sábado, 17 de octubre de 2015

La bebida era brindada,...sin compulsión para nadie, por cuanto se había dispuesto que los funcionarios...vieran que cada cual hiciera según su propio gusto.

RECUERDA El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6















PREPAREMOS NUESTRO ESTUDIO PARA ENSEÑAR EN LA CONGREGACIÓN 
Ester 1:1-9

1      Aconteció en los días de Asuero (el mismo Asuero que reinó desde la India hasta Etiopía sobre ciento veintisiete provincias),
2      cuando el rey Asuero ya se había sentado en el trono de su reino, que estaba en Susa, la ciudadela,
3      en el tercer año de su reinado, hizo un banquete para todos sus príncipes y siervos, teniendo en su presencia al ejército de Persia y de Media, a los nobles, y a las autoridades de las provincias.
4      Y por muchos días, ciento ochenta días, exhibió las riquezas de la gloria de su reino y la magnificencia de su poderío.
5      Y cuando se cumplieron esos días, el rey brindó un banquete a todo el pueblo que había en Susa, la ciudadela, tanto a los encumbrados como a los humildes, durante siete días, en el patio del jardín del palacio real.
6      Había allí toldos de fino algodón blanco y azul, colgados entre columnas de alabastro por aros de plata, y sujetos con cordones de lino color púrpura. Los reclinatorios eran de oro y plata, y estaban sobre un enlosado de pórfido y de mármol, con incrustaciones de nácar y de ónice.
7      Y conforme a la generosidad del rey, daban a beber vino real en abundancia, en copas de oro de distintas clases.
8      Y la bebida era brindada, según lo establecido, sin compulsión para nadie, por cuanto el rey había dispuesto que los funcionarios de su palacio vieran que cada cual hiciera según su propio gusto.
9      También Vasti, la reina, ofreció un banquete para las mujeres de la casa real que pertenecían al rey Asuero.

 
LAS DOS CARAS DE LA GRANDEZA

                                                             El rey Asuero
                                    Ester 1:1–9
 
Este rey persa es conocido en la historia por su nombre griego Jerjes (v. 1). Nació en el año 518 a. de J.C. y reinó entre el 486 y el 465 a. de J.C. habiendo sucedido a su padre Darío I. Su madre fue Atosa, la hija de Ciro.

El historiador griego Heródoto escribió de la invasión de Asuero (Jerjes) a Grecia en el año 480 a. de J.C. Es por esto que Jerjes o Asuero es mejor conocido en la historia secular. La guerra con Grecia comenzó con grandes promesas pero fue infructuosa; Asuero fracasó y su ejército fue retirado de Grecia (479 a. de J.C.). Dificultades domésticas lo mantuvieron ocupado hasta su muerte en el año 465 a. de J.C. a manos de sus propios vasallos.


Fuera de Ester, el único registro bíblico cierto de él se encuentra en Esdras 4:6. Leemos de una carta dirigida a Asuero escrita por los gobernadores de Judea en la cual los judíos que vivían en Jerusalén fueron retratados como problemáticos. Daniel 11:2 es posiblemente una alusión a Asuero. De ser así, él podría ser el cuarto rey mencionado en el pasaje.


Asuero reinó sobre un área que hoy se extendería desde Pakistán hasta el norte del moderno Sudán. Algunos opinan que el imperio, para su organización y cobranza de impuestos, pudiera haber estado dividido en 31 satrapías o provincias, en vez de 127. El autor al citar un número mayor de provincias, a propósito, está esperando impresionar al lector. Sin embargo, este mismo número de 127 aparece en 8:9. También, Daniel 6:2 menciona que Darío, padre de Asuero, había establecido a 120 sátrapas “que estuviesen en todo el reino”. 


Susa era la capital del imperio persa (v. 2). Darío había comenzado allí el hermoso y extravagante palacio que Asuero finalizó al comienzo de su reinado. Aunque el lugar del palacio fue saqueado por Alejandro el Grande y otros, los arqueólogos han podido determinar las características principales del complejo. Se cree que ha sido en cada detalle tan exótico como la Biblia lo describe.

Persia en la época de Ester
Según algunos historiadores antiguos (Heródoto y otros), el nombre “Persia” —actualmente Irán— se deriva del nombre “Perseo”, quien era un antepasado mitológico de los reyes persas. Quizás los dos reyes persas más conocidos, por su importancia, fueron Ciro el Grande y Darío el Grande. Ciro se destacó como un gran conquistador, logrando con esta habilidad la expansión de sus dominios. Darío, además de sus conquistas, se destacó como un gran organizador y legislador del gran imperio, que ambos lograron conquistar.

Muchos comentaristas afirman que el banquete (vv. 3, 4) se extendió durante seis meses para el partido gobernante y los consejeros militares. Este banquete probablemente se realizó durante el año 483 a. de J.C., y algunos eruditos creen que su propósito era el de planear la campaña militar contra Grecia. Se presume que el ejército salió hacia Grecia en el año 481 a. de J.C. 


Sin embargo, el texto bíblico en sí no afirma que el banquete haya durado 180 días, ni que el propósito fue el de preparar para una campaña militar (ver citas de Heródoto más arriba) o celebrar la coronación del rey Asuero, como algunos sugieren.

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Bosquejo homilético
                                                           Las dos caras de la grandeza
                                                                       Ester 1:1–4

Introducción: 

Si se le pregunta a un niño a quién admira por su grandeza, es casi seguro que mencionará que a su papá. Para un adolescente, alguien “grande” podría ser un cantante de moda, un deportista famoso o un astro del cine o televisión. Cuando un adulto piensa en alguien “grande” podría ser que piense en Bill Gates con sus millones, en Pelé o en la madre Teresa.
En la Biblia encontramos varios ejemplos de grandeza desde los puntos de vista humano y divino. 

Veamos ambas caras de este cuadro.

  I.      Una cara: la grandeza de Asuero.
    1.      Tenía motivos para sentirse “grande”. Había heredado de su padre, Darío el Grande, el imperio persa en su máximo apogeo. Él mismo había obtenido la victoria en algunas conquistas.
    2.      Pero Asuero no se conformó con “sentirse” grande. Trajo al palacio a los magistrados nacionales y extranjeros para mostrarles “la riqueza de su reino y el costoso esplendor de su grandeza” (v. 4).
    3.      Su afán por impresionar lo llevó a usar aun a las personas, al querer lucir la belleza de su propia esposa (vv. 11, 12).


  II.      La otra cara: la grandeza de Jesús.
    1.      Jesús tenía motivos para mostrarse grande: Hijo de Dios, participante de la gloria con el Padre.
    2.      Jesús enseñó acerca de la verdadera grandeza: “Y el que anhele ser el primero (grande) entre vosotros, será vuestro siervo” (Mat. 20:27).
    3.      Jesús personificó la verdadera grandeza:
      (1)      Al vivir humildemente: “Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza” (Mat. 8:20).
      (2)      Al lavar los pies de sus discípulos (Juan 13:1–16).
      (3)      Al entregar su vida para el perdón de los pecadores (1 Tim. 2:6).
 

Conclusión:
“Es verdaderamente grande aquel que es grande en caridad. Es verdaderamente grande aquel que es pequeño en sí mismo y no hace caso de su grado honorífico. Y es verdaderamente sabio el que hace la voluntad de Dios y olvida su propia voluntad”. Tomás de Kempis.
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El comentario de Keil y Delitzsch, después de un análisis detallado del texto hebreo, concluye con esta traducción de los vv. 3–5: “El rey Asuero dio a sus nobles y príncipes, los cuales él había reunido delante de sí, y les había mostrado las riquezas gloriosas de su reino y la magnificencia de su grandeza por 180 días, después de estos 180 días, a todos los reunidos delante de sí en la fortaleza de Susa, un banquete que duró siete días”. Así, el objeto indirecto (“a todos los reunidos delante de sí en la fortaleza de Susa”) del verbo (“hizo un banquete”) en el v. 3 viene al fin de una larga y complicada frase. El v. 4 se considera como un anacoluto, algo como un entre paréntesis. Si aceptamos este análisis del pasaje, hubo un solo banquete y éste duró siete días.


Sabemos por el capítulo 39 de Isaías que la riqueza de un reino algunas veces se calculaba en términos militares. El rey judío Ezequías mostró las riquezas de su reino a los enviados de Babilonia y leemos que desagradó a Dios. El pasaje señala que Ezequías planeaba poner su confianza en la destreza de Babilonia para salvar a Jerusalén de los asirios en vez de confiar en el poder de Dios para este fin.
Esto parece ser lo que señala el libro de Ester. Asuero estaría procurando convencer a los gobernantes y consejeros militares que él tenía los medios financieros para hacer la guerra contra Grecia.


Las descripciones del mobiliario del palacio, de los vasos de oro y de la abundancia de vino trata de impresionar al lector (vv. 6, 7). El blanco y azul de los lienzos eran los colores reales de los persas. La descripción detallada de lo más grande, rico, brillante y extravagante en el v. 6 apuntaba al hecho de que Asuero era el gobernante más rico y poderoso en esta parte del mundo. En el v. 7, la gran abundancia de vino, servido en copas de oro de una variedad de diseños sigue mostrando la grandeza y riqueza del rey. La arqueología ha comprobado el esplendor de este edificio y hasta se han encontrado algunos de los vasos que se usaron.

La persona de Asuero (Jerjes)
El imperio persa había llegado a la cúspide en cuanto a organización y poderío, bajo el reinado de Darío el Grande. Sin embargo, su hijo Asuero también pudo atribuirse importantes logros militares y culturales. 


A comienzos de su reinado logró reconquistar Egipto, el cual se había rebelado durante el reinado de su padre. También logró suprimir una importante rebelión en Babilonia. Pero quizás su principal logro fue el haber completado la construcción del palacio en Persépolis, comenzada por su padre. Esta obra fue una maravilla por su grandeza, belleza y lujo.

Pero, por otro lado, Asuero no demostró las cualidades morales de sus antecesores. Luego de reconquistar Egipto y Babilonia trató a sus habitantes con extrema crueldad. Tanto Heródoto como otros historiadores lo muestran como una persona de carácter débil, tiránico y muy amante del lujo. Algunos incluso ven en Asuero el comienzo de la decadencia del imperio persa.


Luego de fracasar en la segunda guerra médica contra Grecia, en el año 479 a. de J.C., se dedicó a disfrutar de la vida palaciega; hasta que finalmente murió asesinado en una conspiración, en el año 465 a. de J.C.

Aunque el énfasis del pasaje (v. 8) está puesto en la abundancia de vino y damos por sentado que la mayoría de los hombres bebieron libremente, la idea parece ser que no presionaban a la gente a beber más de lo que ellos deseaban. La intención del autor también pudo haber sido señalar que el mandato del rey era tan poderoso para gobernar que aún decidía cuánto vino podía beber una persona.


La reina Vasti dio un banquete aparte para las damas de Susa (v. 9). El nombre Vasti parece derivar del término persa vahista que significa “mujer hermosa”. Como un comentarista señala, nosotros nos suponemos que el banquete del rey fue sólo para hombres, pero las concubinas y las mujeres del harén podían haber estado presentes en dicho banquete. En efecto, la reina y las esposas de los nobles podían haber estado presentes hasta que éstos comenzaron a beber. Este versículo sirve de introducción para la sección que sigue.

Estilos literarios
A lo largo del libro de Ester encontramos dos recursos literarios muy interesantes:
1. Uso de contrastes
A través de todo el libro se ven contrastes que captan la atención del lector. He aquí algunos de ellos: 

(1) En 3:15 encontramos que el rey y Amán celebraban mientras el pueblo estaba consternado. 
(2) En el capítulo 4 vemos a Ester ayunando, y a continuación la encontramos preparando un banquete. 
(3) En 5:14–6:3 vemos que en el mismo momento en que Amán está preparando la horca para Mardoqueo, el rey está buscando la manera de honrarlo. 
(4) En el capítulo 6 Amán planeó, a petición del rey, la mayor honra pensando que era para él, pero en lugar de eso recibió la mayor humillación. 
(5) En 7:10 leemos que Amán murió en la misma horca que él había preparado para ejecutar a Mardoqueo. 
(6) En 8:2 se dice que el anillo real que anteriormente había sido entregado a Amán, fue a parar en manos de su enemigo Mardoqueo. 
(7) En 9:1 se dice que el mismo día en que el rey había decretado el exterminio de los judíos, ocurrió todo lo contrario, y “fueron los judíos los que ejercieron poder sobre los que les aborrecían”.

2. Uso de la estructura “quiástica”
El quiasmo es un estilo literario muy refinado, que consiste en el paralelismo de una serie de elementos pero en orden inverso y alrededor de un eje central. Puede incluir el apareamiento o paralelismo de palabras, ideas, acciones o personajes. Este estilo se puede encontrar en varios libros o pasajes de la Biblia.


En el libro de Ester, el punto del eje central ocurre cuando el rey pierde el sueño (6:1–3), y todo el libro gira alrededor de este punto.







ORGANIZACIÓN  DEL LIBRO DE ESTER
 
De acuerdo a esta estructura, el libro de Ester está organizado de la siguiente manera:
A. Introducción y transfondo (cap. 1)
B. Primer decreto de Asuero (caps. 2 y 3) 

C. Conflicto entre Amán y Mardoqueo (caps. 4 y 5)
D. “Aquella noche se le fue el sueño al rey” (6:1)
E. Triunfo de Mardoqueo sobre Amán (caps. 6 y 7)
F. Segundo decreto de Asuero (caps. 8 y 9) 

G. Epílogo (cap. 10)
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viernes, 16 de octubre de 2015

SIETE CLAVES PARA UN MATRIMONIO FELIZ:Matrimonios Sobre la Roca Leccion 1


SIETE CLAVES PARA UN MATRIMONIO FELIZ


¡Qué hermoso es ver a una familia feliz!
Se dice que alegría compartida es doble alegría y que tristeza compartida, es media tristeza.
El amor, es un verdadero bálsamo para el alma, en este tiempo de presiones, desilusiones y chascos.
El objetivo del matrimonio debe ser la fusión de caracteres, que lleguen a ser uno y que se ayuden mutuamente. La mujer se sentirá protegida por su esposo y él se sentirá ayudado por su esposa, especialmente en la enfermedad y en los problemas.
Pero lamentablemente no siempre es así, pues millones de parejas se ven frustradas en su anhelo de felicidad, y los más afectados suelen ser los hijos.
  • En los EE.UU. se producen cerca de 6500 divorcios por día, esto es más de un millón cien mil por año. De las mujeres entre 30 y 40 años de edad se divorcian 6 de cada 10, por lo menos una vez. 
  • El 25% de los menores de 18 años, carecen de padre o madre y se calcula que esto aumentará al 50% el próximo año. Se indica que de las parejas que se casen este año, más de la mitad terminarán en el divorcio; y que más del 60% de los niños que nazcan pasarán parte de su vida en un hogar dividido.
  • En Francia, uno de cada dos matrimonios termina en el divorcio. En Canadá, más del 40% de las parejas unidas en primeras nupcias, se separan.
  • En la Unión Soviética, más del 70% de los divorcios se producen en los primeros 10 años de matrimonio. 
  • África, Asia y Latinoamérica, también sufren un creciente deterioro de la unidad familiar.
¡Qué perspectivas tan alarmantes para este mundo! ¡Debemos hacer algo!
Dios no desea eso, pues cuando creó al hombre estableció el matrimonio con el sagrado propósito de ayudarse mutuamente, de amarse, de criar hijos en un ambiente estable y sano y de permanecer unidos "hasta que la muerte los separe" (Mateo 19:6)
SIETE CAUSAS DE INFELICIDAD
Existen más de siete, pero, consideremos las siguientes:
1 - Percepción errónea del matrimonio.
Las novelas y películas que tratan temas sentimentales, son responsables de lanzar a los jóvenes a un mundo irreal. Al casarse, esas personas esperan inconscientemente de su cónyuge algo que la vida real no les puede regalar y quedan desilusionados.
2 - Desviación de los principios sanos.
El adulterio, el alcoholismo y la pereza son responsables de muchos fracasos.
3 - La incompatibilidad de caracteres.
Cuando existe un genio violento, espíritu egoísta, un corazón frío, celos, rencores, etc., se producen a menudo roces que pueden producir un distanciamiento paulatino, si no se busca la solución que Dios nos ofrece para estos casos.
4 - La falta de diálogo y cosas en común.
Hay poco tiempo del uno para el otro. Se entra en la rutina conyugal y hay poco diálogo. La TV. y actualmente el chat o Internet roba a muchas familias el tiempo que debieran dedicarse uno al otro.
5 - Problemas económicos.
La incomprensión en los planes y deseos mutuos, la falta de confianza en el manejo de la economía del hogar y el distanciamiento prolongado por trabajar en lugares lejanos, suelen ser causantes de problemas, como también cuando se contraen deudas difíciles de pagar.
6 - Interferencia de terceros.
"El que se casa, casa quiere". Es mejor que los recién casados vivan independiente.
7 - Cuando el amor se enfrió.
Puede haber insatisfacción emocional o sexual. Cuando una de las partes amenaza con el divorcio por alguna crisis pasajera, pueden producirse heridas profundas y una pared entre ambos. Dios desea ayudar a cada familia a ser feliz. Si en tu hogar hay problemas, si existen tensiones y está amenazada la unidad familiar, no pienses en el divorcio, sino en buscar soluciones, considerando los consejos que expondremos.
Una señora fue a entrevistar a un médico amigo.
- Me quiero divorciar de mi marido -fue la queja de la angustiada mujer.
- ¿Por qué? Preguntó el médico.
- Porque tiene otra.
- Si Ud. se divorcia le hace un favor, pues eso es lo que él quiere.
- ¿Qué puedo hacer?
- Enamórelo primero y luego se divorcia, aconsejó el médico.
- ¿Cómo lo puedo hacer?
- Hágale tres elogios por día. ¿Viste bien? ¿Tiene buena presencia? ¿Es cumplidor? Dígaselo
La mujer se propuso hacerlo. Al cabo de algunos meses encontró a su médico amigo, quien inmediatamente le preguntó por su esposo.
- ¡Lo logré! Está profundamente enamorado de mí.
- Entonces, ahora déjelo.
- No, ahora no, porque yo también estoy enamorada de él.
LA LEY FUNDAMENTAL DE LA FELICIDAD
  • Solemos oír las quejas: "Mi esposo no me hace feliz", "Mi señora debería ser distinta". No pienses sólo en recibir, sino también en dar, pues "HACER FELIZ AL PRÓJIMO, ES HACERSE FELIZ A SÍ MISMO".
  • El apóstol Pablo dice: "Más bienaventurado es dar, que recibir" (Hechos 20:35).
  • Puedes proponerte hacer feliz a su cónyuge. 
  • Busca el momento apropiado para conversar y traten de identificar las cosas que no les gustan de sí mismos. Ambos debieran colocarse blancos, tratando de aplicar las siete claves. No pienses en tu felicidad, sino en la del otro. No trates de cambiar a tu pareja, propónte cambiar tú mismo, y... ¡Verás los resultados!
7 SECRETOS PARA UN HOGAR FELIZ
Los investigadores Nick Stinett y John De Fraim estudiaron 3.000 familias estables y felices de diversas nacionalidades para establecer los puntos que tenían en común. Llegaron a la conclusión que habían seis leyes que caracterizan a las familias sólidas.
Las consideraremos con una séptima aún más importante.
1- COMPROMISO CON LOS DEMÁS
  1. Los hogares felices, valoran la familia como unidad, por encima de las necesidades y deseos individuales. 
  2. Aunque cada cual tenga sus metas, debe estar dispuesto a eliminar aquellas que puedan amenazar su existencia como pareja.
  3. Trátese de comprender los deseos, sueños y sentimientos del otro.
  4. Ayudarse mutuamente a desarrollar el carácter. Antes de crear a la mujer, Dios dijo: "No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él" (Génesis 2:18).
  5. Al esposo: Considera que la opinión de la mujer es tan valiosa como la del hombre. El apóstol Pedro escribe: "Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente" (1ª Pedro 3:7). Haz que ella crezca en la autoestima y en gratitud, y evitará resentimientos. La intuición de la mujer suele ser más exacta que la lógica del varón. Deja que exprese sus sentimientos.
  6. Considera las decisiones de tu esposa en las cosas de la vida diaria. Sé sensible en esto, pues no en todo necesitas hacer tu propia voluntad.
  7. Foméntese un ambiente alegre, y hagan del hogar un nido atrayente. No necesita ser grande ni lujoso, aunque sea una sola habitación, debe respirarse en él un clima de amor.
  8. Démosle ayuda práctica, especialmente si la mujer trabaja.

LOS 10 MANDAMIENTOS PARA LA MUJER
  1. Evita cuidadosamente la primera querella. 
  2. No olvides que te casaste con un HOMBRE y no con un "dios", que sus imperfecciones no te sorprendan. 
  3. No lo atormentes continuamente pidiéndole dinero. Arréglate más bien con la suma de cada semana. 
  4. Si tu marido tiene CORAZÓN, tiene seguramente un estómago; trata de hacerte querer cocinando platos apetitosos que a él le agraden. 
  5. De tiempo en tiempo, pero no muy a menudo, déjale que tenga razón, eso le causa placer y no te costará nada. 
  6. En los periódicos, lee otra cosa que los informes de nacimiento, casamientos y defunciones; ponte al corriente de lo que pasa en el extranjero, le será agradable el poder hablar de política en casa, en vez de hacerlo en el club. 
  7. Sé siempre correcta con tu esposo en la discusión. Acuérdate cómo lo tratabas cuando eran novios. No lo mires nunca de arriba abajo. 
  8. Déjalo a veces ser más instruido que tú, esto mantendrá el sentimiento de su dignidad y te dará la oportunidad de no ser del todo infalible, si cedes una vez. 
  9. Respeta la familia de tu marido y sobre todo honra a su madre; él la quiere de mucho antes que a ti. 
  10. No te presentes desaliñada delante de tu esposo. No descuides tus funciones femeninas. 
2- APRECIO
Las familias felices se aprecian mutuamente, se aman. ¿Cómo se puede alimentar ese amor?
  1. Dando y recibiendo pequeñas expresiones de cariño, se pueden alegrar a nuestros seres queridos.
  2. Veamos los puntos positivos y las virtudes de nuestro cónyuge, y no solamente las flaquezas. En lugar de críticas, destáquense las buenas cualidades recíprocamente, estimularán el amor y la superación.
  3. Un esposo cambió su forma de pensar, frente a su esposa, cuando ésta tuvo que ausentarse por tres días, dejándolo al cuidado de los niños.
    He aquí el recuerdo de esa aventura:
  • Abrir la puerta a los chiquillos que venían de la calle: 63 veces.
  • Reñirles para que se callasen o estuviesen quietos: 22 veces.
  • Intervenir para arreglar disputas: 8 veces.
  • Perder los estribos: 12 veces.
  • Atar cordones de los zapatos: 15 veces.
  • Manchas en los pantalones: 3 veces.
  • Comer mal: los tres días, etc.
    ¡Nunca he deseado volver a ver a mi esposa, tanto como ahora!
  1. Evitemos las palabras ásperas y ofensivas. Cuando ambos eran novios se hablaban dulcemente. A medida que convivimos, debemos buscar de fusionar nuestra personalidad y mejorar nuestras relaciones.
  2. El consejo de Dios es:"Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas" Colosenses 3:18-19.
    Mantén puros tus pensamientos y no permitas que la expresión de tu rostro comunique enojo, desprecio o deseos de venganza. Hay diversos grados de silencio que pueden ser más destructivos que las palabras.
    3-  COMUNICACIÓN
  1. Un investigador calculó, que las parejas tienen un promedio de 17 minutos de conversación por semana. ¡La semana tiene 10.080 minutos!
  2. La televisión roba a menudo a la familia un precioso tiempo que podría utilizarse para conversar. ¡Y qué tremenda pérdida!
  3. La comunicación es fundamental para la comprensión y para alimentar el amor. Las experiencias vividas en el trabajo, las diarias vivencias con los hijos, nuestras alegrías y preocupaciones, nuestras ideas o desilusiones vividas fuera del hogar, pueden ser temas de conversación.
  4. Cuando notemos que alguien del hogar no se comunica, veamos por qué. Hablemos y resolvamos la dificultad. Quizás la esposa se sienta acomplejada o frustrada por algo, o piensa que no sabe expresarse con la facilidad con la que lo hace el esposo. Tratemos siempre de comprender lo que piensa el otro, compenetrándonos en él. No pretendamos atemorizar, dominar, culpar, controlar ni ganarle al otro. No se griten mutuamente.
  5. Al hogar debe llenárselo de risas, amor, entusiasmo y sana alegría.
4-   PASAR TIEMPO JUNTO
  1. Se les preguntó a 1.500 escolares: ¿Qué crees que hace más feliz a una familia? La respuesta más frecuente fue: "Hacer cosas juntos".
  2. Busquemos tiempo para hacer cosas juntos. Asociemos a nuestros hijos en nuestra actividad y recreación. Compartan los problemas y la felicidad.
  3. Aunque cada uno es bombardeado por actividades que nos absorben, debemos planificar de tal modo nuestro tiempo, que podamos dedicarnos a la familia, o terminaremos dispersos.


5-   UNIDOS EN LA ADVERSIDAD
  1. La familia sólida, se une para hacer frente a los desafíos de una crisis, pues hay un compromiso mutuo. Es necesario desarrollar esa capacidad de hacer frente a la adversidad. ¿Pero cómo? Dios desea tendernos sus manos de amor en medio de la tormenta más violenta. En las Sagradas Escrituras nos comunica sus promesas y ¡qué hermosas son! Conózcalas investigando los temas de las "Guías de Investigación Bíblica".
  2. Si hay problemas, no busquemos culpables sino soluciones. No cuesta nada decir: "lo lamento" o "te perdono". La pareja no debe acostarse nunca enojada. Apliquemos el consejo divino: "No se ponga el sol sobre vuestro enojo" Efesios 4:26.
6-   ESTRUCTURA MORAL
  1. Se ha comprobado que esto es un denominador común en las familias estables. En el cultivo de las virtudes cristianas hay bendición.
  2. La estructura moral incluye: Integridad, honradez, lealtad, responsabilidad, virtud moral y los principios de la utilidad y del amor. Los principios de los 10 mandamientos debieran estar en cada corazón, pues traen bendición. Las Escrituras Sagradas dicen: "¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre" Deuteronomio 4:29.

7-     DIOS EN EL HOGAR
  1. En una encuesta realizada en diversos países por "Mensajes de Amistad", se ha comprobado que la mayoría de las personas creen que la fe religiosa es una ayuda para el hogar. Pero cuán lamentable es comprobar, que el materialismo está desplazando las cosas del espíritu y destruyendo la fe.
  2. El diálogo sobre cosas profundas, une a la pareja maravillosamente. Dios desea bendecir a quienes lo buscan y le aman. Solamente Él puede cambiar nuestro carácter, darnos fortaleza en las horas difíciles y guardar a nuestros hijos de los grandes peligros que enfrentan.
  3. No descuides tu vida devocional y espiritual. Haz de las Sagradas Escrituras la guía para tu vida y tu hogar. Ella nos aconseja, nos orienta, ilumina la senda de nuestra vida y nos llena de esperanza. A través de sus 2300 profecías, nos revela el pasado, presente y futuro con exactitud matemática. Estúdiala y recibirás grandes beneficios.

    Si has fracasado en tu vida conyugal, busca a Dios, pues nadie mejor que Él para cambiar el rumbo de nuestra vida. Si eres feliz dale gracias y cuida esa dicha. Pero haz tu parte, practicando los principios del amor.
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser"
"Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor" 1ª Corintios 13:4-8 p.p., 13.
¡No pienses jamás en el divorcio! ¡Piensa en tus hijos!
La Biblia habla sobre el Matrimonio # 1
  • Génesis 2:18 Dijo además Jehová Dios: "No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea." 24 Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 

  • Efesios 5:31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.
  • Colosenses 3:19 Esposos, amad a vuestras esposas y no os amarguéis contra ellas.
  • 1  Pedro 3:7 Vosotros, maridos, de la misma manera vivid con ellas con comprensión, dando honor a la mujer como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.
  • Efesios 5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios esposos como al Señor, 23 porque el esposo es cabeza de la esposa, así como Cristo es cabeza de la iglesia, y él mismo es salvador de su cuerpo. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, de igual manera las esposas lo estén a sus esposos en todo.
  • 1  Pedro 3:1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, para que si algunos no obedecen a la palabra, también sean ganados sin una palabra por medio de la conducta de sus mujeres, 2 al observar vuestra reverente y casta manera de vivir. 3 Vuestro adorno no sea el exterior, con arreglos ostentosos del cabello y adornos de oro, ni en vestir ropa lujosa; 4 sino que sea la persona interior del corazón, en lo incorruptible de un espíritu tierno y tranquilo. Esto es de gran valor delante de Dios.
  • Proverbios 31:10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su valor sobrepasa a las perlas. 11 Confía en ella el corazón de su marido, y no carecerá de ganancias. 30 Engañosa es la gracia y vana es la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ella será alabada.
  • Gálatas 5:15 Pero si os mordéis y os coméis los unos a los otros, mirad que no seáis consumidos los unos por los otros.
  • Mateo 12:25 Pero como Jesús conocía sus pensamientos, les dijo: -Todo reino dividido contra sí mismo está arruinado. Y ninguna ciudad o casa dividida contra sí misma permanecerá.


miércoles, 14 de octubre de 2015

Satanás y el Problema del Mal: ¡¡¡El Universo en Guerra!!!

Satanás y el Problema del Mal: ¡¡¡El Universo en Guerra!!!
 
 Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 42MBytes | 500 páginas  | Idioma: Spanish | Categoría: Guerra Espiritual
 Información 
La Biblia enseña de manera uniforme que Dios es el Creador de rodas las cosas y que es el Señor soberano de la historia (p. ej., Gn 1:1; Dt 10:14; Sal 135:6-18; Jn 1:3; Hch 17:24-27; Ef 1: 11; Col 1: 16-17). En ocasiones, él ejerce un control unilateral sobre lo que resulta en la historia, interviniendo milagrosamente para alterar el curso de las naciones o de los individuos, incluso predestinando algunos sucesos antes de que estos llegaran a tener lugar (p. ej., Is 46:10-11; Hch 2:23; 4:28). Debido a que Dios es omnipotente, su meta para adquirir una «esposa» (la iglesia) y establecer un reino eterno libre de todo mal se alcanzará sin duda algún día (p. ej., 1 Co 15:25-28; Ef 1:16-23; Col 1:18-20; Ap 20:10). En resumen, la majestuosa presentación de Dios en las Escrituras es la de un Creador soberano y omnipotente que guía con confianza al mundo hacia el final deseado.

Al enfrentar tragedias tales como el cáncer, accidentes mutiladores o desastres naturales, los creyentes a veces intentan consolarse a sí mismos y a otros expresando clichés como «Dios tiene sus razones», «Hay un propósito para cada cosa», «La Providencia escribe derecho con líneas torcidas», y «Sus caminos no son nuestros caminos». Hasta cierto punto esas mismas suposiciones impregnan también nuestra cultura más amplia, como se evidencia, por ejemplo, en el hecho de que las pólizas de seguros acostumbran a referirse a los desastres naturales como «actos de Dios».

La suposición de que hay una razón divina detrás de todo ha sido a menudo también defendida por algunos de los teólogos principales de la iglesia. Por ejemplo, Agustín, que es quizá el teólogo de mayor influencia en la historia de la iglesia, expresó esa suposición en términos fuertes cuando escribió: «A Dios ... todas las voluntades ... están sujetas, puesto que ellos no tienen poder excepto el que le ha sido concedido. La causa de las cosas, por tanto, que crea pero no fue creado, es Dios». De nuevo: «La voluntad del Omnipotente es
siempre invicta».  «Nada sucede a menos que el Omnipotente quiera que ocurra», según Agustín.

Aun las malas acciones deben ser permitidas por Dios para un propósito específico. Por consiguiente, Agustín anima a los cristianos que han sufrido por causa de otros a encontrar consolación en el conocimiento de que sus opresores no podían haberlos dañado como lo hicieron a menos que Dios lo permitiera por un bien superior.

En esencia, la meta de este libro es responder a esta pregunta. ¿Cómo podemos concebir a un Dios todopoderoso que crea seres que hasta Cierto grado poseen el poder de frustrar su voluntad; y contra los cuales ,tiene que guerrear genuinamente si es que quiere llevar a cabo su voluntad? El intento de responder a esta pregunta es el intento de hacer que sea filosóficamente coherente la cosmovisión de la guerra de las Escrituras así como tamblen la apariencia de desgarrado por la guerra que tiene nuestro mundo.

Mi convicción es que, al contrario de las preguntas que provoca la cosmovisión de diseño, esta pregunta tiene una respuesta convincente. La tesis de este libro es que la respuesta yace en la naturaleza del amor. Como Padre, HIJO y Espíritu Santo, la esencia de Dios es amor (1 Jn 4:8,16): DlOS creo el mundo con el propósito de mostrar su amor e invitar a otros a disfrutarlo (cp. esp. Jn 17:20-25). Argumentaré que no era lógicamente posible para DlOS tener este objetivo sin arriesgarse a la posibilidad de que la guerra estallara en su creación.

Por definición, sostendré, la posibilidad de amor entre Criaturas dependientes tales como los ángeles y los humanos conlleva la posibilidad de su antítesis, es decir, la guerra. Si Dios quería lo primero, tenía que arriesgarse a lo segundo.



domingo, 11 de octubre de 2015

Señor, si quieres, puedes limpiarme...Quiero, sé limpio...solamente vé y muéstrate al sacerdote...para testimonio de ellos

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6













                            Sanidad de un leproso
                                    Mateo 8:1-4

1      Cuando descendió del monte, lo siguieron grandes multitudes.
2      Y he aquí un leproso, se acercó, y se postraba ante Él diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
3      Y extendiendo la mano lo tocó diciendo: Quiero, sé limpio. Y al instante fue limpiada su lepra.
4      Entonces Jesús le dice: Mira, no lo digas a nadie, solamente vé y muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.

 
La obra Creciente de Jesús


La Lepra
La lepra es una enfermedad infecto contagiosa, crónica, con un largo período de incubación, propia del hombre, no hereditaria, endémica, curable y producida por el Mycobacterium lepra e (bacilo de Hansen). Ataca piel, nervios periféricos y otros órganos. La buena noticia es que es curable en la mayoría de casos.

Se trata de una de las enfermedades más antiguas y, aunque ya es curable, no se ha podido erradicar. Al año, República Dominicana presenta aproximadamente 150 casos nuevos de personas con esta enfermedad.

A propósito de celebrarse en septiembre el “Mes de Lucha contra la Lepra”, el patronato de lucha contra esa enfermedad, a través del Instituto Dermatológico Dominicano y Cirugía de Piel “Doctor Huberto Bogaert Díaz”, presentó un brochure informativo sobre ese mal, titulado “Lo que todo dominicano debe saber sobre la lepra”, según explica en el mismo el dermatólogo Juan Periche Fernández, director del Control de la Lepra RD Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel (IDCP), cada año se diagnostican nuevos casos de lepra en nuestro país. Es también necesario que se sepa que la mayoría de ellos son diagnosticados temprano para obtener cura sin daños permanentes. El tratamiento y cuidado ofrecido a cada uno es de calidad, destaca el especialista.

El doctor Periche aclara que la lepra es una enfermedad curable causada por una bacteria y que ninguna clase social está exenta de ser afectada. La mayoría de las personas en contacto con esta bacteria padecen de la enfermedad porque su sistema inmune no destruye la bacteria causante. “Una minoría de los infectados sí tendrán la erupción de la piel con pérdida de la sensación de ciertas áreas como manos y pies. Y sin tratamiento pueden llegar a aparecer deformidades”, dice.

Entorno social. La experiencia de ciertas regiones del mundo sugiere que la disminución de la pobreza, buena alimentación y educación pueden disminuir el número de casos con lepra.

Diagnóstico. El dermatólogo explica que los pacientes con lepra son diagnosticados cuando tienen varios años infectados y empiezan a presentar manifestaciones como las descritas: erupciones y anestesia. Cualquier persona con lesiones en piel y pérdida de la sensibilidad debe buscar ayuda médica de inmediato.

Para confirmar el diagnóstico de lepra se le realizan al paciente muestras de piel para biopsia y para bacteriología, también se realizan evaluaciones clínicas y de laboratorio. Todos estos se realizan en las instalaciones del IDCP.

Lepra lepromatosa. Las lesiones en piel son numerosas, presentando cuatro formas: nódulos o lepromas, máculas, infiltraciones, y úlceras. Los lepromas constituyen las lesiones típicas, aunque no son frecuentes.

Tratamiento. El tratamiento de la lepra consiste en tres antibióticos que deben ser tomados por un periodo de tiempo que va desde seis meses hasta dos años. Este tratamiento, gratuito por cooperación de la Organización Mundial de la Salud, la Fundación Nipona y Novartis, elimina la bacteria causante rápidamente, mientras el paciente puede seguir su vida rutinaria. Poco después de empezar este tratamiento el paciente deja de ser contagioso. Los pacientes sin tratamiento frecuentemente sufren daños de los nervios y pérdida de la sensación de frío, calor y dolor de manos, pies y ojos, que son las causas de las mutilaciones.

La prevención de estas complicaciones incluye la supervisión frecuente a los pacientes y el uso de sus medicamentos.

ZOOM

Síntomas
La lepra es una enfermedad curable. Si se trata en las primeras fases, se evita la discapacidad. Según el dermatólogo Juan Periche Fernández, en una primera etapa, el periodo de incubación de la lepra es muy lento, de modo que los afectados pueden permanecer asintomáticos. Sin embargo, lesiones cutáneas, manchas o nódulos pueden alertar al paciente… “una mancha en tu piel puede ser lepra”. Por eso recomienda que ante cualquier sospecha se le realice un examen físico completo al paciente.

El tratamiento es ambulatorio, e incluye el uso de distintos antibióticos combinados. El paciente tratado puede seguir haciendo su vida normal.




Jesús sana a un leproso
Mateo 8:1–4

Mateo inicia el relato del Sermón del monte diciendo que Jesús subió al monte (5:1) y cierra ese relato diciendo que descendió del monte (8:1). Por eso, el primer versículo del cap. 8 bien podría ubicarse al fin del cap. 7. Por otro lado, este versículo sirve de puente entre las enseñanzas y las obras milagrosas, pues las multitudes que escuchaban sus enseñanzas ahora son testigos de sus milagros. Recordemos que la división de los versículos y capítulos no se encuentra en los textos griegos del primer siglo, sino que es un arreglo que se hizo muchos siglos después.

La lepra era una enfermedad dolorosa, repugnante e inmunda
Era común en Egipto y los países del medio oriente. El término “lepra” es la transliteración del término griego leprós 3014 que significa “escama”. 

La enfermedad atacaba la piel y la carne de la víctima, dejando escamas sobre las llagas. En estado avanzado, la carne viva estaba expuesta y supuraba pus. A veces se caían las orejas, la nariz y los dedos de las manos y pies. 

La lepra se conocía como la “enfermedad blanca”, pues el cabello y la piel se volvían blancos en la zona afectada (Lev. 13). No había cura conocida, pero muy de vez en cuando un leproso era sanado por la misericordia de Dios.

Aunque la lepra no era contagiosa por el contacto físico, los judíos que tocaban a un leproso, o algo de su persona, quedaban inmundos ceremonialmente, es decir, inhabilitados para participar en las reuniones religiosas por un tiempo. 

Por eso, los leprosos vivían fuera de las ciudades y cuando se acercaban a personas sanas, tenían que gritar: “¡Inmundo, inmundo!”, para advertir a los demás del peligro de acercarse a ellos. De modo que, además del dolor de la enfermedad, se sentían rechazados socialmente. Al producirse la cura, el leproso tenía que presentarse a un sacerdote quien lo examinaba y lo declaraba sano.

La lepra era símbolo del pecado y de su efecto espiritual en el hombre. Dios castigaba a algunos de los más rebeldes con la lepra (Exo. 4:6; 2 Crón. 26:20). En el día de Jesús, el concepto general era que toda enfermedad venía por castigo de Dios, especialmente la lepra. Era el “azote divino”.

En este caso, el leproso se acercó a Jesús y se postró ante él (v. 2). 
El tomó la iniciativa, vino hasta donde estaba Jesús. “Postrarse” es un verbo que a menudo se traduce “adorar”. Tanto este acto de humildad como también el término “Señor”, con el cual se dirige a Jesús, indican un alto grado de reverencia, pero no necesariamente un reconocimiento de la divinidad de Jesús. El título “señor” se usaba comunmente en las conversaciones, como hoy en día, pero en la Septuaginta (LXX) es el término que se usa para traducir del hebreo al griego el nombre “Jehovah”. Sólo el contexto nos ayuda a determinar el grado de reverencia cuando uno llama a otro señor.

Cuando el leproso manifestó su confianza en el poder de Jesús para sanar la lepra, cosa que ningún hombre podía hacer, quizá estaba reconociendo su divinidad. 
Por lo menos no era un rabí cualquiera. “Limpiarme” significa “curarme”. Puesto que la lepra se consideraba la inmundicia y contaminación más grande, el hecho de sanarlo significaba más que nada una limpieza de cuerpo y de espíritu. Con decir si quieres (v. 2b), la única duda que manifestaba era en cuanto a la disposición de Jesús para ayudarle. Tenía más confianza en su poder que en su querer.

¡Gloriosa verdad es ésta! Jesús no demora en aquietar la duda del leproso al decir: 
Quiero (v. 3b). 
Ese eterno “querer” expresa la disposición misericordiosa de Dios para con los necesitados. Aparentemente no es la voluntad de Dios de curar todas las enfermedades físicas (comp. 2 Cor. 12:7–9), pero no hay duda en cuanto a la disposición de Dios de perdonar los pecados y salvar a todos los que se arrepienten (Eze. 33:11; 1 Tim. 2:4; 2 Ped. 2:9). La sanidad fue instantánea y completa. Las tres cualidades hermosas vistas en el leproso que lo recomendaban a Jesús fueron: confianza, humildad y reverencia.
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Bosquejo homilético

                                        La compasión activa de Jesucristo 

                                                                    Mateo 8:1–4

Introducción: 
¡Qué atractivo tenía nuestro Salvador que hasta los marginados se sentían impulsados a ir ante su presencia esperando alguna respuesta a su necesidad! Es que la compasión de Jesús tenía algunas características. Veamos:
  I.      La compasión activa de Jesús es aquella que va más allá de toda prohibición legal, ideológica, moral, o social.
  II.      La compasión activa de Jesús es aquella que hace posible no solo la sanidad sino lo que es más importante, la salvación de una persona.
Conclusión: 
Jesús vino para rescatar al hombre que está prisionero de su desgracia, sea pecaminosa o no, y para darle una nueva vida. Sólo pide una cosa: fe.
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El prohibir la publicación de la noticia —Mira, no lo digas a nadie ( v. 4)— llama la atención. 
Esta clase de prohibición se encuentra en varios pasajes (9:30; 12:16; 16:20; 17:9). En otra ocasión manda que se publique (Mar. 5:19; Luc. 8:39). Surge la pregunta: “¿Por qué en unas ocasiones lo prohíbe, y en otros lo manda?” 

Se pueden mencionar tres razones para la prohibición: 
(1) Jesús quería que los sacerdotes lo pronunciaran limpio antes de enterarse de quién lo había sanado; de otro modo posiblemente no lo hubieran declarado limpio para no tener que reconocer que Jesús lo había hecho. 

(2) También, Jesús no quería crear innecesariamente la excitación entre el pueblo, de modo que la gente pensara que su reino sería en base a milagros (ver Juan 6:14 ss.). 

(3) No quería despertar más hostilidad de parte de los fariseos, antes de tiempo. 
Cuando Jesús mandó al hombre, curado de los demonios, que contara a todos lo que había pasado, estaba al este del mar de Galilea donde había pocos judíos y menos riesgo de que los líderes de Jerusalén se enterasen (ver Mar. 5:1–20).

Para testimonio a ellos (v. 4) se refiere al pueblo en general, o a los sacerdotes. 
Tal vez Jesús tenía en mente al pueblo y no a los sacerdotes, pues éstos tendrían que pronunciar al hombre sano antes de permitirle presentar una ofrenda. Por lo tanto, los sacerdotes habrían recibido el testimonio antes de ofrecer la ofrenda.
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