miércoles, 30 de agosto de 2017

En el matrimonio en especial: Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6





UN MATRIMONIO PARA HACER FUNCIONAR

¿QUÉ HACE FUNCIONAR UN MATRIMONIO?

Suponga que enciende su televisor a la hora de las noticias y, de repente, aparezco yo en la pantalla en lugar de la persona que da el pronóstico meteorológico. Por supuesto, usted se sorprenderá de verme allí, pero es probable que se sorprenderá aun más cuando escuche lo que tengo que decir:

  Esta noche, en lugar del informe habitual del clima y el pronóstico meteorológico, me gustaría presentar el pronóstico de los matrimonios de algunos de mis espectadores. Para algunos de ustedes, el pronóstico anuncia cielos nublados con noventa por ciento de probabilidades de tormentas eléctricas que terminarán en tornados y huracanes. No se sabe cuándo terminarán. Por cierto, a la vista hay muy pocas señales de alivio.

  Para otros televidentes, sus matrimonios tendrán los ajustes normales y atravesarán las fases habituales, pero la perspectiva del clima es brillante y clara. Cuando aparezcan tormentas en el horizonte, no durarán mucho y estarán preparados para recibirlas. Las superarán bien.

  Y agregando algo al cuadro climático, puedo decirles a ustedes, televidentes, cuáles entrarán en la categoría del pronóstico tormentoso y cuáles encajarán en el pronóstico de buen tiempo. Pero, por ahora, no me queda más tiempo disponible. Sintonice mañana para obtener más detalles.

Si cerrara el programa de esta manera, es muy probable que usted le tire un zapato a su televisor, que la estación de televisión reciba llamados telefónicos exasperados y que, probablemente, yo reciba una invitación para ser la siguiente persona que anuncie el clima en el Polo Norte. Por lo tanto, para evitar todo lo arriba mencionado, permítame decirle cuáles son los matrimonios que tienen las mejores probabilidades de amoldarse al pronóstico del buen tiempo. No se trata solo de mis propias ideas; las he recogido a través de una considerable investigación a lo largo de los últimos años.
No me refiero solo a los matrimonios que permanecen juntos. Muchos de ellos son caparazones vacíos. Me refiero a matrimonios que resultan satisfactorios para ambas partes. Aunque no puedo ofrecer una garantía —una fórmula de éxito seguro— puedo describir las características de un matrimonio saludable.


El retrato de un matrimonio saludable

La capacidad para cambiar y tolerar los ajustes

Los matrimonios saludables demuestran flexibilidad por parte de ambos cónyuges. Sin embargo, cuando hay demasiados cambios, se producen trastornos junto con la sensación de estar fuera de control. Así se abre la puerta a la ansiedad. Pero al igual que el capitán de un velero que se sale de rumbo debido a una ola repentina, los matrimonios fuertes están formados por personas que están en condiciones de hacer ajustes y correcciones en el curso para retroceder a un ámbito seguro y regresar al curso original. La flexibilidad también significa hacer cambios personales para el beneficio del matrimonio. La gran pregunta es: ¿Cuán flexible es usted? ¿Cuán flexible es su cónyuge? Si le pidiera que me dé algunos ejemplos de su flexibilidad, ¿qué me diría?


La capacidad para vivir con lo inalterable

Las parejas que tienen matrimonios saludables comprenden la necesidad de vivir sin tener todas las respuestas a lo que sucede en la vida y sin poder resolver totalmente algunos problemas. No siempre es fácil, en especial para los hombres, porque tienen un deseo ardiente de sentir que tienen el control de sus vidas.

Algunas características de la personalidad y algunos hábitos nunca cambiarán. Tal vez, su cónyuge nunca recuerde poner el respaldo del asiento del automóvil en la posición que usted lo necesita para conducir, o de bajar la tapa del inodoro. Tal vez, a usted le guste sacar la ropa que usará al día siguiente la noche anterior, dándole al dormitorio un aspecto desordenado. Tal vez, su cónyuge siempre hará gárgaras con la puerta abierta y la mayor parte de las veces no embocará adentro de la pileta.

¿Estas son molestias mayores? Lo son únicamente si las vemos de esa manera. Para tener un buen matrimonio tenemos que poder vivir con lo imperfecto. Dios es nuestro modelo: él nos ama a pesar de nuestras imperfecciones.


Creer en la permanencia del matrimonio

Un especialista cuenta que:
Durante las sesiones de consejos prematrimoniales, animo a las parejas a asirse a la creencia de que su matrimonio no terminará en el divorcio. Sencillamente, no es una de las opciones. «Hasta que la muerte los separe» no es una cadena pesada que nos mantiene unidos, sino un compromiso gratificante. Esto significa que durante las épocas de conflicto, de distanciamiento o de enojo, ni siquiera consideramos la posibilidad del divorcio. Como lo dijo alguien en tono de broma: «Divorcio no. Asesinato, tal vez». Cuando uno se aferra a la creencia de que su matrimonio durará, esto afecta la manera en que abordamos las imperfecciones de nuestro cónyuge, las diferencias y los conflictos y el futuro juntos. Es cierto que, probablemente, el grado de compromiso no sea el mismo en cada uno. El compromiso puede decaer y subir de tanto en tanto, pero se encuentra allí de la misma manera.


Confíen el uno en el otro

Cuando las parejas pueden confiar el uno en el otro, poseen un artículo poco común que la gente busca desesperadamente en el mundo de hoy. Como dijo una esposa: «Puedo confiar en que mi esposo será fiel a su palabra. No hay nada que me prepare para el fracaso. Si me dice que estará en casa a determinada hora, o bien llega a esa hora, o me llama por teléfono. Me gusta eso. Me da un sentido de seguridad y por esta razón me siento más libre con él. Nuestro nivel de intimidad es fuerte porque confiamos el uno en el otro».


Un equilibrio de poder

Una de las principales causas de conflicto es la lucha por el poder tan común en los matrimonios hoy en día. El matrimonio se basa en el reconocimiento de los puntos fuertes y los dones de cada parte, y la libertad para expresar estas cualidades. Se trata de un matrimonio con un grado de poder más o menos igualitario. La dependencia y la dominación (en este caso, ambas utilizadas en sentido positivo) se intercambian entre los cónyuges.


Disfrutar el uno del otro

Esto quiere decir que cada uno disfruta de la presencia del otro: de su silencio y de su conversación, de sus valores, de su fe y demás. El matrimonio es más satisfactorio cuando los cónyuges se ven el uno al otro como mejores amigos. Tal amistad, como todas las amistades, lleva tiempo cultivarla y desarrollarla y también implica lealtad entre los amigos.


Promover el crecimiento personal

Su matrimonio contiene el poder para que usted lo haga crecer en forma personal de una manera que jamás soñó que experimentaría. Estoy seguro de que desearía que ese crecimiento fuera indoloro (como extraer un diente con la ayuda de altas dosis de anestesia). Pero hasta el momento, nadie ha creado una anestesia matrimonial. No existe. Por lo tanto, prepárese, porque algunos de los cambios y el crecimiento serán dolorosos.

Muchas parejas luchan porque el matrimonio involucra un increíble trabajo y esfuerzo. Como dijo un hombre: «Es mucho más esfuerzo que el que jamás pacté. Deseaba un matrimonio pacífico. ¿Armonía? Me pregunto si todo el trabajo y el esfuerzo valen la pena por los pocos momentos de paz y armonía que hemos experimentado».

Permítame hacerle una pregunta. ¿Cómo describe los conflictos en su vida, en su matrimonio? ¿Alguna vez se queda sin palabras para describir lo que sucede? ¿Posee un vocabulario que hará justicia con lo que está experimentando? Descubrí los siguientes sinónimos de «conflicto». Puede encontrarlos usted mismo en cualquier diccionario de sinónimos. Subraye toda palabra que describa (o las que mejor describan) lo que se asemeja a lo que ha sido su matrimonio. Los verbos incluyen las siguientes palabras: chocar, estar en desacuerdo, estar de punta, entrenarse en el boxeo, oponerse, contender, dar de topetazos, reñir, pelear, altercar, agraviar. Los sustantivos incluyen lucha, guerra, Armagedón, pelea, disputa, discusión, riña, reyerta.


En el matrimonio hay que enfrentar la realidad

A muchas parejas, el matrimonio las sorprende porque entran a esta relación con una preparación lamentable. Su sentido de la realidad se vio distorsionado por la fantasía y la ilusión. Algunos se sorprenden porque se casaron a pesar de no haber resuelto problemas del pasado, esperando que su compañero o compañera oficiara de salvador. ¿Se casó con la persona que pensaba que se había casado?

Escuché la historia de un hombre que, luego de un intenso y descorazonador desacuerdo con su esposa, se sintió muy frustrado y enojado con ella. Luego de algún tiempo vino y declaró: «Ana, ¡no eres la mujer con la que yo me casé!» Ella se dio vuelta y lo miró, y con una débil sonrisa dijo: «Nunca fui la mujer con la que pensaste que te casabas».

Tenemos la tendencia a casarnos con un ilusión, una fantasía, una idealización proyectada sobre un frágil ser humano. Tal vez, nos casamos con un fantasma o un sueño, pero cuando nos acercamos a tocar ese fantasma, no hay sustancia. El verdadero problema no es si se casó con la persona correcta; más bien se trata de que usted sea la persona correcta para su cónyuge. Zig Ziglar lo dijo bien:

  Si trata a la persona equivocada como si fuera la persona adecuada, bien puede ser que termine estando casado con la persona adecuada después de todo. Por otra parte, si se casó con la persona adecuada y la trata mal, con seguridad terminará casado con la persona equivocada. También sé que es mucho más importante ser la persona adecuada que casarse con la persona adecuada. En resumen, si se casó con la persona adecuada o la equivocada es una cuestión que depende fundamentalmente de usted.

Uno de los ajustes iniciales en el matrimonio es enfrentar las realidades del mismo. La buena noticia es que sus conflictos disminuyen cuando esto sucede. Además, enfrentar la realidad no es tan malo.

  La gente puede olvidarse de sus fantasías si se dan cuenta de que «realidad» no es una palabra en clave, sinónima de «problema». Entre otras cosas, realidad significa aceptar la diversión de planear un futuro con otra persona a la cual usted respeta y ama. Es la alegría de vivir con su mejor amigo o amiga y la seguridad de pescarse un tremendo resfriado y tener a alguien a mano que le alcance un caldo de gallina sin protestar. La realidad es tener un desacuerdo y aceptar la noción de que es probable que usted y su cónyuge tal vez nunca lleguen a ver una serie de cosas de la misma manera.

Si existe algún lugar en el cual necesitamos la gracia de Dios para hacer frente a las realidades de la vida, ese es el matrimonio. Ninguno de nosotros tiene la capacidad de hacerlo por sí mismo. Considere lo siguiente: su matrimonio no saldrá adelante por lo que usted o su cónyuge hagan, ¡sino por la gracia de Dios! Podemos habernos casado debido al amor que sentíamos por la otra persona, pero ninguno de los dos conocía el significado cabal de ese amor. Tal vez, teníamos la esperanza de que el amor de nuestro noviazgo nos sostendría y nos impulsaría a lo largo de los años de matrimonio. Esperábamos relajarnos y disfrutar de nuestro amor. Mike Mason ha escrito uno de los libros que más hace pensar con respecto a este tema, The Mystery of Marriage [El misterio del matrimonio]. Allí dice:

  Estar casado no es que nos quiten de las primeras líneas del amor, sino más bien, que nos lancen adonde está la acción. Es enfrentar, día a día, la necesidad de ceder una y otra vez, y en niveles cada vez más profundos, aquella misma decisión imposible y terriblemente trascendental que solo se puede haber tomado cuando uno estaba loco de amor y trastornado por la fe y la confianza. Esto no es resignarse al destino, sino abrazar libre y espontáneamente un regalo, un desafío y un destino.

  ¿Nos sorprende que la gente no pueda soportar la presión? Es una presión que solo se puede manejar con amor en dosis cada vez más altas. El matrimonio requiere la renovación diaria y constante de una decisión que, al ser de una naturaleza tan asombrosa que resulta imposible desde el punto de vista humano, únicamente se puede tomar mediante la gracia de Dios.

Al comienzo, las parejas suponen con felicidad que sus compañeros no desean otra cosa más que actuar, pensar y sentir exactamente como ellos. Cuando descubren que esto no es así, les parece que algo terrible ha ocurrido. Pero en realidad, no es así. El duelo por esta pérdida trae consigo la aceptación de las diferencias en carácter, personalidad, estilo de comunicación, valores y deseo sexual. Con el tiempo, la aceptación y el ajuste atenúan el conflicto. Prefiero que se produzca alguna clase de conflicto hasta encontrar la solución en lugar de que las parejas entierren los problemas hasta que surjan nuevamente, esta vez fuera de control, con un nuevo poder que produzca más dolor.

Las tormentas en su matrimonio tienen varios puntos de partida. Pueden presentarse debido a la experiencia pasada con sus padres o porque entró al matrimonio creyendo demasiados mitos. Las tormentas pueden aparecer por no saber cómo crecer y desarrollar nuevas maneras de responder acordes con el tiempo presente. Sean cuales sean las razones, estos obstáculos se pueden vencer.

¿Cuáles son los mitos que creía acerca del matrimonio? Algunos de los más comunes son:

  Pensé que mi esposa sería la extensión de mis propias necesidades emocionales y físicas, y cuando mis necesidades no se vieron satisfechas inmediatamente y en la forma que yo quería, me sentí destrozado.

  Esperaba que mi matrimonio estuviera libre de problemas. Después de todo, los buenos matrimonios cristianos sencillamente no tienen problemas o conflictos. Nadie me dijo que los buenos matrimonios se convierten en tales a través de los conflictos constructivos.

  Esperaba que mi cónyuge supiera lo que yo deseaba o necesitaba. ¿Por qué pasar un montón de tiempo hablando acerca de lo que uno quiere? Una vez que uno se casa, el cónyuge debiera saberlo.


¿Qué piensa?

    1.      Escriba o dibuje un informe del estado climático que describa a su matrimonio.
    

    2.      ¿Cuáles mitos o creencias erróneas llevó a su matrimonio?
    

    3.      ¿Qué pasó con los mitos? ¿Murieron? ¿Recibieron un funeral apropiado o atraviesan una resurrección periódica?
    

Tal vez ustedes sean como una pareja que vino a ver a un especialista. No quisieron fiarse de lo que les decía, ya que le preguntaron: «Norm, sin lugar a dudas, lo que acaba de compartir con nosotros está basado en la investigación. ¿Qué fue lo que se describió como positivo y qué fue lo negativo? Creo que nos ayudaría si conociéramos detalles más específicos».


Cómo animar la interacción positiva

Tenían razón. Las parejas estables sugieren numerosas maneras de expresar la interacción positiva en el matrimonio. Y una y otra vez, la Palabra de Dios nos amonesta a comportarnos de manera positiva y alentadora.

  Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros [de inmediato y voluntariamente], como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo (Efesios 4:32).

  Por cuanto Dios los escogió para que alcancen esta nueva vida, y al ver su inmenso amor e interés hacia nosotros, practiquen con sinceridad la compasión y la bondad. Sin que el causar buena impresión en los demás sea su objetivo, estén dispuestos a sufrir silenciosa y pacientemente. Sean benignos y perdonen; no guarden rencor. Si el Señor los perdonó, están ustedes en el deber de perdonar (Colosenses 3:12–13, La Biblia al Día).


La actitud de escuchar

Es importante que le muestre interés a su compañero como una persona, para descubrir qué es lo que ha experimentado durante el día y para sacar a la luz cualquier de sentimientos de molestia. Aquí puede ser necesario escuchar y mirarse el uno al otro, sin echar miradas al televisor o al periódico que tiene en el regazo. Puede ser necesario escuchar sin intentar arreglar el problema que su cónyuge le está compartiendo, a menos que se lo pida. Si usted es un hombre, quizá es necesario que dé más respuestas verbales cuando escucha, porque a la mujer le gusta oírlo para saber que está escuchándola. Santiago 1:19 dice que debemos ser «prontos para oír».


Atención frecuente en diversas maneras

Ser siempre afectuoso —no solo en los momentos en que está interesado en la relación sexual— es una respuesta positiva de alto valor. Algunas veces no se comparte nada verbalmente. Tal vez, solo sea necesario estar sentados el uno junto al otro tocándose suavemente, o acercándose lo suficiente como para entrar en contacto el uno con el otro mientras miran cómo el sol se esconde detrás de las montañas coloreando las nubes con destellos rojizos. Puede manifestarse tomándose de las manos en público. Puede manifestarse haciendo algo atento o amable, sin que se lo hayan pedido y que solo su cónyuge se dé cuenta. (Pero como he mencionado el tema de la relación sexual, animo fuertemente a cada hombre a que lea y aplique el contenido del libro de Joyce y Cliff Penner, Men and Sex [Los hombres y el sexo]. Puede transformar su relación física.)

Cuando su cónyuge ha tenido un día difícil, tal vez sea mejor acariciarle la cabeza o frotarle los hombros en lugar de hablar acerca de los detalles del día. Cuando uno siente que su compañero o compañera lo comprende a este grado y satisface sus necesidades, tiene la seguridad de que realmente se ha casado con la persona correcta.

El afecto se demuestra de diversas maneras. Años atrás escuché la historia de una pareja a la que habían invitado a una de esas cenas en las que cada uno lleva un plato de comida. A la esposa no se la conocía por sus habilidades como cocinera, pero decidió cocinar una tarta de crema. Mientras conducían hacia la cena, supieron que estaban en problemas porque podían sentir el olor de la masa quemada. Luego, cuando dieron vuelta en una esquina, el contenido de la tarta se trasladó trágicamente de un lado de la masa que lo contenía al otro. Él pudo ver al instante cómo la ansiedad de la esposa crecía.

Cuando llegaron, pusieron el pastel en la mesa de los postres. Los invitados se sirvieron las ensaladas y luego volvieron para el plato principal. Justo antes de que se dirigieran a la mesa de los postres, el esposo se dirigió decidido a la mesa, miró todos los postres caseros y arrebató el pastel de su esposa. Mientras los otros lo miraban, anunció: «Hay tantos postres aquí, y mi esposa hace tan pocas veces mi postre favorito que me lo llevo todo para mí. Comí liviano hasta ahora, así que puedo darme el gusto de ser un glotón».

Y se comportó como un glotón. Más tarde, su esposa dijo: «Se sentó junto a la puerta comiendo lo que podía, haciendo una papilla con el resto de manera que nadie pudiera pedirle un pedazo, y deslizándole algunos pedazos al Rottweiler de los dueños de la casa cuando nadie lo veía. Vio que lo estaba mirando y me guiñó el ojo. Lo que hizo me llenó el corazón aquella noche. Mi esposo, que no siempre dice mucho, me comunicó más amor con aquel acto que con todas las palabras que hubiera podido decir».

Amabilidad y cuidado

Por supuesto, existen muchas otras maneras en las que se puede mostrar que se preocupa por la otra persona. 

Un esposo cuenta lo siguiente:
Planto flores durante todo el año y sé que a Joyce le encanta verlas dentro de la casa. Muchas veces, luego de hacer el café, le corto una rosa y se la pongo en un florero junto a su taza de café. Ahora casi se ha convertido en algo automático, pero la motivación es la misma. Y muchas veces, antes de que me vaya de viaje, Joyce desliza una nota de amor en los bolsillos de mis pantalones.

Tal vez se encuentre en una tienda y al ver la comida favorita de su cónyuge se la compra aunque usted la deteste. O decide detenerse en una tienda para comprar algún artículo y llama por teléfono a su cónyuge a la casa o al trabajo para ver si hay algo que desea o necesita. Está pensando en otros en lugar de pensar en sí mismo. Está actuando de acuerdo con la enseñanza de la Escritura en Efesios 4:32 (NVI): «Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros».

Un acto que demuestre preocupación puede ser un llamado telefónico para preguntarle a su cónyuge si tiene algún pedido especial de oración. Los actos que reflejan preocupación por el otro pueden ser: recordar las fechas especiales y los aniversarios sin que se lo digan. Me asombra la cantidad de esposas que se han sentido profundamente heridas porque sus esposos no recordaron su aniversario y ni siquiera su cumpleaños.

Y las excusas de los esposos son tan pobres. «Simplemente no me acordé», «Necesito que me lo recuerden», o «Nosotros no lo hacíamos en mi familia». Si el esposo se encuentra sentado en mi oficina, le pregunto si se olvida de ir al trabajo o de disfrutar de su pasatiempo. A regañadientes dice que no, entonces yo sigo adelante diciéndole que creo que es capaz de aprender algo nuevo que los beneficiará tanto a él como a su esposa. No aceptamos excusas cuando el cambio es el paso evidente que hay que dar.


Palabras de aprecio

Otra respuesta positiva es mostrar aprecio. Esto significa salir un poco de uno mismo para fijarse en todas aquellas pequeñas cosas que su compañero o compañera hacen y dejarle saber cuánto lo aprecia. También significa concentrarse en las experiencias positivas y hacer hincapié en ellas más que en las negativas (se hablará más acerca de esto más adelante).

Es importante esforzarse por entenderse y apreciar la perspectiva de la otra persona. Los elogios transmiten aprecio, pero necesitan estar en equilibrio con lo que la persona hace y lo que ella o él es. Las afirmaciones basadas en las cualidades de una persona no son muy comunes pero son muy apreciadas.

Mostrar una genuina preocupación por su cónyuge cuando nota que está molesto construye la unidad y la intimidad en una relación. Es probable que no pueda hacer nada, pero el solo hecho de expresar el deseo de hacerlo puede ser todo lo que se necesita. Pedir perdón en lugar de estar a la defensiva es otra expresión de afecto. Cuando su compañero o compañera le cuenta un problema, no lo relacione con un problema similar que usted tuvo una vez, no le diga lo que debe hacer, no haga bromas para levantarle el ánimo ni le pregunte cómo hizo para meterse en ese problema. En cambio, escuche, abrácelo, demuéstrele que lo entiende y hágale saber que está bien que actúe y sienta en la manera que lo hace.

Muéstrele empatía. Esta es la sensación de estar con la otra persona tanto emocional como intelectualmente. Es ver la vida a través de los ojos de su cónyuge, sintiendo lo que él o ella sienten y escuchar la historia del otro de la manera en que él o ella la perciben.

En el matrimonio usted puede escoger responder con empatía, simpatía o apatía. La simpatía es estar demasiado involucrado con las emociones de su cónyuge. Verdaderamente puede socavar su fuerza emocional. La apatía quiere decir que no le importa en absoluto lo que le sucede al otro. Pero la empatía incluye una relación de comunicación, sabiendo cómo se siente su cónyuge en la mayoría de las situaciones sin necesidad de preguntar. Experimentan algo juntos, al mismo tiempo, mirando a través de los ojos de su cónyuge.


Libres para ser

Aceptar a nuestros cónyuges significa hacerles saber que aunque podamos no estar de acuerdo con lo que ellos dicen, estamos dispuestos a escucharlos. Quiere decir que liberamos a nuestros compañeros de tener que amoldarse a la fantasía de lo que deseábamos que fueran. Esto es más que tolerancia. Es enviar el mensaje: «Tú y yo somos diferentes en muchos sentidos. Está bien que seas tú mismo o tú misma y que yo sea yo mismo o yo misma. A medida que aprendamos a complementarnos el uno con el otro, seremos más fuertes juntos que separados». Es inevitable que nos ayudemos el uno al otro a cambiar, pero el propósito por el cual lo hacemos y el método que usamos hace un mundo de diferencia.


Risas frecuentes

El sentido del humor y la capacidad de reírse, de hacer bromas y de divertirse le da equilibrio al lado serio del matrimonio. Algunas de las cosas por la cuales se reirán serán privadas, otras, podrán compartirlas con los demás. Tener sentido del humor significa que uno se puede reír de uno mismo (¡aunque a veces lleve un rato!), y los dos se pueden reír juntos. Algunas veces, los mejores recuerdos son aquellos incidentes graciosos que sucedieron, aunque en el momento a su cónyuge no le hayan parecido graciosos.

Un esposo cuenta lo siguiente:
Hace varios años, mientras hablaba en un campamento para familias en Forest Home, California, algo por el estilo nos sucedió a Joyce y a mí. Estábamos en una bonita cabaña. Como suelo levantarme temprano, me fui al salón comedor para tomar el desayuno temprano. Joyce se levantó un poco más tarde y no desayunó demasiado sabiendo que yo le traería algunas frutas y un panecillo dulce. Llegué a la cabaña y estaba a punto de entrar al dormitorio con su comida cuando se abrió de par en par la puerta del baño. Joyce, que acababa de salir de la ducha, dijo:
—¡No entres allí! ¡Todavía sigue allí! ¡No lleves mi comida allí!
Me quedé desorientado y le pregunté:
—¿Qué? ¿Qué es lo que hay allí?
—¡Allí adentro! —dijo nuevamente al borde de las lágrimas—. Todavía está en el dormitorio. Fue terrible, y no te atrevas a reírte. ¡No fue gracioso!
Yo seguía sin saber de qué estaba hablando.
Finalmente se calmó y me contó lo que había sucedido. Se había quedado descansando en la cama, tomando su café. Entonces se inclinó hacia abajo para tomar sus chinelas. Encontró una, la levantó y tanteó debajo de la cama para encontrar la otra. Ahora bien, Forest Home estaba usando unas nuevas trampas humanitarias para ratones que consistían en una pedazo de cartón de 15×15cm con una sustancia muy pegajosa. Cuando el ratón se quedaba atascado allí, no podía salir y finalmente moría. Puede adivinar lo que sucedió. Joyce no solo puso la mano sobre la sustancia pegajosa ¡sino sobre un ratón muerto e hinchado! ¡Era inmenso! (Tengo una foto de él.) Me dijo que salió disparada como un misil, dando gritos, tratando de quitarse a esta desagradable criatura de la mano.

Mientras Joyce me lo contaba, agitaba la mano demostrándome cómo había tratado de quitarse al ratón. Cuanto más agitaba la mano, más graciosa quedaba. Me mordía los labios tratando de no reírme, recordando aquellas lapidarias palabras: «No te atrevas a reírte. No fue gracioso». Creo que ella se dio cuenta de mi lucha por no reírme porque con una mueca exagerada me miró y me dijo lentamente: «No es gracioso».

Eso colmó el vaso. Era hombre muerto y lo sabía. Me reí hasta que las lágrimas me rodaron por las mejillas. Por supuesto, tomé al ratón y me deshice de él. También le dije a Joyce que yo también me hubiera puesto histérico si me hubiese sucedido a mí, y que tenía todo el derecho de estar disgustada. Luego de varios abrazos me dijo: «Después de todo, me parece que fue gracioso». Ahora es una de nuestras historias favoritas.

También tenemos recuerdos graciosos en los cuales yo fui la fuente de diversión. Pregúntele alguna vez a Joyce, agrega.


Gozo en común

Otra cosa positiva relacionada con el matrimonio es el sentido del gozo compartido. Se comparte el entusiasmo y el deleite del otro y se desea que el otro sea consciente de lo que uno está experimentando. El gozo es una sensación de alegría que no necesariamente se asocia a la felicidad. También es un mandamiento de las Escrituras. «Alégrense con los que están alegres» (Romanos 12:15, NVI).


Un corazón agradecido

Otro rasgo positivo es nunca dormirse en los laureles ni dar por sentado que tenemos asegurado a nuestro cónyuge. Un amigo mío lo describió de la siguiente manera:

  Las personas que han estado casadas por mucho tiempo tienden a dar por sentado que tienen asegurado a su cónyuge. Las razones más comunes son:

  •   Siempre estarás aquí cuando te necesite.
  •   Siempre me amarás.
  •   Siempre estarás en condiciones de proveer para mis necesidades.
  •   Siempre serás el mismo.
  •   Siempre estaremos juntos.


  Cuando en el matrimonio se supone que estas cosas son así, se vive más en la tierra de las fantasías que en el lado de la realidad. Es muy raro que la gente que da por sentadas las cosas sepan apreciar las bendiciones diarias en sus vidas. Luego de algún tiempo, llegan a creer que la vida les debe estos pequeños regalos. Muy pocas veces dicen gracias por algo.

  Cuando consideramos que tenemos a alguien asegurado le restamos valor. Se envía el mensaje mudo: No vales mucho para mí. También se le roba a esta persona el don del aprecio humano. Y ser amados y apreciados nos da a todos una razón para vivir cada día. Cuando este regalo se retiene o se niega durante años, nuestros espíritus se marchitan y mueren. La gente puede soportar este sufrimiento y permanecer casados para siempre, pero lo único que hacen es cumplir una sentencia. En los matrimonios de muchos años en los que a uno de los cónyuges se lo toma por asegurado en forma continua, se levanta una pared de indiferencia entre el esposo y la esposa. Cuanto más tiempo de matrimonio, más alta será la pared y mayor el aislamiento humano. La manera de salir del atolladero es sencilla pero crucial:

  •  Comience a dar las gracias y a mostrar su aprecio por cada cosa.
  •  Tome más conciencia de sintonizar lo que está sucediendo a su alrededor.
  •  Conviértase en una persona que dé más y que sepa apreciar.
  •  Especialícese en las muchas pequeñas cosas que tienen gran significado: traer flores, hacer largas caminatas por el campo, acostarse en el suelo junto a la chimenea, llevarse el desayuno a la cama, tomarse de las manos en público, caminar bajo la lluvia, enviarse tarjetas amorosas y graciosas por correo, comprarse pequeños regalos sin razón aparente.


Recuerde: un matrimonio de 35 años no garantiza el año número 36. No dé nada por sentado, simplemente porque hoy lo tiene.

Recuerde, en un matrimonio saludable…

  •   Uno trata de ser el «número dos» en lugar de ser el número uno.
  •   Se le proporciona energía al cónyuge en lugar de quitársela.
  •   Se eliminan del matrimonio las acusaciones y el avergonzar al otro.
  •   Se está dispuesto a aprender del compañero.
  •   Se terminan los desacuerdos sintiendo que se han resuelto.
  •   Uno se siente mejor luego de un desacuerdo.

Comunicación bilingüe

Existe un factor final. Aquellas parejas que aprenden a ser flexibles y a hablar el idioma de su cónyuge tendrán la mejor comunicación de todas. Puede sonar un tanto extraño, pero durante los últimos 32 años en los que he aconsejado a parejas y dirigido seminarios para el enriquecimiento del matrimonio, cada vez estoy más convencido de que esta es la médula del proceso de comunicación. Significa que uno acepta las diferencias, descubre la exclusividad del vocabulario comunicativo del cónyuge, sus modelos y estilos, y comienza a usarlos a medida que los comparte. Da resultado en el matrimonio y también en el mundo de los negocios.

No significa que tenga que dejar de ser quién es, ni de comunicarse en la forma que le es habitual. Se trata de añadir a su repertorio de respuestas de tal manera que tenga un campo de acción mayor. A la mayoría de las personas les gusta conversar con los que hablan su mismo lenguaje. Esto se puede aprender. Yo lo hice, ¡y cómo cambiaron las cosas! De eso se trata el resto de este libro.


¿Cuál es su plan?

Estos son tan solo algunos aspectos positivos que mantienen vivo a un matrimonio. Pero, ¿qué me dice de usted? En una escala del 0 al 10, ¿cómo calificaría la presencia de estos aspectos positivos en su propio matrimonio (siendo 0 lo que no existe y 10 lo sobreabundante)? ¿Cómo calificaría su cónyuge estos aspectos? (En el apéndice encontrará un formulario de evaluación del matrimonio que le permitirá darle una mirada renovada a su relación matrimonial.)
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viernes, 28 de julio de 2017

Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda.

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6






LOS PREPARATIVOS PARA LA ADORACION - EL HOLOCAUSTO
LEVÍTICO 1:1 - 17
1Llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo: 2Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda. 

3Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová. 4Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya. 5Entonces degollará el becerro en la presencia de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del tabernáculo de reunión. 6Y desollará el holocausto, y lo dividirá en sus piezas. 7Y los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego sobre el altar, y compondrán la leña sobre el fuego. 8Luego los sacerdotes hijos de Aarón acomodarán las piezas, la cabeza y la grosura de los intestinos, sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar; 9y lavará con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote hará arder todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. 

10Si su ofrenda para holocausto fuere del rebaño, de las ovejas o de las cabras, macho sin defecto lo ofrecerá. 11Y lo degollará al lado norte del altar delante de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor. 12Lo dividirá en sus piezas, con su cabeza y la grosura de los intestinos; y el sacerdote las acomodará sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar; 13y lavará las entrañas y las piernas con agua; y el sacerdote lo ofrecerá todo, y lo hará arder sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. 

14Si la ofrenda para Jehová fuere holocausto de aves, presentará su ofrenda de tórtolas, o de palominos. 15Y el sacerdote la ofrecerá sobre el altar, y le quitará la cabeza, y hará que arda en el altar; y su sangre será exprimida sobre la pared del altar. 16Y le quitará el buche y las plumas, lo cual echará junto al altar, hacia el oriente, en el lugar de las cenizas. 17Y la henderá por sus alas, pero no la dividirá en dos; y el sacerdote la hará arder sobre el altar, sobre la leña que estará en el fuego; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. 

EL HOLOCAUSTO
El Holocausto Levítico1:1–17. 
El primer capítulo de Levítico trata del tema del holocausto. Por su importancia es la primera ofrenda mencionada. 
El holocausto es una ofrenda quemada. Es un sacrificio muy antiguo. Puede ser el sacrificio más antiguo (presentado por Abel, Gén. 4:4; Noé, Gén. 8:20; Abraham, Gén. 22:3, 6, 13). La historia de las ofrendas de Caín y Abel puede explicar cómo el holocausto llegó a ser el sacrificio más común para agradar a Dios. (Nota: La Biblia no dice que Dios rechazó la ofrenda de Caín por el tipo de sacrificio, sino indica que fue por la actitud: la condición del corazón.)
El primer versículo de Levítico es una introducción general al libro y el v. 2 introduce el sacrificio del holocausto, el cual está presentado en el primer capítulo.
Llamó a Moisés y habló con él Jehovah.… (v. 1), este versículo relaciona el libro de Levítico con el libro de Exodo. Parece que es una continuación del libro anterior. El libro de Exodo termina con la explicación de la nube que cubrió el tabernáculo. La nube representa la presencia de Jehovah. La voz salió del tabernáculo. Aunque Jehovah es el sujeto de los dos verbos, la construcción gramátical del hebreo permite la idea de que el sujeto del verbo llamó viene del anterior. Entonces, Jehovah llamó desde el tabernáculo. 
El versículo dice: “Llamó a Moisés y habló Jehovah.” El cubrió el tabernáculo con su presencia, llamó a Moisés y habló con él. La frase llamó a Moisés es una introducción común para presentar un mensaje importante. Jehovah llamó a Moisés desde la zarza ardiente, desde Sinaí y ahora desde el tabernáculo. La zarza ardiente y Sinaí habían llegado a ser como lugares santos para Jehovah. 
Ahora el tabernáculo será el lugar santo, donde el pueblo se podrá acercar a Jehovah. Es importante anotar las introducciones a todas las divisiones en el libro de Levítico. A veces, el mensaje está dirigido a Moisés solamente. Así aparece en los caps. 1–10 (1:1; 4:1; 6:1; 8:1). En el cap. 11, la introducción dice que Jehovah habló a Moisés y a Aarón … (11:1; 13:1; 15:1, etc.) En adelante las dos introducciones se intercambian, según el mensaje.
El pueblo que ofrendaEl pueblo de Dios debe ofrendar, aun en medio de grandes necesidades y profunda pobreza. Ejemplos son la viuda de Sarepta y la iglesia de Macedonia. Dios espera la ofrenda de su pueblo como expresión de alabanza, agradecimiento, adoración, alegría y aceptación de que somos sus mayordomos. Dios acepta la ofrenda de su pueblo. Dios se agrada de la ofrenda de su pueblo (1:2, 17).
Habla a los hijos de Israel (v. 2): el mensaje es para toda la nación, no solamente para los sacerdotes. Cuando hay reglamentos para los sacerdotes solamente, dice que habla a Aarón y a sus hijos (8:2; 9:1, etc.). La mayoría del libro está dirigido a la nación. Cuando habla a los sacerdotes es para enseñarles cómo servir al pueblo.
El tema de los primeros siete capítulos se encuentra en la frase cuando alguno de vosotros presente una ofrenda a Jehovah (v. 2; vea también 4:2). Los rabinos dicen que las palabras hebreas cuando alguno de vosotros indican dos cosas importantes. Primera, el pronombre vosotros indica que la ofrenda es personal y específica. Segunda, la preposición cuando indica que debe venir del deseo de la persona. Este concepto elimina la ofrenda de los paganos. Todos los sacrificios tenían que ser acompañados con la confesión sincera de la persona. La palabra ofrenda es la traducción de la palabra hebrea corbán 7133. La palabra se refiere a todos los sacrificios en general. El corbán es una ofrenda, una cosa apartada para sacrificar a Jehovah. Así es consagrada a Jehovah y no puede ser usada para otra cosa (ver los votos en el cap. 27). Esta ofrenda es mencionada por Cristo en Marcos 7:11.
Luego, siguen las instrucciones sobre el tipo de ofrendas que deben ofrecer y la manera de ofrecerlas. Hay tres grupos de animales aceptables para el holocausto: … será del ganado vacuno u ovino (v. 2b). El uso de la preposición min en el hebreo antes de cada una de las tres palabras ganado, vacuno y ovino sugiere una lista de tres grupos distintos. Algunos dicen que la traducción debe ser “del ganado: de vacuno u ovino”, usando la palabra “ganado” en general y “vacuno” y “ovino” como tipos de “ganado”. El capítulo sugiere la posibilidad que las tres palabras ganado, vacuno y ovino representan tres grupos explicados en el capítulo. Los vv. 3–9 hablan de cómo ofrecer ganado y los vv. 10–13 del rebaño (vacuno). En realidad las aves (vv. 14–17) no aparecen en el v. 3. Las aves representan un sacrificio especial para los pobres.:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::Cómo ofrendar  I.      Ofrendar lo mejor ( Lev 1:3, 10).          1.      Sin defecto.          2.      De valor.          3.      Seleccionado.          4.      No fermentado (Lev 1:11; 2:11).
  II.      Ofrendar voluntariamente (Lev 1:3).          1.      Dios no rechaza lo hecho de corazón.          2.      Dios acepta lo espontáneo, lo que es no obligado.
  III.      Ofrendar aceptablemente ante Jehovah (Lev 1:3, 5, 11).          1.      De olor grato a Jehovah (1:9, 13, 17).          2.      Para agradar a Dios, no al hombre.
  IV.      Ofrendar con arrepentimiento y humillación (Lev 1:4b).          1.      Para pedir perdón.          2.      Para apoyarse en Dios.:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: El resto del capítulo (vv. 3–17) está dividido en tres partes que explican cómo presentar los tres tipos de holocausto (ver la Introducción para una discusión sobre las divisiones del libro de Levítico). Hay tres tipos de animales aceptables. Estos tres grupos presentan la flexibilidad según la posibilidad económica de la persona. Los que pueden, tienen que ofrecer un macho sin defecto (vv. 3–9). Había otros que no lo tenían, pero podían ofrecer del rebaño (vv. 10–13). Pero estaban los pobres que ni tenían la posibilidad de traer del rebaño; ellos podían ofrecer de las aves (vv. 14–17). Dios no demanda más de lo que uno puede hacer. El reconoció y aceptó la ofrenda por su verdadero valor, el que procede del corazón de la persona.
Cualquiera sea el tipo de animal ofrecido, hay algunos principios que se deben seguir (vv. 3–9). 
Primero, debe ser sin defecto (vv. 3 y 10). (Puede notarse que no menciona sin defecto en relación con las aves, el sacrificio de los pobres.) El énfasis de sin defecto es ofrecer algo que le cuesta al adorador. Malaquías les condenaba porque ofrecían animales sin valor (Mal. 1:8, 13). El principio aquí es que el Señor quiere lo mejor de su pueblo en vez de lo que le sobra. Muchas veces el pueblo de Dios le da el “fruto de verano” en vez de la primicia. Dios demanda lo mejor de toda la vida, no solamente de los sacrificios de animales. Se le debe lo mejor del tiempo y de los talentos, tanto como de las cosas materiales.
Segundo, la ofrenda debe ser ofrecida voluntariamente (v. 3). Esta palabra tiene el sentido de “para que sea aceptable”. La misma palabra deja la idea de que para ser aceptable, debe ser voluntaria. En 2 Corintios 9:7, Pablo dice que la ofrenda debe ser como propuso en su corazón. Aunque bíblicamente la ofrenda es un mandato, cuando el pueblo de Dios ofrece la ofrenda por obligación en vez de hacerlo por el deseo, la ofrenda pierde su valor. Ofrendar solamente por obligación llega a ser legalismo. Este es lo que los profetas condenan (ver Isa. 1:11–15).
Tercero, la ofrenda será ofrecida delante de Jehovah (vv. 3, 5, 11). Después de la descripción de cada sacrificio dice que es un holocausto, una ofrenda quemada de grato olor a Jehovah (vv. 9, 13, 17). El término grato olor es como un modismo para indicar “satisfacer” o “agradar”. El propósito es ofrecerlo en una manera aceptable a Jehovah. No es el sacerdote que debe ser satisfecho. La verdadera adoración es la que es grata a Jehovah. Mucha adoración es para agradar al hombre en vez de a Jehovah. Apocalipsis usa la idea de oraciones como incienso que llevó su humo a la presencia de Dios (Apoc. 5:8). Son ocasiones que agradan a Dios.
Cuarto, la ofrenda es para hacer expiación por el pecado. Para hacer expiación por él (v. 4b). La palabra “expiar” viene del verbo hebreo para “cubrir” y tiene la idea de cubrir el pecado para que no intervenga entre Dios y el hombre. No tiene el mismo sentido de cubrir el pecado con el motivo de esconderlo de los ojos de Dios (Prov. 28:13), sino cubrir el alma (Lev. 17:11) para protegerla de la condenación. Así, Cristo cubrió nuestra vida, protegiéndola del poder del pecado.
Pondrá su mano (v. 4) es la expresión del arrepentimiento y confesión para la expiación de los pecados. La persona que trajo la ofrenda es la que puso su mano. Así se identificó con el pecado. Es interesante que el verbo para “poner” (v. 4) en el hebreo es una palabra que indica apoyarse: así, la idea de “confiar en”. Era un acto de fe. El holocausto, descrito en el cap. 1, era la ofrenda para la expiación y se relaciona con otros sacrificios explicados en Levítico 4 y 7. Esta ofrenda está mencionada en Job 1:5, 42:8 y en Miqueas 6:6.
Finalmente, está la participación por la gente. Los sacerdotes servían como instrumentos de Jehovah en la adoración pero la gente era participante en vez de espectador: pondrá su mano (v. 4). Otra vez, la participación de la persona se ve en el v. 5: degollará el novillo. ¿Es una referencia a Aarón o a la persona sacrificando? Debe ser una referencia a la persona ofreciendo el sacrificio porque hasta este punto en el cap. 1 todos los usos del pronombre “él” vuelven al v. 2 (alguno de vosotros). Al contrario, nunca menciona a Aarón.
Estos sacrificios incluyen el rociamiento de la sangre sobre el altar (v. 5). Levítico 17:11 dice que la sangre es la vida. El hebreo no creía en la división de la persona (alma y cuerpo), sino en la unidad de la persona. El cuerpo tiene que morir para hacer la expiación del pecado. La sangre rociada sobre el altar es la presentación de la vida a Dios.
La única diferencia entre el sacrificio explicado en los vv. 3–9 y aquel de los vv. 10–13 es el tipo de animal sacrificado. Había gente que no podía ofrecer un macho cabrío. La oveja era el sacrificio de la clase mediana, no de los ricos ni de los pobres.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::Sumario de las leyes de los sacrificios  I.      Deberes del hombre.          1.      El sacrificio.                 (1)      La sustitución, relacionada con la expiación. El hombre merece la muerte. En su lugar, muere el animal y esta muerte expía los pecados del hombre.             (2)      La consagración: la víctima ofrecida sobre el altar de Dios en lugar del sacrificador. En este acto reconoce que su persona pertenece a Dios, se desprende de una porción de los bienes materiales, como una manera de ofrecerse a sí mismo a Dios. Se observa también la idea de mayordomía.             (3)      La adoración u homenaje. Sacrificar equivale a rendir un culto a Dios, atribuirle la gloria, de quien dependemos y a quien debemos culto y sumisión.              (4)      La comunión. Es la parte en que el adorador participa en la carne de la víctima, relacionada con las comidas sagradas.           2.      La pureza.          Se creía que la enfermedad era consecuencia e influencia de los malos espíritus.          La limpieza personal y física no está lejos de la limpieza espiritual. Dios quiere que seamos limpios: espiritual, física y mentalmente.          La purificación personal entre los israelitas simbolizaba la santidad.           3.      El sacerdocio.          Tuvo su origen en el concepto de que Dios es trascendente, alejado de la vida del hombre común e inaccesible. Tenía que haber una clase de personas que por su conocimiento íntimo de Dios sabrían tratarlo. El hombre común sin tener tales conocimientos sacerdotales o habilidad, o carácter moral, tendría que acercarse a Dios por medio de quien los tenía. La idea de mediación es fundamental en el concepto primitivo del sacerdocio. El sacerdote del AT era esencialmente un mediador.
  II.      Carácter de Dios.        El libro de Levítico presenta claramente ciertos atributos de Dios que son fundamentales en la religión israelita.           1.      La santidad.          Con su énfasis en la purificación, y la expiación del pecado, resalta el carácter de Dios como un Dios santo. Grandes habían de ser los preparativos para entrar a la presencia de Dios, porque Dios es santo.           2.      El monoteísmo.          Reconoce un Dios, y ninguno más. Las ofrendas tenían que ser hechas a Jehovah (1:2). La santidad de Jehovah es la que ha de servir de ejemplo (19:2; 20:7). El culto a Moloc es especialmente condenado.
           3.      La presencia de Dios con su pueblo.          Esta idea se expresa mejor en el simbolismo del tabernáculo, porque éste representaba la presencia de Dios con su pueblo. El primer versículo del libro de Levítico afirma explícitamente que Jehovah llamó a Moisés desde el tabernáculo de reunión, y se sobreentiende que desde entonces venían de este lugar las comunicaciones divinas que aparecen en el libro, lo que representaba la continua presencia de Dios con su pueblo.::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: Los vv. 14–17 explican el sacrificio de aves. Es distinto de los sacrificios anteriores, pero incluye los mismos principios. Este sacrificio es una provisión para los que no podían comprar ganado u ovejas; es el sacrificio de los pobres.
Todo el ritual estaba explicado en términos claros para que los hebreos no cayeran en las prácticas de los paganos. Un énfasis importante es que cualquiera que sea el sacrificio o el tipo de animal sacrificado, lo más importante de la presentación es la manera y el espíritu con que se presenta. Los hebreos levantaban el sistema de sacrificios más allá de los de los paganos. Quitaron todos los aspectos de superstición y magia y le dieron una dignidad superior. Dice que el valor del sacrificio vino del corazón del que presentaba el sacrificio. Si no tuviera el espíritu de humildad y de fe, el sacrificio no sería más que el de los paganos.Cristo es el sacrificio aceptable a Dios. Debemos poner nuestras manos sobre él (es decir, poner la fe en él) para que el sacrificio llegue a ser nuestro. Cuando nos acercamos a Cristo, Dios ve el corazón antes de ver la manera del acercamiento. El animal fue quemado completamente. Esto simbolizaba la necesidad de un rendimiento completo.


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viernes, 24 de marzo de 2017

Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas.

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6






SALMO 2

El reino del ungido de Jehová

          1      ¿Por qué se amotinan las gentes,
    Y los pueblos piensan cosas vanas?
          2      Se levantarán los reyes de la tierra,
    Y príncipes consultarán unidos
    Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
          3      Rompamos sus ligaduras,
    Y echemos de nosotros sus cuerdas.

          4      El que mora en los cielos se reirá;
    El Señor se burlará de ellos.
          5      Luego hablará a ellos en su furor,
    Y los turbará con su ira.
          6      Pero yo he puesto mi rey
    Sobre Sion, mi santo monte.

          7      Yo publicaré el decreto;
    Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
    Yo te engendré hoy.
          8      Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
    Y como posesión tuya los confines de la tierra.
          9      Los quebrantarás con vara de hierro;
    Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

          10      Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
    Admitid amonestación, jueces de la tierra.
          11      Servid a Jehová con temor,
    Y alegraos con temblor.
          12      Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
    Pues se inflama de pronto su ira.

    Bienaventurados todos los que en él confían.

La coronación del Ungido

  SALMO 2: ALABANZA REAL. 
LA CORONACIÓN DEL UNGIDO


Este Salmo es un himno a Dios que es rey sobre todo y realiza su dominio por medio de un ungido (mesías). Es anónimo, aunque en Hechos 4:25 los creyentes lo citan como un salmo de David. Es un salmo a la coronación de un rey, o puede ser un recuerdo después en un tiempo de crisis. Algunos biblistas piensan que es un salmo tardío, del tiempo de los reyes macabeos; pero en el período del segundo templo (516 a. de J.C. hasta 70 d. de J.C.) los reyes no fueron ungidos. Más razón tienen los que creen que la ocasión fue la coronación de Salomón. No es necesario pensar en sólo una coronación específica, porque el salmo presenta un enfoque más general que puede ser usado en muchas ocasiones de coronación.

En algunas obras judías los dos primeros salmos eran introductorios. Probablemente durante el proceso de formación de las colecciones de salmos, el Salmo 2 fue la introducción al Libro I de salmos davídicos. Más tarde, cuando se completó todo el Salterio, el Salmo 1 fue puesto como introducción a todo el libro. A veces los dos Salmos fueron unidos en uno, así empezó y terminó con el mismo concepto: bienaventurado (ashré 835). Por eso algunos mss. y versiones de Hechos 13:33 dicen “el primer Salmo” en vez de “el Salmo segundo”.

En algunos comentarios judíos los dos primeros Salmos fueron considerados mesiánicos (entendieron el hombre en 1:1 como el rey). Nuestra palabra “mesías” es la palabra ungido en 2:2. Durante la monarquía los reyes de Israel y de Judá eran ungidos con aceite cuando eran coronados. En otros países antiguos no hablaban de sus reyes como “ungidos”. Y ningún pasaje claramente escatológico del AT usa el término “ungido”.

Después del cautiverio los reyes israelitas no eran ungidos. Entonces los judíos empezaban a entender que en el futuro habrá un “ungido” especial de Dios, el Mesías. Hay mucha literatura rabínica sobre un mesías escatológico. Se encontró en Qumrán una tradición que en la edad escatológica, de nuevo, se usaría la unción del rey.

El Salmo 2 se cita en el NT más veces que cualquier otro, porque Jesús y los apóstoles lo entendieron como un Salmo mesiánico que encuentra su cumplimiento pleno en Cristo. A veces se pregunta si es legítima una exégesis que aplica estos salmos reales a Cristo si el autor estaba hablando de un rey terrenal en la monarquía.

Es cierto que la intención del autor es la base de toda buena interpretación. Y es cierto que el salmista tenía en mente un rey (o reyes) en la historia de Israel. A la vez la Biblia enseña que detrás del autor humano Dios estaba inspirando las Escrituras. Aunque el salmista tiene en vista primero un rey de la monarquía, Dios puede dirigir e inspirar la escritura de tal manera que señale hacia un Rey ungido mayor en el futuro. De hecho, esto es lo que enseña el NT; el reino temporal de la línea davídica señalaba adelante hacia el reino eterno cuyo rey será el Mesías, Cristo.

Es evidente que Jesús dirigió a los discípulos en su entendimiento del AT. El y todo el NT toman en cuenta ciertos principios básicos que nos ayudan a entender su manera de interpretar el AT. Algunos de estos principios son: 1) “la solidaridad corporativa”, es decir, un pasaje que habla del pueblo de Israel puede también encontrar su cumplimiento en representantes del pueblo (un remanente) o en un representante (un profeta o el Mesías, cf. Mat. 2:15 y Ose. 11:1); 2) “la correspondencia en la historia”, es decir, puesto que Dios interviene en los hechos históricos, él puede dirigir de tal manera que acontecimientos en la historia de salvación “prefiguren” algo que sucederá en el futuro (cf. 1 Cor. 10:6, 11); 3) “cumplimiento escatológico”, es decir, las enseñanzas y acontecimientos del AT señalan hacia otros acontecimientos en “los últimos días”. Los discípulos fueron tan conmovidos por “el hecho de Cristo”, por todo que sucedió en su ministerio, crucifixión y resurrección y en su propia experiencia, que no pudieron interpretar y aplicar las Escrituras de otra manera.

Como cristianos, partícipes del nuevo pacto, podemos confiar en la enseñanza de Jesús y sus apóstoles. Podemos aceptar sin reserva su interpretación de las Escrituras del AT. Así, cuando ellos ven que acontecimientos y pasajes del AT prefiguran y sañalan hacia Cristo, creemos que así les enseñaron Jesús y el Espíritu Santo.

Ellos vieron que por inspiración Dios quiso que este Salmo (y otros) señalara hacia Cristo y tuviera su cumplimiento pleno en él. Los primeros cristianos entendieron todo esto como confirmación segura de que Jesús es el Cristo profetizado en el AT.

Taller homilético
De rebelde a hijo adoptivo
Salmos 2:1–12
  I.      Condenación de la rebelión humana, Sal 2:1–6.
    1.      Conspiración: Los pueblos traman cosas vanas, v. 1.
    2.      Rebelión: ¡Rompamos sus ataduras, v. 3.
    3.      Resultado: Y los turbará en su furor, v. 5.

  II.      Confirmación de la adopción de Dios, Sal 2:7–9.
    1.      Decreto: Jehovah me ha dicho, v. 7.
    2.      Herencia: Y te daré por heredad las naciones, v. 8.
    3.      Victoria: Tú los quebrantarás con vara de hierro, v. 9.

  III.      Exhortación conclusiva al arrepentimiento, Sal 2:10–12.
    1.      Sabiduría: Aceptad la corrección, v. 10.
    2.      Servicio: Servid a Jehovah con temor, v. 11.
    3.      Bienaventuranza: Bienaventurados todos los que en él se refugian, v. 12.

El Salmo es dramático; alterna entre las palabras de un narrador (el salmista) y diálogo directo de otros personajes. Así tenemos palabras del narrador (vv. 1, 2), diálogo directo de los reyes que están en rebelión (v. 3), otra vez del narrador (vv. 4, 5), palabra directa de Dios (v. 6), diálogo directo del hijo, el rey (vv. 7–9) y palabras del narrador dirigidas a los reyes (vv. 10–12).

  1.      La rebelión contra el Rey, Salmo 2:1–3

El Salmo empieza con una dramática pregunta retórica. La historia sigue igual. La historia es una sucesión de peleas y guerras. Sigue siendo cierto, al decir de Juan, que “el mundo entero está bajo el maligno”. Traman es el mismo verbo, en heb., que medita en 1:2. Cosas vanas es paralelo de “traición” o “engaño” en 4:2.

Se presentan o “se rebelan” es un término militar, de un inferior delante del superior. Aquí conlleva la idea de rebelión. A través de la historia se ha repetido el fenómeno, los hombres que están bajo el maligno se juntan contra Dios. En Hechos 4:25, 26 se ve un cumplimiento pleno de esto en lo que hicieron Herodes y Pilato.

Ataduras (v. 3): las mosrot 612 eran cuerdas con que ataban el yugo a los bueyes. El ser humano siempre ha querido rechazar el señorío de Dios. No entiende que Dios sabe lo que es mejor y desea lo mejor para los hombres.

  2.      Burla divina, Salmo 2:4–6

El párrafo muestra lo inútil de rebelarse contra Dios. Dios tiene todo el poder y la autoridad. Usa la ira del hombre y la vuelve en instrumento para cumplir sus propósitos. Se ve en la oposición a Cristo y la salvación hecha en la cruz.

Salvador y juez
Warren Wiersbe, en su libro Discover Yourself in the Psalms (Descúbrete a ti mismo en los Salmos), relata una historia que le contó cierto evangelista. 

Decía: “En una ciudad de la frontera, un caballo se encabritó y se escapó con un carro en el que había un niño pequeño. Viendo que el niño estaba en peligro, un joven arriesgó su vida para detener el caballo. El niño a quien había rescatado creció y llegó a ser un delincuente, y un día tuvo que comparecer ante el juez para ser sentenciado por un grave crimen.

El preso reconoció al juez como al hombre que años antes había salvado su vida, por lo que le suplicó gracia sobre la base de aquel hecho. Pero las palabras del magistrado silenciaron todas sus súplicas: “Joven, entonces fui tu salvador, hoy soy tu juez, y debo condenarte a ser ahorcado.”

Cuando los seres humanos persisten en su rebeldía, Dios tiene que juzgar. Aquí su respuesta es sencilla: Yo he instalado a mi rey en Sion. El pone las cosas en orden por medio de su representante, antes por el rey, pero en el final de la historia por el Rey supremo, Jesucristo. Dios ganó la victoria contra las fuerzas malignas por medio de Cristo; así instalará su reino eterno con el señorío de Cristo.

Sion era nombre de la ciudad jebusea que David capturó, el monte al sudeste de Jerusalén; más tarde se transfirió el nombre al monte del templo, al norte del monte original; más tarde se usó para toda Jerusalén.

  3.      El decreto divino, Salmo 2:7–9

Ahora habla el rey que está siendo coronado. Jehovah mismo le ha dicho: Tú eres mi hijo. Esta frase está repleta con significado. Es cierto que en el antiguo Cercano Oriente a veces el rey era considerado hijo de dios (en Egipto). Pero vale notar que los mismos judíos vieron esta frase como mesiánica. Tiene su cumplimiento pleno en Cristo Jesús. En el NT se cita con referencia al bautismo de Jesús (Mat. 3:17), a su transfiguración (Mat. 17:5) y especialmente a su resurrección (Hech. 13:33).

El v. 8 presenta grandes enseñanzas misionológicas. Dios quiere que su hijo pida por las naciones, y quiere que sus hijos (los cristianos) también pidan por las naciones. Como representantes de Cristo, hemos de tomar la iniciativa e interceder por los pueblos de toda la tierra.

El v. 9 pudo tener cumplimiento en un rey davídico, pero era un cumplimiento parcial. El cumplimiento pleno será cuando Cristo venga a instalar su reino como se revela en el Apocalipsis. La vara de hierro designa un instrumento fuerte, habla de la fuerza de su juicio. La vasija de alfarero habla de debilidad, era frágil.

Topacio bíblico
  Servid a Jehovah con temor y alegraos con temblor (Salmo 2:11).

  4.      Un llamado a los reyes, Salmo 2:10–12
Aceptad… Servid… Todavía hay una invitación, se les da una oportunidad de someterse. Gobernantes traduce el heb. shofte 8199, usado para “jueces” en el libro de Jueces.

Besad al hijo significa dar homenaje. El NT dice que todos doblarán la rodilla delante de Jesucristo. Pero los que no se someten voluntariamente lo harán bajo el terrible juicio de Dios. Así el salmista aconseja que es mejor reconciliarse mientras que haya tiempo, un consejo importante no sólo para los gobernantes sino para todo ser humano.

Besad al hijo es una frase difícil de traducir. Algunos han objetado a esta traducción porque: 
1) la palabra bar 1247 traducida hijo es aramea y no heb.; y 
2) muchas versiones y escritos rabínicos la entienden como “pureza”. Lo interpretan como: “Dad homenaje en pureza.” 

La traducción de RVA sigue siendo la mejor, pues debemos recordar que desde el tiempo de David había mucho contacto con los arameos de Siria y aquí el salmista se está dirigiendo a los pueblos vecinos de Israel.

De todos modos el sentido es claro, que los reyes y pueblos que están en rebelión deben someterse. La Biblia hace claro que no habrá ningún refugio de el Hijo de Dios, Jesucristo, pero sí hay refugio en él. 

Así, los que han aceptado el señorío de Cristo, pero todavía tienen miedo por estas advertencias de juicio, pueden descansar en esta realidad: son ¡bienaventurados todos los que en él se refugian!

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martes, 14 de febrero de 2017

De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Estudiemos QUIÉN FUE JESUCRISTO
                                                  ¿QUIÉN ES JESUCRISTO?
Un Manual para ser estudiado en Células Cristianas
ESCOGIDOS PARA MOSTRAR SU GLORIA
                                                                                                            DESCARGAR:::::::::
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miércoles, 1 de febrero de 2017

Edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar. Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Justificación: ANTIGUO TESTAMENTO



La justificación según las Escrituras del Antiguo Testamento


En este estudio «justificación» significa que una persona es considerada y tratada por Dios como libre de toda maldad y poseedora de una santidad perfecta. Tal persona goza del favor y la bendición de Dios. La justificación significa más que el mero perdón de pecados; significa que la persona justificada es considerada como si hubiese cumplido todas las leyes de Dios perfectamente.

Las leyes de Dios son las únicas reglas por las cuales podemos ser justificados o condenados. Entonces debemos decir ciertamente que la justificación no es posible para nosotros, pues todos nosotros hemos quebrantado esas leyes. Entonces, ¿cómo podremos ser justificados? Ese es el tema de nuestro libro. El evangelio de Jesucristo es capaz de resolver el problema.

La Biblia describe dos métodos de justificación:
a) Hubo un tiempo en que un hombre y una mujer vivieron libres de toda maldad. 
Nos referimos a nuestros primeros padres, Adán y Eva. Ellos fueron creados santos, dichosos y libres de todo pecado. Dios les reveló que, obedeciendo a sus mandatos, podían permanecer en ese estado santo y dichoso, justificados por su obediencia. La desobediencia —dijo Dios— resultaría en la pérdida del favor divino y su muerte.

El primer método de justificación, por tanto, era por obediencia al mandato de Dios. Pero este método fue válido solamente para aquellas personas que eran ya santas y sin pecado. Tan pronto como Adán y Eva desobedecieron a Dios, este método de justificación no pudo ayudarles en absoluto. La ley de Dios, quebrantada por su desobediencia, les condenaba como transgresores; nunca les podría justificar, esto es, no les podría declarar santos y libres de maldad.

b) Desde que Adán y Eva cayeron en el pecado por su desobediencia, se hizo imprescindible que la justificación fuera posible para aquellos que ya son pecadores. Un segundo método de justificación fue revelado por Dios cuando Adán y Eva fueron convocados a presentarse delante de él (Gn. 3:14–16).

Las palabras que Dios les habló en aquel entonces significaban que él estaba tomando la justificación de ellos en sus propias manos; que él enviaría a la tierra un Salvador, nacido de mujer, el cual aplastaría el poder de Satanás y que rescataría a los pecadores de las garras de este.

Este primer anuncio del propósito misericordioso de Dios se hizo en unos términos muy generales. Sin embargo, contiene las mismas verdades expresadas tan extensamente en el evangelio del Nuevo Testamento. Este es un método de justificación por la pura gracia de Dios. Un libertador divino habría de venir: Cristo Jesús, quien sufriría por el pecado en lugar del pecador. Dios, soberanamente, se hizo cargo de la justificación de pecadores desvalidos mediante su don misericordioso de la salvación.

Como resultado de la promesa de Dios con respecto a su Salvador, Adán y Eva, y con posterioridad los creyentes del Antiguo Testamento, eran conscientes de tener sentimientos mezclados: por una parte, había en ellos miedo a Dios debido a su desobediencia; pero por otra parte, tenían esperanza en la promesa de liberación hecha por Dios. Estos sentimientos se expresaban por medio de los ritos en los cuales se sacrificaban animales a Dios.

Un animal era sacrificado; su vida, como su sangre, se derramaba. Esto expresaba la certidumbre de la ira de Dios en su juicio. El animal era inocente pero, con todo, era sacrificado como un sustituto por el pecador. Era la expresión de la certeza de la provisión de un libertador divino.

Tales sacrificios en el Antiguo Testamento describían, obviamente de una manera simbólica, la labor de Jesucristo, «el Cordero de Dios» que quitaría el pecado (Jn 1:29). Por ofrecer tal sacrificio y creyendo en su significado, Abel «alcanzó testimonio de que era justo» (He. 11:4). Evidentemente, en aquellos tiempos como ahora, todos los creyentes en el plan de Dios para obtener la salvación por la muerte de un sustituto inocente, eran y son justificados. Los incrédulos que rechazan el plan de salvación de Dios deben permanecer bajo el juicio de Dios por su propio pecado.

En el Diluvio que destruyó a toda la humanidad excepto a Noé y su familia, Dios demostró al mismo tiempo su ira sobre los pecadores que se aferraron a su incredulidad y su justificación a aquellos creyentes obedientes en el arca.

Después del Diluvio la revelación del método de justificación hecha por Dios, proveyendo misericordiosamente el Salvador, vino a ser más evidente. El caso más memorable de esta justificación por gracia en los tiempos de los patriarcas es el de Abraham. Su caso se menciona a menudo en los escritos del Nuevo Testamento como un ejemplo de este segundo método de justificación (Jn. 8:56; Ro. 4:3; Gá. 3:6; Stg. 2:23).

La siguiente época en la historia de la justificación en el Antiguo Testamento fue la introducida por la revelación de la ley dada a Moisés en el Monte Sinaí. El propósito de esta ley era doble: gobernar la vida de los judíos como una nación y educarles para estar preparados para recibir al Salvador prometido, a través de quien, tal como lo entendió Abraham, «todas las familias de la tierra serían bendecidas».

En relación con el primero de estos propósitos, esto es, la ley como guía para la vida nacional, el bienestar físico del pueblo dependía de su obediencia a la ley. En este sentido nacional, su prosperidad dependía de sus propias obras. Se podía pensar que la ley era un «pacto de obras» nacional.

En lo que respecta a la salvación eterna de los que creen, el segundo propósito de la ley era convencer de pecado y así educar a los judíos en preparación para la venida del Salvador. El apóstol Pablo se refiere a la ley en este sentido, para probar la imposibilidad de que alguno sea justificado por guardar la ley, pues esta no puede ser cumplida perfectamente por cristianos pecadores.

La ley, por tanto, no era contraria al método de justificación por el cual Dios misericordiosamente proveía un Salvador. Por el contrario, la ley estaba concebida para contribuir al conocimiento de este método. Todas las ceremonias legales que se ordenaba observar eran símbolos llenos de significado de las cosas espirituales. Todo el ritual de la Iglesia del Antiguo Testamento ilustra los diferentes aspectos de la obra de Cristo el Salvador. De esta manera, el devoto israelita era justificado por pura gracia a través de la fe en un Cristo que había de venir, de la misma manera que lo es el cristiano en los días del Nuevo Testamento, respecto al Cristo ya venido.

Durante el período de la ley, Dios continuamente envió profetas a los judíos para explicarles tanto el significado nacional como el espiritual de su ley. En el tiempo de David y Samuel hubo un incremento considerable en el conocimiento revelado acerca del Mesías que habría de venir. Más tarde, Isaías y otros profetas le describieron con gran detalle. Estas verdades eran la base de la fe de los verdaderos creyentes de la Iglesia judía.

En las primeras páginas de Mateo y Lucas, en el Nuevo Testamento, encontramos a varios auténticos creyentes que esperaban la justificación por medio del cumplimiento por parte de Dios, de su promesa dada mucho tiempo atrás de enviar un Salvador. Zacarías, Elisabet, Simeón, Ana y otros «esperaban la redención en Jerusalén» (Lc. caps. 1 y 2).

El Antiguo Testamento, considerado como un documento de conocimiento de la vida espiritual, no tiene paralelo en ningún otro escrito filosófico ancestral. El Antiguo Testamento está lleno de la verdad del evangelio que enseña que Dios justifica gratuitamente a los pecadores que creen en él. Los apóstoles pudieron basar ampliamente su enseñanza acerca de este método de justificación en las experiencias de Abraham, David y otros creyentes del Antiguo Testamento (Ro. 4; He. 11), solamente porque este evangelio era conocido y creído en los días del Antiguo Testamento.

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