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viernes, 24 de marzo de 2017

Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas.

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6






SALMO 2

El reino del ungido de Jehová

          1      ¿Por qué se amotinan las gentes,
    Y los pueblos piensan cosas vanas?
          2      Se levantarán los reyes de la tierra,
    Y príncipes consultarán unidos
    Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
          3      Rompamos sus ligaduras,
    Y echemos de nosotros sus cuerdas.

          4      El que mora en los cielos se reirá;
    El Señor se burlará de ellos.
          5      Luego hablará a ellos en su furor,
    Y los turbará con su ira.
          6      Pero yo he puesto mi rey
    Sobre Sion, mi santo monte.

          7      Yo publicaré el decreto;
    Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
    Yo te engendré hoy.
          8      Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
    Y como posesión tuya los confines de la tierra.
          9      Los quebrantarás con vara de hierro;
    Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

          10      Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
    Admitid amonestación, jueces de la tierra.
          11      Servid a Jehová con temor,
    Y alegraos con temblor.
          12      Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
    Pues se inflama de pronto su ira.

    Bienaventurados todos los que en él confían.

La coronación del Ungido

  SALMO 2: ALABANZA REAL. 
LA CORONACIÓN DEL UNGIDO


Este Salmo es un himno a Dios que es rey sobre todo y realiza su dominio por medio de un ungido (mesías). Es anónimo, aunque en Hechos 4:25 los creyentes lo citan como un salmo de David. Es un salmo a la coronación de un rey, o puede ser un recuerdo después en un tiempo de crisis. Algunos biblistas piensan que es un salmo tardío, del tiempo de los reyes macabeos; pero en el período del segundo templo (516 a. de J.C. hasta 70 d. de J.C.) los reyes no fueron ungidos. Más razón tienen los que creen que la ocasión fue la coronación de Salomón. No es necesario pensar en sólo una coronación específica, porque el salmo presenta un enfoque más general que puede ser usado en muchas ocasiones de coronación.

En algunas obras judías los dos primeros salmos eran introductorios. Probablemente durante el proceso de formación de las colecciones de salmos, el Salmo 2 fue la introducción al Libro I de salmos davídicos. Más tarde, cuando se completó todo el Salterio, el Salmo 1 fue puesto como introducción a todo el libro. A veces los dos Salmos fueron unidos en uno, así empezó y terminó con el mismo concepto: bienaventurado (ashré 835). Por eso algunos mss. y versiones de Hechos 13:33 dicen “el primer Salmo” en vez de “el Salmo segundo”.

En algunos comentarios judíos los dos primeros Salmos fueron considerados mesiánicos (entendieron el hombre en 1:1 como el rey). Nuestra palabra “mesías” es la palabra ungido en 2:2. Durante la monarquía los reyes de Israel y de Judá eran ungidos con aceite cuando eran coronados. En otros países antiguos no hablaban de sus reyes como “ungidos”. Y ningún pasaje claramente escatológico del AT usa el término “ungido”.

Después del cautiverio los reyes israelitas no eran ungidos. Entonces los judíos empezaban a entender que en el futuro habrá un “ungido” especial de Dios, el Mesías. Hay mucha literatura rabínica sobre un mesías escatológico. Se encontró en Qumrán una tradición que en la edad escatológica, de nuevo, se usaría la unción del rey.

El Salmo 2 se cita en el NT más veces que cualquier otro, porque Jesús y los apóstoles lo entendieron como un Salmo mesiánico que encuentra su cumplimiento pleno en Cristo. A veces se pregunta si es legítima una exégesis que aplica estos salmos reales a Cristo si el autor estaba hablando de un rey terrenal en la monarquía.

Es cierto que la intención del autor es la base de toda buena interpretación. Y es cierto que el salmista tenía en mente un rey (o reyes) en la historia de Israel. A la vez la Biblia enseña que detrás del autor humano Dios estaba inspirando las Escrituras. Aunque el salmista tiene en vista primero un rey de la monarquía, Dios puede dirigir e inspirar la escritura de tal manera que señale hacia un Rey ungido mayor en el futuro. De hecho, esto es lo que enseña el NT; el reino temporal de la línea davídica señalaba adelante hacia el reino eterno cuyo rey será el Mesías, Cristo.

Es evidente que Jesús dirigió a los discípulos en su entendimiento del AT. El y todo el NT toman en cuenta ciertos principios básicos que nos ayudan a entender su manera de interpretar el AT. Algunos de estos principios son: 1) “la solidaridad corporativa”, es decir, un pasaje que habla del pueblo de Israel puede también encontrar su cumplimiento en representantes del pueblo (un remanente) o en un representante (un profeta o el Mesías, cf. Mat. 2:15 y Ose. 11:1); 2) “la correspondencia en la historia”, es decir, puesto que Dios interviene en los hechos históricos, él puede dirigir de tal manera que acontecimientos en la historia de salvación “prefiguren” algo que sucederá en el futuro (cf. 1 Cor. 10:6, 11); 3) “cumplimiento escatológico”, es decir, las enseñanzas y acontecimientos del AT señalan hacia otros acontecimientos en “los últimos días”. Los discípulos fueron tan conmovidos por “el hecho de Cristo”, por todo que sucedió en su ministerio, crucifixión y resurrección y en su propia experiencia, que no pudieron interpretar y aplicar las Escrituras de otra manera.

Como cristianos, partícipes del nuevo pacto, podemos confiar en la enseñanza de Jesús y sus apóstoles. Podemos aceptar sin reserva su interpretación de las Escrituras del AT. Así, cuando ellos ven que acontecimientos y pasajes del AT prefiguran y sañalan hacia Cristo, creemos que así les enseñaron Jesús y el Espíritu Santo.

Ellos vieron que por inspiración Dios quiso que este Salmo (y otros) señalara hacia Cristo y tuviera su cumplimiento pleno en él. Los primeros cristianos entendieron todo esto como confirmación segura de que Jesús es el Cristo profetizado en el AT.

Taller homilético
De rebelde a hijo adoptivo
Salmos 2:1–12
  I.      Condenación de la rebelión humana, Sal 2:1–6.
    1.      Conspiración: Los pueblos traman cosas vanas, v. 1.
    2.      Rebelión: ¡Rompamos sus ataduras, v. 3.
    3.      Resultado: Y los turbará en su furor, v. 5.

  II.      Confirmación de la adopción de Dios, Sal 2:7–9.
    1.      Decreto: Jehovah me ha dicho, v. 7.
    2.      Herencia: Y te daré por heredad las naciones, v. 8.
    3.      Victoria: Tú los quebrantarás con vara de hierro, v. 9.

  III.      Exhortación conclusiva al arrepentimiento, Sal 2:10–12.
    1.      Sabiduría: Aceptad la corrección, v. 10.
    2.      Servicio: Servid a Jehovah con temor, v. 11.
    3.      Bienaventuranza: Bienaventurados todos los que en él se refugian, v. 12.

El Salmo es dramático; alterna entre las palabras de un narrador (el salmista) y diálogo directo de otros personajes. Así tenemos palabras del narrador (vv. 1, 2), diálogo directo de los reyes que están en rebelión (v. 3), otra vez del narrador (vv. 4, 5), palabra directa de Dios (v. 6), diálogo directo del hijo, el rey (vv. 7–9) y palabras del narrador dirigidas a los reyes (vv. 10–12).

  1.      La rebelión contra el Rey, Salmo 2:1–3

El Salmo empieza con una dramática pregunta retórica. La historia sigue igual. La historia es una sucesión de peleas y guerras. Sigue siendo cierto, al decir de Juan, que “el mundo entero está bajo el maligno”. Traman es el mismo verbo, en heb., que medita en 1:2. Cosas vanas es paralelo de “traición” o “engaño” en 4:2.

Se presentan o “se rebelan” es un término militar, de un inferior delante del superior. Aquí conlleva la idea de rebelión. A través de la historia se ha repetido el fenómeno, los hombres que están bajo el maligno se juntan contra Dios. En Hechos 4:25, 26 se ve un cumplimiento pleno de esto en lo que hicieron Herodes y Pilato.

Ataduras (v. 3): las mosrot 612 eran cuerdas con que ataban el yugo a los bueyes. El ser humano siempre ha querido rechazar el señorío de Dios. No entiende que Dios sabe lo que es mejor y desea lo mejor para los hombres.

  2.      Burla divina, Salmo 2:4–6

El párrafo muestra lo inútil de rebelarse contra Dios. Dios tiene todo el poder y la autoridad. Usa la ira del hombre y la vuelve en instrumento para cumplir sus propósitos. Se ve en la oposición a Cristo y la salvación hecha en la cruz.

Salvador y juez
Warren Wiersbe, en su libro Discover Yourself in the Psalms (Descúbrete a ti mismo en los Salmos), relata una historia que le contó cierto evangelista. 

Decía: “En una ciudad de la frontera, un caballo se encabritó y se escapó con un carro en el que había un niño pequeño. Viendo que el niño estaba en peligro, un joven arriesgó su vida para detener el caballo. El niño a quien había rescatado creció y llegó a ser un delincuente, y un día tuvo que comparecer ante el juez para ser sentenciado por un grave crimen.

El preso reconoció al juez como al hombre que años antes había salvado su vida, por lo que le suplicó gracia sobre la base de aquel hecho. Pero las palabras del magistrado silenciaron todas sus súplicas: “Joven, entonces fui tu salvador, hoy soy tu juez, y debo condenarte a ser ahorcado.”

Cuando los seres humanos persisten en su rebeldía, Dios tiene que juzgar. Aquí su respuesta es sencilla: Yo he instalado a mi rey en Sion. El pone las cosas en orden por medio de su representante, antes por el rey, pero en el final de la historia por el Rey supremo, Jesucristo. Dios ganó la victoria contra las fuerzas malignas por medio de Cristo; así instalará su reino eterno con el señorío de Cristo.

Sion era nombre de la ciudad jebusea que David capturó, el monte al sudeste de Jerusalén; más tarde se transfirió el nombre al monte del templo, al norte del monte original; más tarde se usó para toda Jerusalén.

  3.      El decreto divino, Salmo 2:7–9

Ahora habla el rey que está siendo coronado. Jehovah mismo le ha dicho: Tú eres mi hijo. Esta frase está repleta con significado. Es cierto que en el antiguo Cercano Oriente a veces el rey era considerado hijo de dios (en Egipto). Pero vale notar que los mismos judíos vieron esta frase como mesiánica. Tiene su cumplimiento pleno en Cristo Jesús. En el NT se cita con referencia al bautismo de Jesús (Mat. 3:17), a su transfiguración (Mat. 17:5) y especialmente a su resurrección (Hech. 13:33).

El v. 8 presenta grandes enseñanzas misionológicas. Dios quiere que su hijo pida por las naciones, y quiere que sus hijos (los cristianos) también pidan por las naciones. Como representantes de Cristo, hemos de tomar la iniciativa e interceder por los pueblos de toda la tierra.

El v. 9 pudo tener cumplimiento en un rey davídico, pero era un cumplimiento parcial. El cumplimiento pleno será cuando Cristo venga a instalar su reino como se revela en el Apocalipsis. La vara de hierro designa un instrumento fuerte, habla de la fuerza de su juicio. La vasija de alfarero habla de debilidad, era frágil.

Topacio bíblico
  Servid a Jehovah con temor y alegraos con temblor (Salmo 2:11).

  4.      Un llamado a los reyes, Salmo 2:10–12
Aceptad… Servid… Todavía hay una invitación, se les da una oportunidad de someterse. Gobernantes traduce el heb. shofte 8199, usado para “jueces” en el libro de Jueces.

Besad al hijo significa dar homenaje. El NT dice que todos doblarán la rodilla delante de Jesucristo. Pero los que no se someten voluntariamente lo harán bajo el terrible juicio de Dios. Así el salmista aconseja que es mejor reconciliarse mientras que haya tiempo, un consejo importante no sólo para los gobernantes sino para todo ser humano.

Besad al hijo es una frase difícil de traducir. Algunos han objetado a esta traducción porque: 
1) la palabra bar 1247 traducida hijo es aramea y no heb.; y 
2) muchas versiones y escritos rabínicos la entienden como “pureza”. Lo interpretan como: “Dad homenaje en pureza.” 

La traducción de RVA sigue siendo la mejor, pues debemos recordar que desde el tiempo de David había mucho contacto con los arameos de Siria y aquí el salmista se está dirigiendo a los pueblos vecinos de Israel.

De todos modos el sentido es claro, que los reyes y pueblos que están en rebelión deben someterse. La Biblia hace claro que no habrá ningún refugio de el Hijo de Dios, Jesucristo, pero sí hay refugio en él. 

Así, los que han aceptado el señorío de Cristo, pero todavía tienen miedo por estas advertencias de juicio, pueden descansar en esta realidad: son ¡bienaventurados todos los que en él se refugian!

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lunes, 4 de enero de 2016

Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál... has escogido, para que tome la parte de este ministerio

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Nos preparamos para enseñar
Empieza una comunión sólida en el Cuerpo de Cristo
Hechos 1:15-26
15En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: 
16Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús, 17y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio. 

18Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron. 19Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, Campo de sangre. 

20Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella; y: Tome otro su oficio. 21Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, 22comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. 

23Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. 24Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, 25para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. 26Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.
La Historia continúa
LA PRIMERA EVIDENCIA DE LA COMUNIÓN 
(Hechos 1:15–26)

Aunque Pedro lidera el grupo no toma una actitud de dominio. Más vale, asume la posición de liderazgo pensando en el pastoreo de las ovejas frente a una decisión difícil. El texto dice que “se levantó en medio de sus hermanos” y no sobre ellos. Habían vivido tiempos de intensa oración, lo suficiente como para que Dios creara en él una inquietud particular por solucionar un problema grave. Todos sabían que Jesús tenía doce apóstoles, pero con lo sucedido a Judas quedaron solamente once.
A. Pedro utiliza la Escritura
Son muchos los que creen que el apóstol se adelantó cuando debió haber esperado. Pero nosotros no nos atrevemos a juzgar. Es más provechoso observar el modo en que propuso al grupo de hermanos la solución del problema.
Comienza explicando cómo se había cumplido la profecía. Notemos el modo en que explica la inspiración del texto, señalando: “La Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David”. Es el Espíritu quien anuncia la apostasía de Judas. Recordemos que después de su resurrección, el Señor Jesús abrió el entendimiento de los once para que comprendiesen las Escrituras (Lc. 24:25, 27, 32, 45, 49). Desde ese momento pudieron entender cómo había sido compuesto el AT y el valor que tenía para poder aplicarlo con precisión en la vida de la iglesia.

Pedro se basó en dos salmos que sorpresivamente combinó para obtener la conclusión. El primero es el 69, del cual no extrajo las varias referencias al Señor Jesús que cita el evangelio de Juan (2:17; 15:25), sino otras.

El apóstol aplica a Judas el trozo de una oración en la que David pide el juicio para los inicuos. “Sea su palacio asolado; en sus tiendas no haya morador” (v. 25). A esta frase le agrega parte del v. 8 del Salmo 109: “Tome otro su oficio”. Aunque parecería que el texto autoriza a que “otro” ocupe el lugar vacante, no hay aprobación para elegir al reemplazante. Como tampoco la hay para llenar posteriormente la vacante de Jacobo (12:1–2).
B. Pedro explica el caso Judas
Lucas inserta una explicación sobre la ética de Judas y los últimos momentos de su vida tal como la narró el apóstol Pedro. La aparente discrepancia entre Mateo 27:3–5 donde dice que “se ahorcó” y nuestro texto: “cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron” (1:18), armoniza si pensamos que Mateo únicamente dice lo que Judas hizo, pero en nuestro caso cuenta lo que sucedió después.

Como en otras ocasiones (comp. 2 Cr. 25:12) pensamos que el hecho pudo haber sucedido a mucha altura y la cuerda utilizada no resistir el peso y se romperse. Hay quienes creen que para terminar con el espectáculo alguien cortó la cuerda, y Pedro narró a los reunidos el final del ex apóstol.

La segunda nota que necesita explicación es la compra del campo. Mateo dice que Judas cargado de culpa devolvió el dinero, y al no ser aceptado por los sacerdotes, el mismo Judas lo arrojó dentro del templo. Posteriormente los fariseos con ese importe compraron el campo. Pero nuestro texto dice: que “con el salario [dinero] de su iniquidad [Judas] adquirió un campo”. 
¿Quién fue finalmente el comprador? Lo más correcto es decir que con el dinero de Judas (que los sacerdotes nunca aceptaron para sí) los religiosos compraron el campo que naturalmente era de Judas. A ese campo del alfarero en aramaico se lo llamaba Acéldama porque fue comprado con dinero de sangre, incluyendo la misma de Judas (Mt. 27:6).
EL PECADO DE JUDAS
1.     Le gustó convivir con la avaricia
     (Jn. 12:6)
2.     Se ocupó de la murmuración
     (Jn. 12:4–5)
3.     Permitió que Satanás dirigiera su mente
     (Lc. 22:3)
4.     Reveló sus planes a los enemigos
     (Lc. 22:4–5)
5.     Rehusó oír la amonestación del Señor
     (Jn. 13:26–27)
6.     Pervirtió la manifestación de afecto en traición
     (Mt. 26:47)
7.     Cayó en la desesperación y se dirigió a la religión
     (Mt. 27:3–4)
8.     Se suicidó
     (Mt. 27:5)
C. Pedro propone una solución para la vacante
El escritor continúa dando espacio al discurso de Pedro, ahora para cubrir la vacante dejada.
a.     Tenía que ser una persona del grupo
La persona a elegir tenía que poseer una relación familiar con todos y con el Señor Jesús. Estar juntos “todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía” indica que se necesitaba alguien que hubiera gustado la vida de hogar junto con ellos. “Salir y entrar” (comp. Sal. 121:8) es una manera de expresar libertad, sujeción y comunión (Jn. 10:9). El ministro del Señor no es un improvisado solitario surgido de la noche a la mañana, sino que debe conocer y haber practicado la convivencia (comp. Dt. 31:2).
b.     Tenía que poseer una experiencia completa
El candidato para cubrir la vacante debía poseer un “desde” y un “hasta”. Es lo que denominamos un “hombre completo”. Tenía que haber palpado el comienzo del ministerio del Señor (10:37), bautizándose para sujetarse al propósito de Dios y “cumplir toda justicia” (Mt. 3:15). Tenía que ser alguien entrenado en estar bajo dependencia del Padre, en santidad y amor para los perdidos. El apóstol necesitaba encarnar la ética de Cristo y hablarle a otros con experiencia de su comunión. Haber sido testigo presencial de la resurrección era un ingrediente fundamental (Hechos 2:32; 3:15; 5:32; 10:39; 1 Co. 9:1; 15:8) pero no suficiente; además debía haber vivido la experiencia de la ascensión.

También tenía que conocer sus responsabilidades. Pedro las denominó diakonia (ministerio) y apostole̅ (apostolado), que unidos a martyr (testigo) componen lo que el Señor había determinado. Durante nuestro estudio observaremos el modo en que estas características se concretaron.
c.     Tenía que tener la aprobación de Dios
Con sumo cuidado en un ambiente de oración y unanimidad (Hechos 1:14) repasaron los nombres de los ciento veinte, y sólo hallaron a dos que reunían todos los requisitos. Se enfrentaron con la primera prueba de sus limitaciones a fin de reconocer a una persona para el ministerio. Pudieron avanzar hasta lo que sabían pero no quisieron avanzar dentro del terreno de Dios que es quien “conoce los corazones” (Hechos 15:8). Si también hubieran podido hacer este análisis, habrían actuado como Dios. La sabiduría espiritual está en saber hasta dónde llega la responsabilidad humana y allí parar.

Detenidos en su limitación se remitieron al Señor (Hechos 2:36; 7:59) pidiendo específicamente en una oración especial que mostrase su elección (comp. 1 S. 16:7). De inmediato “echaron suertes” basándose seguramente en el método legislado en el AT (comp. Lv. 16:8; Nm. 26:55; Jos. 7:14; Pr. 16:33, etc.), utilizado aquí por última vez. Notemos que fue antes de Pentecostés. El Señor mostró su voluntad y Matías fue “contado con los once apóstoles”. 

Hay muchos que discrepan con el método utilizado y aun con la persona elegida. El autor de este libro cree que habiéndose cumplido con tanta prolijidad la sujeción al Señor, es peligroso emitir juicios.

Están ya preparados para esperar la promesa del Señor. Tres experiencias básicas confirman esta presunción: 
(1) Estuvieron con Cristo y recibieron sus instrucciones; 
(2) recibieron la bendición y lo vieron ir; 
(3) completaron el número de los doce, necesario para el testimonio en Pentecostés (Hechos 2:14). 
Pudieron cubrir la vacante de Judas, pero no pueden hacer lo mismo con la del Señor Jesús. Tienen que esperar.
TIEMPO DE ESPERA
1.     Tiempo de transición
*     Entre la obra completada por Cristo en la tierra y la apertura de la labor del Espíritu.
*     Se había terminado el capítulo de la encarnación que concluyó en la cruz. Ahora estaba por iniciarse otro.
2.     Tiempo de necesidad
*     Los apóstoles convertidos en testigos, sin comprender lo que significaba.
*     Necesitaban aclarar sus pensamientos y recibir entendimiento.
3.     Tiempo de expectativa
*     Tenían que esperar la “promesa del Padre” aunque no entendían el significado.
4.     Tiempo de oración
*     Para incentivar la unidad
*     Para acrecentar la perseverancia
*     Para vivir la dependencia
5.     Tiempo de tomar decisiones
*     Observar al verdadero líder
     Pedro
*     Tener fundamento para decidir
     la Escritura
*     Emplear un sistema sano para persuadir
     sabiduría
*     Buscar un candidato a pastor
     oración y condiciones espirituales


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miércoles, 7 de octubre de 2015

Ve, tómate a una mujer prostituta y engendra hijos de prostitución, porque la tierra se prostituye totalmente.... vosotros no sois mi pueblo ni Yo seré para vosotros YO SOY.

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6









ENSEÑEMOS EN LA CONGREGACIÓN, PERO ANTES PREPARÉMONOS
Castigo y Restauración de Israel
Oseas 1:1-9

1      Revelación de YHVH que tuvo Oseas ben Beeri, en los días de Uzías, Jotam, Acaz y           Ezequías, reyes de Judá, y en los días de Jeroboam ben Joás, rey de Israel.

2      Cuando YHVH comenzó a hablar por Oseas, dijo YHVH a Oseas: Ve, tómate a una             mujer prostituta y engendra hijos de prostitución, porque la tierra se prostituye                       totalmente, apartándose de YHVH.
3      Fue pues y tomó a Gomer, hija de Diblaim, quien concibió y le dio a luz un hijo.
4      YHVH le dijo: Ponle por nombre Jezreel, porque muy pronto visitaré a la casa de Jehú         por la sangre derramada en Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel.
5      Y sucederá que en aquel día quebraré el arco de Israel en el valle de Jezreel.
6      De nuevo concibió, y dio a luz una hija. Le dijo: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque           no seguiré compadeciéndome de la casa de Israel para perdonarlos.
7      Pero me compadeceré de la casa de Judá y los salvaré por YHVH, su Dios. No los               salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos, ni con jinetes.
8      Cuando destetó a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo.
9      Le dijo: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo ni Yo seré para         vosotros YO SOY.

La Palabra de Jehovah


        ¿QUIÉN? ¿CUÁNDO? ¿DÓNDE?


El versículo 1 es el título del libro. 
Todo el libro se caracteriza por la frase La palabra de Jehovah (v. 1a). La palabra no es solo lo que Oseas dijo, es decir sus palabras como tales, sino el mensaje unificado de Dios que se expresa en todo el ministerio de Oseas. Toda la tradición del profeta refleja la revelación del Señor que recibió o le sucedió a él. Es la revelación dada por el Señor a través de la vida de un hombre específico dentro del escenario de la historia. Entonces, su proclamación y su vida son un testimonio, una expresión del evento de la revelación de Dios. 

El título solo dice que Oseas es hijo de Beeri. Su nombre significa “Salvación”, igual que la forma original del nombre de Josué. Oseas fue también el nombre de un efrateo contemporáneo de David, según 1 Crónicas 27:20. Por eso, su nombre, relacionado con la tribu de Efraín, y su dialecto señalan que era hombre del norte, de Israel.

Es interesante, entonces, que cuatro reyes de Judá son nombrados mientras que se menciona solamente el nombre de un rey de Israel, Jeroboam II (786–746). Alguien ha sugerido que en comparación con este rey, quien llevó a Israel a la prosperidad, los últimos seis reyes de Israel no merecen ser nombrados. 

Es más probable que este versículo refleje el hecho de que el libro fuera compuesto después de la caída de Samaria (en el año 722 a. de J.C.) pero en el territorio de Judá. El autor sería Oseas, o sus discípulos que conservaron sus palabras. Evidentemente el libro se escribió para un público que conocía mucho mejor la cronología de Judá que la de los reyes de Israel. Al marcar el período de los cuatro reyes demostró a los lectores que el ministerio de Oseas comenzó durante el reinado de Jeroboam y duró hasta el fin del reino del Norte.



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Bosquejo homilético 1
La Palabra de Dios 
Oseas 1:1, 2
Introducción: 
La Palabra viva de Dios toma la iniciativa para intervenir en la situación humana, ya que Dios se interesa en el hombre. Así su Palabra:
        I.      Es dada a los hombres.
               1.      La Biblia es un libro divino.
               2.      Así como vino a Oseas, viene a nosotros.

        II.      Es expresada por intermedio humano.
               1.    Es un libro humano, escrito para satisfacer las necesidades del hombre.
               2.   Así como fue dada por medio de Oseas, Dios quiere dar a conocer su                           mensaje por nuestro intermedio.

        III.      Expresa la voluntad de Dios y el llamado al individuo.
                1.      Afecta nuestra vida personal y familiar.
                2.      Nuestra obediencia muestra el carácter y el amor de Dios.

Conclusión: 
Demos gracias a Dios por su Palabra y compartamos su mensaje con nuestra vida y nuestra voz a aquellos que nos rodean.
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 Las fechas del ministerio de Oseas son aproximadamente del 752 al 722 a. de J.C. A pesar de las dificultades cronológicas, es probable que Uzías y su hijo, Jotam, hayan compartido el trono desde el 750 a. de J.C. hasta la muerte de aquel (ver Biblia de Estudio Siglo XXI). Acaz reinó durante los años 742–727; y Ezequías, del 727 hasta el 698, si seguimos la cronología de Miller y Hayes. Ningún oráculo en el libro exige una fecha después de la caída de Samaria. 

Por eso, podemos poner el año 722 como el fin del ministerio de Oseas. También, los eventos del cap. 1 requieren un período de por lo menos unos seis años, y estos eventos tienen que haber sucedido durante el reinado de Jeroboam II o su hijo. Jeroboam murió en el 746; por lo tanto podemos fijar el comienzo del ministerio del profeta por el año 752 a. de J.C.

Debemos decir que poner las fechas del 752 al 722 para el ministerio de Oseas no significa necesariamente que él murió en este último año. Su ministerio a Israel terminó (porque Israel como tal desapareció). 

Sin embargo, es posible que el profeta haya escapado a Judá y que allá haya comenzado a escribir el libro que lleva su nombre. También es igualmente posible que él muriera en el desastre de Israel, pero que escaparan algunos discípulos suyos quienes conservaron sus palabras, y que en Judá se escribiera el libro. De todas maneras, es interesante notar que el cap. 1 se escribió en tercera persona.

Con ese título del versículo 1, sabemos que las narraciones y los oráculos de este libro no son solamente palabras, sino que son la palabra de Jehovah, eventos que revelan al hombre el carácter de Dios. Los vv. del 2 al 9 forman una unidad literaria compuesta por cuatro eventos simbólicos. Los eventos históricos de la vida de Oseas se subordinan al propósito de presentar un modelo para la relación existente entre Dios y su pueblo. 

Es decir, tenemos eventos históricos en la vida de Oseas, pero no debemos utilizar estos datos para escribir sobre la vida de Oseas o su matrimonio. Lo que tenemos es la predicación de Oseas en palabras y acciones. Los nombres de sus hijos no describen el estado de su matrimonio sino el estado del pacto entre Dios e Israel. En el pasaje hay una economía de expresión para que el mensaje de Dios se manifieste en una forma más brillante y más clara.



 MODELO DEL MATRIMONIO

La tragedia de la infidelidad,  Oseas 1:2-9
Esta sección tiene su propio título: 
El principio de la palabra de Jehovah por medio de Oseas (v. 2a)
Los eventos que se encuentran en esta sección son el inicio del ministerio del profeta y durante el reino de Jeroboam. No es el “llamamiento” de Oseas, sino que es el contenido del primer período de su predicación. En un tiempo de paz y prosperidad Oseas, como Amós su contemporáneo, declara la destrucción del reino de Israel tanto con palabras como con acciones. Su familia misma llega a ser un sermón vivo delante del pueblo.

En primer lugar, Oseas recibe el mandato: 
Vé, toma para ti una mujer dada a la prostitución (v. 2b). 
El heb. dice “una mujer de prostituciones”, lo cual ha sido interpretado en varias maneras. Desde la época de Orígenes y Jerónimo, este capítulo se interpreta como visión o alegoría. Tal interpretación se origina en la incapacidad del intérprete para creer que Dios pudiera mandar a un profeta a hacer algo tan repugnante. Sin embargo, es mejor pensar en el matrimonio como un evento real en la vida de Oseas. 

Hay eventos simbólicos en los otros profetas muy semejantes a los de este capítulo, por ejemplo los nombres de los hijos de Isaías.

Otros aceptan el matrimonio histórico de Oseas, pero dicen que la mujer de prostituciones es una descripción metafórica y esta “prostitución” es la idolatría de Gomer al igual que la de la nación. Ella es solamente una de los demás israelitas que no adoran al verdadero Dios según las tradiciones de sus padres.

Una tercera interpretación ve a Gomer como a una mujer que tenía tendencias de prostitución/adulterio, pero que no era prostituta cuando se casó con Oseas. Solamente después del matrimonio que le fue infiel. Así, por medio del dolor de su vida, Oseas aprendió del dolor del Señor con su pueblo infiel. Por eso, en los años posteriores a estos eventos, Oseas reinterpretó el significado de su matrimonio con Gomer desde la perspectiva divina.

Estas interpretaciones eluden a lo que se presenta en el texto como un choque a los sentidos: “¡Ve! ¡Cásate con una prostituta!”. Como el texto lo presenta, este mandamiento fue dado a Oseas antes del matrimonio. No es que Oseas aprendió por medio de sus experiencias algo que puede aplicarse a Dios y a su pueblo, sino que es Dios quien revela la verdad a Oseas y manda que su vida familiar sea un modelo de la relación que existe entre Dios e Israel. 

Así, es necesario que esta “prostitución” de la mujer sea conocida por Oseas y todo el pueblo. No es que esa mujer era “solamente” una israelita o que más tarde se dio a la prostitución. Sus “prostituciones” fueron evidentes antes de que ella se casara con el profeta.

Una cuarta interpretación sugiere que ella era una prostituta común. Sin embargo, la palabra “prostituciones” no es el término para una prostituta común.

Otros dicen que ella era una prostituta sagrada o prostituta cultual, comprometida en la adoración de Baal en algún sentido. No obstante, la palabra “prostituciones” (zenunim2181) tampoco es la palabra “prostituta cultual” (qedeshah6945), palabra que ocurre en 4:14. Sin embargo, se usa esta palabra “prostituciones” para describir a Jezabel en 2 Reyes 9:22, una mujer comprometida en la adoración de Baal. También en Génesis 38:24 Tamar es acusada de “prostituciones” porque está embarazada. Note que en Génesis 38:21 Judá, después de tener relaciones sexuales con ella en el camino a Timnat, le mandó el pago a la “prostituta cultual” de Enaim. Por eso, esta palabra “prostituciones” nos guía a un asunto sexual/cultual. Entonces, parece mejor pensar en Gomer como un tipo de “prostituta cultual”.

Es posible que en ese tiempo haya existido la costumbre entre las señoritas israelitas de ofrecerse por un tiempo como prostitutas culturales antes de casarse para recibir de Baal la fecundidad en su matrimonio. Gomer, según algunos, era una de esas mujeres que se habían dedicado a Baal para ser fértil. No obstante, a pesar del sincretismo de la religión de Israel en el tiempo de Oseas, es imposible probar que esta práctica existiera. Es más probable que Gomer era una prostituta al servicio del culto a Baal.

Ese matrimonio sería un escándalo sensacional. Todos irían a preguntarle: “Profeta, ¿qué significa esto?”. Entonces, Oseas les respondería: La tierra se ha dado enteramente a la prostitución (v. 3c). Prostituirse acá es metáfora para adorar a otros dioses, ídolos. Así, Gomer es modelo apta porque ella participa en la prostitución espiritual de Israel por medio de su prostitución física en los cultos a Baal.

Sin comentar los pensamientos de Oseas en cuanto a la orden que recibió, el texto dice que fue y se casó con Gomer, la hija de Diblaim. Inmediatamente la atención del lector se pone en el nacimiento del primer hijo, que por orden de Dios recibe por nombre Jezreel. En sí, esto es extraño porque Jezreel es el nombre de un lugar, no de una persona. El nombre significa “Dios siembra” y puede entenderse como una bendición. Jezreel es un valle rico en Israel, importante en la agricultura. También fue el sitio de batallas y victorias en la historia de Israel, por ejemplo las de Débora y Barac (Jue. 4 y 5) y Gedeón (Jue. 6 y 7).

Sin embargo, el profeta no proclama un mensaje de bendición y fertilidad. Jezreel también es el nombre de una ciudad que ha sido sitio de hechos de sangre, y el profeta condena la casa real por estos pecados. Esa ciudad ha visto el crimen de Acab y Jezabel contra Nabot entre los pecados de la casa de Omri. No obstante, es la casa de Jehú la que es condenada. Los hechos de sangre aluden a los eventos de 2 Reyes 9 y 10. Jehú mató no solo al rey de Israel, en su golpe de estado, sino también al rey de Judá. 

Era responsable de la matanza de los setenta hijos de Joram. Dirigió la exterminación de los que adoraban a Baal, aunque él mismo no adoraba a Dios en una manera pura (2 Rey. 10:29). Jehú era culpable de violencia igual que los que lo precedieron, y los que le siguieron. Por eso el fin de su dinastía se acercó. El nombre extraño de su primer hijo le dio a Oseas la oportunidad de predicar el mensaje de Dios. La sorpresa era que el mensaje no era uno de fertilidad y prosperidad. Jezreel no indicaba que Dios sembraría bendiciones; al contrario, él iba a sembrar destrucción.

El v. 5 es otra palabra de Oseas, pero fue pronunciada en un período posterior de su ministerio, probablemente cerca del año 733 a. de J.C. cuando el rey de Asiria tomó en batalla el valle de Jezreel. Ahora, este nombre se aplica al valle, no a la ciudad, para recalcar que estos eventos son el juicio de Dios y que ahora este juicio se aplica a Israel como nación entera y no solamente a la casa de Jehú.

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Bosquejo homilético 2
La “descendencia” del pecado
Oseas 1:4–9
Introducción
Así como Oseas recibió la indicación de poner nombres a su descendencia, Dios nombra el juicio al pueblo pecador.
        I.      Jezreel: El juicio de Dios anunciado.
      1.      Jezreel significa “Dios siembra”.
      2.      “El arco” de Israel sería quebrado.

        II.      Lo-rujama: El amor de Dios retirado.
      1.      Lo-rujama significa “no compadecida”.
      2.      Dios ya no mostrará su compasión al pueblo rebelde.

        III.      Lo-ammí: El pueblo de Dios desechado.
      1.      Lo-ammí significa “no mi pueblo”.
      2.      Al final, todo lazo con Dios queda destruido a causa de la desobediencia. 
Conclusión: 
El pecado va profundizando en la vida del individuo y el juicio de Dios es seguro sobre los incrédulos. Hoy es el tiempo del arrepentimiento y de volver a Dios.
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Los vv. 6 y 7 forman el tercer evento simbólico de esta sección. Gomer concibió de nuevo y dio a luz una hija. Oseas es el padre de esta hija y por la orden de Dios le pone el nombre “no recibe el amor del padre”. Otra vez, no debemos leer el nombre de esta hija como descripción del estado del matrimonio del profeta. Aunque el texto no dice que dio a luz (comp. v. 3b), la omisión debe considerarse como una parte de la economía de expresión que se muestra en el pasaje. 

Como parte de esa misma “economía”, la palabra Dios no aparece aquí en el texto heb. del v. 6 (ni en el v. 9, como explica la nota en la RVA). Se entiende, entonces, que la recién nacida es la hija de Oseas, y porque ella es su hija el nombre va a incitar al pueblo a preguntarle: “Profeta, ¿qué significa esto?”. 

Oseas contestará que, a pesar de la esperanza que Judá pudiera tener (v. 7), Israel no recibirá la compasión o protección que un hijo espera de sus padres porque no se comporta como hijo. Si el “no” de la frase previa se aplica a ésta también, se ha de entender como que Dios dice de su hija Israel: “No la soportaré más”. Otra traducción sería: “Ciertamente, los llevaré”. De traducirse así, tiene que entenderse como profecía del cautiverio asirio de Israel.

El cuarto evento simbólico de la sección se presenta en los vv. 8 y 9. Comienza: Después de destetar a Lo-rujama… (v. 8a). La frase es más que una nota biográfica. Normalmente, las israelitas destetaban a sus hijos cuando tenían unos tres años (comp. 1 Sam. 1:24). El evento era importante y hasta festivo en Israel (Gén. 21:8). Pero el detalle es mencionado en este pasaje para subrayar que Dios había esperado un largo tiempo antes de dar este tercer signo de su castigo. El detalle testifica la paciencia divina, e implica que hay otro propósito que solo la destrucción en el juicio de Dios. Él busca el arrepentimiento y la reconciliación.

Sin embargo, la gente no respondió a esta invitación, y por eso el nacimiento del tercer hijo llegó a ser la ocasión de proclamar la palabra más dura que Dios envió a Oseas: Ponle por nombre Lo-ammí. Que este nombre, “no pueblo mío”, se aplica a Israel y no al hijo me parece claro. 

En la interpretación del nombre, por primera vez, Dios habla directamente a Israel: Vosotros no sois mi pueblo ni yo soy vuestro Dios. La traducción de esta última frase en RVA representa una ligera enmienda textual muy común (ver también RVR-1960). Sin embargo, tanto el texto masorético (TM) como la Septuaginta (LXX) pueden ser traducidos lit.: “Y yo no yo soy para vosotros”. Puede entenderse cómo Oseas emplea el nombre de Dios que se reveló en Éxodo 3:14, YO SOY. La interpretación del nombre Lo-ammí sería: “Vosotros no sois mi pueblo, ni soy YO SOY para vosotros”.

Se nota una progresión del castigo cada vez más severa en los vv. 4 al 9. Israel tendrá un desastroso futuro sin rey (v. 4), sin el amor fraternal de Dios (v. 6), y ahora, un futuro sin Dios mismo (v. 9). Que Dios no sea el YO SOY de Israel equivale a decir en términos radicales, que el pacto ya se abolió. El pueblo de Dios rompió el pacto, y ahora sufrirá la maldición que el pacto mismo prescribió en las tradiciones preservadas en Deuteronomio 31:16–18. Con este oráculo parece que no hay más que decir. Sin embargo, este es solamente un lado del mensaje de Oseas.
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