El Ministerio del Pastor Consejero: Estudios Ministeriales Nivel Instituto Bíblico
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 2MBytes | 235 páginas | Idioma:Spanish |Categoría: Estudios Ministeriales
Información
CONTENIDO
Prefacio
Introducción
PARTE I: CONSIDERACIONES BASICAS
1. Base Teológica para el Cuidado y Consejo Pastorales
2. Base Teológica para el Cuidado y Consejo Pastorales (continúa)
3. El Pastor como Consejero
4. El Aconsejado
PARTE II: PRINCIPIOS PARA AYUDAR
5. Sugerencias para el Consejo Efectivo
6. Metas al Aconsejar
7. El Proceso de Dar Ayuda
PARTE III: AREAS DE APLICACION
8. Orientación sobre el Matrimonio y las Relaciones Matrimoniales
9. Aconsejando a la Juventud
10. La Consejería en Asuntos Eticos y Religiosos
11. El Ministerio para las Personas en Situaciones de Crisis
12. La Consejería en Temas Relacionados con los Intereses Finales
BIBLIOGRAFIA
Nota: Las citas bíblicas son de la Santa Biblia Reina-Valera Actualizada
El título de este libro puede dar la impresión a algunas personas de que realmente son dos libros en uno, porque consideran el cuidado pastoral como un campo independiente de la consejería. He tratado de fundir las dos actividades en una a través de las páginas de la presente obra. La consejería es parte del cuidado pastoral. Podemos concebir el cuidado pastoral como un campo más amplio en el que el pastor, en su intento de ministrar a la gente en sus necesidades, se ocupa de todo, menos de aconsejar. Sin embargo, hay otro sentido en el que el buen cuidado pastoral puede ser sinónimo de consejería. A través de los años he enseñado cuidado pastoral en un seminario en América Latina. Frecuentemente encuentro que los jóvenes que apenas inician su ministerio no entienden lo que incluye el cuidado pastoral. Han tenido la impresión de que incluye visitar a los miembros de la iglesia y los prospectos en sus hogares y persuadirlos a estar en el templo el domingo. Ellos no pueden ver el potencial de influir en las vidas mediante la inversión de unos cuantos minutos de conversación significativa mientras el pastor circula entre la gente de su comunidad. Este libro es un intento por ayudar a esos ministros jóvenes a estar alertas a las oportunidades que vienen en el cuidado pastoral y en la consejería mediante su rutina diaria.
La parte I trata de la postura teológica y filosófica de la que fluye el ministerio. Presenta asuntos que son reales para la gente cuando enfrentan diariamente experiencias de la vida. El punto de vista teológico de uno indudablemente determinará su comprensión de los eventos que acontecen. Su creencia respecto al hombre y su naturaleza influirá en su pensamiento y acciones y en la dirección de su ministerio. Su propia creencia respecto a la necesidad de redención del hombre y cómo ésta se obtiene afectará el enfoque de su ministerio en sus tratos con la gente en la comunidad. La manera en que el pastor o el laico se ve a sí mismo como un ayudador será el enfoque del capítulo sobre el consejero. Es importante que el ayudador tenga un sentido de
dirección de sí mismo y de las metas que tiene en su ministerio. También, él debe poder entender a profundidad las fuerzas que están en acción entre los que buscan ayuda. El comprender la teoría básica del desarrollo de la personalidad y cómo funcionamos dará una mejor comprensión del aconsejado.
La parte II es un intento por dar algunos principios básicos para el pastor y consejero para ayudarlo a asumir su ministerio. Siempre hay el peligro de pensar que por aprender de memoria ciertas respuestas para ciertas condiciones y repetirlas, uno será un buen consejero. El cuidado pastoral y la consejería son primordialmente un proceso de relación. En la presente obra decimos repetidamente que la relación es la que sana las vidas heridas.
Procuramos dar directrices para permitir el desarrollo de una relación satisfactoria que conduzca a dar y recibir ayuda. Ninguna cantidad de buenas respuestas para situaciones específicas, aprendidas de memoria puede alcanzar este fin. El pastor aprenderá por experiencia que ser capaz de establecer una relación de apertura, confianza y esperanza es la mejor terapia que la gente puede recibir. De este principio avanzan a enfrentarse con sus propias circunstancias o problemas.
La parte III se enfoca sobres aspectos específicos en los que el pastor y laico serán llamados a ministrar. He escogido estos aspectos en los que frecuentemente he sido llamado a ayudar. Estos capítulos procuran dar tanto información como material ilustrativo para que los lectores puedan ser conscientes de la dinámica que se pone en acción bajo la superficie de cualquier problema que la gente enfrenta. Aunque es imposible ser exhaustivo en este aspecto de la presente obra, tal vez las ideas presentadas estimularán a los que ministran para investigar más. Se espera que el pastor sea un especialista en consejo marital, en tratar con los jóvenes, con los alcohólicos y drogadictos, en responder a la gente que tiene dudas religiosas, en ministrar a la gente que está en medio de cualquiera de una multitud de crisis, en ministar a los que están muriendo y en ayudar a la gente que está en proceso de luto. Por eso, el pastor y el laico deben ser desafiados a estudiar más en cada una de las áreas específicas que se mencionan en la parte III. Se da una bibliografía selecta como recomendación para estudio posterior.
La obra contiene muchos estudios de casos. Esto son fruto de años de enseñanza en el aula de clase, sirviendo en iglesias como pastor, interino, maestro y consejero, y por participar en varias fases del entrenamiento clínico en cuatro diferentes ambientes hospitalarios a través de los años. Como misionero he tenido oportunidad de comprometerme en todas estas actividades en diferentes tiempos.
http://astore.amazon.com/tivcc-20
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6