martes, 3 de noviembre de 2015

Todo maestro desea enseñar de tal manera que lo que enseña haga una diferencia en las vidas de los alumnos

RECUERDAEl que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6








Para hacer el  Home School hay que comprender el proceso de la enseñanza aprendizaje


EL PROCESO DE LA ENSEÑANZA-APRENDIZAJE

Cinco pasos en el proceso de enseñanza-aprendizaje

Todo maestro desea enseñar de tal manera que lo que enseña haga una diferencia en las vidas de los alumnos. ¿Cómo puede hacerse esto? ¿Qué factores producen una buena enseñanza? Un amigo mío ha hecho la lista de los cinco pasos en el proceso de enseñanza-aprendizaje: exposición, repetición, comprensión, convicción y respuesta.

     Paso 1: Exposición

Obviamente, una persona debe ser expuesta a una verdad bíblica antes de poder aprenderla. Esto sugiere una responsabilidad del maestro que no es comúnmente enfatizada en un libro que trata sobre los principios de la enseñanza. Consiste en la responsabilidad de alcanzar tanto a los ausentes como a los alumnos en perspectiva, para el estudio bíblico. 

Una iglesia puede tener el mejor y más capaz grupo de maestros posible, pero quizá su enseñanza pueda no ayudar a los que están ausentes ese domingo por la mañana. Alguien ha dicho: “No se puede enseñar a un ausente.” Ni tampoco tendrá esa enseñanza algún valor para las huestes de adolescentes, jóvenes y adultos que nunca han sido alcanzados. Buscar números por los números mismos es una tragedia. 

Pero gústenos o no, debemos llegar hasta la gente antes que podamos enseñarles. Por lo tanto, el primer punto esencial de una buena enseñanza es enrolar a todos los alumnos y miembros en perspectiva para el estudio bíblico.

Sin embargo, la exposición es sólo el primer paso en el proceso de enseñanza. Con demasiada frecuencia, los maestros se han contentado con poner frente a los asistentes la enseñanza bíblica sin continuar con los otros pasos en el proceso de aprendizaje. ¿Cuáles son los otros pasos que debe considerar el maestro?

     Paso 2: Repetición

Las escuelas públicas han reconocido hace mucho la necesidad de la repetición para una enseñanza efectiva. Los padres reconocen la misma necesidad en la educación de los hijos. Estos no aprenden buenas maneras cuando su madre les dice una sola vez cómo han de comportarse. 

¿Cuántas veces los padres tienen que recordar a los hijos que digan “gracias” antes que eso llegue a ser parte de su conducta normal? Los niños no aprenden actitudes altruistas porque los padres las mencionaron una vez. Es igualmente cierto que el desarrollo de actitudes y hábitos cristianos es el resultado de una constante y persistente repetición.

Dos problemas prácticos y difíciles que son inherentes a la naturaleza de la enseñanza en la escuela dominical, tal como se la practica hoy, son:
  • Enseñamos con intervalos de una semana; la gente se olvida fácilmente durante la semana lo que aprendió el domingo.

   • Estudiamos distintos pasajes bíblicos cada domingo.

El maestro bien puede preguntar cómo puede usar la repetición en la enseñanza a la luz de esos dos hechos.

Estos problemas son serios pero no insuperables. En cuanto a ese intervalo semanal, presentamos la siguiente sugerencia: Si el maestro ha tenido un propósito de conocimiento para su lección, puede fácilmente asignar tareas a la clase para que trabaje en ellas durante la semana. Nuestra gente necesita desarrollar la actitud de que un estudio bíblico serio es una parte normal y aceptada de su experiencia cristiana diaria. 

La preparación durante la semana enriquecerá grandemente el estudio bíblico del domingo. El maestro puede pensar: ¿Cómo puedo lograr que hagan ese trabajo extra? Apenas si consigo que preparen la lección. Esto significa que no hemos captado el interés de los miembros en la emocionante aventura del estudio bíblico. Significa que todo lo que hemos estado diciendo en este libro es plenamente cierto. Nuestros miembros están contentos con venir, sentarse y escuchar… pero no hacer nada. Significa que la enseñanza debe ser más efectiva para desafiar y dirigir los intereses de los cristianos hacia el estudio bíblico efectivo.

Pero, ¿cómo logramos que los miembros estudien asignaciones especiales durante la semana? ¡Confiemos que será así! A menudo no tenemos algo porque no lo esperamos. Los miembros de la clase deben llegar a entender que el maestro habla en serio. Por supuesto, las asignaciones deben estar de acuerdo con los niveles de edad y capacidad de los miembros. 

A éstos se les deben proveer los medios o las ayudas para el estudio. A menudo la gente no estudia la Biblia porque no entienden lo que están estudiando. Debe haber libros disponibles en la biblioteca de la iglesia. Debe alentarse a los miembros a comprar comentarios de poco precio para que tengan una guía en sus estudios. El maestro también debe pedir informes en clase sobre esas asignaciones.

La clase no se transformará de un día a otro, pero los maestros pueden obtener algunos resultados altamente deseables después de algunas semanas o aun meses, dirigiendo la clase paciente pero persistentemente para que entienda que se espera que estudien esas asignaciones semanales. En esta forma, el problema de olvidar lo que se enseñó el domingo disminuirá grandemente. 

Si el maestro tiene en mente una respuesta en la conducta, la tarea de prosecución, si es cumplida por el maestro, llevará a los miembros de la clase a practicar la verdad espiritual durante la semana. De ese modo, una vez más, el problema está solucionado en buena medida.

El hecho de que haya un estudio diferente cada semana no elimina el uso de la repetición. Hay tres cosas que pueden decirse. Primera, que el maestro debe aprender a usar metas para cada unidad. En el capítulo 16 descubriremos que, con el énfasis en las respuestas de conducta, toda la unidad debe tener esa meta en todos los estudios. 

De ese modo, cuando se enseña cada uno de los estudios, el maestro estará repitiendo desde distintos puntos de vista la misma verdad espiritual que deben aprender los alumnos. Segunda, el maestro debe tener

como hábito hacer un breve resumen del estudio del domingo anterior en cada clase. De esta manera, cada estudio estará relacionado con el anterior. Tercera, los materiales del currículo repetirán las doctrinas bíblicas y los ideales espirituales año tras año para tener ayuda en diferentes etapas de nuestro desarrollo personal. De ese modo, hay lugar para la repetición.

     Paso 3: Comprensión

La compresión es uno de los pasos más importantes del proceso de aprendizaje. R. S. Osmer dice:

  “En el corazón de la enseñanza hay un aumento en la comprensión del tema en estudio por parte del estudiante.”

Sin embargo, en la esfera de la enseñanza religiosa, la comprensión quizá es uno de los pasos más descuidados. Muchos de nosotros aprendemos lo que dice la Biblia sobre varias cosas, pero no entendemos lo que esas enseñanzas significan para nuestra vida diaria. 

Uno de nuestros líderes nacionales dijo una vez que todos nuestros problemas nacionales e internacionales podrían ser resueltos si todos practicaran la Regla de Oro. La afirmación fue recibida con aclamación; ciertamente todos estaríamos de acuerdo con ella. Pero ¿qué significaría para la vida personal de cada uno si estuviera practicando la Regla de Oro? ¿Qué cambios produciría en sus relaciones con los vecinos? ¿Qué comenzaríamos a hacer por los desposeídos que viven en nuestra ciudad?

¿Cómo practicaríamos la Regla de Oro en nuestra actitud hacia los de otras razas y culturas? Como se ve, comprender qué significa la Regla de Oro en la acción específica en nuestras vidas personales es ciertamente difícil.

Las Bienaventuranzas nos presentan un bosquejo del más alto tipo de vida cristiana. Creemos que son “bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mat. 5: 3), pero ¿qué significa esa enseñanza para nuestra vida personal? ¿Qué empezaremos a hacer la semana próxima que no hemos estado haciendo, si hemos de poner en práctica esa enseñanza de Jesús? Me atrevo a decir que no sería difícil para el lector ni para mí pensar en algo. 

Es importante que creamos en estos grandes ideales y enseñanzas de Jesús. Pero son de poco valor a menos que entendamos lo que significan en términos de actitudes y acciones específicas en nuestra vida personal diaria.

Una de las debilidades de buena parte de la actual enseñanza de la escuela dominical está en que enseñamos generalidades vagas en vez de llevar a las personas a comprender específicamente lo que significan esas enseñanzas de Jesús en sus actividades diarias.

     Paso 4: Convicción

No basta con comprender. También debe estar presente la convicción si ha de ocurrir un cambio en la vida de una persona. Los individuos deben creer la enseñanza hasta el punto de que estén dispuestos a seguirla al margen de la dificultad que implique. Deben tener una convicción tan fuerte que los lleve a la acción. 

Por ejemplo, los adolescentes en general entienden que, si siguen el ideal del amor en sus relaciones familiares, lo que tienen que hacer es mantener ordenada su habitación y sus ropas en su lugar. Sin embargo, un adolescente que tiene una convicción en un momento dado o en una circunstancia particular sobre la práctica del amor tendrá algo muy pobre si el único resultado es que ordene su cuarto (¡Pida detalles a los padres de adolescentes!)

Los adultos tienen el mismo problema. Hay muchas verdades espirituales que decimos creer, pero nuestras convicciones no tienen la suficiente fuerza como para hacer que nuestras vidas se conformen a esos ideales. Creemos que Jesús estaba en lo cierto cuando dijo que si alguno quiere seguirle, también debe tomar su cruz (Mat. 16:24). 

A pesar de que declaremos que creemos en su enseñanza, nuestras vidas indican que realmente creemos que el interés en sí mismo es superior al sacrificio de sí mismo. Una vez más encontramos que Jesús dijo:
  “Bienaventurados sois cuando os vituperan y os persiguen, y dicen toda clase de mal contra vosotros por mi causa, mintiendo. Gozaos y alegraos porque vuestra recompensa es grande en los cielos”
  (Mat. 5:11, 12).

Podemos creerlo, pero no creemos en ello con suficiente convicción si como cristianos no estamos listos para luchar contra el pecado con tal fervor que aquellos que estén dedicados a malos negocios y actividades perversas nos insulten y persigan. 

Simplemente no creemos que ese sea el camino para ser feliz. Y además Jesús dijo: “Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen” (Mat. 5:44). Creemos que éste es el verdadero camino en que vivir, la forma en que una persona puede ser feliz. Sin embargo, no creemos en ello con la convicción necesaria como para que ese principio nos controle día por día.

Al tratar de enseñar para llegar a tener una vida cristiana, al buscar resultados en las vidas de aquellos a quienes enseñamos, la convicción es un factor central y necesario. Es evidente que es posible que los cristianos crean las doctrinas religiosas y los ideales espirituales, y sin embargo, no tengan una convicción lo bastante profunda como para llevarlos a seguir esas verdades en su vida diaria. Por ello los maestros cada vez comprenden mejor la dificultad

de su tarea. No les es suficiente exponer los ideales cristianos ante la clase repitiendo esas verdades domingo tras domingo; ni siquiera es suficiente que guíen a los alumnos a entender lo que ellas significan para sus vidas personales. Los maestros deben hacer eso, pero deben hacer más. Deben guiar a sus alumnos a aceptar y creer en esos ideales espirituales con una convicción tan profunda que lleguen a ser fuerzas activas y directivas para cambiar la vida de cada persona en armonía con ellos.

     Paso 5: Respuesta

Los maestros deben discutir con sus alumnos durante la clase las formas y posibles oportunidades que tendrán para expresar en forma activa la verdad que ellos han estudiado. Por ejemplo, si el estudio es sobre el deber de ayudar a los que están en necesidad, ¿qué debe hacer la clase al respecto? ¿Hay alguna familia necesitada en la comunidad a la cual pudiera ayudar la clase? ¿Hay algún grupo minoritario que necesita apoyo? ¿Debe ir la clase a ministrar a la cárcel? En otras palabras, los alumnos ¿se limitarán a hablar de los necesitados o harán algo para ayudarles? 

El planeamiento de esta expresión del ideal cristiano es sólo una parte de la enseñanza como cualquier otra parte del estudio. De hecho, es el clímax y la clave de toda buena enseñanza.

Los maestros de escuela dominical reconocen que sus alumnos no han aprendido sus enseñanzas hasta que no las ponen en práctica diariamente. Los maestros no han enseñado lo suficiente hasta que sus alumnos no han comenzado a vivir de acuerdo con lo que han aprendido. 

Un amigo me compartió esta ilustración sobre este tipo de enseñanza y aprendizaje:
Un muchacho tenía como trabajo el juntar los papeles que se habían acumulado en el sótano durante la semana y quemarlos. Una mañana un chico vecino golpeó la pila de papeles haciéndola caer más rápido de lo que había tardado en juntarla. 

El padre decía que su única recomendación concreta a su hijo fue: “¡Pégale!” La sorprendente respuesta del hijo fue: “Papá, no creo que ése sea el camino.” Sabiendo que eso no era provocado por el temor, ya que peleaban a menudo, el padre decidió buscar otra solución. Finalmente el hijo resolvió el problema de esta forma. Se acordó que el otro chico también tenía un trabajo los sábados por la mañana y le dijo: “Si me ayudas a hacer mi tarea, yo te ayudaré con la tuya.” El padre terminaba su historia diciendo:

  “He ido toda mi vida a las reuniones de la iglesia, pero en cuanto a lo práctico, debo quitarme el sombrero ante mi hijo.”

Este es el tipo de aprendizaje que buscamos. Esto es cristianismo en acción. Y eso contesta nuestra pregunta de qué es la enseñanza.

     Cinco pasos en el proceso de enseñanza-aprendizaje

    1. Exposición
    2. Repetición
    3. Comprensión
    4. Convicción
    5. Respuesta

DESCARGAR

lunes, 2 de noviembre de 2015

Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Símbolos que son anatema


SÍMBOLOS SATÁNICOS

      El satanismo se caracteriza por sus símbolos. Sin embargo, la palabra de Dios se opone enfáticamente a todo lo que es satánico.

“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti”.
(Deuteronomio 18:10–12)

                                                                      Anarquía


El símbolo de la anarquía representa la abolición de toda ley y autoridad.

Mateo 28:18
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”.


                                                              Triángulo

Con frecuencia, se dibuja el triángulo en el piso, representando el lugar donde el demonio se coloca cuando aparece durante un ritual.

Deuteronomio 32:17–18
“Sacrificaron a los demonios, y no a Dios… De la Roca que te creó te olvidaste; te has olvidado de Dios tu creador”.




Círculo

El círculo simboliza la protección del mal que está afuera y la capacidad de contener el poder que está adentro.

2 Tesalonicenses 3:2–3
“Y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe. Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal”.




Cruz de confusión

Este símbolo romano antiguo cuestiona la existencia y validez del cristianismo.

1 Corintios 1:18
“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”.




Anti-justicia

La justicia romana era un hacha vertical de doble filo. Los seguidores del satanismo, para sostener su postura a favor de la anarquía, invierten el hacha para representar la “anti-justicia”.

Salmos 9:16
“Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó; en la obra de sus manos fue enlazado el malo”.




Diana y Lucifer

Este símbolo representa a Diana, la diosa de la luna, y a Lucifer que es la estrella de la mañana. Cuando la luna está a la derecha, representa algo bueno. Cuando está del lado izquierdo, representa el mal.

Isaías 14:12–15
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo”.




Marca de la bestia

Estos son los símbolos para representar la marca de la bestia o de Satanás que menciona la Biblia en el libro de Apocalipsis 13:16–18. La letra “F” es la sexta letra del abecedario.

Apocalipsis 13:17–18
“Y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre… y su número es seiscientos sesenta y seis”.




Cruz de Nerón

La cruz invertida con el madero inclinado hacia abajo simboliza que es mentira la profecía que dice: “no será quebrado hueso suyo”

Juan 19:36
“Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo”.




Pentagrama invertido o Baphomet

Este es estrictamente un símbolo satánico con dos picos hacia arriba que representan los cuernos del cabrito sabático atacando al cielo con sus cuernos. El cabrito representa a la lujuria.

Mateo 25:32–33
“Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda”.




Suástica o cruz quebrada

La suástica al revés representa los elementos en discordancia y contra la naturaleza. Originalmente representó a los cuatro vientos, las cuatro estaciones y los cuatro puntos cardinales con cuatro brazos en ángulo de 90° grados, mostrando la armonía de la naturaleza.

Colosenses 1:16–17
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”.




Pentagrama

La estrella de cinco picos con el pico superior hacia arriba simboliza el poder para alejar al mal. El pico superior representa al espíritu y los otros cuatro representan el viento, fuego, tierra y agua.

1 Juan 4:1
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”.




Mano en posición de cuernos

Este es un símbolo con el que se identifican los que están involucrados con lo oculto.

2 Corintios 6:17
“Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré”.




La cruz al revés

Este símbolo es una blasfemia contra la cruz cristiana. Ridiculiza el sacrificio de Cristo y niega el poder de la cruz.

Colosenses 2:15
“Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.




Hexagrama

El hexagrama es uno de los símbolos más poderosos de lo oculto. Se le conoce como el sello de Salomón.

Efesios 3:16
“Que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu”.
.
DESCARGAR


Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. ¡El hombre que pecare, morirá!

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6








Tentación - Pecado - Muerte
Génesis 3:1-24
1Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 

6Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

8Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 

14Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 

17Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.

22Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 23Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
                       Reina Valera Revisada (1960). 1998 (Gn 3.1-24). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Título

Génesis 3:1–7. Estos vv. nos proporcionan tanto el registro de la caída histórica del hombre como el prototipo de la tentación. Este pasaje es un perfecto caso para estudiar la tentación, ya que aquí no puede culparse a la herencia o al medio ambiente como causantes del pecado.

Génesis 1–2 narra lo que Dios dijo; pero la serpiente (el diablo, Ap. 20:2) habla ahora. La palabra de Dios trajo vida y orden; la de la serpiente produjo caos y muerte. La verdad es más antigua que la falsedad; la palabra divina vino antes que las mentiras satánicas.

En hebr., Génesis 3:1 se relaciona con 2:25 haciendo un juego de palabras: Adán y Eva estaban “desnudos” (ʿărûmmîm); y la serpiente era astuta (ʿārûm, “taimada”), más que todos. La desnudez representa el hecho de que el hombre y la mujer estaban ajenos a la maldad, porque no sabían en qué consistían sus trampas, mientras que Satanás usó su astucia para aprovecharse de su integridad. Ese aspecto de sagacidad o sutileza no es malo de por sí (de hecho, uno de los propósitos de la Biblia es dar sagacidad al creyente, según Pr. 1:4, donde ʿārmâh se trad. como “sagacidad”). Pero aquí se usó con un propósito malévolo.

El tentador era una serpiente (Satanás con la forma de una víbora), lo cual sugiere que la tentación se presenta disfrazada, inesperadamente, y que a menudo procede de un subordinado (alguien sobre quien se puede ejercer dominio; cf. Gn. 1:28). Asimismo, puede verse un elemento polémico aquí, ya que la serpiente era adorada por los paganos. 

Para ellos, era símbolo de la vida y sin embargo, era la causa de la muerte. La divinidad no se alcanza (según la promesa hecha por Satanás en 3:5) siguiendo las creencias y símbolos paganos, los cuales son el camino a la muerte, no a la vida.

O Eva no conocía muy bien el mandato de Dios o bien no quiso recordarlo. En contraste, Cristo obtuvo la victoria sobre Satanás gracias a su perfecto conocimiento de la palabra de Dios (Mt. 4:4, 7, 10). (V. el cuadro “Tentaciones de Eva y Jesús” en el Apéndice, pág. 305.) Eva se expresó con ligereza acerca de los privilegios que tenían, añadió palabras a la prohibición de Dios y minimizó el castigo—lo cual se aprecia al contrastar sus palabras (Gn. 3:3) con los mandatos originales dados por Dios (Gn. 2:16–17). 

Después de que Satanás escuchó esto, desvergonzadamente negó la pena de muerte que Dios había expresado (3:4). Satanás es mentiroso desde el principio (Jn. 8:44), y esta es su mentira: que uno puede pecar sin tener que sufrir las consecuencias. Pero la muerte es la paga del pecado (Gn. 2:17).

Asimismo, el tentador arrojó dudas sobre el carácter divino, sugiriendo que Dios estaba celoso y trataba de evitar que ellos cumplieran su destino (3:5). Ellos vendrían a ser como Dios cuando comieran—y según Satanás, Dios lo sabía. Así que puso ante ellos la promesa de ser divinos—sabiendo el bien y el mal.

Con esto, el trabajo de Satanás quedó concluido. La mujer fue dejada a solas para que diera rienda suelta a sus deseos naturales y apetitos físicos. La palabra que se trad. codiciable (neḥmāḏ, v. 6) se relaciona con un término que aparece posteriormente en el mandamiento, “No codiciarás” (ṯaḥmōḏ, Éx. 20:17). Lo físicamente práctico (bueno para comer), la belleza estética (agradable a los ojos) y el potencial para alcanzar sabiduría—para “saberlo todo”—son las cosas que empujan a una persona a hacer caso omiso de las prohibiciones una vez que desaparece el temor al castigo.

Por supuesto que los resultados no fueron los que ellos esperaban. La promesa de alcanzar sabiduría nunca se cumplió. Ambos vieron y comieron, pero al hacerlo, se contaminaron. Ya no estaban a gusto uno con el otro (surgió la desconfianza y la separación) ni con Dios (estaban temerosos y escondiéndose de él). Las promesas de Satanás nunca se cumplen. La sabiduría nunca se obtiene desobedeciendo la palabra de Dios. Al contrario, el principio de la sabiduría es el temor de Jehová (Pr. 1:7).

Génesis 3:8–13. El resto de este cap. se puede dividir en tres secciones: (a) la confrontación con Jehová Dios, en la cual los dos pecadores, al escuchar su voz, temieron y se escondieron de la presencia de Jehová … entre los árboles (vv. 8–13); (b) la profecía de Dios en la cual incluye nuevas reglas para la serpiente, la mujer y el hombre (vv. 14–19); y (c) las vestiduras hechas por el Señor como una provisión del nuevo orden de cosas (vv. 20–24).

Los efectos del pecado son el castigo y la provisión. Aunque el hombre y su mujer conservaron la vida, también murieron; donde había placer, ahora había dolor; en contraste con la abundancia, ahora tenían que obtener una magra subsistencia por medio del duro trabajo; en contraste con un compañerismo perfecto, ahora vivían separados y en conflicto.

Las características dominantes del cap. 3—la muerte, el duro trabajo, el sudor, las espinas, el árbol, la lucha y la simiente—posteriormente fueron todas trazadas hasta Cristo. Él es el segundo Adán, que se hizo maldición, quien sudó grandes gotas de sangre cuando agonizaba amargamente, quien llevó la corona de espinas, quien fue colgado de un madero hasta morir y quien fue depositado en el polvo de la tierra.

Génesis 3:14–19. Jehová Dios habló a la serpiente (vv. 14–15), a la mujer (v. 16) y al hombre (vv. 17–19). Las palabras divinas a la serpiente incluyeron (a) el anuncio de que se arrastraría y comería polvo, lo cual sería un recordatorio perpetuo a la humanidad de la tentación y la caída y (b) una profecía acerca del poder que hay detrás de la serpiente. Dios dijo que iba a haber una enemistad permanente entre las fuerzas satánicas y el hombre; entre Satanás y la mujer y entre sus respectivas “simientes”. 

La simiente de la mujer fue Caín, luego toda la humanidad, y por último Cristo y aquellos que colectivamente están en él. La simiente de la serpiente incluye a los demonios y a cualquiera que promueva su reino de tinieblas, aquellos cuyo “padre” es el diablo (Jn. 8:44). Satanás herirá a la humanidad (tú le herirás en el calcañar), pero la simiente, que es Cristo, lo derrotará definitivamente (ésta te herirá en la cabeza).

Después, Dios dijo a la mujer que con dolor daría a luz a sus hijos y que su marido, a quien ella deseaba, se enseñorearía de ella. Debido a que el deseo de Eva probablemente se refiere en este contexto a que ella indujo a Adán a pecar, es mejor trad. este v. como “tu deseo fue para tu marido”. Habiendo ella saltado los límites impuestos por Dios en esto, de ahí en adelante ella sería dominada por él.

Entonces Dios dijo a Adán que experimentaría grandes penas para poder arrancar el sustento de la tierra (3:17–19). (Con dolor es trad. de la misma palabra usada en el v. 16 para referirse a los dolores de parto. Esta palabra aparece sólo tres veces en todo el A.T., en los vv. 16–17 y en 5:29.) Su fin sería la muerte—regresaría a la tierra (ʾădāmâh, lo cual fue una provisión misericordiosa en vista del sufrimiento que experimentaría). 

Además le dijo: al polvo volverás, lo cual haría que se convirtiera en presa de la serpiente nuevamente (cf. 3:14). ¡Ahí terminaron las absurdas pretensiones de alcanzar la divinidad! El hombre puede tratar de ser como Dios, pero en realidad, es polvo.

Estos castigos representan la justicia retributiva. Adán y Eva pecaron al comer del fruto prohibido; por lo tanto, tendrían que sufrir para poder comer. Ella manipuló a su esposo; él se enseñorearía de ella. La serpiente destruyó a la raza humana y ella también será destruida.

Dios hizo también provisiones de misericordia porque la raza humana tiene que morir y no vivir para siempre en ese estado caótico. Y nacerán niños (v. 16) para que la humanidad resista y permanezca. La victoria final vendrá a través de Cristo, la simiente (Gá. 3:16) de la mujer (cf. Gá. 4:4, “nacido de mujer”).

No importa cuánto trate la gente de eliminar el yugo del hombre, el trabajo extenuante, los partos dolorosos y la muerte, estos males continuarán, porque el pecado sigue presente y estos son los frutos del pecado.

Génesis 3:20–24. En estos vv. se pueden apreciar la fe de Adán y la provisión de Dios. El Señor los salvaría para asegurar que no tuvieran que vivir en ese estado de caos para siempre. La fe de Adán se aprecia en el acto de dar el nombre de … Eva (lit., “viviente”) a su mujer. De esta manera, Adán estaba mirando hacia el futuro, y no principalmente a la muerte. La fe de Eva se observa posteriormente (4:1), cuando nombra a su primogénito Caín, porque fue dado por Jehová.

Todos los tratos de Dios con los pecadores pueden ser trazados hasta este acto de desobediencia de Adán y Eva. Sin embargo, Jehová Dios es un Dios que salva, y el hecho de que haya vestido a Adán y a Eva con pieles, da testimonio de ello. Un animal fue sacrificado para hacerles túnicas de pieles, y más tarde, todos los sacrificios animales de Israel serían parte de la provisión divina para remediar la maldición—vida por vida. 

¡El hombre que pecare, morirá! (Ez. 18:20; Ro. 6:23) pero puede vivir si deposita su fe en el Señor, quien ha provisto a un sustituto. La piel con la que Dios vistió a Adán y Eva es un recordatorio perpetuo de la provisión divina. De igual forma, cuando llegó el cumplimiento del tiempo, Dios aceptó el sacrificio de Cristo, y con base en esa expiación, él viste de justicia a los creyentes (Ro. 3:21–26).




concupiscencia 
DESCARGAR

https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html