El culto o la idolatría de la diosa madre de Babilonia llamada Semiramis se propagó a todas las regiones de la tierra tras la confusión de los idiomas en BabeL Los chinos la llamaban Shingmoo. Para los germanos era Hertha, para los egipcios era Isis. En la India se le conocía como Indrani; en el Japón, como Amaterasu.Los pueblos que emigraron al nuevo continente llevaron consigo la idolatría a la Reina del Cielo y como tal la veneraban. Los aztecas la veneraban bajo el nombre de Xochiquétzal, los chibchas como Ba-chue y los muiscas como Hiutaca. Cada pueblo le conocía con un nombre diferente y con frecuencia la deidad tomaba las facciones y el color de la piel del pueblo que le adoraba.
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Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6