lunes, 24 de agosto de 2015

¡Tened ánimo! ¡Yo soy! ¡No temáis!... más bien, sus corazones estaban endurecidos.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 

Construyamos Sermones expositivos 
Jesús camina sobre el agua 
Marcos 6:45-52
45 En seguida obligó a sus discípulos a subir en la barca para ir delante de él a Betsaida, en la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. 46 Y habiéndose despedido de ellos, se fue al monte a orar. 47 Al caer la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra. 48 Viendo que ellos se fatigaban remando, porque el viento les era contrario, a eso de la cuarta vigilia  de la noche, él fue a ellos caminando sobre el mar, y quería pasarlos de largo. 49 Pero cuando ellos vieron que él caminaba sobre el mar, pensaron que era un fantasma y clamaron a gritos; 50 porque todos le vieron y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos y les dijo: "¡Tened ánimo! ¡Yo soy! ¡No temáis!" 
51 Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento. Ellos estaban sumamente perplejos,  52 pues aún no habían comprendido lo de los panes; más bien, sus corazones estaban endurecidos. 
____________________________________________________________________
Jesús camina sobre el agua
Marcos 6:45–52

Jesús y sus discípulos se separan, momentáneamente. 
Les ha ordenado que crucen una vez más el lago, en esta ocasión en dirección a Betsaida. La expresión con la que Marcos refleja el mandato de Jesús a los discípulos es bastante tajante, pues les obliga a marchar sin dilación. 

No queda claro en el texto si la actitud de Jesús refleja la frustración ante unos discípulos incapaces de entender su ministerio (cf. v. 52) o el hecho de que está preparando la siguiente escena. El caso es que los discípulos se dirigen por orden de Jesús a Betsaida, en la orilla oriental del mar de Galilea, aunque el v. 53 afirma que finalmente desembarcaron en tierra de Genesaret, que se encuentra en su orilla occidental. 

Hay quienes han explicado esta situación afirmando que la tempestad causó que se desviaran en su ruta, pero no aclaran por qué una vez calmada la tormenta no se dirigieron a su destino inicial. Otra interpretación habla de dos Betsaida, cada una en orillas diferentes. La primera sería la situada en la orilla occidental, de la que provendrían Felipe, Andrés y Pedro (cf. Juan 1:44). La segunda sería la ciudad llamada Betsaida Julias, construida por Herodes Filipe, llamada así en honor de la hija del emperador Augusto, y situada en el lado oriental, cuya población era mayoritariamente gentil. Sin embargo, no hay justificación para la existencia de dos entidades llamadas Betsaida fuera del texto bíblico. Entre tanto que los discípulos viajan, Jesús despide a la multitud.

Una segunda mención a Jesús despidiéndose de ellos apunta a que se despide de los discípulos, que ahora ocupan un primer plano en la narración. Jesús aprovecha el momento de tranquilidad para apartarse a orar (cf. 1:35), lo cual acontece en este Evangelio en momentos clave como es el inicio del mismo (1:35) y en Getsemaní, previo a su pasión (14:32). La oración de Jesús es real, muestra de su naturaleza humana y dependencia del Padre. Marcos dice que Jesús fue a orar a un monte (óros3735), lugar tradicional en el judaísmo de revelación y encuentro con Dios (Éxo. 19:3; Deut. 33:2; Hab. 3:3), y que en este Evangelio se relaciona con experiencias destacadas en el ministerio de Jesús, como la elección de los doce (3:13); la transfiguración (9:2); la entrada triunfal en Jerusalén (11:1); la preparación la pasión (13:3) y antes de su arresto (14:26).

Marcos prepara al lector con una breve descripción de la situación en la que la acción va a tener lugar: es de noche, los discípulos están en la barca en medio del mar y Jesús en tierra firme.

Después de haber orado, Jesús aparece mirando a sus discípulos remar en medio de un viento contrario, y percibe que se encuentran en una situación difícil. La mención del mirar (eídon1492) de Jesús evidencia una característica peculiar en él, pues es capaz de reconocer actitudes y situaciones de la gente, más allá de lo que es evidente exteriormente (cf. 2:5; 5:32; 6:34; 10:21; 12:34). En este caso es capaz de ver la difícil situación de los discípulos, a pesar de la noche y la distancia.

La fatiga de los discípulos es grande, pues ya era la cuarta vigilia de la noche, o sea, entre las tres y las seis de la mañana, puesto que los judíos dividían la noche en cuatro vigilias de tres horas cada una. Posiblemente llevan varias horas remando con gran dificultad y cansancio. Desde una perspectiva simbólica, presente en la tradición judía, este momento en el que la noche da paso al día, representando la ayuda de Dios que trae luz donde hay tinieblas.

Sorprende que, en medio de una situación tan dramática como la que viven los discípulos, la acción de Jesús sea expresada como un gesto de indiferencia hacia ellos, de pasar de largo, lo cual es un contrasentido, puesto que lo que motiva a Jesús a ir a ellos es el momento de peligro que están viviendo. El Evangelio de Mateo suprime esta referencia, posiblemente por la confusión que provoca. 

Algunos interpretan la frase como expresión de la precepción subjetiva de los discípulos, que piensan que Jesús pasa de largo. Sin embargo, la comprensión del aparente pasar de largo de Jesús proviene de la tradición veterotestamentaria en la que la gloria de Dios se manifiesta pasando por delante del testigo (cf. Éxo. 33:18–23, 34:6; 1 Rey. 19:11–13). Además, atendiendo a la afirmación de que la fe precede al milagro (cf. 6:4–6), se podría explicar que Jesús pretendiera pasar de largo, esperando la iniciativa de los discípulos solicitando su ayuda. 

Sin embargo, la reacción de los discípulos no refleja fe ni reconocimiento de que es Jesús quien pasa ante ellos. Él se acerca a los discípulos caminando sobre las aguas, acción que algunos han interpretado como que camina por la orilla. El texto deja claro que los discípulos están mar adentro cuando Jesús pasa junto a ellos; además, afirmar que Jesús tan solo camina por la orilla presenta la situación como absurda: ¿qué impide a los discípulos bajarse de la embarcación y llegar a la orilla por su propio pie? El relato es una narración milagrosa, con ecos del AT en el que Dios aparece como el único capaz de caminar sobre las aguas (Job 9:8; Sal. 77:19), lo cual contribuye a la comprensión cristológica que el pasaje pretende y define la acción de Jesús como una teofanía.

La descripción del encuentro entre los discípulos y Jesús es decepcionante. No hay expresión alguna de reconocimiento sobre quién se les acerca ni, por tanto, petición de ayuda o declaración de confianza en él. Confunden a Jesús con un fantasma (fantasma5326), lo cual provoca más desesperación. 

Los discípulos pierden control sobre sí y comienzan a gritar al ver a Jesús, visión muy real pues Marcos afirma que le vieron todos (pás3956). Ante tal muestra de temor, Jesús habla (laléo2980) a los discípulos y entra (anabáino305) en la barca, para que vean que no es un fantasma sino alguien real. Sus palabras pretenden calmarlos e infundirles aliento, además de confirmarles su identidad: ¡Yo soy! (egó eimi). Jesús se presenta a sus discípulos tal como Dios se revela en el AT (Éxo. 3:14; Deut. 32:39), tanto en su ser como en su hacer. Dios se muestra a ellos en Jesús, manifiesta su poder calmando el viento y les ofrece su fraternidad al entrar en la barca con ellos. Además, desde la visión antigua del mar como símbolo de caos y muerte, allí donde los poderes del mal habitan, el hecho de que Jesús calma el viento y, por tanto, calme las aguas es evidencia de su poder sobre la muerte, que se hará evidente en su resurrección.

La expresión que finalmente refleja la respuesta de los discípulos es que continúan perplejos (existemi1839), al igual que aquellos que vieron a Jesús sanar al hombre paralítico que fue bajado por el techo. Sin embargo, estos últimos glorificaron a Dios por cuanto habían visto (2:12), mientras que los discípulos no expresan nada, y es el narrador quien explica que tenían su corazón endurecido (poróo4456), a causa del milagro de la alimentación milagrosa. Marcos no explica por qué el milagro de la alimentación de los cinco mil es especialmente difícil de entender por los discípulos, pero la reacción de estos ante esos dos milagros describe la incredulidad de los discípulos.

La semejanza buscada entre la acción de Jesús pasando de largo frente a los discípulos como representación de la gloria de Dios manifestándose ante ellos fracasa en su propósito. Jesús tiene que pararse a hablar con ellos y subirse a la barca. Ni siquiera el milagro de calmar la tempestad abre los ojos de los discípulos, que no hacen más que mostrar perplejidad. La actitud de asombro sirve el propósito de resaltar la imagen de Jesús y no la fe de los discípulos, bastante mal parados aquí. La identidad de Jesús se hace manifiesta en su autoridad y poder divinos, más allá del reconocimiento que estos reciban de otros. La identidad de Jesús como enviado de Dios se hace cada vez más visible, en la misma medida que aumenta la dificultad de los discípulos para asimilar quién es Jesús, a pesar de que a ellos se les ha dado a conocer los misterios del reino de Dios (cf. 4:11).

El seguimiento de Jesús puede provocar vivencias difíciles y problemáticas, como las que los discípulos afrontaron en medio de la tormenta; pero el hecho de que sea una experiencia causada por obediencia a Jesús también supone la salvación final de Jesús. No obstante, es al Señor a quien esta historia invita a mirar y no a los discípulos, cuya actitud se acerca preocupantemente a la de aquellos que no aceptan ni creen en él.

Bosquejo homilético
Cuando el viento nos es contrario
Marcos 6:45–52
Introducción: 
La vida cristiana no es un lecho de rosas. El cristiano no está exento de sufrir las dificultades propias de esta existencia. Ocurre a menudo en la vida cristiana que en vez de ir todo “viento en popa”, en muchas ocasiones sentimos que el viento nos es contrario. Es precisamente en esos momentos cuando podemos experimentar mejor el amor de Jesús por nosotros.
        I.      Cuando el viento nos es contrario nos cansamos (v. 48).
    1.      Los discípulos se fatigaron queriendo remar.
    2.      Nos fatigamos queriendo solucionar la dificultad con nuestras fuerzas.

        II.      Cuando el viento nos es contrario nos desesperamos (v. 49).
    1.      Los discípulos clamaron a gritos por no reconocer a Jesús.
    2.      Nos llenamos de ansiedad por no reconocer a Jesús.

        III.      Cuando el viento nos es contrario nos atemorizamos (v. 50).
    1.      Los discípulos se turbaron.
    2.      Nos atemorizamos en lugar de confiar.

        IV.      Cuando el viento nos es contrario Jesús nos está mirando: (vv. 46, 48).
    1.      Mientras oraba estaba pendiente de ellos.
    2.      Hoy también intercede por nosotros en la dificultad (ver Rom. 8:34).

        V.      Cuando el viento nos es contrario Jesús viene a nuestro auxilio (vv. 48, 49)
    1.      Su presencia quitó el temor y les dio ánimo.
    2.      Hoy también su presencia nos anima librándonos del temor en la dificultad.

        VI.      Cuando el viento nos es contrario, Jesús manifiesta su poder (v. 50).
    1.      Jesús calmó el viento.
    2.      Hoy también él trae su calma en medio de la dificultad.

        VII.      Cuando Jesús calma la tempestad en nuestra vida le servimos mejor.
    1.      Ya no hay temor
    2.      Ya no hay confusión

Conclusión: 
Los discípulos se quedaron perplejos. El milagro de los panes no había sido suficiente para que pudieran comprender quién era Jesús. Necesitaron que el viento les fuera contrario para vivir una experiencia nueva del amor y poder de su Maestro. 

Es probable que la dificultad que estamos atravesando sea un medio que Dios está utilizando para que renovemos nuestra experiencia con un Jesús que nos ama y tiene poder en medio de nuestros problemas. Él mismo, hoy nos dice: “¡Tened ánimo! ¡Yo soy! ¡No temáis!” (6:50).

El valor de las pruebas
“La mayoría de las grandes verdades de Dios tienen que ser aprendidas por medio de la prueba; deben ser marcadas a fuego en nosotros por el acero al rojo de las dificultades, de otra forma no las recibiríamos verdaderamente”. C. Spurgeon
“Los golpes de la adversidad son muy amargos pero nunca son estériles”. E. Renán
DOWNLOAD HERE>>>

Jesús...vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 


La multitud y la compasión del Señor
Marcos—6:30–44
30Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado. 31El les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. 32Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto. 33Pero muchos los vieron ir, y le reconocieron; y muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él. 34Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. 35Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada. 36Despídelos para que vayan a los pampos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no tienen qué comer. 37Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer? 38El les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id y vedlo. Y al saberlo, dijeron: Cinco, y dos peces. 39Y les mandó que hiciesen recostar a todos por grupos sobre la hierba verde. 40Y se recostaron por grupos, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta. 41Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. 42Y comieron todos, y se saciaron. 43Y recogieron de los pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró de los peces. 44Y los que comieron eran cinco mil hombres.

a. El reposo sugerido (vv. 30–33)
(i) El informe realizado (v. 30). Por primera y única vez Marcos los llama apóstoles. Los “discípulos” o “alumnos” se habían convertido en “apóstoles” o “enviados”. Ya habían pasado más de un año en la mejor escuela bíblica jamás creada, nada menos que con el mismo Hijo de Dios como instructor.
Notamos que dieron su informe al Señor y le contaron “todo lo que habían hecho … y enseñado”. Suponemos que esto habría incluido tanto los fracasos como los éxitos. Solemos pensar únicamente en estos últimos, cuando podemos y debemos aprender valiosas lecciones de los primeros. Lo que más satisfacción produjo al Señor no fue tanto el éxito de la misión sino que ellos habían cumplido fielmente con lo que él les había mandado. Cristo siempre recompensa la fidelidad (ver 1 Co. 4:1, 2).
(ii) La intención que tuvo (v. 31). Notemos la ternura de su invitación: “Venid vosotros aparte … y descansad un poco.” Quería que estuvieran a solas con él, en la quietud del desierto. Pensando ahora en los obreros que dedican gran parte de su tiempo a la obra del Señor y el ministerio, es importante señalar que ese trabajo produce gran fatiga y desgaste. Si bien nuestras almas han sido redimidas, no así nuestros cuerpos, que sólo pueden soportar cierta medida de esfuerzo y labor. Por eso actuamos con sabiduría cuando apartamos un poco de tiempo para la restauración de nervios exhaustos y recuperación de cuerpos desfallecidos. Necesitamos renovar nuestras fuerzas físicas y mentales, a solas y en comunión con el Señor.
Desde el comienzo de su ministerio (Mr. 1:35) Jesucristo puso énfasis en la necesidad de apartar tiempo para tener comunión espiritual con su Padre.
(iii) La interrupción aparentemente inconveniente (vv. 32, 33). Así podría haber considerado la presencia de aquella multitud que había frustrado la intención de un retiro reposado. Sin embargo, él no los consideró interrupción ni estorbo, sino que los miró con compasión. No se sintió irritado ni impaciente, sino que tomó en cuenta su condición y su necesidad espiritual. ¡Cómo necesitamos aprender de él en cuanto a este espíritu que nos debe mover y conmover!
b. Los recursos suficientes (vv. 34–44). Este milagro es el único que se menciona en los cuatro evangelios1 y marcó el comienzo del tercer
(i) La compasión evidente (v. 34). Jesús no despachó a la multitud sino que tuvo compasión de ella. Los consideraba como “ovejas sin pastor”, perdidos y sin ayuda, guía ni protección.
“Comenzó a enseñarles muchas cosas”. Martín Lutero lo traduce “Les predicó un largo sermón”, y en verdad lo fue porque duró hasta el atardecer. Evidentemente, consideró más importante su necesidad espiritual que la física. Luego, también tomó en cuenta lo que les hacía falta en el terreno físico—en este caso, alimento adecuado.
La compasión del Señor se extiende a todas nuestras necesidades y actúa proveyendo de distintas maneras.
(ii) La comida necesaria (vv. 35–38). En estos versículos apreciamos:
* La despedida propuesta por los discípulos (35, 36). Esto les parecía lo más razonable en vista de las circunstancias. Siempre hay una alternativa ‘razonable’ a la fe. Después de todo, era tarde y no había dónde conseguir comida en el desierto, y menos para tantas personas. Por eso, lo más ‘lógico’ parecía ser enviarlos de vuelta a sus casas.
¡Cuán culpables hemos sido en nuestra actitud hacia la condición espiritual de los perdidos! ¡Con cuánta frecuencia hemos despachado vacías e insatisfechas las almas que padecen hambre espiritual! Han venido buscando ayuda y consejo y no se lo hemos dado, y se han alejado desilusionadas. En vez de recibir “palabras de vida”, sólo les hemos dado conversación hueca.

* La disposición del Señor (37, 38). “Dadles vosotros de comer”.
No contaban con mucho alimento, sólo cinco panes de centeno y dos peces, por lo tanto la orden de Jesús de alimentar a la multitud parecía incongruente con una situación que no podía ser solucionada desde el punto de vista humano.

Por otro lado, sin duda el Señor también estaba enseñando una lección espiritual sobre el pan de vida que será dado en abundancia a los que tienen fe. Esto es lo que involucra la evangelización: dar a las multitudes el Pan de Vida (ver Mt. 28:19). Esa sigue siendo nuestra responsabilidad como pastores de la grey: apacentar, dar de comer, alimentar a las almas que están tan necesitadas del pan celestial y del espiritual (ver Jn. 21:15–17).
De acuerdo a los cálculos de los discípulos, hacían falta doscientos denarios para comprar comida para semejante multitud. Esto equivalía al sueldo de más de ocho meses de labor, algo totalmente fuera de sus posibilidades.
(iii) El control absoluto (vv. 39–44.) de la situación.
* El arreglo ordenado (39, 40) y sistemático. Dios siempre se caracteriza por el orden y no por la confusión (1 Co. 14:40). Así facilitaría la distribución posterior del alimento. Exigió fe por parte de los discípulos hacer que la multitud se sentara en grupos cuando todavía no había alimento para ellos.

En la mención de la “hierba verde” otra vez vemos el relato de un observador directo, probablemente Pedros, y parece señalar que la época del año era primavera ya que con la llegada del verano se secaría.

* La acción de gracias (41a): “Levantando los ojos al cielo”—el origen de toda bendición—“bendijo”. La acción de gracias revela nuestra confesión de incapacidad y dependencia en la mano omnipotente de nuestro Padre celestial.
El Señor multiplicó aquello que primero le habían traído. Cuando le damos a él lo que tenemos, él puede multiplicarlo en gran bendición hasta para las multitudes. Pero sin su bendición, aquellos panes y peces jamás hubieran alcanzado para alimentar a toda esa muchedumbre. Lo poco se convierte en mucho cuando Dios añade su bendición.

* La ayuda de los discípulos (v. 41b). Jesús no distribuyó la comida sino que la dio a sus discípulos para que ellos lo hicieran. Necesitó de su colaboración. El placer del Señor sigue siendo alimentar espiritualmente al mundo a través de los suyos.

* La abundancia de la provisión (42–44). Hubo más que suficiente para todos. Así se cumplía lo anticipado en Sal. 132:15, y se puso “mesa en el desierto” (Sal. 78:19) como en el pasado.

Lo que sobró (doce cestos) fue mucho más de lo que había al comienzo, como testimonio palpable de la generosidad divina. Sin embargo, nada fue desperdiciado. Sucede que el desperdicio no existe en la economía de Dios, y el derroche innecesario no es tolerado por el Señor (Pr. 18:9). Por eso como discípulos del Maestro aprendamos a ser buenos mayordomos y administradores de la abundancia de Dios (Lc. 16:1, 2).
1 Por otro lado, la resurrección también está registrada en los cuatro evangelios.
DOWNLOAD HERE>>>

Comenzó a enviarlos de dos en dos. Les daba autoridad sobre los espíritus inmundos...Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de aquel lugar. Cualquier lugar que no os reciba ni os oiga, saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio contra ellos

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 

Construyendo Sermones Para Predicar
La misión de los doce 
Marcos 6:7-13
7 Entonces llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos. Les daba autoridad sobre los espíritus inmundos. 8 Les mandó que no llevasen nada para el camino: ni pan, ni bolsa, ni dinero en el cinto, sino solamente un bastón; 9 pero que calzasen sandalias y que no vistiesen dos túnicas. 10 Y les decía: "Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de aquel lugar. 11 Cualquier lugar que no os reciba ni os oiga,  saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio contra ellos." 
12 Entonces ellos salieron y predicaron que la gente se arrepintiese. 13 Echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban. 
______________________________________________________


La determinación expresada por Jesús de continuar enseñando, a pesar del fracaso en Nazaret, le lleva a ampliar el alcance de su misión sirviéndose de los doce, a los que comisiona y envía de dos en dos. Este era el propósito para el cual los llamó en un primer momento (cf. 3:14, 15). Es el inicio de la acción misionera de la iglesia, conforme al modelo de Jesús. 

El hecho de que fueran por parejas era propio de las culturas griega y judía respecto de los mensajeros o representantes oficiales, además de que en este pasaje los discípulos serán testigos de la respuesta que se dé a la predicación, especialmente en caso de rechazo (v. 11). La fiabilidad del testimonio en la tradición veterotestamentaria requería de, al menos, dos testigos (cf. Núm. 35:30; Deut. 17:6; 19:15).

Jesús renueva la autoridad de los discípulos para la tarea (cf. 3:15), descrita como dominio sobre los espíritus inmundos, ejercida hasta ahora por el mismo Jesús, y que los discípulos van a poder desarrollar por ellos mismos por primera vez. En la tradición rabínica se recoge el hecho de que el dar autoridad a una persona y enviarla era evidencia de que la persona enviada y quien la envía eran iguales. Por tanto, hay un sentido de identificación entre Jesús y su misión y los discípulos. Pablo habla de los creyentes como embajadores, representantes de Cristo, identificados con él en la tarea de la reconciliación (2 Cor. 5:20).

Junto con la autoridad conferida, Jesús ordena a los discípulos que lleven a cabo la tarea sin muchos de los elementos propios del viajero: pan para alimentarse; bolsa para provisiones o mendigar; dinero para comprar; una segunda túnica para abrigarse. Esta descripción asemeja al discípulo de Jesús con los predicadores cínicos de la época. Probablemente la diferencia esté en el propósito que todo esto pretende: en los filósofos cínicos, autosuficiencia; en los discípulos, dependencia de Dios. 

Tener las sandalias calzadas es indicativo de disponibilidad para salir. Las monedas mencionadas son de cobre, de escaso valor, puesto que las de plata u oro serían impensables en la economía de los discípulos. Tan solo les permite una túnica, las sandalias y el bastón. En todos los detalles propios de la misión se hace evidente la total dependencia divina; reciben poder para predicar y expulsar demonios y provisión para sus necesidades.

Lo que Dios da para el sustento material toma forma en la hospitalidad ofrecida a los discípulos por causa de su actividad. La respuesta al mensaje repercute en la forma en que serán tratados los discípulos. Donde reciban el mensaje, los discípulos serán acogidos con hospitalidad; donde rechacen el mensaje, deberán salir del lugar. 

Allí donde la predicación es bien recibida, Jesús ordena la permanencia en la casa donde los hospeden, evitando así el posible abuso de aquellos que se dedicarán a ir de casa en casa aprovechándose deshonestamente de la hospitalidad ofrecida. Sin duda, esto es reflejo de la realidad de la comunidad cristiana en el tiempo de Marcos más que del tiempo de Jesús mismo. Existen textos cristianos contemporáneos que indican que el misionero no debe estar más de dos o tres días en la casa de sus huéspedes; si lo hace así, será considerado un falso profeta. Es evidente que los contextos son distintos, y el que Marcos presenta tiene como trasfondo la creación de una comunidad cristiana estable, lo cual requeriría una estancia más prolongada.

Bosquejo homilético
Misión integral
Marcos 6:7–13
Introducción: 
Hoy en día el tema de la misión de la iglesia es un tema candente en todas partes pero aun más en Latinoamérica. La misión de la iglesia es la continuación de la misión de Jesucristo. En este pasaje vemos cómo los discípulos son enviados precisamente por el Señor para realizar la misma tarea que él. Se trata de una misión integral.
        I.      La misión de predicar el evangelio.
    1.      Jesús los envió a predicar de dos en dos (vv. 7, 12).
    2.      Hoy la iglesia es enviada a salir de los templos y predicar.
        II.      La misión de salvar del poder de Satanás.
    1.      Jesús los envió y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos (vv. 7, 13).
    2.      Hoy la iglesia tiene autoridad para salvar a quienes están bajo el poder de Satanás (pecados, ocultismo, etc.).
        III.      La misión de responder a las necesidades físicas.
    1.      Jesús los envió a ungir con aceite a los enfermos (v. 13).
    2.      Hoy la iglesia debe responder a las necesidades físicas de la gente.
        IV.      La misión de servir urgentemente.
    1.      Jesús los envió sin nada porque el tiempo de la cruz se acercaba (vv. 8–11; ver Mar. 3:6).
    2.      Hoy la iglesia no debe perder tiempo en cosas secundarias porque el tiempo de la segunda venida se acerca.
        V.      La misión de trabajar confiando en Dios.
    1.      Jesús los envió confiando que Dios proveería para ellos (v. 10).
    2.      Hoy la iglesia debe confiar en que Dios proveerá los recursos para su misión.
_________________________________________________________________

Conclusión: La misión de la iglesia hoy será fiel si se inspira en la Palabra de Dios. La misión de la iglesia hoy será relevante si responde a las necesidades espirituales y físicas de las personas. La iglesia desarrollará su misión hoy de manera integral, si se basa en un evangelio integral para el hombre total.

Por el contrario, en aquellos lugares donde rechazan la predicación, los discípulos deben salir inmediatamente. El gesto de sacudir el polvo de sus pies equivale a comparar el lugar donde el mensaje predicado no ha sido recibido como tierra de gentiles. Debe, por tanto, purificarse y borrar de sí cualquier evidencia de su estancia en el lugar. En el marco escatológico del ministerio de Jesús, el destino de los que han rechazado el mensaje predicado es de juicio, donde el testimonio de los discípulos se levantará contra ellos.

Una vez impartidas estas instrucciones, los discípulos se ponen en marcha y predican el mensaje de arrepentimiento a la gente. Este mensaje es el que se describe en la presentación del ministerio de Jesús (cf. 1:15), vinculado a la proximidad del reino de Dios que requiere una respuesta acorde —arrepentimiento— de la gente que oye la predicación de la buena nueva de Dios. La predicación del evangelio también va acompañada de poder sobre los espíritus inmundos y la enfermedad, a semejanza del ministerio de Jesús.

La referencia a la unción con aceite de los enfermos refleja la costumbre de la época en la que los médicos aplicaban ungüentos a los enfermos con fines curativos. No hay ninguna indicación de que Jesús hubiera recurrido a este método en ninguna de sus sanaciones. Más bien parece reflejarse aquí la práctica de la iglesia primitiva, que ungía a los enfermos con aceite, sin adjudicarle ningún efecto mágico al hecho, sino al poder de Dios que se implora en oración y que es el que efectúa la sanidad (cf. Stg. 5:14, 15).

En el relato de la misión de los doce se aúnan dos realidades presentes en la realidad que Marcos refleja: Una es el éxito final de la proclamación del evangelio que se verá acompañada hasta su objetivo final de rechazo y sufrimiento. La otra es la cruz y la resurrección prefiguradas en el ministerio de los discípulos, en el contexto de la iglesia.

Definiciones importantes
1. Bolsa ni dinero en el cinto: Las monedas solían guardarse en bolsas, que eran como sacos que en algunos casos eran sellados. El cinturón se usaba también como bolsa, ya que tenía dos dobleces entre los cuales había una abertura cerrada con una tapa o correa.

2. Sandalias: Era un calzado compuesto por una suela que se ataba al pie por medio de correas que pasan por entre los dedos alrededor del talón y sobre el empeine del pie. Los judíos, por lo general, no usaban sandalias en la casa sino solo para salir; en caso de viaje debían llevar un par de reserva.

3. Hospitalidad: En el mundo hebreo la hospitalidad era algo normal; debido al estado de la sociedad, la carencia de posadas públicas, lo diseminado de la población y lo corto de las jornadas.

4. Sacudirse el polvo: Este era un gesto común para los hebreos cuando regresaban a su tierra desde un territorio gentil, ya que cualquier tierra fuera de Israel era considerada impura. En el caso de Jesús en su indicación a sus discípulos, más que una maldición el gesto de sacudirse el polvo indicaba que el mensaje había sido transmitido pero no había sido recibido.

Marcos establece un tiempo general para la comisión de los doce. Dice “después” (6:7a). Se supone que sucedió después del rechazo en Nazaret y de su ministerio subsiguiente en los alrededores. Llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos (6:7a–c). No se dice nada acerca del lugar donde esto ocurrió.
Las instrucciones que recibieron los doce eran que debían de llevar muy pocas cosas. Según lo dicho por Marcos, podrían cargar únicamente dos cosas; un bordón y sus sandalias. Además, si no eran recibidos en alguna casa, debían sacudir el polvo que estaba debajo de sus pies, para dar testimonio a ellos (6:8–11). Este pasaje no es una base bíblica para justificar un voto de pobreza de los siervos de Dios. La clave de la enseñanza se encuentra en Mateo 10:10b: “porque el obrero es digno de su alimento”. Los beneficiarios del ministerio deben proveer bien para las necesidades de los siervos de Dios ( 1 Timoteo 5:17–18).
Esta misión revela ciertos principios para el servicio, principios que siguen teniendo vigencia. Era la primera misión de los doce, un comienzo pequeño para lo que luego sería una misión de alcance mundial.
a. La autoridad otorgada (v. 7). Nótese el orden aquí establecido:
En primer lugar, antes de ser apóstoles1 tenían que ser discípulos2 y haber estado con él. De modo que si como cristianos vamos a llevar el mensaje del evangelio, primero debemos estar con el Maestro para disponer de poder espiritual.
Los doce salían con autoridad contra las fuerzas del mal, tenían poder divino para realizar la tarea. Estas eran sus credenciales. Además, salían de dos en dos pues eso facilitaba la tarea ya que se ayudaban mutuamente.1
En el pasaje paralelo y mucho más completo de Mt. 10:5–42 se señala la esfera de su misión, el tema de su predicación, sus credenciales, su equipo y modo de proceder. También se aprecia aquí pero en forma más resumida.
b. Las advertencias precisas (vv. 8–11) respecto a la esfera de su misión. Marcos omite la instrucción del Señor en Mt. 10:5, 6 porque su evangelio es universal, mientras que Mateo fue escrito específicamente a los judíos.
Su equipo no debía ser extravagante, ni tampoco inadecuado (vv. 8 y 9). Debían llevar sólo un bordón, es decir un bastón o palo más alto que la estatura de un hombre.2 El Señor les ordena no salir a comprar equipo especial complementario
Debían ir por fe, sin llevar nada adicional para el viaje3 y confiando sólo en el Señor para su provisión—tal como lo han hecho tantas “misiones de fe” desde aquel entonces.4
Al ir de un lugar a otro encontrarían tanto hospitalidad como hostilidad, tanto amigos como enemigos. ¡Cuán inmensa es la responsabilidad que recae sobre aquel que rechaza al verdadero enviado o misionero! Lo que los apóstoles debían hacer ante ese rechazo1 serviría de testimonio contra ellos.
Si bien la última parte del v. 11 no se encuentra en algunos manuscritos, sí está en el pasaje paralelo de Mt. 10:15, y es una declaración de profunda significación relativa al día de juicio. A ellos ahora les cabría la responsabilidad de enfrentarse con el juez justo en el día del juicio.
c. El arrepentimiento predicado (v. 12) por los apóstoles al salir en obediencia al mandato del Señor. Podemos imaginarnos con qué ardor y celo emprendieron esta tarea. Los que oían sus mensajes eran confrontados con sus pecados y llamados a arrepentirse.
d. La actividad poderosa (v. 13) porque aprovecharon el poder que Jesús les había conferido (v. 7), siguiendo el ejemplo del Maestro que les había estado adiestrando desde hacía más de un año. Asimismo, descubrieron que cuanto él les había avisado que ocurriría, se cumplió.
En el Nuevo Testamento hay sólo dos referencias al empleo de aceite en la unción de enfermos para su sanidad: aquí y en Stg. 5:14. Surge, pues, la pregunta: ¿El aceite se empleó con un propósito medicinal; ceremonial, simbólico, o alguna combinación de estos?2
Por otra parte, vemos aquí actividad exorcista por parte de los apóstoles.
1 Gr. APOSTOLOS, enviado.
2 Gr. MATHETE, aprendiz.
1 El sabio Salomón declaró: “Mejores son dos que uno” (Ec. 4:9), y la ley requería por lo menos dos testigos para verificar un asunto (Dt. 17:6; 19:5; 2 Co. 13:1).
2 Es importante mencionar que en Mt. 10:10 y Lc. 9:3 hay una aparente exclusión del bordón, que implicaría falta de armonía con el texto de Marcos. Los eruditos bíblicos difieren en la interpretación. Podría deberse a que el bastón permitido en Marcos sirve de ayuda para caminar, mientras que Mateo y Lucas hacen referencia a un bastón mucho más grande que servía como protección. Otra posible explicación es que en Mateo y Lucas la implicancia es que no debían comprar un nuevo bastón sino usar el que ya tenían.
3 No debían llevar alforja, que era un saco o bolsa especial para llevar en el viaje.
4 Un ejemplo es Jorge Müller de Bristol, en Inglaterra, quien con su oración de fe llegó a alimentar hasta más de un millar de niños por día en cinco orfanatos.
1 En la cultura judía no era necesario explicar qué significaba “sacudir el polvo de los pies”, pero para beneficio de sus lectores occidentales Marcos aclara “para testimonio de ellos”. Los judíos piadosos que viajaban fuera de Israel, debían quitar de sus pies y de su ropa todo el polvo de los lugares extranjeros a fin de no estar asociados con la contaminación de esos lugares. Al sacudirse el polvo de los pies, los discípulos estarían declarando que determinada aldea era pagana. Los discípulos habrían cumplido su misión de predicar, y los que la rechazaran tendrían que responder por ello a Dios.
2 Es probable que haya sido un símbolo del Espíritu Santo, ya que si hubiera sido usado como medicina, lo notable es que los enfermos se curaban inmediatamente.

BOSQUEJOS SUGERIDOS
LA MISION DE LOS APOSTOLES (6:7–13)
a.     La autoridad otorgada (7)
b.     Las advertencias precisas (8–11)
c.     El arrepentimiento predicado (12)
d.     La actividad poderosa (13)

“DIGNO ES EL OBRERO DE SU SALARIO”
(1 TIMOTEO 5:17B)
Los doce llevaron a cabo un ministerio triple:
1.     Predicaban que los hombres se arrepintiesen (6:12).
2.     Echaban fuera muchos demonios (6:13a).
3.     Ungían con aceite y sanaban a muchos enfermos (6:13b).
_______________________________________________________________


 LA MISIÓN DE LOS DOCE, 6:7–13

La verdad es que esta sección parece comenzar en el verso 6b. El ministerio de enseñanza de Jesús en Galilea se extendió a través de la obra de los doce a quienes llamó y comenzó a enviarlos (apostollein, de donde proviene nuestra palabra “apóstoles”) y les dio autoridad (exousía) sobre los espíritus inmundos (7).

¡Qué incomparable educación teológica recibieron estos iletrados pescadores! “Aprendieron, al hacer”, bajo la dirección de Aquel que habló como “jamás habló hombre alguno” (Jn. 7:46).

Salieron de dos en dos “con el propósito de testimonio y compañerismo” y debían viajar frugal y urgentemente, dependiendo de Dios y de la hospitalidad de aquellos que los recibirían. Nótese la progresión en las restricciones: solamente bordón (8) (posiblemente como protección en contra de los perros), no debían llevar alforja, ni pan, ni dinero (moneda de cobre) en el cinto para comprar alimento. Calzarían sandalias (9); no usarían dos túnicas (una túnica o camisa justo a la piel). “Dos camisas constituyen un lujo extraordinario para viajar.”

Tales requisitos tenían que cumplirse solamente durante el breve lapso de este ministerio en Galilea; pero el principio que expresan es aplicable para todos los tiempos. “El servicio de Dios es todavía asunto de extrema urgencia y exige absoluta autodedicación.”

Además, Jesús les recomendó a sus discípulos que posaran en una casa hasta que salieran de aquel lugar hacia otra villa. No debían ofender a sus hospedadores buscando otra situación más cómoda o quizá quedándose demasiado tiempo. En la segunda centuria se hizo necesario que la iglesia estableciera reglas para dirigir a los profetas itinerantes.

Por otra parte, todos aquellos que en algún lugar no los recibieran ni oyeran (11), debían recibir una severa amonestación. Cuando los discípulos salieran de allí, tenían que sacudir el polvo que estaba debajo de sus pies, para testimonio a ellos. La responsabilidad del rechazo quedaba sobre éstos. Era costumbre de los judíos, cuando salían de un país de paganos, sacudir el polvo de sus calzados para que no se contaminara su tierra sagrada. La acción requerida por Jesús declararía que esa villa era pagana, con la esperanza de que siguiera el arrepentimiento (cf. Hch. 13:51).

Los discípulos, que habían sido (1) llamados a dejar sus labores seculares, (2) escogidos para ser apóstoles, y finalmente (3) comisionados para ir con “poder sobre los espíritus inmundos” (7), saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. No sólo recibieron autoridad pero la emplearon con éxito. ¡No importa cuán maravillosa sea la preparación y el programa, lo de suma importancia es la realización!

  No te pedimos conocimiento, pues éste Tú nos lo has prestado, Pero, Señor, la voluntad—allí está nuestra necesidad amarga, Danos que podamos construir por encima del más profundo intento: Los hechos, los hechos.

Con el poder que Jesús les dio, los discípulos echaban fuera muchos demonios (13) y ungían con aceite a muchos enfermos (cf. Lc. 10:34; Stg. 5:14) y los sanaban. El reino de Dios verdaderamente se había acercado en la persona de Jesús y en la predicación de los discípulos (cf. 1:15).
DOWNLOAD HERE>>>
https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html