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LECCIÓN CUATRO:
PABLO DEFIENDE SU APOSTOLADO, III
CAPÍTULO
1 - 2
INTRODUCCIÓN
En
esta lección, Pablo sigue defendiendo su apostolado en los lugares de Siria y
Cilicia, donde sus enemigos más recalcitrantes eran los judíos de habla griega,
quienes se proponían eliminarlo. Pues, en la iglesias de Cristo de Judea no lo
conocían a Pablo; es aquí donde personalmente les demuestra que de lobo se ha
convertido en oveja del rebaño del Señor. Así logró convencer a los gálatas
para que ellos también glorificaran a Dios. Una vez llegado Pablo a Jerusalén,
informa ante el concilio de dicha ciudad, que después de quince años subía
nuevamente a Jerusalén en compañía de Bernabé y Tito, donde los líderes de la Iglesia de Cristo le
dieron el reconocimiento elogioso y la aceptación de su apostolado con designio
para los gentiles. En dicho lugar es dónde Pablo
logra la armonía doctrinal con Pedro, Jacobo y Juan, para que los gentiles
no fueran circuncidados conforme a la
Verdad proveniente de Dios, de Cristo Jesús y del Espíritu
Santo. Así cómo los legalistas y judaizantes no pudieron obstaculizar ni privar
a las Iglesias de Cristo en Jerusalén y otros lugares. Con esto queda
demostrado, que el esfuerzo personal de Pablo no fue en vano; pues, hubo unidad
de criterios entre todos los apóstoles, a pesar que falsos hermanos se
infiltraban entre ellos, a fin de coartar la tremenda libertad que había en
Cristo Jesús. Sin embargo, nuestro hermano Pablo no accedió jamás someterse a
los fariseos, legalistas y judaizantes, porque él nunca quiso fracasar.
I.
PABLO
EN SIRIA Y CILICIA, (Gá. 1:21).
“Más tarde
fui a las regiones de Siria y Cilicia”. Éstos fueron los
lugares en los que se desconocían la labor evangelística del apóstol Pablo,
después de haber salido de Jerusalén; salvo por la información de los miembros
de la Iglesia
de Cristo de Judea, cuyo perseguidor estaba predicando su fe en Cristo Jesús,
que anteriormente lo había destruido con tal encarnizada persecución, nos dice Hch. 8:3 y 9:13,14.
Pues, como
cerca de Cilicia estaba Tarso, la ciudad natal de nuestro hermano Pablo, como
lo podemos comprobar leyendo Hch.
9:11,30; de manera repentina fue atacado hostilmente por cierto grupo de
judíos helénicos que procuraban matarlo, conforme podemos leerlo en Hch. 9:26 , que nos dice: -“Conversaba y discutía con los judíos de
habla griega, pero ellos se proponían eliminarlo”. (Además léase, apreciado
lector, Hch. 22:17-30). De tal manera, éstos fueron los enemigos más
recalcitrantes que toda su vida, como los verdaderos causantes de los problemas
en Galacia.
Fue
escoltado y bien protegido por los fieles hermanos en Cristo Jesús fuera de
Jerusalén, hasta llegar a la ciudad porteña de Cesarea, donde fue embarcado
hasta llegar a su añorada Tarso. Estando Pablo en su ciudad natal, predicó la Palabra de Dios a cuantos
oyentes se le acercaban, hasta que más tarde, el chipriota Bernabé o Hijo de Consolación
fue a buscarlo a Tarso, para después llevarlo y radicarse en Antioquia de Siria, conforme lo podemos
comprobar leyendo Hch. 11:25,26 , que
a la letra dice: -“Después partió Bernabé
para Tarso en Busca de Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía (de
Siria). Durante todo un año se reunieron los dos con la iglesia y enseñaron a mucha
gente. Fue en Antioquia (de Siria) donde
a los discípulos se les llamó cristianos
por primera vez”.
De tal
manera que, Pablo estando en Antioquía de Siria, permaneció como profeta y
maestro las Buenas Nuevas en la iglesia de ese lugar, hasta que el Espíritu
Santo le envió a lado de Bernabé en su primer viaje misionero, según lo podemos
ver en Hch. 13:1-3. Luego, al
concluir su viaje, regresaron a Antioquia de Siria, desde donde les enviaron
los miembros de la Iglesia
de Cristo al Concilio de Jerusalén, conforme nos lo demuestra Hch. 14:26-15:4.
En Judea, las Iglesias de Cristo no conocían
a Pablo, (vv.22-24). “Pero en Judea las
iglesias de Cristo no me conocían personalmente. Sólo habían oído decir: El que
antes nos perseguía, ahora predica la fe que procuraba destruir. Y por causa
mía glorificaban a Dios”.
A. Catorce Años se
ausentó Pablo de Jerusalén, (v.22). En realidad, las
iglesias de Cristo de Judea no lo conocían a Pablo, cuando el apóstol fue por
primera vez a Jerusalén, según lo podemos comprobar en Hch. 9:26-30. Sin embargo, esta expresión no debe ser entendida en
el sentido más amplio de que los cristianos de Judea no sabían ni habían visto
a Pablo después de su conversión. Pero sí, lo sabían acerca de su reputación
farisaica, porque la expresión enfática radica en que durante catorce años no
había trabajado ni predicado en Jerusalén, el centro más antiguo y bastión general de la Iglesia de Cristo, conforme
lo podemos apreciar en Gá 2:1 .
Asimismo, por espacio de once años, Pablo no había regresado a Judea, mientras
tanto, la iglesia disfrutaba de paz a la vez que se consolidaba en toda Judea,
Galilea, Samaria, pues vivía en el temor del Señor. E iba creciendo en número,
fortalecida por el Espíritu Santo, nos da a conocer el Dr. Lucas en Hch. 9:31 . Pues, Judea era una región
separada y distante de la ciudad principal: Jerusalén, conforme nos dice el mismo autor Pablo en Hch. 1:18: -“Pero cuando
venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos
(los apóstoles) tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria ,
y hasta los confines de la Tierra ”.
B. Pablo de Lobo a
Oveja, v.23. En consecuencia, todo lo que esas iglesias sabían del
perseguidor transformado de mente, conducta y vida, habían oído decir: el que nos perseguía, ahora predica la fe
que procuraba destruir. Por tanto, es muy lógico deducir que Pablo, antes
era lobo; y hoy, oveja. Sin embargo, como cara se ve y corazón no se sabe, para
los cristianos de aquel entonces les habría sido muy difícil aceptar la
conversión de Pablo como auténtica, de acuerdo a lo que nos dice el autor
sagrado en Hch. 9:13,14, 21, 26. Con
este motivo, veamos lo que nos dice los dos últimos versículos de Hch. 9:21,26: -“Todos los que le oían se quedan asombrados, y preguntaban: ¿No es éste
el que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocaban su nombre? ¿Y no ha
venido aquí para llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los
sacerdotes… Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos,
pero todos tenían miedo de él, porque no creían que de veras fuera discípulo”.
Sin
embargo, con la bendición que el Señor Jesús dio al ministerio de Pablo, que le
causó una verdadera y encarnizada persecución, porque los judíos helenizantes se pusieron de acuerdo para hacerlo
desaparecer, pero Saulo se enteró de sus maquinaciones. Día y noche vigilaban
de cerca las puertas de la ciudad con el fin de eliminarlo…Conversaba y
discutía con los judíos de habla griega, pero ellos se proponían eliminarlo,
nos dice Lucas en Hch. 9:23,24, 29.
En cambio,
sus hermanos en Cristo Jesús no pudieron dudar más de él, al ver y comprobar su enfrentamiento doctrinal ante sus opositores ,
porque eran de índole divina; y cuando hablaba Pablo, lo hacía como un
verdadero o genuino hijo de Dios: por elección especial y con dones
espirituales que les diferenciaba y aventajaba kilométricamente de los
legalistas judaizantes.
C. El Convencimiento
Gálata glorificaba a Dios, v.24. Por esta razón y a favor de la causa
de Pablo, los cristianos de ese tiempo, glorificaban a Dios. Además, amigo
lector, no olvidemos que Pablo y el chipriota Bernabé sólo hicieron dos visitas
a la ciudad de Jerusalén: La primera,
cuando llevó ayudas de Antioquia de Siria para Jerusalén en tiempos de gran
hambre (sequía), de acuerdo a lo que nos dice Hch. 11-30 ; y la segunda ,
para discutir acerca de la relación que existe entre la
Ley Mosaica y el Evangelio de la Gracia, Hch. 15. Aunque
el Evangelio de Pablo no provenía de Jerusalén, al ver y comprobar que provenía
de la revelación personal de Cristo Jesús, glorificaban a Dios, porque
concordaba y coincidía plenamente su predicación con lo que los cristianos
habían recibido de los apóstoles; y que todo provenía del Señor Jesús, a fin de
tener un mismo pensar (mente) y un mismo propósito (parecer), 1 Co. 1:10 . Pues, alababan a Dios por
medio del mismo Evangelio.
Con todo
este argumento doctrinal, Pablo, les demostró a los legalistas judaizantes y
helénicos, que sus acusaciones eran absurdas y falsas; degenerativas y
tergiversantes; superficiales e inconsistentes acerca de la Verdad de Dios. Con tal
motivo, los apóstoles como Pedro y Juan más el anciano Jacobo , la columna vertebral de la Iglesia de Cristo Jerosolemita,
reconocieron que la gracia de Dios
también había sido derramada sobre Pablo
de Tarso. Por eso, le dieron al Dr. Pablo la diestra en señal de compañerismo, como lo expresa Gá. 2:9 . Asimismo, Pedro, en su Segunda
Carta: 3:15-16 , nos asegura que las
epístolas paulinas ya eran reconocidas como parte de las Escrituras, a pesar de
su temprana aplicación.
Concluyendo,
diríamos: Negar y rechazar las enseñanzas de Pablo, sería como negar y rechazar
las sabias enseñanzas de Dios mismo, por ser el testimonio impertérrito de este
honorable apóstol.
II. RECONOCIMIENTO,
ELOGIO Y ACEPTACIÓN DEL APOSTOLADO DE PABLO, vv.1-10
Dice la Carta de Pablo a los
Gálatas… ( Debe leerse)
INFORME
DE PABLO EN SU LLEGADA AL CONCILIO DE JERUSALÉN
A. Pablo Visita Jerusalén
después de Catorce Años, v. 2: 1.
“Catorce años después subí de nuevo a Jerusalén, esta vez con Bernabé, llevando
también a Tito”. Jamás olvidemos, amigo lector, que catorce
años después de su primera visita a Jerusalén, según nos lo demuestra Hch. 9:26-29, Pablo , en compañía de Bernabé
y Tito , fueron a Jerusalén para
difundir de modo privado su Evangelio ante los líderes de la Iglesia de Cristo de
aquella ciudad, en el Concilio que se desarrollaba allí, Hch. 15. Aquí, el Dr. Pablo
trata de demostrarles, que su independencia no significa anarquía, ni que su Evangelio es disidente o
cismático, ni sectario; tampoco distinto de la fe que la iglesia mantenía hasta
ese entonces
Al
expresarse de este modo nuestro hermano Pablo, no se está refiriendo a su viaje
breve realizado en Hch. 11:27-30 ,
porque aunque regresaron de Jerusalén,
según data en Hch. 12:25 , estuvieron
entre nuestros hermanos que residían en Judea. Pero el viaje no fue de gran
relevancia en asuntos de su apostolado, por
que ayudó a Bernabé a recolectar la ofrenda destinada a la iglesia se Jerusalén,
de parte de los hermanos de la
Iglesia de Cristo de Antioquia de Siria para
aliviarles de la hambruna que
estaban padeciendo los hermanos de Judea .
B. Reconocimiento del
Apostolado de Pablo. Una vez llegado pablo a Jerusalén, los
grandes líderes de aquella Iglesia de Cristo no insertaron absolutamente nada al
mensaje difundido por Pablo, tampoco los que le expiaban secretamente,
pronunciaron palabra alguna para que su
colaborador Tito fuera circuncidado. Pues, en esta ocasión, como resultado
de la visita de Pablo a Jerusalén le dieron el reconocimiento elogioso y la
aceptación de su apostolado para los gentiles, porque era comparable con el
ministerio que los otros apóstoles desempeñaban entre los judíos.
En
consecuencia, muchos se preguntarían, ¿por
qué Pablo y Bernabé fueron a Jerusalén y no a otro lugar? Sencillamente, lo
hizo con el sano propósito de reunirse con los otros apóstoles, columnas del
gran bastión o baluarte del cristianismo en la primigenia Iglesia de Cristo.
Además, viajó a Jerusalén para tratar lo que en Hch. 15 nos da a conocer el apóstol: habían judíos que venían de
Judea, manifestando profesar el cristianismo; con este motivo, viajaron a
Antioquía de Siria, donde se encontraban Pablo y Bernabé ejerciendo su
ministerio; por lo que, enseñaban a los hermanos, diciéndoles: -“Si no se circuncidan conforme al rito
establecido por Moisés, no podrían ser salvos” , Hch. 15:1. Frente a esta situación, Pablo y Bernabé sostuvieron
un altercado de palabras y un debate doctrinal abierto con ellos. Por tanto,
ésta fue la razón para que Pablo y
Bernabé, y algunos otros creyentes, subieran a Jerusalén para tratar este
asunto con los apóstoles y los ancianos de aquella Iglesia de Cristo, Hch. 15:2.
Como podemos
apreciar, estimado lector, este grande e histórico debate tenía que resolverse
con fundamentos irrebatibles verdaderamente cristianos, en Jerusalén. De tal
manera, al pasar por las ciudades,
entregaban los acuerdos tomados por los apóstoles y los ancianos de Jerusalén,
para que los pusieran en práctica. 5 Y así las iglesias se fortalecían en la fe
y crecían en número día tras día, nos da a conocer Lucas en Hch. 16:4-5 . Estos acuerdos llevaron mucha
fuerza y peso de aliento , por haber salido del seno de los versados en la Palabra de Dios: Apóstoles y Ancianos jerosolemitas. De
tal manera, con este importante viaje de Pablo a Jerusalén, después de su
conversión, mostró con prudente realidad que su llegada a dicha ciudad con su
compañero de viaje, Bernabé; su comisión
y su reconocimiento como apóstol hacían que su unidad doctrinal y
evangelística se hiciera evidente e idéntica con los doce apóstoles en una
misma verdad, un solo Espíritu, un mismo bautismo, un mismo Señor y un mismo
Dios.
Asimismo,
siguiendo la asociación de dos corazones cristianos: de un fariseo con un chipriota
– como ya lo dijimos anteriormente – esta unión comenzó cuando el recién convertido
Pablo fue apoyado por Bernabé, para unirse con los discípulos de Cristo Jesús
en Jerusalén, conforme nos da a conocer Hch.
9:26-28. Por consiguiente, tampoco olvidemos que, tiempo más adelante,
Bernabé le dio a Pablo la gran oportunidad de comenzar su ministerio en Antioquía
de Siria, de acuerdo con lo que nos dice Hch.
12:21-26.
Pablo y
Bernabé habían cumplido con su Primer Viaje Misionero, después de haber
regresado de Antioquia de Siria, el cuartel general de su ministerio, según nos
informa Hch. 13:1-14:28 , para
informar acerca de la milagrosa conversión habida entre los gentiles por la gracia de Dios y su fe viva
en Él, Hch. 14:27.
1. La Compañía de Tito. Finalmente,
cuando el Dr. Pablo nos hace referencia de viajar a Jerusalén con su amado
amigo y compañero de viaje: Bernabé, decide
también llevar a Tito , su hijo espiritual en Cristo y su excelente
colaborador en el ministerio, conforme nos dice Tit. 1:4-5 , que textualmente expresa: -“A Tito, mi verdadero hijo en esta fe que compartimos… Te dejé en Creta
para que pusieras en orden lo que quedaba por hacer y en cada pueblo nombraras
ancianos de la iglesia, de acuerdo con las instrucciones que te di”. (Amigo
lector, puede usted leer también 2 Co.
8:23 ).
Con
relación a este evangelista, algunos estudiosos bíblicos lo consideran haber
integrado el grupo al que Lucas se refiere como algunos otros creyentes, según
nos dice Hch. 15:2 . Pues, Tito era una persona gentil no
circuncidada, y fruto del mismo
ministerio que los legalistas judaizantes atacaba; motivo por el cual,
era el compañero sindicado para llevarlo al Concilio de Jerusalén.
C. OBEDIENCIA
DE PABLO A LA REVELACIÓN
DE CRISTO, Gá. 2:2 . “Fui
en obediencia a una revelación, y me reuní en privado con los que eran reconocidos
como dirigentes, y les expliqué el evangelio que predico entre los gentiles,
para que todo mi esfuerzo no fuera en vano”. Con este versículo, el
apóstol Pablo nos demuestra que él
estuvo siempre bajo la ayuda, dirección y revelación de Dios, que le
hablaba cómo debe hacer lo que su divina providencia le aconsejaba; y el mismo
autor lo explica, que esa ayuda directa fue dada por el Espíritu Santo a los líderes de la Iglesia de Cristo en
Antioquía de Siria, como también a Bernabé y a Pablo, según nos da a conocer Hch. 13:1,2,4. De todos modos, este asunto se solucionó tan
pronto como Pablo recibió la orden divina para ir a Jerusalén; hecho oportuno
en el que Pablo y Bernabé recibieron
la bendición de la Iglesia
de Cristo en Antioquia de Siria, confirmando con ello, la orden revelada por
Dios.
1. Era Necesaria la Verdadera Unidad
entre los Apóstoles. Ahora,
cuando el autor sagrado nos dice: -“Y me reuní en privado con los que eran
conocidos como dirigentes”, quiere decir que el protagonista de este
hecho: Pablo, fue directamente a los hechos para hablar en privado con Jacobo,
Cefas (Pedro) y Juan. Pues, el
vocablo privado , proviene del griego Anatethemi; y cuya
traducción al castellano es: someter el
asunto a consideración del interlocutor.
Era estas circunstancias, era muy
necesaria y de vital importancia, la verdadera unidad entre los apóstoles; por eso, el
apóstol Pablo nos dice:- “Y les expliqué el evangelio que predico
entre los gentiles”, porque él reconocía en profundidad los verdaderos
argumentos del Evangelio de la
Salvación, por medio de la gracia soberana de Dios y a través de la fe paciente del cristiano. Por tanto, en el Evangelio de Pablo
se reflejaban las palabras de Cristo Jesús, mientras que en el de los
legalistas judaizantes, su creencia era basada en obras humanas, tales como lo
sostenían:-“A menos que ustedes se
circunciden, conforme a la tradición de Moisés, no puede ser salvos”, Hch. 15:1,5. En consecuencia, lo
primero que hizo Pablo fue reunirse con los apóstoles y ancianos de la Iglesia de Cristo en
Jerusalén, incluyendo a Pedro, Juan
y Jacobo, medio hermano de nuestro
Señor Jesucristo, como también a los demás miembros de dicha iglesia, y otros
creyentes visitantes invitados por la iglesia de Antioquía de Siria en forma
privada, con el único propósito que Pablo y Bernabé llegaran a conocer la
teología de los líderes de Jerusalén, antes de manifestarse en público, para
contarles las señales y prodigios que
Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles , conforme lo dice Lucas
en Hch. 15:12. De tal manera, fueron muy bien recibidos, tanto por la
iglesia como por los apóstoles de la iglesia, Hch. 15:4.
2. Pablo y Bernabé fueron Interrumpidos. En dicho
evento, cuando la asamblea fue hecha de carácter público, tanto Pablo como
Bernabé fueron interrumpidos por algunos
miembros de la secta farisaica que habían creído en Cristo Jesús, y se levantaron diciendo:-“Es
necesario circuncidar a los gentiles y exigirles que obedezcan la ley de
Moisés”, Hch. 15:5. Entonces, al
escuchar estas ideas tergiversadas por hombres, los apóstoles y ancianos se reunieron para examinar este asunto,
nos dice Hch. 15:6. De modo que Pedro,
motivado por semejante falacia, se dirigió para darles a conocer que Dios le
había escogido de entre los judíos, para que por medio de su boca, los gentiles
oyeran el mensaje del Evangelio y creyeran en él. Además, agregó: -“Dios que conoce el corazón humano, mostró
que los aceptaba dándoles el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros. 9 Sin
hacer distinción entre nosotros y ellos, purificó sus corazones por la fe” ,
Hch. 15:8-9. Ahora, con relación a este versículo, lo que
Pedro quería decirles a los legalistas fariseos era, que Dios no hacía
distinción entre judíos y gentiles, sino que les salva de este mundo perverso
por la fe en Cristo Jesús, y les concede por igual, a ambos, el don de su Espíritu
Santo que viene a morar en cada uno de ellos.
3. Los Legalistas sostenían que los Gentiles
fueran Circuncidados. En cuanto,
a la supuesta o inventada necesidad de que los gentiles fueran
circuncidados y permanecieran en la Ley
Mosaica para ser salvos, Pedro fue tajante y contundente, sin
medias tintas, diciéndoles:-“Entonces,
¿por qué tratan ahora de provocar a Dios poniendo sobre el cuello de esos
discípulos un yugo que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido
soportar? ¡No puede ser! Más bien, como ellos, creemos que somos salvos por la
gracia de nuestro Señor Jesucristo”, Hch.15:10-11.
4. La Armonía Doctrinal
se hizo Realidad. Como podemos apreciar, amado lector, la
perfecta armonía con lo que Pedro iba a decir ante el Concilio de Jerusalén,
Pablo y Bernabé declararon primero en privado para decirlo luego en público,
que la divina providencia de Dios había salvado a los gentiles en todos los
lugares por donde habían proclamado el mensaje del Evangelio de Cristo Jesús,
siendo atestiguado por Dios mismo aquellos mensajes y conversiones con señales y
prodigios maravillosos. En consecuencia, estas evidencias cristianas irrefutables , eran las pruebas reales de
que, lo que los apóstoles y ancianos predicaban, eran conforme a la verdad que
proviene de Dios, de Cristo Jesús y del Espíritu Santo. Por los que, las
iglesias de Cristo en Jerusalén y en otros lugares, jamás pudieron ser privadas
ni menos devastadas por las enseñanzas de los herejes legalistas y judaizantes.
5. La Circuncisión a los
Gentiles fue Resuelta de Modo Práctico. En tales
circunstancias, la idea de que era
necesario circuncidar a los gentiles y exigirles que obedezcan la ley de
Moisés, se resolvió de manera práctica, decisiva y con la ayuda del
Espíritu de Dios en el Concilio de Jerusalén, donde no hubo más debate, Hch. 15:7. Por tanto, como corolario de todo lo dicho, la historia
de los apóstoles nos dice en Hch. 15:12:
-“Toda la asamblea guardó silencio”, cuando
concluyó en su alocución nuestro hermano Pedro; y de inmediato procedieron a
exponer Pablo y Bernabé, seguidos por Jacobo, con su irrebatible y sabia
recapitulación de los mensajes expuestos por los que le antecedieron.
6. La Propuesta Sabia
de Jacobo. En tal virtud, fue Jacobo quien propuso que lo
expuesto en dicho Concilio, fuera enviado como misiva doctrinal a todas las iglesias de Cristo, existentes en
aquel tiempo. Por tanto, lo propuesto por Jacobo tuvo gran acogida entre los
apóstoles, ancianos y miembros de toda la Iglesia de Cristo en Jerusalén, quienes tomaron
la sabia decisión de enviar la Carta Oficial para enviar a los
hermanos gentiles que residían en Antioquía de Siria, en Antioquía de Pisidia y
en Cilicia, según nos enseña Hch. 15.12-22.
7. Efectos de la Carta Oficial. La
resultante de esa misiva doctrinal que la iglesia de Jerusalén decidió enviar con
algunos hermanos que acompañaban a Pablo
y Bernabé; entre ellos estaba Judas
llamado Barrabás y a Silas, hombres de buena reputación, fue que se alegraron mucho por su mensaje alentador
los hermanos de Antioquia de Siria. Asimismo, Judas y Silas les hablaron extensamente para animarlos y fortalecerlos,
nos dice Hch. 15:22-35.
Sin
embargo, como el mal siempre reina en la Tierra, los judaizantes sostenían que su mensaje no
fue aprobado en el Concilio de Jerusalén; por lo que fueron descritos como
engañadores y mentirosos en Hch. 15:24 ,
que a la letra dice: -“Nos hemos enterado
de que algunos de los nuestros, sin nuestra autorización, los han inquietado a
ustedes, alarmándoles con lo que les han dicho”.
8. Los Apóstoles y
Ancianos anularon las Maledicencias de los Legalistas y Judaizantes . Con las
entendibles expresiones dichas en Hch.
15:24 , nos demuestran que todas estas habladurías y maledicencias fueron
negadas, anuladas, abrogadas y proscritas por los apóstoles y ancianos en el
Concilio de Jerusalén. A pesar de todo, los legalistas judaizantes convertidos
al cristianismo, continuaron con la predicación de su doctrina nefasta y falsa,
informando a los cristianos de Galacia que el Evangelio de Pablo estaba en
conflicto y rivalidad con el de ellos y el de los apóstoles. ¡Qué tal falacia; la falacia más falaz de
las falacias, amigo lector!; si ellos no proclamaban el mismo Evangelio
enseñado por los Doce Apóstoles.
Con
este motivo, Pablo se reivindicó
frente a tamaña falacia, manifestando que su Evangelio y predicación vino por revelación directa de Dios; por lo
que, no necesitaba aclaración, ni apoyo,
ni tampoco confirmación humana en absoluto, Gá. 1:11-19. De este modo, en el Concilio de Jerusalén, el apóstol
Pablo demostró al mundo entero, el Evangelio que él predicaba era idéntico en
contenido y mensaje doctrinal al predicado por los apóstoles, por que le fue
revelado de manera viva y presencial por nuestro Señor Jesucristo en su viaje a
Damasco y enseñado personalmente en el desierto de Arabia; mas no por hombre alguno,
a tal punto que lo que enseñaban y predicaban los legalistas judaizantes eran
simplemente la negación de lo que el apóstol Pablo sostenía, como una especie
de antítesis no fundamentada ni bien sostenida, porque eran desviadas e
incorrectas, satánicas y aberrantes. Por eso, Pablo, procuró asegurarse en
intimidad y privacidad de que los apóstoles, ancianos y maestros estaban de
acuerdo con la revelación de su
Evangelio, y que no sería tolerante en su trato y acuerdo con los legalistas
perversos.
9. El Esfuerzo
Personal de Pablo no fue en Vano. Ahora, cuando el apóstol Pablo nos dice: -“Para
que todo mi esfuerzo no fuera en vano”, podemos apreciar que si la
concordancia de criterio personal no se hubiese hecho presente, entre el de Pablo y el de los apóstoles,
ancianos y maestros, todo el deseo y empeño espiritual de su ministerio,
realizado en el pasado y en el presente, hubiera entrado en conflicto con
ellos, cayendo en el vacío la poca importancia – mejor dicho – en una futilidad
terrenal perversa. Por tanto, dice Pablo, no olvidemos que los apóstoles,
ancianos y maestros no me impusieron nada
nuevo. Al contrario, reconocieron que a mí se me había encomendado el evangelio
a los gentiles …”, nos dice el mismo autor en Gá. 2:6.
10. La Unidad de Criterios era
Importante. Es lógico y obvio
pensar que la unidad de criterios era de
vital importancia que lo propusiera el apóstol Pablo, para que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito,
nos dice 1 Co. 1:10; es decir,
guiados y dirigido por el Espíritu Santo, a fin que los apóstoles y ancianos
sintieran algún estímulo en su unión con
Cristo Jesús, para llenarles de alegría
teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento , nos
dice Fil. 2:1-2.
Ahora,
a mi modo de ver este panorama bíblico, era muy necesario y aun obligatorio que
se propiciara, apreciado lector, la
unidad entre los apóstoles, a fin que
se reflejara la unidad de pensamiento, de expresión y de acción; porque Pablo sabía y lo reconocía lo tenso y
explosivo que era este asunto, debido a que los judíos no estaban dispuestos a aceptar hermanos gentiles como sus
iguales, toda vez que ellos los consideraban perros . Razón por la cual, Pablo conversó en privado con los
apóstoles, ancianos y maestros, reconocidos como líderes de la Iglesia de Cristo en
Jerusalén, Gá. 2:2. Pues, esta
reunión privada preparó el terreno suave para que tomaran la decisión de
expresarlo en público ante el Concilio prescrito.
D. OTRO ACOMPAÑANTE
DE PABLO, vv.3-5. “Ahora bien, ni siquiera Tito, que me acompañaba, fue obligado a
circuncidarse, aunque era griego. 4 El problema era que algunos falsos hermanos
se habían infiltrado entre nosotros, para coartar la libertad que tenemos en
Cristo Jesús a fin de alcanzarnos. 5 Ni por un momento accedimos a someternos a
ellos, pues queríamos que se preservara entre ustedes la integridad del
evangelio”.
1. Tito no fue
Obligado a Ser Circuncidado, v.3. Ahora, al decirnos el autor sagrado: -“Ahora
bien, ni siquiera Tito, que me acompañaba, fue obligado a circuncidarse, aunque
era griego”. Aquí, podemos apreciar la manera de cómo el acto
sobresaliente, que los legalistas judaizantes practicaban, fue el acto de la
circuncisión; razón por la cual, es la primera vez que se toca este término en
esta epístola, aunque nuestro hermano Tito no es referido en el Libro de los Hechos; él hubiera sido el
ejemplo a seguirse, si los hermanos de la Iglesia de Cristo, aceptaban que lo circuncidaran.
Pues, siendo él gentil, hubiese servido de modelo para que todos los gentiles
fueran circuncidados. En este caso, Tito no fue circuncidado; por lo que sirvió
de ejemplo para que nuestros demás hermanos gentiles tampoco fueran
circuncidados.
2. El Caso de Timoteo. Sin
embargo, Pablo circuncidó a Timoteo, algunos años después del suceso con Tito,
porque su madre era judía, y de padre griego, como lo podemos apreciar en Hch. 16:1-3 , que nos dice: -“Llegó Pablo a Derbe y después a Listra,
donde se encontró con un discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía
creyente, pero de padre griego… Por causa de los judíos que vivían en aquella
región, lo circuncidó, pues todos sabían que su padre era griego”. Esto lo
hizo para no poner dificultades ni tropiezo al Evangelio, conforme lo podemos
apreciar en 1 Co. 9:20 , que a la
letra dice:-“Entre los judíos me volví
judío, a fin de ganarlos a ellos. Entre los que viven bajo la ley me volví como
los que están sometidos a ella (aunque yo mismo no vivo bajo la ley), a fin de
ganar a éstos”.
Pero Pablo,
jamás permitió que Tito fuera circuncidado, porque él era gentil, quedando
prescrito y demostrado con ello que ningún gentil fuera circuncidado, a pesar
que la circuncisión forzosa era lo que exigían los legalistas para lo gentiles
que se habían convertido al cristianismo. Además, los herejes judaizantes no
tenían bases fundamentales para que los gentiles se circuncidaran en el ámbito
puramente gentil. ¿Por qué? Porque
Pablo lo demostró, que Tito era una prueba fehaciente, viva, presencial y
divina, de que las leyes mosaicas no
eran suficientes ni necesarias para la salvación; asimismo, porque en el
Concilio de Jerusalén se rehusó tajantemente aceptar las exigencias y deseos
humanos de los judaizantes, para ordenar a circuncidar a los gentiles como Tito,
y a todos los cristianos gentiles que se volvían a Dios.
Esto lo podemos comprobar al leer Hch. 15:10, lo que nos dice el apóstol
Pedro a través de Lucas. Además, el
mismo autor sagrado nos dice en Hch.
15:19: -“Por tanto, yo considero que
debemos dejar de ponerles trabas a los gentiles que se convierten a Dios” . ¿Por qué?, pregunto. Porque la
Ley Mosaica no fue dada para los gentiles,
sino para el pueblo judío y sus esclavos. Con este motivo, Pablo nos aclara y
nos vuelve a declarar en Gá. 5:2,
diciéndonos: -“Escuchen bien: Yo, Pablo,
les digo que si se hacen circuncidar, Cristo no les servirá de nada. De nuevo
declaro que todo el que se hace circuncidar está obligado a practicar toda la
ley”. De la misma manera, el mismo autor, agrega en Gá. 5:12: - “¡Ojala que esos
instigadores acabaran por mutilarse del todo!
E. LA INFILTRACIÓN DE
FALSOS HERMANOS, v.4. “El problema era
que algunos falsos hermanos se habían infiltrado entre nosotros (dice el
apóstol Pablo) para coartar la libertad que tenemos en Cristo Jesús a fin de
esclavizarnos”. Distinguido lector, como en toda organización mundana
hay infiltrados, especialmente en los partidos políticos; también en la Iglesia de Cristo de aquel
tiempo, los hubo. Ésta es la razón fundamental por la que Pablo habla de esta
manera, porque estaba sufriendo una presión aguda para que se pusiera en práctica la circuncisión
farisaica. Pues, estos hombres se habían infiltrado entre los verdaderos
cristianos (entre nosotros dice Pablo)
para negar y coartar, ante los ojos
de Pablo, la libertad que tenemos en
Cristo Jesús a fin de esclavizarnos.
Como vemos, cuando el
apóstol Pablo nos habla de esta manera, en este versículo, nos está haciendo
referencia de falsos hermanos, que en griego es Pseudadelphos; es decir,
personas de la secta de los fariseos no convertidas a la verdad del Evangelio,
que querían destruir la obra de Pablo, conforme nos da a conocer Lucas en Hch. 15:5. Pues, éstos sostenían:-“Es necesario circuncidar a los gentiles y
exigirles que obedezcan la ley de Moisés, según lo comprobamos en Hch.15:1, porque no querían en absoluto
la libertad que Cristo ofrece. En base a este motivo, razón tuvo el apóstol
Pablo para calificarlos en 2 Co.
11:13-14 , diciéndoles: -“Tales
individuos son falsos apóstoles, obreros estafadores, que se disfrazan de
apóstoles de Cristo. Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de
ángel de luz”.
1. Motivo de la Infiltración. La infiltración secreta de estos hombres fue con el propósito de espiar,
y obtener información personal de la hermosa libertad de la ley que
todos los convertidos gentiles disfrutaban en Cristo. Todo este
engaño cruel fue con el intento de querer imponer la ley sobre los convertidos
al cristianismo y someterlos a la esclavitud legal bajo obras, nuevamente
imponiéndoles la circuncisión a fin de esclavizarnos (Gr. Katadouloó) ,
nos dice Pablo en Gá. 5:1-3,13. Con este motivo, es menester conocer que los
cristianos ya no están bajo ninguna
condenación para los que están unidos a Cristo, pues por medio de la ley del Espíritu
de vida me ha librado de la ley del pecado y de la muerte, nos dice Pablo
en Ro. 8:2. Sin embargo, los herejes,
legalistas y judaizantes quedaron esclavizados en la
Ley Mosaica, Hch. 5:10,19.
2. La Vida del Cristiano es
completamente Libre. Ahora bien, comprendiendo esta expresión, es
necesario decir que la libertad es
un tema que se proclama abiertamente en el Nuevo Testamento, porque en Cristo
Jesús, estamos libres del lazo con que
nos ata la Ley Mosaica.
De modo que, ahora, al morir a lo que nos
tenía subyugados, hemos quedado libres de la ley, a fin de servir a Dios con el
nuevo poder que nos da el Espíritu, y no por medio del antiguo mandamiento
escrito, nos dice el autor sagrado, Pablo el Apóstol, en Ro. 7:6. Además, cimienta mejor nuestra
formación bíblica el mismo autor, al decirnos en 2 Co. 3:17: -“Ahora, bien, el
Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.
Por lo tanto, nos alegra y nos alienta mejor lo que el apóstol Juan nos dice de manera clarificada, pura y dulce , en
su Evangelio, Jn. 8:36: -“Así que si el Hijo los libera, serán
ustedes (nosotros) verdaderamente
libres”. Razón por la cual, jamás olvidemos amable lector, que todo esto lo
que dice Juan, es de por vida, tanto en la Tierra como en el Cielo, cuando se aprende a
vivir con la libertad divina que Cristo Jesús nos dio.
3. La Libertad Cristiana
no es una Licencia para Pecar. Por consiguiente, comprendamos amigo lector,
que la libertad cristiana no es una
licencia para pecar; NO y NO. Si no al haber sido hecho libres en Cristo
Jesús, perdemos ese inmenso libertinaje
que la ley de Moisés nos conduce al pecado, porque antes fuimos esclavos de ese estímulo que contrista y ahuyenta al
Espíritu de Dios de nuestras vidas, nos dice Ef. 4:30. De tal modo, en la persona de Jesucristo somos liberados
del pecado, como lo dice literalmente el Dr. Pablo en Ro. 6:8 : -“En efecto,
habiendo sido liberados del pecado, ahora son ustedes (todos nosotros) esclavos de la justicia”.
Asimismo, este
incomparable autor cristiano, nos forma una mejor conciencia libertaria
espiritual, al darnos a conocer en su Epístola
a los Gálatas, 5:13-14 , lo siguiente: -“Les hablo así, hermanos, porque ustedes han
sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda
suelta a sus pasiones. Más bien, sírvanse unos a otros con amor. En efecto,
toda la ley se resume en un solo mandamiento: Ama a tu prójimo como a ti
mismo”.
Concluyendo, el apóstol Pedro , sepulta, lapida y sella con tan contundente expresión divina, al decirnos
en su Epístola Universal, 1 P. 2:16: -“Eso es actuar como personas libres que no
se valen de su libertad para disimular la maldad, sino que viven como siervos
de Dios”. (Además le invito a usted, amado lector, a profundizar mejor su
conocimiento bíblico, leyendo 2 P. 2:15-22).
F. PABLO NI LOS LÍDERES JAMÁS ACCEDIERON
SOMETERSE A LOS FARISEOS Y LEGALISTAS, v.5. “Ni
por un momento accedimos someternos a ellos, pues queríamos que se
preservara entre ustedes (nosotros) la integridad del Evangelio”. El
punto neurálgico de este versículo estriba en que, si los apóstoles, ancianos, miembros de la iglesia y Pablo hubieran
permitido que Tito fuese circuncidado, habrían permitido con este hecho, ceder
y caer en las garras opresivas de los judaizantes. Por esta razón, Pablo,
de manera tajante y enfática rehusó insertar en el Evangelio de Cristo Jesús,
el evangelio de la ley mosaica; por eso, nos dice el mismo autor: -ni
por un momento accedimos someternos a ellos ; es decir, ni por un
minuto, ni por brevísimo tiempo, ni por un segundo del latido de su corazón
accedieron los cristianos en Jerusalén someterse a los herejes, legalistas y
judaizantes. De modo que Tito, a pesar
de los argumentos y demandas falsos, fue forzado a circuncidarse. La razón
fundamental por la que no cedió siquiera dar un paso a los judaizantes,
fue por que Pablo defendía con ardor y
sinceridad de corazón, la
Verdad del Evangelio que él había predicado a sus convertidos
gentiles.
1. Pablo jamás quería
Fracasar. Ahora,
bien, si Pablo fracasaba en esta ocasión, este incomparable mensaje de la Libertad Cristiana,
jamás hubiese podido continuar ni tampoco lo estuviéramos comentando, como lo
está leyendo usted, distinguido lector, en este preciso instante de su tiempo. Hubiera sido el fracaso más grande e
irreversible del Evangelio de Cristo Jesús, por la carencia de su eficacia y veracidad. Sin embargo, Pablo triunfó con
la eficacia y contundencia de la verdad espiritual. Pues queríamos - dice
él – que
se preservara entre ustedes (nosotros los gentiles) la
integridad del Evangelio. Pablo quería que los gálatas preservaran la
integridad del Evangelio, porque ellos fueron convertidos por la verdad que se
predicaba en Cristo Jesús. Pero los judaizantes legalistas no querían que la auténtica verdad permaneciese en ellos;
más bien, querían someter a los gálatas bajo la ley de Moisés, que viene a ser una sombra de las cosas que están por
venir, nos dice Pablo en Col. 2:17. Di
igual manera, los sacerdotes fariseos eran copia
y sombra del que está en el cielo, nos da a conocer He. 8:5 .
En
resumidas cuentas, todo lo predicado por Pablo hubiese fracasado, si él se
hubiera sometido a los judaizantes. Entonces, la Verdad del Evangelio hubiera quedado invalidada,
como una pequeña reseña histórica que contar; y la Iglesia de Cristo, no
hubiese sido considerada como el Reino
Universal del Mesías, sino una secta o denominación instituida por los
judaizantes.
2. El Celo de Pablo por la Integridad del
Evangelio.
Ahora, cuando el apóstol Pablo habla de la integridad del evangelio para
que se preservara (Gr. Diamenó) entre los gálatas, se está refiriendo
a su condición, estado y naturaleza
permanentes. Razón por la cual, Pablo durante su ministerio evangelístico
adoptó la siguiente postura:- “…Me hice
todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles”, 1 Co. 9:22. Esto quiere decir que
Pablo fue intransigente y contumaz
para acomodarse adecuadamente a los cristianos bebés o débiles en la fe, pero jamás de los jamases, cedió un milímetro de la Verdad de Dios para acomodar su mensaje solapadamente dentro
del gusto o prurito de cristianos falsos y deshonestos.
3. Los Gentiles son Justificados por el Evangelio. Amado lector, nunca olvidemos que los gentiles son
justificados por el Evangelio solamente; más NO, por la circuncisión ni
tampoco por guardar y practicar la
Ley de Moisés. Por lo tanto, pueden disfrutar de todos los
derechos, privilegios, honores y encumbramientos celestiales, que Dios por su
gracia ofrece a todos sus hijos, sin excepción. Sin embargo, hoy en día,
muchos movimientos religiosos son fieles imitadores de los judaizantes del
tiempo de Pablo, por que han mistificado
sus congregaciones, enseñando, engañando y mezclando la Ley de Moisés con la Ley de Cristo Jesús; como por
ejemplo, guardan los días sábados,
exigen el diezmo, tocan instrumentos musicales en el culto a Dios, mantienen a
un sacerdote especial como persona venerable (Papa, Obispos, etc.); queman incienso, mantienen una membresía
de infantes en su organización; consideran que Cristo es la primera creación de
Dios; bailan en sus alabanzas y devocionales; piden dinero por cualquier motivo; etc.
Todo esto significa
que no saben conservar, practicar, ni aplicar o vivir en la
integridad del Evangelio de Cristo Jesús. Tales actitudes de los
judaizantes de hoy, nos demuestran que con ellas invalidan la esencia del
Evangelio; además, con pensamientos, palabras y acciones propios de hombres. (Para
mayor información, lea usted, Col. 2:4-8 ).
Porque la observancia de la ley fue abolida personalmente por Cristo Jesús, según
lo comprobamos en: Col. 2:14-17; Ef.
2:15,16; 6:12; He. 2:14; Ro. 14:3. Más aún, en el Antiguo Testamento, Dios abolió todo jolgorio, fiestas y días
de reposo, porque nos dice Os. 2:11:
-“Pondré fin a todo su jolgorio: sus
peregrinaciones, sus lunas nuevas, sus días de reposo, y sus fiestas solemnes”.
Me
pregunto, ahora, ¿por qué actúan así los
líderes en las denominaciones? Por dos cosas fundamentales bien claras y
definidas: Una, por falta de conocimiento, según nos da a conocer Os. 4
6,7 ; y la otra, por el amor al dinero conforme nos lo dice 1 Ti. 6:10.
__________________
LECCIÓN CINCO:
PABLO DEFIENDE SU APOSTOLADO, IV
INTRODUCCIÓN
En
esta lección, veremos que nada nuevo le impusieron a Pablo, las personas
importantes de la Iglesia
de Cristo en Jerusalén, en cuanto a conocimiento y entendimiento del Evangelio;
más bien se sorprendieron de su invalorable conversión. Más aún, en lugar de
oponérseles y corregirles doctrinalmente, reconocieron la autenticidad,
genuinidad y procedencia divinas de su evangelio, y su gran comisión de
predicar el Evangelio de la
Libertad a los gentiles, que se diferenciaba kilométricamente
de la ley mosaica. También veremos que el mismo Dios facultó a Pedro como
apóstol de los judíos y a Pablo, apóstol de los gentiles, en quienes se dieron
señales, prodigios y milagros ayudados por el Señor. De tal manera, los
apóstoles originales les estrecharon la mano a Pablo y Bernabé en señal de
compañerismo. Así es cómo todos los
hijos de Dios, los herejes, legalistas y judaizantes comprendieron que había
una sola doctrina, propia de un solo Evangelio, el de Cristo Jesús. De
igual manera, veremos la censura hecha por Pablo al primero de los apóstoles,
quien también hizo caer a un hombre piadoso como Bernabé, que la posteridad
sabrá reconocer la conducta desviada de Pedro, porque dicha hipocresía dio
buenos resultados, para hoy compartir nuestros alimentos, tanto con judíos como
con gentiles después que se practicó esta notable e histórica comunión.
I. PABLO
SOSTIENE SU MISIÓN ENCOMENDADA POR DIOS, (Gá. 2:6-8).
-“En cuanto a los que eran reconocidos como
personas importantes – aunque no me interesa lo que fueran, porque Dios no
juzga por las apariencia – no me impusieron nada nuevo. Al contrario,
reconocieron que a mí se me había encomendado predicar el evangelio a los
gentiles, de la misma manera que se le había encomendado a Pedro predicarlo a
los judíos. El mismo Dios que facultó a Pedro como apóstol de los judíos, me
facultó también a mí como apóstol de los gentiles”.
A.
No le impusieron Nada Nuevo a Pablo, las Personas Importantes de la Iglesia, 2:6. Después de
haber explicado su conflicto con los
judaizantes y legalistas, Pablo, en este versículo, se refiere a los apóstoles baluartes de la iglesia de Cristo en
Jerusalén, los que eran reconocidos como personas importantes, para tocar
el tema concerniente a la independencia de su apostolado, manifestando que el
evangelio que él predicaba no le fue impuesto por otros apóstoles, conforme lo
dice: no me impusieron nada nuevo. Pues, según mencionan sus
biógrafos, Pablo desde el momento de su conversión no era orgulloso,
presuntuoso ni jactancioso. Al expresarse de esta manera, sólo anunció una
verdad, porque llegó a comprender que todo lo que él era y poseía, era tan sólo
por la gracia de Dios y nada más, lo dice en Gá. 2:9 . Además, fue humilde porque llegó a reconocer que él era el
primero entre todos los pecadores, según nos da a conocer en 1 Ti. 1:15, y el más pequeño de los
apóstoles, que no se consideró digno de ser llamado apóstol, porque persiguió
con crueldad a la Iglesia
de Cristo, lo declara con valentía en (1
Co. 15:9).
Asimismo, podemos valorar que Pablo, bajo la
gracia de Dios se consideraba igual a los demás cristianos, y en su llamado fue
igual y conforme a los demás ungidos; razón por la cual, con la investidura
concedida por Cristo Jesús, nos manifiesta con sinceridad en 2 Co. 11:5, diciéndonos: -“…En nada soy inferior a esos súper apóstoles”.
B.
Pablo no fue a Jerusalén para Ser Corregido doctrinalmente. Los doce
apóstoles; es decir, los que eran
reconocidos como personas importantes en nada le impusieron nada nuevo en lo referente al conocimiento y
entendimiento del Evangelio, ni tampoco a su autoridad para predicarlo, porque
él predicó la Palabra
de Dios por espacio de 17 años, sin la participación de ninguno de los doce, en
lo más mínimo. Por eso, cuando él se dirigió a Jerusalén, fue con el único
propósito de ser reconocido como tal y aclarar las acusaciones falsas en su
contra, realizada por los judaizantes; mas no, para ser aprobado ni corregido
doctrinalmente. En cambio, como resultado de su visita, los líderes de la Iglesia de Cristo en Jerusalén
reconocieron su autenticidad y procedencia divina. Más aún, en lugar de oponérsele,
reconocieron que había recibido una
comisión divina para predicar el Evangelio entre los gentiles.
C. Pablo reconoció
y tomó en Consideración a los Líderes de la Iglesia de Cristo. Lo sobresaliente, en este
caso es, que los reconocidos como personas importantes, fueron respetados y
tomados en consideración por Pablo. De lo contrario, no habría procurado una
audiencia y reunión privadas con ellos; tampoco
habría buscado conseguir su confirmación y reconocimiento públicos, para
que el pueblo supiese que Pablo no corría en vano su carrera apostólica,
encomendada personalmente por Cristo. Asimismo, la audiencia de Pablo sostenida con el baluarte apostólico en Jerusalén , le sirvió de mucho éxito, porque
se defendió tenazmente y pudo dejar en claro que él no era un apóstol inferior
a ellos ni tampoco designado por sí mismo – aunque no perteneció al grupo de los originales -, él también fue
ungido como apóstol por una revelación recibida de Cristo Jesús, camino a Damasco.
En tal virtud, Pablo, no necesitaba la aprobación de los judaizantes, sino que vieran en él su fe, confianza y seguridad
en Dios. Por consiguiente, Pablo, tenía como evidencia cristiana que los
doce discípulos originales eran líderes en la Iglesia de Cristo en
Jerusalén, tenidos en alta consideración y estima por los hermanos cristianos;
y la misma iglesia considerada como modelo de las demás iglesias existentes en
aquel tiempo.
D.
No es Ironía ni Sarcasmo de Pablo. Ahora, cuando el
apóstol Pablo, dice: -“…aunque no me interesa lo que fueran”,
nos da la impresión que él hablara con desprecio y aun con ironía; pero no es
así. Él habla de esta manera, porque los legalistas y judaizantes minimizaban
su condición de apóstol; o sea, Pablo fue despreciado por estos hombres de mala
reputación, porque NO perteneció al grupo de los apóstoles originales. Sin
embargo, el mismo autor aclara esta situación, diciendo: -“...porque Dios no juzga a las
personas por las apariencias”, lo que significa: Dios no recibe ni se fija
en la apariencia o rostro del hombre; es decir que para Dios no existe ni
tampoco es importante lo exterior y aparente, ni la posición, ni el privilegio
humanos.
II. RECONOCEN A PABLO COMO EL EVANGELISTA DE
LOS GENTILES, (v.7) .
-“Al contrario, reconocieron que a mí se me
había encomendado predicar el evangelio a los gentiles, de la misma manera que
se le había encomendado a Pedro predicarlo a los judíos”. Con la
actitud y el conocimiento profundo del Evangelio de Cristo, que Pablo pudo
demostrar a los integrantes del baluarte
apostólico en Jerusalén, llegaron a la sana conclusión, que las obras de
este apóstol eran bendecidas por Dios, porque el Espíritu Santo le había
encomendado predicar el auténtico y verdadero Evangelio de la Libertad. Expresión divina con la que Pablo sepultó las acusaciones
infundadas y malsanas de los legalistas judaizantes. Como el mismo médico amado
nos informa en Hch. 15:22-24 , el Concilio de Jerusalén no solamente analizó, valoró y reivindicó
el mensaje de Pablo , predicado por él acerca de la Gracia Divina , que se diferenciaba kilométricamente
de la ley mosaica, si no que además de ser confirmado, le reconocieron como tal,
y le comisionaron la gran responsabilidad de informar a través de una misiva apostólica acerca del acuerdo y decisión tomados en Jerusalén, para
difundirlos en las Iglesias de Antioquia de Siria, de Antioquia de Pisidia y de
Cilicia, lugares cristianos donde el mensaje de Pablo fue objeto de la más cruel
y severa crítica de parte de los legalistas, judaizantes de aquel entonces.
Por otro lado, queremos dejar en claro
acerca de la evidencia de una acción positiva y culminante que, como dice el
apóstol Pablo: -“Al contrario, reconocieron que a mí se me había encomendado a predicar
el evangelio a los gentiles”. Este ministerio encomendado por Dios a
Pablo, lo estaba cumpliendo a cabalidad. Además, fue confirmado y reconocido
por testigos oculares, que fueron los
más notables de los doce, plenamente convencidos de la comisión y autoridad
apostólica que Dios le había encomendado
a este apóstol: -…predicar el evangelio a los gentiles, de la misma manera que se le
había encomendado a Pedro predicarlo a
los gentiles, quienes también fueron reconocidos como colegas en el
ministerio; asimismo, encomendados y designados por la misma autoridad divina,
aunque los legalistas judaizantes, mordían la piedra de la amargura, porque en
honor a la verdad, la traducción más precisa y exacta se refiere a la
proclamación de un mismo Evangelio, que fue y es predicado tanto a los circuncisos
como a los incircuncisos de manera igual y justa.
III. PEDRO Y PABLO FUERON FACULTADOS POR DIOS
PARA EVANGELIZAR, (v.8).
-“El mismo Dios que facultó a Pedro como
apóstol de los judíos, me facultó también a mí como apóstol de los gentiles”. En este
versículo, el autor sagrado tiene el reconocimiento como líder apostólico de
los gentiles, por el designio personal del mismo Dios, que le facultó a Pedro
ser el apóstol de los judíos. Es decir, en la vida espiritual de los dos apóstoles,
estuvo presente la misma autoridad divina y el mismo Espíritu Santo que facultó,
que les infundió voluntad y energía para tamaña obra evangelizadora en los judíos : a Pedro , y en los gentiles :
a Pablo.
Con esto queda demostrado que el Espíritu
de Dios tiene un solo Evangelio, que es el mismo, tanto para los judíos como
para los gentiles de eternidad a eternidad. Mas, cuando Pablo y sus
acompañantes llegaron a Jerusalén, después de muchos años, los creyentes nos recibieron calurosamente. Al día siguiente Pablo fue
con nosotros a ver a Jacobo, y todos los ancianos estaban presentes. Después de
saludarlos, Pablo les relató detalladamente lo que Dios había hecho entre los
gentiles por medio de su ministerio. Al oírlo, alabaron a Dios. Luego le
dijeron a Pablo: Ya ves, hermano, cuántos miles de judíos han creído, y todos
ellos siguen aferrados a la ley. Ahora bien, han oído decir que tú enseñas que
se aparten de Moisés todos los judíos que viven entre los gentiles. Les
recomiendas que no circunciden a sus hijos ni vivan según nuestras costumbres,
nos dice Pedro en Hch. 21:17-26, que
sería bueno leerlo todo, amado lector, para una mejor comprensión.
En conclusión, ambos apóstoles, tanto
Pablo como Pedro hicieron las señales de apóstoles, según nos da a conocer 2 Co. 12:12, diciéndonos: -“Las marcas distintivas de un apóstol, tales
como señales, prodigios y milagros, se dieron entre ustedes” . Amplía mejor
esta cita bíblica, cuando Juan Marcos nos dice en su Evangelio, Mr. 16:20: -“Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor los
ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban”.
Todo esto significa, que Dios mismo colaboraba y les acompañaba a ellos en
nombre de su Amado Hijo, mediante el maravilloso obrar del Espíritu Santo,
tanto a través de milagros que se producían en las persona de los cristianos,
como en el decisivo cambio de mente de cuantos oían. Estas señales y prodigios
que acompañaron a los apóstoles en la predicación del Evangelio, fueron: Regeneración de los pecadores que se arrepentían;
invalidación completa de la idolatría, conversión de los más crueles y malvados;
y el consuelo de todos los santos en su trajinar diario. Para mayor
información, lea usted apreciado lector, Hch.
4:3 y He. 2:3,4.
Elogio de
Pedro a Pablo. Así fue cómo, una vez concluido el Concilio de Jerusalén,
nunca más volvieron a interpelar ni cuestionar los judaizantes y legalistas, el
mensaje ni el apostolado de Pablo. Ésta es la razón por la que, su colega de
lucha: Pedro, elogiara con brillante estilo a Pablo, destacando la sabiduría que Dios le dio a nuestro
querido hermano Pablo, 1 P. 3:15,16.
IV. RECONOCIMIENTO PLENO DEL APOSTOLADO DE
PABLO, (vv.9-10).
-“En efecto, Jacobo, Pedro y Juan, que eran
considerados columnas, al reconocer la gracia que yo había recibido, nos dieron
la mano a Bernabé y a mí en señal de compañerismo, de modo que nosotros
fuéramos a los gentiles y ellos a los judíos. Sólo nos pidieron que nos
acordáramos de los pobres, y eso es precisamente lo que he venido haciendo con
esmero”.
A.
La Gracia de
Dios convenció rotundamente a los Apóstoles Originales, v.9: Los
apóstoles presentes en la
Jerusalén de aquel tiempo, como Jacobo, Pedro y Juan que eran
considerados como columnas de
la Iglesia, pudieron reconocer en Pablo, la gracia que de Dios había recibido,
a pesar de tener una prominente posición en aquella iglesia, les
dieron la mano a Bernabé y Pablo en señal de compañerismo, ensalzando
su misión divina para evangelizar a los gentiles; y ellos, entre los judíos. Lo
que quiere decir es que hubo plena comunión y confianza entre ambos grupos
apostólicos.
B.
Todos entendieron que sólo había una sola Doctrina. En
consecuencia, los herejes, legalistas y
judaizantes, como también nuestros hermanos de aquel tiempo, no tenían por qué
hablar de dos doctrinas diferentes, sino más bien de un solo Evangelio para
ambos; es decir, tanto para los judíos como para los gentiles; lo que quiere
decir, trabajar en dos ámbitos diferentes, pero con la doctrina de un solo Evangelio, la de Cristo Jesús, para que hubiera
un
solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados (los
judíos y gentiles) a una sola esperanza; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; un
solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos,
nos da a conocer Pablo en Ef. 4:4-6 ,
como el único asentimiento y homogenización de criterio doctrinal cristiano por
los siglo de los siglos.
Por otro lado, hay que dejar bien en
claro, que Jacobo no era apóstol, porque aquí sólo era considerado como un
líder administrativo de la
Iglesia (anciano), por estar acompañando al grupo de los doce
apóstoles originales que estaban en Jerusalén y ser considerado parte de la columna apostólica.
Ahora, cuando el mismo autor sagrado nos
dice: -“Al reconocer la gracia que yo había recibido”, significa que
los tres, que eran considerados como columnas: Jacobo, Pedro y Juan,
reconocieron que nuestro Señor Jesucristo, a Pablo le constituyó Apóstol para predicar con la misma autoridad
con que lo hacían los tres mencionados:
el Evangelio de la Libertad. Sólo la diferencia estaba en la predicación a los destinatarios, mas no en
lo racial, sino en lo geográfico, para que ellos predicaran a los judíos,
mientras que Pablo lo hacía a los gentiles.
C.
Ellos respetaron la
Designación Divina. Amado lector, esta designación divina , no debe ser
interpretada como una división literal y
estricta del criterio doctrinal único, porque el apóstol Pablo predicó
primero a los judíos, visitando las sinagogas de ciudad en ciudad donde él
llegaba y descansaba; por ejemplo, esto lo apreciamos en Hch. 9:19,20 , cuando Pablo recién convertido predicaba la Palabra de Dios en las
sinagogas: -“Saulo pasó varios días con
los discípulos que estaban en Damasco, y en seguida se dedicó a predicar en las
sinagogas, afirmando que Jesús (Cristo)
es el Hijo de Dios”. ( Para mayor
conocimiento, lea usted, lo que dicen: Hch.
13:42,43; 17:17; 18:4; 19:8, que
serán las mejores evidencias paulinas para su formación bíblica).
Por su
parte, el apóstol Pedro, fue uno de los primeros que predicó a los gentiles (Hch. 10:34-48; y en Hch. 2:1-24,32-40) , en la casa de
Cornelio, el primer gentil convertido por este apóstol, predicándoles: La Salvación por Fe, que debe ser comparado con Hch. 2:1-12, donde el apóstol Pedro
hace uso de las llaves del Cielo, según lo apreciamos en Mt. 16:18,19, encomendados por Cristo Jesús, donde predicó a una
gran variedad de personas, para luego continuar con su sermón: Jesús es Señor y Mesías, demostrado en Hch. 2:14-41, que concluyó con el bautismo
de tres mil personas paganas, para luego distinguirse como personas cristianas.
Concluyendo
este asunto, debe quedar zanjado que Pablo predicó a los gentiles, porque él
estuvo predicando por mucho tiempo fuera de Palestina. Ahora, si se quiere hablar
de la división racial o geográfica, es menester aclarar que había gentiles en
Palestina y judíos en el mundo grecorromano-asiático.
V. DESPUÉS DE LA APROBACIÓN A PABLO, LOS LÍDERES
INSISTIERON EN UNA SOLA PETICIÓN PARA LOS POBRES, (v.10).
-“Sólo nos
pidieron que nos acordáramos de los pobres, y eso es precisamente lo que he
venido haciendo con esmero”. En este versículo, el Dr. Pablo nos dice enfáticamente, que a él y a
Bernabé, fue la única petición que le hicieron en Jerusalén; pues, sólo
nos pidieron que nos acordáramos de los pobres. Los pobres a los cuales
se refiere Pablo en esta epístola – insistido por los líderes: Jacobo, Pedro y
Juan – son aquellos hermanos de la
Iglesia de Cristo que residían en Jerusalén. De tal manera, la petición fue práctica por consistir en
una acotación material para aliviar las necesidades más apremiantes de los
cristianos en Judea; sobre todo, en los de Jerusalén. Pues los cristianos eran
los que más sufrían, motivado por el odio religioso y la indiferencia social,
que aún en tiempos muy favorables, estos enemigos de los cristianos actuaban de
mala fe, para dificultarles el sustento y la manutención diarios.
Cualquiera que haya sido la
causa, la condición en que se encontraban los hermanos de aquel tiempo, era
deplorable, paupérrima y lamentable, dicen los estudiosos bíblicos. Por eso,
Pablo, se mostró dispuesto (Gr. spoudazo) ; es decir listo y resuelto a cumplir
con dicha petición.
A. Pablo actuó con Esmero y Diligencia. Antes de la gran hambre que azotaba la región de
Judea, el profeta Ágabo, por medio
del Espíritu Santo anunció habría una gran hambre en todo el mundo (durante el reinado de Claudio). Frente a
esta situación, los discípulos, según sus medios económicos ayudarían a los
hermanos residentes en Judea. Esta donación u ofrenda fue enviada a los
ancianos de la Iglesia
de Cristo en Jerusalén, por medio de Bernabé y Saulo de Tarso, (Hch. 11:27-30).
Por esto, Pablo nos dice: -“y
eso es precisamente lo que he venido haciendo con esmero” , porque la Iglesia en Jerusalén tenía
miles de miembros que se habían convertido, mientras Pablo y Bernabé visitaban
dicha ciudad; razón por la cual, decidieron quedarse por tiempo indefinido en
Jerusalén, donde pudieron descubrir que por el hecho de ser cristianos, muchos
tenían dificultades para conseguir empleos.
Ésta fue la razón por la
que en los albores de la
Iglesia primitiva, los que tenían dinero y otras posesiones,
procedían con generosidad, nos expresa Lucas en Hch. 2:44-45: -“Todos los
creyentes estaban juntos y tenían todo en común: Vendían sus propiedades y
posesiones, y compartían sus bienes entre sí. Según las necesidades de cada
uno”.
A pesar
de este gran socialismo cristiano – como lo llamo yo – los
recursos materiales se agotaban con rapidez, como consecuencia del crecimiento
numérico de los convertidos al cristianismo. Éste fue el motivo por el que la Iglesia de Cristo en
Jerusalén, atravesó por grandes aprietos y limitaciones económicas; aunque esta
forma de cristiandad tuvo y tiene características admirables, como hasta hoy en
día, estuvo más enfocado en la benevolencia y caridad que de prudencia y
racionalización, que dio como resultado la gran pobreza de la iglesia por el
gran sentimiento de compasión.
Entonces, es fácil de
intuir, por qué Pablo deseó con los doce apóstoles conseguir ayuda de las iglesias
de Cristo gentiles más solventes económicamente. Lo hizo, para demostrar a los
cristianos judíos, la gran generosidad de los gentiles convertidos al
cristianismo, a fin de establecer un hermoso vínculo de unidad espiritual entre
estos dos grupos de cristianos, con el único propósito de sepultarlos y
lapidarlos a los legalistas judaizantes de la Iglesia de Cristo en
Galacia, que querían destruir la paz de dicha iglesia.
B. Cuidar de los Pobres es una Responsabilidad
Espiritual. Esta misión está sellada en la
práctica de todo buen cristiano, como el fruto más sabroso del Espíritu Santo. No
llevar a cabo esta responsabilidad, es desobedecer las Palabra de Dios, 1 Jn. 3:17: -“Si alguien que posee bienes materiales ve a su hermano que está
pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor
de Dios habita en él?” De la misma manera, Stg. 2:15-17 dice que es falso el cristiano que dice a sus hermanos
que necesitan vestidos y alimentación: -“Supongamos
que un hermano o una hermana no tienen con que vestirse y carecen de alimento
diario, y uno de ustedes les dice: Que les vaya bien; abríguense y coman hasta
saciarse, pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué sirve eso? Así
también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta”. (Para mejor
conocimiento bíblico, lea usted: Éx.
23:10-11; 30:15; Lv. 19:10; Dt. 5:7-11; Jer. 22:16; Am. 2:6,7; Lc. 6:36,38; y 2
Co. 8-9.
C. La Gran Experiencia de Pablo. Como resultante de esta hermosa experiencia, Pablo,
atendiendo a la amorosa súplica de Jacobo, Pedro y Juan, dio una sabia y
prudente sentencia en 2 Ts. 3:10,
que dice: -“El que no quiera trabajar,
que tampoco coma”. Esta grave sentencia, se aplicaba a los holgazanes,
ociosos, vagos y perezosos; mas no a los necesitados, indefensos y hambrientos
forzados por una sequía. Ésta era la razón por que, el apóstol Pablo alentó
siempre a los cristianos prósperos económicamente a servir sin condición alguna
a los hermanos en Cristo que pasaban necesidad; sin embargo, fue muy
sentimental y efusivo en su expresión elogiosa para con los hermanos generosos.
Esto lo podemos apreciar en las siguientes citas bíblicas: Ro. 15:25-27; 1 Co. 16:1-4; 2 Co. 8:1-7; 9:1-5, 12 -15.
Concluyendo, jamás olvidemos amigo lector, los
cristianos de los primeros siglos sufrieron mucho por causa del Evangelio,
según lo podemos comprobar en Mt.
10:17-28; 17:34-37; 1 Co. 7: 12-15.
Asimismo, por la causa de Cristo Jesús, muchos hermanos nuestros perdieron su
condición y pertenencias: sus hogares, su trabajo, sus herencias; y de manera
estoica e inquebrantable participaban de los sufrimientos de nuestro Amado
Redentor, nos dice 1 P. 4:13,
expresándonos: -“Al contrario, alégrense
de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su
alegría cuando se revele la gloria de Cristo”.
VI. SAN PABLO DENUNCIA LA ACTITUD JUDAIZANTE
DE PEDRO, BERNABÉ Y OTROS, (vv.11-21).
Cuando analizamos estos versículos, Pablo defiende y
expone su Evangelio dando un paso reverente en la defensa de su argumentación.
De tal manera, en los versículos 11-24,
él desea con vehemencia demostrar su condición de Apóstol, independientemente
de los otros apóstoles. Asimismo, Pablo nos ha demostrado cómo en el Concilio
de Jerusalén, los apóstoles originales le reconocieron como tal: Jacobo, Pedro
y Juan, de acuerdo a lo que nos dicen los versículos 1-10. Sin embargo, hoy, el mismo autor, recuerda la ocasión en la cual
tuvo la necesidad de censurar a Pedro, considerado como el primer apóstol de
Jesucristo, especificado en los versículos 11-21.
A. Censura Hecha por Pablo al Primero de los
Apóstoles, vv.11-13. “Pues
bien, cuando Pedro fue a Antioquía, le eché en cara su comportamiento
condenable. Antes que llegaran algunos
de parte de Jacobo, Pedro solía comer con los gentiles. Pero cuando aquellos
llegaron, comenzó a retraerse y a separarse de los gentiles por temor a los
partidarios de la circuncisión. Entonces los demás judíos se unieron a Pedro en
su hipocresía, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por esa conducta
hipócrita”. Antes de comentar estos tres versículos, recordemos siempre
que Pablo y Bernabé tuvieron su Cuartel General en Antioquía de Siria, de donde
salieron con la ayuda del Espíritu Santo para evangelizar a los gentiles. Esto lo
podemos comprobar leyendo Hch. 13:1-3 ,
donde Pablo, Bernabé, Simeón, Lucio de Cirene, Manaén y otros fueron maestros
de la Biblia. Razón
por la cual, muchos investigadores creen que allí en Siria funcionó la
primera Escuela Paulina, como también la segunda en Éfeso por espacio de tres
años, con la participación de Lucas,
Timoteo, Tíquico y Onésimo, como lo podemos apreciar en Hch. 19:8-10 y 20:31, habiéndose hecho realidad en la Escuela de Tirano. De la misma manera, no
olvidemos que Antioquía de Siria fue la ciudad clave para llevarse a cabo la
expansión del cristianismo; porque, así fue más fácil de ganar otras ciudades
también.
B. El Enfrentamiento del Problema, v.11. Ahora que Pablo dice: -“Cuando Pedro fue a Antioquía (de
Siria), le eché en cara su comportamiento condenable”, no quiere decir
que él va a demostrarle su autoridad con enfado ni orgullos personales. Lo que
Pablo quería, era dejar bien asentada la verdad de su enseñanza, porque
consideró que estaba en juego el Evangelio de Cristo. El grave error que Pedro había cometido , era el mismo que los
legalistas, judaizantes y falsos maestros propagaban en todas las iglesias de
Galacia. Éste fue el motivo para que Pablo le echara en cara (Gr. anistemi : resistir o prohibir) su comportamiento condenable,
cuando Pedro llegó a Antioquia de Siria un año después del Concilio de
Jerusalén, donde quedó bien asentada la
determinación de una vez y para
siempre, que la observancia y la aplicación de la ley mosaica, no era condición
para la salvación del cristiano; aunque los judaizantes consideraban que la
ley mosaica colocaba a los cristianos en lugares más altos que aquellos que
negaban la ley ceremonial. Pues, lo que querían era instituir una aristocracia
legalista y judaizante entre los cristianos.
C. Una Actitud Necesaria y Plausible de Pablo. Motivado por este hecho, algunos analistas y
comentaristas bíblicos de alta reputación, consideran que gracias a la decisión
de Pedro, nació la decisión de Pablo, para corregir oportunamente lo que estaba
mal en la conducta de Pedro. La
reprensión de ayer como la de hoy, cuando no andamos conforme a la sana
doctrina, es muy necesaria y plausible. Por tanto, este enfrentamiento o confrontación pública
sobre la desviación conductual de Pedro era justificable, porque tanto en la mente de Pablo como en la de nosotros
resultó, resulta y resultaría condenable, porque está demostrada que la culpa
es una plaga universal de la raza humana, pecadora por excelencia.
En consecuencia, la
conducta desviada de Pedro fue condenable a la vista y paciencia de
los cristianos antioquianos de Siria, porque ellos también habían sido bien
cimentados y enseñados en el Evangelio
de la Gracia. Esto lo hizo Pablo, antes de que este hecho de Pedro fuera a
favor de los legalistas y judaizantes de ese entonces, para que estos enemigos
de Pablo causaran serios problemas en la Iglesia de Cristo de
Antioquía de Siria. Pues, Dios usó a Pablo, oportunamente, para cortar de raíz
esta grave enfermedad que podía infestar a todos los cristianos y alegrar a los
judaizantes. Es decir, aquello que pudo ser una tremenda tragedia doctrinal para el cristianismo, Pablo lo
enfrentó oportunamente para la honra y la gloria de Dios, y para el
robustecimiento de la Iglesia
de Cristo.
D. La
Causa del Enfrentamiento, v.12: -“Antes que llegaran algunos de parte de Jacobo, Pedro solía comer con
los gentiles. Como la misma
lectura nos da a entender, Pedro ya había estado en Antioquia de Siria cierto
tiempo antes que llegaran algunos de Jacobo, el apóstol Pedro
departía y solía comer con los gentiles. Pues, según Hch. 11:3, esta actitud fue criticada
acremente por los defensores de la circuncisión, cuando Pedro subió a
Jerusalén, de regreso a Antioquía de Siria. Le dijeron: -“Entraste en casa de hombres incircuncisos y comiste con ellos”. En
este caso, el apóstol Pedro, reconoció lo que había hecho: lo sostuvo y logró
persuadirlos y convencerlos a los hermanos judíos de ese entonces, según nos da
a conocer Hch. 11:4-18, que al
oír esto (los de la circuncisión), se apaciguaron y alabaron a Dios diciendo: ¡Así
que también a los gentiles les ha concedido Dios el arrepentimiento para vida! Es decir, los judíos quedaron
satisfechos con la excelente preocupación que les hizo Pedro.
Ahora, cuando usted amado
lector se detiene a leer con especial atención Hch. 15:23,24 , se dará cuenta que aquellos llamados algunos
de Jacobo no fueron enviados por él, ya que en los mismos versículos de
Hch. 15:23,24 no figura por ningún
motivo el nombre de Jacobo, medio hermano de nuestro Señor Jesucristo, sino
como reza en ellos, diciéndonos: -“Los
apóstoles y ancianos, a nuestros hermanos gentiles en Antioquía, Siria y
Cilicia: saludos. Además, él no fue apóstol; sin embargo, muchos lo
consideran Anciano, sin desconocer que fue un líder de muy alta reputación y
estima en la administración de la
Iglesia de Cristo en Jerusalén. Razón por la cual, el apóstol
Pablo nos dice: -“antes que llegaran algunos de Jacobo”, porque el mismo Jacobo
había sintetizado la decisión tomada en contra de los legalistas judaizantes,
conforme lo podemos apreciar en Hch.
15:19, que a la letra dice: -“Por
tanto, yo considero que debemos dejarle poner trabas a los gentiles que se
convierten a Dios”.
Finalmente,
los hombres a los que Pablo tilda como
algunos de Jacobo, eran pues los Celotes ; es decir, los partidarios de la circuncisión, que no solamente degeneraban el Evangelio
de Cristo Jesús, sino que se hacían
acreditar con credenciales falsas de seudos apóstoles y ancianos de Jerusalén.
Asimismo es menester hacer referencia acerca de la gran dificultad de Jacobo
para abandonar las observancias de la ley mosaica, especificada con evidente
claridad en Hch. 21:18-26, cuya
parte medular nos dice: -“…ya ves hermano
(Pablo), cuántos miles de judíos han
creído, y todos siguen aferrados a la ley…”. Pero jamás envió una
delegación conformada por herejes, legalistas y judaizantes a Antioquia de
Siria, para menoscabar el Evangelio de Dios, y con ellos crear serios problemas
en la Iglesia
de Cristo de ese lugar. Jacobo siempre obró con prudencia y sabiduría en bien
de la armonía y la unidad cristianas.
E. La
Posteridad reconocerá la Aparente Conducta
Desviada de Pedro, v.12. A pesar de la
confrontación de Pablo hacia Pedro, la posteridad jamás deberá olvidar que el
apóstol Pedro fue el primero que aprendió – como prominente hombre entre los
apóstoles - que desde el momento que solía
comer con los gentiles , los judíos podían y debían comer con ellos,
demostrando Pedro con esto también, ser
el primero que practicó esta notable e histórica comunión, como el mismo
Pablo lo dijera desde Corinto, en Ro. 10:12:
-“No hay diferencia entre judíos ni
gentiles, pues el mismo Señor es Señor de todos y bendice abundantemente a
cuantos lo invocan”. Aún más, el mismo autor sagrado, profundiza esta
hermosa confraternidad cristiana judío-gentil al darnos a conocer en Gá. 3:26,28, diciéndonos: -“Todos
ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús…Ya no hay judío ni
griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo
en Cristo Jesús”. (Lea además, Ro.
1:16 y 2:9-11 ). Con esta comunión cristiana entre judíos y gentiles, se ha
logrado la Paz ,
y una bienaventuranza divina surtirá efecto en la vida de ambos: -“Dichosos los que trabajan por la paz,
porque serán llamados hijos de Dios”, Mt.
5:9.
Finalmente, Pedro, por su
experiencia revelada por Dios mismo -llegó a saber mejor que cualquier apóstol-
que todos los alimentos son puros con la bendición de Cristo, como también
todos los cristianos en el mundo entero son iguales. ¿Por qué? Porque él mismo
aprendió en la casa de Cornelio (gentil), que
para Dios no hay favoritismo entre las personas, Hch. 10:34; Ro. 2:11; Ef. 6:9; etc.
F. ¿Por qué vino la Observación de Pablo? Porque Pedro
venía practicando esta comunión durante cierto tiempo; es decir, comiendo con
personas que lo acompañaban; inclusive, había participado en muchos ágapes con
cristianos y creyentes gentiles, congregándose también con ellos para celebrar la Cena del Señor. De tal
manera, cuando llegaron algunos de Jacobo participaron con la iglesia de Antioquía
de Siria de un ambiente agradable, donde se vislumbró una comunión muy especial
de compañerismo entre cristianos judíos y gentiles, donde reinaba un estado
perfecto de amor y libertad de cristianos comiendo en la misma mesa.
G. La Retractación de Pedro, v.12: -“Pero cuando aquellos llegaron, comenzó a
retraerse y a separarse de los gentiles por temor a los partidarios de la
circuncisión”. Cuando llegaron
estos celotes; es decir, los cristianos partidarios de la circuncisión y de la
ley mosaica, el apóstol Pedro empezó a retraerse y a separarse de los
gentiles por temor a ellos en cuanto a su vida y libertad.
Esta forma de actuar de
Pedro, se debió a cinco cosas fundamentales:
1. Por su falta
de convicción;
2. Por la
presión de los hermanos judíos que les impuso su carnalidad;
3. Por su
temor de hacer un acto de falsedad e
impostura cometida en contra del Evangelio de Cristo Jesús;
4. Por su
temor de quedar en ridículo; y
5. Por su temor
de perder su popularidad y prestigio ganado hasta entonces, ante un grupo de
celotes, judaizantes y legalistas, cuya doctrina era engañosa, hereje y
perversa.
H. La
Personalidad de Pedro. En cuando a su personalidad, el defecto de
Pedro fue el de ser una persona
vacilante y poco consecuente con su compromiso espiritual: Por un momento mostraba valor y convicción,
para después caer; primero , defendía la fe con mucho valor y gallardía; después , cedía terreno y caía. Éste es
el gran motivo para que Pedro cayera en Antioquía de Siria en la trampa de los
judaizantes, legalistas y celotes perversos que presionaban al apóstol para no
participar con los gentiles. Por eso, es de gran importancia dejar bien en
claro: los cristianos que rehúsan de participar de la Mesa del Señor al lado de
otros hermanos, por causa de otras creencias personales, de sus temores y
prejuicios, caen en el mismo error en que Pedro cayó en Antioquía de Siria.
En consecuencia, si
procedemos de esta manera, dividimos la unidad espiritual de la Iglesia de Cristo, que es
su cuerpo; y Él, su cabeza. ¿Por qué?
Porque al tener miedo de nuestros amigos, compatriotas cristianos, en cualquier momento, nos pueden hacer traidores de
nuestras propias convicciones cristianas.
I. Los Apóstoles
tuvieron el Poder del Espíritu Santo. Asimismo, jamás olvidemos, que los
apóstoles fueron bautizados con el poder del Espíritu Santo, a fin de que
sus enseñanzas fueran infalibles,
transparentes y ejemplares. Por eso, los miembros de la Iglesia de Cristo de aquel
tiempo, se mantenían firmes en las
enseñanzas de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la
oración”, (Hch. 2:42). Sin embargo, no eran infalibles en sus normas
conductuales, porque en esta ocasión, el comportamiento de Pedro no armonizó
con su actitud en la casa del gentil
Cornelio, como lo vemos en Hch. 10:15-29.
J. Los Gentiles eran Maltratados. De la misma manera, tampoco nos olvidemos que Pedro, Bernabé y otros apóstoles trataron
a los gentiles de inmundos y perros; términos comunes en
aquel tiempo, dados a cualquier gentil. Por esta doblez del corazón de Pedro,
por su hipocresía y por ser hombre de dos caras, Pablo peleó la buena batalla , para que la unidad de la fe y el comportamiento del
judío como del gentil fueran UNO, como Cristo Jesús, el Padre Celestial, el
Espíritu Santo y nosotros somos UNO; dándose cumplimiento con ello, lo que
el Evangelio de Cristo expresa en Jn.
10:30; 17:11,21 y Gá. 3:28;
aunque Pedro se había adelantado a esta unidad
y comunión ; pero siempre vacilaba.
VII. EL MAL EJEMPLO TIENE UNA INFLUENCIA PODEROSA, (v.13).
“Entonces los demás
judíos se unieron a Pedro en su hipocresía, y hasta el mismo Bernabé se dejó
arrastrar por esa conducta hipócrita”. En este versículo, lo que podemos apreciar es, el gran problema de insinceridad,
porque personalmente Pablo pudo comprobar en la conducta de Pedro, Bernabé y otros hermanos, cuando participaban de
ese compañerismo en las comidas, y
cuando se apartaban del mismo
compañerismo o camaradería que la ley de Moisés les exigía tanto moral como
espiritualmente. Razón por la cual, a la vista de Pablo y de sus
acompañantes, salían a relucir la
falsedad en la verdadera extensión de la palabra; doblez que el mismo Pablo
determina como un grave error.
Pues, este asunto jamás hubiese acontecido, si Pedro se hubiera negado a tal
compañerismo; porque la hipocresía es lo
verdaderamente opuesto a la sinceridad, franqueza y limpidez de corazón. De
tal manera, frente a este semejante ejemplo de Pedro, los demás judíos convertidos de Antioquia de Siria, se
unieron a Pedro y participaron de esta simulación hipócrita.
A. Un Hombre Piadoso también cayó. Ahora, todavía lo más sorprendente es, cuando el piadoso Bernabé, Hch. 4:36,37, un
hombre de buena reputación espiritual y alta estima, Hch. 11:24, cayó en el
fango de tamaña hipocresía , arrastrado y presionado por esta doblez humana,
propia de la debilidad de carácter. Es decir, aquel hombre que había sido el
compañero y el primer amigo de Pablo, conforme nos data el Libro de los Hechos, v.27,
que nos dice: -“Entonces Bernabé lo tomó
a su cargo y los llevó a los apóstoles” , quien había visto y comprobado el triunfo rotundo del Evangelio de
Cristo Jesús entre los gentiles de aquel tiempo; el acompañante y misionero , según
Hch. 13-15, que con Pablo había predicado y proclamado el Evangelio de la Gracia de Dios y la Libertad en contra de la Opresora Ley de
Moisés, personalmente él mismo cayó prisionero de la tremenda hipocresía;
mejor dicho, se dejó arrastrar por esa conducta hipócrita.
Es posible
que el distanciamiento entre Pablo y Bernabé, se debió a la hipocresía de
Bernabé, según nos da a saber Hch.
15:37-40. En consecuencia, motivos justificados habían para que Pablo actuara de esa manera, porque en los gentiles convertidos al
cristianismo se estaba echando la semilla de la impureza y de la esclavitud
espirituales. Asimismo, porque los judíos cristianos pensaban que la Ley podía darles cierta
santidad que la fe en Cristo Jesús no les daba. Además, porque estaban vaciando sobre estos hermanos tiernos, débiles el tanque de impurezas, falsedades y
esclavitud. De igual manera, lo estaban haciendo sobre quienes habían aceptado el Evangelio de Cristo.
Como vemos,
todos estos antecedentes de acciones hipócritas que acontecieron en el tiempo
de Pablo, Pedro, Bernabé y otros hermanos en Cristo, nos sirve de antecedente o
incentivo, para no actuar jamás así; salvo, si la voluntad y el propósito de
Dios lo requieran así.
B. Lo que nos deja un Ejemplo. Como hemos podido comprobar en esta irrefutable
evidencia cristiana, el ejemplo de Pedro
era muy poderoso , pero potencialmente peligroso; porque cuando
él cayó, muchos cayeron con él aun el piadoso Bernabé (Hijo de Consolación) , según vemos en Hch. 4:36; 11:24.
En resumidas cuentas, la conducta de Pedro, Bernabé
y otros hermanos en Cristo, estaban
borrando la sana doctrina cristiana, al pisotearla en la vida práctica , que
era difundida entre los gentiles residentes en Jerusalén. Por lo tanto, al
procurar agradar a los hipócritas, también ellos se hicieron hipócritas, lastimando
en lo más íntimo a los hermanos gentiles y a Jesucristo. ¿Por qué? Porque nuestros hermanos judíos no podían comer con
nuestros hermanos gentiles, por el motivo de que éstos eran incircuncisos.
Pues, la única solución era circuncidarlos; pero la circuncisión era una
doctrina muy diferente a lo que los gentiles habían aprendido y aceptado de
Pablo: No circuncidarse el prepucio,
sino la circuncisión debe ser en el corazón, de acuerdo a lo que nos dice
el mismo autor sagrado en Ro. 2:28-29: -“Lo exterior a nadie hace judío, ni consiste
la circuncisión en una señal en el cuerpo. El verdadero judío lo es
interiormente; y la circuncisión es la señal del corazón, la que realiza el
Espíritu, no el mandamiento escrito”. (Véase también Col. 2:11 ).
Por último, comprendamos que somos hechos de carne y
hueso: con emociones, sentimientos y
pensamientos fluctuantes, donde aun el cristiano de carácter férreo no está
libre de cometer errores, ni tampoco los más espirituales en CAER por hipocresía,
cuando hay quienes, motivados por una presión emotiva le hagan caer, a pesar de
haber predicado la Gran Verdad
con carácter firme. Pues, la doctrina
correcta llevada a cabo por una conducta
incorrecta , tiene como fin: una
connotada hipocresía, un doblez de ánimo, una falsedad inconmovible y una
traición inolvidable.
Por las razones expuestas, este acontecimiento puede
suceder en el cristiano más espiritual y encumbrado, porque si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer, nos da
a conocer el mismo Pablo en 1 Co. 10:12,
porque la Verdad
se impondrá por los siglos de los siglos, antes que la paz, la armonía y la
tranquilidad, conociendo que el compañerismo y la unidad se forjan y
constituyen bajo el signo de la inconmensurable Verdad. Pues, buscamos la paz
nacida de la Verdad
y de la voluntad de Dios, nos da a conocer Ef.
4:3 , diciéndonos: -“Esfuércense por
mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz”. Por eso, es
muy necesario e importante reprender, delante de todos, a los hermanos más
sobresalientes que persisten en pecar, según nos enseña 1 Ti. 5:20: -“A los que pecan, repréndelos en público
para que sirva de escarmiento”.
__________________________
CAPÍTULO DOS
LECCIÓN SEIS: PABLO
DEFIENDE SU APOSTOLADO, V
INTRODUCCIÓN.
En esta lección, dilecto amigo y hermano en
Cristo, podremos apreciar la gran observancia de Pablo ante la culpabilidad de
Pedro, porque hasta ese entonces estaba gozando de la mayor influencia, como
cabeza de los once apóstoles restantes. Con este motivo, Pablo censuró públicamente
a Pedro, porque hizo pecar a Bernabé y a
otros hermanos en Cristo Jesús. Pues los judíos disponían de la ley mosaica
para justificarse, mientras que los gentiles estaban sin ninguna ley. Además,
el Dr. Pablo enjuicia que nadie es justificado por las obras de la ley, porque
no salva ni salvará a nadie, sino por nuestra fe puesta firmemente en
Jesucristo, nuestro Señor. Por otro lado, la ley de Moisés nunca fue negativa,
porque con aquella antigua ley los judíos fieles fueron salvos; pero vino el
fracaso, debido a que muchos judíos abusaban y degeneraban la ley. Además, la justicia de los legalistas
era humana; sin embargo, a pesar que los cristianos somos pecadores, Cristo
Jesús no está al servicio del pecado. El verdadero pecador es quien se aparta
de Cristo Jesús para regresar a la ley; también quien desea suplantar a nuestro
Señor Jesucristo y quien ofrece su justicia en vez de la justicia de nuestro
Amado Redentor. Por eso, Pablo renunció y abandonó la ley mosaica para amar y
servir a Dios, porque comprendió que la persona que muere en Cristo tiene una nueva
vida, y recibe muchas bendiciones cuando se somete a su voluntad, para vivir
por fe en el Hijo de Dios, quien nos amó primero y dio su vida por todos
nosotros.
I. PEDRO, BERNABÉ Y
OTROS HERMANOS NO ACTUBAN RECTAMENTE, V. 2:14. “Cuando vi que no actuaban rectamente, como corresponde a la integridad
del evangelio, le dije a Pedro delante de todos: Si tú, que eres judío, vives
como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los gentiles a practicar el judaísmo”.
A. La Observancia de Pablo. No actuar rectamente en Gr. significa
orthopodeo. Esta palabra tiene una profunda connotación para cualquier
buen cristiano de hoy. Pues, Pablo los vio y comprobó que no actuaban rectamente como
corresponde a la integridad del evangelio; es decir, Pedro estaba sembrando semillas de
impurezas y falsedades degenerativas, provenientes de la senda espiritual
torcida, entre los gentiles convertidos al cristianismo. Razón por la cual,
nuestro hermano Pablo no tardó en caer en la cuenta de la grave situación, por
la que estaban pasando los fieles a Cristo en Antioquia de Siria, al recibir la
tremenda carga del legalismo judaizante de aquel tiempo.
B. La Culpabilidad de
Pedro. Pedro
era el principal culpable por llevar
en su conciencia tremenda falsedad y estar
gozando de la mayor influencia
como cabeza de los once apóstoles restantes. Por consiguiente, Pablo
interpeló y censuró públicamente a Pedro, como el reo del más falaz engaño en
presencia-de toda la iglesia, diciéndole:- “Si tú, que eres judío, vives como si no lo
fueras, ¿por qué obligas a los gentiles a practicar el judaísmo?”. Éste
fue un reproche duro, pero saludable de parte de Pablo a Pedro, al acusarle de
la más flagrante contradicción y de la falsedad más falsa de todas las
falsedades, haciéndose culpable público
y condenándose él mismo en vida, por el solo hecho de ganarse la simpatía y consideración de los legalistas judíos de
Jerusalén; además, poniendo en juego toda su influencia para obligar a los
cristianos gentiles a observar la ley judía. De tal manera, con esta actitud
pública adoptada por Pedro, estaba traicionando flagrantemente la libertad
cristiana con una visible deslealtad al Evangelio de Cristo Jesús.
Por esta razón, no nos debe sorprender que Pablo censurara en público al apóstol infiel, porque la conducta
pública de Pedro no estaba acorde con lo que él creía, toda vez que el
prominente apóstol, adoptó una posición propia de los falsos maestros
hipócritas en Antioquía de Siria, que ocasionó ruptura o disidencia dentro de la Iglesia de Cristo, toda
vez que esta iglesia se había convertido en el paradigma, modelo, ejemplo o tupus de compañerismo, armonía y
fraternidad entre hermanos judíos y gentiles, para empañarlo todo de noche
a la mañana.
C. Consideraciones
para el Futuro. Como la ofensa de Pedro fue de carácter público, Pablo lo
amonestó severamente delante de todos , habiendo desenmascarado de esta manera, la
hipocresía ante la congregación entera. Pues, todo error público debe ser
encarado de la misma manera, porque una iglesia que no disciplina a sus
miembros, por muy elevados y ponderados que éstos fueren, pierde por completo
la esencia de su confiabilidad; y que, transcurrido cierto tiempo, esta
enfermedad engrosa sus raíces y se profundiza de tal manera que nadie podrá
quitarla, como nos dice el mismo Dr. Pablo en 1 Ti. 5:20, enseñándonos:- “A los que pecan, repréndelos en público
para que sirva de escarmiento”. Esto quiere decir que ningún líder cristiano, sin considerar su prominencia o estatura calificada, está
o debe estar por encima de la disciplina del cuerpo al que pertenece.
II. TODOS ERAN
PECADORES, V. 2: 15. Continúa el apóstol Pablo, diciéndonos:- “Nosotros
somos judíos de nacimiento y no pecadores paganos”. Con esta expresión,
el autor no nos está diciendo que los judíos no eran pecadores, sólo los
gentiles; sí, lo eran ambos, como él mismo lo demuestra en todo el capítulo 3 de su carta a los Romanos.
Inicia su comunicación, expresándonos:-“¿Qué
se gana con ser judío, o qué valor tiene la circuncisión , Ro. 3: 1. Además, continúa diciendo:-No hay ni un solo justo, ni siquiera uno, Ro. 3: 10, tanto judíos como gentiles.
No hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios , Ro. 3:11. Todos se han
descarriado (judíos y gentiles), a
una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo! , Ro. 3: 12. Por este motivo, la jactancia de los judíos queda excluida,
por estar fuera de la Verdad
de Dios, desde aquel instante hasta hoy.
A. No somos
Justificados por la
Observancia a la
Ley. Como hemos podido apreciar, amigo lector, no
somos justificados ( perdonados) por la observancia de la ley, sino por la de la fe en Cristo Jesús, porque sostenemos que todos somos
justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige, nos dice el
mismo autor en Ro. 3: 28. Porque
Dios es el Dios de los judíos como el de
los gentiles; además, Él justifica por
la fe tanto a los que están circuncidados, como a los que no lo están .
Entonces, fijándonos bien en la
expresión del Dr. Pablo, podemos apreciar que el autor emplea el vocablo pecadores en el sentido que los judíos
y los del partido legalista-judaizante lo aplicaban. Pues, Pablo descubrió que con la obras de la ley no podían ser
justificados, habiéndose visto obligados a buscar su salvación en Cristo Jesús.
Los judíos disponían de la
Ley Mosaica para justificarse, mientras que
los gentiles estaban sin ninguna ley; por esto, eran considerados pecadores por los legalistas
judaizantes por su conducta pública moral. Razón por la cual, el mismo autor
sagrado nos dice en 1Co. 9:21:-“ Entre
los que no tienen la ley me volví como los que están sin ley (aunque no estoy
libre de la ley de Dios, sino comprometido con la ley de Cristo), a fin de
ganar a los que están sin ley”. Con
estas expresiones, Pablo nos demuestra que él estaba con la ley del Mesías: en
hebreo mashiakj: ungido, elegido; y en griego Mesías: Cristo.
B. La Declaración de Pedro. Por todo
lo visto, jamás olvidemos que el mismo Pedro, en el Concilio de Jerusalén, había declarado la misma verdad a los
judaizantes y legalistas, como lo podemos apreciar en Hch. 15:10-11. Asimismo, tampoco olvidemos que en toda la Santa Palabra de Dios se puede apreciar el vocablo justificación,
que en Gr. es Dikkaió , cuyo uso
original se refiere a la forma cómo Dios declara libre de culpa con la fe
puesta en Cristo Jesús. Más aún, es el actuar presente de Dios para
declarar a un pecador: recto, justo y
libre de pecado ante Él. Esto significa, que por la gracia divina le perdona, le restaura y le acepta cuando
solamente se enfoca en la persona y la
obra de su Amado Hijo, Cristo Jesús, el Redentor del Mundo .
III. LA FUNDAMENTACIÓN DE
PABLO PARA SER DECLARADO INOCENTE Y NO CULPABLE, V. 2: 16. Por eso,
continúa diciéndonos el apóstol Pablo:- “Sin embargo, al reconocer que nadie es
justificado por las obras de la ley sino por la fe en Jesucristo, también
nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificado por la
fe en él y no por las obras de la ley; porque por éstas nadie será
justificado”. Es de vital importancia saber que un cristiano y nada
más, por mucho que guarde y practique la Ley
Mosaica, jamás podrá hacerse justo, porque la raíz de toda la
pecaminosidad humana tiene su origen en el carácter
caído y la vergüenza humillante
de su corazón, mas no, en el de sus hechos externos . Además, el problema
fundamental se establece en lo que
realmente el hombre es interiormente, y no en lo que hace, debido a que sus
actos pecaminosos no son más que las manifestaciones de lo que le dicta su
corazón depravado, Mt. 15:19,
dirigidos por sus pensamientos pecaminosos. Por ejemplo, una persona que odia
interiormente a su hermano, es un verdadero
asesino , conforme nos enseña 1Jn.
3:15; de tal manera que, en una persona de esta clase, no permanece la vida
eterna. Esto también lo podemos ver en Mt.
5: 22, que a la letra dice:- “…todo
el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal…Cualquiera
que maldiga, quedará sujeto al juicio del infierno”. Asimismo, un hombre
con pensamientos perversos y degenerados acerca de una mujer, es un adúltero
perfecto, sin cometer el acto físico del adulterio, expresa Mt. 5: 28:- “…Yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia, ya ha
cometido adulterio con ella en su corazón”.
A. Las Obras de la Ley jamás salva ni salvará a
una Persona. Como la Palabra de Dios dice por
medio de Pablo, nadie por muy hermosas y maravillosas que sean sus obras demandadas por la Ley (Gr. Nomos) Mosaica , podrá cambiar la naturaleza interna o el carácter
de ningún hombre, porque con las obras que la ley mosaica demanda, los
hombres que la ejecuten, quedarán sindicados para el juicio de Dios; de tal
manera, por medio de ellas, ningún hombre quedará justificado delante de Él, por hacer las obras que exige la ley, debido
a que por medio de la ley cobramos
conciencia del pecado, nos dice el Dr. Pablo en Ro. 3:19-20. Porque la ley es sumamente insuficiente, innecesaria y negativa por los cuatro costados.
Asimismo, la ley nos muestra al desnudo nuestros pecados, pero jamás lo
remueve. En consecuencia, todo hombre llega a
ser justificado por la fe, sin la
ayuda absoluta de la ley mosaica.
Esto lo
podemos apreciar, amado lector, en Ro.
3:21-24 y 28, que a la letra dice:- “Pero
ahora sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios…22 Esta
justicia de Dios llega mediante la fe en Jesucristo a todos los que creen…23
Todos ha pecado y están privados de la gloria de Dios… 24 Por su gracia son
justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó…28 Porque
sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la
ley exige”.
B. Sólo Nuestra Fe en
Cristo Jesús nos salva. Jamás un cristiano de corazón debe olvidar
que su fe en Cristo Jesús, pone a
disposición de cualquier otra persona, como un regalo hermoso, gratuito y de por vida que le ha de suministrar el perdón y la salvación
absolutas si persevera en Él. De la misma manera, la fe puesta en nuestro
Señor Jesucristo es poner nuestra plena confianza en su muerte, sepultura y resurrección, a fin de que se nos quite, lave y perdone los pecados
propios de toda persona pecadora. Por
tanto, debemos someternos a Dios, resistir
al diablo y él huirá de nosotros, nos dice Stg. 4: 7 , como lo hicieron Pedro y Pablo, judíos de nacimiento,
declarado en Hch. 2: 28.
Ahora, cuando
analizamos adecuadamente Gá. 2:16,
podremos comprobar que toda salvación
espiritual es únicamente por medio de nuestra fe en Cristo Jesús y jamás en la
ley mosaica. Pues, esta condición especial debe quedar bien establecida en
la conciencia de cada lector. Por consiguiente, en este versículo podemos
apreciar tres clases de afirmaciones bien definidas: Dos de carácter universal
y una de carácter personal. Veamos lo que dice Gá. 2: 16:
*“…nadie es justificado por las
obras que demanda la ley, sino por la fe en Jesucristo: De carácter mundial o universal, si
es que el hombre pudiere vivir en otros planetas, cuando Dios lo permita.
*“Nosotros hemos puesto nuestra fe
en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en Él y no en las obras de la
ley”: De carácter individual.
*Porque por éstas (las
obras de la ley) nadie será justificado”: De carácter mundial o universal.
En consecuencia, es
menester afirmar rotundamente, que las tres declaraciones de Pablo- analizadas
por cierto- encierran la misma realidad y los mismos caracteres indiscutibles e
irrefutables, por que son manifestaciones inequívocas de la Santa Doctrina de la Salvación, sólo por Fe
en Cristo Jesús y las Buenas Obras, según nos da conocer Stg. 2: 17, 22 , expresándonos:-17
“Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. 22 Ya lo ves: Su fe y sus obras (las
de Abraham) actuaban conjuntamente, y su
fe llegó a la perfección por las obras que hizo”.
C.
Lo que es la Doctrina
de la Salvación. Para comprenderla, es bueno que
observemos lo que la
Doctrina de la
Salvación, nos enseña: Primero, ha sido
establecida con base y fundamento en la
autoridad apostólica de Pablo; segundo,
ha sido establecida con base y
fundamento en la experiencia vivida
por el referido apóstol; y, tercero,
ha sido establecida con el verdadero
fundamento en la Palabra
de Dios, escritos en el A.T. Por tanto, veamos lo que nos dice Sal. 143: 2:- “No lleves a juicio a tu siervo, pues, ante ti nadie puede alegar inocencia”.
D. La Ley de Moisés nunca fue
Negativa. Al tener el concepto negativo de la
Ley Mosaica, muchos creen que las obras de
la ley no salvaban. Pues, jamás nos olvidemos de los profetas y miles de
fieles que vivieron y murieron bajo las disposiciones de la
Ley Mosaica, y que son salvos.
Entonces, fijémonos, ¿por qué hago una observación o acotación
tan importante? Simple y llanamente, porque el sistema legalista de aquel
tiempo, jamás estuvo desprovista de la
gracia, la misericordia y el perdón de Dios, de acuerdo a lo que nos demuestra Ex.20:6, que literalmente nos dice, refiriéndose a la prohibición
del verso 5:- “Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les
muestro mi amor por mil generaciones”. Asimismo, podemos apreciar lo que le
dijo Dios, nuestro Señor, al antiguo pueblo de Israel en Dt. 10: 12-13:- “Y ahora
Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios?
Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que le ames y le sirvas
con todo tu corazón y con toda tu alma, 13 y que cumplas los mandamientos y los
preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien”. De la misma
manera, podemos apreciar lo que nos dice el profeta Miqueas en el verso 6:8 de su libro:-
“¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera
el Señor: Practicar la justicia, amar la
misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Así, por el estilo, podríamos
leer lo que nos dicen: Ex. 34:6,7; Dt. 30:6-10 y Sal 119 , considerados como los más preciosos
elogios y alabanzas a la Ley
de Dios.
E. Con
la Antigua Ley,
los judíos Fieles fueron Salvos. Todas estas citas bíblicas, dadas líneas
arriba, nos demuestran que para los fieles que creyeron en Dios como su padre
Abraham creyó, la Ley era un sistema de fe
suprema en Dios para recibir su invalorable gracia, manifestadas
permanente- mente en sus santas bendiciones cotidianas. Con este significado profundo, la Palabra de Dios nos evidencia que los judíos
fieles fueron salvos, de la misma forma que nosotros lo somos: Por creer a Dios, amarle a Dios con todo
nuestro ser: corazón, alma, mente y fuerza, también por obedecerle con un
corazón limpio.
Por otro
lado, aclarando mejor, Cristo Jesús tuvo su existencia desde antes de la
fundación del mundo, como nos dice Jn.
1: 1-3:- “En el principio ya existía
el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Él estaba con Dios
en el principio. 3 Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada
de lo creado llegó a existir”. Por esta razón, Cristo Jesús es el Salvador de todos los fieles que vivieron bajo las
normas y preceptos del Antiguo Testamento, conforme nos da a conocer Heb. 9: 15-17, que literalmente nos
expresa:- “Por esto Cristo es mediador de
un nuevo pacto, para que los llamados reciban la herencia eterna prometida,
ahora que él ha muerto para liberarlos
de los pecados cometidos bajo el primer pacto. 16 En el caso de un
testamento, es necesario constatar la muerte del testador, 17 pues un
testamento sólo adquiere validez cuando el testador muere, y no entra en vigor
mientras vive”.
F. La Ofrenda Sacrificial
Judía miraba hacia la Cruz
del Calvario. Cuando los
antiguos israelitas ofrecían sacrificios de animales, los fieles servidores de Dios, siempre miraban a Cristo Jesús; por eso, nuestro Padre Celestial Jehová les
perdonó. Pues, el Cordero de Dios que
quita el pecado del mundo, Jn. 1:29,
fue sacrificado desde la creación del
mundo, Ap. 13:8, porque ante la
mirada de Dios Creador, la muerte de Cristo Jesús su Unigénito Hijo, siempre
fue hecha realidad. Motivo por el cual, el profeta Isaías cuando habló de
Jesús, dijo:- “Él fue traspasado por
nuestras rebeliones, u molido por nuestras iniquidades, Is.53: 5. Es decir, lo manifiesta como si ya hubiere acontecido
los hechos.
En consecuencia, los que vivieron
bajo las ordenanzas del A.T y ofrecían sacrificios por sus pecados, fueron
perdonados por la preciosa sangre de Cristo Jesús. De tal manera que, si la Ley era usada correctamente, se constituía en
santa y los mandamientos en santos,
justos y buenos, Ro. 7:12.
G. Vino el Fracaso de
la Ley. El fracaso
de la Ley vino
por dos razones fundamentales: Primero, porque muchos judíos
del tiempo de nuestro Redentor y de Saulo de Tarso abusaban y degeneraban la
Ley de Moisés, convirtiéndola en un sistema legalista desprovisto de perdón y misericordia; segundo, porque el Plan de Dios tenía
que cumplirse en el sufrimiento, muerte,
sepultura, resurrección y ascensión de Cristo Jesús , a fin de absorber la ira del Padre Jehová, conforme
nos dice Ro. 3: 25,26:- “Dios lo ofreció como un sacrificio de
expiación que se recibe por la fe en su
sangre, para así demostrar su justicia. Anteriormente en su paciencia, Dios
había pasado por alto los pecados; pero en el tiempo presente ha ofrecido a
Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez,
el que justifica a los que tienen fe en Jesús”. (Véase además: Gá. 3: 13 y Jn. 4: 10 ).
H. La Justicia de los Legalistas era Humana. De
esta clase de justicia nos habla el doctor Pablo como su propia vivencia,
cuando él fue Rabino de la Ley Mosaica,
Fil. 3:9 , diciendo-nos:- “No quiero mi propia justicia que procede de
la ley, sino la que se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que
procede de Dios, basada en la fe”. (Véase también Gá.6:13, que será tratado más adelante).
Por tanto, jamás olvidemos apreciado
lector, que el apóstol Pablo hizo uso del vocablo
ley y obras de la ley en el sentido en que lo usaron los judíos y
legalistas de la Iglesia
de Cristo de aquel entonces, por carecer de la gracia de Dios donde tiene amplia cabida el perdón y la misericordia.
Para mayor conocimiento bíblico, veamos lo que nos dice el apóstol Juan:- “¿Cómo va a ser posible que ustedes crean,
si unos a otros se rinden gloria pero no buscan la gloria que viene del Dios
único”, Jn. 5: 43, 44.
Para los judíos, el fin de la Ley no era Cristo Jesús, sino la
Ley Mosaica misma. ¿Por qué? Porque sólo conocían la justicia de los hombres, más no
la justicia de Dios, conforme nos da a conocer Ro. 10: 3,4, diciéndonos:- “No
conociendo la justicia que proviene de Dios, y procurando establecer la suya
propia, no se sometieron a la justicia de Dios. 4 De Hecho, Cristo es el fin de
la ley, para todo el que cree reciba justicia”. Motivo por el cual, el Dr.
Pablo les dijo, en Galacia, a los judíos, legalistas y judaizantes:- “Todos
los que viven por las obras que demanda la ley están bajo maldición, porque
está escrito: Maldito sea quien no practique fielmente todo lo que está escrito
en el libro de la ley”, Gá.
3:10. ( Véase también Gá.5:3 ). En este sentido, la ley no era de fe
sino creadas por los Maestros de la
Ley.
Sin embargo, es necesario hacer una
acotación muy importan- te, la cual es: Los
fieles que vivieron sometidos a la ley de Moisés, según He. 11, reconocieron
con sinceridad de corazón, que jamás guardaron perfectamente toda la ley; todos ellos vivieron por la fe, y murieron
sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, la reconocieron a lo lejos,
y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra, He. 11:13. Por este motivo, ellos buscaban una patria celestial, v. 11:14 , donde reinara el perdón y la misericordia de Dios. Pues estos
hombres jamás abusaron de la ley; de tal manera, fue la gracia de Dios que nos
trajo la salvación por medio del Evangelio de Cristo Jesús, según lo podemos
apreciar en Tit. 2: 11,12, que nos
dice:- “En verdad, Dios ha manifestado a toda la humanidad su gracia, la cual
trae salvación 12 y nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas.
Así podremos vivir en este mundo con justicia, piedad y dominio propio”.
IV. LA DEFENSA ARDOROSA DE PABLO, V.
2: 17-21. “17 Ahora bien, cuando buscamos
ser justificados por Cristo, se hace evidente que nosotros mismos somos
pecadores. ¿Quiere esto decir que Cristo está al servicio del pecado? ¡De
ninguna manera! 18 Si uno vuelve a edificar lo que antes había destruido, se
hace trasgresor. 19 Yo, por mi parte, mediante la ley he muerto a la ley, a fin
de vivir para Dios. 20 He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que
Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo
de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. 21 No desecho la gracia de Dios. Si
la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo habría muerto en vano”.
A.
Somos Pecadores, pero Cristo Jesús no está al Servicio del Pecado, v. 2:17. Ahora que
el Dr. Pablo, Apóstol de Cristo Jesús, nos dice:- “Cuando buscamos ser justificados
por Cristo, se hace evidente que nosotros mismos (Pedro, Pablo y
Bernabé) somos pecadores”. El término pecadores , en este contexto es usado con el significado de un
evidente y reconocido legalista , Gá. 2; 15, porque Pedro y otros judíos en Antioquía de Siria habían dado su aprobación a la idea de los judaizantes y legalistas,
según la cual, un gentil tenía que
cumplir obligatoriamente con los rituales judíos, antes de llegar a ser
cristiano. Entonces, Pablo salta
ardorosamente en defensa de la
justificación por fe en Cristo Jesús, y les dice que Él no es ninguna laya de pecador para hacer sucumbir y matar lo que
Pedro había sostenido antes de ser considerados pecadores en el sentido
legalista, por haberse alejado de la ley ceremonial.
B. La Pregunta de Pablo. Si somos
pecadores, ¿quiere decir que Cristo está
al servicio del pecado? Es una pregunta cortante de Pablo. Ahora, si la
fe en Cristo les convertía en pecadores legalistas, ¿no es entonces Cristo Jesús el causan-te del pecado?, se pregunta
Pablo. A lo que él mismo se responde con una admiración negativa contundente:-
“¡De
ninguna manera! (Gr. me genoito), porque considerar a Cristo al servicio del pecado, era
una expresión de ofensa agraviante y ultraje a nuestro Señor Jesucristo.
Además, porque Pablo comprendía que nuestro Amado Redentor, en vez de pecado
(Gr.Hamarthía) nos trae perdón,
misericordia y paz a todos los hombres de fe, que no sean pecadores, inmorales
ni desobedientes a los mandamientos de Dios, para llegar a ser UNO con Él,
según nos dice Jn. 17: 21-23.
En consecuencia, el verdadero pecador y trasgresor es, quien se aparta de Cristo para ir a la ley ; también es pecador, quien agrega otras leyes a la
justificación por obras; de igual manera, quien desea suplantar a Cristo Jesús; asimismo, quien ofrece su propia justicia en lugar de
la justicia de Cristo, como pretendían los legalistas y judaizantes.
C.
Jamás Volver atrás nos dice Pablo, v. 2:18. En el presente versículo, este
excelentísimo embajador de Cristo Jesús, arremete contra los detractores de
Dios con mayor gracia, amor y vehemencia espiritual, por haberle dado la
espalda a las obras de la ley, que jamás le hizo pecador, a fin de suavizar el
golpe mortal que les va a inferir a sus hermanos en la fe, y a sus amigos, al
situarse él mismo como ejemplo hipotético o supuesto, pero de gran fundamento,
cuando dice:- “Si uno vuelve a edificar lo que antes había destruido, se hace
transgresor. Con esto nos quiere decir este autor sagrado, si él
volviera al cumplimiento de la ley, estaría reconstruyendo el esquema de una
ideología verdaderamente humana y falsa, que con Cristo Jesús lo había
destruido antes y lo seguía combatiendo en aquel presente. De lo contrario, él
se hace transgresor, pero jamás Cristo Jesús.
Con este motivo, Pablo, fundamenta
su hipótesis considerándose un pecador
completo, si abandona la gracia de Dios por la ley de los hombres judaizantes;
sería, como el perro que vuelve a su
vómito y el necio insisten en su necedad, nos dice Pr. 26:11 y Pr. 2: 22. Con esto, el Dr. Pablo se supone a sí mismo
culpable, si daba un paso equivocado hacia atrás, siendo conocedor y
practicante del cristianismo, bebido de la verdadera fuente que es Cristo
Jesús, en el desierto de Arabia.
D.
Pablo sería Culpable si renunciaba a Cristo Jesús. Ahora, si Pablo volvía a la ley como un medio de
salvación, sería culpable de haber renunciado a dicha ley; y si había hecho bien en haber desistido de la
ley, entonces era un grave y craso error volver a la misma. Pues, en
cualquiera de estos dos casos, sería
considerado transgresor y pecador legalista, como él lo fue antes.
Con todo este argumento bien
fundamentado, amado lector, queda demostrado la insuficiencia salvadora de la ley ; más bien, nos hace conocer la suficiencia de nuestra
fe viva en Cristo Jesús. De tal manera, por medio la ley nadie podía ser justificado, porque no tenía poder en
sí misma para declarar inocente al culpable. Sin embargo, el nivel
espiritual y moral de Cristo Jesús,
en todo fue superior al de los legalistas y judaizantes. Por consiguiente, con
su muerte expió todos los pecados de
la humanidad; con su resurrección y
el don del Espíritu Santo comunicaba
y nos comunica el poder para vivir santamente en Dios, con Dios y para Dios.
E. Pablo abandonó la
Ley Mosaica para Amar y Servir a Dios, v.
2:19. “Yo, por mi parte, mediante la ley he muerto a la ley, a fin de vivir
para Dios”. En realidad, el apóstol Pablo entendió y comprendió a
cabalidad lo que la ley exigía; pues, descubrió que jamás él podía llegar a ser
salvo con su propio esfuerzo, guardando la ley mosaica, porque en su significado contenía una sentencia de muerte para el
Apóstol; toda vez que le revelaba la hondura de su pecado, sin darle
absoluta-mente ningún remedio para superarlo. Por lo tanto, decidió desistir de la ley, porque en ella
no encontró la salvación divina para amar, servir y ser acepto ante Dios.
F.
Pablo mató definitivamente de su Vida a la
Ley Mosaica. Por todo lo visto líneas
arriba, así fue cómo el Dr. Pablo mató a
la ley de su vida carnal y espiritual, para no volverla a considerar más,
como los gálatas lo hacían
engañadamente para ser aceptos ante Dios. Con este motivo, su relación con la
ley fue rota sin actuar en forma contraria a lo estipulado en ella, sino el de vivir para Dios y alcanzar esa
vida de santidad, que con devoción ferviente lo había buscado en vano ,
mientras estuvo bajo el yugo de la ley
mosaica.
Efectivamente, Pablo mató par
siempre de su vida a la ley mosaica, con el único propósito de vivir
para Dios , liberándose de tremendo control esclavizantes, conforme el
mismo autor nos revela en Ro.7:4-6,
que textualmente nos dice:- “Herma- nos míos,
ustedes murieron a la ley mediante el cuerpo crucificado de Cristo, a fin de
pertenecer al que fue levantado de entre los muertos. De este modo daremos
fruto para Dios. 5 Porque cuando nuestra naturaleza pecaminosa aún nos dominaba, las malas pasiones que la ley despertaba
actuaban en los miembros de nuestro cuerpo, y dábamos fruto para muerte. 6
Pero ahora, al morir a lo que nos tenía subyugados, hemos quedado libres de la
ley, a fin de servir a Dios con el nuevo poder que nos da el Espíritu, y no por
medio del antiguo mandamiento escrito”.
De esta manera,
matamos a la ley con el propósito de vivir para servir a Dios, distinguido
lector. Lo sorprendente de Pablo es que, por medio de la misma ley, obtuvo su
emancipación o libertad de la ley, que era un sistema de rituales y ordenanzas.
De lo contrario, no podría vivir para servir a Dios, porque la
ley no es el amo del creyente, sino el Dios verdadero. Tampoco la relación del
creyente con la ley es lo que le salva, sino su verdadera y estrecha comunión con
Dios. ( Para su mejor profundización bíblica, lea usted, Ro. 6: 1-14 ).
G. La Persona que muere en
Cristo tiene una Nueva Vida. Finalmente, nunca olvidemos reconocido
lector, que una persona al nacerle la fe en Cristo Jesús, se
sitúa en la unión hermosa y preciosa con Él, a través del proceso histórico de
gran trascendencia, fijado en su pasión,
muerte, sepultura, resurrección y ascensión, con los cuales se canceló eterna- mente la pena del pecado
de la humanidad. Este proceso histórico es comparable con la vida de un
hombre que ha cometido un delito; por tanto, le aplican la pena de muerte, por
lo que la ley no tiene que hacer reclamo alguno sobre la vida del hombre
muerto. Pues, ese hombre, ha pagado con su vida la deuda contraída con la
sociedad; aún si se levantara de entre los muertos, seguirá libre de culpa ante
la ley, lo cual no podrá reclamar en absoluto por la nueva vida que lleva. De
la misma manera, acontece con el cristiano que muere en Cristo para luego levantarse
con una nueva vida , a fin de llevar
también una vida nueva.
Con esta
explicación tan clara como el agua potabilizada, queda demostrado que cualquier persona queda libre de la antigua
ley que lo amordazaba y lo estaba matando poco a poco, porque ha pagado el
precio de la ley, al morir en Cristo, con Cristo y para Cristo Jesús,
llevando una vida santa o piadosa. Razón por la cual, la persona que entra en
una vida nueva con Cristo Jesús, experimentará una íntima y estrecha comunión
con Él.
H. Pablo es Crucificado con Cristo para una Vida
Nueva, v. 2: 20. “He sido crucificado con
Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí”. En este versículo, nuestro hermano Pablo nos
manifiesta su satisfacción por su nueva
vida con Dios, porque está
separado definitivamente de los estorbos que le causaba el legalismo judaizante.
Asimismo, su alegría se extiende con tal amplitud hasta el día de hoy, debido a
que su condición de ser un hijo de Dios, está crucificado con Cristo
para que Cristo viva en él. Es decir, ya no quiere vivir bajo el régimen del
pecado y la ley, porque volverse a someter a ella, equivaldría a deshacer y desvalorar
su estrecha unión y servicio con el sacrificio de Cristo Jesús en la Cruz del Calvario. De tal
manera, al estar crucificado con Cristo Jesús, nos presenta la descripción del
dolor y la angustia del alma que acompaña a la muerte del yo carnal, para
entregarse con alma, vida y corazón al servicio de nuestro Amado Redentor.
G. Los Resultados de Ser
Crucificado con Cristo Jesús. Todo esto quiere decir que, al ser crucificado
Pablo con Cristo Jesús, es para observar una vida nueva y llegar ser un nuevo
hombre que ha matado, sepultado y
lapidado su viejo hombre, su viejo yo y
su vieja personalidad. ¿Para qué?, preguntaríamos… Llegando a responder: Para
permitir que el nuevo yo viva en él,
reflejando al mundo su carácter divino por medio del Espíritu Santo que mora en
él. Esto es, lo que también acontece con todos los hombres y mujeres que
dejan la vida del mundo perverso, para vivir en Cristo Jesús, con Cristo Jesús y
para Cristo Jesús: ahora que se han
quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de
la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su
Creador, nos dice el mismo autor sagrado en Col. 3: 9,10.
I. Las
Bendiciones de Vivir con Cristo Jesús. Ahora, cuando el Dr. Pablo nos dice:- “y ya
no vivo yo sino que Cristo vive en mí, quiere decir que él ha entrado a
vivir y compartir su vida nueva,
verdadera y auténtica desde cuando se identificó personalmente con nuestro
Señor Jesucristo, para someterse a su
voluntad y así llegar a confiar sólo en Él para su salvación. De la misma
manera, experimentando una unión total con Cristo Jesús, para llegar a la auténtica
y original Verdad; participando de la muerte, sepultura y resurrección para
llegar a ser de la misma condición con Cristo resucitado. Es decir, apartándose
y olvidándose para siempre de la anterior forma de vivir, sometida a la
justicia legal y a la confianza en la ley. Pues, todo ese mundo de ritos y ceremonias
habían muerto para Pablo, como también lo debe ser para un auténtico cristiano,
hoy en día. De tal manera, con la hermosa decisión queda demostrado con
fehaciente claridad, que Pablo mató y sepultó en el campo del
olvido y en la Cruz de Cristo, todos los actos pecaminosos de la ley mosaica, porque
en ellos estaba el sacrificio perfecto
por el pecado; mas todavía, en su fe
viva en Cristo resucitado, encontró la fuente
verdadera de la justicia divina, como un esclavo de amor , según lo vemos en Ro. 6:9 y 12:1.
Finalmente, cuando el autor de la Epístola a los Gálatas
dice con grandeza de corazón:- “y ya no vivo yo sino que Cristo vive en
mí”, el YO SOY de Ex. 3:14 (El Verbo), nos expone con la
sinceridad de todo su Ser, la unión
vital y espiritual de su convivencia con Cristo Jesús. Con este motivo, es
menester confirmar que jamás la persona
de Pablo y la de cualquier cristiano
y nada más, pueden ser destruidas; pero sí, lo que es destruido por Cristo Jesús es la parte interna del hombre: alma, mente y corazón pecadores para
ser sustituidos por otros nuevos y sin
pecados, a fin de reflejarse en nuestro
modo de pensar, nuestra manera de hablar, en nuestro modelo de actuar y de
vivir en este mundo de injusticia, la verdadera santidad para Dios , siendo Cristo Jesús y el cristiano muy diferentes , pero semejantes en la unión espiritual. Por
esta razón, apreciemos lo que nos dice el mismo autor en Ro. 8: 8, 9:- “Los que viven
según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. 9 Sin embargo, ustedes
no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el
Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,
no es de Cristo”. Además, esta vida espiritual lo profundiza mejor el Dr.
Pablo en Fil. 1:21 , diciéndonos:- “Porque para mí el vivir es Cristo y el
morir es ganancia”.
J. La Persona de Pablo vive por
Fe en el Hijo de Dios. Continúa diciendo
Pablo:- “Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios,
quien me amó y dio su vida por mí”. En este versículo, el apóstol Pablo
nos dice que él sigue viviendo una
verdadera vida en su cuerpo mortal. A pesar que su unión con Cristo Jesús, no destruye ni suspende ninguna de las
funciones vitales de su cuerpo, alma y espíritu. Lo que significa es, que
Pablo como persona, sigue pensando,
queriendo, escogiendo, esperando y temiendo por lo mucho que su Divino
Señor, Cristo Jesús,, sigue influyendo en él y aun fortaleciéndolo. Pues, la relación entre ambos es de verdadera fe,
confianza, obediencia y amor, toda vez que Pablo se siente crucificado, muerto y sepultado con Cristo, a fin de
matar el yo egoísta, viejo y material, para luego vivir la vida con un nuevo yo.
Mejor dicho, apreciado lector, la nueva vida de
Pablo bajo la sagrada influencia del Espíritu Santo es vivida en su cuerpo; lo
que significa para todos los cristianos, que también la vivimos ahora en
nuestro cuerpo presente y terrenal, con todas sus limitaciones, debilidades,
defectos, imperfecciones y aun tentaciones. De tal manera, esta nueva vida se
vive por fe en Cristo Jesús, gracias a que en Él toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal, nos
dice el mismo autor en Col. 2: 9 ,
para llegar a tener parte de la
naturaleza divina con todas sus cualidades, lo vemos en 1P. 1: 4-5, dentro de un manantial del
que brotará vida eterna, Jn. 4:14.
K. El Privilegio del
Cristiano. En virtud y gratitud de todo lo
que Dios hace, los cristianos consideremos siempre que la vida divina y el privilegio supremo de ser habitado por el Hijo de
Dios vivo, fuerte y piadoso, no se logra por medio de méritos humanos, sino
por el hecho de que el Hijo de Dios nos
amó primero y dio su vida por todos nosotros. Por consiguiente, si se
quiere saber acerca del grandioso y poderoso amor de Cristo, lo podemos leer
con especial atención, lo que nos dicen los autores sagrados en Jn. 3: 16; Ro. 5: 8, 9 y Ef. 2: 5, 6 .
Con
todo lo que Cristo Jesús ha hecho por nosotros los pecado-res, es para
mostrarle la reverencia necesaria, manifestadas en nuestras alabanzas,
adoración, glorificación y honra de su santo y bendito nombre. ¿Por qué? Porque todo lo que habita en
la vida del cristiano encuentra su fuente inagotable en el grande amor de Cristo
Jesús, nuestro Amado Redentor, que es lo que le llevó a morir por todos los
pecadores. En consecuencia, no hay otro motivo o móvil para la donación de su
gracia.
V. LA VIDA DE FE
DE PABLO NO DESECHA LA GRACIA DE
DIOS, V. 2: 21. “No Desecho la gracia de
Dios. Si la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo habría muerto en
Vano”. En los precisos momentos que
Pablo nos dice:-“No desecho la gracia de Dios”, está concluyendo su hermosa
vida de fe, porque jamás la anula, la proscribe o la hace a un lado de su vida
terrenal, sino más bien él lo sabe a cabalidad que toda esta invalorable e incomparable obra salvadora es
un don gratuito, proveniente de la divina gracia suprema de Dios.
Ahora, si
los hombres hubiesen sido justificados por observar y practicar la
Ley Mosaica, Cristo Jesús haría muerto en
vano; es decir, no hubiera sido necesaria la muerte de Jesús. Por lo tanto,
las personas que observan y practican la ley como el máximo fundamento de su
salvación, estarían rechazando virtualmente la muerte de nuestro Señor
Jesucristo.
En
realidad, este versículo compendia innegablemente,
el capítulo dos de la Epístola de Pablo a los
Gálatas, porque no era Pablo sino los gálatas quienes deseaban
ardientemente anular la gracia de Dios, al tratar de mantener o conservar la ley.
Razón por la cual, preguntaríamos: Si
Dios Creador deseaba ser obedecido mediante la ley, ¿por qué tuvo que enviar a
su Hijo a sufrir y morir en una cruz? La respuesta es: Para que se cumpliera el Antiguo Pacto y diera vigencia al Nuevo,
de acuerdo con lo que nos dice: He. 8:
1-13; Jer. 31: 31-34.
Por otro
lado, jamás olvidemos que los dos pilares distintivos del Evangelio de Cristo
Jesús, son: La gracia de Dios y la muerte de Cristo, que el legalismo
judaizante ha querido y quiere anular, aun, hoy en día, porque desconocen que la salvación no se gana por el propio
esfuerzo humano, sino por la fe en la muerte dolorosa del Hijo de Dios, que
es para el bien de toda la humanidad. De tal manera, con la muerte de Cristo Jesús, queda demostrada la ineficacia de la
Ley Mosaica.
En
resumidas cuentas, apreciado lector, hay libre albedrío en cada persona para
elegir entre las obras de la ley y la gracia de Cristo Jesús, porque una vez que
se ha elegido la gracia de Dios, no habrá nunca por nunca libre albedrío. Por
tanto, en sus manos está la gran decisión de hacerlo. Amén
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