Mostrando entradas con la etiqueta anatema. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta anatema. Mostrar todas las entradas

sábado, 2 de abril de 2016

Si alguno les predica diferente evangelio del que han recibido, sea anatema. Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6





Preparemos la comida para las ovejitas del Pastor de los pastores
EL GRAN RESONDRÓN A LOS TORCEDORES DEL VERDADERO EVANGELIO 

Gálatas 1:8-10

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Gálatas, una epístola con chicote doloroso, pero necesario


La medida de este escandaloso abandono 
(Gálatas 1:8–10)

Lo que sigue en Gálatas 1 nos va a sorprender. 

Primero, Pablo se imagina un caso hipotético, usando el modo subjuntivo como si no fuese posible. De esta manera se profundiza su escándalo. “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gálatas 1:8). Se supone que sí fuera el caso, sería algo tan increíble que un ángel predicara semejante sustituto falso—realmente sería imposible.

Pero en Gálatas 1:9 agrega lo mismo pero con este cambio notable en el modo indicativo afirmando la presente realidad alarmante. “Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema”.

Para algunos, pudiera ser sólo una repetición diciendo lo mismo otra vez para llamar la atención. Pero los amadores de la gramática sabemos que estos dos modos, el subjuntivo y el indicativo, representan dos mundos diferentes del pensar. 

El subjuntivo propone lo irreal, lo no muy probable, lo incierto en un futuro pendiente, pero el indicativo nos trae a la realidad histórica, lo presente, lo seguro y firme. De esta manera Pablo les acerca al anatema, con esta palabra fuerte y devastadora.

La palabra anatema es fortísima en su denuncia. Aparece en 1 Corintios 16:22: “El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene”. La historia de esta palabra es interesante. Pudiera tener un sentido positivo, algo reservado a Dios como su posesión exclusiva, pero tiene su trasfondo histórico que se halla en el pecado de Acán en Josué 6:17, 18.

En la toma de Jericó Dios había dicho: “Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá… pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, no toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis”.

Sabemos que Acán tomó de lo prohibido, lo reservado exclusivamente para Dios. Acán era culpable por su acto de pura desobediencia. Después de la derrota de Israel en Hai, Dios dijo: “Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espada, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros” (Josué 7:12).

No existe palabra más fuerte y devastadora que Pablo pudiera haber usado en esta situación. Tal es la medida de la vehemencia de Pablo contra esta plaga infiltrándose en los gálatas. Podemos sentir su indignación santa ante la amenaza. El apóstol no puede tolerar el hecho de que el evangelio que les predicó esté en peligro de pervertirse irremediablemente.

Pablo responde: “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” (v. 10). Para Pablo no puede haber otra motivación que la de complacer a Dios y honrar su gracia en su plenitud.

Cómo se presenta el legalismo hoy en día
Pero uno pudiera decir: ¿No es esto demasiado duro y extremo cuando sólo trataban de agregar un rito de la ley u observación de cierto día que tiene el trasfondo en el Antiguo Testamento?

Hoy en día hay los que diluyen el evangelio a la auto-estima, la búsqueda de auto-realización y el éxito en la vida personal. Se escriben y se compran miles de tales libros con el “evangelio lite”.

Pero para Pablo no era nada insignificante, porque era predicar no la gracia de Dios sino las buenas obras como el medio de aumentar nuestra aceptación delante de Dios. Agregar algo de parte nuestra --por bueno que pareciera-- resulta en orgullo religioso; Dios no soporta eso nunca.

Agregar aun algo a la obra de la cruz, a la gracia de Dios para con los inmerecidos, es invalidar la muerte de Cristo que sigue siendo la única base y medio de agradar a Dios. Sólo nos queda creer y obedecer a la Palabra de Dios en su sencillez con el resultado de la llenura del Espíritu Santo y el fruto del Espíritu.

Hoy en día, hay tantos que quieren que agreguemos algo que pudiera llevarnos a ser “más espirituales”. Algunos buscan ser apóstoles por el poder y la influencia que les da; otros buscan la profecía para que puedan manipular e impresionar a los demás. Hay “encuentros” donde el énfasis es una nueva experiencia, nueva “bendición”, nuevo “thrill”.

En muchas partes del mundo se predica “la Teología de la Prosperidad” y millones la siguen. Dicen a sus feligreses inocentes: “Dame a mí y Dios te multiplicará en lo material”. Otros dicen: “Pare de sufrir” como si fuera el evangelio. Siempre hay una nueva corriente, la próxima novedad. Pero al final de cuentas, estas corrientes que ofrecen tanto no rinden nada, no duran.

Algunos Adventistas del Séptimo Día y otras sectas promueven ciertos reglamentos, guardan el sábado sólo para gloriarse de que lo cumplen o para marcar una diferencia que los separa de los demás. En este escenario moderno, el énfasis no es en la gracia de Dios que produce la verdadera santidad, humildad, servicio y el amor por las almas.

Siempre han existido los extremos: el legalismo o el libertinaje. La Cruz es nuestra única protección contra los extremos. El legalismo siempre ha existido. Produce cierto tipo de “espiritualidad” basada en el orgullo “espiritual”. Lo que podemos hacer por nuestras fuerzas resulta siempre en la comparación con otros, con la tendencia hacia nuestra ventaja.

La carne siempre busca donde gloriarse. Jesús mismo dijo: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y vida” (Juan 6:63). 

Pablo en Filipenses 3:3 identifica al verdadero creyente: “Porque nosotros somos la circuncisión (la verdadera en el Espíritu), los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne”.

El libertinaje se desacredita por los excesos sexuales, pero el legalismo se disfraza bajo ese “orgullo espiritual” donde uno se separa de otro por ser mejor, más “espiritual”, más comprometido a los ritos y reglamentos externos de la religión. Los fariseos fueron los que crucificaron a Jesús al fin de cuenta.

Pablo recoge la sutileza del legalismo y hace frente a él en esta epístola. Que Dios nos dé el discernimiento para reconocer esa trampa y no caer en ella. El legalismo es anatema para Dios y el mensaje de la Cruz.

Principios poderosos para tomar muy en cuenta
    1.      Empezar bien no nos garantiza un andar futuro recto. “Vosotros corríais bien;               ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?” Gálatas 5:7.
    2.      Pablo es fiel en la búsqueda del bienestar de sus hijos en la fe. Está                              dispuesto a hacerse “enemigo” de ellos para rescatar su fe. El líder espiritual                se pone en peligro para contender por la fe.
    3.      El apóstol empieza la epístola con un breve sumario de lo esencial del                          evangelio. Es bien evidente que el centro de nuestro mensaje sigue siendo la              centralidad de la obra de la Cruz en su plenitud. La muerte y la resurrección                  de Cristo es “el poder de Dios para salvación”.
    4.      Pablo revela la pasión de su corazón hacia el evangelio de la Cruz y a la vez                revela su pasión por los gálatas que estaban en gran peligro de ser                               traicionados por los judaizantes.
    5.      Por dos repeticiones, una en el subjuntivo y la otra en el indicativo, Pablo                      expone la gravedad de la situación espiritual. No es cuestión de unas                           interpretaciones de la verdad, más bien es el legalismo que destruye la gracia              del evangelio y es anatema para Dios.
    6.      Llega el momento de ponerse firme ante las maniobras de la carne y defender              la verdad.
    7.      Pablo revela aquí para con sus hermanos de Galacia “tough love” (el amor                  duro pero sincero) de un padre espiritual en la fe. Este cáncer tiene que morir               o nos mata.
    8.      Como aplicación para hoy, podemos decir que todo lo que distrae y sustrae                  de la centralidad de Cristo es enemigo del evangelio. Hoy en día puede ser el             entretenimiento de los hermanos por la música “rock”, la exhibición de dizque               don o la personalidad carismática de un “líder”, entre otros.
    9.      Pablo defiende su apostolado y por ende su mensaje es contra todo ataque                   de la carne. No se defiende a sí mismo, sino que establece que su mensaje                 lo recibió directamente por revelación y por eso es autoritativo y apostólico.
    10.      Para el verdadero líder espiritual, ¡qué ejemplo es Pablo: pasión por el                        evangelio, amor para con los hermanos en peligro, fiel en corregir,                                 apasionado por el mensaje de la Cruz!

DESCARGAR

viernes, 1 de abril de 2016

Si alguien os está anunciando un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema. Hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6





Alimentamos a las ovejitas que nos dio El Pastor de los pastores
El carácter único del evangelio
Gálatas 1:6-9
6 Estoy asombrado de que tan pronto os estéis apartando del que os llamó por la gracia de Cristo,  para ir tras un evangelio diferente. 
7 No es que haya otro evangelio, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 
8 Pero aun si nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara  un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.  
9 Como ya lo hemos dicho, ahora mismo vuelvo a decir: Si alguien os está anunciando un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema.

Un Evangelio Irremplazable
             ¡¡¡NO HAY OTRO EVANGELIO!!!                                              Gálatas 1:6-9

El tema principal, Gálatas 1:6–9. Después de la salutación, el apóstol Pablo menciona el problema que existía con los gálatas. Después que Pablo había compartido el evangelio de gracia, los cristianos en Galacia habían aceptado otras enseñanzas que eran contrarias al evangelio apostólico. Pablo comienza su exhortación (Gálatas 1:6) con sorpresa de que se hubieran alejado del evangelio. 

La palabra griega methístemi (Gálatas 1:6) tiene la idea de remover (la misma palabra se usa en Hech. 7:16 donde los huesos de los patriarcas fueron trasladados o removidos). Los gálatas estaban a punto de dejar el evangelio apostólico para trasladarse a otro. 

El otro evangelio era una falsificación del verdadero. La palabra evangelio (euaggélion ) significa buenas nuevas y son las que el Apóstol mencionó en Gálatas 1:4. El mensaje de los falsos maestros era de imponer a los cristianos requisitos de la ley (especialmente la circuncisión) como parte del evangelio.

El apóstol Pablo aclara que hay un solo evangelio (Gálatas 1:7), pero que algunos tenían en mente hacer cambiar a los gálatas en sus creencias originales (perturban tiene la idea de levantar una seducción para estorbar la bendición que los gálatas tenían en el evangelio de gracia). 
El método de cómo hacer esta perturbación era de cambiar el evangelio. Cuando se cambia el contenido del evangelio (o también la Palabra de Dios en general), la fe es contaminada con otras ideas que no son de Dios. El cambiar el evangelio es la peor tragedia que puede ocurrir.

Semillero homilético
Los asombros en el evangelio
Gálatas 1:6–9
Introducción: 
En otras epístolas Pablo comienza con una afirmación de los recipientes de la carta, pero aquí entra inmediatamente para referirse al problema que existía en las iglesias de Galacia. Expresa su asombro en forma impresionante.
I.     Una palabra de asombro, Gálatas 1:6.
1.     Por haber desertado el evangelio verdadero.
2.     Por haber abrazado evangelios falsos.

II.     Una declaración de asombro, Gálatas 1:8,9
1.   Anatema es palabra fuerte, de condenación, porque se relacionaba con la práctica de destruir todo el botín al conquistar una ciudad o una tierra.
2.   La aplicación de Pablo abarca las personas que habían abandonado el evangelio verdadero para aceptar los evangelios presentados por maestros falsos.
3.   El asombro vino porque en tiempo corto habían decidido abandonar el evangelio.

III.     Una afirmación firme.
1.     El evangelio que recibieron de Pablo era el único verdadero.
2.     Todo otro evangelio es falso.
(1)     Evangelio de obras.
(2)     Universalismo.
(3)     Aniquilación.
Conclusión: 
A veces estamos asombrados por lo que las personas aceptan como religión. Hay personas que están abiertas a aceptar toda clase de herejías, tales como la Nueva Era, porque dicen que satisface su ser interno. Debemos juzgar los evangelios con la medida de la Palabra de Dios.

El apóstol Pablo escribe una exhortación fuerte en base a la gravedad de cambiar el evangelio (Gálatas 1:8). Notemos que en la exhortación hay dos cosas: 
Primera, lo más importante no es el mensajero sino el mensaje. Los maestros falsos pueden tener una máscara de piedad pero su mensaje es venenoso. 
Segunda, no hay otra nueva revelación celestial dada a los hombres para ser salvo. El autor nos dice que ni un ángel del cielo, para aclarar la realidad que no hay un nuevo evangelio dado por Dios a los hombres por medio de agentes celestiales.
 Es interesante que en los tiempos que vivimos muchos ponen su fe en una persona o en experiencias sin tener en mente el contenido bíblico. 
El veredicto apostólico para aquellos que predican un evangelio falso es de maldición. La palabra anatema (anáthema , Gálatas 1:8) tiene que ver con la maldición divina. 
El Apóstol usa esta palabra en Romanos 9:3 donde él desearía ser anatema para la salvación de los judíos. La idea en Romanos 9:3 es separado de la salvación de Cristo, fuera de la gracia de Dios. Podemos decir que la palabra anatema tiene la idea de la maldición total de Dios, algo o alguien que es entregado al juicio divino.
¿A quién busca agradar?
1:10–12
1.     Algunos buscan agradar a los hombres con sus actos. Cristo              condenó a  tales personas (Mat. 6:1–4).
2.     Algunos quieren agradar a Dios, no importa lo que piensan los          hombres   (Jos. 24:15).
3.     Algunos buscan agradar a Dios y a los hombres (Mat. 22:37–40).

Esta exhortación es tan seria que el autor la repite (Gálatas 1:9). 

Hay dos interpretaciones con respecto a la exhortación paulina (como ya lo hemos dicho). Algunos piensan que se refiere al versículo anterior (Gálatas 1:8) donde Pablo menciona la exhortación por primera vez. 

Otros piensan que fue en persona en una de sus visitas. Cualquiera de los dos puntos de vista con que el lector esté de acuerdo, no cambia el pensamiento que esta exhortación fue repetida por el Apóstol a los gálatas para mostrar la gravedad de cambiar el evangelio que les fue dado.
DESCARGAR

sábado, 8 de agosto de 2015

Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 


La verdadera batalla es espiritual
Para la inmensa mayoría de los cristianos norteamericanos la guerra espiritual que he estado describiendo es un concepto nuevo. Muchos han comenzado a preguntarse si será posible integrarla a sus ministerios dadas sus tradiciones y preparación. Pero ellos no son los únicos. Incluso los pastores argentinos luchan con algunas de las mismas cuestiones teológicas y prácticas.
APRENDA LA LECCIÓN
Disfruté mucho hablando con el pastor Alberto Prokopchuk, de la Iglesia Bautista de los Olivos, La Plata, Argentina, porque podía identificarme muy estrechamente con su trasfondo. La tradicional preparación bautista para el ministerio que había recibido no incluía un curso en Guerra Espiritual. Su ministerio en la Iglesia Bautista de Los Olivos no era muy diferente de lo que vemos en tantas iglesias típicas de nuestras ciudades americanas: un sólido ministerio de enseñanza bíblica, un nivel de moralidad relativamente alto, el fruto del Espíritu manifestado en un grado razonable, y miembros que oran, diezman, asisten a los cultos y testifican a sus vecinos cuando se les presenta la oportunidad. ¡Todo eso y ningún crecimiento!

Bajo el ministerio de Alberto, la iglesia de Los Olivos había permanecido estancada en 30 miembros durante muchos años, hasta que Carlos Anacondia llegó a La Plata para realizar una campaña. Alberto y la Iglesia Bautista de Los Olivos colaboraron en ella, y a medida que asistían a los cultos noche tras noche y observaban a Anacondia, comenzaron a aprender acerca de la oración de guerra. Quedaron profundamente impresionados por los resultados no sólo por las miles de personas que eran sanadas físicamente y liberadas de espíritus malos, sino todavía más por las 50.000 que tomaron públicamente una decisión por Cristo. Nunca se había visto en La Plata nada que se acercara a esto.

Sin embargo, el observar a Anacondia y a su equipo llevar a cabo la campaña y el trasladar ese tipo de ministerio a una iglesia bautista tradicional eran dos cosas muy distintas. No obstante, una cosa que sí sabían cómo hacer los bautistas era evangelizar. De modo que los dirigentes laicos de Los Olivos abordaron a Alberto y le dijeron: «Tengamos una campaña evangelística en nuestra propia iglesia».

Alberto no estaba listo para aquello. «No tengo el don de evangelista», replicó. «¿Debemos invitar a un evangelista de fuera?» «No, hagamos un trato», le respondieron: «Usted predica en la campaña y nosotros oramos a Dios para que le conceda el don de evangelista».

Posiblemente en un momento de debilidad, Alberto accedió. Organizaron la campaña y celebraron el primer culto. Alberto predicó un mensaje evangelístico e hizo la invitación. ¡No hubo respuesta!

Mientras se angustiaba interiormente por su evidente falta de poder, le pareció escuchar una voz dentro de sí que le decía:
«¡Intenta hacerlo a la manera de Anacondia!»
Medio desesperado, Alberto decidió jugarse el todo por el todo y lo intentó. Hizo una enérgica oración de guerra y reprendió directamente a los espíritus como había visto hacerlo tantas veces a Carlos Anacondia.

Una vez atados los espíritus con la autoridad que Jesucristo le había dado, hizo nuevamente la invitación. ¡Esta vez más de quince personas saltaron de sus asientos y vinieron corriendo al frente para recibir a Cristo como Salvador y Señor!

La Iglesia Bautista de Los Olivos ha crecido de los treinta miembros que tenía hasta más de 900. Pero eso no es todo. Prokopchuk ha comenzado congregaciones satélites en otras partes de la ciudad que suman un total de 2.100 miembros. La meta de Alberto Prokopchuk para su iglesia, junto con su red de congregaciones satélites, es de 20.000 miembros para el año 2000. No es necesario decir que Alberto lo ha estado haciendo «como Anacondia» desde entonces.
LA VERDADERA BATALLA
La lección fundamental que Alberto Prokopchuk aprendió fue que la verdadera batalla para una evangelización eficaz es una batalla espiritual. El lo aprendió a su manera, y otros lo estamos aprendiendo a la nuestra.

El Movimiento del Crecimiento de la Iglesia, al cual represento, ha sido bendecido por Dios y utilizado para estimular cambios fundamentales tanto en el ministerio de la iglesia local como en la evangelización del mundo. Este movimiento comenzó en 1955 y durante los aproximadamente 25 años que estuvo bajo la inspiración de su fundador, Donald McGavran, trabajó en el desarrollo de los nuevos aspectos tecnológicos radicales de crecimiento de la iglesia y evangelismo que tan ampliamente aclamados han sido.
Yo creo que Dios quiere que hagamos un mejor trabajo evangelizando nuestra nación en los próximos años. Y en mi opinión lo haremos en la medida que comprendamos que la verdadera batalla es espiritual.
Alrededor de 1980, algunos de nosotros comenzamos a explorar cuáles podrían ser algunas de las dimensiones espirituales del crecimiento de la iglesia. Eso no significa que ahora consideremos malo ningún aspecto tecnológico o que vayamos a sustituir lo tecnológico por lo espiritual. No; la tecnología ha sido sumamente útil para las iglesias y misiones, y seguimos trabajando con ahínco para mejorarla y actualizarla.

Sin embargo, lo que hemos descubierto es que toda la tecnología evangelística del mundo podrá tener un efecto mínimo sólo si se logra ganar la batalla espiritual. Es algo así como un automóvil nuevo con los últimos adelantos de la ingeniería; que puede ser muy bonito y estar construido a la perfección, pero que no funcionará hasta que se le eche gasolina en el depósito. Lo mismo sucede con el poder espiritual en el evangelismo y el crecimiento de la iglesia.

Para ilustrarlo, considere la década de los 80 en América. Esos fueron los años del desarrollo rápido de algunas de las mayores iglesias que ha visto jamás la nación. Casi todas las áreas metropolitanas tienen ahora una o más megaiglesias que no existían antes. Los seminarios sobre el crecimiento de la iglesia y los recursos evangelísticos se han multiplicado. Las escuelas cristianas privadas y el uso por los creyentes de los medios de comunicación han aumentado extraordinariamente. En la superficie parecía que el cristianismo estaba haciendo grandes progresos en nuestro país, pero las estadísticas presentan un cuadro bien distinto: al final de la década la asistencia a la iglesia era la misma que en sus comienzos, y la membresía de las iglesias protestantes había disminuido.

Yo creo que Dios quiere que hagamos un mejor trabajo evangelizando nuestra nación en los próximos años. Y en mi opinión lo haremos en la medida que comprendamos que la verdadera batalla es espiritual.
APRENDA ACERCA DE LA LUCHA
En 1980 sentí de Dios que necesitaba concentrarme en las dimensiones espirituales del crecimiento de la iglesia. Por mi íntima amistad con John Wimber—a quien entonces algunos apodaban «Don Señales y Prodigios»—supe que el evangelismo con poder sería lo primero en mi nueva agenda. También sentía que después de aquello vendría la oración, aunque debo admitir que no tenía en ese momento ninguna pista de cómo ésta podía relacionarse con la evangelización eficaz.

En mi libro How to Have a Healing Ministry [Cómo tener un ministerio de sanidad] (Regal Books), publicado en 1988, compartí mi investigación sobre las señales y los prodigios, y un año antes había comenzado a estudiar con ahínco y a enseñar acerca de la oración. Sin embargo, hasta que no llegó el magnífico Congreso de Lausana sobre la Evangelización Mundial en Manila, en el verano de 1989, no aprendí realmente en cuanto a la verdadera batalla.

Aunque no sabía demasiado acerca de ella, para 1989 había empezado por lo menos a entender dos cosas: 
(1) La evangelización funcionaría mejor si iba acompañado de una oración fervorosa, y        (2) en el cuerpo de Cristo, a nivel internacional, Dios había dotado, llamado y ungido a ciertos individuos que estaban siendo extraordinariamente eficaces en el ministerio de intercesión.

Yo me encontraba en posición de integrar esas nuevas nociones en el Congreso Lausana II, porque era miembro del Comité Internacional de Lausana que patrocinaba el congreso.

Mientras oraba acerca de cómo unir la oración con la evangelización, Dios impresionó mi mente con el pensamiento de que debía tratar de identificar a 30 ó50 de esos intercesores de primer orden y desafiarles a venir a Manila pagándose sus propios gastos, pasar por alto el proceso de selección de participantes establecido, alojarse en el Hotel Plaza Filipino frente al Centro de Convenciones donde se celebraría el congreso, y orar durante las 24 horas del día todo el tiempo que durara el mismo. Los dirigentes del Comité de Lausana accedieron, y pedí a Ben Jennings, de la «Campaña de Oración por la Gran Comisión» de Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo, que organizara y dirigiera el proyecto. Ben realizó un magnífico trabajo y, cumpliendo nuestras expectativas más elevadas, se presentaron cincuenta intercesores.
A través del equipo de intercesión de Manila, Dios nos dio lo que a mí me gusta llamar una «parábola viviente», a fin de hacernos ver con claridad cuáles son los verdaderos temas subyacentes en la evangelización mundial. Pero antes de que describa esa parábola tengo que explicar aún otro factor decisivo.
EL CORDÓN DE TRES DOBLECES
En la primavera de 1989 comencé a aprender acerca de otra dimensión espiritual relacionada con el evangelismo: la profecía personal. No quiero entrar en detalles aquí de cómo individuos como John Wimber, Cindy Jacobs y Paul Cain ayudaron a abrirme esta nueva área de entendimiento, sólo decir que en un principio yo era un poco escéptico al respecto. Sin embargo, ahora creo que el ministerio profético es un ministerio válido e importante en estos días.

A comienzos del verano de ese mismo año, John Wimber me dijo que Dick Mills me telefonearía con una profecía y me recomendó que prestara mucha atención a ella. Para mi desconcierto yo nunca había oído de Dick Mills, pero John lo describió como uno de los profetas más respetados de América con una trayectoria muy probada. Seguidamente supe por Cindy Jacobs, que conocía bien a Mills, que el telefonear a extraños iba en contra de las costumbres de éste. Por casualidad, Cindy resultó estar invitada en casa el día que Dick Mills me llamó.

No detallaré aquí lo que decía la profecía, pero el asunto de la parábola viva de Manila era una aplicación profética de Eclesiastés 4:12 a mi ministerio: «Cordón de tres dobleces no se rompe pronto». Dick me dijo que sentía que Dios me estaba llamando a servirle como catalizador para que ayudara a unir tres cordones que El deseaba trenzar en un diseño a fin de cumplir sus propósitos en años venideros. Esos tres cordones eran: los evangélicos conservadores, los carismáticos y los liberales escrupulosos.

Lausana II habría de desempeñar un papel importante en cuanto a la unión de los dos primeros cordones. Aunque Lausana I, celebrado en Suiza en 1974, había incluido sólo una participación simbólica de pentecostales y carismáticos, quince años más tarde, en Lausana II, estos grupos eran bastante prominentes. Algunos dijeron que, por el número de manos levantadas en las sesiones plenarias, tal vez la mayoría de los participantes fueran carismáticos.

Resultó que aproximadamente la mitad de aquellos que se reunieron para formar el equipo de intercesión de Manila eran evangélicos conservadores y la otra mitad pentecostales o carismáticos. Más tarde supe que, por ser la primera vez que esos dos grupos se habían mezclado a ese nivel, al principio les asaltaron una variedad de pensamientos. Los carismáticos se decían a sí mismos: «Me pregunto si estos evangélicos saben en realidad cómo orar y ponerse en contacto con Dios». Y los evangélicos, por su parte, pensaban: «¿Se van a poner estos carismáticos a gritar, chillar y a revolcarse por el suelo?»

Pero para el deleite de todos los implicados, descubrieron que al empezar a orar juntos no había ninguna diferencia apreciable entre ellos. Cuando entraron al salón del trono de Dios en compañía unos de otros se encontraron hablando y oyendo las mismas cosas. Los evangélicos animaban a los carismáticos y los carismáticos a los evangélicos. Dos de las cuerdas de Dios se estaban uniendo.
LA PARÁBOLA VIVIENTE
Una de las señales visibles más extraordinarias que he percibido de Dios ocurrió durante la primera noche que el equipo de intercesión de Lausana se reunió en la suite de oración del Hotel Plaza Filipino. La víspera de la mayor convocación internacional sobre evangelización celebrada hasta la fecha, Dios nos dio una parábola viviente para mostrarnos de una vez por todas que la verdadera batalla por la evangelización del mundo es espiritual.

Los cincuenta intercesores se sentaron alrededor de aquella gran habitación de hotel en círculo. Venían de doce naciones distintas, la mayor parte de ellos de Norteamérica. Diez de los intercesores eran filipinos. Y aunque mi esposa, Doris, y yo no somos intercesores, nos invitaron a participar en las actividades de la sala de oración por haber concebido la idea.

Naturalmente, el primer elemento de la reunión fue presentarnos. Y cuando habíamos recorrido poco más de la mitad del círculo, una mujer filipina, llamada Juana Francisco, de alrededor de sesenta años de edad se dio a conocer y nos habló del ministerio de intercesión que había ejercido durante muchos años. Dos o tres minutos después, mientras hablaba otro, Juana Francisco sufrió lo que más tarde supimos que era un ataque crítico de asma. Gritó, su rostro se puso pálido y comenzó a jadear ruidosamente tratando de respirar.

Una oleada de pánico recorrió la sala. Dos hombres tomaron a Juana por los brazos y la llevaron medio en volandas afuera, al pasillo del hotel. Justo al otro lado del vestíbulo estaba la habitación ocupada por Bill y Vonette Bright, de Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo. Lograron colocar a la mujer en la cama de Bill y afortunadamente una de las intercesoras filipinas era médico, de manera que salió con Juana para atenderla. Con el consuelo de que ya se encontraba bajo cuidado facultativo, dos o tres intercesores oraron por su salud y luego continuamos con las presentaciones.

Casi al terminar de dar la vuelta al círculo, alguien irrumpió en la sala gritando: «¿Quién tiene un automóvil? ¡Es una emergencia! ¡Debemos llevarla al hospital …! ¡La doctora dice que está muriendo!»

Dos mujeres—que no hacía mucho que se conocían—, saltaron de sus sillas de inmediato y salieron rápidamente por la otra puerta al pasillo del hotel. Una de ellas, Mary Lance, es reconocida como evangélica—presbiteriana de Charlotte, Carolina del Norte—y ha sido durante muchos años la intercesora personal de Leighton Ford, presidente del Movimiento de Lausana, el que ostentaba el cargo más alto del congreso. La otra era Cindy Jacobs, a la que ya me he referido anteriormente. Cindy es una conocida carismática independiente.
El espíritu de vudú
Una vez en el pasillo, Mary Lance y Cindy se miraron a los ojos y supieron en seguida en el Espíritu que habían recibido el mismo mensaje de Dios. El Señor les había dicho a ambas que el ataque de Juana Francisco era debido a la invasión de un espíritu de vudú. El vudú filipino había sido proferido contra el grupo y Dios había retirado lo suficiente su protección como para que ese espíritu de enfermedad alcanzara a la intercesora, de un modo muy parecido a la manera en que en el pasado permitiera al enemigo acceder a Job. En cuestión de segundos, Mary Lance y Cindy se asieron las manos, se pusieron de acuerdo en el Espíritu, hicieron una oración de guerra y rompieron el poder del demonio en el nombre de Jesús.

Precisamente en ese momento, Bill Bright, que no sabía nada de lo que había sucedido, salió del ascensor y se dirigió a su habitación. Allí, tendida en su cama, se encontraba aquella extraña filipina tratando de respirar y debatiéndose con la muerte. Su acción automática como cristiano fue imponerle las manos y orar por su sanidad, lo que hizo en el mismo momento que Mary Lance y Cindy rompían la maldición. Juana Francisco abrió los ojos y comenzó a respirar con normalidad. ¡La crisis había terminado!

Para entonces Doris y yo estábamos en el pasillo. Bill Bright salió de su habitación, vino hacia nosotros y nos dijo con una voz bastante emocionada: «¡Tenemos mucho poder! ¡Deberíamos utilizarlo más a menudo!»
¿Qué nos muestra Dios?
El propósito de Dios detrás de las parábolas, en este caso de una parábola viviente, es enseñar a su pueblo una lección importante. Cuando analizo aquel acontecimiento, la interpretación está clara. Aunque aquellos 4.500 líderes cristianos seleccionados de casi 200 naciones del mundo se reunieron en el congreso Lausana II en Manila a fin de elaborar una estrategia para la evangelización de 3.000 millones de personas que no conocen todavía a Jesucristo como Señor y Salvador, Dios quería que todos ellos conocieran la verdadera naturaleza de su tarea. En la parábola puedo ver tres lecciones principales:

1.     La evangelización mundial es un asunto de vida o muerte.
Hablando médicamente, Juana Francisco estuvo al borde de la muerte. En términos espirituales, 3.000 millones de personas en el mundo están a punto de sufrir una muerte todavía más terrible: la muerte eterna en el infierno. Si Juana Francisco hubiera muerto, habría ido al cielo. La crisis evangelística a la que se enfrenta el pueblo de Dios es mucho más seria que la breve crisis habida en el Hotel Plaza Filipino, ya que si los inconversos mueren no van al cielo.

2.     La clave para la evangelización mundial es escuchar a Dios y obedecer lo que oímos.
Mary Lance Sisk y Cindy Jacobs recibieron ambas una revelación inmediata de Dios. Como intercesoras experimentadas estaban acostumbradas a esto, de modo que no las tomó por sorpresa. Y el hecho de que las dos escuchasen la misma palabra al mismo tiempo confirmó a cada una de ellas que estaban oyendo correctamente.

Pero ellas también sabían que el escuchar a Dios era sólo el primer paso. El segundo consistía en tener el valor de obedecerle mandase lo que mandase. Sabían que El quería que se rompiera la maldición, de modo que actuaron y, otra vez, lo hicieron como cada una de ellas lo había hecho muchas veces antes: tomaron autoridad en el nombre de Jesús y ninguna tuvo duda alguna de que en ese instante la batalla se había ganado.

3.     Dios va a utilizar a todo el cuerpo de Cristo para completar la tarea de la evangelización mundial.
Los evangélicos no van a cristianizar el mundo por sí solos. Los carismáticos tampoco van a hacerlo. Dios escogió a una evangélica y una carismática para que se encontraran en el pasillo y libraran una batalla espiritual. Luego, para sellar el asunto, escogió a Bill Bright, uno de los participantes evangélicos más visibles del movimiento de Lausana, para hacer la oración de sanidad y ver cómo el Señor levantaba a Juana Francisco del lecho de muerte.
ESPÍRITUS TERRITORIALES
Antes de la celebración en Manila de Lausana II, no hubo mucha discusión sobre la manera en que los espíritus territoriales podían influir en la evangelización mundial ni siquiera entre los pentecostales y los carismáticos, y menos aún entre los evangélicos.

Aunque este tema no formaba parte del diseño global llevado a cabo por el comité de programa, cinco de los talleres de Manila trataron de los espíritus territoriales y de la intercesión en el nivel estratégico. Los que hablamos de ello fuimos: Omar Cabrera y Edgardo Silvoso de Argentina, Rita Cabezas de Costa Rica, y Tom White y yo de los Estados Unidos. El interés en estos talleres superó las expectativas y, antes de terminar el congreso, yo sentí que Dios quería que tomase cierto liderazgo en cuanto a investigar más el asunto.

John Robb, de World Vision, precipitó la convocatoria de un grupo muy selecto que vivía en Estados Unidos que tenía cierto conocimiento de la guerra espiritual a nivel estratégico. Casi por defecto me convertí en el coordinador del acontecimiento. Entre los 30 individuos que asistieron a la primera reunión en Pasadena, California, el 12 de febrero de 1990, estaban Larry Lea, Gary Clark, John Dawson, Cindy Jacobs, Dick Bernal, Edgardo Silvoso, Mary Lance Sisk, Gwen Shaw, Frank Hammond, Bobbie Jean Merck, Jack Hayford, Joy Dawson, Beth Alves, Ed Murphy, Tom White, Charles Kraft y otros. Bobbye Byerly dirigió simultáneamente a un grupo de intercesión que estuvo orando durante todo el encuentro en la sala contigua.

El grupo empezó a autodenomlnarse la «Red de Guerra Espiritual» con el subtítulo de «Grupo Surgido de Lausana II en Manila para Estudiar la Guerra Espiritual a Nivel Estratégico». Ninguno de los miembros de la Red se considera a sí mismo un experto, pero todos están de acuerdo en que la verdadera batalla para la evangelización del mundo es espiritual, y que cuanto más aprendamos acerca de ella más eficazmente podremos concluir la Gran Comisión dada por Jesús de hacer discípulos a todas las naciones.

Algunos del grupo están avanzando en ello. El excelente libro de John Dawson La reconquista de tu ciudad (Editorial Betania) es el primer libro analítico y de enseñanza que tenemos sobre la oración de guerra. Las obras de Dick Bernal tales como Storming Hell’s Brazen Gates [La entrada descarada al infierno tormentoso] (Jubilee Christian Center) y Come Down Dark Prince [Ven, príncipe de las tinieblas] (Companion Press) comparten ministerios reales de guerra espiritual en el campo misionero. Mi libro Engaging the Enemy [Comprometiendo al enemigo] (Regal Books) reúne tratamientos del tema por 18 dirigentes cristianos, algunos de la Red de Guerra Espiritual—tales como Tom White, Dick Bernal, Larry Lea, Jack Hayford, John Dawson, Edgardo Silvoso, etc—y otros como Michael Green, Paul Yonggy Cho, Timothy Warner u Oscar Cullman. Possessing the Gates of the Enemy, [Poseyendo la entrada del enemigo] de Cindy Jacobs (Chosen Books) es el manual práctico de cómo hacemos en realidad la intercesión en la Red. El importante concepto de cartografía o mapping espiritual (véase el capítulo 8) es introducido por George Otis hijo en su libro The Last of the Giants [El último de los gigantes] (Chosen Books).
EL PODER ESPIRITUAL EN LA EVANGELIZACIÓN
No todos los que se lanzan a evangelizar son igual de eficaces. Y puesto que esto es así, resulta útil saber quiénes son los más efectivos y qué están haciendo que otros no hacen. Esta es una de las tareas de los profesores de crecimiento de la iglesia como yo. Llevo más de dos décadas estudiando iglesias que crecen y otras que no crecen, estudio del que han surgido ya algunas respuestas.

El crecimiento de la iglesia es en cierto modo complejo. Hay tres series de factores que intervienen cuando se hace un análisis del crecimiento o de la decadencia de congregaciones: los factores institucionales—la iglesia puede cambiar si lo desea—; los factores contextuales, que son condiciones sociológicas—la iglesia no tiene poder para cambiar—; y los factores espirituales, que reflejan la mano de nuestro Dios soberano.

Cuando se consideran a escala mundial, parece sin embargo que los factores institucionales y contextuales tal vez no sean tan decisivos como los espirituales. Esto resulta obvio cuando uno se fija en el crecimiento de los movimientos pentecostales y carismáticos durante los 40 ó 50 años pasados. Aunque ha habido algún crecimiento vigoroso entre iglesias no carismáticas y no todas las denominaciones e iglesias carismáticas crecen, sigue siendo cierto que a lo largo de las últimas décadas el crecimiento más asombroso de la iglesia a nivel mundial se ha registrado entre aquellas iglesias que dependen de un modo más explícito del poder espiritual; a saber las pentecostales y carismáticas.

El movimiento pentecostal/carismático tiene sus raíces en los comienzos del siglo XX, pero su poderoso crecimiento no empezó realmente hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En aquel entonces, en 1945, contaba con 16 millones de adherentes en todo el mundo. Para 1965, su número había aumentado hasta los 50 millones. En 1985 tenía ya 247 millones. Y la increíble cifra que arroja 1991 es de 391 millones.
En toda la historia, ningún otro movimiento humano voluntario o militarista y no político ha crecido tan extraordinariamente como el movimiento pentecostal/carismático durante los últimos 25 años.
Una denominación pentecostal, las Asambleas de Dios, creció de 1,6 millones en 1965 hasta 13,2 millones en 1985. Aunque se trata de un grupo relativamente nuevo, las Asambleas de Dios es ahora la denominación mayor o la segunda en número de miembros en más de 30 naciones del mundo. En una sola ciudad, Sao Paolo, Brasil, cuenta con 2.400 iglesias. El movimiento cristiano con mayor tasa de crecimiento en los Estados Unidos es el carismático independiente. Salvo algunas excepciones, la megaiglesia más grande de cualquier área metropolitana de América es pentecostal o carismática. También eran pentecostales/carismáticas las seis mayores iglesias del mundo que en 1990 tenían una asistencia a los cultos de 50.000 personas o más.

Aunque no soy historiador profesional, me atrevería a adelantar una hipótesis: Creo que en toda la historia, ningún otro movimiento humano voluntario no militarista y no político ha crecido tan extraordinariamente como el movimiento pentecostal/carismático durante los últimos veinticinco años.

Parece razonable pensar que aquellos que venimos del ala evangélica tradicional de la Iglesia haríamos bien en estar abiertos a aprender de nuestros hermanos y hermanas carismáticos. Y la lección más fundamental, según mi parecer, es que tienen una comprensión más avanzada del carácter espiritual de la verdadera batalla por la evangelización. Las señales y los prodigios, la liberación de espíritus demoniacos, las sanidades milagrosas, la adoración sostenida y entusiasta, las profecías y la guerra espiritual son considerados por muchos de ellos como las manifestaciones normales del cristianismo.

La demostración de este poder espiritual en traer grandes cantidades de personas a Jesucristo habla por sí sola. No tenemos más que mirar lo que Dios está haciendo hoy en día en el mundo para darnos cuenta de que la efìcacia de nuestros esfuerzos evangelísticos depende en buena medida del resultado que obtengamos en las batallas espirituales libradas en las regiones celestes.

Las Escrituras señalan que nuestra arma principal para enfrentarnos al enemigo en esta batalla es la oración de guerra.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
1.      Hable de alguna metodología evangelística o de algunas técnicas de crecimiento de la iglesia que conozca las cuales no parezcan estar funcionando todo lo bien que deberían.
2.      ¿Cómo describiría usted cada segmento del «cordón de tres dobleces» que Dios está juntando? Nombre algunos líderes de cada uno de ellos. ¿Puede imaginárselos apoyando sus ministerios mutuamente?
3.      ¿Cree usted que cristianos como Juana Francisco pueden ser maldecidos realmente? ¿Podría ella haber muerto de no haberse roto la maldición?
4.      ¿Qué temas le gustaría que se trataran si fuera usted a asistir a una reunión de la Red de Guerra Espiritual?
5.      Nombre varias de las áreas específicas que el resto del cuerpo de Cristo puede aprender del movimiento pentecostal/carismático.


DOWNLOAD HERE>>>
https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html