jueves, 13 de mayo de 2010

Estudios Ministeriales: El Evangelismo - Estudio a Nivel Instituto Bíblico

   
Estudios Ministeriales: El Evangelismo - Estudio a Nivel Instituto Bíblico

Archivo: PDF | Tamaño: 3MB | Idioma: Spanish | Categoría: Estudios Ministeriales - Evangelismo

En este curso estudiará las bases del evangelismo y descubrirá métodos prácticos sobre como llegar a ser un instrumento de Dios, usado para cambiar el destino eterno de familiares, amigos, vecinos,etc.
Hoy las necesidades y  las oportunidades para la evangelización mundial nunca han sido mayores.
La necesidad es evidente al ver nuestro entorno y observar la tristeza, la duda, el odio, la desesperación, el dolor, etc. llevando a millones a una eternidad sin una alternativa. Las necesidades espirituales son abrumadoras, pero gracias a Dios existe una respuesta en la persona de Jesucristo.
La oportunidad es nuestra, de llevar el evangelio de las ìBuenas Nuevas a todos. Solo Cristo puede satisfacer todas las necesidades del hombre y darle una eternidad gloriosa con Dios en los cielos.
..."todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. Cómo pues invocarán a aquel en el cual no han creído?. Y...Cómo creerán en aquel de quien no han oído? Ycómo oirán sin haber quien les predique? Y... Cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: "Cuán hermosos son lospies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas. Ro.10:13-16
Toda persona nacida de nuevo, nace para reproducir vida espiritual. La evangelización debe ser nuestro estilo de vida.





lunes, 10 de mayo de 2010

Gran Biblioteca Ministerial La Biblia Dice: Las Epístolas Pastorales


Gran Biblioteca Ministerial La Biblia Dice: Las Epístolas Pastorales
Archivo: PDF | Tamaño: 9MB | Idioma: Spanish | Categoría: Estudiuos Ministeriales
 
DESCRIPCIÓN
En los tomos del Comentario al Nuevo Testamento que ya se han publicado ya hemos notado los conocimientos enciclopédicos que tenía William Barclay de las literaturas clásica, hebrea y cristiana primitiva, además naturalmente de la Palabra de Dios. Todo esto resalta también en este tomo; pero me permito adelantar que hay algo que brilla en él aún más que en los otros.
Si hubiéramos de escoger el carisma más representativo entre los muchos que Dios le concedió a William Barclay -profesor, conferenciante, comunicador, escritor, etc., etc.-, yo diría que fue el carisma de pastor. Tuvo una experiencia amplia en el trabajo pastoral antes de dedicarse especialmente a la enseñanza; pero, en todas sus numerosas actividades no faltó nunca, sino más bien fue el impulso y el exponente principal, el interés pastoral, y dedicó mucho de su esfuerzo a la formación de pastores, cosa que llevó a cabo consagrada y magistralmente, dejando una verdadera multitud de discípulos, no sólo en su país, sino en todo el mundo, y no sólo de los que tuvimos el privilegio de seguir sus cursos, sino de los que aprovechan la enseñanza que destiló en sus muchas publicaciones.
Y ya os he dado la clave para descubrir la nota barcliana característica de este tomo. Era de esperar, aunque Barclay siempre presenta. sorpresas, que tal pastor fuera un intérprete excepcional de las Epístolas Pastorales fue es el nombre que se da generalmente a las cartas a Timoteo y Tito-, no sólo extrayendo de ellas toda la riqueza de sus veneros, sino infundiéndoles su experiencia y sensibilidad pastoral.
William Barclay nos dice que < es de lo más significativo que los misioneros nos dicen que, de todas las cartas del Nuevo Testamento, las Epístolas Pastorales son las que hablan más directamente a la situación de las iglesias jóvenes.» Incorpora en su comentario ejemplos gráficos tomados de los misioneros que no sólo encontraron en ellas la enseñanza que podían aplicar a las situaciones concretas que se les presentaban, sino también encontraron en esas situaciones la clave para entender y explicar el mensaje de las Epístolas Pastorales.
Como en todos sus libros, aquí también acerca la enseñanza y el mensaje de la Palabra de Dios a las situaciones y circunstancias de nuestro tiempo, como cuando aplica los consejos que daba Pablo a los esclavos a los muchos que trabajan ahora por cuenta ajena y a las órdenes de amos o empresarios, o cuando traslada la enseñanza acerca de la situación de la mujer en el mundo clásico y en la Iglesia Original a las circunstancias cambiantes y diversas de la mujer en las sociedades y en las iglesias actuales.
En tres áreas espero que la aportación de este libro sea de bendición abundante en nuestra lengua. La primera, en la edificación personal de los creyentes; porque Barclay no escribía sólo para los pastores o los futuros pastores, sino para todos los que quieren comprender mejor el mensaje del Evangelio, para los cristianos de a pie, normales y corrientes.
La segunda, en la formación de obreros para los diversos ministerios de las iglesias de nuestro tiempo; porque, al presentarnos los modelos bíblicos con tanta claridad, nos hace ver lo esencial que no debe cambiar con el tiempo, y nos ayuda a aplicarlo al nuestro. Y la tercera, en la fundación y organización y desarrollo de nuestras iglesias, que encontrarán en este libro abundante enseñanza acerca de la administración, los ministerios, el culto y la vida de la iglesia. Para esas tres áreas nos ofrece su jugoso y nutritivo comentario William Barclay.
 

domingo, 9 de mayo de 2010

La Verdadera Iglesia que el Señor Jesucristo Formó: No es una denominación



La Verdadera Iglesia que el Señor Jesucristo Formó: No es una denominación

Formato: PDF | Tamaño: 1.5Mb | Idioma: Spanish | Categoría: Estudios Ministeriales - Capacitación Ministerial
Primera parte:  La naturaleza de la iglesia  Lección I -- El cuerpo que es llamado
Lección II -- La familia de la fe
Lección III -- El reino de Dios
Lección IV -- El cuerpo de Cristo
Lección V -- El templo de Dios
Lección VI -- La viña del Señor

Segunda parte:  El origen de la iglesia
Lección VII -- El origen de la iglesia
Lección VIII -- La autoridad de la iglesia
Lección IX -- Uso de las Escrituras del
Antiguo Testamento

Tercera parta:  La misión de la iglesia
Lección X -- Evangelismo
Lección XI -- Evangelismo personal
Lección XII -- Edificación
Lección XIII -- Ministrando a los pobres

Cuarta parte:  Membresía de la iglesia

Lección XIV -- La grandeza y gloria de la iglesia
Lección XV -- Lo que significa la membresía
Lección XVI -- Responsabilidad de la membresía
Lección XVII -- La membresía y la salvación
Lección XVIII -- Cómo venir a ser miembro de la iglesia

Quinta parte:  Gobierno de la iglesia
Lección XIX -- La organización de la iglesia
Lección XX -- Los ancianos
Lección XXI -- Los diáconos
Lección XXII -- Los evangelistas

Sexta parte:  La unidad
Lección XXIII -- La importancia de la unidad
Lección XXIV -- Carácter no-denominacional de la iglesia
Lección XXV -- El pecado de la división
Lección XXVI -- Exhortación de Dios a la unidad
Lección XXVII -- La unidad, una obligación individual

Parte séptima:  La identidad de la iglesia

Lección XXVIII -- La identidad de la iglesia
Lección XXIX -- Un nombre escritural
Lección XXX -- Culto escritural
Lección XXXI -- Enseñanza escritural
Lección XXXII --- Enseñanza escritural (cont.)
Lección XXXIII -- La pureza de la iglesia
Lección XXXIV -- La iglesia y la mundanalidad
Lección XXXV -- La disciplina de la iglesia

Parte octava:  El culto de la iglesia

Lección XXXVI -- El día del Señor
Lección XXXVII -- La cena del Señor
Lección XXXVIII -- La música en el culto
Lección XXXIX -- La música instrumental
Lección XL -- Las finanzas de la iglesia
Lección XLI -- Las finanzas de la iglesia
Lección XLII -- Las finanzas de la iglesia

Parte novena:  Iglesias de la era del Nuevo Testamento
Lección XLIII -- La iglesia de Jerusalén
Lección XLIV -- La iglesia de Antioquía
Lección XLV -- La iglesia de Corinto
Lección XLVI -- La iglesia de Filipos
Lección XLVII -- La iglesia de Efeso
Lección XLVIII -- La iglesia de Tesalónica
Lección XLIX -- La iglesia de Roma
Lecciónes L, LI y LII:  Las siete iglesias de Asia
 

sábado, 1 de mayo de 2010

Estrategias Para la Victoria en un Mundo de tentacion Sexual: Ayuda Pastoral


Estrategias Para la Victoria en un Mundo de tentacion Sexual: Ayuda Pastoral

Archivo: PDF | Tamaño: 1MB | Idioma: Spanish | Categoría: Ayuda Pastoral - Entrenamiento Ministerial
«La batalla de cada hombre joven hace la mejor labor que jamás he visto en el asunto de la tentación sexual. Hace algún tiempo vivíamos en un mundo que no hablaba de secretos, y ese mundo nos ha llevado al desastre en que estamos hoy en día. Los hombres jóvenes necesitan tener una sincera, directa y atrevida perspectiva cristiana de su sexualidad. Este libro salvará miles de futuros matrimonios».

PRIMERA PARTE: ¿Dónde estamos?
1 Cuando el fútbol era rey
2 La distancia de Dios
3 Ser uno con Dios
4 Nadie se escapa de la isla de la aventura

SEGUNDA PARTE Cómo llegamos aquí
5 Parada brusca
6 Solo por ser varón
TERCERA PARTE: 0pta por la auténtica hombría
7 Tú puedes elegir la verdadera hombría
8 ¿Qué vas a ser ?

CUARTA PARTE: La masturbación
9 La larga caída de Steve 110
10 Todo sobre la palabra con M
11 La vista desde arriba
12 ¿Qué reemplazas con la masturbación?
13 El sumo de tu impulso sexual

QUINTA PARTE: Establece tus defensas
14 Desarrolla tu plan de batalla
15 Tu espada y tu escudo
16 ¿Qué te puede retrasar?
17 Mantente enfocado en la meta
18 ¿Qué ganarás?
19 Tu mente de potro

SEXTA PARTE: El honor sexual
20 Amor por su padre
21 ¿Qué piensan las chicas
22 ¿Estás listo para el reto?

SEPTIMA PARTE: Una importante discusión adicional
23 Cuando tus sentimientos son por otros hombres

Como cualquier verdadero jugador de fútbol, sin embargo, tenía un interés más que pasajero en la sexualidad. Tenía una adicción por la página central de Playboy desde que encontré un montón de revistas debajo de la cama de mi papá cuando yo estaba en el primer grado de la escuela primaria. 
También descubrí ejemplares de Desde el sexo hasta los sesenta, una publicación llena de chistes obscenos e historietas cómicas sexuales. Cuando mi papá se divorció de mi mamá, se mudó a un apartamento de soltero, donde colgó en su sala un gigantesco cuadro de terciopelo de una mujer desnuda. 
Yo no podía evitar mirar ese cuadro como un mural cuando jugábamos cartas mientras lo visitaba los domingos por la tarde. En otras ocasiones, me daba una lista de tareas cuando pasaba a verlo. Una vez, mientras vaciaba la basura de su habitación, me encontré unas fotos de su amante desnuda. 
Todo esto causó que se despertaran sentimientos sexuales en lo más profundo de mi interior. las películas de Hollywood me llenaron de una curiosidad lujuriosa y una fogosa pasión. En una película, Diana Ross le vertió un cubo de hielo en el estómago a su jefe mientras él tenía un orgasmo, lo que parecía intensificar la experiencia. Quedé boquiabierto. ¿Qué era esto? Yo me pasaba los días dándoles vueltas a esas escenas en mi mente. 
En esas raras ocasiones en que salía con una chica cuando no era temporada de juegos, esos sentimientos profundos se revolvían y burbujeaban. Demasiado a menudo me extralimitaba con la chica mientras trataba de meter una mano debajo de su sostén.

jueves, 29 de abril de 2010

Matrimonio - Divorcio - Nuevo Matrimonio: Lo nuevo en el Siglo XXI

Gran Biblioteca Ministerial: Matrimonio - Divorcio - Nuevo Matrimonio: Lo nuevo en el Siglo XXI
Archivo: .RAR | Tamaño: 7.5MB | Idioma: Spanish | Categoría: Estudios Ministeriales 

Éste no es un libro sobre el matrimonio en sentido primario, aunque he tenido que decir mu­cho sobre el matrimonio (para más detalles ver mi libro Vida cristiana en el hogar. No hay manera de hablar sobre el divorcio y el nuevo casamiento sin discutir primero el matrimonio.No quiero decir que hayamos de tratar el matrimonio de modo exhaustivo, pero hay necesidad de conside­rar los principios básicos. Sin esto como fondo, es difícil ver el punto de vista bíblico sobre el divor­cio y el nuevo casamiento.
Los temas tratados en este libro implican cuestiones de gran interés para la Iglesia. Si bien no todos los problemas pueden ser resueltos en estas páginas, espero que el lector estará de acuerdo en que se resuelven bastantes. 
Debido a que los asuntos del divorcio y el nuevo casamien­to han sido evitados en el pasado reciente, hay poco material sustantivo a  disposición.                                                                
Los  comentaristas lo discuten brevemente, de paso, cuando tocan los pasajes pertinentes en la Biblia. De vez en cuando se oye algún sermón que toca algunas de las cuestiones fáciles. Pero, de modo fundamental, la dirección de la Iglesia ha ido a la deriva, y los miembros la han seguido.
Cuando hace veinticinco años empecé oficial­mente mi ministerio como pastor de una iglesia en la sección occidental de Pennsylvania, los cris­tianos apenas hablaban del divorcio y el nuevo casamiento. No es que estas cuestiones fueran tabú; es que no parecía que fuera necesario. Apar­te del libro de John Murray, virtualmente nadie escribía sobre estas cuestiones. Hoy, naturalmen­te, los estantes de las librerías cristianas están atiborrados de libros sobre el matrimonio y el di­vorcio, aunque uno pierde las ganas de seguir le­yendo la mayoría de ellos una vez ha dado una ojeada a varias páginas. Pero en aquellos tiempos las cosas eran así. ¿Por qué?.

No veíamos la necesidad de discutir la familia por cierto número de razones. En primer lugar, estábamos liados en una lucha de vida o muerte con el modernismo o liberalismo, y estábamos perdiendo la mayoría de las batallas. Las institu­ciones cristianas a docenas caían en mano moder­nistas; los conservadores eran echados de sus igle­sias, en tanto que las denominaciones, una tras otra, pasaban bajo el control de líderes no creyen­tes. La radio (la TV religiosa estaba sólo en su co­mienzo) pertenecía a los modernistas. Los evolu­cionistas iban a la cabeza. Los conservadores es­taban sentados frente a sus iglesias, caídos y ven­dándose las heridas. La lucha era encarnizada por todas partes, y pocos los recursos o el personal. En realidad, en comparación con la abundancia de materiales de hoy, se publicaban muy pocos li­bros de cristianos. Las grandes editoriales las di­rigían los modernistas, y modernista era el perso­nal. Los editores conservadores eran pocos y pe­queños, y el mercado conservador era escaso. Los cristianos que creían en la Biblia eran una peque­ña minoría.
Los conservadores estaban a la última pregun­ta. Y en aquellos días, gran parte de ellos eran dispensacionalistas, del tipo de los que decían: «Pronto habrá llegado el fin. Ésta es la hora undé­cima. Si podemos resistir por un año o dos, el Se­ñor vendrá dentro de poco.» Esto significaba que se hacían muy pocos planes de largo alcance, y no había nadie a la ofensiva, activo, agresivo; había, pues, una preocupación mínima sobre las fami­lias.
Unido a estas actitudes estaba el hecho de que no quedaban muchos recursos, tiempo o energía para producir. Lo que quedaba se utilizaba en la defensa. Algunas cosas tenían que ser sacrifica­das. Por desgracia, lo que se procuraba cultivar eran cosas distintas de las que trata este libro.
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