hoteles y de todo los negocios rentables de la ciudad.
Justo antes de que George vaya a salir en su primer viaje alrededor del mundo, en uno de los enfrentamientos verbales entre su padre y el señor Potter, el padre de George sufre un ataque al corazón y muere. George tiene que suspender su viaje. Y unos meses más tarde, cuando el señor Potter solicita que se disuelva la compañía de emprestitos de la que el también es accionista, George hace un brillante discurso, con la que convence a los accionistas de que no disuelvan la compañía, pero estos le piden que debe dirigirla él, o la empresa se disolverá. Una vez más, George cumplirá con su deber, y mandará a su hermano a la universidad con el dinero que era destinado para él, con la promesa de que cuando vuelva, será el quien vaya a la universidad y su hermano ocupe su puesto. Pero cuando su hermano vuelve, está casado y su suegro le ha ofrecido un buen empleo, aunque él está dispuesto a cumplir con lo pactado con George, este no le dejará, y quedará una vez más atado a Bedford Falls y a la pequeña compañía de empréstito.
Un oasis en sus infortunios será la bella Mary. Ella enamorada de él desde que eran niños, fue novia de Sam un amigo de George que ha hecho fortuna en Nueva York y que le ha ofrecido un buen empleo a George. Sin embargo, George rechazará su oferta y se casará con Mary. Tendrán cuatro hijos.
Durante toda su vida George no va a cesar de tener que luchar contra Potter y sus ansias por arruinar la compañía de emprestitos, el mismo día de la boda de George, y cuando este iba de luna de miel y por fin a salir de su odiada ciudad natal, ocurre una crisis, que cierra el banco. La gente acude a la compañía de emprestitos y el tío Billy, asustado, cierra las puertas, sabiendo que eso será la quiebra. George abandona el taxi que le lleva a la estación y se enfrenta ante sus asustados inversores. Pero el pánico por la miseria no se supera con brillantes discursos y para contentar a sus inversores tiene que empeñar el dinero que iba a gastar en su luna de miel. Apenas le sobran dos dólares, y no podrá dejar Bedfordfalls.
La lucha continua, entre el tiburón de los negocios y el desafortunado George Bailey, desesperado ante la obstinación de George, Potter trata de comprarlo ofreciéndole un buen empleo, y por un momento parece haberle hipnotizado, haciéndole ver que fácil es cumplir todos sus sueños. Pero justo en ese momento y cuando estrechan las manos, George comprende que le están comprando y rectifica, rechaza la oferta y la lucha continua.
Llegan tiempos difíciles, la segunda guerra mundial pone a prueba a todos los americanos, y también a los ciudadanos de aquella pequeña ciudad perdida. Unos en el servicio activo, participaron en la contienda, mientras que otros están en la acción civil. A George debido a su oído le tocó quedarse en casa. Pero tuvo la satisfacción de que su hermano Harry, que fue a la guerra como piloto, derribó a unos Kamikazes justo antes de que se lanzaran contra un convoy, salvando la vida a muchos soldados americanos por lo que fue premiado con la medalla del congreso.
Tras contar toda la vida de George, llegamos al día de nochebuena cuando empieza nuestra historia. Aquel día, el presidente concedía la medalla a Harry, y George compró casi todos los periódicos y los fue regalando a sus paisanos. George tenía una inspección de hacienda esa jornada, y tío Billy tenía que ingresar ocho mil dólares en el banco en la cuenta de la compañía. Pero cuando iba a hacer el ingreso se encuentra con Potter, y le increpa con la noticia de Harry, así que deja el dinero en el periódico que lleva Potter.
George y tío Billy buscan el dinero por todas partes, pero no lo encuentran. Sumido en la desesperación y sin poder pedir el dinero a nadie, George acude a Potter, pero este que sabe la verdad aprovecha la desesperación de George, y le amenaza con denunciarlo, desesperado, y con un seguro de vida como única propiedad George piensa en suicidarse, pensando que vale más muerto que vivo.
Cuando está a punto de lanzarse al río, ve como un anciano cae al agua, y una vez más olvida todos sus problemas y acude a salvar al pobre anciano, y mientras este se seca las ropas mojadas, el viejo le dice que se llama Clarence y que es su ángel de la guarda. George no le cree, pero en la conversación le dice que desearía no haber nacido, Clarence se lo concede, y cuando regresan al pueblo, todo ha cambiado.
La visión que Clarence hace ver a George es desoladora, el pueblo ha dejado de llamarse Bedford Falls y ahora se llama Poterville, los vecinos y amigos a los que ha ayudado no le reconocen, ve la tumba de su hermano al que no pudo salvar por no haber nacido, y piensa en los que murieron en la guerra porque su hermano no estuvo allí para salvarlo, las casas que ayudó a construir con sus emprestitos nunca se construyeron, su tío Billy estaba en un manicomio, su madre viuda y sin hijos regentaba una pensión y finalmente su esposa era una bibliotecaria solterona. Desesperado por la visión, George regresa al puente donde había intentado suicidarse, y pide a Dios que le devuelva su vida.
Cuando un amigo lo encuentra, y le llama por su nombre, George sabe que la visión ha terminado, y que ha recuperado su vida, a pesar de que sabe que irá a la cárcel por desfalco pero no le importa porque ha recuperado su vida, su hermano, su esposa, sus hijas, su madre y sus vecinos por quien tanto se ha sacrificado.
Como un loco regresa corriendo a su casa deseando feliz navidad a todo lo que encuentra incluida la compañía de emprestitos e incluso al señor Potter, hasta llegar a su casa. Allí abraza a todos sus hijos, y saluda al inspector de policía y al Sheriff que le están esperando para detenerlo.
Entonces llega tío Billy, y anuncia que un milagro ha sucedido, Mary ha hablado con algunos amigos contándoles que George tenía problemas y toda la ciudad había hecho una gran colecta, aparecen todos los que George ha ayudado durante toda su vida y por los que se ha sacrificado dando todo lo que tienen para que George pueda salir adelante, y finalmente aparece su hermano que al saber que su hermano tenía problemas ha dejado plantado al presidente y ha volado bajo una tormenta para estar junto a su hermano en aquellos momentos, y llega a tiempo para brindar por su hermano, para él y para sus amigos, el hombre más rico de la ciudad.
Del árbol de navidad suenan unas campanitas, que anuncian que Clarence ha ganado sus alas.
 
 
DOWNLOAD HERE>>>

sábado, 24 de diciembre de 2011

Controlar los Gastos:Actitud Inteligente según la Biblia

biblias y miles de comentarios
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 29MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
comprar
inteligentemente
«… se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel»5
—San Pablo
Consumir no es malo. Ninguno de nosotros estaría vivo si no consumiéramos. Sin embargo, creo que cómo consumimos es lo que hace la diferencia entre perdedores y ganadores. Un comprador inteligente es aquel comprador que sabe lo que necesita, tiene un plan de acción, toma decisiones basadas en principios y valores sólidos y, al final del día, ¡sale con dinero en el bolsillo!
Hay tres cosas que considero muy importantes al momento de comprar inteligentemente:
     Primero, uno debe tener un plan para controlar gastos.
     Segundo, uno debe diferenciar conscientemente entre necesidades, deseos y gustos.
     Y finalmente, uno debe desarrollar ciertas tendencias en el carácter personal que le permitan reaccionar apropiadamente bajo presión (que es cuando, en la mayoría de los casos, cometemos los errores económicos más importantes).
A. Un plan para respetar
Si usted quiere ser un comprador inteligente, si quiere que le vaya bien en sus compras, en primer lugar tiene que tener una forma de controlar el dinero y no dejar que el dinero lo controle a uno. Muchos latinos viven para consumir en lugar de consumir para vivir. Viven atrapados por la incertidumbre de si llegarán a fin de mes o no, sin tener la menor idea de cómo están gastando su dinero.
Hablamos de un plan para controlar gastos porque es importantísimo tener un plan que nos permita parar a tiempo una vez que se acabaron los recursos disponibles para hacer una determinada compra. Al mismo tiempo, un plan de control de gastos—un presupuesto—nos permitirá saber exactamente no solo cuánto podemos gastar en una determinada compra, sino que también determinará qué tan grande, nuevo o costoso será el bien que habremos de comprar … ¡antes de salir a la calle a comparar precios!
El plan de manejo del dinero que voy a presentarle tiene que ser adaptado a su situación particular en el país en donde vive. Quizás eso signifique que el presupuesto deba calcularse en dólares; quizá deba revisarse cada dos o tres meses; quizá no tenga que tener un presupuesto en absoluto, sino que tenga que desarrollar un plan propio para manejar sabiamente sus entradas económicas.
Lo importante es que tenga un plan. Si vive en los Estados Unidos o Canadá, esta guía para armar un presupuesto es exactamente lo que necesita para manejar sus finanzas con un plan apropiado. Los porcentajes sugeridos son para una familia de cuatro personas que gana un salario promedio en los Estados Unidos, Puerto Rico o Canadá. Si no vive en uno de esos países, por favor no le preste atención a los porcentajes. Los hemos colocado en beneficio de los millones de hispanohablantes que sí viven allí.
En esta sección vamos a aprender a armar un presupuesto para su familia, para sí mismo, e incluso podrá adaptar este material al plan del presupuesto de un negocio o una organización filantrópica como una iglesia, un club social o una organización de beneficencia. Para lograr nuestros objetivos nos vamos a enfocar en dos áreas importantes. En la primera parte nos dedicaremos a la parte filosófica, en la cual estaremos viendo por qué es necesario armar un presupuesto.
La segunda parte será muy práctica. Iremos, punto por punto, armando juntos el presupuesto familiar. Cuando lleguemos a la parte de las categorías, entre una y otra, deténgase unos minutos para trabajar paso por paso.
1. ¿Por qué tenemos que tener un plan?
Tener un plan para controlar sus gastos—un presupuesto—es el primer paso vital y prerrequisito sine qua non para poder tomar decisiones económicas como, por ejemplo, cuánto puede pagar por una casa, qué tipo de automóvil puede comprar o cuánto puede pagar por un determinado artefacto electrodoméstico.
Sin un plan sería como lanzarse al vacío en medio de una noche de niebla: nunca sabemos qué tan profundo habremos de caer y cuándo abrir el paracaídas.
a) Excusas para no hacer un presupuesto
1) «No tenemos qué presupuestar». Alguna gente me dice «¿Cómo vamos a desarrollar un presupuesto familiar si no tenemos nada que presupuestar? ¡No tenemos dinero!» A mí me gusta contestar: «Cuanto menos tengamos, más control debemos tener sobre nuestras finanzas». Si hablamos de alguna estrella de fútbol o de Hollywood, que ganan millones de millones todos los años, quizás ellos puedan darse el lujo de perder un millón por aquí o por allá. Pero si usted y yo perdemos US$10 o una mínima cantidad de pesos cada mes, es muy diferente: nuestros recursos son limitados y necesitamos controlar al máximo las salidas de dinero.
2) «No estamos acostumbrados a tener un presupuesto en nuestra familia». Otra gente me dice que no maneja un presupuesto familiar. Pero eso no puede ser cierto porque si uno está vivo, tiene ropa y come todos los días, maneja, de alguna manera, un presupuesto. Puede ser que no lo tenga escrito. Puede ser que lo tenga solamente en su mente. Pero seguro que tiene un presupuesto.
Se lo voy a probar. Suponga que su esposa un día le dice: «Querido, cómo me gustaría comprarme ese vestido rojo con rayas verdes y anaranjadas que vi a la vuelta de casa» ¿Qué es lo primero que usted piensa? Inmediatamente (y de forma casi inconsciente) calcula cuánto está ganando y cuánto lleva gastado ese mes, cuánto tiene que pagar de alquiler o de hipoteca, cuánto gasta regularmente de comida y transporte … Básicamente, cuánto tiene guardado y cuánto necesita para llegar a fin de mes. Al terminar este proceso de pensamiento puede decidir si comprar o no el vestido. Eso es manejar un presupuesto. No está escrito en blanco y negro sobre un pedazo de papel, pero allí está, en su mente.
Lo que vamos a tratar de hacer en las próximas páginas es colocar ese presupuesto que usted tiene en la cabeza sobre un pedazo de papel para hacer dos cosas: primero, para poder tener el control de nuestras finanzas, ya sean familiares o personales; y segundo para ponernos de acuerdo con nuestro cónyuge (si lo tenemos) sobre cuánto y cómo vamos a gastar el dinero de nuestras entradas. Usted va a evitarse muchas discusiones en casa si logra ponerse de acuerdo en un presupuesto familiar con su pareja.
Si no elaboramos un presupuesto puede presentarse el caso de que llega un día el esposo a la casa y le dice: «Querida, estás gastando demasiado dinero en la comida». Entonces la esposa lo mira y contesta: «¿Cuánto es “demasiado” en comida?» Si no nos hemos puesto de acuerdo en la cantidad de dinero que vamos a apartar cada mes para la comida, no tendremos un indicador que nos diga cuánto es mucho o poco en ese rubro.
Es necesario colocar todas estas ideas que tenemos en la cabeza sobre un pedazo de papel, y hacer un pacto familiar donde cada uno de los miembros de la familia acuerde en gastar mensual o semanalmente una determinada cantidad en comida, ropa, entretenimiento, etc.
El problema está en que tanto el área del dinero para gastar en nosotros mismos como el de los «gastos varios» (o misceláneas) es como un agujero negro en el espacio, ¡que solo Dios sabe qué es lo que pasa allí!
Ese tipo de gastos se come todo lo que usted le adjudique, a menos que se le ponga un límite. Si no tiene cuidado, ¡allí se le puede ir todo el dinero en efectivo de su salario disponible!
3) «Dios no quiere que nos afanemos por el día de mañana». Como nosotros trabajamos bastante con la gente de las iglesias, muchas veces los feligreses me dicen: «Yo escuché por allí que la Biblia dice que no debemos afanarnos por el día de mañana, porque cada día trae su propio afán». A lo que normalmente contesto: «Tiene mucha razón. La Biblia dice no os afanéis por el día de mañana6. Yo estoy de acuerdo con eso. Pero hay una gran diferencia entre “afanarnos por el día de mañana” y “planear para el día de mañana”. Afanarnos quiere decir que estaremos ansiosos, preocupados, desesperados, que queremos tomar el control del futuro y eso no es bueno. Pero la Biblia por otro lado también nos enseña que debemos planear para el día de mañana para no estar ansiosos, preocupados y, justamente, afanados».
Dice San Pablo: «Ahora bien, lo que en fin de cuentas se exige de los administradores es que sean fieles»7. No es fácil ser un fiel administrador de lo que se nos ha dado … El problema con los que nos llamamos «cristianos» en Latinoamérica es que muchas veces nos escondemos detrás de nuestra fe para no tener que dar cuenta por nuestra falta de diligencia y nuestra irresponsabilidad.8
Nuevamente aclaro: planear (como un fiel administrador lo debe hacer) y afanarse por el futuro son dos cosas totalmente diferentes.
Hace algún tiempo atrás recibí una llamada en mi oficina desde un país sudamericano. Era un amigo relacionado con el gobierno. Me dijo: «¿Andrés, crees que Conceptos Financieros Crown podría darle una mano al Departamento de Lotería de nuestra ciudad?»
Y yo le contesté: «Eso me suena raro, porque tú sabes que nosotros no aprobamos la compra de billetes de lotería, ni jugarla; en sí, no apoyamos ningún tipo de juego de azar, pero ¿en qué le podríamos servir?»
«El gobierno de la ciudad está seriamente preocupado por cierta gente que gana la lotería. Ganan millones de dólares y 2, 3 o 4 años más tarde están en la quiebra, con las vidas destrozadas, con muchas familias rotas por el divorcio, las peleas y los juicios. En lugar de resultar una bendición para esa gente, es como una maldición».
A pesar de que nosotros, finalmente, no pudimos ayudarlos, me quedó en la mente la idea de que el sabio Salomón tenía mucha razón: las riquezas no duran para siempre.9 A menos que las manejemos con sabiduría, se nos van a ir de las manos (sean pocas o muchas).
Es importante recordar que las riquezas no duran para siempre. Aunque usted esté pasando por un momento económico bueno o mediano, tiene que saber que si no toma el control de esas riquezas, ya sean muchas o pocas, no le van a durar mucho. Es importante comenzar a controlarlas ya mismo.
b) Cómo poner en orden sus finanzas
1) Tome un día entero para discutir estos asuntos con su cónyuge. Haga una cita con su cónyuge de hoy en treinta días. Va a necesitar tomar todo un día libre (un sábado o un domingo) y estar a solas … sin niños. Si usted está solo o sola, haga una cita para discutir estos asuntos económicos con alguien de confianza. Le recomiendo que haga esto, por lo menos, una vez al año.
2) Tome nota de sus gastos de los últimos 12 meses. En varios países de Latinoamérica es común que la gente tenga libretas de cheques. La chequera es un buen lugar al cual acudir cuando se trata de calcular cuánto se está gastando cada mes y en qué, especialmente para descubrir esos gastos que no hacemos regularmente (como el pago de seguros o impuestos). Si vive en un país con inflación quizá bastará mirar sus gastos el último par de meses. Si no tiene una chequera, entonces simplemente trate de ver qué tipo de gastos tiene en forma regular y cuánto eroga normalmente en ellos. Otra opción para descubrir sus gastos regulares es hacer lo que le recomiendo a continuación.
3) Guarde los recibos de todos sus gastos en el lapso de 30 días. Hoy mismo tome una cajita de zapatos (o similar) y colóquela en la cocina de su casa. Cada vez que haga alguna compra, pídale un recibo al vendedor y después lleve el recibo a su casa y colóquelo dentro de la cajita. Esto por los próximos 30 días, hasta el día en el que se va a tomar el tiempo con su pareja o amistad para revisar su vida económica.
Si en su país o en el área donde usted vive no se acostumbra a dar recibos, simplemente llévese unos papelitos, y cuando haga una compra escriba qué fue y cuánto costó. Por ejemplo: «comida: $100» o «zapatos: $50», y colóquelo dentro de la cajita. En la reunión que tendrá con su cónyuge el mes que viene saquen los papeles de la caja, divídanlos por categorías (las que están en el presupuesto sugerido que le mostraré más adelante), y entonces tendrán una idea más clara de dónde están parados económicamente.
Vamos a trabajar juntos en eso.
Le recomiendo que haga ese ejercicio durante dos o tres meses seguidos. Le tomará aproximadamente de 4 a 6 meses tener el control de un buen presupuesto familiar. Tenga paciencia.
Esto es un proceso, igual que el bajar de peso. La idea no es matarnos de hambre durante tres semanas para perder cuatro kilos. Aquí, como en las dietas, el asunto es cambiar nuestra forma de comportamiento respecto de la comida para poder perder los kilos extra que tenemos encima y nunca volverlos a recuperar.
El secreto no está en ahorrarse algo de dinero este mes o el que viene. El secreto está en aprender a ser buenos administradores, que controlemos la forma en la que gastamos y tomamos decisiones económicas por el resto de nuestra vida.
La clave del éxito económico está en darnos cuenta de que la vida financiera es una carrera de 5.000 metros con obstáculos y no una de 100 metros llanos. Aquí, como dice el refrán, «el que ríe último, ríe mejor».
4) Compare sus gastos con sus entradas. Lo importante en el manejo de las finanzas familiares no está en la cantidad que ganamos sino en la cantidad que gastamos. El hombre es un animal de costumbre y puede acostumbrarse a vivir con US$200, 500 o 1.000 por mes (hablo de dólares porque es una moneda internacional).
Hay gente que me ha dicho: «Nosotros gastamos US$10 mil por mes y no nos alcanza». He notado que existe una ley casi universal en el manejo de las finanzas: nuestro nivel de gastos invariablemente se incrementa en una relación directamente proporcional a nuestro nivel de entradas. Básicamente, cuanto más ganamos, más gastamos. Aunque nos hayamos prometido que íbamos a ahorrar el aumento de sueldo que nos proporcionó nuestro jefe hace tres meses atrás, ahora nos damos cuenta de que no nos alcanza para hacer todo lo que queremos hacer.
5) Si vive en los Estados Unidos, Canadá o Puerto Rico compare su presupuesto con nuestro presupuesto sugerido. Nosotros le proporcionaremos al final de esta sección los porcentajes de un presupuesto sugerido por Conceptos Financieros para una familia tipo en esos países. De esa manera usted sabrá qué porcentaje de su Dinero Disponible debería estar gastando en cada categoría. En cada país hay un presupuesto sugerido por el gobierno. Generalmente es el Departamento de Hacienda o de Economía el que presenta y define cuánto debería gastar una familia tipo, es decir la canasta familiar básica. Le recomendamos que investigue estos porcentajes para su país o que se ponga en contacto con la oficina de Conceptos Financieros más cercana a su domicilio.
6) Establezca un presupuesto familiar personalizado. Una vez que comparó sus gastos familiares con nuestro presupuesto sugerido debe establecer un presupuesto familiar personalizado. Es muy importante que el presupuesto de su familia sea el de su familia y no el de otra. Lo importante no es que en cada categoría esté gastando exactamente el mismo porcentaje de su Dinero Disponible que el que le voy a sugerir. Lo importante es que tenga un presupuesto que esté ajustado a los gastos de su propia familia (o de su propia persona, como individuo) y que, sobre todo, cuando sume todos los porcentajes de su presupuesto personalizado equivalga al 100% de su Dinero Disponible y no al 110, 120 o 130%.
Lamentablemente, en los Estados Unidos la familia tipo está gastando el 110% de sus entradas de dinero, es decir US$1 con 10 centavos por cada dólar que ganan. Como es de suponer, esto trae algunos problemas bastante serios a las familias del país.
2. ¿Cómo desarrollar un plan inteligente?
Lo primero que tenemos que hacer cuando armamos un presupuesto familiar es dividirlo en dos áreas: ingresos y egresos. Vamos a empezar tomando nota de nuestros ingresos. Para una explicación más detallada de cada una de las categorías, le recomiendo que vea mi libro ¿Cómo llego a fín de mes?, publicado por Caribe-Betania Editores.
a) Ingresos
Conteste a la pregunta: ¿cuánto dinero está entrando en casa? Tome una hoja de papel, escriba la palabra «Ingresos» y anote toda la información que se pide a continuación.
1)     ¿Cuánto dinero trae a casa el esposo?
2)     ¿Cuánto trae la esposa?
3)     ¿Cuánto ganamos con nuestro propio negocio?
4)     ¿Cuánto estamos recibiendo de alquiler?
5)     ¿Cuánto está recibiendo de intereses en el banco?
6)     ¿Tiene alguna otra entrada de dinero en forma regular todos los meses?
Luego sume todas estas cantidades.
Una vez que tenga la cantidad total de ingresos familiares, réstele las contribuciones, regalos, donaciones y diezmos que usted disponga para llevar a su iglesia o comunidad de fe y para hacer actos de caridad. De esta manera le estaremos dando a «César» lo que es de «César» y a Dios lo que es de Dios.10 También cumpliremos con nuestra responsabilidad social de ayudar a los que están necesitados.
Una vez realizada esa resta, lo que le queda es lo que llamamos Dinero Disponible (DD).
De ahora en adelante siempre trabajaremos con el DD. Esta es la cantidad que tenemos para gastar cada mes. Mucha gente que vive en los Estados Unidos me dice: «Andrés, yo gano 20 mil o 30 mil al año». Eso puede ser lo que dicen sus papeles en el trabajo, pero la realidad es que si gana 30 mil al año lo que lleva a su casa y tiene disponible para gastar es 20, 22 o 24 mil, no 30. Porque al gobierno le pertenece entre el 15 y el 30% de nuestro salario y, si hemos decidido dar a Dios otro 10%, en realidad el DD es de solamente unos US$18 a 20 mil al año. El problema es que muchos de nosotros cuando empezamos a vivir en los Estados Unidos gastamos ¡como si tuviéramos 30 mil!
En el siguiente paso vamos a colocar la hoja de ingresos aparte y vamos a empezar a trabajar para ver adónde se nos va el dinero. Dividiremos nuestros gastos en 12 o 13 categorías.
Entonces, para resumir:
     Debemos aprender a planear porque no somos millonarios. Los multimillonarios se pueden dar el gusto de gastar y de perder millones por aquí y por allá, pero usted y yo no podemos hacer eso.
     Todos tenemos un presupuesto armado en la cabeza, lo que estamos haciendo ahora es ponerlo en un pedazo de papel.
     Vamos a tomar un día entero con nuestro cónyuge para hacer un análisis presupuestario y establecer niveles de gastos familiares de aquí a 30 días.
     Vamos a guardar los recibos de todos nuestros gastos durante este mes en una cajita de zapatos para poder tener una idea más concreta de cuánto gastamos, especialmente en el área de los gastos varios.
     Vamos a colocar, por ahora y en forma preliminar, en una hoja de papel cuánto son, realmente, los ingresos que tenemos disponibles para gastar cada mes en el hogar.
b) Egresos (gastos)
Como mencionamos, vamos a dividir los gastos que tenemos en 12 o 13 categorías:
1) Transporte (automóvil o transporte público). Para aquellos que viven en Canadá, los Estados Unidos o Puerto Rico, en Conceptos Financieros Crown recomendamos que no se gaste más del 15% de su DD (Dinero Disponible: salario menos impuestos y donaciones) en los gastos de transporte público o personal.
2) Vivienda. La mayoría de las personas con problemas financieros a las que aconsejamos tiene dos problemas básicos: compraron una casa demasiado grande o un auto demasiado fastuoso para el dinero que ganan.
Stanley y Danko dicen que si usted no es un millonario pero quiere serlo algún día puede imitar su actitud respecto de la compra de sus casas: «Nunca compre una casa que requiera tomar una hipoteca que valga más del doble de su salario anual»11. Entonces, si usted (o usted y su esposa) ganan $50 mil al año, su hipoteca no tendría que ser mayor de $100 mil. Así se comportan los millonarios en los Estados Unidos.
Cuando consideramos los gastos de la vivienda, lo primero que tenemos que escribir es cuánto estamos pagando de alquiler o de hipoteca.
Pregúntese: ¿hay impuestos o seguros?, ¿cuánto está gastando cada mes en servicios como luz, gas, teléfono, agua, cable, etc.? Si está queriendo hacer un proyecto especial de construcción, ¿cuánto estaría pagando en promedio cada mes por los próximos 12 meses? Coloque todos los gastos que están asociados con el mantenimiento de su casa en esta categoría.
Nuevamente, para los latinos que viven en Canadá, los Estados Unidos y Puerto Rico nosotros les recomendamos que no más del 38 o 40% de su DD vaya a parar a su casa. Si usted vive en una gran ciudad de los Estados Unidos, seguramente estará pensando: «¡Solo el 38% de mi dinero disponible! Con lo caro que es vivir en Nueva York, Chicago o Los Ángeles …» Es verdad: es caro vivir en esas ciudades. Sin embargo, el problema no es que las casas son caras en las grandes ciudades, el problema es que usted no gana lo suficiente como para vivir allí.
3) Comida. Piense: ¿cuánto está gastando en alimentos? Escriba cuánto más o menos está gastando en comida mensualmente. Entre el 12 y el 15% de su DD debe ser asignado para comprar comida.
Aquí va un dato muy importante: si vive en los Estados Unidos y está gastando en la suma de alimentos, transporte y la casa más del 75% de sus entradas de dinero, usted está en serios problemas y necesita hacer algunos cambios urgentemente.
Algo debe cambiar en su presupuesto, porque si está gastando más de ese porcentaje no le está quedando la suficiente cantidad de dinero para las otras 8 o 9 categorías que todavía nos quedan por delante.
Lo importante en un presupuesto familiar no son los porcentajes que le estoy sugiriendo. Por ejemplo, estuve hace poco en Guatemala y, de acuerdo con un estudio realizado recientemente, los guatemaltecos están gastando alrededor del 37% de sus ingresos en alimentos y bebidas. Pero solamente el 21, 6% en vivienda.12 ¿Vemos cómo en diferentes países la estructura de los gastos es diferente?
Lo importante es que usted le asigne a cada una de las categorías algún determinado porcentaje de su DD, y que cuando sume todas las categorías le dé el 100% o menos (no el 110, ni el 120 o el 130).
4) Cuenta de ahorros. Si puede abrir una cuenta de ahorros en un banco, hágalo y comience a ahorrar ya mismo. Y si no, haga lo que hacía mi abuela: use el colchón de su cama o una latita donde empezar a colocar algo de dinero en forma regular. Si la moneda de su país fluctúa, empiece a ahorrar en una moneda extranjera más estable (eso, por supuesto, si está permitido por las leyes de su nación).
Su meta es tener en una cuenta de ahorros o en dinero en efectivo unos dos o tres meses de salario acumulado. No tiene que ocurrir mañana ni el año que viene. Pero esa debe ser su meta en cuanto a ahorros se refiere. «Hombre prevenido vale por dos», dice un refrán popular. En cuanto a lo financiero, creo que hombre prevenido debe valer, por lo menos, 3,75 ¡más intereses!
5) Deudas. En esta categoría escriba todos los pagos mensuales de deudas y préstamos. Por ejemplo: si tiene una tarjeta de crédito con una deuda de $1.000 y está pagando $100 todos los meses, escriba en esta categoría $100 (el pago mensual y no la deuda total). En Canadá, los Estados Unidos y Puerto Rico no más del 5% de su DD debería ir al pago de deudas.
6) Entretenimiento y recreación. Cuando hablo de gastos de recreación me refiero a las salidas para entretenernos fuera de la casa. Escriba también en el casillero correspondiente la cantidad de dinero que gastó en sus últimas vacaciones dividido por 12. A eso súmele lo que gasta todos los meses en salir a pasear o comer solo o con la familia. No más del 4% de su DD debería ir a la recreación en Canadá, los Estados Unidos o Puerto Rico.
7) Vestimenta. Le recomiendo que tenga una cajita o un sobre adonde poner dinero todos los meses para la ropa. Así, cuando llegue el momento de comprar zapatos para los niños, ropa para usted o cualquier cosa que tenga que ver con la vestimenta, no sacará de la comida para hacerlo, sino que tendrá un ahorro para comprar lo que necesita.
En Canadá, los Estados Unidos y Puerto Rico no más del 4 o 5% del DD debería ser gastado cada mes en el área de la vestimenta.
8) Salud. Trate de calcular: ¿cuánto está gastando todos los meses, de promedio, en médico, en dentista o en medicinas? ¿Está comprando algún medicamento en forma regular?
También puede que tenga un seguro de salud que esté pagando en forma mensual. En los Estados Unidos los seguros de salud son bastante caros. Es importante que anote la cantidad que paga de seguro de salud dentro de esta categoría. En Canadá, los Estados Unidos y Puerto Rico no recomendamos que más del 5% de su DD vaya a los gastos relacionados con la salud.
Sea cual fuere su situación particular, siempre le recomendamos tener un pequeño fondo de dinero para problemas de salud inesperados. El dinero que no usa cada mes para gastos de salud lo puede transferir a su cuenta de ahorros.
9) Seguros. ¿Tiene un seguro de vida? Escriba en el presupuesto su pago mensual de seguro de vida y otros seguros que no hemos cubierto todavía.
Si no tiene un seguro de vida, considere contratar uno. Por lo menos, debería estar seguro de que cuando deja este mundo, hay en algún lugar suficiente cantidad de dinero como para dejar todas sus cuentas cerradas. Recibí una carta hace algunos días atrás de una señora que vive en el Caribe y que me dice: «Mi esposo ha pasado a la presencia de Dios hace un par de semanas y me dejó más de US$65 mil en deudas. ¿Qué hago?» Es terrible. Los varones no deberíamos ser tan irresponsables con nuestras viudas y nuestros niños. Todos deberíamos tener un seguro de vida, por lo menos como para cerrar cuentas, para el entierro y para el futuro de nuestros hijos.
Yo sé que en nuestros países latinoamericanos a veces es difícil contratar un seguro de vida en el que uno pueda confiar. A veces tampoco lo necesitamos. Solo le estoy pidiendo que lo considere: que mire su situación económica y que, con toda honestidad, considere si necesita o no un seguro de vida para proveer a su familia en caso de que usted falte.
Creo que lo que pasa es que no nos gusta hablar de la muerte. Creemos que si hacemos arreglos para cuando nos vayamos a morir nos va a traer mala suerte. ¡Todo lo contrario, señores! La pregunta respecto de la muerte no comienza con «Si …», comienza con «¿Cuándo …?» Tengo malas noticias para darle: Usted se va a morir algún día.
Entonces, ¿cómo quiere que lo recuerden en su funeral: Como un esposo y padre sabio, previsor y amante de los suyos o como el irresponsable que dejó a su familia «entre la pampa y la vía»?
Nosotros los varones (y las mujeres también) debemos tener la cantidad suficiente de seguro para dejar las cosas en orden, estemos casados o solteros. No es tan caro como pensamos y demuestra una actitud de madurez y responsabilidad de nuestra parte.
Aquí hay algunas preguntas que me gustaría hacerle:
¿Tiene un seguro de vida?     Sí:_____     No:_____
Si lo tiene, ¿saben sus beneficiarios que lo tiene?
Sí_____     No:_____
¿Cuál es el valor total de su póliza de seguro de vida?
____________________________________________
¿Es suficiente para cubrir sus gastos de entierro, pagar todas sus deudas y proveer para las metas educacionales de sus hijos?     Sí_____     No_____
Nota para mis amigos y hermanos de las iglesias: el seguro de vida no representa una «falta de confianza en la provisión de Dios» (me lo han preguntado en varias oportunidades). Al contrario. Recuerde que el seguro de vida no es como la lotería. No es dinero que «ganamos al azar». La muerte es 100% segura para cada uno de nosotros.
El seguro de vida es un fondo común entre varias personas para ayudarse a proveer para sus necesidades en caso de alguna emergencia.13 Representa la inversión de su capital durante la época de las «vacas gordas» para proveer durante la época de las «vacas flacas». Es el imitar a la hormiga, que guarda durante el verano para proveerse durante el invierno. Es estar seguros de que el día que tenemos que encontrarnos cara a cara con nuestro Creador en el cielo, todos los negocios quedan cerrados apropiadamente aquí en la tierra.14
10) Gastos varios. Ahora viene la parte difícil: tratar de averiguar cuánto dinero estamos «quemando» sin un propósito determinado. No está mal «quemar» dinero. Todo el mundo tiene gastos misceláneos. Lo que está mal es hacerlo en forma descontrolada.
Los gastos varios son como un barril sin fondo. Por allí se va todo el dinero que le pongamos. Si usted vive en Canadá, los Estados Unidos o Puerto Rico yo le recomiendo que no más del 4 o 5% del DD vaya a esta área de gastos. Para otros países póngase en contacto con la oficina de Conceptos Financieros Crown más cercana a su domicilio.
¿Qué son gastos varios? Son suscripciones a diarios, a revistas, cosméticos, gastos de peluquería, lavandería, tintorería, comidas en el trabajo, barbería, cuotas de clubes, pasatiempos favoritos, gastos de cumpleaños (¿se ha dado cuenta de que todos los meses hay alguien que cumple años en la familia?), aniversarios, regalos de Navidad, etc.
Algunos de nosotros estamos ayudando a nuestros padres o a miembros de nuestra familia en forma regular. Esa ayuda la podríamos colocar en el área de gastos varios. Algunos vivimos en los Estados Unidos y mandamos dinero al exterior. Si quiere, puede colocar esa cantidad en esta categoría.
Colocamos en gastos varios el dinero en efectivo que gastamos en dulces o en darnos un gusto de vez en cuando. Incluyen, básicamente, cualquier gasto que no hemos considerado anteriormente.
El control de nuestros gastos varios es crítico para poder llegar a fin de mes. Una vez que los gastos fijos como la vivienda, los seguros, el transporte, los ahorros y los pagos de deudas están dentro de los límites del presupuesto, no hay mucho de qué preocuparse. Si están dentro de esos límites, allí se van a quedar (porque son fijos).
No ocurre lo mismo con los gastos misceláneos. Esos gastos son extremadamente variables y nos resulta muy difícil controlarlos. Por eso debemos observar (con la cajita de zapatos, por ejemplo) cómo se nos va el dinero en estos gastos y colocarles un tope, un límite. A partir de hoy, usted se va a asignar a sí mismo una cierta cantidad de dinero para gastar en gastos varios y, cuando se le acabe ese dinero, debe hacer un compromiso muy serio de no gastar más.
Esa será la única forma de controlar su presupuesto y los gastos que tiene. Si no lo hace, nunca llegará a fin de mes.
Hasta aquí, nuestro presupuesto llega al 100% del Dinero Disponible:
Transporte
15%
Vivienda
38%
Alimentos
15%
Ahorros
5%
Deudas
5%
Recreación
4%
Vestimenta
4%
Salud
5%
Seguros
5%
Gastos varios
4%
Total de gastos
100%
Sin embargo, en Conceptos Financieros hemos encontrado que en diferentes países los porcentajes son diferentes y existen diferentes necesidades, especialmente en el área educacional. Por eso hemos agregado un par de categorías más y abierto la oportunidad para que se sumen nuevas categorías en caso de ser necesario.
Entonces, al agregar estas categorías extras se debe recordar que, en caso de usarse alguna de ellas, las que ya hemos mencionado deberían ser reducidas para que todavía los gastos nos puedan dar el 100% de nuestro Dinero Disponible.
Ahora sume todos los totales de todas las categorías. Lo que tenemos que hacer ahora es tomar el DD (Dinero Disponible), restarle el área de los gastos, y eso nos va a dar el balance del presupuesto. En otras palabras, nos va a decir cuánto nos está quedando en el bolsillo al final de cada mes … o cuánto ¡no nos está quedando!
Cantidad de gastos:

Transporte:
________
Vivienda:
________
Comida:
________
Ahorros:
________
Deudas:
________
Entretenimiento:
________
Vestimenta:
________
Gastos de salud:
________
Seguros:
________
Gastos varios:
________
Categorías extras:
________
Total de gastos:
________
Ahora simplemente debemos hacer una resta:
Dinero Disponible:_____ (menos) Total gastos:_____
Este es el dinero que queda: $_____ ¿positivo o negativo?
¿Le da un número positivo o un número negativo? Si es un número negativo va a tener que hacer algún tipo de arreglo porque, obviamente, está gastando más de lo que gana.
Si le da positivo, ¡felicitaciones! Lo único que tiene que hacer ahora es ajustar su presupuesto poniéndose de acuerdo con su cónyuge (si lo tiene) para pactar cuánto se va a gastar mensualmente en cada una de las categorías.
Entonces escriba un nuevo pacto que usted hace consigo mismo o con su pareja para ajustar apropiadamente sus gastos individuales o familiares.
Este pacto debería ser revisado de aquí a un mes, durante la cita que usted hizo con su cónyuge, y se debería volver a revisar, por lo menos, una vez al año.
3. ¿Cómo controlar inteligentemente su plan?
Hemos visto juntos por qué es importante tener un plan de control de gastos y también hemos aprendido a desarrollar ese plan.
Ahora viene uno de los pasos más importantes: controlar el presupuesto que acabamos de terminar. De nada sirve ponernos de acuerdo en cuánto vamos a gastar en cada categoría si, cuando llega la hora de la verdad, no podemos controlar nuestros gastos.
Hay varias maneras de controlar un presupuesto. A saber: a través de un sistema de planillas en el que cada categoría tiene su planilla. Cada vez que hacemos un gasto, escribimos en la planilla correspondiente el gasto realizado y llevamos la cuenta cada día de cómo estamos gastando nuestro dinero en cada categoría.
Ese es un sistema muy apropiado para gente detallista y que ama los números. En general, incluso individuos con ese tipo de personalidad están migrando rápidamente hacia la segunda manera de controlar el presupuesto: por computadora.
Existe en el mercado un número importante de programas de computadora tanto en inglés como en español para el manejo de las finanzas a nivel individual, familiar y de negocios. Nosotros usamos uno en nuestro hogar desde comienzos de la década de 1990. Nos ha dado un excelente resultado y, si tiene acceso a una computadora, le recomiendo que invierta unos pesos en comprarse un programa de manejo financiero que le permitirá tener información detallada sobre su patrón de gastos.
El tercer sistema, que también usamos en casa desde comienzos de los 90 y que usted puede usar en su casa sin necesidad de planillas ni computadoras, es el sistema de manejo de presupuesto por sobres. Funciona realmente muy bien.
Nosotros usamos la computadora para manejar la información detallada a través del tiempo, pero usamos los sobres para controlar la forma en la que gastamos nuestro dinero semana tras semana.
Si me lo permite, me gustaría hablarle de la forma en la que el sistema de sobres nos ha ayudado en nuestra familia y está ayudando a miles de familias en todo el continente.
Funciona de la siguiente forma: lo primero que debe hacer es ponerse de acuerdo en cuánto va a gastar cada mes en cada categoría.
Ahora debe decidir cuáles de esas categorías las va a manejar con dinero en efectivo. Si usted maneja toda la economía del hogar con dinero en efectivo, entonces decida qué categorías necesitará utilizar diariamente. Por ejemplo: la comida, el entretenimiento, los gastos varios, el transporte (dinero para la gasolina), etc. En casa, como tenemos niños pequeños, también separamos todas las semanas dinero para la vestimenta, a pesar de que no usamos ese dinero todas las semanas.
El tercer paso es dividir esos gastos mensuales en cuatro y declarar cuatro Días de Pago Familiar. Cuidado: no le estoy recomendando que divida el mes en cuatro semanas, sino en cuatro Días de Pago. La razón es que, de vez en cuando, un mes va a tener cinco semanas y eso le producirá inconsistencia en sus gastos.
Olvídese entonces de las semanas del mes y de las fechas en que cobra su salario. Cuando usted cobra, simplemente asegúrese de que el dinero va a su cuenta de banco o a un lugar central de donde sacará el dinero para gastarlo más adelante.
Ahora establezca el 1, el 8, el 16 y el 24 como aquellos días en los que usted o su pareja irán al banco (o a su colchón familiar) y retirarán suficiente dinero en efectivo para los próximos 7 u 8 días.
Días de pago familiar:
1
8
16
24





Categorías




Comida




Vestimenta




Recreación




Gastos varios




Total retirado:




No se preocupe de los otros gastos (alquiler, gas, luz, pagos del auto …) Si armó correctamente su presupuesto familiar o personal de acuerdo con los parámetros que le hemos sugerido, esa parte del presupuesto «se cuida sola». La razón es que esos gastos son casi fijos y la mayor cantidad de dinero que desperdiciamos se nos van a través de nuestros gastos variables y del dinero en efectivo que tenemos en el bolsillo.
Debe decidir entonces: ¿cuánto vamos a gastar de comida? Si decidimos que vamos a gastar $400 de comida por mes, eso quiere decir que vamos a tomar $100 cada Día de Pago Familiar para comer durante los próximos 7 u 8 días. Ese debe ser un compromiso firme de nuestra parte.
Si vamos a separar unos $80 por mes para la vestimenta de la familia, entonces cada día de pago retiraremos $20.
Si vamos a gastar $100 en entretenemos, entonces retiraremos $25 cada día de pago familiar.
¿Se da cuenta que aquí no importa sí usted cobra semanal, quincenal o mensualmente? Lo único importante es que usted retire del banco (o del colchón) la cantidad que ha presupuestado para vivir durante los próximos 7 u 8 días. De lo único que se debe preocupar es por no sacar más dinero del que se ha prometido gastar. El resto del presupuesto se cuida solo.
Supóngase entonces que también decide que necesita unos $160 por mes para gastos de transporte y unos $200 para gastos varios. Así quedará su cuadro de retiro de dinero:
Días de pago familiar:
1
8
16
24





Comida
100
100
100
100
Vestimenta
20
20
20
20
Transporte
40
40
40
40
Recreación
25
25
25
25
Gastos varios
50
50
50
50
Total retirado:
235
235
235
235
Eso quiere decir que cada Día de Pago Familiar usted tomará $235 del banco para sus gastos en efectivo hasta el próximo Día de Pago.
Ahora tiene una forma de control. Ahora sabe que cada 7 u 8 días usted va a gastar $235 en efectivo para sus gastos variables y, maravillosamente, ha convertido sus gastos variables en ¡gastos fijos!
Ahora usted tiene el control. Usted controla el dinero y el dinero no lo controla a usted.
Le animo a que ponga todo esto en práctica. Trate de definir sus gastos en dinero en efectivo para cada Día de Pago y escríbalo en la planilla que le mostré al comienzo de esta explicación.
Finalmente, lo que debe hacer ahora es tomar algunos sobrecitos para distribuir entre ellos el dinero en efectivo. Nosotros, en casa, usamos un Organizador Efectivo®, un sistema de sobres que creamos en Conceptos Financieros y que se cierran como si fueran una billetera. Si quiere uno, pase por una librería cercana a su domicilio o póngase en contacto con una de nuestras oficinas en su país.
Una vez que tiene los sobres a mano, a uno le coloca la palabra «donativos»; a otro, «vivienda»; a otro, «alimentación o comida»; a otro, «automóvil», y así va organizando un sobre para cada categoría. Yo recomiendo tener sobres para el esposo y para la esposa. Pueden usar también una cajita de cartón para mantener los sobres que no necesitan diariamente.
Entonces, cada Día de Pago Familiar la esposa y el esposo se dividen el dinero.
—¿Cuánto vamos a gastar de comida?
—Bueno, si dijimos que vamos a gastar $100 cada semana, tomemos el sobre de la comida y coloquemos allí $100.
Cuando la señora va al mercado, toma su sobre de la comida y paga con el dinero que hay en él. El problema viene cuando se nos acaba el dinero de ese sobre ¡antes del siguiente Día de Pago! Por favor, ¡no deje de comer!
Hay que hacer algún arreglo allí: uno se va a ir dando cuenta de que debe aprender a manejar el dinero durante esos 7 u 8 días para que esos $100 alcancen hasta el siguiente día de pago familiar.
Lo mismo ocurre, por ejemplo, en el área de entretenimiento. Supóngase que llega el fin de semana. Al salir de la iglesia o del club, su amiga Carolina le dice: «¡Vamos a comer una pizza!» Entonces, ¿qué hace? Sencillo: toma el sobre de entretenimiento y mira: «¿Tengo o no tengo dinero para ir a comer una pizza?»
Si no tiene dinero, entonces le dice a su amiga: «Va a tener que ser la semana que viene, porque me he gastado todo el dinero para entretenimiento para esta semana …» Y quizás entonces Carolina le diga: «No te preocupes, hoy pago yo». Es entonces cuando usted muy amablemente responde: «¡Ningún problema!»
¡Esa es la diferencia entre los que tenemos un sistema de control de gastos y los que no!
Lo mismo debe ocurrir con los gastos misceláneos. Una vez que se acabaron los «gastos varios» de la semana, no va a poder ir a cortarse el cabello o a hacerse las uñas hasta la semana que viene. ¿Por qué? Porque ya se le acabaron los gastos misceláneos y se ha comprometido a esperar hasta el próximo Día de Pago Familiar.
Quizá va a tener que suspender una suscripción de algún diario o revista porque ha gastado demasiado este mes en esa categoría. Quizás alguna otra cosa tenga que sufrir las consecuencias de una mala administración durante las semanas anteriores. El asunto ahora es estar totalmente comprometido a cumplir con la palabra empeñada.
Muy bien. Ahora tiene un presupuesto personal o familiar y también tiene una forma concreta y práctica de controlarlo.
No se desanime. Usted puede tener el control de sus finanzas. No se deje desanimar por aquellos que le dicen que no lo va a poder hacer. El futuro está en sus manos.
b. Dos distinciones importantes
Una vez que tenemos un plan para controlar nuestros gastos y que también tenemos un sistema de control presupuestario (sea con planillas, con un programa de computadora o con un sistema de sobres), necesitamos ahora movernos a una de las áreas más difíciles en proceso de convertirnos en sabios compradores: desprogramar nuestra mente.
Durante muchos años, las oficinas de mercadotecnia de su país han estado gastando millones y millones de dólares en programar la forma en la que usted responde al mundo que lo rodea. Le advierto: no será fácil borrar el daño que le han hecho. Pero una vez que pongamos su mente y su corazón en libertad, usted nunca más volverá a ser presa de las campañas publicitarias que le lavan el cerebro a millones de sus compatriotas día tras día.
Lo primero que tenemos que reprogramar en su mente es la forma en la que usted habla. Durante decenios los medios de comunicación social nos han enseñado a hablar de una manera muy particular en lo que respecta a los bienes de consumo: nos han enseñado a tener necesidades que no existen.
En realidad, tengo magníficos amigos que se ganan la vida, alimentan a su familia y educan a sus hijos con el salario que reciben por ser parte de una oficina publicitaria o una oficina de mercadeo en Latinoamérica. Una de sus tareas principales es la creación de necesidades inexistentes en la mente de los consumidores. Esos somos usted y yo.
Es por eso que una de las primeras cosas que debemos hacer es aprender a hablar. Debemos aprender a diferenciar entre necesidades, deseos y gustos.
Antes de clarificar estos dos conceptos quisiera recalcar que no está mal tener deseos o gustos y satisfacerlos. No estamos promoviendo el masoquismo. Sin embargo, para llegar a ser un comprador inteligente es importantísimo tener en claro cuáles son realmente nuestras necesidades y cuáles no lo son.
Debemos satisfacer nuestras necesidades primeramente, y luego satisfacer nuestros deseos y gustos solo en el caso de que tengamos los recursos económicos disponibles para hacerlo.
El problema es que las campañas publicitarias nos han enseñado a hablar mal. Nos han enseñado a decir que todas las cosas que queremos comprar son «necesidades». Los varones decimos «necesito una computadora, o «necesito unas vacaciones en el mar»; la hija más pequeña dice «necesito un vestido rojo para Navidad»; la señora de la casa dice «necesitamos un televisor nuevo» …
Cuando empezamos a decirnos en voz alta que «necesitamos» algo, creo que nuestro cerebro se convence de que es una «necesidad» y comienza a buscar la forma de proveer para esa necesidad. Debemos aprender a usar un vocabulario diferente al momento de hablar de compras.
1. La necesidad
Cuando tomé mis clases de psicología en la universidad, se estudió en alguna de ellas la famosa escala de Maslow. Esa escala dividía las necesidades del ser humano en cinco áreas generales que iban desde las más básicas (fisiológicas) hasta la necesidad de sentirse realizado (pasando por la necesidad de seguridad, pertenencia y estima propia).15
Sin embargo, para los propósitos de nuestro estudio voy a definir como «necesidad económica» todas aquellas cosas que realmente necesitamos para sobrevivir: comida, vestimenta, un techo sobre nuestra cabeza, etc. No solamente cosas materiales o corporales, sino todo aquello que estemos necesitando verdaderamente para nuestra supervivencia como seres humanos (por ejemplo seguridad, salud, transporte, etc.).
Nosotros debemos colocar nuestras necesidades en el nivel de prioridad más alto. Debemos buscar suplirlas a toda costa. Allí deben ir nuestros recursos financieros sin mayores dudas ni retrasos.
2. Los deseos (de calidad o propiamente dichos)
Cuando hablamos de las compras que tenemos que hacer, todo aquello que no es una necesidad, es un deseo. Ya sea un deseo cualitativo, en el que expresamos el deseo de una calidad más alta por una necesidad determinada, o un deseo propiamente dicho, en el que simplemente quisiéramos tener algo que nos gusta.
Un deseo cualitativo podría ser, por ejemplo, un buen trozo de bistec en lugar de una hamburguesa. El alimento es una necesidad básica del cuerpo. Pero, en este caso, uno está queriendo satisfacer esa necesidad con un producto más costoso y de más alta calidad: un bistec. Lo mismo podría ocurrir en las otras áreas de necesidades reales en nuestra vida: podemos comprar un vestido en una tienda de vestidos usados o podemos comprar uno de alta confección. En ambos casos la vestimenta es una necesidad, pero la forma en la que queremos satisfacer esa necesidad puede transformar la compra en un deseo.
Un deseo propiamente dicho es todo aquello que no tiene nada que ver con una necesidad. Comprarnos un gabinete para el televisor, una mesa para el patio de la casa, una videograbadora, un velero u otra propiedad para hacer un negocio con ella pueden ser ejemplos de este tipo de deseos.
Nosotros deberíamos satisfacer nuestros deseos solamente después de satisfacer nuestras necesidades y si tenemos los recursos económicos para hacerlo.
Por lo tanto, antes de salir de compras es importante que tengamos en claro lo que es una necesidad y lo que es un deseo. En estos días la gente tiene la tendencia a decir «necesito una computadora» o «necesitamos una máquina fotográfica», cuando en realidad deberían decir «¡cómo quisiera comprarme una computadora!» o «¡cómo nos gustaría tener una máquina fotográfica!»
Lamentablemente, en los últimos 30 años hemos pasado a través de un proceso de condicionamiento para comenzar a hablar de «necesidades» en lugar de reconocer nuestros deseos. Al hacerlo creamos una ansiedad interior que nos impulsa a satisfacer esa «necesidad». Es entonces cuando invertimos nuestro dinero en cosas que realmente podrían esperar y nos olvidamos de proveer para aquellas cosas que realmente necesitamos (ya sea en forma inmediata como a largo plazo).
Finalmente, debemos tomar nota de que no siempre lo que parece un ahorro realmente lo es. Por un lado porque, como dicen muchas damas del continente, «lo barato sale caro». En algunas circunstancias nos conviene comprar cosas de mejor calidad, pero que nos durarán de por vida, que cosas de baja calidad que tendremos que reemplazar cada cierta cantidad de años.
Y por otro lado no siempre es una buena idea comprar «ofertas». Si yo compro 10 jabones de lavar la ropa porque estaban casi a mitad de precio y después de dos días me quedo sin dinero para comprar leche, he hecho una mala inversión. Ahora tengo dinero sentado en la repisa del cuarto de lavar la ropa que se me ríe en la cara, porque no puedo prepararme un café con jabón: necesito leche. Este es un típico caso en el que no me conviene «ahorrar gastando».
Sin embargo, si el almacén de la esquina de mi casa está ofreciendo 2 litros de leche por el precio de uno, yo debería inmediatamente tomar la oferta (especialmente si tengo niños en casa). La leche es un elemento de consumo diario y una necesidad básica para mi supervivencia. El jabón de lavar la ropa y otros limpiadores pueden ser reemplazados por alternativas más baratas.
Esto último de comprar más de lo que uno necesita y tener dinero estancado en las alacenas de la casa es un problema que millones de negociantes confrontan cada día a lo largo y a lo ancho del mundo. Lo crea o no, el manejar la economía de un hogar tiene mucho que ver con la forma en la que se maneja la economía de un negocio, incluso, con la forma en la que se maneja la economía de un país.
5 Primera Carta de San Pablo a los Corintios, capítulo 4, versículo 2.
6 Evangelio según San Mateo, capítulo 6, versículos 25 al 34. Versión Reina-Valera. Revisión 1960.
7 Primera Carta de San Pablo a los Corintios, capítulo 4, versículo 2. Biblia de Jerusalén, 1975.
8 Ídem anterior. Véase el libro de los Proverbios, capítulo 21, versículo 5 y capítulo 27, versículos 23 y 24.
9 Ídem anterior.
10 Evangelio según San Mateo, capítulo 22, versículo 21.
11 Thomas J. Stanley y William D. Danko. The Millionaire Next Door, The Surprising Secrets of America’s Wealthy, Pocket Books, New York, 1996, p. 257 StaMill.
12 Doménica Velásquez. Diario Prensa Libre. 20 de octubre de 1999, p. 17. Fuente: Instituto Nacional de Estadística, INE.
13 Véase la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios, capítulo 8, versículo 14. También, el libro de los Proverbios, capítulo 22, versículo 3; y capítulo 27, versículo 12.
14 Véase el libro segundo de los Reyes, capítulo 4, versículos 1 al 7, para ver el ejemplo de los problemas y sufrimientos familiares que producimos al no dejar nuestros negocios terrenales en orden antes de pasar a la eternidad.
DOWNLOAD HERE>>>

https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html