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martes, 5 de enero de 2016

Obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Nos preparamos para enseñar a la congregación
LAS PRIMERAS MALDICIONES
Génesis 3:1417–18
Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida[…] 

Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo                                                                                                 (Génesis 3:1417–18).
El pecado y sus consecuencias
LAS MALDICIONES DEL PECADO
El pecado trae maldición a la tierra y a los hombres. Al traer maldición, produce heridas. Estas son brechas abiertas por las que el enemigo entra y destruye y hace toda clase de daño. Es decir, permiten que la ira de Dios se manifieste contra toda injusticia e impiedad de los hombres (Romanos 1:18).
Todo Israel traspasó tu ley, apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra Él pecamos (Daniel 9:11).
Necesitamos estudiar a fondo la Biblia para entender bien las advertencias que Dios hace a las ciudades y a las naciones.

Al enfrentarnos al adversario, debemos ser unánimes en el proceso de cumplir la voluntad de Dios, en arrepentimiento y confesión de nuestros pecados y los de generaciones anteriores, e intercediendo por nuestras ciudades y naciones. De esta manera veremos un comienzo a la reconciliación total que sana las heridas del pasado.
Y Él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano (Génesis 4:10–11).
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardien te de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 
Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora (Romanos 8:18–22).
Como es de notar, la naturaleza responde a la condición espiritual de sus habitantes. Por lo tanto, Satanás encuentra un campo fértil para construir su «fortaleza espiritual». Este término se refiere al lugar enfermo en la vida de una ciudad o una nación que aún no ha resuelto su culpabilidad. Si queremos rescatar un área que está muriendo, los cristianos podemos salvarla llevándole vida.

Dios también usa la naturaleza para traer sus juicios. El antiguo Egipto sufrió diversas plagas: la contaminación del río Nilo al convertirse el agua en sangre, la de ranas, la de piojos, las moscas, las úlceras del ganado, el granizo, las langostas, las tinieblas y, finalmente, la plaga de la muerte de los primogénitos de las familias y las bestias (Éxodo 7:15–11:6). Creo que Dios trata de llamar nuestra atención mediante la avalancha de desastres «naturales» que han venido sobre nosotros: incendios, inundaciones, huracanes, terremotos.
Norteamérica está en vergüenza y segando en torbellino de juicio (Oseas 8:7). Bajo el juicio de Dios estamos segando lo que hemos sembrado.
Las obras de las tinieblas
Aunque han pasado miles de años desde los tiempos del profeta Oseas, los medios de comunicación masiva de hoy en día nos dan las mismas noticias que el profeta proclamaba en su tiempo como consecuencias del juicio de Dios sobre las naciones. El perjurio, la mentira, el engaño, la inmoralidad, la violencia, la guerra, el homicidio, el robo, todo esto y mucho más continúa siendo parte de la vida diaria de todo el mundo.

En la actualidad, la violencia es el tema que más inquieta a Estados Unidos y a Latinoamérica. En naciones como México, Colombia y Perú, las noticias de guerras, guerrillas, terrorismo y homicidios son el pan de cada día.

En los últimos años, los estados de Florida y California han soportado una aterrorizante ola de violencia que las autoridades no pueden controlar. En todo el continente hay ciudades heridas donde la violencia, el crimen, la guerrilla y el narcotráfico ponen de manifiesto la incapacidad de la autoridad y de la ley para controlar los acontecimientos que en ellas ocurren. Entre ellas están México, Guadalajara, Bogotá, Medellín, Lima, Río de Janeiro, Brasil, Washington D.C., Los Ángeles, San Francisco, Miami, Nueva York, etc. Toda esta culpabilidad no resuelta es la causa para que cada ciudad y nación cosechen lo que han sembrado: dolor, miseria, enfermedad, muerte.
Consecuencias del pecado
Los profetas Daniel, Oseas y Jeremías revelan las consecuencias del pecado sobre las ciudades y naciones de la tierra:
Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden. Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán. Ciertamente hombre no contienda ni reprenda a hombre, porque tu pueblo es como los que resisten al sacerdote (Oseas 4:1–4).
Alza tus ojos a las alturas y ve en qué lugar no te hayas prostituido. Junto a los caminos te sentabas para ellos como árabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad has contaminado la tierra. Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergüenza (Jeremías 3:2–3).
Muchas veces nos encontramos en algún lugar en el que sentimos la presencia de la muerte. El discernimiento espiritual nos permite esa sensación. Es entonces cuando el poder para enfrentarnos con ella dependerá de la obediencia que tengamos a nuestro llamamiento. Por ejemplo, frente a la situación de opresión espiritual que sufría su nación, Esdras extendió sus manos al Señor e intercedió por el pueblo identificándose con sus pecados:
Para que se busque en el libro de las memorias de tus padres. Hallarás en el libro de las memorias, y sabrás que esta ciudad es ciudad rebelde y perjudicial a los reyes y las provincias, y que de tiempo antiguo forman en medio de ella rebeliones, por lo que esta ciudad fue destruida (Esdras 4:15).
Dios el Padre envió a Jesús para deshacer las obras del diablo (1 Juan 3:8) y para salvar lo que se había perdido (Mateo 18:11). De la misma manera, Dios el Padre nos salvó, nos llamó, nos apartó y nos mandó a hacer las mismas obras de Jesús, en todo lo relacionado con el reino de las tinieblas (Juan 9:4).

En la proclamación de las promesas de Dios tenemos el deber de tomar parte en el proceso del cumplimiento de los objetivos de Dios, es decir, la reconciliación con el Padre. Como atalayas, debemos anunciar y advertir a las naciones las consecuencias de su desobediencia.
Puse también sobre vosotros atalayas, que dijesen: escuchad al sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos. Por tanto oíd, naciones, y entended, oh congregación, lo que sucederá (Jeremías 6:17–18).
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra (2 Crónicas 7:14).
La falta de la presencia de Dios en las ciudades y naciones que están bajo maldición es lo que en hebreo se llama Icabod (la gloria se ha ido), situación que deja a las aves de rapiña en libertad para consumar la destrucción.

Los profetas del Antiguo Testamento proclamaron siempre que todo lo que le sobrevenía a la nación era debido a sus pecados. Esto se debía, especialmente, por la abominación de mezclar la idolatría de los pueblos venidos de otras tierras con los ritos religiosos del pueblo de Dios. Abominación mucho más grande aun cuando los que estaban en autoridad eran los primeros en cometer ese pecado (Esdras 9:1–2, 13).

Lo que sigue, ¿será solamente coincidencia?
En agosto de 1992 el sur de Florida sufrió uno de los desastres naturales más grandes de la historia de la nación. El huracán Andrew causó grandes estragos a su paso. Ahora, más de dos años después, todavía la ciudad no se ha recuperado del desastre. 

Meses antes de esta tragedia, líderes y autoridades del estado tuvieron varias reuniones con los líderes religiosos de la santería cubana y del vudú haitiano. Su propósito era pedir su intercesión para evitar una explosión de violencia étnica entre negros e hispanos de las comunidades que representaban. 

Pienso que el incremento de ritos y sacrificios de santería, vudú y macumba, por ese motivo, y el reconocimiento de su poder por parte de las autoridades de gobierno desencadenaron el juicio de Dios sobre el estado por medio de la naturaleza.

Luego, el 17 de enero de 1994, el sur de California sufrió los efectos devastadores de un terremoto que arrasó con el valle de San Fernando y particularmente la ciudad de North-ridge. El movimiento sísmico, de 6, 9 en la escala de Richter, destruyó cientos de edificios, residencias, autopistas y centros comerciales. Esta área de California ha sido azotada por la sequía, los incendios, la violencia, los temblores y la decadencia económica. ¿No será que el mensaje que sale de Hollywood sobre el aborto, el homosexualismo y la oposición y el ataque a los valores cristianos, a la iglesia y a sus líderes han traído como consecuencia una tragedia tras otra?

La prensa secular, irónicamente, dijo que el terremoto de Northridge sería con toda seguridad una oportunidad más para que los cristianos declararan, como siempre, que todo eso era el juicio de Dios. ¿Sería una coincidencia que una gran parte de la pornografía que consume la nación saliera de esta ciudad y que en el terremoto se destruyeran nada menos que centros pornográficos millonarios? ¿Qué piensa usted?

El pecado de una ciudad concede poder al enemigo sobre ella y abre sus puertas al mundo de las tinieblas para que entren la maldición y la destrucción.

El conflicto y el antagonismo entre ministerios, culturas, clases sociales, razas, regiones, religiones, etc., son puertas abiertas al infierno, y causas para que las maldiciones caigan sobre las ciudades y las naciones.

La violencia y el crimen son el resultado de heridas y ofensas del pasado y del presente. Todos los esfuerzos, leyes, alianzas y tratados para contrarrestarlos no tendrán ningún resultado.

Hace poco tiempo, en Los Ángeles, California, la televisión mostró a un mundo horrorizado la criminal paliza que la policía propinó a un ciudadano negro. La escena la filmó un camarógrafo aficionado. Este hecho lo llevó a cabo nada menos que varios policías de raza blanca y un hispano. Esto desencadenó una ola de violencia en la que los negros atacaron a los blancos, a los hispanos, a los orientales. Turbas enfurecidas destruyeron negocios, quemaron, robaron y saquearon todo cuanto pudieron. Tomaron forma humana las palabras de Jesús: «El ladrón no viene sino para matar, robar y destruir» (Juan 10:10).

Una vez más, se hizo patético el antagonismo de razas. Ese que causó una herida a la ciudad y abrió las puertas a los demonios. La violencia engendró violencia. El derramamiento de sangre demandó más derramamiento de sangre, y todo esto desencadenó violencia social. Cayó la maldición de Dios sobre la ciudad.

Las guerras entre pandillas, entre carteles del narcotráfico, entre naciones, entre religiosos, etc., abren las puertas al mundo de las tinieblas y traen maldiciones sobre las ciudades y sobre las naciones.

El destino de nuestras ciudades y naciones, la anulación de las maldiciones que pesan sobre ellas y su pacificación, no depende ni de alianzas, ni pactos, ni tratados. No depende de la sangre que se derrama en las calles y en las plazas todos los días inútilmente. Su fortuna depende de la sangre que fue derramada por Jesucristo hace dos mil años en la cruz del Calvario. De la sangre que se derramó una vez y por todas para la remisión de pecados (Hebreos 9:22), porque entonces y sólo entonces se cumplirá la Palabra: «Haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios[…] matando en ella las enemistades» (Efesios 2:15b–16).
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viernes, 13 de marzo de 2015

Aún quedan fortalezas en nuestra vida espiritual a las que derrumbar con la ayuda del Espíritu Santo, el estudio bíblico y el discipulado práctico

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
 
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Información 


Hace más de dos años estaba dictando un taller de consejería bíblica y discipulado fuera de Venezuela.  Luego, de finalizar la sesión de entrenamiento, se me acercó un hombre, medianamente joven como de unos treinta y cinco años de edad.

Este hombre me preguntó, si yo podría darle una entrevista, pues él estaba atravesando por un problema personal. Al siguiente día, nos reunimos y este creyente, que era un pastor asistente en una iglesia de quinientos miembros aproximadamente, comenzó a compartirme su historia, y dijo lo siguiente:
“Mis padres biológicos se separaron cuando yo era muy pequeño, y mi abuela se hizo cargo de mi.  A pesar de estar al cuidado de mi abuela me sentía un niño solo y triste. No recuerdo, exactamente cuándo comenzó esto, pero un hombre mayor, quien era un vecino cercano comenzó a abusar sexualmente de mí “.

“Esta situación nunca se la compartí con mi abuela. Luego mis primos también abusaban sexualmente de mí. Yo permitía esto, pues era la forma que me sentía tomado en cuenta por alguien, pero era la burla del vecindario.

“Esta conducta de tener relaciones sexuales con hombres fue una práctica constante en mi vida hasta que cumplí diez y ocho años de edad, pues un día me invitaron a una iglesia evangélica y entregué mi vida a Cristo”.

“Luego, me fui a una ciudad para estudiar en un instituto bíblico. Además, recibí entrenamiento en psicología moderna. Durante mi permanencia en el instituto bíblico pude notar que aun tenía luchas en cuanto a mi conducta sexual, pero recibí ayuda al respecto”.

“Luego, perdoné a mis padres por haberme abandonado, y por todo el daño que había sufrido, pues no tuve la protección de ellos. Estoy casado, tengo un hijo, soy pastor asistente en mi iglesia, pero tengo una gran lucha con la pornografía, pues cada vez que activo el internet, no aguanto la tentación y abro las páginas pornográficas”.

“Estoy muy asustado, pues si mi esposa me descubre no sé qué podría pasar, y no me atrevo a hablar esta situación con líderes de mi iglesia, pues podría perder mi ministerio”.

Estuve escuchando a esta persona por un espacio de dos horas, y mientras narraba su historia, pude sentir las heridas profundas emocionales que tenía este hombre. Yo estaba muy conmovido.

A. ¿Qué estaba ocurriendo con esta persona? (interrogar al auditorio)
Es probable que usted piense: “Esta persona no es un creyente verdadero“. Si fuera un cristiano verdadero, no tendría esos problemas”.

Sin embargo, la Biblia enseña que aunque somos nuevas criaturas espirituales, muchas cosas son hechas nuevas, pero aún quedan fortalezas en nuestra vida espiritual que hay que derrumbar con la ayuda del Espíritu Santo, el estudio bíblico y el discipulado práctico.

Además, una vez que nos convertimos a Cristo somos atacadas las 24 horas diarias. (Apocalipsis 12:10) “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de los hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”.

(2 Corintios 10:3, 4, 5) “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Cristo”.

1) Por otra parte, el Nuevo Testamento claramente enseña que tenemos enemigos espirituales y estamos involucrados en una batalla espiritual, la cual tenemos que pelear mientras estemos en el cuerpo: “Contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. (Efesios 6:12)

2) El apóstol Pablo describe las partes de la armadura espiritual que debemos ponernos para poder defendernos contra “los dardos de fuego del maligno” (versículos 13-17).

3) La Biblia también nos enseña que para ganar la batalla espiritual necesitamos cambiar de mentalidad. En otras palabras: disciplinar nuestros pensamientos, pues nuestro cerebro y nuestra mente no fueron renovadas al momento que nos convertimos en una nueva criatura espiritual

4) (2 Corintios 5.17, Juan 3:6). Además, Romanos 12.2 nos confirma que tenemos que cambiar nuestra manera de pensar introduciendo en nuestra mente la Palabra de Dios y sacar los antiguos pensamientos y argumentos que quedaron en nuestra mente luego del nuevo nacimiento espiritual, lo cual requiere de disciplina, entrenamiento y responsabilidad.

B. ¿Dónde se libra de la batalla espiritual?
La Biblia indica que la mente es un campo de batalla. El apóstol Pablo primero habla de la batalla, luego el lugar donde se lleva a cabo, y después nos habla del objetivo de tal batalla. (2 Corintios 10.3-5)

1) La mente del hombre ocupa un lugar predomínate en la vida del hombre porque es la que principalmente dirige su conducta. La Biblia nos dice “que el dios de este siglo cegó las mentes de los incrédulos, para que no les resplandezca la iluminación del evangelio de la gloria de Cristo.

2) Cuando la mente es vencida por Satanás, se endurece (3.14). Podemos ver, luego de leer estos versículos que la mente es lo que nuestros enemigos espirituales atacan más. Por medio de la mente Satanás inyecta veneno al hombre para que se rebele contra Dios.

3) Después de que el hombre se arrepiente, su mente no es librada por completo de todas las obras del diablo, pues Satanás puede seguir obrando a través de nuestras mentes, si se lo permitimos.

4) Esto fue lo que el apóstol Pablo le dijo a la iglesia de Corintios: “Pero temo que como la serpiente con su astucia engaño a Eva, se corrompan vuestros pensamientos, apartándose de alguna manera de la sencillez y pureza para con Cristo” (2 Corintios 11.3)

5) El apóstol Pablo sabía que los creyentes de Corintio ya habían sido salvos, pero sus mentes aun no habían sido renovadas. El reino de Dios carece de obreros porque las mentes de estos piensan como antes de ser cristianos.

6) Olvidan que después de ser salvos necesitan procurar una renovación plena en sus mentes y por ello su obra queda obstruida. La Biblia dice claramente: “Transformaos por medio de la renovación de vuestra mente” (Romanos 12.2).

C. ¿Por qué las mentes de los creyentes son atacadas por los espíritus malignos?
Nuestra mente es atacada por los espíritus malignos cuando les damos lugar. El principio más importante que debemos conocer en cuanto a la operación de los demonios es que ellos pueden actuar solo si el creyente les cede terreno; de lo contrario no pueden hacer nada al creyente.

Ellos trabajan en la medida de la oportunidad que se les dé. Existen algunas aéreas que el creyente podría ceder a los demonios:
a) Si el creyente cede su mente al pecado, no podrá resistir a los espíritus malignos. Ejemplo: si usted comienza a hablar mal de una persona que no está presente, hace juicios, murmura o participa con otra persona que haga los mismo, tenga la seguridad que Satanás tomara el control de su mente.

b) Si usted es orgulloso, avaro, perezoso, religioso, irresponsable con su familia o la iglesia, chismoso, murmurador, no está comprometido con la evangelización, ni el discipulado empezando con su propia familia; le gusta desacreditar a los líderes a los líderes de la iglesia; no tiene compromiso de cambiar su carácter.

Además, no apoya a los ministros del evangelio en forma general; no aporta ofrendas, ni diezmos para el sustento de los siervos de Dios y la expansión del evangelio. Si estas cosas están sucediendo en su vida, usted está siendo engañado por Satanás.

II. A. ¿Pueden los santos (cristianos) ser influenciados por los demonios?
1 Corintios 5: 1-13 contiene las instrucciones de Pablo referente a un hombre en la iglesia de Corinto que estaba viviendo en una relación de inmoralidad con la esposa de su padre (verso 1).

Era un hombre tan engañado por Satanás y controlado por la inmoralidad que aparentemente hacía larde de su relación ilícita delante de toda la iglesia. El juicio sobre el asunto fue severo: El tal sea entregado a Satanás para la destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús (verso 5).

Usted podría preguntarse si alguien a este nivel de inmoralidad realmente sea un creyente, pero si este hombre no hubiese sido cristiano, Pablo no lo hubiera disciplinado, porque a la iglesia solo disciplina a sus miembros.

1) Tenemos otro ejemplo en Hechos 5:1-11. Quizás sea el pasaje más convincente en cuanto a la influencia satánica. Al final de Hechos 4 descubrimos que los miembros de la joven iglesia de Jerusalén voluntariamente estaban vendiendo sus propiedades para dar ganancias a los apóstoles para uso en el ministerio.

“Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo el precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo solo una parte, la puso a los píes de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿Por qué llenó Satanás tu corazón (mente) para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?”

2) En Efesios 4:26,27. Pablo enseñó: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo”.  Pablo está diciendo que es posible darle lugar al diablo en nuestras vidas si no hablamos la verdad con amor y controlamos nuestras emociones.

La ira se vuelve amargura y produce un espíritu no perdonador; es una invitación abierta a la influencia demoniaca (2 Corintios 2: 10, 11) “Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones”.

3) La Biblia nos muestra muchos registros que los creyentes podemos ser influenciados por los demonios: (San Juan 13:2), “Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase” (También vea Lucas 22:3, 4, 5, 6).

B. ¿Como sabemos que la iglesia está siendo engañada por Satanás?
Por la mentalidad de los creyentes, pues, tienen mentes dubitativas (dudan de todo lo que hacen o van a hacer), son muy indecisos. Marcos nos invita a no dudar (Marcos 11:23-24). Como cristianos tenemos que creer y no dudar. La indecisión causa confusión.

a) Una mente ansiosa y preocupada: La ansiedad y la preocupación ambas son ataques a la mente para distraernos de servir al Señor, también sirve para aplastar nuestra fe. La paz es un fruto del Espíritu (Gálatas 5.22)  (Mateo 6.25)

b) Una mente enjuiciadora, crítica y suspicaz: Los pensamientos – “Yo pienso” pueden ser la herramienta que emplea el diablo para mantener a la gente solitaria. A nadie le gusta estar cerca de alguien que emite opiniones sobre todo.

Hay gente que solo ven lo que está mal en una persona, pero no quieren ver lo bueno de esa persona. Al diablo le encanta mantenerlos ocupados, juzgando mentalmente las faltas de otros. ¡De ese modo nunca vemos o tratamos con lo que está mal en nosotros!
Escuche lo que dice Mateo al respecto (Mateo 7:3-5)

c) Una mente pasiva: La actividad es lo opuesto a la pasividad. Es un problema peligroso porque la Palabra de Dios nos enseña claramente que tenemos que estar alerta, cautelosos y activos. Muchas iglesias permanecen por años sin ningún tipo de crecimiento por su pasividad y porque buscan lo suyo propio.

d) Una mente miserable: Muchas cristianos no viven en estado de pobreza, sino que son controlados por un espíritu de miseria. Aunque tengan recursos económicos viven en suciedad, descuido personal, pues son controlados por un espíritu de miseria. Jesús dijo que siempre habrá pobres entre nosotros, a causa del pecado, pero la miseria es Satánica. Generalmente, la miseria está muy ligada a la pereza mental.

(1 Pedro 5:8) Hemos de avivar la llama y despertar los dones dentro de nosotros. (2 Timoteo 1:6). Una persona pasiva puede desear hacer lo correcto, pero nunca lo hará a menos que active su mente y la ponga de acuerdo con la Palabra y la voluntad de Dios.

d) Una mente desértica: Los israelitas vagaron en el desierto durante cuarenta años, un recorrido que duraba once días (Deuteronomio 1:2)

e) Una mente católica: En la cultura cristiana evangélica aun existe mucha influencia del culto católico, pues los creyentes quieren seguir viviendo como en su vida pasada: sin mayores compromisos con la moral; son muy orgullosos; siempre tratan de ocultar sus fallas.

Además, los cristianos que tienen esta mentalidad viven el evangelio a su manera; son hipócritas, pues dicen creer en algo que no practican. Estas personas creen en todo lo que les parezca buena doctrina, por lo tanto, son engañados, permanentemente por los espíritus malignos, y por doctrinas de hombre.

Andan buscando una verdad que los satisfaga o que los haga sentir bien, por lo cual, siempre están inconformes en el grupo religioso, donde se encuentren, y van de un lado a otro. Son inestables, y cualquiera puede influir en ellos, pues no tienen un profundo interés por el estudio de las Escrituras y el crecimiento de su carácter, sin embargo, son muy críticos con otros. Estos creyentes necesitan libertad espiritual.  (Juan 8.32)

C. Por los niveles de atadura espiritual los creyentes.
Hay varios niveles de atadura:  

Primero el creyente puede llevar una vida cristiana bastante normal en el exterior mientras lucha con una lluvia continua de pensamientos pecaminosos en su interior, tales como inmoralidades, envidia, avaricia, odio, apatía, etc.

Esta persona, básicamente no tiene vida devocional, no lee la Biblia, no ora, tampoco ayuna, ni comparte el evangelio con otros.

La mayoría de estos cristianos no tiene idea que está en medio de un conflicto espiritual. Quizás no saben identificar las voces en sus mentes, pero confesarán que tienen muchos problemas con sus pensamientos.

Segundo nivel: Se caracteriza, porque los creyentes pueden distinguir entre sus propios pensamientos y “voces” extrañas y malignas que parecen dominarlos. “Que estoy pensando”.
La mayoría de estos creyentes están enojados, amargados, preocupados, y quizás algunos hayan terminado victimas del alcohol, drogas o en una vida inmoral o apartados del evangelio (descarriados).

Tercer nivel: En esta etapa el cristiano ha perdido el control y escucha voces en su mente muy claras. Estas voces le dicen lo que hay que hacer, pensar y decir. Estas personas vagan en las calles y en casa hablando con personas imaginarios.

En algunos casos están en manicomios o instituciones seculares de salud o centros de rehabilitación. Tristemente, según algunos estudios hechos en la comunidad cristiana en Estados Unidos un 5% de los cristianos están en este nivel.


D. ¿Cómo podemos enfrentar esta batalla en nuestra mente y obtener la victoria?
Es importante la memorización de versículos bíblicos, pero con eso no suficiente, usted y yo tenemos que pensar bíblicamente para poder derrotar a nuestros enemigos espirituales.

(Filipenses 4:8) “  Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.

(2 Corintios 10:4-5) “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo”.

E. ¿Cómo lograr superar las ataduras espirituales?
Con un discipulado bíblico; consejería, y la disposición de cambiar. Sin embargo, muchos creyentes que saben que necesitan conocer la verdad y vivirla, no quieren hacer el esfuerzo espiritual que esto requiere. El apóstol Pablo dijo: “Estad, pues firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud” (Gálatas 5:1).

Conclusión: Responde allí dentro de tu corazón las siguientes preguntas:
a) ¿Guardas rencor a algunas personas en el presente?
b) ¿Hubo problemas de abuso sexual, incesto o ruptura (divorcio) en tu familia?
c) ¿Fuiste físicamente golpeado, humillado o sexualmente violado?
c) ¿Tienes pensamientos inmorales constantemente en tu mente?
d) ¿Eres murmurador?
e) ¿Tienes dificultades para orar y leer la Biblia?
f) ¿Escuchas voces en tu mente?
g) ¿Has pensado alguna vez en quitarte la vida?
h) ¿Crees que es imposible perdonar a alguien que te causó serias heridas emocionales?
i) ¿Tienes dudas en cuanto a tu salvación?
j) ¿Apoyas a la iglesia donde eres miembro con tu tiempo, talentos, dones, diezmos y ofrendas?
k) Si murieras esta noche ¿sabes donde pasarías la eternidad?
l) ¿Te sientes deprimido y sin esperanzas?
m) ¿Estas constantemente enojado?
n) Cuando asistes la iglesia ¿sientes que tu mente viaja a otra parte?
ñ) ¿Practicarías hechicería cuando no eras cristiano?
o) ¿Estas controlado por la duda?
p) ¿Tienes temor de predicar y expandir el evangelio?
q) ¿No sabes cuáles dones te ha dado Dios, ni para qué te ha llamado?
r) ¿Sientes que eres poca cosa, que no vales mucho?
s) En tu familia ¿la pelea y los conflictos son el pan de cada día?
t) ¿Te sientes frustrado o crees que has fracasado en la vida cristiana?
u) ¿Estás pensando en no venir más a la iglesia?

¿Hay esperanza?
Si la hay; Dios quiere sanar tus heridas; liberarte de ataduras y despojarte del hombre viejo, pero es importante que reconozcas cuál es la verdad de tu vida espiritual.
Hoy puedes identificar lo que está pasando en tu mente, creer la verdad de Dios y renunciar a la esclavitud de nuestro adversario. Además, es importante que creas que Dios te hizo libre. Asimismo, es importante que en este proceso busques ayuda de hermanos que te quieran ayudar o ministros de Dios. Jesús dijo:
“El espíritu del Señor está sobre mí. Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor”.
 
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miércoles, 13 de febrero de 2013

Bendiciones Bloqueadas por 10 maldiciones que amamos


. 10 maldiciones
 
. biblias y miles de comentarios
 
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Información
1. El poder creativo de la lengua 27
2. Loshon hora 47
3. El alto costo del enojo 73
4. Rompiendo la maldici6n que esta en su dinero 101
5. Brujeria-Es mucho mas comun
de 10 que usted piensa 139
6. Perjuicio al inocente 157
7. La maldici6n de la falta de perd6n 173
8. La maldici6n del racismo 191
9. Ellegalismo vs. la Ley 215
10. Honre a su padre y a su madre 231
Conclusion 245

Alguna vez se ha preguntado, 0 quizas haya dicho en vozalta, "Senor, lque pasa? Te amo. Soy nacido de nuevo, un cristiano, un hijo de Dios, pero eso no esta funcionando. Senor, creo en Tu Palabra, pero esta no funciona para mi y mi familia, simplemente no funciona". Bien, se exactamente como usted se siente. Yo me he sentido de la misma manera, tambien mi esposa, Tiz, se ha sentido asi. En este libro Ie mostrare las respuestas ala pregunta, "Senor, ¿que pasa? El Senor quiere llevarle mas alla de su salvacion, Juntos, usted y yo, subiremos al Calvario y tocaremos a Jesus y el poder de Su cruz. lEsta listo para eliminar la maldici6n y finalmente liberar La bendici6n?

Race algunos anos, el Pastor Benny Hinn me invito a su programa televisivo para compartir mi testimonio de haber sido libertado de la cocaina y la heroina. Un joven que el Pastor Benny conocia habia vuelto a las drogas, desafortunadamente tomo una sobredosis y murio. El me dijo que habia visto y oido de tantas personas con una historia similar.

Ellos fueron salvos, parecian verdaderamente amar al Senor, pero por alguna razon volvieron a caer en los mismos proble-mas antiguos. En el caso de este joven fueron las drogas, pero puede ser cualquier cosa. Puede ser el enojo, la deuda, el divorcio 0 la ilegitimidad. Quizas usted 0 alguien que usted conoce lucha contra la depresion 0 el fracaso. Algunas veces la guerra es contra la pobreza, y, como todos sabemos, la lista continua. Entonces, Zcual es la respuesta? Simple, esta en frente de nosotros. El asunto ya ha sido resuelto; sin embargo, como 10 dire una y otra vez en este libro, Oseas 4:6 dice, "Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento".

Le explique al Pastor Benny que el Senor me mostro que yo habia ido al Calvario para recibir mi salvacion, pero no me quede el tiempo suficiente para recibir mi liberacion,
Permitame detener la historia pOI' un momento y hablarle acerca de 10 que la palabra liberaci6n significa, y de igual importancia, 10 que no significa. Muchas veces cuando escuchamos la palabra liberacion y el dar libertad a los cautivos, inmediatamente pensamos sobre alguien que esta poseido 0 tiene un demonio. No es eso acerca de 10 que discutire en este libro. Primero, usted necesita entender que un cristiano no puede ser poseido pOI' un demonio. Si usted ha recibido a Jesucristo como su Senor y Salvador, usted les ha pedido al Senor y a Su Espiritu Santo que entren en su corazon y vida. Ningun demonio puede vivir en la misma casa que Jesucristo. De manera que al ensenarle sobre la liberacion, estoy asumiendo que usted es un hijo de Dios, que ha nacido de nuevo, y, pOI' ende, usted no puede estar poseido de demonios. Aunque un espiritu 0 demonio no puede poseer su vida, es muy posible que este oprimiendo algunas areas de su vida.

Entonces [el angel] me dijo: Daniel, no temas; por-que desde el primer dia que dispusiste tu coraz6n a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oidas tus palabras; y a causa de tus pala-bras yo he venido. Mas el principe del reino de Per-sia se me opuso durante veintiun dias; pero he aqui Miguel , uno de los principales principes, uino para ayudarme, y quede alli con los reyes de Persia. (Dan iel 10:12-13)
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