lunes, 2 de febrero de 2009

EL LIBRO DE LOS HECHOS - LECCION 10


Hemos de recordar que en la iglesia de Jerusalén había sólo cristianos de antecedentes judíos. Es cierto que muchos habían nacido en otros países y hablaban otros idiomas, y es bien probable que algunos hayan sido prosélitos. Pero lo interesante es que todos llevaban una vida bien judía con respecto a la cultura y las costumbres. También es cierto que habían aceptado como hermanos en Cristo a los samaritanos (Hechos 8:4-25) y a Cornelio y su familia, dadas las circunstancias milagrosas de la conversión de estos gentiles (Hechos 10 y 11). Pero a medida que llegaban noticias de Antioquía de todo lo sucedido en el viaje de Pablo y del gran número de gentiles que ingresaban como tales en la iglesia, parece que ciertos cristianos de raza judía, residentes en Jerusalén...

EL LIBRO DE LOS HECHOS - LECCION 9


En el versículo 33, Pablo cita el Salmo 2:7 donde el autor profetiza acerca del Ungido (Mesías o Cristo) que sería levantado. En Lucas 3:22, se escuchó una voz desde el cielo diciendo: "Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia", frase que es parecida a la del Salmo 2. Podemos decir, como el autor de Hebreos (1:5), que Jesús fue anunciado como Mesías por Dios mismo. Pablo, obviamente, afirma que la resurrección sirvió como otra prueba divina de que Jesús era el Mesías.

EL LIBRO DE LOS HECHOS - LECCION 8


Según la historia profana, Claudio fue el emperador romano desde el año 41 hasta el 54, y durante su reinado hubo una serie de malas cosechas que produjeron hambre en varias partes del Imperio. El hambre anunciada por Agabo afectó a los de Jerusalén probablemente en el año 49 ó 50. La reacción de la iglesia de Antioquía ante el hambre ya anunciada, fue la de enviar, por intermedio de Bernabé y Saulo, una ayuda para ser repartida entre los creyentes necesitados de Jerusalén. Ellos entregaron la contribución a los ancianos de Jerusalén. El término "ancianos" (o presbíteros) se refiere a ciertos varones de edad y madurez espiritual, que desempeñaban un papel pastoral dentro de la iglesia local.

EL LIBRO DE LOS HECHOS - LECCION 7


Cuando Pedro llegó a la casa de Dorcas, las viudas llorando, le mostraron las ropas que la difunta les había hecho. Ella había practicado la religión pura, ayudando a sus semejantes y prestando así servicio desinteresado a la causa del Señor (Santiago 1:27). Luego Pedro hizo salir a todos y, después de orar, le restituyó la vida por medio del poder de Dios, y la devolvió viva a sus amigos.

EL LIBRO DE LOS HECHOS - LECCION 6


El etíope confesó que no entendía lo que leía y preguntó a Felipe a quién se refería el profeta, y obtuvo como respuesta a Jesús. Felipe no fue el primero en identificar a Jesús con el siervo de quién habló el profeta (Isaías 53). Jesús mismo había hablado de sí y de su misión mesiánica en esos términos (Marcos 10:45), y además había confirmado esa asociación con sus hechos, cumpliendo la profecía en su propia persona. Entonces Felipe, partiendo de la profecía de Isaías, enseñó al etíope acerca de Jesús, explicándole, sin duda, su papel en la salvación del hombre.


EL LIBRO DE LOS HECHOS - LECCION 5


Esteban fue uno de los siete hombres escogidos por la iglesia de Jerusalén para cumplir con una misión especial (Hechos 6:1-6). La Biblia lo describe como hombre de buena fama y lleno de fe, de gracia, de sabiduría y del Espíritu Santo. Como demuestra su discurso registrado en Hechos 7, Esteban también conocía a fondo las Escrituras y era un buen defensor del cristianismo.

EL LIBRO DE LOS HECHOS - LECCION 4


Tal como Jesús había deseado, la iglesia de Jerusalén era unida. Hechos 4:32 dice que "la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma". Esa armonía que existía entre los discípulos era un indicio del gran amor que se tenían los unos a los otros. Su espíritu de fraternidad demostraba al mundo que pertenecían a Cristo (Juan 13:35). En aquella época como ahora, la vida diaria del cristiano es lo que realmente enseña a la gente, porque revela más fielmente que nuestras palabras lo que realmente creemos y somos.

EL LIBRO DE LOS HECHOS - LECCION 3

Al reflexionar sobre esto, vemos que el milagro que Dios operó en él fue doble. Siendo cojo de nacimiento, nunca había andado, no sabía lo que era caminar. El ser sanado era como haber nacido, como si fuera un bebé, pero no tuvo que aprender a caminar como los recién nacidos, porque Dios lo sanó y le dio la habilidad de empezar a caminar…y también de poder brincar. ¡Que Dios tan grande y poderoso en verdad tienen aquellos que creen en El y le aman y le sirven de todo corazón!

EL LIBRO DE LOS HECHOS - LECCION 2


Pentecostés era una de las fiestas religiosas que los judíos observaban anualmente. Tenía lugar cincuenta días después de Pascua. Jesús fue traicionado la noche de Pascua, pasó casi tres días en el sepulcro, fue resucitado, y se les presentó a los discípulos durante cuarenta días antes de su ascensión. Por lo tanto, los acontecimientos relatados en Hechos 2, como ocurridos el día de Pentecostés, tuvieron lugar más o menos siete semanas después de la muerte y resurrección de Jesús, y entre una y dos semanas después de su ascensión.

domingo, 1 de febrero de 2009

LO QUE LA BIBLIA DICE ACERCA DE LA FE QUE SALVA


En días recientes, una nube se ha levantado en los horizontes teológicos. Las convicciones personales están en juego, los argumentos abundan y han aparecido líneas de batalla en lo que se refiere a rendirse al señorío de Cristo y su lugar en el proceso de la salvación. Lo que la Biblia dice sobre una Fe que Salva, es una herramienta exhaustiva, valiosa y no comprometida que deshace la niebla que cubre a tantos que desean ver claramente la respuesta a la difícil pregunta, “¿qué debo hacer para ser salvo?”
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