Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 1.5MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Apologética - Historia
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PRÓLOGO
CAPITULO I. - LOS PRECURSORES DE LA REFORMA
1. Decaimiento de la Iglesia antes de la Reforma.
2. Críticas y clamores de reforma en la Iglesia de España.
3. Algunas muestras de crítica en la literatura de la Època.
4. Intentos aislados de reforma en España.
5. Los albigenses y valdenses en España.
6. La extirpación de los albigenses y valdenses en España.
Capítulo II: LA IGLESIA EXTIRPA LA HEREJIA .
1. La Iglesia pasa de perseguida a perseguidora.
2. Represión de las herejías desde el siglo 11 hasta la Inquisición papal.
3. Premisas ideológicas en que se fundamentaba la persecución.
4. La Inquisición papal o medieval.
5. La Inquisición papal en España.
6. Antecedentes de la Inquisición moderna.
Capítulo III: LA INQUISICION MODERNA O ESPAÑOLA. (Su implantación y sus procedimientos).
1. Su implantación.
2. Oposición y repulsa contra la Inquisición.
3. El reo de herejía ante sus jueces.
4. Medios para descubrir a los herejes.
5. Consideración que merecía el reo al Tribunal.
6. Sobre el trato material del reo.
Capítulo IV: - LA INQUISICION MODERNA O ESPAÑOLA. (Sus penas, sus víctimas y sus frutos).
1. Penas infligidas por el Tribunal.
2. La proclamación de las sentencias.
3. El número de víctimas y los abusos de algunos inquisidores.
4. La Inquisición y sus valedores.
5. Juicio sobre la Inquisición.
6. El espíritu de tolerancia en el pueblo español.
CAPITULO I. - LOS PRECURSORES DE LA REFORMA
1. Decaimiento de la Iglesia antes de la Reforma.
2. Críticas y clamores de reforma en la Iglesia de España.
3. Algunas muestras de crítica en la literatura de la Època.
4. Intentos aislados de reforma en España.
5. Los albigenses y valdenses en España.
6. La extirpación de los albigenses y valdenses en España.
Capítulo II: LA IGLESIA EXTIRPA LA HEREJIA .
1. La Iglesia pasa de perseguida a perseguidora.
2. Represión de las herejías desde el siglo 11 hasta la Inquisición papal.
3. Premisas ideológicas en que se fundamentaba la persecución.
4. La Inquisición papal o medieval.
5. La Inquisición papal en España.
6. Antecedentes de la Inquisición moderna.
Capítulo III: LA INQUISICION MODERNA O ESPAÑOLA. (Su implantación y sus procedimientos).
1. Su implantación.
2. Oposición y repulsa contra la Inquisición.
3. El reo de herejía ante sus jueces.
4. Medios para descubrir a los herejes.
5. Consideración que merecía el reo al Tribunal.
6. Sobre el trato material del reo.
Capítulo IV: - LA INQUISICION MODERNA O ESPAÑOLA. (Sus penas, sus víctimas y sus frutos).
1. Penas infligidas por el Tribunal.
2. La proclamación de las sentencias.
3. El número de víctimas y los abusos de algunos inquisidores.
4. La Inquisición y sus valedores.
5. Juicio sobre la Inquisición.
6. El espíritu de tolerancia en el pueblo español.
Capítulo V: EL HUMANISMO Y LA REFORMA
1. El Humanismo y la Reforma.
2. Erasmo.
3. Aspecto critico de la obra de Erasmo.
4. Aspecto constructivo de la obra de Erasmo.
5. Lucha por la introducción de las ideas humanistas en España.
6. Ocaso del humanismo español.
Capítulo VI: SALPICADURAS REFORMISTAS EN LOS INTELECTUALES DE LA EPOCA.
1. Dificultades de loa humanistas españoles con la Iglesia.
2. Los humanistas españoles y la Inquisición.
3. Pedro de Osma.
4. Alfonso de Valdés, Alfonso de Virués y Juan de Vergara.
5. Otros eruditos y humanistas en entredicho.
6. Eclesiásticos acusados de luteranismo.
Capítulo VII: LA REFORMA DE LA IGLESIA POR LOS CATÓLICOS.
1. Acerca de la necesidad de la Reforma protestante.
2. La reforma moral de la Iglesia.
3. La reforma doctrinal de la Iglesia.
4. La Iglesia recela de sus propios fieles.
5. El ideal de reforma a católico y el protestante.
6. Beneficios que aportó la Reforma protestante a la Iglesia Católica.
Capítulo VIII: BARTOLOME DE CARRANZA MIRANDA.
1. Semblanza del hombre y su encumbramiento.
2. Caída de Carranza, y sus causas.
3. El proceso y la sentencia.
4. Su doctrina. Juicio sobre Carranza.
5. Procesos inquisitoriales consecutivos a la caída de Carranza.
Capítulo IX: REFORMADOS ESPAÑOLES EN EL EXTRANJERO. - JUAN DE VALDES.
1. Los primeros españoles en contacto con la Reforma.
2. Juan de Valdés: su vida.
3. La comunidad de Valdés en Nápoles.
4. Muerte de Valdés y dispersión de su grey.
1. El Humanismo y la Reforma.
2. Erasmo.
3. Aspecto critico de la obra de Erasmo.
4. Aspecto constructivo de la obra de Erasmo.
5. Lucha por la introducción de las ideas humanistas en España.
6. Ocaso del humanismo español.
Capítulo VI: SALPICADURAS REFORMISTAS EN LOS INTELECTUALES DE LA EPOCA.
1. Dificultades de loa humanistas españoles con la Iglesia.
2. Los humanistas españoles y la Inquisición.
3. Pedro de Osma.
4. Alfonso de Valdés, Alfonso de Virués y Juan de Vergara.
5. Otros eruditos y humanistas en entredicho.
6. Eclesiásticos acusados de luteranismo.
Capítulo VII: LA REFORMA DE LA IGLESIA POR LOS CATÓLICOS.
1. Acerca de la necesidad de la Reforma protestante.
2. La reforma moral de la Iglesia.
3. La reforma doctrinal de la Iglesia.
4. La Iglesia recela de sus propios fieles.
5. El ideal de reforma a católico y el protestante.
6. Beneficios que aportó la Reforma protestante a la Iglesia Católica.
Capítulo VIII: BARTOLOME DE CARRANZA MIRANDA.
1. Semblanza del hombre y su encumbramiento.
2. Caída de Carranza, y sus causas.
3. El proceso y la sentencia.
4. Su doctrina. Juicio sobre Carranza.
5. Procesos inquisitoriales consecutivos a la caída de Carranza.
Capítulo IX: REFORMADOS ESPAÑOLES EN EL EXTRANJERO. - JUAN DE VALDES.
1. Los primeros españoles en contacto con la Reforma.
2. Juan de Valdés: su vida.
3. La comunidad de Valdés en Nápoles.
4. Muerte de Valdés y dispersión de su grey.
5. Valdés: su obra literaria de carácter profano.
6. Valdés: sus obras de carácter religioso.
Capítulo X: LOS HERMANOS ENZINAS.
1. Los hermanos Enzinas. - Jaime.
2. Francisco. Su juventud y conversión.
3. Su traducción del Nuevo Testamento: esfuerzos para publicarlo.
4. Sus entrevistas con el emperador y con Pedro de Soto.
5. Francisco de Enzinas, en la cárcel. Su liberación.
6. Resto de su vida. Sus obras.
Capítulo XI: JUAN DIAZ Y FRANCISCO DE SAN ROMAN .
1. Juan Díaz: su conversión.
2. Asesinato de Juan Díaz.
3. Francisco de Sanromán: el comerciante.
4. Conversión de Sanromán. Entrevistas con Carlos I y prisión consecutiva de Sanromán.
5. Martirio de Sanromán.
Capítulo XII: INTRODUCCION DE LAS IDEAS REFORMADAS EN LA PENINSULA
1. Los españoles se ponen en contacto con la Reforma en el extranjero.
2. Medidas para prevenir la entrada y difusión de las ideas reformadas.
3. Primeros indicios de la penetración de libros reformados en la Península.
4. Los primeros reformados en España.
5. Factores que dificultaron la difusión de la Reforma en España.
6. Noción general dela extensión que alcanzó.
Capítulo XIII: LA PERSECUCION SE GENERALIZA
1. Sospechas y pesquisas de la Inquisición.
2. Captura de la Iglesia de Sevilla.
3. Captura de la Iglesia de Valladolid.
4. Informe de Valdés a Carlos I sobre la prisión de los reformados.
5. Reacción del emperador al ser descubiertos los focos reformados.
6. El inquisidor general decide obrar con calma.
Capítulo XIV: EL SANTO OFICIO SE APRESTA PARA AHOGAR LA REFORMA.
12. Valdés recaba amplios poderes del papa.
3. El papa concede todo lo solicitado.
4. Los últimos reajustes.
5. La expansión de la Reforma enjuiciada por los católicos.
6. Los presos reformados en las cárceles de la Inquisición.
Capítulo XV: LA CONGREGACION DE VALLADOLID
1. La Iglesia de Valladolid.
2. Carlos de Seso.
3. Agustín Cazalla.
4. Domingo de Rojas.
5. Preparativos para la celebración de un auto de fe.
6. Ceremonial de un auto de fe y ejecución de las sentencias.
Capítulo XVI: PRIMER AUTO DE FE REFORMADO DE VALLADOLID .
1. El auto de fe de 21 de mayo de 1559.
2. Agustín Cazalla.
3. Otros miembros de la familia Cazalla.
4. Antonio Herrezuelo y su esposa Leonor de Cisneros.
5. La familia de los Rojas.
6. Restantes víctimas del auto de fe.
Capítulo XVII: SEGUNDO AUTO DE FE REFORMADO DE VALLADOLID.
7. Felipe II preside el auto de 8 de octubre de 1559.
8. Carlos de Seso.
9. Domingo de Rojas.
10. Juan Sánchez, el fugitivo capturado.
11. Las monjas reformadas de Valladolid.
12. Restantes víctimas del auto de fe.
CapÌtulo XVIII: LA REFORMA EN ANDALUCIA.
1. Rodrigo de Valera.
2. Juan Gil: su conversión.
3. Proceso, sentencia y muerte de Juan Gil.
4. Constantino Ponce de la Fuente, canónigo magistral.
5. Constantino Ponce en la cárcel de Triana. 6. Sus obras.
Capítulo XIX: LA CONGREGACION DE SEVILLA.
1. El Templo de la Nueva Luz.
2. Francisco Zafra y la denuncia de María Gómez.
3. Cristóbal de Losada.
4. Julián Hern·ndez.
5. El monasterio de San Isidro y su prior García Arias.
6. Los monjes del monasterio de San Isidro.
Capítulo XX: PRIMER AUTO DE FE REFORMADO DE SEVILLA.
1. E1 auto de fe de 24 de septiembre de 1559.
2. Juan Ponce de León.
3. Los frailes del monasterio de San Isidro del Campo.
4. María de Bohorques.
5. Juan González y sus hermanos.
6. Restantes víctimas del auto de fe.
Capítulo XXI: SEGUNDO AUTO DE FE REFORMADO DE SEVILLA.
1. Julián Hernández.
2. María Gómez y sus familiares.
3. Restantes víctimas de la hoguera.
4. Los reconciliados y las efigies quemadas.
5. Un atropello al derecho de gentes: N. Burton y S. Frampton.
6. Una víctima por error judicial: Juana de Bohorques.
CAPITULO XXII. - LOS PROTESTANTES ESPAÑOLES EN EL EXILIO .
1. Paradero de los reformados españoles en el exilio.
2. Juan Pérez de la Pineda.
3. Casiodoro de Reiyna.
4. Reinaldo González de Montes.
5. Antonio del Corro. -
6. Valdés: sus obras de carácter religioso.
Capítulo X: LOS HERMANOS ENZINAS.
1. Los hermanos Enzinas. - Jaime.
2. Francisco. Su juventud y conversión.
3. Su traducción del Nuevo Testamento: esfuerzos para publicarlo.
4. Sus entrevistas con el emperador y con Pedro de Soto.
5. Francisco de Enzinas, en la cárcel. Su liberación.
6. Resto de su vida. Sus obras.
Capítulo XI: JUAN DIAZ Y FRANCISCO DE SAN ROMAN .
1. Juan Díaz: su conversión.
2. Asesinato de Juan Díaz.
3. Francisco de Sanromán: el comerciante.
4. Conversión de Sanromán. Entrevistas con Carlos I y prisión consecutiva de Sanromán.
5. Martirio de Sanromán.
Capítulo XII: INTRODUCCION DE LAS IDEAS REFORMADAS EN LA PENINSULA
1. Los españoles se ponen en contacto con la Reforma en el extranjero.
2. Medidas para prevenir la entrada y difusión de las ideas reformadas.
3. Primeros indicios de la penetración de libros reformados en la Península.
4. Los primeros reformados en España.
5. Factores que dificultaron la difusión de la Reforma en España.
6. Noción general dela extensión que alcanzó.
Capítulo XIII: LA PERSECUCION SE GENERALIZA
1. Sospechas y pesquisas de la Inquisición.
2. Captura de la Iglesia de Sevilla.
3. Captura de la Iglesia de Valladolid.
4. Informe de Valdés a Carlos I sobre la prisión de los reformados.
5. Reacción del emperador al ser descubiertos los focos reformados.
6. El inquisidor general decide obrar con calma.
Capítulo XIV: EL SANTO OFICIO SE APRESTA PARA AHOGAR LA REFORMA.
12. Valdés recaba amplios poderes del papa.
3. El papa concede todo lo solicitado.
4. Los últimos reajustes.
5. La expansión de la Reforma enjuiciada por los católicos.
6. Los presos reformados en las cárceles de la Inquisición.
Capítulo XV: LA CONGREGACION DE VALLADOLID
1. La Iglesia de Valladolid.
2. Carlos de Seso.
3. Agustín Cazalla.
4. Domingo de Rojas.
5. Preparativos para la celebración de un auto de fe.
6. Ceremonial de un auto de fe y ejecución de las sentencias.
Capítulo XVI: PRIMER AUTO DE FE REFORMADO DE VALLADOLID .
1. El auto de fe de 21 de mayo de 1559.
2. Agustín Cazalla.
3. Otros miembros de la familia Cazalla.
4. Antonio Herrezuelo y su esposa Leonor de Cisneros.
5. La familia de los Rojas.
6. Restantes víctimas del auto de fe.
Capítulo XVII: SEGUNDO AUTO DE FE REFORMADO DE VALLADOLID.
7. Felipe II preside el auto de 8 de octubre de 1559.
8. Carlos de Seso.
9. Domingo de Rojas.
10. Juan Sánchez, el fugitivo capturado.
11. Las monjas reformadas de Valladolid.
12. Restantes víctimas del auto de fe.
CapÌtulo XVIII: LA REFORMA EN ANDALUCIA.
1. Rodrigo de Valera.
2. Juan Gil: su conversión.
3. Proceso, sentencia y muerte de Juan Gil.
4. Constantino Ponce de la Fuente, canónigo magistral.
5. Constantino Ponce en la cárcel de Triana. 6. Sus obras.
Capítulo XIX: LA CONGREGACION DE SEVILLA.
1. El Templo de la Nueva Luz.
2. Francisco Zafra y la denuncia de María Gómez.
3. Cristóbal de Losada.
4. Julián Hern·ndez.
5. El monasterio de San Isidro y su prior García Arias.
6. Los monjes del monasterio de San Isidro.
Capítulo XX: PRIMER AUTO DE FE REFORMADO DE SEVILLA.
1. E1 auto de fe de 24 de septiembre de 1559.
2. Juan Ponce de León.
3. Los frailes del monasterio de San Isidro del Campo.
4. María de Bohorques.
5. Juan González y sus hermanos.
6. Restantes víctimas del auto de fe.
Capítulo XXI: SEGUNDO AUTO DE FE REFORMADO DE SEVILLA.
1. Julián Hernández.
2. María Gómez y sus familiares.
3. Restantes víctimas de la hoguera.
4. Los reconciliados y las efigies quemadas.
5. Un atropello al derecho de gentes: N. Burton y S. Frampton.
6. Una víctima por error judicial: Juana de Bohorques.
CAPITULO XXII. - LOS PROTESTANTES ESPAÑOLES EN EL EXILIO .
1. Paradero de los reformados españoles en el exilio.
2. Juan Pérez de la Pineda.
3. Casiodoro de Reiyna.
4. Reinaldo González de Montes.
5. Antonio del Corro. -
6. Cipriano de Valera.
CAPITULO XXIII.-LA REFORMA DEL SIGLO XVI
ES APLASTADA DEFINITIVAMENTE .
1. Los focos protestantes de Aragón y restos del de Sevilla.
2. Algunos otros protestantes destacados del siglo XVI.
3. Desaparición de los últimos reformados de España.
4. Los protestantes extranjeros en España.
CAPITULO XXIII.-LA REFORMA DEL SIGLO XVI
ES APLASTADA DEFINITIVAMENTE .
1. Los focos protestantes de Aragón y restos del de Sevilla.
2. Algunos otros protestantes destacados del siglo XVI.
3. Desaparición de los últimos reformados de España.
4. Los protestantes extranjeros en España.
5. Esfuerzos para evitar la reaparición del protestantismo.
6. La Biblia en español, libro prohibido en España.
7. Abolición del "Tribunal de la Fe". -
6. La Biblia en español, libro prohibido en España.
7. Abolición del "Tribunal de la Fe". -
8. Triunfo del constitucionalismo.
CAPITULO XXIV. - FRUTOS Y CONSECUENCIAS DE LA INQUISICION
1. España mantiene férreamente la unidad de la fe.
2. Un culto insuficiente.
3. Un costoso y fatal error.
4. Grandes preguntas de actualidad. .
CAPITULO XXIV. - FRUTOS Y CONSECUENCIAS DE LA INQUISICION
1. España mantiene férreamente la unidad de la fe.
2. Un culto insuficiente.
3. Un costoso y fatal error.
4. Grandes preguntas de actualidad. .
Primeras disposiciones del rey Felipe y la Inquisición.
La Reforma del siglo XVI irrumpe en la Historia de la Iglesia no como un conflicto, aunque grave, aislado, sin precedentes, antes al contrario: ya desde siglos se venían sucediendo dentro de la grey católica las protestas y las disidencias, como agudizaciones de un malestar interno, crónico; latente, pero real.
En los primeros siglos aparecieron numerosas herejías, considerando como tales, movimientos surgidos dentro de la Cristiandad, principalmente en Oriente, los cuales atentaban contra los principios teológicos aceptados y sustentados por el común de los fieles. E1 concepto de herejía adquirió perfiles más precisos al formularse el Dogma, o sea el conjunto de doctrinas defendidas por la Iglesia.
Sin embargo, las cosas siguieron un curso imprevisible y llegó un tiempo en que, paradójicamente, los movimientos disidentes, aunque siguieron siendo llamados "heterodoxos" por los custodios de la "ortodoxia", no hacían otra cosa que clamar por las viejas y olvidadas doctrinas, procurando recobrarlas en su prístina pureza. Los valdenses, los wiclefitas, los hussitas, fueron apareciendo en el seno de la Cristiandad como un fermento que pugnaba por mantener vivas las esencias de la Iglesia Primitiva, una iglesia sencilla y pura, atenta sólo a los intereses de orden espiritual, tan distinta de la Iglesia Romana que estaban contemplando. En sus tiempos, el papado y el clero en general mantenÌan como tradición su estirpe apostólica, pero, desgraciadamente, distaban mucho de manifestar en su conducta las virtudes de los apóstoles y de reflejar en sus enseñanzas las doctrinas que de ellos habían heredado.
No es de nuestra incumbencia extendernos en considerar las causas que condujeron a esta relajación de costumbres del clero, aunque podemos apuntarlas brevemente. El inicio del proceso se remonta al anárquico período en que la estructura estatal del Imperio Romano se iba desmoronando progresivamente ante las incesantes embestidas de los pueblos bárbaros. Tambaleante la administración pública, multitud de prestaciones y servicios correspondientes hasta entonces a sus funcionarios fueron a parar paulatinamente a las manos del clero, que; constituía el único elemento de la sociedad culturalmente capacitado para aceptarlas. La Iglesia era ya reconocida y respetada por todos, y la presencia de sus representantes constituía una eficaz garantía de orden y seriedad en toda clase de actos sociales que requirieran ser formalizados.
Debido a la ignorancia general de la Època podía parecer entonces plausible, y aun necesario, que el sacerdote aceptara el peso de estas nuevas obligaciones; sin embargo, como era lógico esperarlo, las nuevas tareas entorpecieron el desempeño de las primitivas, que eran cuidar espiritualmente de aquellos que les habían sido encomendados. Ahora el sacerdote debía cumplir con ambos deberes, el de pastor de las almas y el de funcionario civil; los fieles habían de acudir al sacerdote en sus necesidades espirituales, ya que la Iglesia, y por lo tanto sus ministros, había pasado a ser, mediante la administración de 'los sacramentos, el medio exclusivo para alcanzar la gracia y, por lo tanto, la salvación eterna; pero también tenían que acudir a Èl para ordenar sus
asuntos de carácter material, ya que intervenía en cuestiones de herencias, matrimonios, usura, y los tribunales eclesiásticos administraban también justicia a los laicos. Esto aparte de que, a través de la confesión, el sacerdote se erigió en consejero personal del penitente.
En los primeros siglos aparecieron numerosas herejías, considerando como tales, movimientos surgidos dentro de la Cristiandad, principalmente en Oriente, los cuales atentaban contra los principios teológicos aceptados y sustentados por el común de los fieles. E1 concepto de herejía adquirió perfiles más precisos al formularse el Dogma, o sea el conjunto de doctrinas defendidas por la Iglesia.
Sin embargo, las cosas siguieron un curso imprevisible y llegó un tiempo en que, paradójicamente, los movimientos disidentes, aunque siguieron siendo llamados "heterodoxos" por los custodios de la "ortodoxia", no hacían otra cosa que clamar por las viejas y olvidadas doctrinas, procurando recobrarlas en su prístina pureza. Los valdenses, los wiclefitas, los hussitas, fueron apareciendo en el seno de la Cristiandad como un fermento que pugnaba por mantener vivas las esencias de la Iglesia Primitiva, una iglesia sencilla y pura, atenta sólo a los intereses de orden espiritual, tan distinta de la Iglesia Romana que estaban contemplando. En sus tiempos, el papado y el clero en general mantenÌan como tradición su estirpe apostólica, pero, desgraciadamente, distaban mucho de manifestar en su conducta las virtudes de los apóstoles y de reflejar en sus enseñanzas las doctrinas que de ellos habían heredado.
No es de nuestra incumbencia extendernos en considerar las causas que condujeron a esta relajación de costumbres del clero, aunque podemos apuntarlas brevemente. El inicio del proceso se remonta al anárquico período en que la estructura estatal del Imperio Romano se iba desmoronando progresivamente ante las incesantes embestidas de los pueblos bárbaros. Tambaleante la administración pública, multitud de prestaciones y servicios correspondientes hasta entonces a sus funcionarios fueron a parar paulatinamente a las manos del clero, que; constituía el único elemento de la sociedad culturalmente capacitado para aceptarlas. La Iglesia era ya reconocida y respetada por todos, y la presencia de sus representantes constituía una eficaz garantía de orden y seriedad en toda clase de actos sociales que requirieran ser formalizados.
Debido a la ignorancia general de la Època podía parecer entonces plausible, y aun necesario, que el sacerdote aceptara el peso de estas nuevas obligaciones; sin embargo, como era lógico esperarlo, las nuevas tareas entorpecieron el desempeño de las primitivas, que eran cuidar espiritualmente de aquellos que les habían sido encomendados. Ahora el sacerdote debía cumplir con ambos deberes, el de pastor de las almas y el de funcionario civil; los fieles habían de acudir al sacerdote en sus necesidades espirituales, ya que la Iglesia, y por lo tanto sus ministros, había pasado a ser, mediante la administración de 'los sacramentos, el medio exclusivo para alcanzar la gracia y, por lo tanto, la salvación eterna; pero también tenían que acudir a Èl para ordenar sus
asuntos de carácter material, ya que intervenía en cuestiones de herencias, matrimonios, usura, y los tribunales eclesiásticos administraban también justicia a los laicos. Esto aparte de que, a través de la confesión, el sacerdote se erigió en consejero personal del penitente.
Los sacerdotes, pues, iban acumulando responsabilidades, las cuales, a su vez, les dieron poder. Jam·s en la historia de Occidente institución alguna ejerció un poder más amplio y efectivo del que tenia la Iglesia en la Edad Media sobre los fieles. E1 poder acarreó riqueza y, ambos, una general relajación de las costumbres.
Íntimamente fusionado con el proceso anterior, que se refiere a la conducta de los ministros de la Iglesia, se fue desarrollando otro: el de un progresivo cambio de las esencias doctrinales de la Iglesia y, por lo tanto, del culto. Las innovaciones fueron introduciéndose solapadamente y acabaron desfigurando la primitiva doctrina evangélica. Tal fue la llamada "elaboración del dogma". Así, a partir del siglo V en adelante, vamos encontrando una veneración siempre creciente a los santos y a las reliquias; un cambio en la significación y administración de la Sagrada Comunión; la justificación por medio de las obras, con sus secuelas: las penitencias y mortificaciones; peregrinaciones supersticiosas; una abusiva multiplicación de monasterios y conventos; el purgatorio, etc."
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