... El que tiene este cargo, ha de ser irreprensible, debe ser apto para enseñar; no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
Muchos pecados son morales por naturaleza. Algunos de estos, tales como la idolatría, el adulterio y la bebida, son condenados y mencionados por su nombre en la Biblia. Otros peca-dos, tales como el juego, no son mencionados en las Escrituras. Pero son condenados por los principios morales enseñados en la palabra de Dios. Juan resume estas obras de la carne cuando dice: “Toda injusticia es pecado” (1 Juan 5:17). Los pecados de omisión son también condenados en el Libro Divino. “Y al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17). Por ejemplo, los cristianos deben visitar al enfermo (Mateo 25:36) pero si ellos saben esto y no lo hacen, entonces pecan. Nosotros no sólo debemos evitar hacer las cosas que Dios ha prohibido, sino que también debemos hacer aquello que él ha mandado.
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
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Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6