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viernes, 28 de julio de 2017

Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda.

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6






LOS PREPARATIVOS PARA LA ADORACION - EL HOLOCAUSTO
LEVÍTICO 1:1 - 17
1Llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo: 2Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda. 

3Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová. 4Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya. 5Entonces degollará el becerro en la presencia de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del tabernáculo de reunión. 6Y desollará el holocausto, y lo dividirá en sus piezas. 7Y los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego sobre el altar, y compondrán la leña sobre el fuego. 8Luego los sacerdotes hijos de Aarón acomodarán las piezas, la cabeza y la grosura de los intestinos, sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar; 9y lavará con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote hará arder todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. 

10Si su ofrenda para holocausto fuere del rebaño, de las ovejas o de las cabras, macho sin defecto lo ofrecerá. 11Y lo degollará al lado norte del altar delante de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor. 12Lo dividirá en sus piezas, con su cabeza y la grosura de los intestinos; y el sacerdote las acomodará sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar; 13y lavará las entrañas y las piernas con agua; y el sacerdote lo ofrecerá todo, y lo hará arder sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. 

14Si la ofrenda para Jehová fuere holocausto de aves, presentará su ofrenda de tórtolas, o de palominos. 15Y el sacerdote la ofrecerá sobre el altar, y le quitará la cabeza, y hará que arda en el altar; y su sangre será exprimida sobre la pared del altar. 16Y le quitará el buche y las plumas, lo cual echará junto al altar, hacia el oriente, en el lugar de las cenizas. 17Y la henderá por sus alas, pero no la dividirá en dos; y el sacerdote la hará arder sobre el altar, sobre la leña que estará en el fuego; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. 

EL HOLOCAUSTO
El Holocausto Levítico1:1–17. 
El primer capítulo de Levítico trata del tema del holocausto. Por su importancia es la primera ofrenda mencionada. 
El holocausto es una ofrenda quemada. Es un sacrificio muy antiguo. Puede ser el sacrificio más antiguo (presentado por Abel, Gén. 4:4; Noé, Gén. 8:20; Abraham, Gén. 22:3, 6, 13). La historia de las ofrendas de Caín y Abel puede explicar cómo el holocausto llegó a ser el sacrificio más común para agradar a Dios. (Nota: La Biblia no dice que Dios rechazó la ofrenda de Caín por el tipo de sacrificio, sino indica que fue por la actitud: la condición del corazón.)
El primer versículo de Levítico es una introducción general al libro y el v. 2 introduce el sacrificio del holocausto, el cual está presentado en el primer capítulo.
Llamó a Moisés y habló con él Jehovah.… (v. 1), este versículo relaciona el libro de Levítico con el libro de Exodo. Parece que es una continuación del libro anterior. El libro de Exodo termina con la explicación de la nube que cubrió el tabernáculo. La nube representa la presencia de Jehovah. La voz salió del tabernáculo. Aunque Jehovah es el sujeto de los dos verbos, la construcción gramátical del hebreo permite la idea de que el sujeto del verbo llamó viene del anterior. Entonces, Jehovah llamó desde el tabernáculo. 
El versículo dice: “Llamó a Moisés y habló Jehovah.” El cubrió el tabernáculo con su presencia, llamó a Moisés y habló con él. La frase llamó a Moisés es una introducción común para presentar un mensaje importante. Jehovah llamó a Moisés desde la zarza ardiente, desde Sinaí y ahora desde el tabernáculo. La zarza ardiente y Sinaí habían llegado a ser como lugares santos para Jehovah. 
Ahora el tabernáculo será el lugar santo, donde el pueblo se podrá acercar a Jehovah. Es importante anotar las introducciones a todas las divisiones en el libro de Levítico. A veces, el mensaje está dirigido a Moisés solamente. Así aparece en los caps. 1–10 (1:1; 4:1; 6:1; 8:1). En el cap. 11, la introducción dice que Jehovah habló a Moisés y a Aarón … (11:1; 13:1; 15:1, etc.) En adelante las dos introducciones se intercambian, según el mensaje.
El pueblo que ofrendaEl pueblo de Dios debe ofrendar, aun en medio de grandes necesidades y profunda pobreza. Ejemplos son la viuda de Sarepta y la iglesia de Macedonia. Dios espera la ofrenda de su pueblo como expresión de alabanza, agradecimiento, adoración, alegría y aceptación de que somos sus mayordomos. Dios acepta la ofrenda de su pueblo. Dios se agrada de la ofrenda de su pueblo (1:2, 17).
Habla a los hijos de Israel (v. 2): el mensaje es para toda la nación, no solamente para los sacerdotes. Cuando hay reglamentos para los sacerdotes solamente, dice que habla a Aarón y a sus hijos (8:2; 9:1, etc.). La mayoría del libro está dirigido a la nación. Cuando habla a los sacerdotes es para enseñarles cómo servir al pueblo.
El tema de los primeros siete capítulos se encuentra en la frase cuando alguno de vosotros presente una ofrenda a Jehovah (v. 2; vea también 4:2). Los rabinos dicen que las palabras hebreas cuando alguno de vosotros indican dos cosas importantes. Primera, el pronombre vosotros indica que la ofrenda es personal y específica. Segunda, la preposición cuando indica que debe venir del deseo de la persona. Este concepto elimina la ofrenda de los paganos. Todos los sacrificios tenían que ser acompañados con la confesión sincera de la persona. La palabra ofrenda es la traducción de la palabra hebrea corbán 7133. La palabra se refiere a todos los sacrificios en general. El corbán es una ofrenda, una cosa apartada para sacrificar a Jehovah. Así es consagrada a Jehovah y no puede ser usada para otra cosa (ver los votos en el cap. 27). Esta ofrenda es mencionada por Cristo en Marcos 7:11.
Luego, siguen las instrucciones sobre el tipo de ofrendas que deben ofrecer y la manera de ofrecerlas. Hay tres grupos de animales aceptables para el holocausto: … será del ganado vacuno u ovino (v. 2b). El uso de la preposición min en el hebreo antes de cada una de las tres palabras ganado, vacuno y ovino sugiere una lista de tres grupos distintos. Algunos dicen que la traducción debe ser “del ganado: de vacuno u ovino”, usando la palabra “ganado” en general y “vacuno” y “ovino” como tipos de “ganado”. El capítulo sugiere la posibilidad que las tres palabras ganado, vacuno y ovino representan tres grupos explicados en el capítulo. Los vv. 3–9 hablan de cómo ofrecer ganado y los vv. 10–13 del rebaño (vacuno). En realidad las aves (vv. 14–17) no aparecen en el v. 3. Las aves representan un sacrificio especial para los pobres.:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::Cómo ofrendar  I.      Ofrendar lo mejor ( Lev 1:3, 10).          1.      Sin defecto.          2.      De valor.          3.      Seleccionado.          4.      No fermentado (Lev 1:11; 2:11).
  II.      Ofrendar voluntariamente (Lev 1:3).          1.      Dios no rechaza lo hecho de corazón.          2.      Dios acepta lo espontáneo, lo que es no obligado.
  III.      Ofrendar aceptablemente ante Jehovah (Lev 1:3, 5, 11).          1.      De olor grato a Jehovah (1:9, 13, 17).          2.      Para agradar a Dios, no al hombre.
  IV.      Ofrendar con arrepentimiento y humillación (Lev 1:4b).          1.      Para pedir perdón.          2.      Para apoyarse en Dios.:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: El resto del capítulo (vv. 3–17) está dividido en tres partes que explican cómo presentar los tres tipos de holocausto (ver la Introducción para una discusión sobre las divisiones del libro de Levítico). Hay tres tipos de animales aceptables. Estos tres grupos presentan la flexibilidad según la posibilidad económica de la persona. Los que pueden, tienen que ofrecer un macho sin defecto (vv. 3–9). Había otros que no lo tenían, pero podían ofrecer del rebaño (vv. 10–13). Pero estaban los pobres que ni tenían la posibilidad de traer del rebaño; ellos podían ofrecer de las aves (vv. 14–17). Dios no demanda más de lo que uno puede hacer. El reconoció y aceptó la ofrenda por su verdadero valor, el que procede del corazón de la persona.
Cualquiera sea el tipo de animal ofrecido, hay algunos principios que se deben seguir (vv. 3–9). 
Primero, debe ser sin defecto (vv. 3 y 10). (Puede notarse que no menciona sin defecto en relación con las aves, el sacrificio de los pobres.) El énfasis de sin defecto es ofrecer algo que le cuesta al adorador. Malaquías les condenaba porque ofrecían animales sin valor (Mal. 1:8, 13). El principio aquí es que el Señor quiere lo mejor de su pueblo en vez de lo que le sobra. Muchas veces el pueblo de Dios le da el “fruto de verano” en vez de la primicia. Dios demanda lo mejor de toda la vida, no solamente de los sacrificios de animales. Se le debe lo mejor del tiempo y de los talentos, tanto como de las cosas materiales.
Segundo, la ofrenda debe ser ofrecida voluntariamente (v. 3). Esta palabra tiene el sentido de “para que sea aceptable”. La misma palabra deja la idea de que para ser aceptable, debe ser voluntaria. En 2 Corintios 9:7, Pablo dice que la ofrenda debe ser como propuso en su corazón. Aunque bíblicamente la ofrenda es un mandato, cuando el pueblo de Dios ofrece la ofrenda por obligación en vez de hacerlo por el deseo, la ofrenda pierde su valor. Ofrendar solamente por obligación llega a ser legalismo. Este es lo que los profetas condenan (ver Isa. 1:11–15).
Tercero, la ofrenda será ofrecida delante de Jehovah (vv. 3, 5, 11). Después de la descripción de cada sacrificio dice que es un holocausto, una ofrenda quemada de grato olor a Jehovah (vv. 9, 13, 17). El término grato olor es como un modismo para indicar “satisfacer” o “agradar”. El propósito es ofrecerlo en una manera aceptable a Jehovah. No es el sacerdote que debe ser satisfecho. La verdadera adoración es la que es grata a Jehovah. Mucha adoración es para agradar al hombre en vez de a Jehovah. Apocalipsis usa la idea de oraciones como incienso que llevó su humo a la presencia de Dios (Apoc. 5:8). Son ocasiones que agradan a Dios.
Cuarto, la ofrenda es para hacer expiación por el pecado. Para hacer expiación por él (v. 4b). La palabra “expiar” viene del verbo hebreo para “cubrir” y tiene la idea de cubrir el pecado para que no intervenga entre Dios y el hombre. No tiene el mismo sentido de cubrir el pecado con el motivo de esconderlo de los ojos de Dios (Prov. 28:13), sino cubrir el alma (Lev. 17:11) para protegerla de la condenación. Así, Cristo cubrió nuestra vida, protegiéndola del poder del pecado.
Pondrá su mano (v. 4) es la expresión del arrepentimiento y confesión para la expiación de los pecados. La persona que trajo la ofrenda es la que puso su mano. Así se identificó con el pecado. Es interesante que el verbo para “poner” (v. 4) en el hebreo es una palabra que indica apoyarse: así, la idea de “confiar en”. Era un acto de fe. El holocausto, descrito en el cap. 1, era la ofrenda para la expiación y se relaciona con otros sacrificios explicados en Levítico 4 y 7. Esta ofrenda está mencionada en Job 1:5, 42:8 y en Miqueas 6:6.
Finalmente, está la participación por la gente. Los sacerdotes servían como instrumentos de Jehovah en la adoración pero la gente era participante en vez de espectador: pondrá su mano (v. 4). Otra vez, la participación de la persona se ve en el v. 5: degollará el novillo. ¿Es una referencia a Aarón o a la persona sacrificando? Debe ser una referencia a la persona ofreciendo el sacrificio porque hasta este punto en el cap. 1 todos los usos del pronombre “él” vuelven al v. 2 (alguno de vosotros). Al contrario, nunca menciona a Aarón.
Estos sacrificios incluyen el rociamiento de la sangre sobre el altar (v. 5). Levítico 17:11 dice que la sangre es la vida. El hebreo no creía en la división de la persona (alma y cuerpo), sino en la unidad de la persona. El cuerpo tiene que morir para hacer la expiación del pecado. La sangre rociada sobre el altar es la presentación de la vida a Dios.
La única diferencia entre el sacrificio explicado en los vv. 3–9 y aquel de los vv. 10–13 es el tipo de animal sacrificado. Había gente que no podía ofrecer un macho cabrío. La oveja era el sacrificio de la clase mediana, no de los ricos ni de los pobres.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::Sumario de las leyes de los sacrificios  I.      Deberes del hombre.          1.      El sacrificio.                 (1)      La sustitución, relacionada con la expiación. El hombre merece la muerte. En su lugar, muere el animal y esta muerte expía los pecados del hombre.             (2)      La consagración: la víctima ofrecida sobre el altar de Dios en lugar del sacrificador. En este acto reconoce que su persona pertenece a Dios, se desprende de una porción de los bienes materiales, como una manera de ofrecerse a sí mismo a Dios. Se observa también la idea de mayordomía.             (3)      La adoración u homenaje. Sacrificar equivale a rendir un culto a Dios, atribuirle la gloria, de quien dependemos y a quien debemos culto y sumisión.              (4)      La comunión. Es la parte en que el adorador participa en la carne de la víctima, relacionada con las comidas sagradas.           2.      La pureza.          Se creía que la enfermedad era consecuencia e influencia de los malos espíritus.          La limpieza personal y física no está lejos de la limpieza espiritual. Dios quiere que seamos limpios: espiritual, física y mentalmente.          La purificación personal entre los israelitas simbolizaba la santidad.           3.      El sacerdocio.          Tuvo su origen en el concepto de que Dios es trascendente, alejado de la vida del hombre común e inaccesible. Tenía que haber una clase de personas que por su conocimiento íntimo de Dios sabrían tratarlo. El hombre común sin tener tales conocimientos sacerdotales o habilidad, o carácter moral, tendría que acercarse a Dios por medio de quien los tenía. La idea de mediación es fundamental en el concepto primitivo del sacerdocio. El sacerdote del AT era esencialmente un mediador.
  II.      Carácter de Dios.        El libro de Levítico presenta claramente ciertos atributos de Dios que son fundamentales en la religión israelita.           1.      La santidad.          Con su énfasis en la purificación, y la expiación del pecado, resalta el carácter de Dios como un Dios santo. Grandes habían de ser los preparativos para entrar a la presencia de Dios, porque Dios es santo.           2.      El monoteísmo.          Reconoce un Dios, y ninguno más. Las ofrendas tenían que ser hechas a Jehovah (1:2). La santidad de Jehovah es la que ha de servir de ejemplo (19:2; 20:7). El culto a Moloc es especialmente condenado.
           3.      La presencia de Dios con su pueblo.          Esta idea se expresa mejor en el simbolismo del tabernáculo, porque éste representaba la presencia de Dios con su pueblo. El primer versículo del libro de Levítico afirma explícitamente que Jehovah llamó a Moisés desde el tabernáculo de reunión, y se sobreentiende que desde entonces venían de este lugar las comunicaciones divinas que aparecen en el libro, lo que representaba la continua presencia de Dios con su pueblo.::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: Los vv. 14–17 explican el sacrificio de aves. Es distinto de los sacrificios anteriores, pero incluye los mismos principios. Este sacrificio es una provisión para los que no podían comprar ganado u ovejas; es el sacrificio de los pobres.
Todo el ritual estaba explicado en términos claros para que los hebreos no cayeran en las prácticas de los paganos. Un énfasis importante es que cualquiera que sea el sacrificio o el tipo de animal sacrificado, lo más importante de la presentación es la manera y el espíritu con que se presenta. Los hebreos levantaban el sistema de sacrificios más allá de los de los paganos. Quitaron todos los aspectos de superstición y magia y le dieron una dignidad superior. Dice que el valor del sacrificio vino del corazón del que presentaba el sacrificio. Si no tuviera el espíritu de humildad y de fe, el sacrificio no sería más que el de los paganos.Cristo es el sacrificio aceptable a Dios. Debemos poner nuestras manos sobre él (es decir, poner la fe en él) para que el sacrificio llegue a ser nuestro. Cuando nos acercamos a Cristo, Dios ve el corazón antes de ver la manera del acercamiento. El animal fue quemado completamente. Esto simbolizaba la necesidad de un rendimiento completo.


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miércoles, 11 de noviembre de 2015

El cuero del novillo, y toda su carne, con su cabeza, sus patas, sus entrañas, y su estiércol, es decir, todo el novillo, lo hará sacar fuera del campamento, a un lugar limpio, al vertedero de la ceniza, y lo quemará...En el vertedero de la ceniza

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6






ESTUDIAMOS PARA ENSEÑAR EN LA CONGREGACIÓN
Sacrificios por el pecado
Levítico 4:1-35
1      Y YHVH habló a Moisés diciendo:
2      Habla a los hijos de Israel y diles: Si alguno peca inadvertidamente contra cualquiera de los mandamientos de YHVH sobre cosas que no se han de hacer, e infringe alguno de ellos,
3      o si es el sacerdote ungido quien ha pecado en detrimento del pueblo, por el pecado cometido ofrecerá a YHVH como expiación un novillo sin defecto.
4      Conducirá el novillo a la entrada del Tabernáculo de Reunión, delante de YHVH, y apoyando su mano sobre la cabeza del novillo, degollará el novillo delante de YHVH.
5      Luego el sacerdote ungido tomará de la sangre del novillo y la llevará al Tabernáculo de Reunión,
6      y mojando el sacerdote su dedo en la sangre, hará con la sangre aspersión siete veces ante YHVH hacia el velo del Santuario.
7      El sacerdote pondrá parte de aquella sangre sobre los cuernos del Altar del incienso aromático delante de YHVH, en el Tabernáculo de Reunión, y derramará el resto de la sangre del novillo al pie del Altar del holocausto, situado a la entrada del Tabernáculo de Reunión.
8      Después quitará toda la grosura del novillo de la expiación, la grosura que cubre las entrañas, y toda la grosura que está sobre las entrañas,
9      los dos riñones, la grosura que hay sobre ellos y sobre los lomos, y la grosura del hígado, que quitará con los riñones
10      de la manera que se quita del novillo del sacrificio de las ofrendas de paz. Luego, el sacerdote los dejará consumir sobre el Altar del holocausto.
11      Pero el cuero del novillo, y toda su carne, con su cabeza, sus patas, sus entrañas, y su estiércol,
12      es decir, todo el novillo, lo hará sacar fuera del campamento, a un lugar limpio, al vertedero de la ceniza, y lo quemará sobre leños con fuego. En el vertedero de la ceniza será quemado.
13      Si por inadvertencia toda la asamblea de Israel peca, y el asunto está oculto ante la congregación, pero ha trasgredido alguno de los mandamientos de YHVH respecto a cosas que no se deben hacer, resultando así culpables,
14      cuando sea manifiesto el pecado con el cual pecaron, entonces los de la congregación presentarán un novillo en ofrenda por el pecado, y lo conducirán delante del Tabernáculo de Reunión.
15      Seguidamente los ancianos de la asamblea apoyarán sus manos sobre la cabeza del novillo, en presencia de YHVH, y uno degollará el novillo en presencia de YHVH.
16      Luego el sacerdote ungido llevará una parte de la sangre del novillo al Tabernáculo de Reunión,
17      y mojando su dedo en la sangre, el sacerdote hará aspersión siete veces ante YHVH hacia el velo.
18      Pondrá luego parte de la sangre en los cuernos del Altar, en presencia de YHVH, en el Tabernáculo de Reunión, y derramará el resto de la sangre al pie del Altar del holocausto, situado en la entrada del Tabernáculo de Reunión.
19      Después quitará de él toda su grosura, y la dejará consumir sobre el Altar.
20      Hará con el novillo así como hizo con el novillo de expiación. Lo mismo hará con él. El sacerdote hará expiación por ellos, y ellos serán perdonados.
21      Luego se sacará el novillo fuera del campamento y se quemará como quemó el primer novillo. Él es un sacrificio expiatorio por la congregación.
22      Cuando un príncipe peque por inadvertencia, obrando contra cualquiera de los mandamientos de YHVH su Dios sobre lo que no se debe hacer, resultando así culpable,
23      tan pronto como se le dé a conocer el pecado que cometió, presentará como ofrenda suya un macho cabrío sin defecto,
24      y apoyando su mano sobre la cabeza del macho cabrío, lo degollará en el lugar donde se degüella el holocausto, en presencia de YHVH; él es ofrenda por el pecado.
25      Entonces el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la víctima por el pecado y la pondrá en los cuernos del Altar del holocausto. Luego derramará el resto de su sangre al pie del Altar del holocausto.
26      Dejará consumir sobre el Altar toda su grosura, así como quemó la grosura del sacrificio de las ofrendas de paz. De esta manera el sacerdote ofrecerá expiación por el pecado de aquél, y le será perdonado.
27      Y si una persona del pueblo de la tierra peca inadvertidamente, haciendo lo que no se debe hacer contra alguno de los mandamientos de YHVH, resultando así culpable,
28      tan pronto como se le haga reconocer el pecado que cometió, presentará como ofrenda suya una hembra de las cabras, una cabra perfecta, por el pecado que cometió.
29      Y apoyando su mano sobre la cabeza de la víctima por el pecado, degollará a la víctima por el pecado en el lugar del holocausto.
30      Entonces el sacerdote tomará de la sangre de ella con su dedo, y la pondrá en los cuernos del Altar del holocausto, y derramará el resto de su sangre al pie del Altar.
31      Después le quitará toda la grosura, como se remueve la grosura de las ofrendas de paz, y el sacerdote la dejará consumir sobre el Altar como olor que apacigua a YHVH. El sacerdote hará expiación a favor de él, y le será perdonado.
32      Y si trae un cordero como su víctima por el pecado, aproximará una hembra sin defecto,
33      y apoyando su mano sobre la cabeza de la víctima por el pecado, la degollará en sacrificio por el pecado en el lugar donde se degüella el holocausto.
34      Después el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la víctima expiatoria y la pondrá en los cuernos del Altar del holocausto, y derramará el resto de su sangre al pie del Altar.
35      Luego quitará toda su grosura tal como fue quitada la grosura del cordero del sacrificio de las ofrendas de paz, y el sacerdote la dejará consumir sobre el Altar como sacrificio ígneo a YHVH. El sacerdote ofrecerá así expiación por tal persona, por el pecado cometido, y le será perdonado.

 
Reglas para ofrendar
Reglas para las ofrendas 
( Levítico 4:1–35 )

La ofrenda por el pecado y la de las transgresiones representan un nuevo tipo de sacrificio, el de la expiación. 

Nada se ha dicho en los capítulos Levítico 1–3 acerca de las ocasiones en que debía ser presentada la ofrenda quemada, la de alimento y la de paces. Las ofrendas de olor grato eran voluntarias. Pero aquí, la ofrenda por el pecado y la de las transgresiones están descritas y se hallan estipuladas las ocasiones en las cuales debían ser presentadas. 

Estas son obligatorias para todos los que estaban incluidos en el pacto, y que hubieran llegado a ser culpables sobre cosas que no se han de hacer (2). Se presenta el ritual para las diferentes clases, descritos en Levítico 4:1-35 
(a) el sacerdote ungido (3–12), 
(b) la congregación (13–21), 
(c) un jefe (22–26) y 
(d) persona del pueblo (27–35)

El animal empleado en el sacrificio variaba según la importancia de la persona o personas que hubieran pecado. El sacrificio por un sacerdote (3) o por toda la congregación (14) era de un becerro. Por un jefe (22), un macho cabrío sin defecto (23 mientras que por el pueblo (27) era una cabra o un cordero (32).


Evidentemente, la seriedad de la culpa variaba con la posición del que pecaba. El pecado de un sacerdote era considerado más grave que el de un jefe o uno del común del pueblo. Como representante del pueblo ante Dios, su pecado imputaba culpa a todo el pueblo. Parece que de esa manera se contaminaba el mismo lugar santo. 

La sangre de la ofrenda por el pecado a su favor sería colocada sobre los cuernos del altar del incienso (7) en el lugar santo; mientras que la ofrenda por el pecado de un jefe o alguien del pueblo era puesta sobre los cuernos del altar del holocausto (25, 30) que estaba en el atrio del tabernáculo. La sangre de la ofrenda por la totalidad del pueblo era manipulada como la del sacrificio por los sacerdotes (cf. 7 y 18). Quizás esto era debido al hecho de que se consideraba a Israel “un reino de sacerdotes” (Ex. 19:6). 

La diferencia en la ofrenda por el pecado a favor de los sacerdotes y del pueblo, se ve asimismo en que la carne de los animales sacrificados por ellos era quemada fuera del campo (cf. 12 y 21). En cambio, la carne de los sacrificios por los jefes y por el pueblo, podía ser comida por los sacerdotes.

Aparte de las diferencias mencionadas, el ritual para las diferentes clases era el mismo. El que la ofrecía, traía su sacrificio, ponía su mano sobre la cabeza, mataba el animal, y lo entregaba al sacerdote. El sacerdote que estaba allí oficiando derramaba la sangre delante del Señor, untaba algo sobre los cuernos del altar, luego derramaba el resto al pie del altar del holocausto; quemaba la grosura, los dos ríñones y los ijares sobre el altar del holocausto. La influencia de este ritual para la comprensión neotestamentaria de la muerte de Jesús se ve en el empleo de su terminología y conceptos en la Epístola a los Hebreos (He. 9:10–23; 10:19–22).

El nombre de la ofrenda por el pecado (ckattath) es un sustantivo basado sobre el verbo “errar (al blanco), quedar corto”. Esta ofrenda tenía como objeto cubrir los pecados por yerro (22, bishgagah). A menudo son considerados como pecados cometidos “inconscientemente”. 

Lo opuesto a esos pecados son aquellos cometidos “con soberbia” (Nm. 15:30, cf. Ex. 14:8); estos eran pecados por los cuales no había sacrificios. Parece que la diferencia no estaba en el plano del conocimiento tanto como en la actitud del corazón. El pecado “de soberbia” era cometido por una actitud de provocación altanera a Dios; mientras que el cometido por “ignorancia” surge de la debilidad humana. Es así como Keil puede decir: “Pero pecar ‘en error’ no es meramente hacerlo por ignorancia (vv. 13, 22, 27, 5:18), apresuramiento, falta de consideración, o descuido (5:1, 4, 15), sino también hacerlo involuntariamente (Nm. 25:11, 15, 22, 23).”

Aquí, el creyente neotestamentario puede ver algo de la insuficiencia del sistema levítico. No había provisión para los pecados más nefandos tales como la blasfemia, el adulterio y el crimen. En la exposición que Natán hizo acerca del pecado de David contra Betsabé y Urías no se hace referencia a sacrificio. La incapacidad de este sistema en proveer para el “pecado de insolencia” señala la necesidad de un camino mejor—que fue encontrado en Cristo.

Transgresiones que requerían ofrenda por el pecado (Levítico 5:1–13)

Son tres los casos enumerados que demandan una ofrenda por el pecado. El primero tiene que ver con el hombre que ha visto o ha llegado a saber alguna cosa, pero que se ha negado a descubrir lo que ha sabido al ser llamado ante el magistrado. Llamado a testificar. 

La versión revisada (RSV) interpreta la expresión, “una imprecación manifiesta a testificar”. Moffatt traduce el versículo de la siguiente manera: “Si alguno peca al permanecer en silencio cuando es conjurado a dar evidencias como testigo de algo que ha visto o sabe.” Imprecar es jurar bajo pena de castigo. 

No debe pensarse que si un hebreo hubiese encubierto la verdad o tergiversado los hechos para perjuicio de otro quedaba libre de culpa, al presentar su ofrenda por el pecado. El versículo 5 nos demuestra que tenía que confesar su maldad, y el 6:5 nos indica que debía hacer la restitución pertinente. 

Tenemos ejemplo de hombres que se mantuvieron en silencio hasta que fueron puestos bajo el juramento, en Josué 7:19; Jueces 17:2; Mateo 26:63; Juan 9:24. Que la restitución está implicada en esta ofensa lo prueba la declaración: él llevará su pecado (1); en los casos subsiguientes, el texto dice solamente que la parte implicada será culpable (2–4).

El segundo asunto tiene que ver con la inmundicia contraída por el toque de una bestia inmunda (2, un animal salvaje), animal inmundo (animales domesticados del ganado o la majada) o reptil inmundo (lit. “lo que pulula, hormiguea”), o inmundicia de hombre (3). En Levítico 12–15 encontramos una extensa discusión sobre los distintos casos de inmundicia. Véase allí las actitudes a tomar. En el que tratamos parece que la persona se hubiera contaminado sin saberlo y por esa causa no hubiera cumplido con los ritos purificadores (11:24–31). Pero cuando se diera cuenta de tal contaminación debía realizar el sacrificio necesario.

El tercer caso implica una promesa irreflexiva. Si un hombre prometiera neciamente hacer mal (4), habría sido pecaminoso cumplir su voto. Sin embargo, es culpable de haber hecho tal voto. Pero si fuera algo que está bien, mas no puede cumplirlo, es culpable por su fracaso. En uno y otro caso, la persona culpable lo confesará (5) y presentará su ofrenda por el pecado. En el versículo 6 se la denomina a ésta, ofrenda de expiación. La discusión de las ofrendas de expiación no comienza hasta el 5:14. El uso del término aquí indudablemente se debe al hecho de que expiación implica “culpa”. Por supuesto, hay una relación estrecha entre la ofrenda por el pecado y la de expiación.

En Levítico 4:7–13 está reflejada la compasión básica inherente a la ley. En los tiempos del Nuevo Testamento ésta era vista como una carga. Jesús acusa a los fariseos y escribas de hacer la ley intolerable para los hombres (Mt. 23:2–4). El pasaje de Levítico revela su preocupación por los pobres. Si un hombre no podía traer un cordero, podía presentar dos tórtolas, o dos palominas (7). Si aun tal cosa le fuera demasiado, podía traer la décima parte de un efa (37 ltrs.) de flor de harina (11). Note la similaridad entre este pasaje y 1:14–17.

Se demandaban dos aves, una de las cuales era para holocausto (10). Allis indica que en la ofrenda para el pecado solamente se quemaba la grasa sobre el altar. Pero puesto que en el caso de un pájaro sería imposible quitar la grasa, la carne sería quemada sobre el altar representando la porción del Señor en la ofrenda por el pecado (llamada ofrenda encendida porque se consumía por completo sobre el altar), mientras que la otra parte se entregaba al sacerdote, ocupando el lugar de lo que le correspondía en la ofrenda por el pecado.

La ofrenda de comida por el pecado difería de la ofrenda regular de comida, en que no era acompañada ni por aceite ni por incienso. El puño lleno para memoria, sería quemado sobre el altar sobre las ofrendas encendidas (12). Así, juntas las ofrendas sobre el altar, lograban el valor de un sacrificio de sangre y por tanto no había excepción al principio de que “sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (He. 9:22).
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lunes, 9 de noviembre de 2015

Sazonarás con sal todo presente de tu ofrenda vegetal, y nunca dejarás que la sal del pacto de tu Dios falte de tu ofrenda. En toda ofrenda tuya presentarás sal.

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6





Estudiamos para enseñar en la congregación del Señor
La ofrenda vegetal
Levítico 2:1-16

1     Cuando alguno presente una ofrenda vegetal a YHVH, su ofrenda será de flor de harina; verterá aceite sobre ella, y le pondrá incienso encima.
2      Luego la presentará a los hijos de Aarón, los sacerdotes, de allí tomará un puñado lleno de la flor de harina de su ofrenda y de su aceite, con todo su incienso, y enseguida el sacerdote dejará consumir esto como su memorial sobre el Altar. Es sacrificio ígneo de olor que apacigua a YHVH.
3      Lo restante de la ofrenda vegetal será para Aarón y sus hijos. Cosa santísima de los sacrificios ígneos en honor de YHVH.
4      Cuando presentes ofrenda vegetal de lo cocido en horno, será de flor de harina, en tortas sin levadura amasadas con aceite, o galletas sin levadura untadas con aceite.
5      Si tu presente es una ofrenda vegetal hecha en sartén, será de flor de harina amasada con aceite, sin levadura.
6      La partirás en pedazos y derramarás sobre ella aceite. Es ofrenda vegetal.
7      Si tu presente es una ofrenda vegetal hecha en cazuela, será de flor de harina con aceite.
8      Y llevarás a YHVH la ofrenda vegetal que hayas preparado de esas cosas, y se la presentarás al sacerdote para que la aproxime al Altar.
9      El sacerdote tomará de la ofrenda la porción como memorial, y la dejará consumir sobre el Altar como sacrificio ígneo de olor que apacigua a YHVH.
10      Lo restante de la ofrenda vegetal será para Aarón y sus hijos. Es cosa santísima de los sacrificios ígneos a YHVH.
11      Ninguna ofrenda vegetal que ofrezcáis ante YHVH será preparada con levadura, porque no haréis consumir ninguna cosa hecha con levadura ni con miel, como ofrenda ígnea a YHVH.
12      Podréis presentarlas ante YHVH como ofrenda de primicias, pero no ascenderán sobre el Altar como olor que apacigua.
13      Sazonarás con sal todo presente de tu ofrenda vegetal, y nunca dejarás que la sal del pacto de tu Dios falte de tu ofrenda. En toda ofrenda tuya presentarás sal.
14      Y si presentas ante YHVH ofrenda de primicias, tostarás al fuego las espigas tiernas, y presentarás el grano desmenuzado como ofrenda de tus primicias.
15      Verterás aceite sobre ella y pondrás incienso sobre ella. Es ofrenda vegetal.
16      Y el sacerdote dejará consumir como memorial de ella parte de su grano desmenuzado y de su aceite, con todo su incienso. Es ofrenda ígnea a YHVH.

Sal - No levadura
La ofrenda vegetal, Levítico 2:1–16. 

Levítico 2:1-16  : La ofrenda vegetal
Es la segunda ofrenda de importancia en la lista de sacrificios en el libro de Levítico. 

Una ofrenda vegetal es la traducción de las palabras hebreas corbán minjah. 
Ya hemos visto que corbán 7133 es una palabra general para ofrenda. 
La palabra minjah 4504 fue usada en el mundo secular para indicar una ofrenda para agradar a alguien. Está usada con pueblos que quieren agradar a su rey. Puede ser cualquier tipo de ofrenda, como un obsequio para demostrar su sumisión a él. 

En la Biblia la palabra está usada en contraste con ‘olah 5927 (ofrenda de sangre) y puede ser cualquier tipo de sacrificio que no incluye el derramamiento de sangre. Puede ser ofrecida en relación con la ofrenda de sangre. 

La RVA utiliza la palabra vegetal para distinguir esta ofrenda de la de animales. Otra traducción puede ser “ofrenda de trigo”, aunque no hay palabra que explique bien la idea de esta ofrenda. Esta ofrenda aparece temprano en la Biblia. La ofrenda de Abraham a Melquisedec es una minjah (Gén. 14:20) y probablemente la ofrenda ofrecida por Caín (Gén. 4:3).


TESORO  bíblico

Es una ofrenda quemada de olor grato a Jehovah. Es lo más sagrado de las ofrendas quemadas a Jehovah (Levítico 2:2, 3).

Este capítulo incluye tres tipos de ofrendas “vegetales”. 
Estas ofrendas son del “laico”. En Levítico 6:9–13 tenemos la ofrenda vegetal de los sacerdotes. 

Hay una diferencia: cuando el laico presenta su ofrenda vegetal una parte está apartada para los sacerdotes, pero en la ofrenda de los sacerdotes, todo está quemado.

Cuando alguien presente como ofrenda a Jehovah … (v. 1). En Levítico 1:2 dice: Cuando alguno …, usando la palabra ‘adam 120, la palabra general para la humanidad. Aquí la palabra es nefesh 5315, lit. alma. 

Una interpretación de algunos rabinos dice que la palabra nefesh fue usada para indicar los pobres y la palabra ‘adam para el hombre de clase. Así dicen que esta ofrenda es la ofrenda de los pobres. La Biblia no sostiene tal interpretación. La diferencia en la ofrenda no era diferencia de clase de personas sino de clase de sacrificio. Hay que recordar que los hebreos no dividieron el cuerpo y el alma (o el espíritu). Por esto, probablemente el uso de nefesh y de ‘adam es una variación de palabras con sentidos paralelos en la mente del autor.

Los vv. 1–3 dicen que la ofrenda debe ser de harina fina con aceite e incienso. La harina fina representa la harina de trigo, que era la harina más costosa. Según 2 Reyes 7:1 la harina de trigo tenía valor doble de la cebada. Otra vez, Dios demanda lo mejor de su pueblo.

El v. 2 especifica que la harina debe ser mezclada con aceite y con incienso, no más. El aceite dio sabor a la comida antigua, igual a la mantequilla de hoy. El incienso puede ser para dar un olor agradable durante el proceso de preparación. Por supuesto, sabemos que el incienso ha sido usado en sacrificios y cultos de adoración desde tiempos muy antiguos. El incienso era una parte integral de los sacrificios.

Y hará arder sobre el altar la porción memorial de ella (v. 2b). La ofrenda está presentada como un memorial porque es un tiempo para recordar el pacto hecho entre Jehovah y su pueblo. 

El tiempo de conmemoración era importante en la adoración de los hebreos porque reconocieron a su Dios como el Dios de historia, Dios de acción. Otra vez, dice que la ofrenda es … de grato olor a Jehovah (ver el comentario en el cap. 1). Todas las ofrendas tienen como motivo el agradar a Jehovah.

El v. 3 presenta una diferencia entre el holocausto y la ofrenda vegetal: en la ofrenda vegetal una parte está apartada como comida para los sacerdotes. Este versículo dice que es lo más sagrado de las ofrendas quemadas a Jehovah (v. 2). Algunos dicen que la diferencia entre “la ofrenda más sagrada” y “la ofrenda sagrada” (o menos sagrada) es que los sacerdotes deben comer la más sagrada en el templo mismo pero pueden comer la otra en su casa o en cualquier lugar.

Los vv. 4–10 presentan otra clase de ofrenda vegetal: la ofrenda cocida al horno en sartén o en cacerola. La diferencia entre la primera ofrenda y la segunda es la manera de preparación. La primera ofrenda está quemada sobre el fuego pero ésta está preparada en una olla. No menciona el uso de incienso aquí; éste puede apoyar la idea de que el incienso está usado en la primera ofrenda con el propósito de eliminar un olor desagradable.

Además, será de harina fina, la harina mejor. No puede incluir la levadura. Esta llegó a simbolizar el pecado en la mente de los hebreos. Puede ser que la levadura representaba una corrupción de lo puro.

Los vv. 4–6 y 7–10 probablemente no representan dos tipos de ofrendas, sino dos maneras para preparar la ofrenda. La primera es una comida preparada en una sartén. La comida preparada en la sartén sería como una tortilla dura. La otra manera para preparar la ofrenda vegetal era cocinarla en una olla (cacerola). Como en el caso de la ofrenda quemada sobre el altar, una parte estaba apartada para el sacerdote y la parte ofrecida a Jehovah era una ofrenda memorial y tenía por motivo el agradar a Jehovah: … de grato olor a Jehovah.

Los vv. 11 a 13 contienen algunas reglas generales sobre la ofrenda. Se prohíbe el uso de levadura y de miel con la ofrenda. Como la levadura, la miel también representa contaminación e impureza. Puede ser que la miel era prohibida porque la usaron para fermentación. Sin embargo otros dicen que no puede ser una referencia a miel de abejas, sino debe ser una referencia al jugo de fruta. La palabra traducida “miel” está usada para indicar jugo preparado como un sirope. Es posible que la prohibición se reffiera a la miel usada en los sacrificios de los cananeos, los egipcios, los asirios y los babilonios.

Junto con la prohibición del uso de la levadura y de la miel, les da las instrucciones para sazonar la ofrenda con sal. La levadura y la miel corrompen la comida, pero la sal preserva. Como la levadura llegó a tener el símbolo de corrupción, la sal simbolizaba amistad. La sal del pacto de tu Dios.… (v. 13): la sal está usada en la confirmación de un pacto (ver 2 Crón. 13:5) y el hebreo llama el pacto con Dios, el pacto de sal (Núm. 18:19). En Esdras 4:14 aparece la frase Sazonado con la sal del palacio, que es el pacto del palacio con el pueblo. En este caso, entre el pueblo de Israel y el de Persia.

Los vv. 14–16 continúan la explicación de la ofrenda vegetal. Aquí está la ofrenda de las primicias. Esta ofrenda es de espigas tostadas al fuego. Esta espiga era fresca en vez de ser secada para moler. La espiga tostada era una comida favorita en el antiguo Oriente (Lev. 23:14; Jos. 5:11; 1 Sam. 17:17; 25:18; 2 Sam. 17:28; Rut 2:14). Las reglas son las mismas alistadas arriba con las otras ofrendas vegetales. Esta ofrenda voluntaria de las primicias estaba presentada como una expresión de gratitud por las bendiciones del fruto de la tierra. 

La gratitud a Jehovah siempre debe ser parte de la adoración de su pueblo.

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sábado, 5 de septiembre de 2015

Arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados; de modo que de la presencia del Señor vengan tiempos de refrigerio

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




 
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Información 


Nos preparamos para Construir nuestro sermón
Hechos 3:11-21
Discurso de Pedro en el templo
11 Como él se asió de Pedro y de Juan, toda la gente, atónita, concurrió apresuradamente a ellos en el pórtico llamado de Salomón. 
12 Pedro, al ver esto, respondió al pueblo: 
—Hombres de Israel, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿Por qué nos miráis a nosotros como si con nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a este hombre? 
13 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres  ha glorificado a su Siervo  Jesús, al cual vosotros entregasteis y negasteis ante Pilato, a pesar de que él había resuelto soltarlo. 
14 Pero vosotros negasteis al Santo y Justo; pedisteis que se os diese un hombre asesino, 15 y matasteis al Autor de la vida, al cual Dios ha resucitado de los muertos. De esto nosotros somos testigos. 
16 »Y el nombre de Jesús hizo fuerte, por la fe en su nombre, a este hombre que vosotros veis y conocéis. Y la fe que es despertada por Jesús le ha dado esta completa sanidad en la presencia de todos vosotros. 
17 Ahora bien, hermanos, sé que por ignorancia lo hicisteis, como también vuestros gobernantes. 
18 Pero Dios cumplió así lo que había anunciado de antemano por boca de todos los profetas, de que su Cristo había de padecer. 
19 »Por tanto, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados; de modo que de la presencia del Señor vengan tiempos de refrigerio 20 y que él envíe al Cristo, a Jesús, quien os fue previamente designado. 
21 A él, además, el cielo le debía recibir hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de las cuales habló Dios por boca de sus santos profetas desde tiempos antiguos. 

EL AUTOR DE LA VIDA (Hechos 3:11–21)

El pueblo judío tiene una nueva oportunidad (Hechos 3:17–21)


Ya en este momento, el inválido sanado, todavía tomado de las manos con Pedro y Juan, se hallaba en el Pórtico de Salomón, un pórtico techado que se hallaba a un lado del patio del Templo. Desde todos los patios del Templo, la gente corría y se aglomeraba para verlos. Fácilmente pueden haberse reunido diez mil personas en el Templo a la hora de la oración.

Esta era la oportunidad que esperaba Pedro, y respondió con prontitud a las preguntas sin formular que se veían en sus caras maravilladas. Su mensaje sigue el mismo esquema general dado por el Espíritu en el día de Pentecostés, pero adaptado a esta nueva situación.

Dirigiéndose a ellos como a “varones israelitas” (era la costumbre, aunque había mujeres en la multitud), les preguntó por qué se maravillaban de esto y por qué ponían sus ojos en él y en Juan, como si la capacidad de aquel hombre para caminar tuviera su fuente en el poder o la piedad (santidad) de ellos.

A continuación, Pedro dio testimonio de Jesús. Aquel a quien las Escrituras describen como el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Dios de sus padres (Exodo 3:6, 15), había glorificado a su Hijo (Siervo) Jesús.

Nuevamente les recuerda que eran responsables por el arresto de Jesús y por haberlo negado ante Pilato, aun cuando éste había decidido ponerlo en libertad. Aquel a quien habían negado era el Santo y Justo. Nuevamente, está haciendo una referencia al Siervo sufriente de Isaías (Isaías 53:11; cf. Zacarías 9:9). Pero se habían apartado de El tan completamente, que habían pedido que se les liberara a un homicida en su lugar. (Vea Lucas 23:18, 19, 25.)

Eran culpables de la muerte del Autor de la vida. ¡Qué contraste! Le habían dado muerte a Aquél que les había dado vida a ellos. La palabra griega traducida Autor es arjegón, una palabra que generalmente significa originador, fundador. En Hebreos 2:10 y 12:2 también está traducida como autor. Se refiere a la participación de Jesús en la creación Juan 1:3 dice de Jesús, la Palabra viva: “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” 

En otras palabras, el Jesús preencarnado era la Palabra viviente que pronunció los mundos y existieron, y por medio de El, Dios inspiró la vida en el hombre que había formado (Génesis 2:7). Este Jesús, la fuente misma de la vida, y por tanto, de la sanidad, era el que ellos habían matado. Pero Dios lo había levantado de entre los muertos. Pedro y Juan habían sido testigos. La sanidad de aquel hombre también era testimonio de que Jesús estaba vivo.

Note la repetición del Nombre en el versículo 16. Por la fe (fundado en la fe, con base en la fe) en su Nombre, este hombre que ustedes ven y conocen, su Nombre lo ha hecho fuerte. Y la fe que es por (a través de) El (Jesús) le ha liberado de su defecto corporal en presencia de todos ustedes.

El Nombre, por supuesto, se refiere a la personalidad y naturaleza de Jesús como el Sanador, el gran Médico. La sanidad apareció al haber fe en Jesús y en lo que El es. Pero no era la fe de ellos en sí misma la que había obrado la sanidad. Era el Nombre, esto es, el hecho de que Jesús es fiel a su naturaleza y personalidad. 

El es el Sanador. Claro que la fe había tenido una gran participación, pero era la fe por medio de Jesús. La fe que el mismo Jesús les había impartido (no sólo a Pedro y a Juan, sino también al hombre) le dio libertad completa de su defecto a este hombre lisiado delante de sus propios ojos. Jesús había sanado al cojo; todavía estaba sanando a los lisiados a través de sus discípulos.

Pedro añade que sabía que por ignorancia, ellos y sus gobernantes habían matado a Jesús. Pablo confesaría más tarde que él perseguía a la Iglesia por ignorancia y en incredulidad (1 Timoteo 1:13). Esto quiere decir que ellos no sabían en realidad que Jesús fuera el Mesías, ni tampoco que fuera el Hijo de Dios. Esta ignorancia no hacía menor su culpa. Hasta en el Antiguo Testamento siempre había perdón disponible para los pecados hechos en ignorancia. Jesús mismo exclamaría: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).

Los sufrimientos y la muerte de Jesús fueron también el cumplimiento de profecías que Dios había revelado por la boca de todos sus profetas; esto es, por el cuerpo de profetas en pleno. Su mensaje total, tenía uno de sus focos en la muerte de Cristo. Así y todo, esto no hacía menor la culpa de los jerosolimitanos tampoco.

Como en el día de Pentecostés, Pedro los exhortó entonces al arrepentimiento, al cambio de pensamiento y de actitudes con respecto a Jesús. Que se convirtieran (se volvieran hacia Dios) para que sus pecados (incluso el pecado de rechazar y matar a Jesús) fueran borrados (limpiados, tachados, destruidos) y para que vinieran de la presencia (faz) del Señor tiempos (estaciones, ocasiones) de refrigerio. 

A quienes se arrepintieran, El les enviaría el Mesías Jesús designado para ellos, que los cielos debían recibir hasta los tiempos de la restauración (restablecimiento) de todas las cosas, de las que habló Dios por la boca de sus santos profetas desde tiempo antiguo (desde el comienzo de la edad). Esta última expresión es una paráfrasis que podría significar “desde la eternidad” o “desde el principio de los tiempos”. El sentido es “todos los profetas que han existido”.

Gracias a este pasaje vemos que el arrepentimiento y la conversión hacia Dios, no sólo traen consigo que los pecados son borrados, sino también tiempos de refrigerio que nos da el Señor. No tenemos que esperar hasta que Jesús regrese para poder disfrutar de estos tiempos. El pasaje indica, especialmente en el texto griego, que podemos tenerlos ahora, y hasta el momento en que Jesús venga.

Son demasiados los que ponen toda su energía en advertencias sobre los peligrosos tiempos que se avecinan y en la declaración de que habrá caídas (2 Timoteo 3:1; 2 Tesalonicenses 2:3). Estas cosas llegarán. Las caídas, por supuesto, pueden ser caídas espirituales, aunque la palabra griega significa de ordinario revueltas, revolución y guerra. Aunque las advertencias son necesarias, el cristiano no tiene por qué hacer de esto el punto central de su atención. 

El arrepentimiento (cambio de pensamiento y de actitud) y la conversión hacia Dios, seguirá trayéndonos tiempos de refrigerio desde la presencia misma de Dios. El día de la bendición espiritual, el día de los milagros y del avivamiento no ha pasado. En medio de tiempos peligrosos, aún podemos poner nuestros ojos en el Señor, y recibir derramamientos refrescantes y poderosos de su Espíritu.

Los tiempos de restauración son una referencia a la edad por venir, el Milenio. Entonces Dios restaurará y renovará, y Jesús reinará personalmente sobre la tierra. La restauración profetizada incluye un nuevo derramamiento del Espíritu en el reino restaurado.

Algunos sacan de contexto la restauración de todas las cosas, y tratan de hacer que incluya hasta la salvación de Satanás. Pero “todas las cosas” es una expresión que debe ser tomada junto con otra: “que habló Dios”. Sólo aquellas cosas que ha sido profetizado que serán restauradas, lo serán realmente.

Los profetas también señalan que el reino llegará a través del juicio. Daniel 2:35, 44, 45 presenta la imagen de Babilonia, que representa todo el sistema mundano desde Babilonia hasta el final de los tiempos. Hasta que no sea golpeada en el pie (en los últimos días de esta época), el presente sistema mundial no será destruido y reducido a polvo. Hasta lo bueno que haya en el sistema mundial actual tendrá que ser destruido para dar paso a las cosas mejores del reino futuro, que llenará la tierra después de que Jesús venga de nuevo.
No sabemos cuándo sucederá. 

Pero lo importante es que no tenemos que esperar a que venga el Reino para experimentar las bendiciones y el poder de Dios. El Espíritu Santo nos trae las arras, un primer anticipo de las cosas por venir. Y podemos tener estos tiempos de refrigerio prometidos aun ahora, si cumplimos con las condiciones del arrepentimiento y la conversión hacia Dios.
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