1.
La Ocasión. Este hombre había nacido ciego, pues, todos
lo sabían, ya que siempre lo habían visto en Jerusalén pidiendo limosna, y al
pasar Jesús y sus discípulos cerca de él se fijaron en su incapacidad, y como
los judíos creían que las dolencias físicas podían venir por causa del pecado,
ya sea propio o de los padres, según lo dicen: Ex. 20:5; 34:7; Nm. 14:18; Dt.
5:9, pensando más en la letra de la ley que en ayudar al discapacitado,
buscaron una respuesta de Jesús respecto de la causa de su mal, pero Jesús
descartó ambas razones contradiciendo esas creencias, y anunció el milagro que
exaltaría la Obra
de Dios en la vida de aquél hombre.
2.
El Milagro. Con
relación a este asunto, analicemos
los siguientes sucesos:
a.
El milagro no fue instantáneo, aunque Jesús pudo haberlo
hecho así, pues, tuvo un proceso:
·
Jesús hizo una mezcla de barro con saliva; todos conocían
que la saliva tenía ciertas propiedades curativas para los ojos, pero en ningún
caso para curar una ceguera y menos aún si ésta era de nacimiento.
·
Untó con ese barro los ojos del ciego, a pesar que la ley
permitía usar solamente el vino el día sábado, como elemento de aseo para los
ojos.
·
Después le ordenó lavarse en el estanque de Siloé, el
significado de este nombre es “enviado”, y Jesús es el Mesías enviado por Dios.
·
El hombre ciego se lavó y pudo ver, y gracias a la autoridad
y el poder de Jesucristo, el milagro se consumó.
b.
El milagro fue realizado en día sábado, por lo que le
acusaron a Jesús de quebrantar la ley al haber realizado este trabajo: de
elaborar el lodo y aplicarlo en los ojos del hombre ciego.
c.
Siendo el sábado, día de reposo, se incrementó la
controversia con los dirigentes religiosos; por lo que, quisieron usar al ciego
como testigo contra Jesús y por eso le entrevistaron e investigaron.
d.
Esta fue la razón para que los fariseos tildaran a Jesús de
pecador, pero algunos de los fariseos no estuvieron de acuerdo, por lo que hubo
desacuerdo entre ellos. Y el hombre sanado les hizo esta observación: “Jamás se ha sabido que alguien le haya
abierto los ojos a uno que nació ciego. Si este hombre no viniera de parte de
Dios, no podría hacer nada” (Jn.
9:32-33).
Al investigar a los padres del hombre ciego, éstos
descargaron toda responsabilidad en su hijo, por miedo a ser expulsados de la
sinagoga. Este castigo constituía la excomunión de la vida
a.
comunitaria de los judíos y sus relaciones sociales se
verían seriamente afectadas.
b.
El nuevo vidente se mofó de los fariseos y reconoció que
Jesús había venido de parte de Dios.
c.
El nuevo vidente reconoció a Jesús como el Hijo del Hombre y
le adoró reconociendo su deidad, cosa que Jesús permitió.
d.
Con este milagro, Jesús resaltó la ceguera espiritual de
esos fariseos.
e.
Este milagro sirvió como preámbulo para que Jesús les diera
su enseñanza sobre el Buen Pastor.
2.
¿Cuál es el Propósito de este Milagro? Resaltar la obra y la gloria de Dios
en la vida del hombre ciego de nacimiento, incrementando así la controversia
con los fariseos por haberlo realizado Jesús el sábado, día de reposo para los
fariseos.
3.
Reflexión: Si la incredulidad sobre la deidad de
Jesucristo persiste en alguna persona a pesar de “ver” en la Biblia los milagros
realizados por Él, ésta adolece de una terrible ceguera espiritual que necesita
ser urgentemente tratada.
Jesús
Resucita a Lázaro: (11:1-44 )
1.
El Entorno. En una población llamada Betania,
ubicada a unos tres kilómetros hacia el noreste de Jerusalén, vivían tres
amigos muy queridos de Jesús; ellos eran: Lázaro y sus dos hermanas Marta y
María. Fue aquí donde se vio la señal considerada como el milagro más grande
realizado por Jesús, al mostrar su poder sobre la muerte, volviendo a la vida a
su amigo muerto hacía ya cuatro días. “…yo
he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn. 10:10).
2.
La Ocasión. Una enfermedad mortal se había apoderado
del querido amigo de Jesús llamado Lázaro. Entonces, sus hermanas Marta y María, conocedoras del
poder que Jesús tenía sobre las enfermedades, le enviaron un recado avisándole
de la situación, con la firme esperanza de que vendría enseguida a curar a su
amigo.
1.
El Milagro. Es importante revisar los siguientes
pasajes:
a. Cuando Jesús escuchó el llamado de sus
afligidas amigas, decidió permanecer dos días más en el lugar donde se
encontraba; ¿por qué no acudió inmediatamente en su ayuda? Revisemos algunas
posibilidades:
·
¿Quería evitar que los judíos intentasen otra vez
arrestarle, como había sucedido hacía poco en Jerusalén? “Nuevamente intentaron arrestarlo, pero Él se les escapó de las manos”
(Jn. 10:39).
·
¿Quería hacer un prodigio mayor que el de curar una
enfermedad, y en cambio obrar el milagro de una resurrección? “…Esta enfermedad no terminaría en muerte,
si no que es para la gloria de Dios, para que por ella el Hijo del Dios sea
glorificado” (Jn. 11:4).
b. Cuando Jesús llegó con sus discípulos a
Betania, su amigo Lázaro estaba ya sepultado desde hacía cuatro días y sus
hermanas llorando le reclamaron su tardanza. Aún sabiendo lo que iba hacer, se
afligió en su corazón y lloró.
c. Entre tanto, parado Jesús frente a la tumba de Lázaro, oró a
su Padre y ordenó: “… ¡Lázaro, sal fuera!” (Jn. 11:43).
d. Muchos vieron salir de su tumba al que había muerto y que
estaba envuelto con vendas sus manos y pies; motivo por el cual, muchos
creyeron en Jesús, sin embargo, otros fueron a ver a los fariseos, y al
contarles lo acontecido, éstos armaron una conspiración para matar a Jesús,
ignorando lo que había dicho a Marta la hermana de Lázaro: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque
muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás ¿Crees esto? (Jn.
11:25).
2.
¿Cuál fue el Propósito de este Milagro?
Afirmar
la fe de las hermanas de Lázaro y de sus discípulos, y llevar hacia la fe a los
que presenciaron este prodigio, a los que oyeron y a los que pasado el tiempo
lean sobre este portentoso milagro de Jesús acerca de la muerte.
3.
Reflexión. Si creemos que Jesucristo es el Hijo de
Dios y obedecemos sus mandamientos, pasaremos de muerte a vida para no morir
jamás en lo espiritual; y en lo físico moriremos solamente una vez, para ser
resucitados cuando Jesucristo vuelva por segunda ocasión.
D.
Jesús y la Pesca Milagrosa.
(21:1-11)
1.
El Entorno. Luego de la crucifixión, Jesucristo fue
sepultado y al tercer día resucitó de entre los muertos, apareciéndoseles en
dos ocasiones a sus discípulos y en su presencia hizo muchas señales y
milagros. Esta vez, siete de ellos se encontraban en el lago de Tiberíades o
Mar de Galilea, tratando de pescar sin haber conseguido nada en toda la noche.
2.
La Ocasión. Los pescadores de oficio prefieren la
noche para pescar, porque en la oscuridad los peces no ven las redes y son
atrapados con mayor facilidad que en el día; pero los siete discípulos de Jesús
no habían conseguido pescar nada esa noche y ya amanecía, cuando Jesús se
presentó en la orilla y les preguntó si tenían algo para comer; a lo que
respondieron negativamente, reconociendo que sus esfuerzos habían sido
infructuosos.
3.
El Milagro. Analicemos varios aspectos de este
prodigioso acontecimiento:
a. Sin la ayuda de Jesús no pudieron
pescar nada en toda la noche.
b. Obedecieron la orden de Jesús y sacaron la red llena de peces.
4.
¿Cuál fue el Propósito de este Milagro? Después de su resurrección, Jesús
aparecía y desaparecía según su voluntad. Ésta era la tercera vez que se
manifestaba a sus discípulos, confirmando una vez más su triunfo sobre la
muerte.
Reflexión. Con
esta pesca milagrosa, Jesús enseña que siguiendo sus instrucciones, todos sus
discípulos podemos lograr una abundante pesca de almas para su Reino