Un tratado acerca del discipulado y el trabajo de los discipuladores dentro de la iglesia. La iglesia local necesita prepararse para recibir a nuevos creyentes pero también para mantenerlos en el amor de Cristo mediante el alimento espiritual impartida por los líderes.
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Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6