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biblias y miles de comentarios
¡Al descubierto la estrategia del mundo de las tinieblas en el final de los tiempos para causar daño a los
creyentes!
En su oficina, Satanás limpió sus anteojos. Le ardían los ojos. Los tenía enrojecidos. Llevaba varios días presidiendo un Consejo Extraordinario con todo su séquito demoníaco para articular estrategias que le permitieran causar fuertes golpes a los cristianos. “No encuentro una estrategia eficaz, práctica y sencilla”, dijo a sus inmediatos colaboradores, que como él, sentían con preocupación que pasaban las horas sin hallar una salida al callejón en que se encontraban.
¡Alerta! Satanistas infiltran las iglesias cristianas
En su oficina, Satanás limpió sus anteojos. Le ardían los ojos. Los tenía enrojecidos. Llevaba varios días presidiendo un Consejo Extraordinario con todo su séquito demoníaco para articular estrategias que le permitieran causar fuertes golpes a los cristianos. “No encuentro una estrategia eficaz, práctica y sencilla”, dijo a sus inmediatos colaboradores, que como él, sentían con preocupación que pasaban las horas sin hallar una salida al callejón en que se encontraban.
En el tablero, con
múltiples señales de haber borrado una y otra vez los apuntes con
marcadores de colores, se encontraban propuestas, algunas
demasiado desgastadas: traer desánimo a los creyentes, acusarles con
sus pecados del ayer, experimentar la sensación de que sus oraciones no
recibían respuesta de Dios y la convicción de que no
era necesario congregarse en ninguna iglesia para crecer en lo
personal y espiritual.
--Borren eso, ya nada sirve—dijo don Sata, visiblemente malhumorado--. Hay que encontrar nuevas tácticas…--.
Uno de sus ayudantes,
el que siempre le llevaba la maleta, miró a sus congéneres demoníacos y
casi con timidez se atrevió a insinuar: “¿Qué tal si
nos infiltramos en las iglesias? Estando dentro, podríamos destruirlos más fácilmente”. El director del averno lo miró con esa expresión de “Tu no hablas sino tonterías”, pero
segundos después, tras analizarlo, le pidió que explicara más en detalle su propuesta.
Y fue así como esa
calurosa tarde se planeó, hace muchísimos siglos, una táctica que le ha
rendido buenos resultados al mundo de las tinieblas:
enquistarse en las propias congregaciones para generar un daño de
incalculables e impredecibles consecuencias…
Una estrategia antiquísima
Al tiempo que las
iglesias cristianas experimentan un crecimiento exponencial, rápido y
sorprendente en ciudades y pueblos, también se registra un
preocupante incremento de la caída moral de pastores, obreros y
líderes de las diferentes denominaciones. ¿La razón? Está en marcha una
cuidadosa estrategia del mundo de las tinieblas para frenar
el avance del Evangelio de Jesucristo.
Ya nuestro amado Salvador había advertido que “El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito
es darles una vida plena y abundante.”(Juan 10:10 Nueva Traducción Viviente). El apóstol Pablo, por su parte, alertó a los creyentes de Éfeso: “Se
que, después de mi salida, vendrán en medio de ustedes falsos maestros
como lobos rapaces y no perdonarán el rebaño. Incluso algunos hombres de
su propio rebaño se levantarán y
distorsionarán la verdad para poder juntar
seguidores.¡Cuidado!...”(hechos 20:29-31 a. Nueva Traducción Viviente)
Como solemos repetir en mi amada Latinoamérica: “Guerra avisada no mata soldados”. Es una señal de alerta impartida siglos atrás que hoy se
ha materializado de manera preocupante.
Una estrategia muy sutil
¿Cuáles son los
problemas que enfrentan comúnmente hoy las iglesias cristianas? Las
respuestas son disímiles: divisiones, caídas morales, falsas
doctrinas, engaño, falta de credibilidad… Sólo para poner unos
ejemplos aunque el abanico es mucho más amplio.
Una ex satanista relató: “Mary
fue una de las personas que me adiestró a infiltrar las iglesias. Esa
era su responsabilidad. También asistí a uno
de varios campos de adiestramiento especial para brujas sobre cómo
destruir iglesias… Jamás olvidaré—dijo Joyce riendo—la primera vez que
Mary me ordenó ir a cierta ciudad de Kansas donde se
estaba celebrando una cruzada evangelística… Mary me indicó que yo
debía vestir con mangas largas, una falta también larga, y que tenía que
llevar el pelo largo…”(Browm, Rebecca. Cómo llegar a
ser una vasija para honra en el servicio del Maestro.” Editorial
Whitaker House, Estados Unidos. 1993. pp. 43, 44).
Una vez pasaba como una
hermana más en la congregación, estaba mujer procuraba escalar en el
liderazgo. Cuando tenía una posición de reconocimiento,
desplegaba ataques representados en seducción a líderes para
llevarlos a la caída en materia sexual, sembraba dudas de cara a sentar
las bases de una división, hacía comentarios que
desencadenaban confusión.
Incluso, cuando imponía
manos sobre los enfermos—muchos de los cuales caían al suelo--, buscaba
transferirles demonios. Sí, la sanidad se producía,
pero era demoníaca. También hablaba en lenguas, pero satánicas. Las
personas del lugar pensaban que estaba llena del Espíritu Santo. Daba
falta profecía y sus oraciones, antes que a Dios, se
dirigían al mundo diabólico para traer maldición sobre la iglesia.
No es el único relato
que he leído y hasta escuchado. Cuando ministraba como pastor asociado
de la Alianza Cristiana y Misionera Colombiana en el
suroriente de Cali, un joven a quien apoyé en el liderazgo, me
confesó tiempo después que había sido enviado por un grupo de satanistas
para procurar mi destrucción a nivel ministerial. En el
proceso de causarme daño, conoció a Jesucristo y me reveló los
planes que venían urdiendo estos adoradores de las tinieblas.
Uno de los más crasos
errores como ministros de Jesucristo, radica en no pedir dirección a
Dios respecto a las personas que promovemos a cargos de
líderes en cualquiera de los ministerios. Olvidamos la tajante
advertencia que hizo el apóstol Juan: “Queridos
amigos, no les crean a todos los que afirman
hablar del parte del Espíritu. Pónganlos a prueba para averiguar si
el espíritu que tienen realmente proviene de Dios, porque hay muchos
falsos profetas en el mundo.”(1 Juan 4:1, Nueva Traducción
Viviente)
Aquellos que son
apoyados en la iglesia, deben probar por sus frutos, qué tipo de
cristianos y líderes son, como enseñó el amado Señor Jesús:
“Ten cuidado de los falsos
profetas que vienen disfrazados de ovejas inofensivas pero en realidad
son lobos feroces. Puedes identificarlos por sus fruto, es
decir, por la manera en que se comportan.”(Mateo 7:15, 16. Nueva
Traducción Viviente)
Estando en Popayán, en
el suroccidente colombiano, cierta noche una maestra me instaba a no
preocuparme por la religiosidad de la ciudad sino más
bien, por la proliferación de satanistas por todas partes. “Los
que visten de negro, se pintan los ojos, usan cruces y utilizan jergas
extrañas, generalmente no son satanistas. Lo hacen para
llamar la atención. Los verdaderos adoradores del diablo son
amables, hacen favores a quien lo necesitan. Si me lo permite, le diría
que son de excelente testimonio, incluso más elevado que el de
los cristianos; por ese motivo pueden infiltrar más fácilmente las
iglesias cristianas.”, me dijo.
Manténgase alerta siempre
Es cierto, usted y yo
nos movemos en el poder de Jesucristo, pero con frecuencia pasamos por
alto muchas señales y desestimamos que Satanás anda
suelto, creando problemas. El señor Jesús enseñó: “… la cosecha es
grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a
cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus
campos. Ahora vayan, y recuerden que los envío como ovejas en medio
de lobos.”(Lucas 10:2, 3. Nueva Traducción Viviente).
Los ataques que
despliega el mundo de las tinieblas son muy sutiles, y ese hecho debe
llevarnos a mantener una actitud de alerta permanente. Acogemos
la enseñanza según la cual “…el
terror vendrá sobre la tierra y el mar, pues el diablo ha descendido a
ustedes con gran furia, porque sabe que le queda poco
tiempo.”(Apocalipsis 12:12 b. Nueva Traducción Viviente)
Quizá el tiempo que
usted pierde, sin orar ni pasarlo en la presencia del Señor, es el mismo
que aprovecha nuestro Adversario espiritual para crear el
escenario que lleve nuestras iglesias a un estancamiento o revés
espiritual.
¿Cuál es la
recomendación? Con fundamento en las Escrituras, estar atentos, no
descuidarnos. Fidelidad a Dios, oración y andar en Su Presencia,
sabiendo que los tiempos son difíciles y Satanás está infiltrando
las iglesias. ¡Es tiempo de dar la batalla en la autoridad y el poder de
Jesucristo, nuestro amado Salvador!