Exégesis de las epístolas (E)
Paso 9 (E). Determine el carácter formal de la epístola
9.1 (E). Diferencias de carácter
Aunque todos los documentos del NT desde Romanos hasta Judas (21 en total) son epístolas, tienen ciertas diferencias considerables de carácter. Algunas son para un propósito determinado, y tienen sus propios motivos (e.g., Filemón, 1 Corintios, Judas, Gálatas), mientras que otras parecen ser más bien folletos generales.
Es importante en este punto considerar que algunas son más como “cartas” y otras son más públicas, y por tanto, verdaderas “epístolas”. Eso influirá en su modo de pensar en el paso 10.
9.2 (E). Aspectos formales
También es importante notar los varios aspectos formales de las cartas de la antigüedad y determinar a cuál parte de la carta pertenece el pasaje.
Por ejemplo,
- ¿es parte de una acción de gracias o una oración?
- ¿Forma parte del saludo formal o es la parte principal?
- Si pertenece a las partes más formales de la carta, ¿cuánto ha determinado la forma misma el contenido?
Paso 10 (E). Examine el contexto histórico en particular
Ya que las epístolas del NT son todas documentos ocasionales (i.e., fueron ocasionadas por algunas circunstancias especiales o bien de parte del lector o bien de parte del autor), es importante tratar de reconstruir la naturaleza de la situación a la cual responde la subdivisión principal de la carta de que se trata. Para hacer eso bien debe hacerse lo siguiente:
10.1 (E). Lectura en busca de detalles
Lea la subdivisión varias veces. Mientras lee, preste especial atención a los detalles del texto. Trate de imaginar lo mejor que pueda lo que habría sido estar en una comunidad cristiana del primer siglo oyendo la lectura de la carta por primera vez.
10.2 (E). La audiencia
Haga una lista de todo lo que pueda proporcionar alguna información acerca de los destinatarios y su situación.
- ¿Qué se dice explícitamente?
- ¿Qué está implícito?
- ¿Tienen una conducta que es necesario corregir?
- ¿Es el problema algún mal entendido teológico o falta de comprensión?
- ¿Necesitan ellos consuelo, exhortación o corrección?
- Si hay algún problema específico, ¿vino de afuera o surgió de adentro?
- ¿Hay alguna indicación de cómo se enteró el autor de la situación?
10.3 (E). Palabras claves
Haga otra lista de las palabras claves y las frases repetidas que indiquen el asunto de la sección
- ¿Cuáles palabras aparecen con más frecuencia en toda la sección? Revise la concordancia para ver si en este pasaje aparecen con una frecuencia insólita.
- ¿El vocabulario del autor sugiere algo acerca de la naturaleza del problema?
10.4 (E). Descripción breve
En este punto, de manera tentativa, intente escribir un párrafo que ponga todos estos datos en una expresión coherente del problema o la situación de los lectores.
Por lo general, este paso será una consideración importante en la presentación final de la exégesis. No debe dejar de volver a él después de trabajar en el paso 11, porque el análisis de la respuesta debe corresponder bien al análisis de la situación histórica.
Paso 11 (E). Determine el contexto literario
Para hacer esto, se debe aprender a PENSAR EN PARRAFOS.
Aun cuando el ensayo exegético se base en uno solo de los párrafos o subpárrafos de una sección más grande, debe procurar seguir el argumento de toda la sección, párrafo por párrafo.
Para el texto específico que se está analizando, ya ha llegado a la pregunta exegética absolutamente esencial:
- ¿Cuál es el propósito de este párrafo o exhortación?
- ¿Cuál es el propósito de esta oración? Por lo que el autor ha dicho hasta aquí, ¿por qué dice ahora esto? Aquí reside la importancia de seguir el argumento con cuidado hasta el propósito de la oración o párrafo que usted estudia (aunque no es necesario entrar en todos los pormenores del argumento entero en el ensayo). Para la exégesis no es suficiente resolver todos los detalles en los pasos 6–8. Uno también debe poder presentar una explicación convincente de la forma como encaja todo esto en el argumento en progreso del autor.
Para hacer eso bien se debe proceder con los dos siguientes ejercicios.
11.1 (E). Lógica y contenido
Escriba con brevedad la lógica y el contenido del párrafo que estudia.
Lo que interesa aquí es lo que se dice. ¿A quién se dirige el autor ahora? ¿De qué asunto se habla ahora? ¿Cuál es el interés fundamental? ¿La declaración de usted incluye todo lo del párrafo? ¿Se ha ponderado adecuadamente cada asunto?
11.2 (E). Contenido y argumento
En una o dos oraciones más explique cómo este contenido contribuye al argumento.
- ¿Por qué cree que eso se dijo en este punto?
- ¿Cuál es la relación de este párrafo con lo que se acaba de decir?
- ¿Cómo prepara para lo que sigue?
No se puede enfatizar demasiado la necesidad de disciplinarse para hacer este ejercicio. No importa que tan bien se traten los detalles en los pasos previos, nunca hará buena exégesis hasta que haga este paso bien. La falla de la mayoría de los comentarios reside aquí. Con frecuencia manejan las preguntas de contenido bien, pero muy a menudo dejan de ayudar al lector a entender el propósito de las palabras del autor bíblico en un contexto determinado.
Antes de avanzar al paso 12, debe volver y pensar en lo realizado en los pasos 10 y 11.
- ¿Es su comprensión de la respuesta una reacción adecuada a la situación histórica como usted la ha descrito?
- ¿Necesita ahora una revisión?
- ¿Puede elaborar ahora un argumento convincente para su exégesis como una adecuada comprensión de la situación a la cual el autor se dirige? La excelencia de su exégesis se sostiene o cae aquí.
Exégesis de los evangelios (E)
Antes de tratar las preguntas contextuales para la exégesis de los evangelios, es necesario hacer algunas notas preliminares acerca de la naturaleza de este género, el cual a su vez requiere la exposición de algunas hipótesis de trabajo acerca de los materiales de los evangelios y sus interrelaciones.
La naturaleza de los evangelios
Las epístolas tienen un contexto histórico y literario unidimensional. Es decir, el autor presenta su propio argumento (o exhortación), incluso cuando recurre a material tradicional, que se dirige directamente a la situación de sus destintarios. Así:
Pablo (54 d.C.) → Corinto (54 d.C.)
Los escritores de los evangelios, al contrario, tienen un contexto histórico de dos o tres dimensiones, que a su vez afecta a su contexto literario.
Es decir, que transmiten, en la forma permanente de la escritura, las palabras de Jesucristo y los relatos acerca de El (nivel 1) que tienen a su disposición en la forma en que se han conservado en la tradición de la iglesia (nivel 2).
Por ejemplo, compárese 1 Co 11:23:
“Yo recibí del Señor lo que también os he enseñado” (escrito en 54 d.C.) con Lucas 22:17–20 (escrito alrededor de 75? d.C.).
La propia contribución del escritor del evangelio (nivel 3) es la selección, disposición y adaptación (aunque tal actividad ya estaba en acción en el período de la trasmisión oral). Así:
Así que es con Jesús con quien Teófilo se enfrenta cara a cara, pero Jesús medió a través de la memoria de la Iglesia Primitiva y de Lucas.
El proceso exegético se complica más (o quizá se ayuda) con el hecho de que hay cuatro evangelios, los primeros tres de los cuales, al menos, tienen cierta interrelación literaria.
Estos dos factores, que los evangelios son de dos o tres dimensiones y que hay cuatro, requieren algunas hipótesis previas de trabajo acerca del material de los evangelios y de los evangelios mismos.
Las siguientes hipótesis son las convicciones del autor sobre las cuales los varios pasos de la exégesis son basados. Debe notarse que son las convicciones compartidas por la vasta mayoría de los eruditos del NT. Debe notarse también que no es posible carecer de hipótesis de trabajo en estos asuntos, aunque uno nunca las haya expresado.
Si no está de acuerdo con estas hipótesis, tendrá que poner las suyas y adaptar los pasos en conformidad.
Algunas hipótesis de trabajo
- Es razonable suponer que durante el período de trasmisión oral las unidades de materiales (fragmentos), compuestas de relatos y dichos, se trasmitieron de modo independiente una de otra. Asimismo, se puede suponer que muchos dichos se conservaron como enseñanzas y, por eso, se trasmitían con frecuencia sin su contexto histórico original (cf. el uso paulino del material de los dichos en 1 Co 7:10 y 9:14). Así que es una hipótesis de trabajo razonable que la presente organización de los fragmentos es en su mayor parte el trabajo de los evangelistas. Esto parece confirmarse, para usar sólo un ejemplo, por el hecho de que los dichos presentados por Mateo en Mt 10:5–42, como instrucciones para los ministros del reino, aparecen en Lucas en ambientes muy diferentes, en la siguiente secuencia: Lc 9:2–5; 10:3; 12:11, 12; 6:40; 12:2–9; 12:51–53; 14:25–27; 17:33; 10:16.
- Aunque ninguno de los evangelios fue escrito para leerse junto con los otros (con la posible excepción de Juan, según Clemente de Alejandría), es casi seguro que por lo menos los evangelios sinópticos no se escribieron independientes unos de otros. Aunque tres o cuatro soluciones al problema sinóptico compiten actualmente por aceptación, el punto de vista de la gran mayoría de eruditos, y el que se da por sentado en este libro es que (a) Marcos fue escrito primero (b) Mateo y Lucas independientemente usaron el evangelio de Marcos al escribir cada uno su evangelio, y (c) Mateo y Lucas también tenían acceso a una gran cantidad de otros materiales tradicionales, algunos de los cuales tenían en común (conocidos como Q, aunque probablemente no era una sola fuente unificada).
- Los evangelistas seleccionaron, organizaron y adaptaron los materiales no sólo para registrar o conservar la vida y las enseñanzas de Jesucristo sino también para presentar a Jesús a sus lectores con sus propios intereses distintivos y desde su peculiar punto de vista.
La tarea de la exégesis
Dada la naturaleza de los evangelios y estas tres hipótesis de trabajo, se supone además que la tarea de la exégesis es primero entender un pasaje en su contexto presente en un evangelio determinado.
Pero esto tiene dos aspectos:
- primero, el evangelista registra la vida y las enseñanzas de Jesús. Así que parte de la tarea es tratar de ver lo que el evangelista entendió como dicho o sucedido.
- En segundo lugar, ya que él seleccionó, adaptó y organizó las cosas de este modo en particular, queremos también tratar de ver el significado del pasaje en el presente contexto del evangelio.
La alternativa de esta opinión de la tarea es concentrarse en un fragmento o dicho en un intento por entender lo que significaba en la situación original de Jesús. Como se verá en lo que sigue, ésta es una parte importante de la tarea exegética, pero es solamente la mitad del camino si no se estudian de veras los evangelios mismos, ya que éste es el único contexto verdaderamente seguro que se tiene.
Teniendo en cuenta estos asuntos preliminares, ahora se puede pasar a los pasos del proceso exegético.
Paso 9 (Ev). Determine el carácter formal del fragmento o el dicho
9.1 (Ev). Identifique el tipo literario general
¿Es el fragmento u oración una narración o un dicho? O ¿es una combinación de los dos, una historia con pronunciamiento? Cada uno de esos tipos funciona de manera diferente.
9.2 (Ev). Identifique la forma literaria particular
Si el fragmento es una narración, ¿es la historia de algún milagro? ¿Tiene todas las características formales de tales historias? ¿Es una historia acerca de Jesús, o de Juan el Bautista? De tal narración podría preguntarse, ¿por qué se conservó en la tradición? ¿Qué dice de importancia acerca de Jesús por el hecho mismo de su conservación? Más importante, ¿cómo sirve ahora el relato en la narración del evangelista? ¿Para reforzar una enseñanza? ¿Como parte de una serie que ilustra algún aspecto de la misión o el mensaje de Jesús?
Si el pasaje es un dicho, ¿qué clase de dicho es? ¿Es parábola, símil, dicho apocalíptico o de sabiduría, declaración profética, un texto de materia legal? ¿Tiene elementos poéticos? ¿Emplea hipérbole, ironía, metáfora, paradoja? ¿Cuánto ayuda el análisis de la forma a identificar el público? ¿Qué parte juega en la comprensión? Por ejemplo, no se pretende que se alegorice un proverbio con metáforas como el de Mt 24:28 (“Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas” RVR ’60). El proverbio entero tiene un propósito único, y la metáfora del cadáver y los buitres trata de enfatizar una realidad de la consumación del reino. La pregunta exegética es: ¿Qué dice acerca de la consumación? ¿Su premura, inevitabilidad o visibilidad?
Paso 10 (Ev). Analice el fragmento en una sinopsis del evangelio
Ya que cada escritor de los evangelios seleccionó, organizó y adaptó el material tradiciónal disponible, es importante para la exégesis de cualquiera de los evangelios ver cómo está relacionado el fragmento del evangelio en consideración con los otros evangelios.
Para hacer esto uno debe aprender a usar una sinopsis de los evangelios.
Este análisis consta de tres preguntas. (NOTA: “Tradición triple” significa que el fragmento se encuentra en Marcos, Mateo y Lucas; “tradición doble” significa Mateo y Lucas; “tradición única” significa que aparece sólo en uno de los evangelios: Mateo o Lucas).
10.1 (Ev). Selectividad
Este asunto tiene que ver con el hecho de que el fragmento se halla en el evangelio que se analiza.
- ¿Se encuentra también en uno o más de los otros?
- ¿Está su inclusión relacionada con los intereses especiales conocidos del evangelista?
10.2 (Ev). Organización
La pregunta aquí tiene que ver con el presente contexto literario del fragmento. Estos pasos son importantes porque son la revelación del prisma a través del cual el evangelista ve a Jesús y su enseñanza.
La cuestión de la organización es:
- ¿por qué se incluye el dicho (fragmento) en este lugar específico?
- ¿Está en el mismo contexto en los otros evangelios?
- Si es diferente, ¿está en una clase de contexto similar o diferente (i.e., escatológica, enseñanza sobre el discipulado, etc.)?
- ¿El presente contexto, en comparación con el otro o los otros, dice algo acerca de los intereses especiales del escritor del evangelio?
Debe tenerse cuidado aquí. Es del todo posible que un evangelista incluyera un fragmento en un punto determinado simplemente porque ya estaba en ese contexto en la tradición (véase, por ejemplo, ¡cuánto del material de Marcos los otros evangelistas no reorganizaron!); y por tanto puede que él no pretende decir nada con su organización presente.
En este respecto es necesario tener cuidado especial acerca de Marcos y Juan. Es decir, ellos también pueden haber seguido secuencias ya disponibles en sus fuentes y no siempre tener un significado especial para su organización. Por otra parte, ya que la vasta mayoría de los materiales (principalmente dichos) en la tradición doble no están en secuencia, puede suponerse que lo mismo es cierto en cuanto a Marcos y Juan (i.e., que la secuencia es de ellos).
10.3 (Ev). Adaptación
Aquí la cuestión tiene que ver con la separación de la adaptación del autor del fragmento a su evangelio del material de la tradición que tenía a su disposición.
- ¿El autor ha añadido u omitido algo?
- ¿Cuáles cambios verbales ha hecho?
- ¿Son solamente de estilo o más sustanciales?
- ¿Revelan los cambios los intereses del autor o su énfasis peculiar?
- ¿La adaptación de su fragmento se acomoda a una serie de tales cambios, bien en el contexto amplio del fragmento o en todo el evangelio?
Mientras usted completa esta parte de la exégesis, se percatará de que ha estado tratando con el contexto literario y el histórico del evangelista.
Es decir,
- ¿por qué incluyó ese fragmento en ese lugar con esos énfasis especiales?
- Pero hay otro factor que necesita consideración y es el contexto histórico de Jesucristo.
Paso 11 (Ev). Considere el medio ambiente posible en el ministerio de Jesús
El interés aquí tiene que ver especialmente con los dichos (enseñanzas) de Jesucristo, ya que muchos se trasmitieron en la tradición oral separada de su contexto histórico original; los evangelistas les dieron el contexto literario actual.
Es por tanto de alguna importancia exegética analizar los dichos en cuanto a su posible medio ambiente en el ministerio de Jesucristo.
Este análisis se puede hacer mejor en términos del público. Dada la naturaleza del contenido de la enseñanza,
- ¿se dio originalmente a los discípulos, las multitudes o los fariseos?
- ¿La enseñanza se entiende mejor en el contexto de conflicto o de discipulado?
Muchas veces, por supuesto, no será posible determinar esto y simplemente deberá aceptarse el presente contexto del evangelio. Pero en algunos casos, por ejemplo, donde Mateo o Lucas han insertado algo en el esquema de Marcos, o donde Mateo y Lucas tienen materiales idénticos en dos ambientes diferentes, se puede con frecuencia aislar el material y, a base del contenido, presentar un ambiente original muy verosímil de lo dicho.
Nótese con cuidado:
- Esta es la parte más especulativa de la tarea exegética, así que aprenda usted a “equivocarse por precaución”.
- Recuperar el significado en el ambiente de Jesús no es la meta principal de la exégesis. Más bien es la determinación del significado del texto en su presente contexto literario, pero el medio ambiente de Jesús debe ser una parte del estudio global.
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Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6