domingo, 3 de junio de 2012

Epistolas de Juan II: La Certeza de la salvacio - Para obreros y Ministros Itinerantes

 
biblias y miles de comentarios
 
El método de estudio de esta epístola será una revisión expositiva del texto bíblico, de la Santa Biblia Nueva Versión Internacional.
VERSÍCULO 1
Lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que  hemos tocado con las manos, esto les anunciamos”.

La primera palabra en el texto griego con la que empieza el apóstol Juan su primera epístola en el versículo 1 es  HO que en el español significa esto (pronombre demostrativo).
Juan en su evangelio escribió: en el principio era el Verbo (Jn. 1:1); pero, en cambio en su primera epístola Juan está hablando de: esto que existía desde el principio (1 Jn. 1:1).

El apóstol Juan dice en su Evangelio, Jesucristo fue en el principio; en cambio en su primera epístola está hablando de algo que ya existía desde el tiempo del jardín del Edén. Jesús no es sólo desde el principio, Jesús ya estaba en el principio. Jesús es el principio de los principios. Juan relata en su Evangelio que Jesucristo creó todo, porque Él ya preexistía desde el principio.

¿Qué es esto que existía desde el principio? Personalmente creo que era la comunión que tenían Adán y Eva con Dios. En Génesis 2, leemos que Adán y Eva vivían en paz y  tenían comunión con Dios, “esto” era lo que había en el principio. Es lo que leemos en 1 Jn. 1:3, vida con el Padre, “esto” es lo que era en el principio; por lo tanto, un hombre que tiene comunión con Dios está vivo y un hombre que no tiene comunión con Dios está muerto.

Jehová dio una orden a Adán y a Eva en Génesis 2:16-17: -“Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás”.  En el día que comas del árbol morirás, perdiendo así la comunión con Dios.

1 Ti. 5:6, nos dice: -“En cambio, la viuda que se entrega al placer ya está muerta en vida”. Ella está físicamente viva, pero espiritualmente muerta. El tema que Juan va a tratar en el capítulo 1 es; Koinonia lo cual es una armonía perfecta, es decir, comunión con Dios.

Vemos que los apóstoles tenían comunión con Dios, pues en el versículo 3 dice: - “… para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo,  en el versículo 6 dice. - “Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad”.

En el versículo 7 dice, si nosotros caminamos en la verdad, tenemos comunión con Dios. Entonces, ¿Qué es “esto” que era desde el principio? LA COMUNIÓN CON DIOS. Adán y Eva la tenían, pero ¿qué pasó? El día que ellos comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal, perdieron esta comunión. Pero esta comunión reapareció con Jesucristo, nótese el lenguaje en el versículo 2, “Esta vida se manifestó”. ¿Qué vida? ¿La vida que Adán y Eva tenían? o ¿la vida que Jesús tenía? “Nosotros la hemos visto y damos testimonio de ella, y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y que se nos ha manifestado”. 

Ahora va a ser un poco difícil explicar la gramática de los versículos 1 al 4. Pero lo que Adán y Eva tenían reapareció en la persona de Jesucristo, y nosotros le vimos con nuestros ojos, le hemos escuchado, le hemos tocado con nuestras manos, y le hemos contemplado a Él con nuestra mente. Y todo lo que hemos visto y escuchado era real, porque Jesús, es decir, que tenía un cuerpo físico. Aquí, Juan refuta la idea de los gnósticos de que Jesucristo no tenía un cuerpo físico real.

Juan usa varias oraciones:
1.   Nosotros le vimos y le seguimos viendo.
2.   Lo hemos escuchado y su voz sigue sonando en nuestros oídos.
3.   Lo hemos tocado y todavía tenemos el sentido del toque.

Aquí está la comunión con Dios.

Algo que es extremadamente importante en este contexto está en el versículo 1: -“Lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos, esto les anunciamos respecto al Verbo que es vida  El Verbo que da vida, fue la voz de Dios que nos dio vida, y nosotros declaramos estas palabras, para que ustedes también tenga vida, y esta vida está con el Padre. ¡Esto es comunión!
VERSÍCULO 2
“Esta vida se manifestó. Nosotros la hemos visto y damos testimonio de ella, y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y que se nos ha manifestado”

¿La vida? ¿Cuál vida? Esta vida se manifestó y los apóstoles la vieron. Ellos fueron testigos de esta vida. ¿Cuál es tu definición de la palabra eterna? ¿Si usted tiene vida eterna, por cuánto tiempo la tiene? Eternamente es un adverbio de tiempo, en cambio, eterno es un adjetivo, que define calidad y no duración de vida. Es la calidad de vida. Adán y Eva tenían vida desde el principio y la perdieron. ¿Qué tipo de vida tenían? Ellos tenían comunión con Dios, lo cual es la calidad y no duración.

Jn. 10:10 nos dice: - “El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia”. Abundancia es un adjetivo de calidad, es decir duración de calidad, si tienes comunión con Dios eso es calidad. Calidad es algo que pertenece a Dios y Él es eterno. Si tienes comunión con Él, tienes la calidad de vida de Él.

El apóstol Juan en su Evangelio, en las Epístolas y en el Apocalipsis usó el término de vida eterna como calidad y no como duración.

¿El hijo pródigo tenía una calidad de vida en su casa? Sí, pero la perdió. ¿En qué momento la  perdió? o ¿Cuándo murió? En el momento que dio el primer paso fuera de casa y dio las espaldas a su padre, a partir de allí estuvo muerto. Luego, se arrepintió, sin embargo, mientas estuvo fuera de casa, no tuvo vida. Físicamente existía, pero espiritualmente estaba muerto. Cuando el hijo pródigo regresó a su casa, nuevamente tuvo comunión y vida con el padre.

El hijo recibió los siguientes regalos cuando regresó a la casa de su padre:

1.    El anillo, en su dedo indicaba que había sido reinstalado en su familia, esto significaba heredad y que sus derechos como hijo de casa habían sido restablecidos.

2.    La capa, en su espalda significaba que sus pecados habían sido perdonados. Ap. 3:17, habla de la desnudez espiritual.

3.    Los zapatos, en sus pies eran zapatos de la casa, pues los esclavos no usaban zapatos, él andaba descalzo mientras cuidaba de los cerdos. Ahora, estaba otra vez en casa. 

4.    El novillo, significaba celebración debido a la comunión restablecida con el padre, como una ofrenda de paz en la Ley de Moisés.

AHORA, ¿EL HIJO PRÓDIGO TENÍA OTRA VEZ  CALIDAD DE VIDA? Sí, la tenía.

El hijo pródigo tenía vida eterna con el padre, es decir, calidad de vida, pero cuando pecó la perdió. Lo vemos en las palabras del padre: “Mi hijo estuvo muerto, pero ahora tiene vida, estuvo perdido y ahora ha sido encontrado”. En consecuencia, tiene comunión con el padre que tiene vida eterna, recordemos que eterno significa calidad.

Si tienes comunión con Dios, tienes comunión con El que es eterno, y Dios tiene el potencial de extenderlo indefinidamente. ¡Qué bendición!, Dios no sólo quiere darnos calidad de vida sino también cantidad de vida.

VERSÍCULO 3
“Les anunciamos lo que hemos visto y oído, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo” Queremos que ustedes tengan también comunión con nosotros, no es simplemente comunión entre los creyentes y los apóstoles, es la comunión de los apóstoles con Dios, y de los creyentes con Dios. Queremos que compartan la misma comunión que nosotros tenemos con Dios, esta es una comunión vertical, y esta crea a su vez una comunión horizontal entre los apóstoles y los cristianos. Si un cristiano pierde la comunión con Dios, pierde también la comunión con otros cristianos, porque nuestra comunión mutua con Dios crea nuestra relación con otros cristianos.


                                                                   DIOS


                                  APÓSTOLES                               CRISTIANOS

Si usted sabe que tiene vida, sabe que tiene comunión, versículo 3.

VERSÍCULO 4
Les escribimos estas cosas para que nuestra alegría sea completa” ¿La alegría de quién? ¿De los apóstoles? o ¿de los cristianos? La respuesta es de ambos.
El saber que tenemos comunión con Dios es la fuente de nuestro gozo. Recuerde lo que Pablo pedía en Filipenses, regocíjese, y es a través de la comunión con Dios que obtenemos esa base de alegría y también la base de nuestra salvación eterna, puesto que es la comunión, la fuente creadora de estas características.

VERSÍCULO 5
“Éste es el mensaje que hemos oído de él y que les anunciamos: Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad”.
En 1 Jn. 1, Juan habla del Verbo que da vida, sin embargo aquí no está haciendo referencia, al como lo hace en su Evangelio, al hecho que en el principio era el Verbo y el Verbo era Dios. Creo que aquí está hablando del mensaje que escuchamos de Cristo. Este es el mensaje que hemos escuchado de Él y lo declaramos a ustedes. Esto es extremadamente importante, ¿usted lee lo que escribieron los apóstoles? ¿Entiende lo que ellos recibieron? Ellos repitieron el mismo mensaje que Jesucristo les dio. Tenemos aquí un término técnico que es la epistemología.

EPISTEMOLOGÍA:
Epistemología, el diccionario define esta palabra como la doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico; en otras palabras, define cómo sabes lo que sabes. Eso es importante. ¿Cuál fue la epistemología o la fuente del conocimiento de los apóstoles? Lo que escucharon de Jesucristo, Él fue su Epistemología. ¿Cuál fue la Espitemología de Jesús? Los mandamientos que el Padre le había dado o encomendado. ¿De dónde obtuvo Jesús su epistemología? A través del Espíritu Santo. Pero, ¿el Espíritu Santo de dónde obtuvo su mensaje? Del Padre. El Espíritu Santo no habla a de sí mismo (Jn. 14). Lo que ha escuchado es lo que declara.

Este es el mensaje, ¿cuál es el mensaje? DIOS ES LUZ. La luz es el símbolo de lo perfecto, Dios es moralmente perfecto, todo lo que dice y hace es perfecto porque Él es luz. En Él no hay tinieblas, las tinieblas son símbolo del pecado; es decir de aquello que está en contraste con la moralidad de Jesús. En la luz hay cero oscuridad, y Juan enfatiza que en Dios no hay oscuridad. El apóstol quiere presentar como un hecho absoluto que Dios no tiene comunión con las tinieblas. La luz y las tinieblas son opuestas, la luz viene y la oscuridad se va. De hecho, la presencia de la una elimina la presencia de la otra. Ambas, no pueden ocupar un territorio común, pues es hostil la una a la otra.

Stg. 1:17, nos dice: -“Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y  que no cambia como los astros ni se mueve como las sombras”. Todo don perfecto desciende del Padre de la luz, en quién no hay tinieblas, la sombra se produce en el momento que gira un cuerpo. En Dios no hay sombras en relación con nosotros, Él no tiene problemas con las sombras, no existe un territorio común entre luz y tinieblas. Hablando de Dios no hay color gris. Todo el que camina en oscuridad no tiene comunión con Dios.

Analicemos, si los apóstoles tenían comunión con Dios, ¿Ellos no tenían pecado? Sí, tenían pecado,  pero su pecado fue cubierto. ¿Cuándo es cubierto el pecador? Lo que Juan está haciendo en el versículo 5 es poner un estándar, porque necesitamos un molde para nuestras vidas y ese patrón que él está poniendo es Dios mismo. Este es un estándar absoluto, no tiene variación. Por ejemplo, como medida de longitud y peso usamos el metro y el kilo ¿Necesitamos estándares de medida y de peso? Sí, ¿Cualquiera puede crear su propio metro o kilo? NO. Entonces en los asuntos espirituales, Dios es el estándar de moralidad y nadie puede cambiar el estándar; por lo cual, necesitamos un estándar que no cambie, por ello Dios es el estándar por cuanto es perfecto.

VERSÍCULO 6
Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad”.

Aquí tenemos un hombre que camina en oscuridad, en pecado y afirma tener una relación con Dios; por lo tanto, la verdad no está en él. Su situación no está definida por lo que habla sino por su caminar o acciones. Él dice tengo comunión, pero lo que expresa es falso debido a su caminar falso. Nosotros no tenemos solamente que hablar del mensaje, tenemos también que caminar en el mensaje. 


NO ES LO QUE SE HABLA, SINO EL CAMINAR O LAS ACCIONES
 
 




Los versículos 8 y 10 dicen “si afirmamos”. Cuando Juan usa esta frase está exponiendo todo lo que se refiere al error. Si nosotros afirmamos que tenemos comunión con Dios y caminamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. Lo que hablamos es mentira y lo que practicamos no es la verdad.

¿Qué es caminar? Es un estilo de vida, que define una práctica constante.

El caminar tiene características definidas:

1.    Caminar tiene una dirección. 
2.    Caminar tiene una continuidad.
3.    Caminar tiene un destino.

Por ejemplo, si alguien se dirige al sur no va a llegar al norte; es decir, si se dirige a una dirección no va a llegar a otra.

La inmoralidad no es circular sino lineal, pues mientras camines en ella más te alejas de la luz. La acción de caminar lleva en sí misma una separación; por lo tanto, mientras más caminas, más separado estarás de donde estabas al principio. El hombre del versículo 6 camina en oscuridad y dice que está en la luz,  Juan dice que él es un mentiroso. ¿Cómo se sentiría usted si el apóstol del amor le dijera que es un mentiroso? Sin embargo, la declaración de la verdad es un acto de amor, exponer el error es un acto de amor.



Juan no está equivocado al decir que este hombre es un mentiroso. Por lo tanto, si caminamos en la oscuridad, nuestra dirección será hacia la oscuridad, mientras más camine en lo oscuro, más oscuro será el camino debido a la separación respeto de la luz, y no es posible caminar en la oscuridad esperando que el destino final sea la luz. Si caminas en la oscuridad tienes un acompañante, Satanás va caminar contigo; es decir, que tienes comunión con Satanás y no con Dios. 1 Jn. 3:10, dice: -“Así distinguimos entre los hijos de Dios y los hijos del diablo; el que no practica la justicia no es hijo de Dios; ni tampoco lo es el que no ama a su hermano”. Aquel que no practica la justicia y ama a sus hermanos no es de Dios.

¿Quién es este hombre del versículo 6? Éste que dice: Si afirmamos que tenemos comunión con él y no practicamos la verdad, este hombre es un inmoral que no tiene ley, es decir, rehúsa estar sujeto a la ley.

Uno de los más emocionantes pasajes del Nuevo Testamento es el verso que viene a continuación:

VERSÍCULO 7
“Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado”.

El versículo 7 comienza con la conjunción adversativa “pero”; gramaticalmente, la conjunción adversativa denota oposición o diferencia entre la frase que precede y la que sigue. En el versículo 6 tenemos un cuadro o realidad; en cambio, en el 7 hay una situación opuesta.

Esta conjunción, pero, cambia el cuadro, la dirección, el destino, el pensamiento, y cambia la compañía; pero si caminamos en la luz nuestro camino está dirigido por su revelación de la luz. Nosotros caminamos en la luz así como Él está en la luz.
 
¿Cómo es que Él está en la luz? Está en la luz, porque no hay tinieblas en Él. Esto significa que caminamos en la luz como Él está en la luz.

Tenemos comunión, esto significa que debemos caminar moralmente ¿perfectos? NO. Creo que deberíamos, pero nuestro propósito es ser moralmente perfectos. ¿Personas que caminan en la luz cometen pecado? . Veamos el resto del versículo 7, que nos dice: -“… y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado”. Así que, quienes caminan en la luz cometen pecado, caso contrario no necesitarían de la sangre de Cristo. Veamos los modos y los tiempos de los verbos de este versículo:

1.   Vivimos en la luz, expresa una acción presente, definida por un caminar.
2.   Tenemos comunión es una acción presente.
3.   La sangre nos limpia. Esto indica que seguimos caminando, seguimos en la luz y su sangre nos   limpia de todo pecado.

Estos verbos se encuentran conjugados en modo indicativo (enuncian el hecho de manera real y objetiva) y en tiempo presente (expresan una acción no terminada que se ejecuta en el momento de hablar).

Nuestro pecado no rompe esa relación con Dios, mientras caminamos en la luz, “Si” es una conjunción condicional (la conjunción denota condición o necesidad de que se verifique alguna circunstancia)[1].

EL ESTÁNDAR:
Si caminamos en la luz, así como Dios revela la luz, si seguimos su luz; nuestro  caminar definiría el estándar que usamos para caminar.

Veamos un ejemplo sobre el estándar: ¿Juan NN es absolutamente perfecto en lo que dice o hace? ¿Qué tan cerca está de ser perfecto? El estándar es el 100%, ¿Qué tan cerca está de ese 100%? Si él dice que es 100% perfecto se engaña así mismo; es decir, si dice que no tiene pecado, se engaña y la verdad no está en él.
Si Juan NN tiene 90% de perfección y lo tomamos a como nuestro estándar, entonces vamos a tener un 10% de error. Por lo tanto, no le podemos tomar a él como estándar porque ese estándar no sería perfecto, no sería la luz de la manera que Dios revela la luz.

Consideremos Lucas 18:9: -“A algunos que, confiando en sí mismos, se creían justos y que despreciaban a los demás...”. Jesús relata la parábola de dos hombres que subieron al templo a adorar, uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo confiaba en si mismo creyéndose justo, se enorgullecía de ser 100% perfecto; decía no soy como el publicano que posiblemente era un 5% de perfecto, y como dice la parábola los demás somos 0% y el fariseo 100% perfecto.  Nosotros no podemos normalizar la moralidad, caminar en la luz define la pregunta: ¿Cuál es el estándar que usas? El hombre de 1 Jn. 1:6, dice que no hay ese estándar; en cambio, el hombre del versículo 7 se da cuenta del estándar y trata de caminar en él. Recordemos nuestro caminar con todas esas características, en comunión, dirección y continuidad. Nosotros caminamos en la luz y usamos la moralidad excelente de Dios como estándar,  esto significa que en cada paso que damos vamos a reconocer que estamos bajo su estándar. Dios quiere que lo aceptemos a Él como nuestro estándar, que midamos cada acción o cada pensamiento de acuerdo a su estándar. Nuestras acciones no van a ser prefectas, pero de acuerdo a nuestro conocimiento y sinceridad estamos tratando de usar su estándar perfecto. Vamos a fallar aquí y allá, pero la sangre de Cristo nos cubre, la sangre de Jesucristo va a seguir limpiándonos; entonces nuestro pecado no rompe la comunión con Dios porque estamos dentro de la sangre.
 
Hay un concepto erróneo en muchas sectas religiosas respecto del hecho de cometer pecados. ¿Qué sucede si pecamos nuevamente? ¿Se rompe la comunión con Dios? Esto nos pone en una situación de incertidumbre en cuanto a nuestro destino final, lo cual quiere decir que caminamos buscando una vida moral perfecta, y cuando caemos de esa vía nos arrepentimos y volvemos nuevamente a ella, para volver a caer una y otra vez. Entonces, tenemos una relación de sube y baja respecto a esa vía.

¿Dónde está el gozo que Juan nos ha prometido? Si sentimos que nuestro pecado pone en peligro la relación con Dios, esto es válido sólo para los que han nacido de nuevo, la sangre de Cristo nos limpia constantemente de todo pecado. Ahora, cuando tus pecados se han ido, ¿cuántos quedan? Ninguno, todos han sido limpiados; es decir, cero pecados. Dios puede tener relación íntima con alguien que no tiene pecado, es con la única persona que puede tener comunión, pero cuando tienes un pecado a tu favor no hay relación con Dios. ¿Qué quiere decir a tu favor? Quiere decir, que va al libro donde están escritos los registros, pero Dios no escribe los pecados de aquellos que caminan en la luz de Él. Es decir, de quién, el que vive de acuerdo a su estándar, su pecado no llega a este libro de registro.

¿Abraham fue pecador? Sí, había mentido, pero él creía en Dios, y en el libro de los registros dice justo, no por obras sino por fe, pero él vivió bajo la ley de Moisés; por lo tanto, usted y yo podemos ser hijos de Abraham si caminamos en las mismas pisadas. Ro. 4:12: -“Y también es padre de aquellos que, además de haber sido circuncidados, siguen las huellas de nuestro padre Abraham, quien creyó cuando todavía era incircunciso” La Fe tiene pasos, fe es un caminar, tiene un estilo de vida y se convierte en una carrera.

Ahora bien, David vivió bajo la ley y él sabía que caminar bajo la fe quebraba la ley de Moisés.
Sal. 32:1-2. - “Dichoso aquel a quien se le perdonan sus trasgresiones, a quien se le borran sus pecados. Dichoso aquel a quien el Señor no toma en cuenta su maldad y en cuyo espíritu no hay engaño”. Dichoso el hombre que se le han perdonado los pecados y cuando peca, Dios no registra su pecado. Esto es lo que usó Pablo en Romanos capítulo 4. Nosotros somos gente de fe, quienes usamos el estándar de Dios en nuestro caminar, caminamos en la fe de los pasos de Abraham,  caminamos en la fe de los pasos de David, y ellos tuvieron muchos pecados; pero fueron perdonados, y fue la sangre de Jesucristo la que limpió el pecado de David y Abraham, y esa misma sangre es la que constantemente nos está limpiando de nuestro pecado.

Así que, el hombre del versículo 6 dice que no hay estándar, el hombre  del versículo 7  dice sí hay estándar y trata de caminar en él. Veamos el versículo 8.

VERSÍCULO 8.
Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad”.

Si decimos que no tenemos pecado, hay un estándar, pero no lo estoy siguiendo, ¿Cuál es el problema aquí? Romanos 3:23, dice: -“Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”. Veamos el tiempo gramatical de este versículo:

1.     Todos han pecado, está en tiempo pretérito perfecto el cual indica un hecho acabado en tiempo cercano al presente[2].
2.     Y están privados de la gloria de Dios, es tiempo presente continuo, comunica a la acción verbal carácter durativo.

Ahora somos justificados por fe en Jesucristo. El pecado no tiene que ser un hábito en la vida del cristiano, si es que tiene comunión con Dios; en cambio, si ese pecado es habitual pierde la comunión con Dios, recuerde que esto funciona sólo para creyentes bautizados.

Observemos que, aquí hay un hombre que practica ascetismo, castigándose a sí mismo, veamos nuevamente Col. 2:20-23: -“Si con Cristo ustedes ya han muerto, a los principios de este mundo, ¿por qué, como si todavía pertenecieran al mundo, se someten a los preceptos de los tales como: No tomes en tus manos, no pruebes, o toques? Estos preceptos, basados en reglas y enseñanzas humanas, se refieren a cosas que van a desaparecer con el uso. Tienen sin duda apariencia de sabiduría, con su afectada piedad, falsa humildad y severo trato al cuerpo, pero de nada sirven frente a los apetitos de la naturaleza pecaminosa”.  Estos individuos creaban sus propias leyes de acuerdo a ciertas ordenanzas, estas cosas parecían estar bien, se alababan a sí mismos por practicar tales cosas, y lo que llamaban severidad al cuerpo era un auto flagelo por sus pecados. Ellos suponían que al castigarse a sí mismos borraban sus pecados. Pablo dice que tenía apariencia de sabiduría, pero era una estupidez; por lo que no tiene valor en cuanto a controlar los apetitos de la carne.

Muchas personas se alejan de todo para vivir vidas santas, en monasterios, donde se golpean a sí mismos, y creyendo que por hacer esto toman control de su pecado. Ellos sienten que tienen que alejarse de la gente para vivir una vida santa. Pero, estas personas que viven en un monasterio apartados de todo, ¿cómo van a ser la luz y sal del mundo?  Este es el hombre del cual se está hablando en el versículo 8, él se engaña a sí mismo. En otras palabras Dios no está de acuerdo con su evaluación que  dice que no ha cometido pecado. Pues, crea su propio estándar y no usa el de Dios. Juan dice que la verdad no esta en él, él está usando un estándar equivocado. El HOMBRE DEL VERSÍCULO 8 NIEGA SU PECADO.

VERSÍCULO 9
“Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad”
.
El hombre del verso 9, confiesa el estándar de Dios y lo sigue.

Si confesamos nuestros pecados. Confesar en el idioma griego es homologeo,  homo es similar, como homosexual, dos hombres o mujeres idénticos; logos es palabra
Confesar indica una acción verbal, si confiesas lo mismo que has cometido o si dices la misma palabra que Dios dice (Mt. 10:32). En otras palabras confesar es decir lo mismo que Dios dice acerca de Jesucristo, ¿Qué es lo que expresa Dios de Jesucristo? Éste es mi Hijo amado. Cuando usted confiesa lo mismo que Dios confiesa, pero en este caso estamos confesando pecado. Confesar el pecado es reconocer un estándar. El hombre del versículo 6 dice no hay estándar, pero luego reconoce el estándar y admite la violación al mismo, el confesar trae consigo mismo ruego por una ayuda.

Cuando confesamos el pecado a Dios reconocemos su estándar, reconocemos la violación de su estándar y pedimos su ayuda. Si confesamos a Dios nuestro pecado, hay dos cosas que necesitamos saber de Dios:
 
1.    Dios es fiel.
2.    Dios es justo.

Estas son dos cualidades de Dios, fidelidad y justicia. Él ha creado un pacto y lo mantiene. Él no puede mentir es imposible que mienta, Su fidelidad es importante.  Juan dice: Dios es justo, todo lo que Él hace está bien. Estas son dos bellas cualidades de Dios, pero no aísles estas dos cualidades aquí  cuando está hablando el apóstol Juan. Dios es justo y fiel para perdonar, su fidelidad y justicia vienen a nosotros en el momento de ser perdonados. Estas dos cualidades no están aisladas de Dios, estas son el motivo o factor principal por lo cual Dios nos perdona.

¿Qué significa Dios es justo? Significa que puedes depender de Él, pues Dios es fiel para mantener sus promesas. He. 10:23. -”Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa”.

Dios no sólo es fiel y defendible sino que es confiable. Él es justo, es fiel para perdonar y justo para perdonar. Su perdón no viola su justicia. Debemos entender ¿por qué? Por la sangre de Jesucristo. Él es fiel para perdonarnos, justo para limpiarnos de toda injusticia. La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado, y en 1 Jn.1:9, dice que nos limpia de toda injusticia.

Así que, ¿cuál es ahora nuestra condición espiritual? SOMOS JUSTOS ASÍ COMO DIOS ES JUSTO.

¿Qué es lo necesitamos entender? Nosotros lo entendimos al momento del bautismo. ¿Cuántos de ustedes se sintieron espiritualmente limpios después que salieron del bautismo? ¿Qué fue lo que limpió su pecado? ¿El agua?  o ¿la Sangre de Jesucristo? Ahora, ¿cuántos de ustedes se sienten igualmente limpios como el día que salieron del bautisterio? ¿Acaso la sangre de Cristo perdió su poder, al momento de salir del bautisterio? La sangre de Cristo que te limpió en el momento del bautismo es la misma sangre que te mantiene limpio de pecado. Y mantiene tus pecados lejos de ser escritos en el libro de los registros de Dios. Esto es lo que llamamos el Evangelio, las Buenas Nuevas.

El mensaje es claro, podemos sentirnos limpios ahora mismo, al igual que nos sentimos el día que salimos de las aguas del bautismo, porque hay poder en la sangre y es un poder de Redención. La sangre ha cubierto el pecado, y esto crea en nosotros un sentido de confianza en nuestra salvación.

¿Dónde está el gozo del cual habla 1 Juan 1:7-8? Los versículos 7 y 8 comienzan con “Sí”, las  promesas son condicionales. La condición es que camines en la luz, el versículo 9 dice que confesemos nuestro pecado a Dios y seremos perdonados.

1 Jn 3:7 dice: -“Queridos hijos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como él es justo”.  Tú eres justo así como Dios es justo. ¿Cómo puede ser esto? Si yo tengo buena memoria he cometido muchos pecados; pero ahora todos los pecados han sido cubiertos. Entonces, por ello no tengo pecado. ¿Qué tan justo soy? Justo así como lo es Dios. Ahora, permítanme preguntarles de nuevo, ¿ustedes creen lo que Juan dice? Esta es una pregunta importante, ¿cuántos de ustedes se sienten justos? Usted es justo, pero no le está permitido sentirse justo. Hay quienes sienten que están bien, pero esto no es un problema que es determinado por sentimientos, sino un asunto que se determina por Revelación. ¿Cuál es nuestra Epistemología? Si son los sentimientos no tiene fundamento. Veamos pues donde comienza el problema, esto es cuando la gente decide creer a sus sentimientos en vez de basarse en el  conocimiento. Nosotros tenemos que dejar que nuestro conocimiento determine nuestras emociones.

Si Juan dice que somos justos como Dios es justo, ¿creemos en ello? Esto es conocimiento, el mismo que debe regir nuestras emociones. ¿Cómo nos sentimos justos o sucios? Generalmente nos sentimos sucios y esto es porque sabemos que volveremos a cometer pecado. Cuando nuestras emociones dictan los hechos estamos en problemas. Esta es la razón por la que Juan dice que nosotros sabemos estas cosas las cuales son por revelación.

Dios es justo para perdonar, Él no ve la imperfección moral cuando perdona nuestros pecados. Hoy en día, hay abogados que han defendido a criminales, secuestradores, pandilleros, narcotraficantes. Y han logrado conseguir la libertad de de sus defendidos amparándose en la debilidad de la ley, libres de culpa y de castigo. Esta clase de justicia no es justicia, porque no nos gusta que los criminales se queden sin castigo.

Otro ejemplo, si uno mata a una persona y viene un policía y le pregunta: ¿qué hiciste? y él confiesa, lo maté; luego el policía le dice, no lo vuelvas hacer, eso no está bien. ¿Él es un buen policía? No.

Dt. 25:1-2, dice: -“Cuando dos hombres tengan un pleito, se presentarán ante el tribunal y los jueces decidirán el caso, absolviendo al inocente y condenando al culpable”. Vemos que aquí se condena al injusto que cometió la falta; entonces, si tú y yo cometemos pecados,  ¿por qué no vamos a ser condenados? ¿Qué hace a Dios justo para perdonar los pecados?
A nosotros no nos gusta el pecado ni que los criminales se vayan sin su castigo. Pero, el punto es que nuestro pecado, sí se queda sin castigo. ¿Es justo para Dios perdonarnos? , porque nuestro pecado fue pagado por Jesucristo en la Cruz, sobre su espalda fue toda nuestra culpa y pagó toda nuestra deuda. Entonces, nuestro pecado no se fue sin castigo. El sufrimiento que Jesús tuvo como Dios no podemos comprenderlo, pero el sacrificio máximo que hizo Jesús fue dejar el cielo para encarnarse en un hombre. Si yo doy todo lo que soy, mi sacrificio tendría un valor, pero cuando Dios da todo lo que Es, Su sacrificio es infinitamente superior.

El punto es que Jesucristo dio estas dos medidas, ahora les aseguro que si Dios ha perdonado nuestro pecado, ese pecado no se va a ir sin castigo.

VERSÍCULO 10
Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad”.

Si afirmamos que no hemos pecado. Hay una diferencia entre este hombre y el hombre del versículo 7 que dice yo he renunciado a cometer pecado, pero el hombre del versículo 10, dice yo no he cometido pecado, creo que este hombre del versículo 10 es el mismo del versículo 6, quién dice que el pecado no es un problema delante de Dios; por lo tanto, cree que puede tener comunión con Dios y caminar en tinieblas. Entonces, el hombre del versículo 10, niega que el pecado es un problema para con Dios, recordemos el versículo 9, lo cual es decir lo mismo que Dios dice sobre el pecado. Este hombre del versículo 10, que sostiene que nunca ha pecado, si él está bien, entonces Dios ha mentido y la verdad no está en Él.

Si tú niegas haber cometido pecado, por esto que declaras haces a Dios mentiroso: ¿Crees que hay alguna oportunidad de ir al cielo?

En este primer capítulo, Juan está presentándoles diferentes tipos de problemas que están pasando. Está discutiendo en el versículo 3 acerca de la comunión, los apóstoles tenían comunión y la misma palabra que oyeron la trasmitieron y esa misma palabra que han trasmitido nos da seguridad, es decir, comunión.
En el versículo 6, dice: Si afirmamos tener comunión con Él y andamos en oscuridad es una mentira y en el 7, dice: pero si caminamos en la luz como Él está en luz, tenemos comunión.

DEFINICIÓN DE COMUNIÓN.
Nosotros habitamos en Él, y Él habita en nosotros, eso es comunión.

Veamos un paralelo, 2 Co. 6:14: -“No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en comunión la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad?”. Dos animales bajo la misma yunta, ¿puede un cristiano llevar una misma yunta con un pagano? De aquí, surge una pregunta: ¿Qué comunión tiene la justicia con la maldad? ¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas? Ninguna. ¿Qué acuerdo tiene Satanás con Jesucristo? Ninguno. (Belial es un dios pagano, en el idioma griego Belial es Satanás).

Comunión es armonía, unión. Comunión en griego es sinfonía. Satanás y Dios no tienen la misma sinfonía o melodía. Un cristiano no puede caminar espiritualmente en la misma yunta con un pagano. Cuando dice, no formen la misma yunta, algunos asumen que el casarse es una yunta; y por ello, el cristiano no de debe casarse con una persona incrédula. Pero, aquí Pablo no está hablando del matrimonio, porque en 1 Co. 7, dice que un cristiano si puede casarse con una incrédula; mientras el cristiano consienta en vivir con incrédulos no debe separase.

Los versículos 6, 8 y 10, identifican a aquellos que no tienen comunión con Dios. En cambio, los versículos 7 y 9, identifican a los que tienen comunión con Dios.

Antes de tener una impresión errónea. Si nuestro pecado ha sido cubierto, entonces ¿por qué no pecamos? Pablo en Romanos 3 toma esta filosofía como una prueba, y en Ro. 6:1 dice debemos seguir pecando para que la gracia abunde, si estamos bajo la sangre y la gracia, entonces vayan y gocen del pecado; porque la sangre de Cristo nos cubre del pecado. Esta es una interpretación errónea del pasaje bíblico. Pero yo creo que es una máxima motivación para los que quieren vivir limpios de pecados, el hecho de que la sangre de Cristo nos limpia Continuamente.

Por ejemplo, si tienes puesto el mejor vestido y vas a cambiar el aceite del carro, ¿no te cambias de ropa por una más sucia? Claro que te pones una ropa sucia, porque si se ensucia un poco más no importa. Pero si está limpia te gustará seguir limpio.

El hecho de que Dios nos limpia de todo pecado e injusticia, tiene que crear un deseo en nosotros de practicar la justicia, en vez de injusticia. Debemos tener un sentido de agradecimiento a Jesús, debemos tratar diligentemente de no pecar.

Veamos, 1 Jn. 2:1 –“Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo”.

No estoy escribiendo estas cosas para motivarles a que pequen, estoy escribiendo estas cosas para que no pequen, pues han sido limpiados por la sangre de Cristo, en otras palabras Dios puso nuestro pecado sobre Él y trató a Jesús como si hubiera cometido pecado. Dios tomó nuestras acciones y las puso sobre Jesucristo, esta es la  primera mitad de la historia. La segunda mitad, es que Dios tomó a Jesucristo quien fue justo y esa justicia la puso en nosotros. Nosotros tenemos Su justicia y Él tiene nuestra iniquidad, nuestro pecado. Gá. 3:13, -“Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición  por nosotros”. El tuvo la maldición y nosotros la bendición.

2 Co. 8, Ahora,  Él se hizo pobre para que seamos enriquecidos; 1 P. 2, Él tomó nuestras enfermedades y nos dio su sanidad.

Esto se llama redención en la Escritura, redención significa ser rescatados por un precio. Por ejemplo, alguien que secuestra a una persona, pedirá un rescate por su liberación.

 Mt. 10:20, Jesús no vino a ser servido sino a servir, y a dar su vida por el rescate de muchos; así que, Él pagó el precio.

Lo que tenemos que entender de las enseñanzas de Juan es que trató el pecado en diferentes maneras:
1.    Capítulo 1 el pecado es  un asunto moral.

2.    Capítulo 2 trata la anatomía del pecado. La lujuria de la carne, la vanagloria de la vida, etc.

3.    Capítulo 3 el problema es con la rebelión, también en este capítulo habla de practicar el pecado.

4.    Capítulo 5 habla del pecado que lleva a la muerte.

Juan habla mucho del pecado y Jesucristo es la solución a todo pecado.


[1] Diccionario Electrónico de la Real Academia de la Lengua Española.
[2] La Biblia de la Gramática, Lexus, Editorial Letrarte, S.A, Río Balsas 52 1, México D.F., 2004, pág. 134.


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