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lunes, 27 de agosto de 2012

Matrimonios mixtos: Un Problema de nunca acabar en la iglesia

biblias y miles de comentarios
 
 Con gusto tomo la pluma para escribir con el fin de servir a los jóvenes solteros de ambos sexos. Haré todo lo posible para no ofender a nadie que ya esté metido en un caso de matrimonio desigual. Me doy cuenta de lo delicado del asunto.


No se recomienda
Hasta donde conozco, el matrimonio de un cristiano con un inconverso no es recomendado por ningún cristiano. Existen hermanos que lo defienden para que los hermanos ya involucrados se sientan libres de pecado. Entiendo que si hubiera pecado en entrar a dicha relación, éste sería contra la sabiduría de Dios por no haber prestado atención a sus advertencias. Pero este error lleva consigo el castigo porque la persona que se casa con no cristiano es la que sufrirá por largo tiempo las inconveniencias de tal relación. Tal vez haya hermanos que lo defiendan por esperar, con demasiado optimismo, que el inconverso se rendirá al Señor y terminará la historia con un final feliz. Se concede que a veces sucede, pero de esto no hay ninguna garantía. Si no se convierte la persona, puede llegar a haber mucho dolor para el cristiano, y hasta el inconverso puede sufrir también por esa diferencia de creencia.
Sin buscarlo
A veces existe la relación mixta porque sólo uno de los cónyuges aceptó el evangelio. De esta situación no buscada hablan los apóstoles Pablo y Pedro, 1 Cor. 7:13; 1 Ped. 3:1,2. Este es un problema que el cristiano no se buscó, que le vino porque Cristo es causa de disensión, Mat. 10:34-36.
Se lo busca
Un problema más grave viene cuando alguien se lo busca por ilusionarse con quien no debe. Yo no afirmo que el matrimonio mixto sea pecado de fornicación ni nada por el estilo, sino que el mal está en que el cristiano entra en asociaciones no autorizadas que a veces minan su fuerza espiritual a grado de que fracasa en su vida cristiana. Lea lo que dijo Dios a los israelitas: "...no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo porque desviará a tu hijo de en pos de mí" (Deut. 7:3-4). Cierto, no estamos en el antiguo pacto, pero el principio no cambia: todavía es verdad que el pagano aleja de Dios al cristiano. Muchos hemos visto varios casos de abandono de la vida cristiana, mayormente de mujeres cristianas.
Califíquese de yugo desigual
El matrimonio mixto es un yugo desigual, 2 Cor. 6:14-18. No es el único yugo desigual en que el cristiano puede entrar, por eso generalmente dice Pablo que se salga de él, refiriéndose a los yugos que se pueden deshacer, como la sociedad para un negocio mercantil, o una empresa industrial, o la comunión con un grupo religioso en error, o una amistad íntima con alguien del mundo (1 Cor. 15:33). Pero el matrimonio es un contrato muy fuerte para toda la vida. Que no se pueda desbaratar no le quita que sea un yugo desigual en que se trata de unir la luz con las tinieblas, el fiel con el infiel, y Cristo con Belial. Son elementos espirituales que no se pueden mezclar. El matrimonio mixto es una unión que no tiene perfecta unidad porque en lo más importante de la vida, que es el evangelio, los cónyuges están distanciados. Por eso escribo para prevenir a la juventud para que le huya a este tipo de casamiento. No hay sabiduría en entrar a él.
Los patriarcas eran sabios
Abraham no quería este tipo de casamiento para su hijo Isaac, y tomó las medidas pertinentes para evitarlo. Mandó, bajo juramento, a su viejo siervo a traer, de un lugar lejano en que había temor de Dios, una esposa piadosa para su hijo. Léase Gén. cap. 24.
Rebeca no quería una esposa pagana para su hijo Jacob. Y es que los matrimonios mixtos traen sufrimientos también para la familia del que teme a Dios. Leamos: "Y cuando Esaú era de cuarenta años, tomó a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat hija de Elón heteo; y fueron amargura de espíritu para Isaac y Rebeca", Gén. 26:34,35. "Y Rebeca dijo a Isaac: Fastidio tengo de mi vida por las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?" (Gén. 27:46)
Víctimas inocentes
Los que van a contraer nupcias no piensan en los hijos que han de venir. No alcanzan a ver que los niños pueden llegar a sufrir por la unión desigual. A veces los hijos sufrirán viendo que su madre (o su padre, según sea el caso), tiene que ir sola a las reuniones de la iglesia. Además, pueden esos niños quedarse sin recibir la disciplina que Dios quiere para ellos porque el padre inconverso podría oponerse a lo que manda la Escritura en Efesios 6:4.
No ama lo que nosotros amamos
Cuando un cristiano se casa con un inconverso se casa con alguien que no ama a Cristo, porque no le obedece, Juan 14:15. Se casa con alguien que no ama a la iglesia porque no quiere pertenecer a ella. Se casa con alguien que no tiene amor para la verdad del evangelio porque no la acepta, 2 Tes. 2:10-12. Tal vez su físico sea atractivo, tal vez su personalidad sea graciosa, tal vez tenga muchas cualidades que le conviertan en un buen partido en lo material, pero en lo espiritual existe una gran sima, un abismo que se abre y que se interpone entre las dos almas.
Puede ser inestable
El hogar mixto, por su naturaleza de desunión espiritual, suele ser inestable. El apóstol Pablo deja lugar para la posibilidad de que un cónyuge incrédulo no "consient(a) en habitar con" un cristiano activo, (1 Cor. 7:12,13 ) y hasta para que llegue a apartarse (v. 15). Estas palabras paulinas dejan ver el riesgo de que el hogar no dure hasta la muerte. Los jóvenes que no ven peligro en esta clase de casamiento, tomen nota de esto por favor.
Malos hábitos
Aunque un inconverso estuviera lleno de cualidades morales y físicas, todavía estaría lejano de Dios en lo espiritual, y además, existen otros detalles. Hay muchos inconversos que tienen sus malos hábitos que para ellos no tienen importancia: fuman o toman bebidas alcohólicas, prefieren irse con sus amigotes en lugar de dedicarse a la felicidad de su familia. Pueden ser dados a meterse en problemas de faldas. Quizás gusten de una poca de violencia doméstica. También pueden aborrecer a los hermanos, insistir en "bautizar" a los bebés y pueden tener otras varias prácticas que son un dolor de cabeza para el cristiano. Se tiene que sufrir toda una vida.
No todos los bautizados son cristianos
Nota importante: Que una persona esté bautizada no quiere decir necesariamente que esté convertida y que ame al Señor. Deben de buscarse los frutos de justicia en quien profesa ser cristiano, porque ese sería también un matrimonio mixto: "el fiel con el infiel" (2 Cor. 6:14). No está por demás decir lo que el sentido común indica: No cualquier cristiano fiel es el hombre o la mujer ideal; el cristiano tiene que buscarse a otro fiel que le sea compatible, agradable, y físicamente atractivo. Por eso la Escritura dice que "El que halla esposa halla el bien. Y alcanza la benevolencia de Jehová" (Prov. 18:22, o esposo, según sea el caso).


En conclusión: Joven cristiano, no te cases con alguien que no pertenezca a la iglesia de Cristo. Ni siquiera con un recién bautizado porque no sabes si pasará las pruebas. Si eres mujer, ten paciencia para esperar a ese cristiano que te hará feliz toda tu vida. Pídele a Dios ayuda en esto: el Señor intervino para que Rebeca se casara con Isaac, Gén. 24. Si eres hombre, no tienes ninguna razón para buscar a alguien del mundo: existen muchas jóvenes cristianas en la hermandad para escoger a la futura madre de tus hijos. Tú puedes visitar muchas congregaciones, si no la encuentras en la congregación local donde eres miembro. Vale la pena tomarse el trabajo de buscar y escoger bien. Los riesgos son enormes.



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