“Y ordenando a la muchedumbre que se
recostara sobre la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces, y
levantando los ojos al cielo,
bendijo los alimentos, y
partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la
multitud. Y comieron todos y se saciaron. Y recogieron lo que sobró de
los pedazos: doce cestas llenas. Y los que comieron fueron unos cinco
mil hombres, sin contar las mujeres y los niños”,
Mateo 14:19-21
“Jesús entonces les dijo*: ¿Cuántos
panes tenéis? Y ellos respondieron: Siete, y unos pocos pececillos. Y Él
mandó a la multitud que se recostara en el suelo; y tomó los siete
panes y los peces;
y después de dar gracias, los partió y empezó a darlos a los discípulos, y los discípulos a las multitudes”,
Mateo 15:34-36
Otro ejemplo lo encontramos cuando, luego de Su resurrección,
Jesús se encuentra con dos de los discípulos que iban de camino a una
aldea llamada Emaús. Luego de una larga conversación donde Jesús les
revela todo lo que las Escrituras decían acerca de Él, leemos que ”…al
sentarse a la mesa con ellos, tomó pan,
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Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6