Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
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En 1967 la tensión en Medio Oriente iba en aumento.
Los países árabes vecinos comenzaron a hacer alianzas entre ellos, tomando posiciones de guerra en contra del Estado judío.
A mediados de mayo, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, comenzó a embarcar a sus tropas hacia la península del Sinaí y expulsó a las fuerzas de las Naciones Unidas que patrullaban la zona.
Además declaró el cierre del Estrecho de Tirán para el paso de las naves israelíes en el Mar Rojo (lo que equivale a una declaración de guerra). Al mismo tiempo, tras un pacto de defensa entre Jordania y Egipto, el ejército iraquí desplegó tropas en Jordania.
Considerando los retos que enfrentaba, Israel sabía que solo por medio de un ataque preventivo podría vencer a los grandes ejércitos árabes que tenían como objetivo su destrucción.
Ya en 1962, Ezer Weizmann, comandante de la Fuerza Aérea, había planeado una operación que destruiría todas las fuerzas aéreas del enemigo. Para ser eficaz, el Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) comprendió que primero tenía que atacar las pistas de aterrizaje de los aeropuertos para impedir que los aviones enemigos despeguen.
El éxito de la misión dependía de que fuese una verdadera sorpresa. Las órdenes del comandante de la Fuerza Aérea fueron claras: “Los pilotos volarán a una altitud baja, y bajo ninguna condición podrán utilizar las líneas de comunicación; ni para el despegue, ni durante el vuelo, ni siquiera si sufren de problemas técnicos y tienen que abortar la misión. Harán contacto sólo cuando el primer objetivo sea atacado”.
En 1964, la Operación Moked fue discutida por el Estado Mayor en absoluto secreto.
Mordechai "Moti" Hod, comandante de la Fuerza Aérea junto con Yitzhak Rabin (en ese entonces jefe del Estado Mayor), decidieron lanzar el
Horas más tarde, otro objetivo egipcio fue atacado con el fin de corroborar que todos los objetivos habían sido atacados y para destruir los radares y la infraestructura electrónica de guerra.
Operación Moked
Así ganó Israel la Guerra de los Seis Días
En 1967 la tensión en Medio Oriente iba en aumento.
Los países árabes vecinos comenzaron a hacer alianzas entre ellos, tomando posiciones de guerra en contra del Estado judío.
A mediados de mayo, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, comenzó a embarcar a sus tropas hacia la península del Sinaí y expulsó a las fuerzas de las Naciones Unidas que patrullaban la zona.
Además declaró el cierre del Estrecho de Tirán para el paso de las naves israelíes en el Mar Rojo (lo que equivale a una declaración de guerra). Al mismo tiempo, tras un pacto de defensa entre Jordania y Egipto, el ejército iraquí desplegó tropas en Jordania.
Considerando los retos que enfrentaba, Israel sabía que solo por medio de un ataque preventivo podría vencer a los grandes ejércitos árabes que tenían como objetivo su destrucción.
Ya en 1962, Ezer Weizmann, comandante de la Fuerza Aérea, había planeado una operación que destruiría todas las fuerzas aéreas del enemigo. Para ser eficaz, el Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) comprendió que primero tenía que atacar las pistas de aterrizaje de los aeropuertos para impedir que los aviones enemigos despeguen.
El éxito de la misión dependía de que fuese una verdadera sorpresa. Las órdenes del comandante de la Fuerza Aérea fueron claras: “Los pilotos volarán a una altitud baja, y bajo ninguna condición podrán utilizar las líneas de comunicación; ni para el despegue, ni durante el vuelo, ni siquiera si sufren de problemas técnicos y tienen que abortar la misión. Harán contacto sólo cuando el primer objetivo sea atacado”.
En 1964, la Operación Moked fue discutida por el Estado Mayor en absoluto secreto.
Mordechai "Moti" Hod, comandante de la Fuerza Aérea junto con Yitzhak Rabin (en ese entonces jefe del Estado Mayor), decidieron lanzar el
4 de junio la Operación Moked. Tras recibir la
autorización del gobierno, algunos oficiales de las bases aéreas se
reunieron para recibir las instrucciones de sus comandantes.
Alrededor de las 4:00 AM, los pilotos recibieron instrucciones para
que el ataque tuviera lugar precisamente a las 7:45 AM en once objetivos
diferentes de Egipto. El enemigo fue tomado completamente por sorpresa.
Tras destruir las pistas de los aeropuertos, los aviones de la Fuerza
Aérea de Israel abrieron fuego sobre el escuadrón egipcio, que estaba
atrincherado en tierra.
La primera ola de ataques continuó por dos horas, 197 aviones egipcios y seis aeropuertos fueron completamente destruidos
La primera ola de ataques continuó por dos horas, 197 aviones egipcios y seis aeropuertos fueron completamente destruidos
.
Al final de la primera etapa, Yitzhak Rabin ordenó a las fuerzas
terrestres invadir el Sinaí, iniciando lo que más tarde se llamaría la
“Guerra de los Seis Días”.
Horas más tarde, otro objetivo egipcio fue atacado con el fin de corroborar que todos los objetivos habían sido atacados y para destruir los radares y la infraestructura electrónica de guerra.
A las 11:30 AM, tras un ataque sirio, el comandante de la Fuerza
Aérea de Israel decidió redirigir los aviones y destruir los aeropuertos
sirios. Por otro lado, el Rey Hussein de Jordania, basado en falsos
reportes árabes de un inexistente “éxito egipcio”, decidió unirse a la
guerra y comenzar los ataques contra Israel. La Fuerza Aérea al ser
informada acerca del inminente ataque por la Inteligencia del Ejército
de Defensa de Israel, decidió destruir los aviones y aeropuertos de
Jordania.
Más tarde ese mismo día, los reportes de inteligencia informaban que
Irak se uniría a la guerra. Instantáneamente, el Ejército de Defensa de
Israel decidió atacar el aeropuerto H-3 en Irak.
Esta operación fue uno de los éxitos más grandes de la historia del Ejército de Defensa de Israel.
Alrededor de 400 aviones egipcios, jordanos y sirios, fueron destruidos.
En los cinco días siguientes, las fuerzas israelíes derrotarían a
cuatro ejércitos e incrementarían su territorio en todos los frentes.
La Guerra de los Seis Días,
denominación de la tercera Guerra Árabe-israelí, que enfrentó en junio
de 1967 a Israel con los siguientes países árabes: Egipto, Jordania y
Siria, con el apoyo de Irak, Kuwait, Arabia Saudí, Sudán y Argelia.
La guerra estalló como
consecuencia del persistente enfrentamiento árabe-israelí que, en los
primeros meses de 1967, condujo a una postura cada vez más hostil por
ambos bandos. A mediados de mayo, todos los contendientes estaban
movilizados. Egipto bloqueó el golfo de Aqaba, ruta vital para la
navegación israelí, acto considerado por Israel como una agresión
Las hostilidades se
iniciaron el 5 de junio con un masivo ataque preventivo israelí que
destruyó la capacidad aérea de los países árabes. Las tropas israelíes
avanzaron rápidamente, ocuparon la franja de Gaza y alcanzaron el Sinaí.
Al mismo tiempo luchaban contra los jordanos en la parte antigua de
Jerusalén y avanzaban hacia Siria. Cuando el 10 de junio cesaron los
combates, Israel controlaba la totalidad de la península del Sinaí, la
franja de Gaza, Cisjordania (con la totalidad de la ciudad de Jerusalén)
y los estratégicos Altos del Golán en Siria. Había conquistado un
territorio cuatro veces mayor que el suyo propio en 1949, y albergaba en
sus nuevas fronteras una población árabe de 1,5 millones de personas.
Otra consecuencia de la guerra fue el bloqueo del tráfico en el canal de
Suez, que duró hasta 1975.
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Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6