lunes, 13 de noviembre de 2023

ANALISIS EXEGETICO Y HERMENEUTICO DE HABACUC 1:1-3

HABACUC 1
1La profecía que vio el profeta Habacuc. 
2¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? 
3¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. 
4Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia. 

GENERALIDADES
El Libro de Habacuc es uno de los libros proféticos del Antiguo Testamento de la Biblia. 
El pasaje Habacuc 1:1-4, es el comienzo del libro y establece el tono para las preocupaciones y las preguntas que el profeta Habacuc planteará a Dios.
A continuación, te proporciono un análisis exegético de este pasaje:

Versículo 1:

  • "La carga que vio el profeta Habacuc."

Análisis: 
La palabra "carga" se refiere a una declaración profética o una visión que el profeta ha recibido de Dios. Habacuc se presenta como un profeta, alguien a quien Dios ha escogido para comunicar Su mensaje al pueblo.

Versículos 2-4:
"¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y ver molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se suscitan. Por lo cual la ley se afloja, y el juicio nunca sale; porque el impío asedia al justo, por lo cual sale pervertido el juicio."

Análisis: 
Habacuc comienza expresando su angustia y desconcierto por la iniquidad y la violencia que ve en su entorno. Le está preguntando a Dios cuánto tiempo más permitirá que esta situación continúe sin intervenir. 
Habacuc observa la iniquidad, la destrucción, la violencia, el pleito y la contienda, y se siente abrumado por la aparente falta de justicia. 
El versículo 4 destaca una preocupación específica sobre la corrupción del sistema judicial, donde el juicio parece pervertirse y el impío prevalece sobre el justo.

Contexto Histórico-Religioso:
En el contexto histórico, es probable que este pasaje se refiera a un período de corrupción y desorden en Judá antes de la caída de Jerusalén en manos de los babilonios.

Significado Teológico: 
Este pasaje plantea preguntas teológicas sobre la naturaleza de Dios y la aparente inactividad ante el mal. Habacuc busca entender por qué Dios permite la iniquidad y cómo puede estar en armonía con su naturaleza justa.

En resumen, estos versículos introducen al lector a la angustia y las preguntas del profeta Habacuc, creando un punto de partida para la comunicación directa de Habacuc con Dios y las respuestas proféticas subsiguientes que se presentan en el libro.

ANALISIS HERMENEUTICO 
El análisis hermenéutico implica interpretar el significado de un pasaje bíblico dentro de su contexto histórico, cultural y literario. Aquí te ofrezco un análisis hermenéutico de Habacuc 1:1-4: 
1. Contexto Histórico-Cultural: 
Autor y Fecha: Habacuc, el autor del libro, profetizó en algún momento antes de la caída de Jerusalén en 587 a.C., durante un período de desorden y corrupción en Judá. 
Contexto Cultural: Judá estaba experimentando problemas políticos, sociales y religiosos. La corrupción, la violencia y la injusticia eran problemas prominentes. 
2. Género Literario: 
Habacuc es un libro profético, y este pasaje pertenece al género de oráculo o carga profética. 
3. Estructura del Pasaje:  
Versículo 1: Presentación de la carga o visión del profeta Habacuc. 
Versículos 2-4: Habacuc expresa su angustia ante la violencia, la iniquidad y la falta de justicia en la sociedad. 
4. Análisis Lingüístico: 
Palabras Clave: "carga", "violencia", "iniquidad", "destrucción", "pleito", "contienda", "ley", "juicio", "impío", "justo". 
Tono del Pasaje: Habacuc muestra una mezcla de angustia, incredulidad y búsqueda de respuestas. 
5. Relación con el Resto del Libro: 
Este pasaje establece el tono para las preguntas y diálogos subsiguientes entre Habacuc y Dios a lo largo del libro. 
6. Interpretación Teológica: 
Dios y la Injusticia: Habacuc cuestiona la aparente inactividad de Dios ante la injusticia y la corrupción. Se plantea preguntas teológicas sobre cómo un Dios justo permite el sufrimiento y la maldad. 
7. Aplicación Práctica: 
Reflexión Personal: Invita a los lectores a reflexionar sobre cómo responden ante la injusticia y el sufrimiento. ¿Cómo pueden confiar en Dios incluso cuando las circunstancias parecen desafiantes? 
8. Comparación con el Nuevo Testamento: 
Aunque Habacuc vivió en un contexto diferente al del Nuevo Testamento, las preguntas sobre el sufrimiento y la justicia son temas que también se abordan en el cristianismo, especialmente en las enseñanzas de Jesús y las epístolas.

 Este análisis hermenéutico proporciona una comprensión más profunda del pasaje y su relevancia tanto en su contexto original como en el contexto más amplio de la Escritura.


domingo, 12 de noviembre de 2023

Bosquejo para predicar: Tema: "Encontrando Seguridad en la Palabra de Dios"

PARA RECORDAR Bosquejo Homilético - Inseguridad

Tema: "Encontrando Seguridad en la Palabra de Dios"

I. Introducción

Breve explicación de la importancia de la seguridad en la vida cotidiana.

Versículo de introducción: Salmo 46:1 - "Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones."

II. La Inseguridad en el Mundo

Descripción de las diferentes formas de inseguridad que enfrentamos en la sociedad actual (ej. inseguridad económica, emocional, física, etc.).

Cita bíblica: Proverbios 29:25 - "El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado."

III. La Promesa de Seguridad en la Biblia

Exploración de las promesas de seguridad que la Biblia ofrece a los creyentes.

Cita bíblica: Isaías 41:10 - "No temas, porque yo estoy contigo; no te desanimes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, te ayudaré; sí, te sostendré con la diestra de mi justicia."

IV. Encontrando Seguridad en la Fe

Hablar sobre cómo la fe en Dios puede traer seguridad en medio de la inseguridad.

Cita bíblica: Hebreos 11:1 - "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve."

V. La Responsabilidad de Compartir la Seguridad

Destacar la importancia de compartir la seguridad que encontramos en Dios con los demás.

Cita bíblica: Mateo 5:14-16 - "Vosotros sois la luz del mundo... así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."

VI. Conclusión

Resumir los puntos clave del sermón.

Llamado a la acción para confiar en Dios y compartir su seguridad con los demás.

Oración final.

sábado, 11 de noviembre de 2023

Bosquejo Homiletico Temático - Juan 3:16: El Amor Redentor de Dios en Juan 3:16

Bosquejo Homilético Temático - Juan 3:16

El Amor Redentor de Dios en Juan 3:16

Introducción

Declaración del versículo: "Porque de tal manera amó Dios al mundo..."

La inmensidad y profundidad del amor de Dios.

El Destinatario del Amor de Dios

"Dios amó al mundo..."

La universalidad del amor divino.

Dios no hace acepción de personas.

La Naturaleza del Amor Divino

"De tal manera amó Dios..."

Amor incondicional y sacrificial.

El amor que va más allá de la comprensión humana.

El Don de Dios

"Dio a su Hijo unigénito..."

Jesucristo como el regalo supremo de Dios.

La encarnación y la redención a través de Cristo.

El Propósito del Amor de Dios

"Para que todo aquel que en Él cree..."

La importancia de la fe en Cristo como respuesta.

La redención y la reconciliación a través de la fe.

La Promesa de Vida Eterna

"No se pierda, mas tenga vida eterna."

La esperanza de la vida eterna en Cristo.

La seguridad de la salvación para aquellos que creen.

Aplicación

Invitación a la fe en Jesucristo.

Reflexión sobre el amor y la gracia de Dios.

El desafío de compartir este amor redentor con otros.

Conclusión

Recapitulación de los puntos clave.

Celebración del amor redentor de Dios.

Oración de cierre y bendición.

viernes, 10 de noviembre de 2023

Bosquejo Homilético: "El Buen Pastor que nos Conoce Íntimamente"



"El Buen Pastor que nos Conoce Íntimamente"

I. Introducción

A. La imagen del Buen Pastor en la Biblia

B. La importancia de ser conocidos                           íntimamente por el Buen Pastor

     Cita Bíblica: Juan 10:14-15 (NVI) 

- "Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen, así como el Padre me conoce y yo conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas."

II. Conocimiento Profundo de sus Ovejas
     A. La relación personal entre el Buen Pastor y            sus ovejas
     B. Cómo el conocimiento de Jesús va más allá            de lo superficial
          Cita Bíblica: Salmo 139:1-2 (NVI) - 
        
        "Señor, tú me examinas, tú me conoces."

III. Reconociendo la Voz del Buen Pastor
      A. La importancia de discernir la voz de                       Jesús en nuestras vidas
      B. Cómo la intimidad con el Buen Pastor nos               guía y protege
           Cita Bíblica: Juan 10:27 (NVI) 
            - "Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen."

IV. El Cuidado y Protección del Buen Pastor
      A. Cómo Jesús vela por el bienestar y la                       seguridad de sus ovejas
      B. Su disposición a dar su vida por nosotros
           Cita Bíblica: Juan 10:11 (NVI) 

- "Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas."

V. Una Relación de Confianza
    A. Cómo la confianza mutua se desarrolla en             la  relación con el Buen Pastor
    B. Cita Bíblica: Jeremías 29:11 (NVI) 
- "Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza."

VI. Aplicación Práctica: 
      Siguiendo al Buen Pastor
      A. Cómo podemos fortalecer nuestra relación             con el Buen Pastor
      B. La importancia de escuchar y obedecer su             voz en nuestras vidas
           Cita Bíblica: Juan 10:3-4 (NVI) 
- "El portero le abre la puerta, y las ovejas oyen su voz. Llama por nombre a sus ovejas y las saca del redil."

VII. Conclusión: 
        El Amor Incondicional del Buen Pastor
        A. Reflexión sobre el amor y el                                       conocimiento  profundo de Jesús
        B. Invitación a acercarnos al Buen Pastor y                experimentar su cuidado y guía
            Cita Bíblica: Romanos 8:38-39 (NVI) 
- "Por lo tanto, estoy convencido de que nada puede separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

"Este bosquejo homilético destaca la relación íntima entre Jesús como el Buen Pastor y sus ovejas, haciendo hincapié en la importancia de conocer su voz, confiar en su cuidado y seguir su liderazgo en nuestras vidas.

jueves, 9 de noviembre de 2023

Estudio homiletico de Juan 10


El Buen Pastor y las Ovejas

I. Introducción
La Imagen del Pastor y las Ovejas
    A. Conexión con la Metáfora Pastoral en el        
         Antiguo Testamento
    B. Jesús como el Buen Pastor que Cuida y                   Protege

II. Conociendo la Voz del Buen Pastor 
     (Juan 10:1-6)
    A. La Contraste entre el Buen Pastor y los                     Ladrones
     B. La Importancia de Reconocer la Voz del                 Maestro
     C. La Tendencia de las Ovejas a Seguir al                     Conocido

III. El Propósito del Buen Pastor (Juan 10:7-10)
      A. Jesús como la Puerta para la Vida Eterna
      B. Abundancia y Plenitud en la Relación con               el Buen Pastor

IV. El Sacrificio del Buen Pastor (Juan 10:11-18)
       A. La Identificación de Jesús como el Pastor                que Da su Vida por las Ovejas
       B. La Conexión con la Voluntad del Padre y                el Amor Incondicional

V. La Seguridad de las Ovejas en el Buen                 Pastor (Juan 10:27-30)
     A. La Promesa de la Seguridad Eterna
     B. La Unión Indisoluble entre las Ovejas y el              Buen Pastor

VI. Aplicación Práctica: Seguir al Buen Pastor         Hoy
     A. Reconociendo las Voces Engañosas en la                  Actualidad
     B. Buscando Abundancia y Plenitud en la                    Relación con Cristo
     C. Viviendo en la Seguridad de su Amor y                    Cuidado Constante

VII. Conclusión: 
       Respondiendo al Llamado del Buen Pastor
       A. Invitación a Responder a la Voz del Pastor
       B. Compromiso de Seguir a Jesús como el                    Buen Pastor en la Vida Diaria

Este bosquejo busca explorar la riqueza de la metáfora pastoral utilizada por Jesús en Juan 10, destacando su papel como el Buen Pastor, la responsabilidad de las ovejas de reconocer su voz y el profundo amor que lo lleva a dar su vida por ellas. 

Además, se enfoca en la aplicación práctica de estas verdades en la vida diaria de los creyentes.

sábado, 30 de septiembre de 2023

¿CUÁL ES EL PROCESO EN EL DESARROLLO DEL SERMON? . LA INTRODUCCIÓN AL SERMÓN - LE AYUDAMOS...




PROCESO EN EL DESARROLLO DEL SERMON

Un mensaje bien preparado contiene cuatro partes principales:



1. LA INTRODUCCION DEL SERMON
Lo primero que necesita el predicador es establecer comunicación con su auditorio. La introducción es el proceso mediante por el cual el predicador trata de preparar las mentes y de asegurar el interés de sus oyentes en el mensaje que tiene que proclamar. 

La introducción es una parte vital del mensaje, y el éxito de todo éste depende a menudo de la capacidad del ministro de conseguir el apoyo de sus oyentes en el inicio del discurso.

Principios para la preparación de la introducción
1. Debe ser generalmente breve
2. Debe ser interesante
3. Debe conducir a la idea dominante o punto principal del mensaje
    Debe despertar el interés y fijar la atención de los oyentes
    Debe relacionar el mensaje con algún conocimiento que posee el auditorio
4. Debe preparar el camino para la presentación del mensaje que seguirá

Buenas cualidades de la introducción
1. Breve
2. Directa
3. Sencilla
4. Lógica, y debe estar bien relacionada con la presentación o desarrollo del tema.

LA INTRODUCCION: Debe despertar el interés y fijar la atención de los oyentes.

¿CÓMO INICIA USTED SU SERMÓN? - LE AYUDAMOS





CÓMO INICIAR UN SERMÓN

A. Empezar con una porción de la escritura: a) Primero, se ha de empezar con una porción de la Escritura, después se ha de realizar una lista de lo que le sugiere el pasaje o porción que se está considerando. Un elemento necesario para toda predicación es un propósito.
Es decir que la predicación ha de ser una comunicación que persiga un objetivo definido.
Si no tiene un propósito definido, difícilmente tendrá un efecto positivo. Irá a la deriva como un barco flotando sobre el mar, sin rumbo definido y sin destino conocido.

Un ejemplo de Propósito:
Que el pueblo de Dios tenga seguridad de su salvación

B. Elegir un tema:
b) Segundo, se puede iniciar eligiendo el tema (una necesidad, inquietud, preocupación; una carga que se siente, o cualquier impresión fuerte que invada su interior). Después se escudriña la Escritura para encontrar el apoyo necesario.

El tema es el asunto principal sobre el cual trata el sermón. Sobre él debe girar todo el mensaje. Un sermón nunca debe presentar más de un tema. ¡Solamente un tema! Este tema debe ser claro, objetivo, y práctico; y derivado del texto bíblico. Así, el predicador puede presentar, en una sola frase, lo que él quiere decir en su predicación.

Todo lo demás del mensaje será para apoyar y aclarar este propósito. Por eso, fijar el propósito debe ser el elemento de mayor atención durante la preparación.

Para seleccionar el tema o texto de un mensaje, siempre hay que preguntarse dos cosas: 
- "¿cuál es la voluntad de Dios en esta situación?", y esto nos conducirá a la segunda pregunta, 
- "¿Qué es lo que la congregación tiene que saber en esta situación?".
Es de mucho valor que el predicador determine la necesidad de la congregación antes de seleccionar un tema o texto bíblico.

Ejemplos de temas:
-  El amor de Dios hacia el pecador
-  Cómo juzga Dios al pecador
El soldado cristiano
-  La nueva vida en Cristo
-  El arrebatamiento de la Iglesia
-  Ser fiel hasta el fin; etc.


domingo, 30 de octubre de 2022

LIDERAZGO MINISTERIAL: JESÚS ES NUESTRA AYUDA SUPREMA




EL ESPLENDOR DE LA CRUZ
Si queremos ver a nuestro Dios en toda su gloria y majestad, debemos mirar hacia la cruz. Allí, en el madero, él reivindicó su ley cuando dejó caer sobre su Hijo la ira santa de Dios; fue un despliegue de su amor para con el mundo perdido. En ese acto soberano no sólo mostró su gracia infinita al glorificarse, sino que también venció al enemigo y nos salvó.
Nadie pone en duda que Dios Trino tiene todo el derecho de reinar. El Creador hizo a la criatura y eso en sí le da ese derecho legítimo. Frente al Dios Trino no hay quien se oponga. Nabucodonosor, la cabeza de oro en la estatua de los reinos del mundo antiguo nos dio un anticipo de esta realidad.
“Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo domino es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?” (Daniel 4:34, 35). De la misma boca del rey babilónico, el epítome del mal, viene esa franca confesión y admisión de la soberanía de Dios.
Pero surge la pregunta: ¿Cómo optó por reinar Dios Trino? Entramos ahora en áreas consideradas como terreno sagrado y difícil de pisar. Sin embargo, la Biblia nos permite sacar ciertas conclusiones. Dios mismo regirá al fin y al cabo. Dios Trino en la eternidad pasada se puso de común acuerdo, las tres personas en una substancia divina: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. El Padre iba a enviar al Hijo del Hombre a “buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10; Juan 3:16). El Espíritu Santo tomaría lo del Hijo y se lo revelaría al creyente y al mundo (Juan 16:14, 15).
¿Desde cuándo reina Dios? “Y la (la bestia) adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo” (Apocalipsis 13:8). “Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (2 Timoteo 1:9).
Y la Escritura dice aún más: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” (Efesios 1:4). En la economía de Dios todo esto tomó lugar antes de la creación del hombre. Juan lo dice perfectamente bien cuando afirma: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (Juan 1:18). Cristo es la perfecta exégesis de Dios para el mundo.
Proponga la respuesta a la pregunta previa. Dios iba a reinar a través de su Hijo desde la Cruz, tanto en salvar al creyente como en condenar al incrédulo en el gran trono blanco (Apocalipsis 20:11–15). Éste es un pensamiento bien serio y solemne. La verdadera autoridad para reinar estriba en la Cruz. Éste era el plan eterno de nuestro Dios. Por lo tanto, el Liderazgo desde la Cruz lleva la marca del Dios Trino. Éste es el reto para aquel que busca ser un líder digno del Crucificado.
El Dios comunicativo se manifestará a los suyos según su propia personaIsaías lo dijo elocuentemente: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8, 9). El que quiere ser líder tiene que abrazar esta verdad en todo momento y aceptar que si queremos servir hay que hacerlo a su manera, siguiendo el ejemplo supremo que nos ha dejado, su Amado Hijo, el Crucificado.
Vuelve Isaías a confundirnos con otra verdad tan contradictoria a nuestra cultura y a nuestro modo de ser y pensar. Al tratar con nosotros Dios se nos revela a sí mismo y nos abre la puerta que nos permitirá llegar a ser verdaderos dirigentes bajo su mando. “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo. Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados” (Isaías 57:15).
La cultura humana y perdida reina en nuestro medioLa historia humana tiene muchos ejemplos de dirigentes que son víctimas de sus propios intereses y su orgullo. El líder en cualquier iglesia puede caer víctima del mismo orgullo en diferentes grados. Estos estudios tienen como fin aclarar que Dios elige la humildad, la sumisión a él y la búsqueda del bienestar espiritual de los hermanos. La fuerza negativa de la cultura puede aparecer de varias maneras en la iglesia local.
La influencia de una familia grande con una trayectoria larga, la influencia de quien da más dinero, la popularidad de alguien que llegó recientemente, todos estos elementos pueden llegar a influir para mal. Por eso las verdaderas marcas del liderazgo bíblico se deben guardar con cuidado.
Además la historia de América Latina está repleta de grandes “caciques” o caudillos que agarraron el poder, manejaron a las masas buscando sus propios intereses y reinaron por décadas. Luego, se enriquecieron a costa de sus súbditos y, la mayoría de las veces, dejaron el país por el suelo.
Para ilustrar esto, basta con echarle una mirada a la historia de América Latina: México, Antonio López de Santa Ana (1824–1844); Cuba, Fidel Castro (1959–?); República Dominicana, Rafael Trujillo (1930–1960); Nicaragua, Anastasio Somoza (1933–1960); Ecuador, Gabriel García Moreno (1860–1895); Venezuela, Juan Vicente Gómez (1908–1935); Argentina, Juan Manuel de Rosas (1829–1852). Y hay más ejemplos.
Toda esta historia sólo para ilustrar que el líder humano, sea de cualquier cultura que fuere, es muy dado a promoverse y dejar que el orgullo lo domine. Debido a esta tendencia, el líder bíblico latinoamericano o cualquier líder cristiano tiene que luchar contra aquello que es ajeno a Dios en la cultura que nos bombardea constantemente. Estos estudios van a ilustrar cómo poder salir avante en este medio.
Dios introduce a su Hijo bajo dos figuras contrarias: el León y el Cordero
De estas dos figuras literarias, el león y el cordero, ¿Cuál figura nos parece más impresionante? Sin duda optamos por el león que es el rey de los animales. El reino de Dios es legítimo; Dios es Rey supremo. Pero no reinará por “fiat” (por decreto solamente) ni por orden ejecutiva. Sí que reinará en gracia y en amor aun sobre aquellos que se rebelaron contra él.
Por primera vez Dios introduce la tribu de Judá como león. “Judá, te alabarán tus hermanos;”… Así como león viejo: ¿Quién lo despertará? No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos” (Génesis 49:8–10). Dios escogió la tribu de Judá como la tribu real y sólo de Judá podría venir el rey aprobado por Dios. Así David y Salomón llegaron a ser antecesores del Mesías.
En la providencia de Dios él iba a empezar a tratar con su mundo, no por la realeza del Mesías como rey o león, sino como el Cordero inmolado. De esta manera Dios lograría su propósito eterno de salvar a los suyos. Primero el Cordero y luego el León de la tribu de Judá. Dios combina las dos figuras, pero los judíos malentendieron el plan divino y rechazaron al Cordero.El Hijo del Hombre vendría como hombre puesto en muerte sacrificial. Lo salvaría, lo transformaría y luego reinaría en amor y gracia divina. El salvado de buena voluntad respondería a las misericordias. Dios reinaría desde la Cruz. La Cruz viene a ser la ventana por la cual conocemos al Dios de todo poder y santidad.
En la eternidad pasada irrumpió lo inescrutable del pecado en el cielo por el orgullo de Lucero (Isaías 14:4–23 - bajo el personaje del rey de Babilonia y el orgullo del querubín grande en Ezequiel 28:12–19 - bajo el príncipe de Tiro). Pero Dios respondió no por acabar con ellos por puro decreto. Sí que los condenó y los castigó; pero cuando nuestros padres los siguieron, lejos de aniquilarlos, Dios tomó cartas en aquello con el fin de salvarlos en amor y pura gracia.
Lo muy destacado de Dios es que en el momento justo de pronunciarle a Satanás su veredicto final le anunció a él y a nuestros padres el “protevangelium” o el primer evangelio. “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” (Génesis 3:15). En un corto espacio muy comprimido predice la enemistad entre Sí y el diablo; pero habría un encuentro en el cual la simiente de Dios, Cristo mismo (Gálatas 3:16), vencería a Satanás. Aunque el diablo lo haría sufrir, no sería nada definitivo. En esto se ve la Cruz como el triunfo final de Dios en la resurrección de Jesús. El Cordero, no el León, ganaría la victoria.
El largo desfile de la sangre de los corderos de Génesis a IsaíasDesde Génesis cuatro, Dios introduce por oralidad (tradición oral) el valor de ofrecer en fe un cordero, un animal sacrificado en lugar del pecador culpable. Luego sigue el sacrificio de Abel, un sacrificio aceptable por fe (Hebreos 11:4); más tarde los sacrificios de animales limpios de Noé al salir del arca (Génesis 8:20); el altar de Abraham (Génesis 12:7) y el mandato de sacrificar a Isaac, el muy amado hijo seguido de la intervención muy a tiempo del Ángel de Jehová—es decir, Cristo pre encarnado (Génesis 22:1–21); a estos le sigue el cordero pascual cuya sangre fue aplicada en la puerta mientras adentro lo comían con hierbas amargas, bastón en la mano y los pies calzados (Éxodo 12:1–13).
Pero el desfile de sangre continúa. En Levítico aparecen los cinco sacrificios u ofrendas (Levítico 1–7). Finalmente, Isaías 42, 49, 50, 52:13–53:12, el colmo de la larga línea de sacrificios, el del Siervo Sufriente cuya alma fue puesta en expiación por el pecado (Isaías 53:10). Por fin ahora no es un animal el que muere sino el Siervo Sufriente, Cristo mismo y su Cruz.
“He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29)Al empezar Jesús su ministerio público, Juan, el Bautizador, su medio primo, lo anunció a todo el mundo como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo; en su bautismo Dios lo afirmó y descendió sobre él el Espíritu Santo como una paloma (Mateo 3:13–17).Toda la abundante profecía del Antiguo Testamento halló el cumplimiento de su ministerio terrenal en la última pascua en que Jesús dijo: “Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado… Ahora está turbada mi alma; y ¿qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre” (Juan 12:23, 27, 28).
Jesús puso su faz como pedernal hacia la cruz. Bien había dicho: “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre” (Juan 10:17, 18).
En la consumación de las edades Dios pronunciará la palabra finalDesde la cruz el Hijo del Hombre ha reinado. Pablo escribe a los Corintios diciendo que reinará hasta que todos sus enemigos estén puestos debajo de sus pies. El último enemigo es la muerte. “Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos” (1 Corintios 15:25, 26, 28).En el último drama del tiempo Juan nos presenta el escenario en el cielo. En el libro de Apocalipsis Juan menciona veintisiete veces el Cordero. El personaje preeminente del futuro ha sido quien murió en aquella cruz; él ha sido el vencedor.
Todavía queda un evento en espera. En Apocalipsis 5 Juan nos narra: “Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos… ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar los sellos?”. No había nadie digno y Juan lloraba mucho. Pero “uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos” (Apocalipsis 5:1, 2, 5).
En el resto de ese escenario futuro el Cordero toma el libro y desata los sellos y de allí en adelante los últimos eventos desastrosos se van cumpliendo. Fue el Cordero y ahora el León que unen sus poderes. Juan nos deja pasmados con el triunfo final del Cordero desde la Cruz. “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era de millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria, la alabanza” (Apocalipsis 5:11, 12). ¡A tal coro algún día, tú y yo agregaremos nuestra unánime voz!
La Cruz es la maravilla y la obra maestra de DiosPor lo tanto, todo lo que viene en nombre de Dios y el Hijo del Hombre tiene que conformarse a la Cruz, la plena expresión de la santidad de Dios, su amor y su gracia ilimitada. Además es Cristo en nosotros la esperanza de gloria. El Crucificado mora en el creyente desplazando la vida vieja caracterizada por el orgullo, el pecado original. El Postrero Adán crucificó al Primer Adán (Romanos 6:6).
Pablo, el Apóstol de la Cruz, introdujo en Corinto el evangelio con estas palabras: “Porque la palabra (mensaje) de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios… pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo el poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:18, 23, 24).
Tal es nuestro mensajeLa lógica es que la cruz debe marcar todo paso que damos. Es la cruz en el glorioso plan de Dios la que forjó la obra salvadora y debe caracterizar a todo aquel que predica el mensaje del evangelio. Debemos ser la encarnación del mensaje de la Cruz. 
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DIOS NOS LLAMA A PREDICAR CON EXCELENCIA

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


PREDICAR CON EXCELENCIA
Proverbios 30:1–6, un pasaje que ha sido muy descuidado, pero que al mismo tiempo es notable, evoca nuestra necesidad de la Palabra de Dios:
    Palabras de Agur, hijo de Jaqué; la profecía
    que dijo el varón a Itiel.
    “Ciertamente más rudo
      soy yo que ninguno,
    ni tengo entendimiento de hombre.
      Yo ni aprendí sabiduría,
    ni conozco la ciencia del Santo.
      ¿Quién subió al cielo, y descendió?
    ¿Quién encerró los vientos en sus puños?
      ¿Quién ató las aguas en un paño?
    ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?
      ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?
      ¡Seguro que lo sabes!
    Toda palabra de Dios es limpia;
      Él es escudo a los que en él esperan.
    No añadas a sus palabras,
      para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso”.
En este pasaje tan rico, que recompensa a la reflexión cuidadosa, Agur revela una profunda comprensión de sus límites como ser humano y el cansancio resultante (Prov 30:1) de tratar de vivir sin la Palabra de Dios. No importa lo brillantes e iluminados que podamos estar, no hemos subido al cielo ni hemos vuelto a bajar; no hemos recogido el viento ni atado las aguas en un paño; no hemos establecido los límites de la Tierra. En Eclesiastés, una metáfora común que el Predicador usa para la búsqueda autónoma y agotadora de la sabiduría es que es como “perseguir al viento” (véase, por ejemplo, Ec 2:26). El entendimiento humano y la sabiduría requieren una ayuda externa a la creación, del Santo (Pr 30:3), porque son creación, los humanos no son el Creador (Pr 30:4). Esto significa que la Palabra de Dios, que en hebreo significa literalmente “refinado” y que es, por lo tanto, pura y sin defectos (Pr 30:5), tiene un valor inestimable para la vida humana y el entendimiento en todas sus dimensiones.
En la actualidad, es difícil expresar la importancia de la Biblia como la Palabra de Dios tanto en la Iglesia como en el mundo. En medio de un resurgimiento global de la religión (no solo del cristianismo), el cansado Occidente continúa avanzando pesadamente por el camino del vacuo secularismo, como lo demuestra, por ejemplo, el nuevo ateísmo. En las profundidades de nuestro individualismo y cultura de consumo global, es un desafío para la imaginación el ver la gran necesidad que hay de la Palabra de Dios y su relevancia. En gran medida, la modernidad se basa en el deseo de marginar y eliminar a Dios de la dimensión pública de la vida, y además ha tenido éxito en su propósito, aunque no sin costo.
Dentro de los círculos más importantes de la misionología (el estudio de la misión), no llegó a consolidarse una crítica seria de la cultura occidental hasta después del Consejo Misionero Internacional en Tambaram, en 1938. Ahora, dos guerras mundiales y el holocausto hacen que sea imposible asumir que la cultura occidental es superior, fundamentalmente cristiana o incluso neutral. Los desastres y tragedias que afectaron a Occidente en el siglo XX, lo que, en algunas estimaciones, son las más brutales de la historia, afectaron a la Iglesia occidental en, al menos, dos formas principales. Por ejemplo, Walter E. Williams señaló en el año 2000 que “el siglo XX (…) será recordado por el progreso técnico sin precedentes, el avance del conocimiento y las mejoras en los estándares de vida. También será recordado como el siglo más brutal de la humanidad. Las guerras internacionales y civiles han producido un número de muertos de aproximadamente 50 millones de personas. Por más trágico que sea ese número, es pequeño en comparación con el número de personas asesinadas por su propio gobierno”. Por un lado, la estrecha asociación del cristianismo con Occidente significó que, como se evaluó y criticó a la cultura occidental, ocurriera lo mismo con el cristianismo. La cuestión de la singularidad de Jesús está en el corazón de la creencia cristiana, de ahí que muchas de las principales denominaciones abandonaran el firme compromiso de la “cuestión de la singularidad, suficiencia y finalidad de Jesucristo como el Señor y Salvador del mundo”3. Dentro de otros círculos cristianos y en la tradición evangélica, este compromiso se ha mantenido, pero con demasiada frecuencia acompañado de la pérdida de las dimensiones públicas y más amplias de la fe, que abarcan toda la creación, lo que conlleva que Jesús se afirme como salvador, pero no como salvador del mundo. Esto es lo que llamamos la “privatización de la religión”, en la cual la libertad de religión se tolera dentro de la esfera privada de nuestra vida, pero se mantiene fuera de las principales esferas públicas.                                                                                                                                                                El resultado es que, en el lado liberal del cristianismo occidental, nos quedamos con un “Evangelio” vacío que se alinea principalmente con la izquierda de nuestra cultura y es constitucionalmente incapaz de “enfrentar lo negativo y la implicación positiva de la confesión de Jesús como Señor”, es decir, permitir que el Evangelio dé forma y critique nuestra cultura occidental. Dentro del mundo evangélico, mantenemos el compromiso de que Jesús es el Señor, pero lo vemos principalmente como un salvador personal, por lo que tenemos poco que decir a un occidente que está en crisis, por no hablar del hemisferio sur.  De un modo bastante natural, y desgraciadamente, esta polarización se manifiesta en la predicación en las iglesias. En I Believe in Preaching, John Stott señala aspectos similares a los anteriormente mencionados. Señala que los liberales apuntan directamente a la vida contemporánea en su predicación. ¡Uno no siempre está seguro de dónde provienen los sermones! Recuerdo que hace algunos años participé en una reunión de teólogos prácticos de todo Reino Unido. Se nombraron a dos miembros para interpretar nuestras meditaciones de un modo general. Uno comentó que él pensó que estábamos de acuerdo en que la Biblia no debería estar sobre nosotros, sino a nuestro lado como si se tratara de un compañero de diálogo. Un profesor de hebreo y del Antiguo Testamento se atrevió a mostrar el hecho de que esta no era la opinión de todos nosotros. Claramente, si la Biblia se reduce a un compañero de diálogo, entonces no hay razón por la cual la predicación deba estar arraigada y fundamentada en las Escrituras. Si lo comparamos, los sermones evangélicos se originan en la Biblia, pero tienden a no estar dirigidos a ninguna parte en particular. Como dice Stott de la predicación evangélica:                                                                                 Si somos conservadores (…) y mantenemos la tradición histórica de la ortodoxia cristiana, vivimos en el lado bíblico del golfo. Ahí es donde nos sentimos cómodos y seguros. Creemos en la Biblia, amamos la Biblia, leemos la Biblia, estudiamos la Biblia y exponemos la Biblia. Pero, por otro lado, nuestra casa no está asentada en el mundo moderno (…). Si tuviera que dibujar un diagrama de la brecha existente entre estos dos mundos, y luego dibujar los sermones en el diagrama, tendría que dibujar una línea recta que comenzara en el mundo bíblico y luego se elevara en el aire en una trayectoria recta que nunca llegara a aterrizar en el otro lado. Porque nuestras predicaciones en raras ocasiones son terrenales. No logran construir un puente hacia el mundo moderno. Son bíblicas, pero no contemporáneas.                                                                                                                                                                                                                                        Stott caracteriza esta dicotomía entre la predicación liberal y la evangélica como una de las mayores tragedias de nuestros días:
Por un lado, tenemos a los conservadores que son bíblicos, pero no contemporáneos. Mientras que, por otro, los liberales y los radicales son contemporáneos, pero no bíblicos. Sin embargo ¿por qué hacemos esta polarización tan ingenua? Cada lado tiene razón para su preocupación, la primera de conservar la revelación de Dios, y la segunda de relacionarse de manera significativa con personas reales en el mundo real. ¿Por qué no podemos mezclarnos con las preocupaciones de los demás? ¿No es posible que los liberales aprendan de los conservadores sobre la necesidad de conservar los fundamentos históricos y bíblicos del cristianismo, y que los conservadores aprendan de los liberales la necesidad de relacionarse de un modo radical y relevante con el mundo real?
El análisis de Stott sobre la predicación evangélica ofrece una reflexión cercana sobre sus implicaciones. Los evangélicos se enorgullecen, comprensiblemente, de ser “los cristianos de la Biblia”, y es mérito suyo que tengan a la Biblia en tan alta estima. La modernidad, no solo a través de una gran cantidad de estudios bíblicos, ha apuntado una y otra vez a la fiabilidad de las Escrituras. Ya sea a través de la doctrina de la inerrancia o de la infalibilidad, en general, los evangélicos y otros cristianos ortodoxos se han mantenido firmes en la naturaleza totalmente confiable de la Biblia como las Sagradas Escrituras. En mi caso, fue durante los años en la Universidad de Oxford que me di cuenta de que había una brecha existente entre la naturaleza lógica de dichas doctrinas y la cuestión hermenéutica de cómo escuchar a Dios hablando con autoridad a través de las Escrituras. ¿Cómo escuchamos las Escrituras para que podamos predicar la Biblia con su valor al completo en el mundo de hoy?
Volviendo a la caracterización de Stott de la predicación evangélica, el área de aplicación es donde los problemas surgen con mayor claridad ya que, si el sermón no está dirigido a ningún lugar en particular, estará destinado a estrellarse. En la predicación, las posibilidades y el desafío de aplicación que se plantean se resumen en la frase “¡aterriza el avión!”. Debo esta metáfora de comparar un sermón con volar un avión tan sugerente a mi amigo, compañero y párroco, Ray David Glenn. Unos días antes del domingo, no es raro que conversemos sobre cómo aterrizar el texto sobre el que vamos a predicar en St. Georges el próximo domingo. A través de la oración, la reflexión y el arduo trabajo exegético, es posible que hayamos llegado a un entendimiento del texto, pero ¿cómo lo compartimos el domingo en nuestro contexto particular para que, a través de la predicación, escuchemos el mensaje que Dios tiene para nosotros hoy? ¿Cómo aterrizamos el avión cuyo cargamento es la palabra viva de Dios para que esté presente y, así, las congregaciones la reciban como tal?                                                                                                                                                                                                                 DESCARGAR                                                                                                                      ADQUIERALO AQUÍ.

sábado, 23 de abril de 2022

La Autoridad de Las Escrituras y la Naturaleza de Cristo

 




APLIQUEMOS LA TEOLOGÍA

El testimonio ocular de los Doce (con Judas reemplazado por el apóstol Pablo), a quienes Jesús seleccionó para que dieran testimonio de la importancia de su vida, muerte y resurrección, reside ahora en las páginas del NT. Esto no quiere decir que cada página de los libros del NT fuera escrita por un testigo presencial de Jesús, porque está claro que no todos lo eran. 

Lucas, por ejemplo, no vio a Jesús con sus propios ojos, pero trabajó muy cerca del apóstol Pablo, que se encontró al resucitado Jesús camino de Damasco. Marcos, que era un joven que realmente había visto a Jesús, se dice que escribió su evangelio según el testimonio ocular de Pedro.

El evangelio de Juan tuvo su origen en el testimonio ocular del discípulo al que Jesús amó, que probablemente fue el apóstol Juan. Santiago es el medio hermano de Jesús, que se convirtió en líder de la iglesia en Jerusalén tras la partida de Pedro. Mientras que los autores de algunos libros no pueden ser identificados con certeza, este comentario opera según la premisa de que el NT es el repositorio del testimonio fiable y autoritativo de la importancia de la persona y el mensaje de Jesucristo. Más allá de su fiabilidad como antiguo y auténtico testimonio humano sobre Jesús, es la Palabra divinamente inspirada de Dios, cuya verdad está basada en el carácter de Dios mismo. El NT es la interpretación de Dios de la importancia de Jesús.

El problema de la verdad en la era del relativismo

En nuestros días la proclamación del evangelio como verdad exclusiva sobre Jesucristo ha perdido popularidad, incluso entre los que se identifican a sí mismos como cristianos. La influencia de las presiones culturales como el racionalismo y la crítica histórica, la espiritualidad de la Nueva Era y el ecumenismo radical con religiones no cristianas ha reducido el NT a un antiguo artilugio irrelevante, en el peor de los casos, y en el mejor, a simplemente en una opción para la religión moderna. Predicar el NT como la verdad exclusiva sobre Jesucristo y su misión de reconciliación de la raza humana con Dios a menudo se considera vagamente como una afirmación de poder y como un comportamiento inadecuado en nuestra amplia y plural sociedad moderna.

Puede resultar reconfortante darse cuenta de que la situación actual es similar a la del siglo primero, cuando la herejía hacía incursiones en las comunidades cristianas a través de la influencia de la filosofía greco-romana, las creencias y prácticas de las religiones paganas y bajo la presión de la regla romana de aceptar el politeísmo y el pluralismo en nombre del Imperio para no ser un “odiador de la humanidad” (Suetonio, Nerón 16). Es reconfortante darse cuenta de que a pesar de un ambiente tan hostil, el NT y su testimonio apostólico sobrevivieron, trayendo el verdadero mensaje del evangelio a las sucesivas generaciones de personas desde el tiempo en que se secó la tinta de los autógrafos a través de los siglos hasta el tiempo actual.

En los primeros días de la naciente iglesia, antes de que el NT existiese, la movilidad que permitió al evangelio viajar por todo el Imperio romano en sólo unas décadas también hizo surgir el problema de las interpretaciones conflictivas de la vida de Jesús y de las enseñanzas de los apóstoles que eran incompatibles con la verdad. Todas estas epístolas conservadas en el NT trataban de circunscribir los límites de la verdad frente a las falsas afirmaciones. Ahora que la iglesia tiene el NT, sigue existiendo el problema de las interpretaciones del texto que tuercen y distorsionan su mensaje. Es más, ahora vivimos un tiempo en el que se manifiesta un problema más amplio de relativismo radical que niega que exista una sola verdad, un sólo significado en el texto, una interpretación ortodoxa del mensaje del evangelio. No obstante, este antiguo libro que conserva las voces de los apóstoles del Señor continuará hablando a todas las generaciones hasta que regrese el Señor. En lugar de ser una afirmación de poder, el evangelio apostólico es una invitación bondadosa a la comunión con Dios y su Hijo, Jesucristo. Los que siguen el evangelio encuentran comunión entre sí en torno a la Palabra de Dios y con los apóstoles que escogió como portadores de esa revelación.

El segundo punto de esencial importancia es que Jesucristo fue una persona real a quien mucha gente escuchó, vio y tocó. Mientras que hoy en día el Espíritu Santo arbitra la presencia de Cristo en su iglesia, la obra del Espíritu no reemplaza la encarnación de Cristo como el hombre Jesús. De hecho, fue necesario que Jesús naciera dentro de la humanidad, para vivir una vida sin pecado, morir con una muerte redentora y resucitar de la tumba en victoria final antes de que el Espíritu Santo pudiera ser dado (Jn 16:7). La obra del Espíritu es dar testimonio de Jesús (15:26), no ofrecer una marca genérica de espiritualidad o religión tan populares en nuestra sociedad moderna. El punto de 1 Jn 1:1–4 es que Jesús realmente estuvo con nosotros, que el eternamente preexistente Hijo de Dios ¡estuvo aquí! Dios conoce de primera mano los gozos y las penas, las pruebas y las tentaciones, las esperanzas y los temores de ser un ser humano. El mensaje del evangelio de los apóstoles se originó en su encuentro con el Dios-hombre.

¿Revelación continuada del Espíritu?

Las afirmaciones modernas de que la obra del Espíritu ofrece al mundo algo además de Jesucristo, o algo distinto a Jesucristo, también vienen precedidas por afirmaciones parecidas ya en el siglo primero. La disputa entre Juan y los que se habían ido de su iglesia (o iglesias) evidentemente era sobre la verdadera naturaleza de Cristo, con los herejes influidos por las ideas neoplatónicas y probablemente reclamando cierto tipo de verdad basada en una mala comprensión de las promesas del evangelio de Juan. Esta apertura de 1 Juan señala a los lectores de hoy día como lo hizo en los tiempos antiguos hacia la inseparable verdad de que Jesús es quien el NT dice que es, y que aparte del NT no existe un verdadero conocimiento de Jesucristo. La obra del Espíritu hoy día está siempre en consonancia con el testimonio del NT.



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