miércoles, 8 de junio de 2016

Tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre.... no fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




¡¡¡Atención Consejeros!!!
                            RETRATOS INQUIETANTES

  • Carla tiene un problema muy grande. Ha recibido una beca para la universidad, tiene un novio estupendo, un papel de liderazgo en el grupo de jóvenes de la iglesia, y un test de embarazo que ha dado positivo. No puede renunciar a sus sueños por este error. Además, es un procedimiento muy sencillo, y nadie tiene que enterarse…
  • He sido perdonada, lo sé, pero, ¿por qué no puedo superar esto? Nancy no dejaba de repetirse estas palabras mientras contemplaba el banco de la iglesia en el que sus dos hijas pequeñas se removían inquietas, esperando el momento de marcharse a la clase de escuela dominical. Intentó concentrarse en el sermón, pero el anuncio de Derecho a la Vida que aparecía en el boletín reclamaba toda su atención. No fui consciente de lo que hacía.

ABORTO - ABORTAR - ABORTISTA - ABORTANTE

  • En realidad, el término aborto se refiere a cualquier expulsión prematura de un feto humano, ya sea de forma espontánea o natural o por medios artificiales, como en el caso de un aborto por medios quirúrgicos o químicos. Hoy día, el uso más frecuente del término aborto se aplica al aborto inducido artificialmente.
  • Una joven que tenga un embarazo no planificado deberá entender que la “elección rápida y fácil” no es ni rápida ni fácil, sino que tendrá repercusiones durante el resto de su vida.
  • A menudo la mujer decide mantener en secreto su aborto, sobre todo si forma parte de una comunidad cristiana que, según le parece, la criticaría o condenaría en caso de enterarse. Es posible que no lo sepan ni los miembros de su familia. Por consiguiente, el dolor y la pérdida que rodean ese aborto pueden estar muchos años sin resolverse.
  • Un aborto no solo se experimenta como una pérdida, sino a menudo también como un trauma. Algunos de los efectos secundarios posibles son tanto la tendencia a experimentar de nuevo el trauma, por ejemplo mediante sueños o recuerdos angustiosos, como la tendencia a la negación y el intento de evitar todos los pensamientos o sentimientos asociados con el aborto.
  • Otros posibles efectos secundarios del trauma que supone un aborto son adormecimiento emocional, trastornos del sueño, dificultad para concentrarse, hipervigilancia, depresión, sentimiento de culpa e incapacidad de perdonarse a una misma.
  • El hecho de enfrentarse sola a la realidad de un aborto es un proceso que aísla a la mujer, y que puede reforzar el sentimiento de vergüenza de la persona. También pueden darse conductas autodestructivas, como el consumo de drogas.
  • Si alguien le confiesa que se ha sometido a un aborto, sea consciente de que, al hablar de esa experiencia, ha decidido confiar en usted. Tenga cuidado con cualquier manifestación verbal o gestual que pudiera complicar la sensación de culpa y la vergüenza de la persona. 

Mitos sobre el aborto
    Mito 1: “Es un procedimiento sencillo; mañana seguiré con mi vida”.
    Mito 2: “No es un bebé, es solo una masa de tejidos”.
    Mito 3: “No pasa nada, el aborto es legal”.
    Mito 4: “Si tengo este bebé, mi vida será un desastre”.
    Mito 5: “Es mi elección, mi responsabilidad, mi decisión”.
    Mito 6: “Si el bebé padece alguna disfunción, abortar está bien”.
    Mito 7: “Estoy sola. No le importo a nadie”.
    Mito 8: “No merezco perdón. Ya sabía que estaba mal”.
    Mito 9: “Tengo lo que me merezco; lo hice más de una vez”.
    Mito 10: “No me dolerá; el dolor remitirá”.
    Mito 11: “Es mi única opción; él no quiere el bebé”.
    Mito 12: “En casos de violación o de incesto, es permisible”.

EVALUACIÓN
Para la mujer que se plantea abortar

  1. ¿Cómo sabe que está embarazada? ¿Se ha sometido a un examen médico? (Estas preguntas no amenazantes sobre el embarazo ayudarán a la aconsejada a sentirse cómoda y a aceptar su responsabilidad).
  2. ¿Cuánto hace que está embarazada?
  3.  ¿Cuáles son las circunstancias actuales de su vida?
  4. ¿Cuál prevé que sea la reacción de su familia ante su embarazo?
  5. ¿Goza de un respaldo social adecuado?
  6. ¿Quién es el padre del bebé? ¿Qué tipo de relación mantiene con él?
  7. ¿Ha pensado en otras opciones aparte del aborto? ¿Ha pensado en llevar a término el embarazo?
  8. ¿Qué cree que pasará en su vida si aborta? ¿Qué cree que sucederá si opta por otra solución? (A menudo, una mujer elige abortar porque no cree que tenga ninguna otra opción. A veces, la decisión de tener un aborto se toma rápidamente para “resolver el problema”. Dígale a la mujer que tiene tiempo de tomar una decisión. Ayúdela a entender que si lleva el embarazo a término su vida no “se arruinará”)
  9. ¿Tiene alguna pregunta sobre el embarazo y el aborto? (No dé por hecho que ella está plenamente informada).
Para la mujer que abortó en el pasado
  1. ¿Qué la angustia hoy día?
  2. Recuerde la situación y dígame qué sucedió. (Preste atención a cualquier síntoma de estrés postraumático, como los sueños perturbadores o los activadores que traen a la mente ese suceso. Al optar por empezar a contarle su historia, la mujer rompe el silencio, lo cual es el inicio del proceso de sanidad, pero también puede ser angustioso, dado que ya no es posible negar los hechos)
  3. En aquel momento, ¿cuáles fueron los principales motivos para tomar aquella decisión
  4. ¿Se siente deprimida, abatida o triste la mayor parte del día?
  5. ¿Tiene dificultades para comer o dormir?
  6. ¿Se ha planteado el suicidio? (Si es evidente una tendencia suicida busque ayuda de inmediato).
  7. ¿Consume drogas o alcohol para aliviar el sufrimiento?
  8. ¿Cómo gestiona su vida actualmente? ¿Qué activa su dolor?
  9. ¿Cree que Dios la ha perdonado? ¿Por qué sí o por qué no?
  10. ¿Siente que usted misma puede perdonarse? ¿Por qué sí o por qué no? 
CONSEJOS SABIOS
Asegúrese de ofrecer a la mujer que se plantea el aborto un respaldo práctico adecuado para animarla a llevar a término su embarazo. Tenga a mano información sobre agencias que ofrezcan asistencia médica y un lugar donde puedan alojarse las embarazadas. Subraye a la mujer que toma una decisión por su vida y por la de su bebé. Anímela a ver la situación a largo plazo, en lugar de plantearse ir a la universidad el semestre siguiente o conservar su puesto en un equipo deportivo. Aborde cualquier conducta que ponga en peligro la seguridad de la mujer, como los impulsos suicidas o el consumo de drogas.
  1. Pida perdón a Dios.
  2. Acepte el perdón divino.
  3. Perdónese a sí misma.
  4. Busque asistencia profesional y pastoral.
  5. Visualice a Dios sosteniendo en brazos a su bebé.
  6. Cuando Dios le dé su gracia, colabore de alguna manera para ayudar a las embarazadas jóvenes. 
PASOS PRÁCTICOS
Para la mujer que se plantea el aborto

  1. Reflexione sobre las opciones. Puede que le parezca que su única opción es el aborto. Sencillamente no es así. En todos los Estados Unidos hay casi tres mil Crisis Pregnancy Centers (CPC) atendidos por voluntarios que quieren ofrecerle alternativas reales, y que le ayudarán con cariño. También puede buscar consejería cristiana antes de decidir abortar.
  2. Hable con otros. Tiene que comentar la situación con otros miembros de la familia. Evalúe cómo hacer esto (dependiendo de lo que usted sepa sobre los otros miembros de la familia). Es posible que usted, el terapeuta, deba participar como tercera parte en esa conversación.
  3. Busque ayuda. Anime a la joven y a sus padres a que busquen ayuda terapeutica o busquen consejería cristiana.
  4. Haga un seguimiento. Asegúrese de continuar el proceso fijando otra cita con ella. Aunque puede que usted lamente su embarazo, puede empezar de inmediato a tomar algunas decisiones sabias respecto al futuro de su bebé.
Para la mujer que tuvo un aborto en el pasado                            1. Cuente su historia. Siga contando su historia a lo largo de las sesiones futuras de                       consejería y por medio de un diario personal.                                                                            2. Busque ayuda. Hay diversas organizaciones y existen materiales para facilitar la                        sanidad tras un aborto. Descubra cuáles existen en su zona para remitir a ellas a la                      persona.
        3. Busque apoyo. Si en su zona existe un grupo de apoyo al duelo que sea confidencial,                 anime a la mujer a asistir a las reuniones.
   4. Reafirme a la aconsejada. Asegúrese de transmitir, tanto verbalmente como de              otras maneras, que usted la acepta y que Dios la ha perdonado.
La sanidad posterior a un aborto es un proceso, y sin duda no se puede conseguir en una sola sesión; sin embargo, es posible curarse.                                                             
Asegure a la mujer que el perdón, incluyendo la capacidad de aceptar el perdón divino y de perdonarse a sí misma, son posibles por medio de la gracia de Dios.
El aborto no es el pecado imperdonable.
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