Mostrando entradas con la etiqueta navidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta navidad. Mostrar todas las entradas

sábado, 10 de diciembre de 2016

Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. A PROPÓSITO DE LA NAVIDAD

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



LA NAVIDAD Y LA FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS
NAVIDAD
EL NACIMIENTO DE JESUCRISTO

EL NACIMIENTO PROFÉTICO QUE CAMBIÓ LA HISTORIA DEL MUNDO Y PUEDE CAMBIAR SU VIDA

Feliz Navidad porque nuestro Dios ha enviado a Su Hijo que se ha hecho hombre y ha venido de Su Reino eterno a nuestro mundo finito para salvarnos de este mundo y de la muerte, para que tengamos acceso, por la fe en Su obra, al Reino de Dios por la eternidad, si recibimos a Jesucristo en nuestro corazón, el niño que cumplió la profecía: ...Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro, y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz... Isaías 9:6. Pocos textos en la Biblia son tan claros y explícitos como éste sobre el nacimiento profético y la naturaleza del Mesías. Yahshua, Jesucristo el Hijo de Dios, Yahweh.
En este estudio sobre la Navidad, sobre el nacimiento de Jesucristo y su repercusión en la humanidad, veremos varios apartados. Primero veremos los Textos sobre el nacimiento de Jesús, seguido de la historia de la Navidad y las tradiciones. Luego pasaremos a un apartado dedicado a las profecías que cumplió Jesús en Su nacimiento, y finalmente una tabla comparativa donde de un solo vistazo podemos ver la siguiente información fundamental dividida en tres columnas: La historia Bíblica y su paralelismo con la historia de la vida de Jesús; la vida de Jesús de Nazaret y su paralelismo con la historia del hombre, "La Navidad de Jesucristo", y la repercusión del nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús en la historia del hombre. Jesucristo ha sido concebido en nuestra alma por el Espíritu Santo, para nacer, para que nazcamos de nuevo. Toda la historia de Jesucristo tiene un enfoque hacia el hombre, "...pues por nosotros se escribió... 1Corintios 9:10, y por nosotros nació, murió y resucitó Jesucristo". ¿Es Navidad en su alma, María?.

TEXTOS BÍBLICOS DEL NACIMIENTO DE JESUCRISTO
MIQUEAS 5
2Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.
 
MATEOCAPÍTULO 1
NACIMIENTO DE JESÚS LLAMADO EL CRISTO
18El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
La virgen María simboliza toda alma en la que nace Cristo por ser engendrado del Espíritu. Ella, cualquiera de nosotros,  no se considera digna. No tiene este engendramiento procedencia de José, quien representa nuestra carne, porque Cristo nace en nosotros por la fe y no por nuestras obras de la carne, nuestra moral, o nuestros esfuerzos de justicia.
19José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
José, nuestra carne, no usa normalmente la mente para las cosas de Dios, sino para racionalizar y explicar científicamente como funcionan las cosas. Por eso quiso dejar a María secretamente, ya que, como diríamos hoy: ¿En qué cabeza cabe la mente de Cristo? Es necesario nacer de nuevo para asimilar que uno tiene que negarse a si mismo.
20Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.  21Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
No temas recibir a Cristo en tu alma, porque el es EMANUEL, Dios con nosotros. Así está profetizado que el Cristo nacería dela Virgen. Isaías 7:14.
22Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. 24Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.  25Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.
Primero llama la atención el nombre del hijo de José y María, el ángel indica Emanuel que es Dios con nosotros, y al nacer le llamaron Yeshua o Yahshua, que es Salvación de Dios, y la salvación ¿para quien es?: para nosotros, es decir que el nombre de Jesús era en realidad: Dios nuestro Salvador, esto es lo que era este niño que venía al mundo. Yah-Shua, como Yah-Weh. Hay otras raíces del nombre de Dios en el Tetragramatón YHWH que también son parte de Su nombre.
También vemos que el Señor nos avisa de Sus planes para con nosotros a través de los sueños. Pero José no conoció a María; esto es: no tuvo relación matrimonial hasta que nació Jesús; que el hombre no conoce al Señor hasta que la semilla del Evangelio no da el fruto en nuestra alma y cambia nuestra mentey nos hace nacer del Espíritu, y este fruto es Jesucristo.

MATEO: CAPÍTULO 2
LA VISITA DE LOS MAGOS
1Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes
El Mesías viene al mundo en pleno reinado de Satanás sobre los hombres. De igual modo ocurre cuando viene a cualquier persona hoy día.
vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, 2diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
Aquellos que tienen espíritu de sabiduría y también aquellos que tienen  potestades de los aires con ellos, vienen a adorar a Aquel que es Rey de los espíritus. También representa que los sabios del mundo reconocerán en nosotros la sabiduría de Dios, que es superior a la humana.
3Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
Se turba el diablo cuando ya ve que se le acaba el tiempo en un alma porque Cristo ha nacido en ella. Y toda Jerusalén con él, simboliza a todos los hombres de religión en el mundo que saben que con sus obras no pueden justificarse ante Dios, que ha llegado el día del Señor.
4Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.  5Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
El nacimiento del Mesías está profetizado en La Biblia y los Judíos lo sabían y lo saben. Es dureza de corazón no aceptarle, aunque ya hay muchos Judíos Mesiánicos que han aceptado al Mesías que había de venir, a Yahshua llamado el Cristo.
6tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador,que apacentará a mi pueblo Israel. 7Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;  8y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.  9Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.  10Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.  11Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
Los magos, también llamados sabios, son aquellos del mundo que están buscando la verdad de Dios, y que con sus conocimientos, a veces entrando en ocultismo y otras abominaciones, se dan cuenta de que el que está delante de toda la creación es el Dios de los espíritus. Por ello estos hombres vienen a adorar, honrar y glorificar a Dios en Su Hijo Jesús, mandado para la salvación del mundo. Ellos le ofrecen todo lo más preciado y significativo para un rey: oro representando sus riquezas espirituales, sus experiencias de sus vidas, incienso: sus oraciones para conocer a Dios, y mirra: la amargura de sus vidas sin Dios. Un poco los que experimentaría nuestro Señor, el oro que es la riqueza de un Rey, en este caso el Rey de reyes, incienso su ministerio del Sacerdocio de la intercesión por amor a los hombres, y la amargura de la mirra en aquellas almas que le aborrecen por ser lleno de bondad y amor espiritual, las almas que se pierden y el sufrimiento de Su pasión, ...le dieron a beber vino mezclado con mirra. Marcos 15:23.
12Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
MATANZA DE LOS NIÑOS
13Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. 14Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,
He aquí José, un alma que ya tiene a Cristo dentro de sí, porque le ha aceptado en su corazón; que tome al niño y a su madre, o sea que lleve consigo en María, su alma, y al niño, que es Cristo. Le es indicado por el Señor que vaya a Egipto, en otras palabras, que vaya a seguir viviendo en el mundo, como uno más, para que confíe en que el Señor le irá dando sabiduría, señales y enseñanza, para su vida acompañado de Dios y ser luz para los demás, trayéndoles a Aquel que Es la Luz del mundo.
Que no nos apartemos de los demás que aun no creen, ya que si lo hacemos, los aborrecemos, y Cristo precisamente quiere que no dejemos de estar en contacto con los que aun están muertos al Espíritu. Porque he aquí que el diablo busca formas para que aborrezcamos a los que no tienen fe. También intenta influenciar a aquellos que ahora ven a Dios para que se consideren la élite y los perfectos. Nada que ver con el comportamiento de Cristo que se mezcla con los pecadores para salvarlos, sin pecar, y dando el ejemplo a seguir.
15y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo. 16Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.  17Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: 18 Voz fue oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron. 19Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, 20diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.  
Cuando ha muerto el rey Herodes, que representa a Satanás o mejor dicho, cuando el diablo deja de tentar a un alma que acaba de recibir a Jesús, como tentó a Cristo, entonces recibe la instrucción de ir a Israel, es decir a ser parte del Pueblo Espiritual de Dios, la Iglesia: Aquellos que han recibido a Jesucristo, el Hijo de Dios, El Mesías. También veremos a Jerusalén como ciudad donde se predica ya al Mesías por los Judíos Mesiánicosporque los Judíos ya comienzan a reconocer a Yahshua como el Mesías prometido, conforme a la profecía de Romanos 11.
21Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel.  22Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea,  23y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado Nazareno.

LUCAS: CAPÍTULO 2
8Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
También hoy podemos interpretarlo del siguiente modo: Había en la región guías del pueblo de Dios que aguardaban las buenas noticias del Mesías, para bendecir a aquellas personas que aprendían con ellos las cosas de Dios. Hoy esos mismos pastores esperan también la venida de Cristo en los corazones de aquellos a los que predican.
9Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 13Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
Día de gran gozo en el Cielo y en la tierra. Esto es lo que se debe celebrar en Navidad, aunque no coincida con la fecha real; este es el mensaje que debemos llevar a nuestro prójimo para que Dios toque sus corazones y para la Gloria de Dios.
15Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. 16Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 18Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
Todos los que oyen el mensaje de predicación se maravillan. 
19Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 20Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

María y cualquier alma, al conocer a Cristo y sobre Cristo, medita atónita sobre El que ha nacido en su corazón.
DESCARGAR

Yo me voy, y me buscareis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde Yo voy, vosotros no podéis venir: A propósito de la navidad

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




LAS TRETAS DE SATANÁS - ¿CAE USTED EN ELLAS?

Seis formas que Satanás usa para robar la Navidad

La mayoría de la gente en el mundo se perderá la próxima Navidad. ¿Cómo puede ser? ¿Pero cómo puede alguien perderse  la Navidad con la cantidad de propaganda, publicidad y promoción que esta fiesta recibe cada año? Porque a pesar de que muchos celebran la Navidad cada año, la mayoría no sabe de qué se trata. A pesar de toda la promoción de la Navidad hecha por los medios de comunicación, la mayoría de la gente la perderá porque se ha tornado en algo poco claro.
Para aquellos de nosotros que conocemos y amamos al Señor Jesucristo, la Navidad es un tiempo para enfocarse en Su nacimiento. Pero aun nosotros podemos quedar atrapados en un torbellino de actividades cerca del tiempo de la Navidad y perderla en un sentido práctico. Satanás ha atestado el concepto cristiano de la Navidad con tanta parafernalia inútil, que su verdadero significado se pierde fácilmente.
Una Breve Historia de la Navidad
La mayoría de los estudiosos dudan que el 25 de diciembre sea la fecha verdadera del nacimiento de Cristo. No hay sustento bíblico para ello, y sí alguno en contra. Esa fecha fue decidida por la iglesia en Roma en el siglo cuarto, y tenían motivos específico para hacerlo.
Muchos de los primeros habitantes de la tierra adoraban al sol porque dependían del curso anual del sol en los cielos. La mayoría de la gente tenía fiestas en el tiempo del solsticio de invierno (mediados de diciembre), un momento en el cual los días eran más cortos. Ellos construían hogueras para darle al dios del sol fuerza y revivirlo. Cuando se veía que los días se alargaban, había un gran júbilo.
Los padres de la iglesia en Roma decidieron celebrar el cumpleaños de Cristo en el solsticio de invierno. Fue su intento de cristianizar las celebraciones paganas populares. Pero no lograron que la gente se ajustara. En cambio, las festividades paganas continuaron y nos quedamos con una mezcla bizarra de elementos paganos y cristianos que caracteriza nuestra moderna celebración de Navidad.
Los siguientes ejemplos le darán alguna idea de cuántas costumbres paganas conforman lo que hoy conocemos como Navidad.
Para los romanos el mes de diciembre marcaba el festival de Saturnalia (diciembre 17-24). Una de las costumbres más comunes durante ese festival era darse regalos. De ahí proviene, por lo que sabemos, la idea de intercambiarse regalos. La corona siempre verde también deriva del festival de Saturnalia, durante el cual los hogares eran decorados con ramas de hojas perennes.
Los druidas de Inglaterra juntaban muérdago sagrado para sus ceremonias y decoraban sus casas con él. Se cree que el primer árbol de Navidad fue instituido por Bonifacio, un misionero inglés en Alemania en el siglo VIII. Se supone que él sustituyó los sacrificios al roble sagrado del dios Odín con un abeto adornado en homenaje a Cristo. Algunos afirman que Martín Lutero introdujo el árbol de Navidad iluminado con velas.
“Santa Claus” es una contracción de San Nicolás, un obispo en Asia Menor durante el siglo cuarto, conocido por su extraordinaria generosidad. A él se le asoció más tarde con la entrega de regalos a fin de año. San Nicolás fue adoptado por los Países Bajos como el santo patrón de los niños. En vísperas de San Nicolás, los niños dejaban sus zapatos llenos de heno para el caballo blanco del santo.
No es de extrañar que tanta gente se pierda la Navidad. La sencillez del nacimiento de Cristo se ahoga en un mar de tradiciones, muchas de ellas de origen pagano. Aún peor, cuando Cristo nació en Belén, la mayoría de la gente de ese día se lo perdió. En los siguientes relatos del evangelio, veremos seis maneras de cómo las personas no entendieron Navidad, y aprenderemos a evitar cometer el mismo error nosotros mismos.
Preocupación Ignorante
Lucas 2:7 dice: “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.” La primera persona que se perdió la Navidad era el posadero. Él no había podido recibir a María y José, porque no había lugar para ellos. Al parecer, él era indiferente a su situación – no hay ninguna indicación en la Escritura que él llamó para pedir ayuda.
Note que el versículo 7 dice: “Ella dio a luz a su hijo primogénito.” María se dio a luz a Jesús. Por sí misma, lo envolvió en pañales. José estaba allí para ayudar, pero si era como la mayoría de los padres jóvenes, debe haber sido de poca ayuda.
La gente de Oriente Medio es hospitalaria, amable y atenta. No son primitivos. Ellos no son el tipo de personas que dejarían una mujer tener a su bebé sola. Pero en este caso, lo hicieron. ¿Dónde estaban las parteras? Uno pensaría que el posadero conocía a alguien que podría haber ayudado.
Lucas nos dice que Le puso en un pesebre, que es un canal de alimentación de los animales. Las telas con las que envolvió a Jesús eran largas tiras de tela. Cada vez que nacía un pequeño, se limpiaba al bebé de inmediato. A continuación, se envolvían al bebé con pañales y abrigaba en una manta. Tarea que era normalmente llevada a cabo por una partera. Pero María tuvo que hacerlo todo ella misma.
El comentarista G. Campbell Morgan escribió,
Piense qué patético. “Ella dio a luz”, “ella lo envolvió en pañales”. Es muy hermoso, pero qué pena, qué trágico, qué soledad; que en esa hora    de todas las horas, cuando la mujer debe estar rodeada de la más tierna atención, estaba sola. El método del escritor es muy claro. Ella con sus   propias manos envolvió al Bebé con los pañales y Lo acostó en el pesebre. No había nadie que lo hiciera por ella. Otra vez os digo, qué pena,   sin embargo la gloria para el corazón de María (El Evangelio según Lucas [Old Tappan, NJ: Revell, 1931], p. 36).
No sabemos nada sobre el posadero, porque la Biblia no dice nada de él. Algunos analistas especulan con que Jesús nació en un establo, algunos piensan que nació en una cueva, y otros creen que nació en un patio abierto en la posada. Una cosa sí sabemos: la hospitalidad que María y José esperaban encontrar, no la encontraron  – ellos fueron rechazados.
¿Por qué el posadero se pierde la Navidad? Creo que la respuesta sencilla es por la preocupación. Él estaba ocupado. Su hotel estaba lleno debido a que había un censo en Belén. La ciudad estaba llena de personas cuyos ancestros venían de allí. Ya que Belén era la ciudad de David, todos los que eran de la línea de David estaban allí, incluyendo a José y María. El posadero no fue necesariamente hostil y poco comprensivo, el estaba simplemente ocupado.
Muchas personas son como el posadero. Sus almas están llenas de cosas inútiles – con cosas que no importan. Como resultado, se pierden el Cristo de Dios. Nuestra sociedad está llena de lo innecesario, lo  insignificante, y sin sentido. Gastamos una fortuna en acumular cosas que les permitirán a nuestros niños pelearse por ellas cuando muramos. Y nuestro tiempo es devorado por las exigencias que nuestras cosas nos crean.
La gente se pierde a Cristo en la época de Navidad, porque Él es desplazado por un mundo que determina lo que deben pensar, hacer y comprar. Al igual que el posadero, la gente hoy en día está preocupada. El posadero no sabía nada sobre el bebé que María dio a luz, y ellos tampoco. Ellos no saben quién es Cristo y por qué Él vino. En cambio, están ignorantemente preocupados por lo mundano y lo que no tiene sentido. ¡Qué triste es que muchas personas viven sus vidas en pos de los mismos, sólo para despertar un día en la eternidad sin Dios!
Temor Celoso
En Mateo 2 nos encontramos con otro hombre que se perdió la Navidad:
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque Su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él… Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del Niño; y cuando Le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore” (v. 1-3, 7-8).
Herodes era el rey de la tierra. Fingió su deseo de adorar a Jesucristo, pero él tenía miedo porque había nacido Uno que fue llamado el Rey de los judíos. La palabra griega traducida como “turbado” en el versículo tres significa “estar perturbado” o “agitado.” Conlleva la idea de pánico total. Herodes entró en pánico. ¿Por qué? Tenía miedo de Jesús-miedo de otro rey. Veamos por qué.
Julio César nombró al padre de Herodes, Antípatro, a ser procurador o gobernador de Judea bajo la ocupación romana. Antípatro a continuación, logró que su hijo Herodes fuera nombrado prefecto de Galilea. En esa oficina Herodes fue exitoso en sofocar las bandas de guerrilleros judíos que continuaban luchando en contra sus gobernantes extranjeros.
Después de huir a Egipto, cuando los partos invadieron Palestina, Herodes, luego fue a Roma y en el 40 A. C. fue declarado por Octavio y Marco Antonio (con el consentimiento del Senado romano) para ser rey de los Judíos. Invadió Palestina el próximo año y, después de varios años de lucha, expulsó a los partos y estableció su reino.
Debido a que él no era judío, pero idumeo (un edomita), Herodes se casó con Mariamne, heredera de la casa hasmonea judía, para convertirse más aceptable para los Judíos a quienes ahora gobernaba. Era un orador, guerrero, y diplomático inteligente y capaz. Pero también era cruel y despiadado. Era increíblemente celoso, desconfiado y temía por su posición y poder. Temiendo una amenaza potencial, ahogó a Aristóbulo su sumo sacerdote, el hermano de su esposa, y después proporcionó un funeral magnífico donde fingió llorar. Luego hizo que Mariamne se suicidara, y luego su madre y dos de sus propios hijos.
Cinco días antes de su muerte (alrededor de un año después del nacimiento de Jesús), mandó a ejecutar a su tercer hijo. Una de las mayores evidencias de su sed de sangre y locura cruel fue mandar a encarcelar a los ciudadanos más distinguidos de Jerusalén poco antes de su muerte. Debido a que sabía que nadie  lloraría su propia muerte, dio orden que los prisioneros fueran ejecutados en el momento de su muerte. Así  él garantizaba que  habría duelo en Jerusalén.

Ese acto de barbarie fue superado en crueldad sólo por su masacre de “todos los hijos varones que había en Belén y en todos sus alrededores, de dos años para abajo” (Mateo 2:16). Por medio de tal acción esperaba eliminar cualquier amenaza a su trono de Aquel que los magos dijeron había nacido Rey de los Judíos.
¿Por qué Herodes perdió la Navidad?  Miedo celoso. Para que no piense que no hay más Herodes en este mundo, sólo tiene que leer la prensa diaria. El hombre es depravado. Hay Herodes en todas las sociedades. Pero hay una lección más grande para toda la humanidad.
Muchas personas se pierden Navidad a causa de la misma clase de miedo que tenía Herodes. Herodes tenía miedo de que alguien tomara su trono. Hoy la gente tiene miedo de renunciar a sus propios planes, prioridades, valores y moral. Ellos no quieren venir a Cristo porque Él entorpecerá su estilo-Él se adjudicará sus vidas. Eso significa que tendrán que modificar la forma en que viven. Los medios de comunicación le dicen a la gente que hagan lo que quieren, dominen su suerte y tracen su propio destino. El mundo está lleno de reyes que no se arrodillan delante de Jesucristo, que se pierden la Navidad al igual que Herodes.
¿Y usted? ¿Ha dicho que no a Jesucristo, ya que tiene miedo de lo que Él le reclamará a usted? ¿Quiere ser el amo y señor de su vida y el rey de su pequeño reino? Eso es trágico – ¡Su reino es mucho más glorioso!
Orgullosa Indiferencia
Una vez que Herodes supo por los sabios que un niño iba a nacer, quien sería el Rey de los Judíos, reunió “a todos los principales sacerdotes y los escribas del pueblo, [y] les preguntó dónde había de nacer el Cristo.  Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel” (Mateo 2:4-6). Herodes llamó a los expertos.
Los sumos sacerdotes eran el sumo sacerdote, el capitán de la policía del Templo, y lo mejor de los demás sacerdotes -aquellos que tenían grandes habilidades administrativas, docentes, y de liderazgo. La mayor parte de los sacerdotes eran saduceos. Los escribas eran mayormente los fariseos. Ellos fueron los lingüistas e intérpretes que entendían la cultura y la historia de los datos bíblicos.
Los dos grupos sabían dónde nacería el Mesías porque sabían que Miqueas había profetizado que “Belén…de ti me saldrá el que será Señor en Israel” (5:2). Una cosa que la nación judía había estado buscando, y aún lo hace hoy en día, era el Mesías. Ellos habían estado esperando un libertador a lo largo de su historia, especialmente cuando bajo la opresión romana. Sin embargo, estos sacerdotes y escribas no estaban dispuestos a recorrer los pocos kilómetros para averiguar si este niño podría ser el Mesías.
Por qué se perdieron la Navidad? Indiferencia. No les importaba. Tenían todos los hechos, pero no necesitaban a un Mesías. ¿Por qué? Debido a que se creían moralmente superiores- se consideraban perfectos guardianes de la ley. En sus mentes eran todo lo que Dios podía pedir de ellos. Se podría decir que estaban llenos de indiferencia orgullosa porque la indiferencia es siempre el resultado de orgullo. No había lugar para el Hijo de Dios en su sistema. Cuando el hijo mayor llegó a la escena, Le odiaron y despreciaron. Así que tramaron Su asesinato y clamaron por Su sangre.
Jesús identificó su indiferencia en una punzante reprimenda en Mateo 9. “Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos” (v. 10). Jesús se sentó a esta comida con la gente que necesitaba su ayuda: los marginados, los recaudadores de impuestos, traidores, y los pecadores. “Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento” (v. 11-13). Cuando los fariseos celebraban una fiesta, invitaban a la gente de superioridad moral. Cuando Jesús celebró una fiesta, Él le dio la bienvenida a aquellos que sabían que eran pecadores y estaban desesperadamente conscientes de su necesidad de un Salvador.
Muchas personas hoy en día se pierden la Navidad porque no se dan cuenta que son pecadores. Así que ignoran a Cristo. No muestran ningún interés en el Salvador, porque no entienden su necesidad de ser salvados. Ellos no entienden que la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23) – que el pecado se arrastra a la gente a un infierno eterno. En consecuencia, ignorar el remedio, ya que ni siquiera saben que tienen la enfermedad.
Rituales Religiosos
Lucas 2 indica otro grupo de personas que perdieron la Navidad: “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor” (v. 8 -9). El ángel proclamó el nacimiento de Cristo, y los pastores fueron a Belén para verlo. El versículo 20 dice: “Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.” De todas las personas en Jerusalén, Dios señaló pastores para recibir la gran noticia sobre el nacimiento de Cristo.
Los pastores eran un grupo de personas despreciado. No podían mantener todos los ritos de purificación y actividades, ya que estaban muy ocupados atendiendo a las ovejas. Sin embargo, nadie más de la ciudad vino a ver al niño Jesús, excepto los “impuros” pastores. Sin embargo, dos personas especiales Lo advirtieron cuando Lo llevaron a la ciudad. Lucas 2:25-26 menciona a Simeón, un hombre que “era justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.” Lucas 2:36-38 nos dice acerca de Anna, una viuda que vio al Mesías en el templo y que hablaba del “Niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén” (v. 28).
Sin embargo, la masa de gente en Jerusalén se perdió la Navidad. El nacimiento de Cristo tuvo lugar a pocos kilómetros de distancia. Fue el cumplimiento de todos sus sueños y esperanzas – el evento que cambiaría el destino del mundo – pero ellos se lo perdieron. ¿Por qué? La religión. Estaban tan ocupados con los ritos de su religión que se perdieron la realidad de Su Nacimiento.
Cuando Jesús preguntó a sus discípulos: ” ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? (Mateo 16:13), su respuesta fue: “Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas” (v. 14). Todo era especulación, estaban equivocados. Jesús no encajaba en el sistema religioso de Su época. Y la gente lo sabía, después que dio el Sermón del Monte.
La religión maldecirá un alma más rápido que cualquier cosa, si ese algo es otra cosa que la verdadera adoración del Dios verdadero. Un sistema religioso falso da a una persona un lugar para esconderse – un lugar donde puede enmascarar su espiritualidad. La gente involucrada en varios cultos habla sobre Dios, Cristo, y la Escritura, pero no conocen a Cristo. Están perdidos en medio de la religión. Entonces, el pueblo de Jerusalén se perdió la Navidad mientras eran religiosos.
Idolatría
Los romanos también se perdieron la Navidad. La profecía de Miqueas, sobre que el niño Cristo nacería en Belén se puso en marcha por un emperador gentil. Lucas 2:1-2 dice, “Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.” Los soldados romanos registraron a la gente y realizaron el censo.
A lo largo de la vida de Cristo vemos la presencia de los romanos. Antes de su muerte apareció Cristo ante Pilatos, el gobernador romano de Judea (Juan 18:28-40). Cristo fue ejecutado por los romanos (Mateo 27:27-36). Guardias romanos mintieron acerca de Su resurrección, propagando una historia para encubrir la realidad de que Él resucitó de los muertos (Mateo 28:11-15). Todos ellos se perdieron Navidad a causa de su idolatría: adoraban a sus propios dioses. Cristo no encajaba con ellos. Ellos adoraban a una multitud de dioses, y el pináculo de su culto era la adoración del emperador. Así que en medio de su idolatría pagana se perdieron Navidad.
El mundo actual está lleno de personas que adoran a sus propios dioses. No adoran ídolos como lo hicieron en la época de Cristo, pero todavía tenemos ídolos y dioses. Algunas personas adoran el dinero. Algunas personas adoran el sexo. Otros adoran coches, barcos y casas. Algunos adoran el poder y el prestigio. Esas cosas son los dioses paganos de hoy, los ídolos del siglo XXI. Y si eso es lo que está adorando, se perderá la Navidad, también. Usted puede recibir algunos regalos, comer una gran cena, y disfrutar de un árbol decorado de pino, pero se perderá la Navidad.
El Exceso de Familiaridad
Tal vez lo más triste de todo, es que la gente de Nazaret se perdió la Navidad. Lucas 2:39-40 dice: “Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.” Cuando Jesús volvió a Nazaret, Él no se parecía a cualquier otro niño. Acompañó a sus padres a Jerusalén para celebrar la Pascua cuando tenía doce años. Desconcertó a los doctores de teología en el Templo (Lucas 2:41-47). Pasó treinta años de su vida en Nazaret, sin embargo, los residentes no lo reconocieron.
Lucas 4 revela la tragedia que sucedió cuando Jesús reveló Su identidad a los nazarenos:
Él fue a Nazaret, donde se había criado, y como era Su costumbre, entró en la sinagoga el sábado, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías. Y abrió el libro y encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor”. Y cerró el libro, y lo devolvió al ayudante y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en Él. Y comenzó a decirles: “Hoy esta Escritura se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.” Y todos hablaban bien de Él, y se maravillaban por las palabras de gracia que salían de Sus labios, y decían, “¿No es éste el hijo de José?”… Y Él dijo: “En verdad os digo que ningún profeta es acepto en su propia tierra” (v. 16-22, 24).
La gente de Nazaret se perdió Navidad a causa de exceso de familiaridad. Ellos conocían a Jesús como el hijo de José, y no Le consideraban especial. Después de que Jesús terminó de hablar en la sinagoga, la gente “levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle. Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue”(v. 29-30).
El exceso de familiaridad es algo mortal. Me encuentro con tantas personas que dicen haber sido criadas en un ambiente cristiano, pero no son cristianas. El miedo se apodera de mi corazón cuando oigo eso. El exceso de familiaridad coarta la convicción. Cuando usted ha oído algo muchas veces y no hace nada al respecto, tal familiaridad puede generar desprecio.
Marcos 6:6 nos da el análisis de Cristo del pueblo de Nazaret: “Estaba asombrado de la incredulidad de ellos”. Mateo 13:58 Y añade: “Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos”. El exceso de familiaridad con la verdad de la Navidad puede generar un corazón de piedra. Es mejor responder, mientras que su corazón es blando, o su corazón se endurecerá y no tendrá la oportunidad de responder (Proverbios 29:1).
Conclusión
Hay muchas maneras de perder la Navidad: la preocupación ignorante, el ritual, la idolatría, y la familiaridad excesiva. Pero detrás de todas esas razones está la incredulidad. Muchas personas simplemente se niegan a creer en Jesucristo. El apóstol Juan dijo: “En el mundo estaba, y el mundo por Él fue hecho; pero el mundo no Le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no Le recibieron. Mas a todos los que Le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”(Juan 1:10-12).
Si usted se ha estado perdiendo la realidad de la Navidad en su vida, sepa que si recibe al Señor Jesucristo y cree en Su nombre, la Navidad se convertirá en real para usted. Puede suceder hoy en día, y es entre usted y Dios (2 Corintios 6:1-2, Romanos 10:8-11).
DESCARGAR

viernes, 21 de diciembre de 2012

Origen de la Navidad: una cosmogonía de rituales paganos


. Origen de la Navidad: una cosmogonía de rituales paganos
. biblias y miles de comentarios
                           Origen de la Navidad: una cosmogonía de rituales paganos
"Lo verdaderamente cristiano de la Navidad es Jesús. El Cristo y el pesebre, que fue incorporado por San Francisco, con animales vivos y personajes disfrazados para imitar la forma en que se celebraba la Navidad en Tierra Santa".
 
En los albores de la era cristiana nadie estaba seguro de la fecha en que había nacido Jesús. Era evidente que en diciembre y enero se daban –y se dan– las temperaturas más bajas (hasta 0,1 bajo cero, en grados Celsius) y las precipitaciones más altas (hasta 187 milímetros), de tal manera que resultaba imposible que los pastores durmieran a cielo descubierto mientras cuidaban el ganado, según escribió San Lucas –médico sirio convertido al cristianismo muchos años después de la desaparición de Jesús–, pues durante esta época, incluido febrero, hombres y ganado pernoctaban bajo techo. Era entonces absurdo que el censo de población –decretado por Quirino, gobernador de Siria – se llevara a cabo durante estas fechas, en medio del frío, la lluvia, y los caminos anegados y resbaladizos que harían imposible la caminata a sus lugares de origen, como es el caso de José y María.
Así pues, se comenzó a especular con las fechas: 16 ó 20 de mayo, 9, 19 ó 20 de abril, 29 de marzo o 29 de septiembre. Hasta que en el año 334 el Papa Julio I dictaminó que Jesús había nacido el 25 de diciembre. No era fecha escogida al azar pues –como nos indica Desmond Morris en “Tradiciones de Navidad” – coincidía con las festividades que se realizaban en muchos de los desplazamientos de peregrinos durante el solsticio de invierno: las ceremonias vikingas en honor de Odín, las Saturnalias romanas, el nacimiento del dios Indoiraní Mithra, etc. De ahí que el nacimiento del Jesús El Cristo haya sido fácilmente asimilado al retorno del sol, al regreso de la luz. Todo parece indicar que Jesús nació 6 años antes de su supuesto nacimiento, pues los censos se llevaban a cabo cada 14 años, y el último había sido en el 20 AC.
Un elemento pagano de la navidad es el árbol. Muchos pueblos les rendían culto a un puñado de árboles considerados sagrados por distintos motivos. El más común, desde Grecia hasta Noruega era el roble, pero con el devenir del cristianismo se cambió el inconmovible roble por el abeto pues, según los misioneros, la forma triangular de la enramada correspondía al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Este tres mágico caló muy bien en todas partes ya que era un número venerado por muchos pueblos miles de años antes de la venida de Jesús, y de esta manera bastante singular se impuso el abeto y luego el pino.
Otro elemento pagano es Papá Noel, que en un principio se trataba del Abuelo Invierno al que los vikingos agasajaban para que fuera benévolo y, llegado el momento, partiera sin resentimiento para dar paso a la nueva vida. Una vez cristianizados y siguiendo la costumbre vikinga, los bretones los denominaron Viejo Padre Navidad: uno de ellos se disfrazaba del personaje y con gran alegría el pueblo le ofrecía de comer y de beber en abundancia hasta su partida.
Con el tiempo, el Padre Invierno o Papá Noel, se confundió con San Nicolás, un hombre sumamente rico nacido en lo que hoy es Turquía y famoso por su generosidad con los más pobres, en especial con los niños. A aquel hombre que se transformó en obispo y más tarde en santo, los holandeses le tomaron particular cariño y lo llamaron en su lengua Sinter Klaas (San Nicolás), y con este nombre pasó a América, más específicamente a Nueva Ámsterdam, que luego los ingleses rebautizaron como Nueva York. Con el tiempo y las aguas navideñas, Sinter Klaas se transformó en el famoso Santa Claus (Jo Jo Jo), es decir: Papá Noel, esto es, el Padre Invierno.
Los americanos contribuimos a la Navidad con el pavo –del que los aztecas tenían grandes criaderos–, que fue introducido en Inglaterra por David Strickland, razón por la cual obtuvo el derecho a poner como centro de su escudo familiar un pavo macho. Sin embargo, durante años –confundiendo el pavo de América con la gallina de Guinea– se creyó que habían sido los turcos quienes habían introducido el pavo en Inglaterra, de ahí su nombre en inglés: turckey (turco).
Al parecer, lo verdaderamente cristiano de la Navidad es Jesús. El Cristo y el pesebre, que fue incorporado por San Francisco, con animales vivos y personajes disfrazados, en el año 1224, para imitar la forma en que se celebraba la Navidad en Tierra Santa. Desde esa fecha, muchas casas nobles de Europa empezaron a competir entre ellas para diseñar el mejor pesebre cada año. Luego esta costumbre se trasladó a América, en donde se incorporaron figurillas de alpacas, cóndores, tapires y caimanes, amén de indios pastores, ángeles negros, ídolos precolombinos, así como chamanes amazónicos o emperadores incas en sustitución de algún Rey Mago, por lo general Gaspar.
De esta manera puede apreciarse cómo la Navidad, fiesta especialmente diseñada para ser disfrutada por los niños, es una mezcolanza de tradiciones, mitos y ceremonias paganas.
 
DOWNLOAD HERE>>>

Historia del origen de la navidad: Abre los ojos


. Historia de la navidad
. biblias y miles de comentarios

25 de Diciembre
y las fiestas paganas
El día de Navidad es el 25 de diciembre, cuando se conmemora el Nacimiento de Jesucristo en Belén según los evangelios de San Mateo y San Lucas. Después de la Pascua de Resurrección es la fiesta más importante del año eclesiástico.
Como los evangelios no mencionan fechas, no es seguro que Jesús naciera ese día. De hecho, el día de Navidad no fue oficialmente reconocido hasta el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad.
De esta manera seguía la política de la Iglesia primitiva de absorber en lugar de reprimir los ritos paganos existentes, que desde los primeros tiempos habían celebrado el solsticio de invierno y la llegada de la primavera.
La fiesta pagana más estrechamente asociada con la nueva Navidad era el Saturnal romano, el 19 de diciembre, en honor de Saturno, dios de la agricultura, que se celebraba durante siete días de bulliciosas diversiones y banquetes.
Al mismo tiempo, se celebraba en el Norte de Europa una fiesta de invierno similar, conocida como Yule, en la que se quemaban grandes troncos adornados con ramas y cintas en honor de los dioses para conseguir que el Sol brillara con más fuerza.

Edad Media,
nacimientos y villancicos
Una vez incorporados estos elementos, la Iglesia añadió posteriormente en la Edad Media el nacimiento y los villancicos a sus costumbres. En esta época, los banquetes eran el punto culminante de las celebraciones. Todo esto tuvo un abrupto final en Gran Bretaña cuando, en 1552, los puritanos prohibieron la Navidad. Aunque la Navidad volvió a Inglaterra en 1660 con Carlos II, los rituales desaparecieron hasta la época victoriana.

Siglo XIX,
árbol y postales de Navidad
La Navidad, tal como la conocemos hoy, es una creación del siglo XIX. El árbol de navidad, originario de zonas germanas, se extendió por otras áreas de Europa y América. Los villancicos fueron recuperados y se compusieron muchos nuevos (la costumbre de cantar villancicos, aunque de antiguos orígenes, procede fundamentalmente del siglo XIX). Las tarjetas de navidad no empezaron a utilizarse hasta la década de 1870, aunque la primera de ellas se imprimió en Londres en 1846.

Santa Claus y
el Espíritu de Navidad
La familiar imagen de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas con juguetes, es una invención estadounidense de estos años, aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de San Nicolás y una jovial figura medieval, el espíritu de navidad. En Rusia lleva tradicionalmente un cochinillo rosa bajo el brazo.
Navidad
hoy día
Actualmente, la Navidad es tiempo de gran actividad comercial e intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares.
En Occidente se celebra la Misa del gallo en iglesias y catedrales. En los países de América Latina, de arraigada tradición católica, se celebra especialmente la Nochebuena (24 de diciembre) con una cena familiar para la que se elaboran una diversidad de platos, postres y bebidas tradicionales.
También se acostumbra asistir a la Misa del gallo y celebrar con cohetes y fuegos artificiales.
 


Lo que dicen las enciclopedias
La palabra "navidad" es una contracción de "natividad", que significa natalicio. Esta fiesta hizo su aparición en la Iglesia Católica y de allí se extendió al protestantismo y al resto del mundo.
Ahora bien, de donde la recibió la Iglesia Católica? No fue de las enseñanzas del Nuevo Testamento. No fue de la Biblia ni de los apóstoles quienes habían sido instruidos personalmente por Jesucristo. La Navidad se introdujo en la Iglesia durante el siglo cuarto, proveniente del paganismo.
Puesto que la celebración de la Navidad fue introducida en el mundo por la Iglesia Católica Romana y no tiene otra autoridad que la de ella misma, veamos lo que dice al respecto la Enciclopedia Católica (edicion de 1911): "La Navidad no estaba incluida entre las primeras festividades de la Iglesia... los
primeros indicios de ella provienen de Egipto... Las costumbres paganas relacionadas con el principio de enero se centraron en la fiesta de la Navidad.
En la misma enciclopedia, bajo "Día Natal", encontramos que Orígenes, uno de los padres de la Iglesia, reconoció la siguiente verdad: "...No vemos en
las Escrituras que nadie haya guardado una fiesta ni celebrado un gran banquete el día de su natalicio. Solo los pecadores (como Faaraon y Herodes) celebraban con gran regocijo el día en que nacieron en este mundo".

La Encyclopedia Británica, edicion de 1946, dice:  "La Navidad no se contaba entre las antiguas festividades de la Iglesia... " No fue instituida por Jesucristo ni por los apóstoles, ni por autoridad bíblica. Fue tomada más tarde del paganismo.

La Enciclopedia Americana, edición 1944, dice: "La Navidad... de acuerdo con muchas autoridades no se celebró en los primeros siglos de la Iglesia Cristiana, ya que la costumbre del cristianismo en general era celebrar no el natalicio sino la muerte de personas importantes. La Pascua, instituida por
autoridad bíblica en el Nuevo Testamento, es una conmemoración de la muerte de Cristo. En el siglo quinto, la Iglesia Occidental dio orden de que fuese celebrada para siempre, en el mismo día de la antigua festividad romana en honor del nacimiento del sol, ya que no se conocía la fecha exacta del nacimiento de Cristo".
Estas autoridades históricas demuestran que durante los primeros dos o tres siglos de nuestra era, los cristianos no celebraban la Navidad. Esta fiesta fue introducida en la Iglesia Romana en el siglo cuarto de nuestra era y no fue hasta el siglo quinto que la establecieron oficialmente como fiesta cristiana.
Cualquier enciclopedia u otra autoridad nos puede confirmar el hecho de que Cristo no nació un 25 de diciembre. La enciclopedia Católica lo dice claramente.
La fecha exacta del nacimiento de Jesucristo es totalmente desconocida. Las sagradas escrituras no revelan este acontecimiento.
La nueva enciclopedia de conocimiento religioso, de Schaff-Herzog, lo explica claramente en su artículo sobre la Navidad: "No puede determinarse con precisión hasta que punto la fecha de de esta festividad dependió de la pagana Brumalia (25 de diciembre), que seguía a la Saturnalia (17-24) de diciembre y conmemoraba el día más corto del año y el nuevo sol.
Para más referencias podrías recopilar más datos en la Enciclopedia Británica, edición 11, volumen 19, páginas 648-649 acerca del origen de San Nicolás. También en Biblioteca Sacra, volumen 12, páginas 153-155 referente a la tradición de intercambio de regalos, característico de la Saturnalia.

DOWNLOAD HERE>>>
https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html