Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
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Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
En la práctica judía, siempre ha sido de fundamental importancia saber con exactitud cuándo comienza el mes, dado que la Torá establece las festividades judías de acuerdo con los días del mes.
El primer día del mes, así como el trigésimo día del mes malé, se denomina Rosh Jodesh, la “Cabeza del Mes”, que es un día que tiene un carácter parcialmente festivo.
Nisán es el primer mes del calendario judío. Antes de que los judíos se fueran de Egipto, el primer día del mes de Nisán, Di-s les dijo a Moisés y a Aarón: “Este jodesh (luna nueva, nuevo mes) será para ustedes la cabeza de los meses”4. De allí, la peculiaridad del calendario judío: el año comienza en Rosh Hashaná, que es el primer día del mes de Tishrei (y el aniversario de la creación de Adán y Eva), pero Tishrei no es el primer mes. A decir verdad, en la Torá se llama a Rosh Hashaná “el primer día del séptimo mes”5 .
“El Eterno les habló a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciéndoles: ‘Este jodesh será para ustedes la cabeza de los meses’” (Éxodo 12: 1-2).
A partir de lo que dice el versículo, “será para ustedes”, los sabios dedujeron que la responsabilidad de establecer con exactitud y consagrar el jodesh, la luna nueva creciente, les fue confiada a los líderes de nuestra nación, el Sanedrín, que es la corte suprema rabínica de cada generación.
En un principio, no existía un calendario fijo. No había forma de determinar de antemano el día exacto de una festividad próxima o de un bar mitzvá próximo, ya que no había forma de establecer con antelación cuándo iba a comenzar el mes. Cada mes, el Sanedrín establecía de nuevo si el mes iba a tener 29 o 30 días, dependiendo de cuándo se había avistado la luna nueva del mes siguiente, y entonces santificaba el nuevo mes.
En el siglo IV de la era común, el sabio Hilel I previó la disolución del Sanedrín y comprendió que ya no íbamos a poder seguir un calendario basado en el Sanedrín. Así fue como Hilel y su corte rabínica establecieron el calendario perpetuo que se utiliza hoy en día.
Según este calendario, todos los meses del año, excepto tres, tienen un número fijo de días:
1) Ambos pueden tener 29 días (y entonces el año es jaser).
2) Ambos tienen 30 días (el año es malé).
3) Jeshván tiene 29 y Kislev tiene 30 (el año es kesidrán, lo cual significa que estos dos meses se atienen a la misma pauta alternada que el resto de los meses).
Hilel también estableció las reglas que se emplean para determinar si un año es jaser, malé o kesidrán.
Las reglas del calendario perpetuo también aseguran que el primer día de Rosh Hashaná jamás caiga un domingo ni un miércoles ni un viernes6 .
Al establecer el calendario perpetuo, Hilel santificó todos los Rosh Jodesh hasta que llegue el Mashíaj y reestablezca el Sanedrín.
Lo que sigue es una breve descripción del procedimiento que seguía el Sanedrín en la antigüedad a fin de determinar cuándo comenzaba el nuevo mes.
El día 30 de cada mes7 , el Sanedrín “abría sus puertas” en un enorme patio de Jerusalén llamado “Beit Iaazek”. Allí se presentaban a dar testimonio y a ser repreguntados todos los testigos que afirmaran haber visto la luna nueva la noche anterior8 .
Los miembros del Sanedrín eran muy versados en astronomía y sabían con exactitud cuándo tendría que haber aparecido la luna nueva y dónde se la podría haber visto. No obstante, la santificación de la luna depende de que dos testigos hayan realmente avistado la luna nueva creciente. La palabra “este” (en el versículo citado antes: “Este mes será para ustedes) implica algo que se está viendo.
Los rabinos del Sanedrín interrogaban a los testigos por orden de arribo. Ellos sabían cuáles eran las respuestas adecuadas y así lograban identificar con facilidad las afirmaciones fraudulentas. Comenzando por el mayor de cada par de testigos, ellos le decían9 : “Díganos cómo vio la Luna”.
Ese día, el día 30, se declaraba entonces el Rosh Jodesh del nuevo mes. El director del Sanedrín proclamaba: “¡Mekudash!” (¡Santificado!). Y todos respondían: “¡Mekudash Mekudash!”. Entonces, se establecía en forma retroactiva que el mes anterior había tenido solamente veintinueve días.
La noche siguiente (la segunda noche del mes), se encendían grandes fogatas en las cimas de ciertas montañas. Distintos vigías apostados en las cimas de otras montañas veían que se había encendido un fuego y entonces encendían sus propias fogatas. Esta cadena de comunicación llegaba hasta Babilonia, para que incluso las comunidades más apartadas pudieran saber que el día anterior había sido designado Rosh Jodesh.
Con el tiempo, los saduceos12 empezaron a encender fogatas en los días incorrectos a fin de manipular el calendario. A fin de evitar tal confusión, se interrumpió este método de fogatas en las cimas de las montañas y, en lugar de eso, empezaron a enviarse emisarios a Babilonia y a todas las otras comunidades judías alejadas. Esto obviamente tardaba mucho más, y dicho retraso tenía (y continúa teniendo) implicancias halájicas con respecto a la observancia del segundo día de las festividades en la diáspora.
Si el día 30 no llegaba ningún testigo porque la Luna todavía no había “renacido” o bien porque no era visible, entonces, el día siguiente, el día 31, se declaraba automáticamente Rosh Jodesh, estableciendo en forma retroactiva al mes anterior como un mes malé13 .
Los miembros del Sanedrín se dirigían a un lugar muy visible y allí participaban de una comida festiva a fin de celebrar el nuevo mes. Esa noche, no se encendían fogatas. El nuevo mes siempre cae el 30 o el 31. Si la noche anterior no habían encendido fogatas, se daba por sentado que el nuevo mes había comenzado el día 31.
Mes Hebreo de Nisán
El mes de Abril (generalmente) en el Hebreo se le conoce como el mes
de Aviv o Nisán. En las Escrituras, encontramos que solo hay cuatro
meses del año que se les conoce con un nombre, ya que los demás meses
son referidos como el quinto, sexto, etc. El Señor lo llamó el mes de byba
(Aviv), pero ¿Que significa Aviv? La palabra proviene de una raiz poco
usada que significa “algo tierno.” En las Escrituras esta palabra la
encontramos traducida como “cebada,” “espigas verdes” y en la mayoría de
los casos como el mes de “Aviv,” que también se le conoce como el “Mes
de la Primavera,” porque en este mes comienzan a germinar los vegetales y
todo comienza a producir nueva vida. El otro nombre del mes “Nisán,”
fue el nombre que le pusieron los Judíos cuando se encontraban en el
exilio Babilónico. El nombre de Nisán proviene de la palabra “Nitzán”
que significa “Flor o Florencia.” ¿Cuál es la importancia de este mes?
Pués el Señor ordenó que este mes sería el primer mes del año:
En Egipto el Señor habló con Moisés y Aarón. Les dijo:
“Este mes será para ustedes el más importante, pues será el primer mes del año.”
Exodo 12:1-2
“Aparta el mes de Aviv para celebrar la Pascua del Señor tu Dios,
porque fue en una noche del mes de Aviv cuando
el Señor tu Dios te sacó de Egipto.”
Deuteronomio 16:1
Este mes tiene tres nombres:
- Rosh Jodashim (Principal de los meses) ó Hajodesh Harishón (El primer mes).
- Jodesh Haaviv (El mes de la Primavera).
- Nisán.
Es
decir que el Primer día del Mes de Aviv empezamos un año nuevo.
Tristemente nosotros los creyentes le hemos prestado poca atención a los
mandamientos del Señor. Ni el pueblo Judío ni la Iglesia recuerda este
día, a pesar de que el Señor nos dice que este sería el primer mes del
año y que deberá ser para nosotros el mes “más importante del año.
¿Por
qué? Pues es el mes de la Pascua, el Festival más importante de las
Fiestas del Señor. La Fiesta que conmemora cuando el Señor liberó a su
pueblo de la esclavitud y los sacó de Egipto con señales y milagros y
por ello también se le conoce a este mes como “El Mes de la Redención.”
Los sabios judíos dicen que este mes es un mes de milagros, ya que el
nombre de Nisán al tener dos letras “n” nos habla de “nisei nisim” que significa “milagros de milagros.”
¡Que
contradicción tan increible! El pueblo judío celebra todos los años el
Festival de la Pascua, donde recuerdan todo lo que pasó en Egipto, de
como fueron redimidos y de las plagas que Dios derramó sobre Egipto.
Ellos recuerdan que fue la sangre del cordero de pascua, la que los
protegió de la décima plaga derramada sobre Egipto. Ellos comen pan sin
levadura durante siete dias, a este pan se le conoce tambien como “el
pan de la aflicción.” Todos y cada símbolo del festival de la Pascua
apunta nada más y nada menos que al “Verdadero Cordero de Pascua,” a
nuestro Mesías, ¡Yeshua! ¡Jesús!
Del
mismo modo la iglesia Cristiana no celebra el Festival de la Pascua,
aunque se celebra la “Semana Santa,” no lo hacemos c
onforme al
mandamiento del Señor.
“Deberán comer la carne (de cordero) esa misma noche,
asada al fuego y acompañada de hierbas amargas y pan sin levadura.”
Exodo 12:8
Nosotros
los que creemos en Yeshua entendemos que esta Fiesta de la Pascua era
una anticipo de lo que el Señor iba a hacer por nosotros al enviar a su
Hijo. Porque sabemos que El es el Cordero inmolado desde la fundación
del mundo (1 Pedro 1:19) Cuando el Señor ordenó comer ese cordero de
pascua asado al fuego, nosotros tambien entendemos que cuando se habla
de “fuego” significa “juicio.” Porque fue nuestro Mesías quién recibió
el juicio de Dios por nuestros pecados, él pagó el precio. Y por eso
debemos comerlo con hierbas amargas, porque fue amargo para Dios el
Padre, ver sufrir a su Hijo, tanto así que la tierra se cubrió de
tinieblas. Y los Panes sin Levadura es otro símbolo del cuerpo de
nuestro Mesías, sin pecado y quebrantado por nosotros.
Todo
esto empezó desde el Exodo de los Hebreos, por lo que no es de
sorprenderse que el Exodo es recordado más de 150 veces sólo en la Torá,
es decir en los primeros 5 libros de la Biblia. Y cada vez que se
menciona es para recordar, pero si la persona no practica la
experiencia, tampoco obtiene nada, ya que se convierte en un recuerdo
vacío. De allí que el Señor nos ordena no solo a recordar sino a
celebrarla como una Fiesta solemne en honor al Señor, y encima de todo
nos dice que el que no pueda celebrarla en el primer mes, nos dá la
oportunidad de celebrarla en el segundo mes (Ver Números 9:4-14).
Esto
es algo que nunca debemos olvidar, la Pascua, la fiesta más importante,
la que encabeza el primer mes del año, donde empieza todo, porque nadie
puede venir al Señor sino es a través del Sacrificio del Cordero, la
Cruz del Calvario. Una y otra vez en el Nuevo Pacto se nos recuerda que
nuestra salvación y redención no fue comprada con oro ni plata, ni cosas
corruptibles, sino con la sangre preciosa de Cristo, nuestro Cordero de
Pascua. De hecho yo creo que el Señor nunca va a dejar que olvidemos lo
que costó nuestra salvación, ya que encontramos que en el Reino
Mesiánico la Fiesta de la Pascua seguirá siendo celebrada (Ezequiel
45:21).
El calendario judío está basado en ciclos lunares1.
Hacia el comienzo del ciclo, la Luna tiene el aspecto de una fina
medialuna. Esa es la señal de que comenzó un nuevo mes judío. Luego,
continúa creciendo hasta que alcanza su tamaño máximo, a la mitad del
mes, y entonces comienza a disminuir hasta que ya no se la puede ver. La
Luna permanece invisible durante aproximadamente dos días2 y, entonces, vuelve a aparecer la fina medialuna y comienza nuevamente el ciclo.
Todo el ciclo dura aproximadamente veintinueve días y medio3. Dado que el mes tiene que tener días completos, a veces, el mes tiene veintinueve días (ese mes se denomina “jaser”, faltante) y a veces, treinta días (“malé”, lleno).En la práctica judía, siempre ha sido de fundamental importancia saber con exactitud cuándo comienza el mes, dado que la Torá establece las festividades judías de acuerdo con los días del mes.
El primer día del mes, así como el trigésimo día del mes malé, se denomina Rosh Jodesh, la “Cabeza del Mes”, que es un día que tiene un carácter parcialmente festivo.
Los meses judíos
Nisán es el primer mes del calendario judío. Antes de que los judíos se fueran de Egipto, el primer día del mes de Nisán, Di-s les dijo a Moisés y a Aarón: “Este jodesh (luna nueva, nuevo mes) será para ustedes la cabeza de los meses”4. De allí, la peculiaridad del calendario judío: el año comienza en Rosh Hashaná, que es el primer día del mes de Tishrei (y el aniversario de la creación de Adán y Eva), pero Tishrei no es el primer mes. A decir verdad, en la Torá se llama a Rosh Hashaná “el primer día del séptimo mes”5 .
Los meses judíos y sus fechas especiales
Mes judío |
Fecha secular aproximada |
Las fechas especiales de este mes |
Nisán |
Marzo-Abril |
Pesaj |
Iar |
Abril–Mayo |
Lag BaOmer |
Siván |
Mayo–Junio |
Shavuot |
Tamuz |
Junio–Julio |
|
Menajem Av |
Julio–Agosto |
Tisha B’Av |
Elul |
Agosto–Septiembre |
|
Tishrei |
Septiembre–Octubre |
Las Altas Festividades: Rosh Hashaná y Iom Kipur. Sucot, Shminí Atzeret y Simjat Torá |
MarJeshvan |
Octubre–Noviembre |
|
Kislev |
Noviembre–Diciembre |
Jánuca |
Tevet |
Diciembre–Enero |
Finalización de Jánuca |
Shevat |
Enero–Febrero |
Tu BiShvat |
Adar |
Febrero–Marzo |
Purim |
La santificación del mes
“El Eterno les habló a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciéndoles: ‘Este jodesh será para ustedes la cabeza de los meses’” (Éxodo 12: 1-2).
A partir de lo que dice el versículo, “será para ustedes”, los sabios dedujeron que la responsabilidad de establecer con exactitud y consagrar el jodesh, la luna nueva creciente, les fue confiada a los líderes de nuestra nación, el Sanedrín, que es la corte suprema rabínica de cada generación.
En un principio, no existía un calendario fijo. No había forma de determinar de antemano el día exacto de una festividad próxima o de un bar mitzvá próximo, ya que no había forma de establecer con antelación cuándo iba a comenzar el mes. Cada mes, el Sanedrín establecía de nuevo si el mes iba a tener 29 o 30 días, dependiendo de cuándo se había avistado la luna nueva del mes siguiente, y entonces santificaba el nuevo mes.
En la actualidad
En el siglo IV de la era común, el sabio Hilel I previó la disolución del Sanedrín y comprendió que ya no íbamos a poder seguir un calendario basado en el Sanedrín. Así fue como Hilel y su corte rabínica establecieron el calendario perpetuo que se utiliza hoy en día.
Según este calendario, todos los meses del año, excepto tres, tienen un número fijo de días:
- Nisán – 30
- Iar – 29
- Siván – 30
- Tamuz – 29
- Menajem Av – 30
- Elul – 29
- Tishrei – 30
- Mar Jeshván – 29 ó 30
- Kislev – 29 ó 30
- Tevet – 29
- Shevat – 30
- Adar – 29 (en los años bisiestos, Adar I tiene 30 días)
1) Ambos pueden tener 29 días (y entonces el año es jaser).
2) Ambos tienen 30 días (el año es malé).
3) Jeshván tiene 29 y Kislev tiene 30 (el año es kesidrán, lo cual significa que estos dos meses se atienen a la misma pauta alternada que el resto de los meses).
Hilel también estableció las reglas que se emplean para determinar si un año es jaser, malé o kesidrán.
Las reglas del calendario perpetuo también aseguran que el primer día de Rosh Hashaná jamás caiga un domingo ni un miércoles ni un viernes6 .
Al establecer el calendario perpetuo, Hilel santificó todos los Rosh Jodesh hasta que llegue el Mashíaj y reestablezca el Sanedrín.
La santificación del sanedrín
Lo que sigue es una breve descripción del procedimiento que seguía el Sanedrín en la antigüedad a fin de determinar cuándo comenzaba el nuevo mes.
El día 30 de cada mes7 , el Sanedrín “abría sus puertas” en un enorme patio de Jerusalén llamado “Beit Iaazek”. Allí se presentaban a dar testimonio y a ser repreguntados todos los testigos que afirmaran haber visto la luna nueva la noche anterior8 .
Los miembros del Sanedrín eran muy versados en astronomía y sabían con exactitud cuándo tendría que haber aparecido la luna nueva y dónde se la podría haber visto. No obstante, la santificación de la luna depende de que dos testigos hayan realmente avistado la luna nueva creciente. La palabra “este” (en el versículo citado antes: “Este mes será para ustedes) implica algo que se está viendo.
Los rabinos del Sanedrín interrogaban a los testigos por orden de arribo. Ellos sabían cuáles eran las respuestas adecuadas y así lograban identificar con facilidad las afirmaciones fraudulentas. Comenzando por el mayor de cada par de testigos, ellos le decían9 : “Díganos cómo vio la Luna”.
- ¿En qué dirección estaba con relación al Sol10 ?
- ¿Se encontraba hacia el Norte o hacia el Sur?
- ¿Qué tan alto en el cielo daba la impresión de que estaba la Luna?
- ¿En qué dirección estaban las puntas de la medialuna?
- ¿Qué tan ancha era?
Ese día, el día 30, se declaraba entonces el Rosh Jodesh del nuevo mes. El director del Sanedrín proclamaba: “¡Mekudash!” (¡Santificado!). Y todos respondían: “¡Mekudash Mekudash!”. Entonces, se establecía en forma retroactiva que el mes anterior había tenido solamente veintinueve días.
Publicitando el nuevo mes
La noche siguiente (la segunda noche del mes), se encendían grandes fogatas en las cimas de ciertas montañas. Distintos vigías apostados en las cimas de otras montañas veían que se había encendido un fuego y entonces encendían sus propias fogatas. Esta cadena de comunicación llegaba hasta Babilonia, para que incluso las comunidades más apartadas pudieran saber que el día anterior había sido designado Rosh Jodesh.
Con el tiempo, los saduceos12 empezaron a encender fogatas en los días incorrectos a fin de manipular el calendario. A fin de evitar tal confusión, se interrumpió este método de fogatas en las cimas de las montañas y, en lugar de eso, empezaron a enviarse emisarios a Babilonia y a todas las otras comunidades judías alejadas. Esto obviamente tardaba mucho más, y dicho retraso tenía (y continúa teniendo) implicancias halájicas con respecto a la observancia del segundo día de las festividades en la diáspora.
El mes de 30 días
Si el día 30 no llegaba ningún testigo porque la Luna todavía no había “renacido” o bien porque no era visible, entonces, el día siguiente, el día 31, se declaraba automáticamente Rosh Jodesh, estableciendo en forma retroactiva al mes anterior como un mes malé13 .
Los miembros del Sanedrín se dirigían a un lugar muy visible y allí participaban de una comida festiva a fin de celebrar el nuevo mes. Esa noche, no se encendían fogatas. El nuevo mes siempre cae el 30 o el 31. Si la noche anterior no habían encendido fogatas, se daba por sentado que el nuevo mes había comenzado el día 31.
Notas al Pie | |
1. | El ciclo lunar que sigue el calendario judío se denomina “mes sinódico”, que no debe confundirse con el mes sideral, que es la cantidad de tiempo que la luna tarda en completar una órbita alrededor de la tierra, y que es un poco más de 27 más un tercio de días. El mes sinódico es más largo debido a que, tras completar su órbita, la luna debe moverse un poco más allá para alcanzar la nueva posición de la tierra con respecto al sol. |
2. | Aproximadamente un día antes y un día después de haber estado más cerca del sol. |
3. | Para ser más precisos, 29,5306 días. |
4. | Éxodo 12: 2. |
5. | Levítico 23: 24. |
6. | Esto garantiza que Iom Kipur no caiga ni viernes ni domingo, lo cual resultaría en dos días consecutivos en que estaría prohibido preparar comida y enterrar a los muertos; y que Hoshana Raba no caiga en Shabat, lo cual interferiría con la costumbre de tomar en este día las ramas de sauce. |
7. | Si sus cálculos astronómicos indicaban que no era posible de ningún modo que la luna nueva hubiese sido vista la noche anterior, el Sanedrín no se reunía el día 30. |
8. | El Talmud nos cuenta que todos los testigos que llegaban allí eran agasajados en forma generosa, a fin de atraer a todos los potenciales testigos a que viajaran a Jerusalén a dar testimonio. |
9. | Uno de los directores del Sanedrín, Rabán Gamliel, tenía incluso diagramas de las distintas fases de la luna en una tabla que estaba colgada de la pared de su sala. Él les mostraba estos diagramas a los testigos que no conocían las leyes y les preguntaba: “¿La luna tenía este aspecto o este otro aspecto?”. |
10. | La luna nueva es visible únicamente cerca del momento de la puesta del sol. |
11. | Aunque ya no era necesario su testimonio, todos los demás testigos que habían llegado eran someramente interrogados, para que no sintieran que habían venido en vano y entonces se desalentaran si alguna vez llegaban a ver otra vez la luna nueva. |
12. | Secta de judíos que negaban la autoridad rabínica y constantemente se oponían al Sanedrín. |
13. | En ciertas ocasiones, si la información astronómica así lo requería, el Sanedrín establecía el Rosh Jodesh el día 30, incluso, en la ausencia de testigos que hubieran avistado la luna nueva. Por ejemplo, supongamos que la Tierra de Israel estaba cubierta de nubes la noche número 30 durante varios meses consecutivos. Si el Sanedrín dejaba que todos esos meses fueran malé, ¡entonces podía ocurrir que varios meses más tarde la luna nueva apareciera el día 25 del mes! El Sanedrín siempre se aseguraba de que la luna nueva jamás apareciera en ninguna otra noche que no fuera la 30 o la 31. |
Baruj HaShem! ¡Bendito sea su Nombre por siempre y para siempre, Halelluyah!
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