Según la historia profana, Claudio fue el emperador romano desde el año 41 hasta el 54, y durante su reinado hubo una serie de malas cosechas que produjeron hambre en varias partes del Imperio. El hambre anunciada por Agabo afectó a los de Jerusalén probablemente en el año 49 ó 50. La reacción de la iglesia de Antioquía ante el hambre ya anunciada, fue la de enviar, por intermedio de Bernabé y Saulo, una ayuda para ser repartida entre los creyentes necesitados de Jerusalén. Ellos entregaron la contribución a los ancianos de Jerusalén. El término "ancianos" (o presbíteros) se refiere a ciertos varones de edad y madurez espiritual, que desempeñaban un papel pastoral dentro de la iglesia local.
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Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6