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biblias y miles de comentarios
Vamos a dar inicio a la segunda carta a los
Corintios, escrita por el apóstol Pablo desde la provincia de Macedonia. La
congregación de Corinto fue muy conflictiva y por ello el apóstol dedicó mucha
atención a los hermanos de allí. Muchos enemigos que tenían la obra misionera,
trataban de detener y desacreditar a Pablo mismo, pero no tenían argumentos
valederos. Sin embargo, veremos aquí que en la lucha constante entre el mal
contra el bien, las tinieblas y la luz, hay un vencedor indiscutible:
Jesucristo.
I.
2 Co.
1:1-11.
A. DESTINATARIOS, 1:1-2.
v. 1 “Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la
voluntad de Dios, y Timoteo nuestro hermano, a la iglesia de Dios que está en
Corinto y a todos los santos en toda la región de Acaya”.
1. Pablo. El apóstol se
presenta con su nombre, para identificarse claramente ante sus destinatarios y
sus enemigos. El nombre de Pablo fue muy conocido en un amplio territorio,
desde Jerusalén hasta Roma y quizá España. Pablo influenció grandemente con el
mensaje de Jesucristo en territorios que jamás un judío habría soñado pisar.
Pablo rompió barreras religiosas y se mezcló con gente impía, pecadora contumaz
que tenía como destino su destrucción eterna.
2. Apóstol de Jesucristo. Apóstol
significa literalmente “enviado”. En nuestros tiempos la palabra “misionero” denota
un similar significado. El término apóstol había adquirido un sentido técnico
en aquel entonces. Indicaba a
alguien a quién Cristo había comisionado, es decir: (1), que había sido testigo
de la resurrección (2) y que poseía como credenciales poderes milagrosos[1]
(3). Aparentemente Pablo no cumplía con
los requisitos para ser apóstol:
a. Ser discípulo durante el ministerio de Jesús.
b. Ser testigo de su resurrección. Hch. 1:21,22.
Sin embargo, sabemos que Saulo de Tarso,
quien posteriormente se llamaría Pablo, se encontró con el Señor resucitado
cerca del camino a Damasco Hch. 9:1-19; 22:6-16; 26:12-18 y Jesús lo llamó para
ser apóstol de los gentiles, 1 Ti. 2:7; 2 Ti. 1:11.
Muchos enemigos en Corinto dudaban del
apostolado de Pablo, pero la verdad es que este hombre fue llamado desde el
cielo para cumplir una misión en la tierra. Si bien su aparecimiento en el
relato bíblico muestra a un hombre brutal, profundamente convencido de sus
creencias religiosas judías, perseguidor de los seguidores del Camino o de Jesús.
Luego de su encuentro con Cristo, su vida, pasión y metas cambiarían por el
poder de Dios. La ironía de la vida, de perseguidor ha perseguido por la causa
de Cristo.
Esto nos muestra que Dios da oportunidades
para que cambiemos nuestro camino, y así lo pongamos alineado con los caminos
por donde va nuestro Dios.
3. Por la voluntad de Dios. Pablo fue comisionado personalmente
por Jesús y no por voluntad humana. Dios, a través de Cristo, lo llamó al
apostolado. Gálatas 1:15 dice: “Sin
embargo, Dios me había apartado desde el vientre de mi madre y me llamó por su
gracia. Cuando él tuvo a bien revelarme a su Hijo para que yo lo predicara
entre los gentiles, no consulté con nadie”.
4. Y Timoteo nuestro hermano. Ese joven
cristiano de origen judío fue muy especial para el apóstol. Fue invitado a
evangelizar por Pablo en Listra, Hch.
16:1-3. Debido a su fidelidad a Cristo, Pablo le encargó varias misiones en pro
de fortalecer a la iglesia infanta. Timoteo ya había visitado Corinto tiempos
atrás, Hch. 18:5, y por esta razón ya era conocido por los hermanos de allí, 1
Co. 4:17. Al ser nombrado Timoteo en primer lugar de la epístola y usar el
pronombre en segunda persona de plural “nuestro”, dice de la relación que tenía
Timoteo con los lectores de la carta y desde luego con el apóstol. También deja
claro el hecho que no era desconocido para ellos. Timoteo era de temperamento
tímido y retraído; pero no carecía de capacidad, de vigor, o de valor moral. Su
sinceridad y cordialidad se ganaron el afecto de Pablo, quién lo llamó
“verdadero hijo[2]”.
5.Gracia y Paz.
a.
Gracia.
Viene del griego charis, y chairen era una forma de saludo que
significaba: buen día o me alegro de verte.
b.
Paz.
En el idioma hebreo es shalom. Su
significado inmediato es adiós o que te vaya bien, y su significado más
profundo según el contexto es la ausencia de tensiones entre ambas partes y la
existencia de buena voluntad.
Tanto la gracia y la paz proceden de Dios
nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
B. AFLICCIÓN Y CONSUELO, 1:3-7.
v. 3- 4 “Alabado sea
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de
toda consolación, quién nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que
con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos
consolar a todos los que sufren”.
1. Alabado sea Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo. A Jesucristo se le describe como el canal y agente por
medio del cual se comunica a los hombres todas las bendiciones de misericordia
y consolación de parte de nuestro Dios y Padre.
2. Nos consuela en todas nuestras tribulaciones.
En
los versículos 3 al 7, la palabra consolación (confortación) se repite nueve
veces. El consuelo es una parte importante de la vida espiritual, y Pablo busca
animar a sus receptores.
La definición en el
diccionario de Consuelo es: Descanso y alivio de la pena, molestia o fatiga que
aflige y oprime el ánimo[3].
Dios es la
fuente de consuelo y estímulo. Esta consolación fluye a los creyentes cuando
ellos sufren por la causa de Cristo y equipan a algunos para consolar a otros
cuando están en problemas.
Por medio de Jesucristo nosotros podemos
dirigirnos libremente y confiadamente a Dios como Dios y como Padre. Padre
significa “absoluta confianza”.
Qué bendición tenemos
los cristianos al saber que Dios nos consuela y anima en cada instante de
nuestras vidas, tanto en los malos como en los buenos momentos de nuestra vida
podemos contar con él.
3. Nosotros
podamos consolar a los que sufren. Nosotros somos los receptores de la
bondad de Dios, por tanto debemos animar a los demás. El sufrimiento y el consuelo van juntos, Dios no nos abandona en
nuestras tribulaciones pues su amor es tan grande que nos asiste con su
consuelo. ¿Dónde encontramos ese consuelo? En la Palabra de Dios, por
ejemplo leer el Salmo 23 nos da esperanza y consuelo ver a Dios como un
verdadero pastor.
4. “Pues
así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también
por medio de él tenemos abundante consuelo” v. 5 .
Pablo
escribió a personas que estaban siendo atribuladas. Tlipsis es tribulación, y se refiere a una presión física.
El
propósito divino para nuestras tribulaciones es capacitarnos para que podamos ayudar
a los que igualmente están atribulados. Cristo no ofrece bienestar físico y
espiritual a sus seguidores, el camino de la cruz está lleno de espinas que
penetran hasta el alma, comparar con Ro. 8:17. Uno de los resultados que produce el sufrimiento es la capacidad que da
para consolar y compadecer, para alentar y fortalecer a otros, una vez que
en medio del sufrimiento propio uno ha experimentado la presencia y el consuelo
de Dios[4].
C. LIBERACIÓN Y GRATITUD, 1:8-11.
v. 8 “Hermanos, no queremos que desconozcan
las aflicciones que sufrimos en la provincia de Asia. Estábamos tan agobiados
bajo tanta presión, que hasta perdimos la esperanza de salir con vida”.
Hay muchas hipótesis del sufrimiento de Pablo
en Asia.
1. Un
naufragio. Pero parece que este no ocurrió en Asia.
2.
Rebeliones y división en la iglesia. Enemigos
que dudaban de su autoridad apostólica, ponían en tela de duda su integridad e
intentaban destruir su trabajo.
3.
Una posible enfermedad. Por su
gravedad el apóstol creyó que iba a morir con seguridad. Algo muy posible que
fuera la causa de su sufrimiento, pues el apóstol con tanto maltrato físico que
sufrió en su cuerpo, algún rastro de violencia debió haber quedado en su
cuerpo.
a. Pablo
recibió de autoridades judías 5 veces 39 azotes, 2 Co. 11:24.
b. Pablo fue
golpeando con varas por orden de autoridades romanas.
c. Una vez
fue apedreado.
d. Tres
veces fue náufrago.
4.
Revuelta instigada por Demetrio, Hch. 19:23-41. Lucas describe que
Pablo estuvo lejos del teatro, por lo que estuvo algo seguro y se descarta esta
posibilidad como posible causa del sufrimiento.
v. 10 “Él nos libró y
los librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y
él seguirá librándonos”.
Dios usó este evento
para que Pablo aprendiera a despojarse de toda confianza en si mismo y una
confianza renovada en Dios lo moviera siempre[5].
Estar a las puertas de la muerte significa abandonar completamente cualquier
rastro de confianza en uno mismo y depender exclusivamente de Dios[6].
No sabemos cual fue
el posible peligro que amenazaba, pero este era real a tal punto, que Pablo
perdió toda esperanza de sobrevivir.
v. 11 “Mientras
tanto, ustedes nos ayudan orando por nosotros. Así muchos darán gracias a Dios
por nosotros a causa del don que se nos ha concedido en respuesta a tantas
oraciones”.
El propósito divino
de esto fue que cuando Pablo recibiera liberación no estuviera solo para
agradecer a Dios sino que todos los que habían orado por él dieran también las
gracias al Padre Celestial.
II. CAMBIOS DE PLANES.
A. Confiabilidad, 1:12-14.
v. 12 “Para nosotros,
el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos
comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes con la santidad y
sinceridad que vienen de Dios”.
1.
Porque en esto consiste nuestro orgullo. El mundo se enorgullece de sus logros,
esto es un pecado. El hombre espiritual da honra y gloria a Dios. El cristiano
sólo puede ensalzarse en la gloria de Cristo, Ro. 5:11.
2. “El testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportando en el
mundo, y especialmente entre ustedes, con la santidad y sinceridad que vienen
de Dios”, v.12.
Conciencia, (del
latín conscientia “conocimiento compartido”, pero diferente a consciencia, ser
concientes de ello) se define en general como el conocimiento que el ser tiene
de sí mismo y de su entorno, se refiere a la moral o bien a la recepción normal
de los estímulos del interior y el exterior[7]
.
Para Pablo, la
conciencia supone la facultad de conceder a una persona el sentido moral de que
se juzgue a sí misma[8].
En su caso, el testimonio de su conciencia era limpia, porque el testimonio de
su entrega a Dios era total, y no tenía de qué avergonzarse.
La palabra sinceridad, puede ser traducida
transparencia del gr. eilikrinia, la
cual puede describir algo que puede soportar el ser expuesto a una luz intensa
y a través de la cual es posible ver.
3. “Nuestra
conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana sino a la gracia de Dios”,
v.12. La sabiduría humana es imperfecta e incompleta, está en función de la
moda, es decir cambia con el tiempo. En cambio la sabiduría de Dios es todo lo
contrario, perfecta, completa, absoluta y eterna. A la luz de esto, la conducta
de Pablo no podía ser tildada de errónea por ninguno de sus detractores, más
bien muchos de ellos podían gloriarse en él como su padre espiritual. Durante
año y medio, Pablo trabajó en Corinto sin recibir pago, tampoco pidió alguna
ayuda material para que sus detractores no tuvieran de qué acusarlo 1 Co. 9:17,18.
Siendo que todo obrero es digno de su sustento, el actuó de manera diferente,
delicada, y no fue una carga para la iglesia en la península.
B. Revisión de planes, 1:15-17.
v. 15 “Confiando en
esto, quise visitarlos primero a ustedes para que recibieran una doble
bendición; es decir, visitarlos de paso a Macedonia, y verlos otra vez a mi
regreso allá”.
Los planes que tenía
Pablo fueron de visitar Corinto vía marítima, luego dirigirse a Macedonia, y
desde ahí regresar de nuevo a Corinto, para que allí los hermanos lo
encaminaran a Judea, con el dinero recolectado para los pobres de Jerusalén. La
doble bendición se refiere a la doble visita planeada por el apóstol a ellos.
A causa de problemas
en la congregación de Corinto, Pablo cambió de planes para hacer una visita
corta, pero luego de llegar a la ciudad la visita se convirtió en bastante
triste (2:1), no se tiene información si visitó a las congregaciones de
Macedonia, lo que sí sabemos es que viajó a la ciudad de Éfeso, donde
escribiría la carta triste 2:3,4, la misma que entregó a Tito.
v. 17 “Al proponerme
esto, ¿acaso lo hice a la ligera? ¿O es que hago mis planes según criterios
meramente humanos, de manera que diga sí, sí y no, no al mismo tiempo?”.
1. Primera pregunta: ¿acaso
lo hice a la ligera? Pablo había escuchado que los corintios lo
acusaban de ser desequilibrado. La pregunta que hace a los corintios si obra a
la ligera tiene como respuesta un NO. Quiere llevarles a la reflexión de que
nuestra vida no está trazada completamente por nuestra voluntad. Hay eventos en
que Dios interviene para que cambiemos de marcha y de dirección en nuestra
vida.
No se puede acusar a Pablo de incumplir
con algo que había prometido. La ligereza de carácter es la que hace al hombre
prometer lo que no tiene intención de cumplir[9].
El Cristo que predicó Pablo y sus compañeros no es un Cristo de incertidumbre o
contradicciones.
2. Segunda Pregunta: ¿O es que hago mis planes según
criterios meramente humanos? La respuesta también es NO. Porque Pablo
se guiaba por el Espíritu y no según la carne. Ro. 8:4. La traducción que hace
Frances Young: “¿O es que hago planes
a nivel humano, de modo que el sí sea sí, y que el no sea no, depende de mí?[10]”
C. Autenticidad del Mensaje, 1:18-22.
v.
18 “Pero tan cierto como que
Dios es fiel, el mensaje que les hemos
dirigido no es "sí" y "no".
La palabra de Dios es absolutamente digna de
confianza, porque Dios es fiel y verdadero[11].
Para argumentar su razonamiento, Pablo emplea el principio hermenéutico judío
de ir mayor a menor, entonces si los corintios creen en Dios y en la
predicación de su palabra, de la misma manera deben creer en Pablo, Silvano y
Timoteo.
v. 19 “Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, a quien Silvano, Timoteo y yo
predicamos entre ustedes, no fue "sí" y "no"; en él siempre
ha sido "sí". La conjunción “porque” es el puente entre este y el versículo anterior.
Se presenta a Jesucristo como testimonio de la verdad, quién dijo en Jn. 14:6:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Dios es fiel y su Hijo también es
digno de toda confianza.
Pablo explica que un error humano
no hace inválidas las promesas de Dios y que tampoco los mensajeros son
descalificados por sus pequeños errores, pues es Dios el que los confirma a
través de su evangelio.
Pablo fue el
primero en anunciar el evangelio en Corinto (Hch. 18:1-4). Mientras permanecía
año y medio en esta ciudad llegó Silvano (Silas) y Timoteo, Hch. 18:5 desde
Macedonia.
v. 20 “Todas las promesas
que ha hecho Dios son "sí" en Cristo. Así que por medio de Cristo
respondemos "amén"
para la gloria de Dios”.
1. “Todas las promesas que ha hecho Dios son”. En el Antiguo Testamento Dios hizo a su
pueblo tantas promesas, ninguna de ellas dejarán de cumplirse, todas y cada una
de ellas se cumplen por medio de la venida del Mesías. Esa es la confianza que
tenemos los cristianos en Dios, él es veraz y cumple su palabra.
Las promesas de Dios son
hechas por medio de Cristo, relacionado con:
a. El perdón de los pecados.
b. La santificación de su gente.
c. Ayuda en las tentaciones y pruebas.
d. Guía en la incertidumbre.
e. Paz en la muerte y
f. Gloria eterna más allá de la tumba.
Todas estas promesas son
hechos a través de un Redentor, y ninguna de estas fallará.
2. Si en Cristo. A la pregunta, ¿se cumplirán las promesas de
Dios? Cristo
es la respuesta, el sí encarnado, el sí eterno[12].
3. Así que por medio de Cristo respondemos
"amén" para la gloria
de Dios. El sí
y el amén significaban lo mismo entre hablantes del idioma griego y el arameo.
Amén quiere decir: Así es.
En Apocalipsis
3:4, Jesús es llamado el “Amén”. La palabra significa verdad, fidelidad,
certeza. Y aquí la expresión significa que todas las promesas las cuales son
hechas a través del Redentor serán ciertamente cumplidas.
v. 21-22 “Dios es el que
nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a ustedes. Él nos ungió,
nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón, como garantía de sus promesas”.
“Dios es”, Él lo ha hecho. Todo
es para ser dirigido a Él. Esto no se trata por la bondad natural nuestra, o
cualquier inclinación que por naturaleza nosotros tengamos para Su servicio.
1. “nos mantiene firmes”, Dios es quién nos ha
confirmado en la esperanza del evangelio, y quién nos da gracia para ser fieles
e inalterables en nuestras promesas. También crea, fortalece y sostiene la
comunión que los creyentes mantienen con Cristo Jesús. La base de esta comunión
es la promesa de Dios hecha a su pueblo por su Palabra. Pablo, los corintios y
nosotros podemos confiar en las Escrituras[13].
2. “Él
nos ungió”, a
quiénes somos cristianos. Fue una costumbre ungir a reyes, profetas, sacerdotes
en la iniciación de su oficio. La palabra “ungir” es aplicada en las
siguientes personas:
a.
Sacerdotes, Éx. 28:41, 40:15
b.
Profetas, 1 R. 19:16, Is. 61:1
c.
Reyes, 1 S. 10:1, 1 S. 15:1, 2 S. 2:4, 1 R. 1:34
d. Mesías,
para ser apartado o consagrado a los oficios de profeta, sacerdote y rey.
e. Cristianos siendo consagrados o
puestos aparte para el servicio de Dios por el Espíritu Santo. Dice en 1 Jn.
2:20 “Todos ustedes, en cambio, han
recibido unción del Santo, de manera que conocen la verdad”, en 1 Jn. 2:27 “… la unción que de él recibieron permanece
en ustedes…”. Los cristianos son representados en todas partes como seres
bajo la influencia del Espíritu Santo, como aquellos seres sobre quiénes el
Espíritu Santo es derramado, ellos son representados como ungidos. Ellos son colocados
solemnemente en esta manera aparte y consagrados para el servicio de Dios[14].
3. “Nos selló como propiedad suya…”. Tanto en el pasado
como en nuestros días los sellos tienen gran valor, significan propiedad y
autenticidad. Los sellos en cartas reales no podían ser abiertos por cualquier
persona so pena de muerte, este sello garantizaba que el contenido del
documento era auténtico de su autor. Hoy en día muchos productos tienen su
sello distintivo, esto comunica al consumidor la originalidad del producto.
Aunque hoy en día las adulteraciones son pan de cada día. Dios pone un sello a
su pueblo por:
a. Confirmar su pertenencia
y,
b. Protegerlos de daño.
4. “… y
puso su Espíritu…”. Dios nos ha dado el Espíritu Santo como
anticipo, como un pago inicial de las promesas futuras que recibiremos en el
cielo. Hay dos pensamientos de cómo mora el Espíritu Santo dentro del creyente:
a. Mora personalmente.
b. Mora a través de la Palabra de Dios.
Síntesis:
· Dios nos mantiene
firmes en Cristo.
· Nos ungió.
· Nos selló como su
propiedad.
· Nos puso su Espíritu.
v. 23 “¡Por mi vida! Pongo a Dios por testigo
de que es sólo por consideración a ustedes por lo que todavía no he ido a
Corinto”. Pablo
indica por qué no fue a visitarlos de acuerdo a los planes que tenía; y desde
luego que no fue porque era imprevisible o inconstante, sino porque comprendió
que si él iba a ellos durante aquellos momentos de desorden y problemas, él
estaría bajo la necesidad de usar medidas duras para disciplinar y restaurar,
en consecuencia al ejercer una
disciplina severa traería dolor a ellos tanto como a él. En lugar de ello, les
envió una carta que por su contenido se la llama “severa” encomiándoles a la
reforma y evitar una dura restauración. Podemos ver que el cambio de planes de
visitarlos fue por el tierno afecto que les tenía.
v. 24 “No es que intentemos
imponerles la fe, sino que deseamos contribuir a la alegría de ustedes, pues
por la fe se mantienen firmes”.
“No es que intentemos
imponerles la fe”. Pablo dice que la manera que ha escogido para
actuar no ha sido enseñorearse acerca de su fe, para controlar sus creencias
sino porque deseaba contribuir para su mayor alegría. No quería usar su
autoridad apostólica y la severidad de la disciplina apostólica; aunque tenía
el poder para ordenar obediencia y para controlar su fe, pues escogió no
hacerlo. Su propósito fue promover felicidad, por tanto escogió las maneras más
suaves y gentiles.
“Por la fe se mantienen
firmes”. Esta
misma expresión la encontramos en 1 Co. 15:1, los corintios habían adherido las
verdades del evangelio y ahora en especial manera, en rendir obediencia a las
órdenes y ruegos de Pablo en la primera carta. Ellos habían demostrado que
estaban en la fe y firmes en la fe. No fue necesario que Pablo ejerciera
señorío sobre sus creencias, pero todo esto que fue requerido fue para ayudar
al avance de su fe, pues ellos estuvieron firmes en la fe. La fe debe ser libre
y la religión debe ser libre, o ellas no pueden existir por completo[15].
Editado: 11 mayo 2011
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Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6