Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
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El relato de un cierto día en la vida del Señor, me impacta de
manera muy profunda. Según Mateo 14 = Marcos 6:30-44 = Lucas 9:10-17,
Jesús escucha de la muerte de su primo y precursor, Juan el Bautista. Al
recibir la noticia, él busca un lugar solitario para pasar tiempo con
sus discípulos, muchos de los cuales, también habían seguido a Juan:
Enseguida, Jesús envía a los Doce en la barca, y despide a la multitud, y finalmente, sube a la colina para orar solo, hasta la “cuarta vigilia” (hasta 3-6 am). Y es así como, Jesús ve a sus discípulos, luchando contra el viento, y se dirige hacia allá, para estar con ellos, andando sobre del agua.
Contando, lleva casi 24 horas sin dormir, y recordemos que Jesús vivió con todas las condiciones de un ser humano, sin utilizar poderes especiales como algún “Superman”.
Esta suma de eventos me proporcionan varias lecciones:
Cuando el líder quiere descansar, y no puede
El les dijo: “Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, y ni siquiera tenían oportunidad para comer.”Pero, ¿qué pasa? Tratan de escapar de las multitudes en la famosa barquita, pero la gente arruina el plan, “corrieron allá a pie de todas las ciudades y llegaron antes que ellos” (Marcos 6:33). ¡Qué presión, poder escapar con éxito de la multitud por un momento, solo para mirarla corriendo por la orilla del lago! Sin embargo, a pesar de todo, Jesús tiene misericordia de ellos y no huye: les enseña, los sana y luego hace el milagro de alimentar a los 5.000+.
Enseguida, Jesús envía a los Doce en la barca, y despide a la multitud, y finalmente, sube a la colina para orar solo, hasta la “cuarta vigilia” (hasta 3-6 am). Y es así como, Jesús ve a sus discípulos, luchando contra el viento, y se dirige hacia allá, para estar con ellos, andando sobre del agua.
Contando, lleva casi 24 horas sin dormir, y recordemos que Jesús vivió con todas las condiciones de un ser humano, sin utilizar poderes especiales como algún “Superman”.
Esta suma de eventos me proporcionan varias lecciones:
- Es importante descansar y enseñar, pero es más importante vigilar y orar. El ministerio de Jesús es un ministerio saturado con oración; igual el de los Doce en Hechos 6:4 – “Y nosotros persistiremos en la oración, y en el ministerio de la palabra.” No es suficiente tener oraciones de “calidad” – la cantidad también importa. Además, es legítimo y recomendable buscar soledad para orar, a pesar de nuestro, saturado, calendario. Conocer la voluntad de Dios y no perderse inmerso en el servicio, también es un reto. Se necesitan tiempos de reposo, soledad, ayuno, oración, lectura de la Palabra, meditación, humildad, reflexión y transformación.
- Aunque estemos cargados de sufrimiento emocional, somos sanadores y maestros del rebaño. Me acuerdo de un momento en mi vida, hace muchos años, cuando recibí la noticia de que mi padre estaba a punto de morir, yo tenía que ir a su encuentro, y el vuelo salía unas horas más tarde. Pero primero, con apoyo de mi asistente, fui para enseñar una clase sobre las cartas de Pablo.
- Aún cuando tengamos nuestras preocupaciones, somos responsables de cuidar a nuestros compañeros. No podemos sentarnos en paz sobre la montaña, mientras ellos están luchando en su barca en contra del viento y con falta de fe.
- Jesús salió de la barca, y encontró a la multitud, una vez más, demasiado demandante. En esa situación, es probable que a mí, me hubiera sobrepasado. No obstante; perder la paciencia con los corderos, nunca es una opción.
- Finalmente, hay un punto que también me afecta de manera muy personal, se trata de que yo disfruto sumamente la privacidad, la soledad y también de la incomunicación. Cierto que estos son derechos legítimos para obtener momentos de paz, descanso y oración, que recomiendo a todos. Sin embargo, es imperativo balancear esta necesidad con nuestro compromiso con el rebaño, con sus temores y sus necesidades.
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Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6